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Panamá: Estudiantes solo completan 6.5 años de escuela por lo aprendido, revela informe del Banco Mundial

Un niño que comienza su escuela a los 4 años en el país, puede esperar completar 10.7 años en el sistema educativo.

La actualización del Índice de Capital Humano 2020, elaborado por el Banco Mundial, señala que en Panamá, teniendo en cuenta lo que los niños realmente aprenden, los años esperados de escuela son solo 6.5.

Esta cifra se presenta, a pesar de que el mismo informe plantea que un niño que comienza su escuela a los 4 años en el país, puede esperar completar 10.7 años en el sistema antes de cumplir los 18 años.
El estudio indica que un niño nacido en el país será 50% más productivo cuando crezca, que lo que podría ser si disfrutara de una educación completa y una salud plena, resultado que está por debajo del promedio de América Latina y el Caribe (0.55).
La realidad no varió la década pasada, reveló el informe, que hace la observación de que la educación a distancia, a la que se ha tenido que recurrir debido a la pandemia de covid-19, ha incidido en el aprendizaje en la región.

Destaca que la pobreza de aprendizaje podría aumentar en más de 20% en el nivel de primaria; y 2 de cada 3 estudiantes del nivel secundario podrían estar por debajo de los niveles mínimos de rendimiento esperados.

«La educación a distancia no puede reemplazar la educación en la escuela; se evidencia que las mediciones de aprendizaje están empeorando drásticamente y los efectos de la pandemia alcanzan todas las áreas de las vidas de los estudiantes», registra el documento.

‘1. en la escala de medición del índice, esta cifra se aplica si el niño que nace hoy puede llegar a gozar de plena salud y pueda realizar su potencial educativo.

0.50 es el índice que tiene Panamá.

En Panamá se regresó a la presencialidad hace una semana, de manera alternada, en 78 escuelas.

Sin embargo, aunque las autoridades digan que se está revisando la evaluación del desempeño de los estudiantes, gremios de educadores advierten que la denominada brecha del conocimiento se está ampliando.

En conferencia de prensa, dirigentes docentes plantearon que esta desigualdad se nota en torno a la facilidad o dificultad que tenga el estudiante por contar con las herramientas tecnológicas para poder dar sus clases virtuales.

Fuente: https://www.panamaamerica.com.pa/sociedad/estudiantes-solo-completan-65-anos-de-escuela-por-lo-aprendido-revela-informe-del-banco

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Israel Rangel nos comenta: ¿En qué consiste el método “Ikuji”, el exitoso modelo educativo aplicado en niños de Japón?

Con este modelo de educación los padres y escuelas buscan que los niños logren ser autosuficientes.

La cultura de Japón está llena de diferentes valores, mismos que se inculcan en sus habitantes desde que son muy pequeños, lo cual incluso genera sorpresa en diferentes partes del mundo debido a sus métodos de enseñanza, educación y aprendizaje, como el método “Ikuji”, ¿qué es y cómo se aplica?

El principio, método o sistema “Ikuji” que se aplica en Japón establece que a los infantes se le educa en tres etapas diferentes divididas de la siguiente manera: de los 0-5 años, de los 5-15 años y de los 15 en adelante.

En la etapa inicial, es decir, del nacimiento a los 5 años, de acuerdo al método “Ikuji”, el bebé debe ser tratado como un “dios”, por lo que se prioriza que el menor esté rodeado de amor y apoyo incondicional con la intención de saber que sus padres están con él.

En la segunda fase, de los 5 a los 15 años, el menor será considerado como un “criado” o “sirviente” pero no con la intención de minimizarlo o tratarlo de forma peyorativa. Lo que se pretende en esta etapa es que el niño -adolescente transcurso- aprenda las normas de la sociedad y busque su lugar en ella, esforzándose por hacer las cosas de la mejor manera tal y como lo dictan las reglas de convivencia sociales.

En esta segunda etapa, además de la familia, la escuela será de importancia para inculcar una educación en donde se ve más allá de lo individual y se destaca el valor de la amistad y el trabajo en equipo.

A partir de los 15 años, al niño, ahora adolescente, se le comenzará a ver como un “igual”, un miembro de la sociedad en el que la educación (familiar y escolar) ha dejado de ser la prioridad y ahora se buscará ‘cosechar’ los éxitos de la misma.

Con este método, se pretende que los niños japoneses logren ser autosuficientes, aunque puede que no sea perfecto -como otras técnicas-, a base de valores como el amor y el respeto.

Fuente: https://noticieros.televisa.com/historia/que-es-el-metodo-ikuji-el-exitoso-modelo-de-educacion-aplicado-en-ninos-de-japon/

 

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Estudio revela las ventajas de tomar notas a mano

Por: Fernanda Ibáñez

Frontiers in Behavioral Neuroscience publicó los hallazgos de un estudio sobre las diferencias entre escribir en papel o en digital y su relación con la activación cerebral y la memoria.

¿Es mejor escribir en papel o en dispositivos digitales? ¿Cuál de los dos formatos funciona mejor cuando buscamos aprender o memorizar información? Tomar notas o escribir en dispositivos móviles o computadoras es cada vez más común, sin embargo, cuando se trata de aprender y retener información, muchos investigadores han encontrado que tomar notas a mano es un método más efectivo que hacerlo en digital.

Un estudio de neurociencia del comportamiento realizado por investigadores de la Universidad de California y la Universidad de Princeton publicado en 2014, mostró que los estudiantes que toman notas a mano se desempeñan mejor en preguntas conceptuales que los alumnos que toman notas en aparatos digitales. Una explicación de este interesante descubrimiento es que el hecho de escribir con lápiz y en papel permite a las personas resumir y organizar la información en sus propias palabras, y asegura una codificación más profunda y natural, según el estudio. Mientras que el uso de aparatos electrónicos los inclina a escribir la información de manera pasiva.

De manera similar, diversos estudios han reportado que, aunque escribir en una computadora otorga más tiempo porque es un proceso más rápido, tomar notas a mano mejora la memorización y el reconocimiento de palabras de los alumnos. Una de las ventajas de las notas a mano se relaciona con el entendimiento conceptual y el uso del papel para leer y escribir, ya que otro estudio de comportamiento humano reportó la superioridad del papel a las pantallas de computadoras en la comprensión de lectura.

Estos estudios indican la importancia de las señales visuales y táctiles para percibir tamaños físicos y locaciones espaciales, porque el material del papel provee espaciamiento físico, lo que se conoce como señales spatio-temporales, a la medida del texto. Otro grupo de investigadores de la Universidad de Tokio realizaron la siguiente hipótesis en un artículo publicado este año en Frontiers in Behavioral Neuroscience: El uso de una libreta, junto con la escritura de notas, mejorará la codificación. Más específicamente, la utilización del papel mejora el proceso de asociar el qué y el dónde de la información, específicamente en el hipocampo (parte del cerebro involucrada en la codificación y el proceso de retención de memoria) que se puede estudiar a un nivel neurológico.

Para analizar este fenómeno, los investigadores realizaron un estudio comparativo entre tres grupos de personas que realizarían una misma tarea. Se les pidió a diferentes personas que agendaran varias tareas en un calendario, unos lo harían en una libreta física escribiendo con pluma, otras con una tableta y el último grupo en un smartphone. Posteriormente, las personas se sometieron a pruebas de memoria donde se les realizaron preguntas de lo que tuvieron que agendar, además de otras pruebas externas donde se les contó un cuento y también se les realizó preguntas, y se les pidió observar letras del alfabeto chino para luego repetirlas. Los resultados se analizaron con base en varios estudios médicos que se les hicieron durante las pruebas, que incluyeron resonancias magnéticas. Finalmente, se compararon los resultados entre grupos. Los hallazgos de este estudio fueron publicados con el título “Paper Notebooks vs. Mobile Devices: Brain Activation Differences During Memory Retrieval” en el cual se encontró lo siguiente:

  1. Tableta: Para los usuarios que utilizaron tabletas, se observó que escribir las tareas en el calendario fue un proceso más lento que con las notas físicas escritas en papel. Esto se podría decir que es gracias al tecleo lento de caracteres.

  2. Smartphone: Los usuarios que realizaron la prueba con smartphones coincidieron con el tiempo de escritura que los usuarios que utilizaron tabletas.

  3. Notas físicas: La calendarización de tareas en las notas escritas fue la más rápida de los tres grupos. Además de que mostraron más precisión y sus respuestas fueron más directas cuando se les hicieron las preguntas. Y aunque todos los grupos lograron activar el hipocampo, este fue el grupo que mostró más respuesta en esta área del cerebro al llevar a cabo su tarea.

Como se mencionó anteriormente, los tres grupos lograron activar el hipocampo, por lo tanto, lograron activar la parte del cerebro que se encarga de la retención y codificación de memoria verbalizada. Es decir, que los tres métodos tienen resultados de retención de memoria, pero el más efectivo viene siendo el tomar notas a mano en papel.

Para la realización de la nota consideré adecuado, probar la hipótesis de los científicos japoneses y cambié mi método de investigación. Esta vez, en lugar de leer directamente del artículo en la pantalla de mi laptop y hacer notas en un documento de Word, decidí probar e imprimir la lectura y tomarme el tiempo de subrayar con un marcatextos los puntos importantes y hacer notas en una libreta. Encontré que sí se redujo el tiempo de trabajo y tuve una comprensión más rápida del texto. Logré organizar la información de manera visual y más personalizada, ya que en un documento me limito a lo que es más sencillo, que es solamente teclear. En la libreta hice esquemas con flechas, dibujos, anotaciones, etc., haciéndolo más dinámico y visual.

Finalmente, lo invito a probar nuevos métodos de vez en cuando, ya que la investigación anterior probó que puede traer efectos cognitivos positivos. Además de que estaríamos sumándole el beneficio de restar tiempo en pantalla a nuestro día, mejorando nuestra concentración y el manejo del tiempo.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ventajas-de-escribir-a-mano

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Byju’s se une a Google para una plataforma de aprendizaje en línea para escuelas en la India

Byju’s, el principal actor de la tecnología educativa de la India, se ha asociado con Google para ayudar a las escuelas de la India en el aprendizaje en línea. Básicamente, la unión hará que Google Workspace for Education esté disponible en la plataforma Vidyartha de Byju.

Las escuelas que se inscriban en este programa contarán con una plataforma digital colaborativa y personalizada, sin costo alguno. Un comunicado de prensa de Byju’s dijo que «esta asociación proporcionará acceso directo a la extensa pedagogía matemática y científica y a las soluciones de aprendizaje visualmente ricas de Byju, que incluyen diapositivas por capítulos, tareas preparadas, bancos de datos, resúmenes de documentos, folletos, pruebas y más».

Acceso a Google Classroom y Google Meet

Las escuelas pueden inscribirse en el programa en la plataforma Vidyartha y obtendrán identificaciones de correo electrónico oficiales para todos los profesores, estudiantes y personal administrativo, con la tecnología de Google Workspace for Education. Esta solución de aprendizaje también facilitará la gestión integral del aula, a través de Google Classroom, y ayudará a organizar, acceder y realizar un seguimiento del aprendizaje en el aula.

Además de las funciones de Google Workspace for Education que incluyen Documentos, Hojas de cálculo, Presentaciones y Formularios, los profesores tendrán acceso a Google Meet, la solución de videoconferencia premium de Google, donde hasta 100 personas pueden participar utilizando Google Workspace for Education Fundamentals, de forma gratuita.

Byju se hizo cargo de la plataforma Vidyartha en 2017, y es una plataforma de evaluación completa y evalúa los intereses, rasgos de personalidad, aptitudes y habilidades de los estudiantes para formar un plan de aprendizaje personalizado (PLP) para ellos.

Mrinal Mohit, director de operaciones de Byju’s dijo, «a través de nuestra asociación con Google, nuestro objetivo es ayudar a la revolución digital y equipar a nuestros educadores con los activos tecnológicos y de aprendizaje necesarios para garantizar la continuidad de la educación».

Bani Dhawan, Jefe de Educación – Asia del Sur, dijo Google, la asociación con Byju’s ayudará a llegar a las escuelas de todo el país y brindará soluciones de aprendizaje basadas en inglés ricas e interactivas que complementan el plan de estudios escolar. Añadió que Google pondría esta oferta a disposición en idiomas indios más adelante.

Fuente: https://www.ezanime.net/byjus-se-une-a-google-para-una-plataforma-de-aprendizaje-en-linea-para-escuelas-en-la-india/

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Diagnóstico Integral de Aprendizajes: los estudiantes de enseñanza media de Chile no alcanzaron el 60% de los aprendizajes necesarios en 2020

Entre marzo y abril de este año, 7 mil colegios y 1.8 millones de estudiantes de Chile realizaron el Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA), desarrollado por la Agencia de Calidad de la Educación para medir los aprendizajes alcanzados por los estudiantes de cada establecimiento durante 2020, y para conocer su estado socioemocional tras la suspensión de clases presenciales producto de la pandemia. Los resultados de cada diagnóstico se tradujeron en informes, que ya fueron entregados a cada colegio, y que detallan a nivel de curso y estudiante en qué condiciones llegaron los alumnos al iniciar el año académico 2021.Esto con el fin de que cada comunidad educativa pueda orientar sus estrategias y usar los recursos dispuestos en fortalecer los aspectos en que sus alumnos fueron más afectados.

Nivel Académico

Los datos obtenidos a nivel nacional, en más de 73 mil informes, fueron entregados por la Agencia a Mineduc esta semana, y arrojaron resultados alarmantes: a nivel académico, los estudiantes entre sexto básico y 4° medio no alcanzaron los conocimientos mínimos necesarios -pues la medición se hizo sobre el currículum ya priorizado-, en lectura ni en matemáticas. En concreto, en lectura ninguno de los cursos alcanzó un 60% de los aprendizajes, porcentaje que en una equivalencia en notas es un 4.0. En matemáticas la situación es más dramática, pues ninguno de los niveles superó el 47% y en II medio los estudiantes aprendieron solo un 27% de lo que debían aprender el año pasado.

Nivel Socioemocional

A nivel socioemocional, 70% de los niños, niñas y jóvenes dijo tener dificultades para expresar sus emociones; 9 de cada 10 jóvenes de 3° y 4° medio señalaron que el periodo al que no asistieron al colegio los afectó negativamente en su aprendizaje, y el 45% de los niños y niñas de alta vulnerabilidad señaló que les gustaría que los profesores les preguntaran cómo ha sido estar lejos del colegio. La cifra se acentúa en los escolares de 4° básico, donde llega a un 71%.

“Estamos ante un terremoto educacional y las réplicas se pueden sentir por años. En las crisis hay gente que se paraliza y gente que actúa, y acá necesitamos actuar todos, juntos, para devolverle a los niños los aprendizajes que perdieron el año pasado y las herramientas formativas que no han podido desarrollar, porque ya no tenemos un segundo que perder”, remarcó el ministro Raúl Figueroa luego de presentar los resultados.

Por su parte, Daniel Rodríguez, Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de Educación, destacó: “el enorme compromiso de los colegios con los aprendizajes de sus estudiantes se mostró claramente en la cobertura y participación lograda, sobre el 81%. Pero los resultados son peores de lo esperado: ya lo habían adelantado varias instituciones internacionales, pero es muy chocante verlo constatado en los datos y los testimonios de los directores que aplicaron. El sistema no se recuperará solo y tenemos mucho trabajo pendiente. La Agencia continuará en esta tarea: a partir del 14 de junio comenzará una evaluación de monitoreo para los avances de este primer semestre.”

Nivelar, acompañar y contener

Para hacer frente a este diagnóstico, el Mineduc lleva trabajando desde marzo en el plan Chile Recupera y Aprende que contempla tres ejes principales de acción. En primer lugar, una nivelación basada en la priorización curricular para centrar la enseñanza en los objetivos imprescindibles para la continuidad de los estudios en cada nivel. Además de flexibilidad, para que los establecimientos puedan implementar el currículum acorde a sus metodologías y organización interna.

Esto se suma a los apoyos que desde el Ministerio ha entregado a las comunidades educativas como los planes Leo y Sumo Primero que entregan un reforzamiento de contenidos a los alumnos de primero a cuarto básico, llegando a más de 675 mil estudiantes y 15 mil docentes. Los Diarios de Escritura libre que llegan a más de 1.300.000 estudiantes y que fomentan el pensamiento crítico, la creatividad y la motivación por escribir.

Escuelas Arriba

Todos estos planes están enmarcados en el programa Escuelas Arriba que entregan un acompañamiento y apoyo a los establecimientos en la recuperación y nivelación de aprendizajes a través de recursos consistentes en guías para el profesor y el estudiante, herramientas de monitoreo, y estrategias de apoyo a los docentes como los seminarios de profundización y clases demostrativas.

Hasta la fecha para Lenguaje y Matemáticas, se han elaborado más de 800 guías con más de 180 mil descargas para los niveles con los que trabaja el Plan desde 3ro básico a 2do medio.  Además, se han realizado 43 seminarios de profundización y clases demostrativas, las que han sido observadas por más de 8 mil profesores a nivel nacional y que les permite mejorar día a día sus contenidos.

“Como Ministerio de Educación, sabemos lo relevante que es el proceso de aprendizaje y queremos decirles a las comunidades educativas que no están solos en este trabajo. El plan Escuelas Arriba permite acompañar a través de una asesoría directa a los Establecimientos Educacionales, ya sea de forma telemática y con más más de 1.500 visitas en terreno a los establecimientos de mayor prioridad. Cada día cuenta en el desarrollo y aprendizaje de los niños y niñas de nuestro país”, agregó el ministro.

Aprendizaje socioemocional

El Diagnóstico de aprendizaje por primera vez permitió conocer la situación socioemocional de los estudiantes en pandemia. Adelantándose a los resultados, el Mineduc ya venía trabajando en esta materia con un Set de aprendizaje socioemocional para promover la convivencia positiva: los cuentos de Clementina, juego ¡Que emoción!, Medidor emocional, orientaciones para padres y apoderados y la serie animada Emoticlub que aborda las 4 emociones básicas a través de distintas historias. Estas herramientas toman una mayor relevancia no sólo entre las familias sino también en las escuelas que se han transformado en un espacio de encuentro, prioritario para los estudiantes.

Fuente: https://virtualeduca.org/mediacenter/diagnostico-integral-de-aprendizajes-los-estudiantes-de-ensenanza-media-de-chile-no-alcanzaron-el-60-de-los-aprendizajes-necesarios-en-2020/

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¿Enseñar Filosofía? Un debate obligado en las IES y universidades

Por: Héctor Rodríguez Cruz

No sólo es útil, sino que es vital y necesaria, si entendemos que la vida en común tiene como condición poder ser transformada colectivamente.

A tono con los acelerados cambios del mundo globalizado de hoy, las universidades e instituciones de educación superior deberán realizar una profunda reflexión que las oriente hacia  una  obligada readecuación de su relación con el mundo que le rodea, tarea que representa también una obligada sinergia entre Universidad, IES y Filosofía.

En República Dominicana, del medio centenar de universidades e instituciones de educación superior sólo unas 5 ofrecen la carrera de Filosofía. Sin embargo, no es prudente conformarse con esta reducida oferta. La verdadera calidad académica requiere a las universidades e IES del país ponerse a la altura de otros países mediante una nueva ejecución curricular que contemple estudios de grado, maestría y doctorado en Filosofía.

No está demás, el reafirmar que en esta labor de ejecución curricular deben incluirse los fundamentos filosóficos, éticos, bioéticos, epistemológicos, sociológicos, pedagógicos y psicológicos para procesar acertadamente la enseñanza y el aprendizaje, en un contexto de reflexión, análisis, crítica, innovación académica e investigación.

El panorama en otros países es mucho más promisorio. En México más de 50 universidades ofrecen  grado, maestría y doctorado en Filosofía. En Colombia ofrecen la carrera unas 26 universidades. Sólo en Bogotá se ofrece en 16 de ellas. En Argentina unas 37. En España 27, en Chile 14 y en  Estados Unidos 529. En Perú y en Guatemala varias universidades enseñan Filosofía en todas las carreras técnicas y profesionales.

La renombrada firma británica QS World University Rankings ha publicado una lista oficial de las 70 mejores universidades del mundo para estudiar Filosofía.  La de Nueva York (NYU) encabeza la lista y el MIT en el puesto 20,  Entre las universidades de habla hispana destacan la Universidad Nacional Autónoma de México en el puesto 26, la Pontificia Universidad Católica de Chile en el puesto 44, la Universidad Complutense de Madrid en el puesto 46 y la Universidad de Barcelona en el puesto 48.

La filósofa española Marina Garcés, directora del Máster de Filosofía para los Retos Contemporáneos de la Universitat Oberta Catalunya, UOC, y coordinadora del nuevo grupo de investigación MUSSOL, con más 50 grupos de investigación vinculados a la UOC, considera  que  “aunque la filosofía está cada vez más arrinconada en los planes de estudio y es concebida por muchos como algo inútil, como un puro ejercicio mental sin capacidad de tener efectos en la realidad o en la propia existencia, sin embargo, la filosofía no sólo es útil, sino que es vital y necesaria, si entendemos que la vida en común tiene como condición poder ser transformada colectivamente”.

Garcés sostiene también que “la universidad debe aspirar a elaborar, pero también a compartir las formas de conocimiento y de reflexión más atrevidas y hacerlo en colaboración y en diálogo con otras voces y entornos de experiencia”. («Filosofar siempre ha sido un acto subversivo». BBC News Mundo, 23 enero, 2018).

Entre otros figuran también el XVII Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana: “Marx en América Latina: “Educación, Política y Cristianismo”, celebrado en Colombia en 2018, organizado por la Universidad Externado de Bogotá. El XX Congreso Internacional de Filosofía “Humanismo Incluyente, Filosofía y Bien Común” organizado por la Universidad Autónoma  de San Luis Potosí, México, y la Asociación Mexicana de Filosofía en el 2020.

En este último se desarrollaron unos 32 simposios con las siguientes temáticas: Filosofía y pueblos originarios, Bioética, Filosofía de la paz, Filosofía de las Religiones. Didáctica de la Filosofía, Filosofía de la mente y ciencias cognitivas, Filosofía de las Ciencias, Filosofía Iberoamericana. Filosofía Mexicana, Metafísica, Filosofía y Género. Violencia, Identidad y Territorio. Filosofía de la Educación, Filosofía de la Liberación, Teoría Crítica desde las Américas, Filosofía y vida cotidiana, Hermenéutica Analógica, y Salud y Comunidad: Reflexiones filosóficas en tiempos del Coronavirus y otros.

Otro reclamo a favor lo hace La Declaración de París en favor de la Filosofía (1995), que considera el estudiar filosofía: como un derecho de la persona: “Todo individuo debe tener derecho a dedicarse al libre estudio de la filosofía bajo cualquier forma y en cualquier lugar del mundo. La enseñanza de la filosofía debe mantenerse o ampliarse donde ya existe, implantarse donde aún no existe”.

También la UNESCO, en la obra “La Filosofia, una escuela de la libertad” (2011),  reconoce que la Filosofía debe tener un espacio importante en la educación, ya que fomenta el razonar e interpretar el mundo. “La educación filosófica favorece la apertura de espíritu, la responsabilidad cívica, la comprensión y la tolerancia entre los individuos y los grupos y que contribuye de manera importante a la formación de ciudadanos al ejercitar su capacidad de juicio, elemento fundamental de toda democracia”.

Hoy en día la carrera y los cursos de filosofía se consideran un “valor añadido” para las universidades e instituciones de educación superior. En este sentido, la filósofa Marina Garcés enfatiza que: “La Filosofía, como un saber crítico, reflexivo y sistematizado, contribuye a la comprensión racional del ser humano, de la sociedad y el mundo, en un contexto global, a fin de valorar la vida, la libertad, el medio ambiente y buscar la justicia y la humanización solidaria de los seres humanos”.

¡Las universidades e IES del país no pueden quedar exentas de este obligado debate!

Fuente: https://acento.com.do/opinion/ensenar-filosofia-un-debate-obligado-en-las-ies-y-universidades-8937825.html

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Organización Mundial de la Salud: Fatiga pandémica en las universidades: «Hemos perdido los mejores años de la vida»

Después de muchos meses de pandemia y a raíz de la incertidumbre y los cambios de hábitos prolongados en el tiempo por la Covid-19, muchos universitarios sufren, como otros colectivos, lo que la OMS describe como ‘fatiga pandémica’, una serie de síntomas en el estado de ánimo como el miedo, la angustia, el desánimo y la apatía. De hecho, como señala Federico Borges, profesor asociado del departamento de inglés y Lingüística de la UdL y formador de formadores virtuales, «se habla poco de cómo los universitarios están viviendo la fatiga pandémica. Es un problema de fondo y poco visible. Pero es una cuestión importante». Según este especialista en el rol del estudiante en entornos digitales, la poca visibilidad se explica por una «razón de supervivencia sistémica, es decir, por la misma voluntad de las instituciones universitarias de mantener la enseñanza en formato online». Ahora bien, a pesar de que se intenta normalizar una situación excepcional, el problema resulta mucho más complejo.

De la presencialidad a la virtualidad

El mundo universitario ha tenido que adaptarse con urgencia al nuevo contexto de emergencia sanitaria. Más allá de las restricciones y las medidas generales, la continuación de las clases presenciales en formato online ha sido el cambio que más ha afectado a los universitarios, «pese a no haber tenido elección ni formación ni tampoco modelos de cómo ser estudiantes virtuales», puntualiza Borges. De hecho, a pesar de que muchos de ellos están familiarizados con el mundo digital, el uso de las nuevas tecnologías en un contexto de ocio resulta distinto del de un marco de aprendizaje.

Según Borges, para saber cómo estudiar online, «hay que tener una competencia tecnológica. No se trata de escribir un whatsapp«. Borges, además, señala la importancia del factor emocional como un elemento clave para gestionar la formación online: «Para aprender en línea hay que saber controlarse, planificar la agenda, reflexionar y, sobre todo, aprovechar el tiempo a pesar de estar todo el día en casa, en el mismo espacio donde tienes que hacer todo: trabajar, descansar, disfrutar, relajarte, etcétera».

¿Cómo está afectando la pandemia a los estudiantes universitarios?

Si pensamos en nuestra condición de seres sociales con necesidad de contacto físico, no es lo mismo estudiar en un aula con tus compañeros que hacerlo frente a la frialdad de una pantalla. De hecho, para muchos universitarios, seguir las clases virtualmente, entre olas y restricciones durante tanto tiempo, se está convirtiendo en un gran esfuerzo.

Álex Howroyd, estudiante de 3º curso de Ingeniería Mecatrónica, considera que la pandemia le ha afectado bastante: «Antes, yo tenía un ritmo de estudio. Pero ha habido muchos cambios y hemos perdido una rutina que para nosotros es muy importante. Perdimos el hilo y ha sido complicado volver a un nuevo ritmo de estudio». Pau Busquets y Roger Howroyd, estudiantes de 3º de Marketing, insisten en la misma idea: «Ahora tienes que organizarte como puedas. Si no puedes ir a clase, todo es un poco más complicado», comenta Pau. Y Roger añade: «Este año se está haciendo mucho más duro que si fuéramos a clase. Se hace pesado y nos está costando mucho seguir el ritmo».

Sin embargo, al principio de la pandemia, durante los primeros meses, muchos de ellos veían con buenos ojos la continuación de las clases presenciales en formato online. «Nos confinaron al final del segundo año de carrera y, al principio, la idea parecía muy buena. Todo era nuevo y sólo vimos las ventajas como, por ejemplo, grabar las clases», comenta Laia Serra, estudiante de 3º de Marketing. Ahora bien, a medida que se alargaba la enseñanza virtual, Laia empezó a desmotivarse muchísimo y, con cierta apatía, admite que «hago mucho menos que antes, porque, ahora, si no te interesa la clase, desconectas el ordenador y adiós muy buenas».

Neus Armengou, estudiante de 3º de Matemáticas, comparte la misma opinión que Laia, y añade que «al principio, ni yo ni otros universitarios nos lo tomamos en serio. Creíamos que todo duraría menos y, en consecuencia, nos relajamos. Después, cuando nos dimos cuenta de que todo era más largo y crudo, a mí, personalmente, me costó mucho empezar a estudiar de nuevo. De hecho, el cuatrimestre me fue bastante mal y tuve que ir a recuperaciones».
Una de las estudiantes más críticas es Noemí Howroyd, estudiante de 2º de Comunicación Audiovisual en la UAB. Al inicio del confinamiento, como Laia y Neus, Noemí se sentía bastante tranquila. Explica que quedarse en casa no era un esfuerzo extra. Ahora bien, considera que desde su facultad «no se ha reaccionado bien. Ha costado mucho trasladar a la virtualidad algunas asignaturas». Y confiesa sentirse enfadada con la universidad: «Salvo algunos seminarios, me molestó mucho cursar todo el primer semestre online. Y, sobre todo, que, después de haberlo cursado todo online, nos obligaran a ir presencialmente a los exámenes», concluye Noemí.

De la falta de competencia tecnológica a la frustración

Durante el confinamiento, la única opción de las universidades para sobrevivir fue la virtualidad. Ahora bien, según Federico Borges, cuando llegó el confinamiento e irrumpe la formación online, «todos nos encontramos con una deficiencia general enorme. Muy pocos tienen los conocimientos digitales que permiten separar, por ejemplo, el ocio del trabajo, ni tampoco los recursos necesarios para no quemarse a lo largo del día frente a la pantalla». Una idea que, por ejemplo, corrobora Laia Serra: «No estamos preparados para gestionar una universidad online con tantos universitarios y menos por las tardes, porque estás más cansado. Cuando ya es tan tarde, sólo quieres cenar y desconectar. En la facultad todo es más dinámico, porque socializas».

De hecho, esta falta de competencia tecnológica en la enseñanza produce, según Borges, la frustración de muchos universitarios, ya que «la mayoría de las universidades traspasan directamente la formación presencial a un entorno digital. Ahora bien, esta traslación no encaja y se produce la frustración». En este sentido, a diferencia de las clases presenciales, donde ya desde pequeños socializamos y asumimos las competencias de aprendizaje de manera natural, en la formación online «no hemos aprendido todavía las competencias tecnológicas para aprender a ser estudiantes en línea, una enseñanza que requiere mucha más responsabilidad, y aún más cuando todavía no hemos tenido ni modelos ni orientación para serlo», concluye Borges.

El estado de ánimo y la rotura de las expectativas universitarias

Aparte de la frustración sobre cómo orientarse en el aprendizaje online, hoy en día, muchos universitarios procuran gestionar las emociones y los sentimientos relacionados con la fatiga pandémica. Hablan de tristeza, cansancio, pérdida de concentración, apatía, desmotivación, desorientación, inestabilidad, incertidumbre, etcétera. Por ejemplo, Pau Busquets confiesa que «estar en casa es más triste. Todo te molesta más y estás mucho más sensible. Pero, intentas adaptarte y verlo todo de otra manera». Álex Howroyd admite sentirse un poco frustrado, «porque mi carrera es muy abstracta y cursarla online la hace más difícil. Además, cuesta estar atento».

Por su parte, Noemí Howroyd explica que lleva casi un año sin salir de casa para evitar contagiarse y contagiar a las personas de su alrededor, y admite que «me está pareciendo una vida muy monótona. He perdido todo interés en estudiar o realizar cualquier proyecto personal. Hoy, mi motivación es cero para las clases online que tengo que cursar». Un sentimiento similar confiesa Alba Carrasco, estudiante de 2º de Humanidades en la UPF: «Siento impaciencia, tristeza y un poco de estrés por mis estudios universitarios».

Sin embargo, una de las cuestiones que más está afectándoles es la interrupción de la vida universitaria, concebida como una etapa significativa en la trayectoria vital y profesional de una persona. Álex opina con cierto pesimismo que «hemos perdido la juventud universitaria y, en teoría, son los mejores años de nuestra vida. Con las restricciones no hemos podido disfrutarla». Noemí asegura con contundencia «que no estoy disfrutando de la vida universitaria, que es lo que ahora debería estar haciendo. Sólo hago cursos online».

En cambio, en medio de esta situación, Roger Howroyd percibe un agravio respecto de otras promociones universitarias, y admite que «tengo la impresión de que nuestra generación parte con desventaja si la comparamos con otras generaciones no confinadas. Tengo mis dudas, pero tengo esa sensación». Laia Serra comparte la opinión de Roger: «En un futuro, tal vez algunas empresas piensen que no estudiamos correctamente por haber estudiado online».

En este sentido, sin embargo, Federico Borges explica que «yo intento luchar contra esta creencia de robo de los mejores años de la vida universitaria, la idea de que están perdiendo posibilidades por formarse online». De hecho, Borges afirma que «entiendo esa percepción, la comprendo. Pero esa idea debe matizarse». Y aclara: «Las dos formas de estudiar, sea online o presencial, pueden ser igualmente buenas o igualmente malas».

¿Cómo ven el futuro?

Hoy día, la realidad y las preocupaciones de los universitarios son similares. Muchos de ellos, después de la pandemia, han perdido el trabajo que compaginaban con los estudios. Es el caso, por ejemplo, de Roger: «Ahora mismo, estoy bastante desmotivado, porque perdí el trabajo». Y recuerda que «por las mañanas iba a trabajar, y luego, con el tiempo justo, comía, cogía la moto y me iba a la universidad por la tarde. Todo era muy físico. Había un agotamiento agradable, y ahora no lo tengo. De hecho, me cuesta no hacer nada por la mañana». Sin embargo, Roger no decae y confiesa qué espera del futuro: «Me gustaría tener un equipo de marketing con el que trabajar en una empresa de automoción».

Pau Busquets también sufre la misma situación que Roger, y explica: «El futuro lo veo jodido, sobre todo aquí en Cataluña y en España. Los salarios son bajos y la tasa de desempleo es de las más altas de Europa. No descarto ir a vivir fuera. Ahora, sin embargo, quiero sacarme la universidad con nota y aprender, porque si tienes un título universitario, pero no has adquirido ningún aprendizaje, no te sirve de nada».

Por su parte, Neus Armengou admite que le preocupa la estabilidad económica para poder independizarse; una opinión parecida a la de Noemí que, con elocuencia, sintetiza su opinión con dos palabras: «Dinero y trabajo». Y añade: «Por culpa del virus y del impacto en la economía ha sido más difícil pagarse los estudios». Finalmente, uno de ellos, Alex, concluye con una frase que incorpora dos palabras que resumen bien las emociones sobre el futuro de los universitarios: «Tengo esperanza de encontrar trabajo sin tener mucho sufrimiento».

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