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Experimentando en la clase de Música con el Theremin (I de II)

México / 21 de enero de 2018 / Autor: Miguel Ángel Hernández Vázquez / Fuente: Revista El Arcón de Clío

I. Antecedentes: El inicio de la música electrónica junto a Lenin y la Revolución Rusa

“Con su ‘órgano celestial’, el profesor Theremin

ha sido el anunciador de una nueva era.”

Alejo Carpentier, 1 de julio de 1928

Durante los años previos al inicio de la Revolución Rusa de 1917, el físico ruso Lev Serguéyevich Termén, al estar trabajando en su laboratorio, escuchó sonidos extraños que espontáneamente salían de unos bulbos cuando él se acercaba a ellos. Pronto descubrió que estos sonidos eran provocados por el electromagnetismo del cuerpo humano y, dado su gusto por la música, inició el proceso de construcción de lo que posteriormente se conocería como el primer instrumento electrónico de la historia que tomaría su apellido: el Theremin.

Este primer Theremin consistía en un aparato semejante a un estilizado y delgado secreter de madera que tenía una antena horizontal y otra vertical:

Y, en palabras de su propio inventor, su funcionamiento era como sigue:

“La formación del sonido en mi aparato está regida por un campo electro-magnético engendrado con la ayuda de una débil corriente alternativa y una antena metálica vertical. Acercando la mano a dicha antena se obtienen sonidos agudos que descienden, conforme la mano se aleja. De igual modo, si se aproxima o se retira la mano de un anillo metálico de unos cincuenta centímetros, colocado a la izquierda del aparato, pueden obtenerse sonidos desde el más tenue pianissimo hasta el fortissimo más estridente.”

Es decir, prácticamente es un instrumento musical que se toca sin tocarse, por ello fue también conocido como el “instrumento de las ondas etéreas” o bien: “eterófono”.

Entre 1917 y 1919 se dedicó a perfeccionarlo, teniendo la oportunidad de presentarlo al líder de la Revolución Rusa, Vladimir Ilich Lenin, en el año de 1920, quien quedó gratamente impresionado por las posibilidades del nuevo instrumento musical electrónico y coincidiendo además con los esfuerzos del nuevo gobierno socialista por electrificar el país. Se dice que posteriormente a la demostración Lenin intentó tocar el theremin con éxito demostrando buenas habilidades musicales.

Auspiciado por Lenin, Lev Termén comenzó la construcción de más theremins para luego realizar una gira primero por toda la URSS y posteriormente por Europa y Estados Unidos. Durante la década de los años 20 del siglo pasado miles de personas presenciaron con asombro las demostraciones públicas en salas de concierto y teatros donde el propio inventor y músicos amigos suyos tocaban el Theremin:

En 1928 la RCA le compra a Termén la patente del Theremin con la intención de construirlo en serie y masificar su venta, al grado de que se plantearon una campaña publicitaria que permitiera que al poco tiempo cada casa contara con su propio instrumento. Sin embargo, hubo dos factores que lo impidieron: primero, que en 1929 comenzó la crisis económica severa (la Gran Depresión) y, segundo, que no era un instrumento tan fácil de ejecutar pese a que en la propaganda se decía que cualquier persona sin conocimientos de música y solfeo podía tocarlo.

Aunque el proyecto se estancó, Lev Termén decidió permanecer en Estados Unidos donde trabajó para diversas empresas hasta que cometió un gran pecado para la racista sociedad norteamericana: se casó con una mujer negra. Todos los patrocinadores, empresarios y amigos le dieron la espalda y, sin que aún se tenga claridad de sus motivos, en 1938 regresó a la URSS sin su esposa.

De regreso a su patria, fue acusado por Stalin de contrarrevolucionario y condenado a 9 años de prisión. En 1947, quedó aparentemente libre, ya que fue obligado junto con otros científicos a trabajar para la KGB en experimentos y fabricación de aparatos de espionaje, pero en un grado de aislamiento tal que durante años se le dio por muerto o desaparecido.

Debido a estos años de aislamiento, Lev Termén no vio que su invento tuvo un renacimiento en las décadas de los 40 y 50 del siglo pasado, sobre todo en el terreno de la música cinematográfica y televisiva donde el Theremin fue utilizado frecuentemente para reforzar historias de suspenso, terror o de ovnis.

Durante las décadas siguientes el Theremin estuvo presente también de forma esporádica en la música de concierto y en la música popular (rock, electrónica, pop). En la música clásica destacó Clara Rockmore, una brillante ejecutante de violín que se retiró por enfermedad ósea que le impidió proseguir su carrera como violinista encontrando, sin embargo, el Theremin como instrumento ideal para continuar desarrollando su talento, al grado de que es reconocida como la mejor de sus intérpretes. En cuanto a otros estilos populares, el Theremin fue utilizado por diversos grupos como The Beach Boys, Led Zeppelin, The White Stripes, Pixies, Pink Floyd, entre otros.

Un año después de la muerte de Termén, en 1994, Steve M. Martin estrenó el documental: Theremin, una odisea electrónica, donde se rindió un modesto homenaje a Lev Termén contando su vida y presentando imágenes de años recientes de él y de su amiga, Clara Rockmore, a quienes reunió para la realización de este cortometraje. Fue gracias a este trabajo que, nuevamente, el Theremin ha tenido un resurgimiento y en la actualidad hay más intérpretes en todo el mundo que en décadas previas.

En México, el único intérprete de Theremin actualmente es Ernesto Mendoza (CDMX), de origen bajista y quien desde el año 2005 se dedica tanto a difundir el instrumento como a la formación de nuevos ejecutantes

Continuará….

Miguel Ángel Hernández Vázquez. Lic. Instrumentista -Guitarra- por la UNAM. Docente de Música

Integrante del Observatorio Pedagógico del Valle de México (OPVM)

Colaborador del Portal Otras Voces en Educación (otrasvoceseneducacion.org)

Fuentes:

– Carpentier, Alejo. Obras completas, Tomo X (Ese músico que llevo dentro 1). Editorial Siglo XXI. México, 1987.

– Ross, Alex. El Ruido Eterno, Escuchar al Siglo XX a través de su música. Seix Barral. España, 2009.

– Ernesto Mendoza. Notas del CD Syntheremin, Música de Theremin y Sintetizador Análogo. Producción independiente. Sin año de edición.

–http://www.semana.com/gente/articulo/theremin-musica-lenin-beach-boys/255502-3, revisada el 20 de julio de 2017.

–https://es.rbth.com/cultura/musica/2015/12/24/el-theremin-de-lenin-a-led-zeppelin_554379, revisada el 20 de julio de 2017.

– http://www.elespanol.com/cultura/musica/20151226/89741036_0.html, revisada el 20 de julio de 2017.

–http://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/03/120315_musica_electronica_lenin_mz.shtml, revisada el 20 de julio de 2017

Fuente del Artículo:

Experimentando en la clase de Música con el Theremin

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Matizaciones en torno a la “nueva” pedagogía universitaria

España / 14 de enero de 2018 / Autor: Marcos Santos Gómez / Fuente: Paideia. Educación y Filosofía

En el post inmediatamente anterior, terminaba escribiendo, en el último párrafo, mi impresión de que existe un modo de entender la pedagogía que resulta cómplice de la debacle que estamos viviendo en la universidad y, lo extiendo ahora, a todos los niveles de la enseñanza. Así pues, en las líneas que siguen, necesariamente breves e imprecisas, intentaré de modo somero justificar dicha afirmación.

En primer lugar, deseo recordar que a lo largo de los numerosos posts que hemos dedicado al surgimiento de la paideia en Grecia, hasta el siglo V a. C., hemos presentado unas ideas que pueden ayudarnos a comprender el presente. Tratar de la Grecia clásica no es un mero afán de vana erudición, sino que consiste en abordar las líneas y formas fundamentales de lo que somos hoy. Estudiando aquel periodo he pretendido pensar el presente a partir de un problema concreto que había planteado en una entrada aun anterior: el de las competencias, la teoría pedagógica de las competencias. Allí, traté de argumentar y mostrar que, lejos de lo que afirman sus defensores, en ella hay presupuestos y un modo concreto de formación (paideia) en unas ideas particulares de lo que debe ser el mundo y los hombres. Se transmite, con la mera conversión de lo educativo en un supuesto aprendizaje de “austeras” competencias, una manera de ver el mundo que tiene que ver con el mundo acrítico y capitalista que cierta pedagogía está construyendo en la universidad. Como digo, esto ya lo argumenté y puede leerse aquí. De aquello extrajimos la idea de que contra su pretensión, no hay pedagogía limpia de ideología pues desde su origen, nos guste o no, la pedagogía ha sido una cierta técnica de encarnación de unos ideales que fluyen y prosperan en la cultura. Es decir, lo que la Bildung alemana trató de desarrollar es lo propio de cualquier actividad pedagógica o educativa. La educación como formación, en definitiva.

Pero además de la falacia de las competencias a la que se trata, inútilmente, de reducir lo educativo en un vano afán de librarlo de lo ideológico y que no hace más que encubrir un modo concreto de ideología, tenemos otros elementos que no traté en su momento y que la lectura de unos libros polémicos y un tanto agresivos, contra la pedagogía al uso, me han suscitado. Se trata de los conocidos libritos de Ricardo Moreno Castillo, Panfleto antipedagógico y un sucesor del mismo de la mano de Alberto Royo, titulado Contra la nueva educación. No comparto el tono panfletario que, como ellos mismos admiten, tiene su aguerrida obra. Me gustaría que hubieran acudido de un modo más logrado a los clásicos y haber leído una discusión profunda con los grandes de la pedagogía a los que explícita o implícitamente se refiere la “nueva” pedagogía. Trataré de referirme yo al asunto, aunque poco puede hacerse en la entrada de un blog.

De toda su crítica destaca la negación de que pueda hablarse de un aprender a aprender vacío, desprovisto del contenido de aquello que haya que aprender. Aquí les debo dar la razón. Como ellos, creo que el futuro maestro que formamos en facultades como aquella en la que yo trabajo, de Formación del profesorado, debe ser y formarse, ante todo, como un intelectual. Es algo que digo a menudo. Un maestro es un técnico de la enseñanza, de acuerdo, pero porque tiene algo que decir. No vale ampararse en una libertad mal entendida del alumno que debe, a iniciativa propia, descubrir lo que le vale. Yo he dicho cosas parecidas a menudo, pero aquí está el matiz y acaso mi equivocación. Esta pedagogía que ha sucedido, creo, a un gigante, que es Emilio de Rousseau, no ha comprendido bien a Rousseau. Está claro que la llamada “educacionalización” del mundo, que consiste en lo que iniciara un devoto discípulo del ginebrino, el maestro Pestalozzi, ha consistido en asumir una fe en que la sociedad y sus problemas debían abordarse en la escuela y de un modo educacional. Se extrajo lo que para Rousseau fue un atrevido intento de “tecnificar” con cierta distancia la constitución del hombre capaz de “firmar” su contrato social. En Emilio solamente especula, como lo hace cuando se refiere al “estado de naturaleza” y a la idea contractualista de la sociedad y la política. Sabe que toda visión política e ideal debe jugar a encarnarse en los sujetos, como pasara en la Grecia de Pericles, debe fabricarse, y entonces, acude, de un modo experimental, a su ideación pedagógica. En ella, a pesar del canto a la libertad que podemos apreciar en una rápida lectura, no podemos pasar por alto los matices que señalan que esta libertad es relativa, pues se basa en una distancia obvia entre el preceptor (profesor, enseñante) y su alumno. Hay una enseñanza, unos métodos a veces sutilmente directivos, unos límites y unas evidentes reglas que seguir, con la educación de Emilio. Precisamente, Emilio debe aprender a ir modelando su libertad, más que restringiéndola. Educarse es, según Rousseau, básicamente modelarse, y modelarse como persona libre, modelando la propia libertad. Es lo que no se cansó de repetir A. S. Neill cuando debía matizar una y otra vez que la libertad no es libertinaje y que en Summerhill se seguían y aprendían unas reglas.

Lo que tenemos, pues, en la nueva pedagogía cuestionada por los mencionados panfletos contra ella, es una mala interpretación de Rousseau que acaso, habría que estudiar el texto y yo no lo he hecho, impregna la LOGSE o, lo que me temo más probable, acapara la aplicación e interpretación de la misma. Sí puede ser, contra lo que afirman los aguerridos polemistas, que sea verdad esa defensa que los partidarios de dicha ley hacen, cuando echan la culpa a la aplicación e interpretación de la misma y no a la propia ley y, entiendo yo, su espíritu. Lo que una pedagogía que tienda a lo no directivo o rousseauniana pretende no es, evidentemente, el tinglado que se ha formado y se está formando en la actualidad, y pienso en la universidad. En realidad, lo que se propugnaba era de sentido común y además, antiguo, pues la ley franquista de Villar Palasí, la de la E.G.B. y el B.U.P., ya lo trataba de introducir en el sistema educativo. Cuando se hablaba de evaluación continua no era, como falsamente se interpretó, la constante realización de exámenes (!!!), ni lo que ahora en nuestra Universidad de Granada se pretende con la aplicación de la enseñanza por los ECTS, que nos acaba de obligar a evaluar de un modo concreto a nuestros alumnos. En realidad, al profesor no se le debe obligar, como bien saben en Summerhill, a emplear una metodología concreta en su enseñanza ni en la evaluación. Lo que Rousseau invoca es un tipo de relación personal entre quienes por naturaleza, en el proceso pedagógico, se sitúan en polos diferentes (Nota bene). El profesor que superando obstáculos psicológicos y sociales que le obligan inconscientemente a lo contrario (nada menos, y a esto parecen referirse los defensores de la LOGSE con el tantas veces invocado y echado en falta “cambio de mentalidad”, me parece) es capaz de valorar tanto a su discípulo que se implica de verdad en su aprendizaje y conoce los más minúsculos avatares del mismo, de manera que la evaluación va cayendo de su cuenta y es parte de un proceso obvio que conocen ambos, en el curso de la enseñanza, alumno y profesor. Da igual que en este proceso haya, finalmente, un único examen. Pues quien no quiera hacer las cosas bien, las seguirá haciendo mal por mucho que se le obligue a una metodología concreta, y quien quiera y esté preparado para hacerlas bien, las hará bien sin imposiciones de ese tipo que interfieren y molestan. Así que la bienintencionada pretensión de que todos evaluemos ahora con dos notas mínimo, en la universidad, no arregla nada, a mi modesto entender. El profesor que se toma en serio su trabajo, lo va a hacer bien, siempre, pues la relación personal que establece con los alumnos va sugiriendo e indicando el derrotero a lo largo de todo el proceso. Y esto se ha hecho siempre. En realidad, creo, un educador serio admite implícitamente lo que Rousseau indicaba, independientemente de que haga o no exámenes. Bien es cierto que la interpretación que se haga del mismo ha podido conducir a críticas muy serias de la mera noción de examen y de nota, pero esto lo demanda el sistema educativo en sí, el que haya notas, no es culpa de una mala interpretación de nadie de lo que trataba de implantar la LOGSE y su sucedáneo la LOE. A hacer exámenes, de uno u otro modo, más o menos encubiertos, nos obliga el sistema.

Es verdad que resulta falaz la pretensión de aprender a aprender. Le doy la razón a los autores de sendos panfletos es que todo aprendizaje requiere unos contenidos que hay que interiorizar según una disciplina, a veces con esfuerzo. Pero es que hasta Erich Fromm en su Arte de amar lo dice respecto del aprendizaje del amor (!!!) y de cualquier arte, como tocar la guitarra. En este sentido es en el que se ha excedido la nueva pedagogía con la pretensión de ludificar o gamificar (o sea, transformar la educación en un juego permanente) eliminando lo que la enseñanza tiene también de momento de silencio, disciplina y memoria pura y dura. Yo estoy repasando mi latín, por ejemplo, y he comprobado que para gozar de los textos de Cicerón he debido, con cierta desgana pero muy motivado, repasar como se hacía con la tabla de multiplicar, toda la compleja morfosintaxis del latín, desde las declinaciones a la utilización de las conjunciones subordinantes o los usos del gerundio o los participios en tan hermosísima lengua. Sólo a partir de ahí, el latín puede ser un juego de verdad, en el que se juegue con sus máximas posibilidades literarias y lingüísticas, de la mano de sus grandes artífices. Y aquí entramos en otro campo: el valor de la cultura y el conocimiento, del poso que los siglos nos han legado y del que se debe partir en la escuela y en la universidad.

Cabe preguntarse por qué en la nueva pedagogía universitaria, que ha bajado evidentemente el nivel intelectual de los Grados, no se han mantenido tales obviedades y por qué se ha dado desde la LOGSE una tan estridente desviación de la intención rousseauniana. Creo que la explicación estriba en la función cómplice e ideológica de la pedagogía en sí, con un sistema social y económico, y político, concreto, y del propio gremio de los pedagogos que se halla siempre muy próximo al poder de turno. Es desde aquí que, consciente o inconscientemente, ha servido y venido muy bien emplear nociones de vaga procedencia rousseauniana en lo que se ha constituido una tecnología del “nuevo” ciudadano neoliberal que requieren los tiempos. Las complicidades personales son en muchos casos evidentes, pero no vamos a entrar aquí en eso. No deseo deslizarme hacia la utilización de argumentos “ad hominem”. Pero sí se puede recordar que desde la Ilustración, la escuela ha servido, fundamentalmente, para fabricar ciudadanos concretos, para crear creyentes de la propia facción (Lutero, el calvinismo, el catolicismo) en las guerras europeas entre religiones, y para ir labrando en la sociedad un nuevo poder supuestamente laico e impermeable al viejo poder, heredado del Antiguo Régimen, de la Iglesia, en el caso concreto de España. La escuela y el sistema educativo han hablado mucho de libertad, desde siempre, desde hace doscientos años, pero su función real ha sido acoplar mentalidades y hacerse con grupos sociales, aumentando las posibilidades de gobierno y poder. En esto, es natural que la reflexión que ha intentado producir escuela, haya sido, no en todos los caso, pero mayoritariamente, cómplice de gobiernos de turno. Y de esto no se han librado nuestros tiempos. Así, desde este hecho, es como entiendo la bajada de nivel terrible que se está viviendo en el sistema educativo, incluida la universidad.

Los discursos sirven para situarse, para posicionarse políticamente. Y las ventajas de la LOGSE, la LOE, la LOU universitaria, en este sentido, han sido obvias. Han creado y están creando una escuela y una universidad que, de hecho y como indicábamos en el post inmediatamente anterior a éste, sirven al actual modelo neoliberal en la economía y en la sociedad. Digamos que, en este sentido, Rousseau y todas las herramientas pedagógicas (abuso de las nuevas tecnologías, destrucción de la figura del profesor y su dignidad y libertad, teoría neoliberal de las competencias, el afán obsesivo por «innovar» para que en realidad todo siga igual, etc.) sirven a este fin político concreto, de hecho. De manera que el gobierno de turno y el poder no pueden sino promover, con un halo de progresismo, estas lecturas tendenciosas y profundamente equivocadas de una pedagogía que no es tan nueva como se dice (por el contrario, es muy vieja, tanto como, hemos dicho, Rousseau y Pestalozzi). Lo que se está dando en la universidad, en los institutos y en las escuelas, es una disolución del saber, que era el punto de partida para toda libertad y que es, el mundo de la cultura, aquello a lo que Emilio “es conducido por Rousseau”. Porque uno no aprende en el vacío, ni a golpe de impulso, ni como una pulsión descontrolada, ni en el caos de una clase indisciplinada, sino que se requiere, como prueba el mismísimo Summerhill un orden y una disciplina. La mala interpretación que se ha hecho de Rousseau es ingenua y falsa, por parte del bienintencionado pedagogo que la defiende, y, desde el punto de vista del Estado, profundamente tendenciosa y peligrosa. Así, la LOGSE, en efecto, se convirtió, como es propio de tantas leyes educativas, en ideología al servicio de una causa, de la misma manera que todo lo que estamos sufriendo (algunos escandalizados y boquiabiertos en la universidad) sirve a un amo concreto. No estaría mal iniciar por parte de la pedagogía en España una ronda de artículos o congresos que intentaran, al menos, reflexionar y visibilizar este terrible problema que amenaza con hundir del nuevo al país en la selva de unos pocos ricos ilustrados y una ingente masa de ignorantes manipulables y sin preparación pero dispuestos a trabajar a destajo en lo que le digan por cuatro gordas. En esto nuestros autores tienen razón: con la baza de un supuesto igualitarismo que nivela las aulas e impide el desarrollo de los potenciales de cada uno, se promueve, paradójicamente, la más atroz desigualdad y la más injusta de las sociedades. Bien es cierto que ellos no parecen haber tenido en cuenta la fuerza de las “circunstancias”, mayor de la que suponen en sus libros, en pro de una capacidad individual de superación, pero, por otro lado y aunque abordemos personal e individualmente este asunto crucial para el logro de una razonable y verdadera igualdad de la sociedad, no se puede frenar el avance y el desarrollo de quien, aun teniendo también quizás un origen humilde, tiene el derecho a ilustrarse. La igualdad no se puede lograr descendiendo el nivel intelectual a niveles ínfimos. Es injusto y falaz. Y aquí sí parecen tener razón nuestros autores (recordemos el elevadísimo nivel cultural tanto de alumnos como de maestros en nuestra admirada Finlandia, donde un maestro es formado, ante todo, como intelectual). 

Escrito tras la lectura de:

Moreno Castillo, R. (2006). Panfleto antipedagógico. Barcelona: Lector.  

Moreno Castillo, R. (2016). La conjura de los ignorantes. Madrid: Pasos Perdidos.

Royo, A. (2016). Contra la nueva educación. Barcelona: Plataforma Editorial.

Fuente del Artículo:

https://educayfilosofa.blogspot.mx/2017/05/matizaciones-en-torno-la-nueva.html

Fuente de la Imagen:

http://pedagogiauniversitariamoderna.blogspot.mx/2016/12/docentes-del-siglo-xxi-retos-y-desafios.html

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Cómo serán las aulas en un futuro no muy lejano

14 de enero de 2018 / Autor: Redacción de Educaweb / Fuente: Educaweb

La realidad aumentada, las gafas de realidad virtual, los robots y otras innovaciones tecnológicas revolucionarán la educación en los próximos años

En 2017 el Ministerio de Educación Cultura y Deporte ha formado a más de 8000 docentes en el uso de las nuevas tecnologías. Así lo ha asegurado el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INEF), organismo encargado de impartir dicha formación.

Cursos tutorizados, MOOCS (Massive Online Open Courses), SPOOCS (Small Private Online Course) y micro formaciones con la app Edupills han sido, entre otros, los métodos con los que los profesores han aprendido a relacionarse con las nuevas tecnologías. Pero…, ¿quedarán estos métodos obsoletos en unos años? A continuación analizamos algunas posibles tendencias futuristas que nuestros nietos (o bisnietos) podrán disfrutar para formarse.

1.Las redes sociales

Tal vez incluso no haga falta mirar tan lejos. Hoy por hoy las generaciones están viviendo un cambio respecto al cómo se estudiaba hace unos años. Los ordenadores en el aula están al orden del día, y con ellos las posibilidades de distracción para el alumnado con las redes sociales -entre otras- son infinitas. ¿Qué pasaría si le diéramos la vuelta a la situación?

Las redes sociales pueden ser un medio de comunicación muy eficaz para motivar a los alumnos a implicarse en la materia. Un ejemplo de esto se vivió en 2009 en la Universidad de California. En un curso de literatura en el que se estudiaba el libro Twilight (Crepúsculo) de Stephenie Meyer, se propuso a cada uno de los estudiantes crear un perfil en Twitter que representase a alguno de los protagonistas de la saga. De esta manera se consiguió recrear la historia e implicar a los alumnos en el estudio de la materia.

Otro buen ejemplo sobre cómo pueden ser aplicadas las redes sociales en el estudio es la iniciativa llevada también en 2009 por Mediaflop. Este grupo recreó de manera cronológica los acontecimientos del 23-F por Twitter, de manera que se podían conocer los detalles exactos de lo sucedido aquel día a través su perfil. ¿Imaginas esto mismo aplicado en una clase de historia en la que cada grupo de alumnos representase un bando de la II Guerra Mundial?

2. La realidad aumentada y la realidad virtual

Si bien las redes sociales ya son una realidad en nuestra sociedad, la realidad aumentada aún tiene que dar un paso adelante para consolidarse como medio para la enseñanza. Los horizontes a los que puede aspirar el sector educativo, sin embargo, no tienen límites.

Indudablemente el poder de la interacción para recrear un momento de la historia como el comentado en el punto anterior puede motivar a los alumnos a implicarse en la materia.
Ahora bien, el poder ver a través de unas gafas de realidad virtual el desembarco de Normandía o presenciar al detalle a través de la realidad aumentada las entrañas del cuerpo humano mientras se da una lección, supone elevar la educación al siguiente nivel.

Un ejemplo de esto es el Expeditions Pioneer Program de Google, una iniciativa que ayuda a los docentes a trasladar a cualquier parte del mundo a sus alumnos, de manera que, por ejemplo, se puede explicar al alumnado aspectos la cultura india desde el corazón de Nueva Delhi.

 

 

 

 

 

 

3. Pantallas flexibles

El adiós del papel puede parecer una utopía que lleva más de una década anunciándose, pero su desaparición está hoy más cerca que nunca. Si bien durante los últimos años se han ido sustituyendo progresivamente los folios por ordenadores o tablets como método para tomar apuntes, en un futuro las pantallas flexibles pueden dominar las aulas.

Esta tecnología, basada en pantallas OLED, podrá incluso llegar a dotar a los estudiantes de la posibilidad de disponer de un dispositivo con la tecnología de una tablet y la ligereza de un papel. Un método que aunaría innovación con tradición y permitiría realizar un esquema a mano en un dispositivo electrónico, a la vez que se busca información en internet para, tras acabar la lección, simplemente doblar o enrollar el dispositivo y volver a casa.

Augurar cuándo llegarán las pantallas flexibles a las aulas resulta aún imposible, pero ya existen diferentes empresas tecnológicas como Microsoft o Samsung que están estudiando su posible implementación en smartphones. Un futuro con pantallas extrafinas en vez de papel resulta hoy por hoy inimaginable, pero a la vez es cada día más probable.

4. El profesor, ¿futuro orientador?

Aventurándonos a un futuro más lejano, existen miles de teorías sobre cómo será la educación en unas décadas. Y viendo el ritmo de evolución de la sociedad y la tecnología, casi ninguna de ellas es descartable. Lo que parece prácticamente indiscutible es que con la innovación tecnológica el papel del profesor en el aula cambiará.

En 2016, en el instituto de secundaria japonés Soshi se empezó a utilizar a «Pepper», el primer robot androide capaz de expresar y entender emociones, para ayudar al alumnado a mejorar su inglés. En junio de ese mismo año, el Technical College de la Universidad de Londres anunció también su intención de incluir a «Pepper» como apoyo al docente para asignaturas de diseño e ingeniería.

¿Pueden sustituir los robots a los docentes en un futuro? Tal vez sí, o tal vez no. El tiempo lo dirá, pero hoy por hoy los expertos parecen descartar esa idea, al menos, a corto plazo. En las encuestas realizadas en 2015 a más de 1500 miembros de World Innovation Summit for Education (WISE) por parte de Gallup, un 78% de los expertos aseguraron que era mejor invertir en profesores de calidad antes que en innovación tecnológica. A su vez, un 74% apuntó que la tecnología ayudaba a los estudiantes a aprender mejor, y 7 de cada 10 coincidieron en que el rol del profesor evolucionará al de ser orientador del alumno por internet u otras vías tecnológicas para alcanzar el nivel de conocimiento adecuado.

Sin embargo, en una infografía publicada por este mismo organismo en 2017 se aseguró que tan sólo un 40% del profesorado utiliza las TIC como parte de su práctica docente, por lo que el cambio de modelo educativo parece estar aún en fase embrionaria.

5. Los cambios en el aula: el ejemplo español

En 2017 el CEIP José Hierro de Madrid inauguró el primer aula «maker» de España. Se trata de un espacio dedicado al aprendizaje a través de proyectos tecnológicos, en el que el alumnado puede mediante diferentes herramientas entrar en contacto con áreas como la computación, la programación o la robótica.

Por otro lado, con esta aula también se pretende fomentar las habilidades de creación, reflexión y discusión del alumnado. Para ello, se ha dividido el aula en cuatro grandes espacios. En ellos se encuentran pufs de colores que invitan a reflexionar, mesas redondas para dialogar, un espacio con una gran pantalla para exponer proyectos a la vez que se trabaja de forma simultánea con diferentes ordenadores, y por último una impresora en 3d con la que las ideas y trabajos de los alumnos se harán realidad.

Para poder articular una educación eficaz en una clase de estas características,  la dirección y los docentes del José Hierro han recibido una formación especial con tal de conseguir explotar todas las posibilidades que les brinda este lugar. En conexión con el punto 4, esta pequeña revolución parece corroborar que poco a poco el papel del profesor en el aula dejará de ser el de transmisor del conocimiento, para convertirse en un guía hacia el saber.

 Fuente del Artículo:
http://www.educaweb.com/noticia/2018/01/10/como-seran-aulas-futuro-no-muy-lejano-16259/
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Candidatos: la educación como política de Estado

Colombia / 14 de enero de 2018 / Autor: Ramsés Vargas Lamadrid / Fuente: Semana

No puede haber estudiantes de excelencia sin docentes de excelencia y por esto es inaplazable la construcción una política pública para la formación de educadores, que promueva la profesionalización y el aprendizaje continuo.

‘Desgraciadas ocurrencias‘ (El Tiempo, abril 21, 2017), fue el titular de la columna del maestro Wasserman en la que describe algunas de las que han sido las políticas en materia de educación, ciencia y tecnología en las últimas décadas, donde ha prevalecido la improvisación sobre la reflexión o el conocimiento.

Estas ocurrencias disfrazadas de buenas ideas las caracterizan la omisión al no considerar la complejidad de factores que inciden en los problemas de la educación. La audacia, lo taquillero, lo mediático han estado por encima del análisis riguroso y holístico que se requiere para reglar estos temas. Cada Gobierno -o ministro- viene con su carpeta de ocurrencias debajo del brazo.

A propósito del año que terminó, enfocado en la corrupción rampante y el «patos al agua» en materia de candidaturas presidenciales reflexionamos sobre lo que planteó Julián de Zubiría recientemente en este medio, “Si tu candidato no sabe cómo cambiar la educación, cambia de candidato”, surge la reflexión sobre qué retos tienen los candidatos frente a la construcción de una política pública para formar en Colombia una generación de paz y cumplir con el Plan Decenal de Educación que plantea el perfil del ciudadano colombiano a 2026.

Es fundamental no desistir de considerar la Educación como prioridad y pilar de desarrollo y progreso para el país, pues esta es la vía para fortalecer el desarrollo económico a través de la formación de un capital humano más acorde a las necesidades productivas y a los desafíos de un entorno que requiere innovadoras respuestas a nuevas demandas. Una mejor educación, además, contribuye a disminuir el desempleo y la informalidad, y posibilita una mayor remuneración de los agentes productivos del país, lo que se refleja en el bienestar de su población y en el crecimiento de la economía.

De igual forma, tal como lo manifiesta el Consejo Privado de Competitividad, la educación es clave en el marco del posconflicto, pues esta es un pilar esencial para lograr una paz estable y duradera en aquellas zonas azotadas por la violencia y la criminalidad durante décadas. El acceso, la cobertura, la calidad y la pertinencia de la educación en esos territorios determinarán en buena medida la generación de riqueza, la atracción de inversión productiva y la creación del empleo formal que apalancará su desarrollo en los próximos años.

Estos retos no hay necesidad de sacarlos debajo de la manga. Ya Colombia está más que sobrediagnosticada y cuenta con referentes educativos muy bien documentados que darán pista a los candidatos sobre las prioridades que deben atenderse de forma planificada y no reactiva.

En primer lugar, se requiere la construcción de un sistema educativo articulado, participativo, descentralizado y con mecanismos eficaces de concertación. Es urgente organizar el sistema educativo en todos sus niveles, de tal manera que estos respondan a las necesidades propias de los contextos, promuevan la investigación, el desarrollo de proyectos, la articulación de los niveles, la promoción de los valores culturales regionales y nacionales y la participación del estado y los actores sociales (Plan Decenal de Educación-PDE).

Así mismo, como lo establece el PDE, hay que garantizar, fortalecer y mejorar el sistema educativo estatal, de modo que asegure, en todos los niveles de formación, accesibilidad, adaptabilidad, aceptabilidad, permanencia, inclusión de toda la población y, por ende, la calidad de la educación, brindando las condiciones adecuadas de financiación e infraestructura.

Pero, además, es menester trabajar en conjunto con otras carteras para mitigar los factores económicos que pueden afectar la posibilidad de que los jóvenes completen su educación. Estrategias integrales para suplir el NBI podrían incrementar su acceso y permanencia en el sistema hasta culminar la educación media. Sin duda, esto incluye extirpar de una vez por siempre la corrupción en estrategias como el Programa de Alimentación Escolar.

Otro aspecto critico es garantizar la financiación e implementación de la Ley 1804/2016 que convirtió la estrategia De Cero a Siempre en una política de Estado para establecer el preescolar integral, fortalecer las competencias y cualificaciones del personal de las modalidades de educación inicial y su sistema de evaluación, y observar con detenimiento las condiciones de certificación de los prestadores de servicios.

El rezago nacional en medidas internacionales como las pruebas Prisa obliga a fortalecer la educación primaria, secundaria y media a través del establecimiento de un currículo nacional con lineamientos generales, pertinentes y flexibles, e incentivar su adopción por parte de los establecimientos educativos. De igual forma, dar un impulso más contundente a la implementación de la Ley 1753/2015 que estableció que el servicio público educativo debe prestarse en jornada única y que su implementación será gradual hasta el año 2025 en zonas urbanas y hasta 2030 en zonas rurales.

No puede haber estudiantes de excelencia sin docentes de excelencia y por esto es inaplazable la construcción una política pública para la formación de educadores, que promueva la profesionalización y el aprendizaje continuo.

Ante el imperativo de que estamos en medio de la cuarta revolución industrial, donde la automatización y la inteligencia artificial son sus pilares, debemos fortalecer la apropiación tecnológica a través de procesos de enseñanza y aprendizaje, proveyendo la infraestructura física y tecnológica a todo el sistema educativo colombiano con criterios de calidad, transversal a las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones, y generar cobertura educativa.

De igual manera hemos de implementar el Sistema Nacional de Educación Terciaria (SNET) con la oferta de programas, en sintonía con la política de desarrollo productivo y avanzar en el reconocimiento de aprendizajes previos tanto en la educación terciaria como en la superior.

Candidatos, urge leer y atender el Acuerdo por lo Superior -2034, que establece lo que requiere el país para las próximas dos décadas materializando 10 apuestas que condensan los retos en materia de educación superior. Entre otras, se destaca la Educación inclusiva, de calidad y pertinencia y la Investigación (ciencia, tecnología e innovación). En este último ítem debe formularse una política unificada de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) para articular los esfuerzos que hacen los distintos actores y tomar acciones reales para garantizar la destinación de recursos estimados a la ciencia, producción cultural y artística llegue al menos el 0,7 por ciento del PIB, y no terminen financiando vías terciarias.

En línea con lo anterior es urgente reglamentar el Acto Legislativo No 10/2017 que reforma el Sistema General de Regalías para mejorar la asignación y ejecución de los recursos. La reducción de los recursos destinados a ciencia, tecnología e innovación, incluida la innovación social, compiten con la corrupción del país. Y para ser un país educado y que trasforme sus estructura de desarrollo económico y tecnológico, es urgente analizar las políticas y recursos de Colciencias, por el impacto de la investigación en la calidad de la educación superior, el apoyo en la formación de alto nivel y en el desarrollo e innovación del sector productivo.

Finalmente, es necesario que como país desarmemos las palabras y los ánimos en aras de construir un futuro reconciliado y promisorio, y eso nos exige entre muchas otras cosas, asumir los compromisos que en materia educativa se establecieron en los acuerdos de paz.

La hoja de ruta ha sido suficientemente discutida y diseñada, lo demás serán solo «ocurrencias».

Fuente del Artículo:

http://www.semana.com/opinion/articulo/candidatos-la-educacion-como-politica-de-estado/553058

Fuente de la Imagen:

http://www.semana.com/educacion/articulo/colombia-es-un-modelo-educativo-para-marruecos/424764-3

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La SEP más allá del escritorio

México / 14 de enero de 2018 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

Una de las críticas más comunes que se hace a los altos funcionarios gubernamentales o de la alta burocracia mexicana, es que suelen trazar y ejecutar las políticas públicas desde un escritorio, con el argumento, discutible o no, de que nunca o pocas veces éstos se vinculan con la gente a la que van dirigidas dichas políticas, y que, por lo tanto, están lejos de la realidad social.

Así, el mote bien ganado de «servidor público de escritorio», parece dar en el blanco y forma parte de los más severos señalamientos expresados por la ciudadanía, pues el o la funcionario(a) generalmente se apoya solo en documentos o estadísticas para defender los procesos y los resultados del ámbito de su responsabilidad, sin buscar el contacto directo con la gente ni pulsar el sentir de los ciudadanos.

Existe, sin embargo, una imagen simplificada o incompleta del trabajo realizado, y más aún sobre los desafíos, obstáculos y dificultades que enfrentan los tomadores de decisiones al manejar, -con altas presiones de «arriba» y de «abajo»-, la complejidad y las distintas variables implicadas en el quehacer gubernamental, tal como es el caso de la educación pública nacional.

Esto último es justamente lo que interpreto cuando leo el texto del Mtro. Otto Granados Roldán, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP): «Los retos del escritorio«, (SDP Noticias, 6 enero 2018), escrito en respuesta a las preguntas e ideas sugeridas en mi artículo publicado en este mismo espacio, («Otto Granados y el escritorio de la SEP»SDP Noticias, 20 dic. 2017), específicamente cuando el secretario de Educación se refiere a la complejidad de la instrumentación de la reforma educativa actual y los retos que se enfrentan en la operación de las políticas educativas en México; así como a la necesidad de abrir canales de diálogo (informado y con argumentos rigurosos) sobre los efectos (y las razones) de las políticas educativas aplicadas en los contextos nacional y local.

La materia de análisis que motiva a ambos textos aludidos tiene que ver con tres puntos específicos: las tutorías a docentes de nuevo ingreso a la Educación Básica; la cobertura escolar para niños y niñas de Educación Preescolar, y para las y los jóvenes de Educación Media Superior (EMS); así como el desafío del rezago educativo observado durante los últimos años en el Sistema Educativo Nacional (SEN).

La conversación que sugiero continuar con el Mtro. Granados Roldán en esta ocasión, gira en torno al análisis de puntos finos derivados de esos mismos temas generales, a través de algunas preguntas y propuestas sobre los indicadores presentados por él, pero me interesa también discutir acerca de otros tres asuntos que van más allá del escritorio de la SEP: el asunto de los logros académicos, en términos de aprendizajes, de los estudiantes de Educación Media Superior (EMS); el tema de los Asesores Técnico Pedagógicos (ATP) y el problema del salario de los maestros y las maestras.

Primero me gustaría continuar el diálogo sobre los tres asuntos tratados inicialmente: tutorías, cobertura y rezago educativo.

Tutorías a docentes: Dice el Mtro. Granados que «…al finalizar el ciclo 2014-2015, en realidad se brindó tutoría al 78% de los 21,887 docentes de educación básica, lo que quiere decir que poco más de 17 mil docentes recibieron tutoría presencial, tal como lo establece el marco normativo emitido por la propia CNSP…» Y que «…a partir del ciclo escolar 2016-2017 se ofrece la modalidad de Tutoría en Línea a través de una plataforma virtual-Moodle, cuyos contenidos están basados en los parámetros e indicadores del perfil docente, y cada tutor atiende entre 8 a 10 docentes, lo que permitió que la cobertura en ese ciclo escolar se ampliara al 80%, atendiendo a 28,455 docentes de los 35,564 de nuevo ingreso.»

El problema es que la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD), establece que todos los docentes de nuevo ingreso deben ser acompañados mediante tutorías, presenciales o no, a efecto de contar con el apoyo y las orientaciones profesionales adecuadas para llevar a cabo sus labores. ¿Qué pasará entonces con el 20 por ciento de los docentes de nuevo ingreso no atendidos por este mandato de ley? ¿En qué condiciones serán evaluados? ¿Qué otras medidas se están tomando, por parte de la SEP y los gobiernos estatales, para cumplir con lo establecido en la normatividad federal?

Reconozco, sin embargo, como positivo que se abran nuevas modalidades de atención y acompañamiento a favor de los docentes de nuevo ingreso, y que se hayan aumentado el monto y la periodicidad de los incentivos a los tutores.

Cobertura: Afirma el titular de la SEP que «…Por edad específica, para los niños de tres, cuatro y cinco años que son atendidos únicamente en preescolar, los valores del indicador son 49.9%, 92.3% y 84.3%, respectivamente. En todos los casos, estos niveles de atención son superiores a los observados hace cinco años (40.1%, 88.5% y 83.4% respectivamente), destacando el fuerte crecimiento −de casi 10 puntos porcentuales− en la atención de los niños de tres años.»

Quiero pensar que el equipo técnico que le acercó los datos al secretario, le informó puntualmente sobre los números más actualizados, sin embargo, al revisar la estadística publicada oficialmente por la SEP, la tasa nacional de cobertura para los niños de tres años en Educación Preescolar, es de 42 por ciento durante el ciclo escolar 2016-2017 (1)

De cualquier manera y concediendo la veracidad de las cifras que presenta en su artículo el Mtro. Granados Roldán, es evidente que hay mucho por hacer puesto que, aún con los datos más optimistas, apenas 50 de cada 100 niños y niñas de tres años en el país asisten y participan en la Educación Preescolar. Este reto implica también, sin duda, cambiar la actitud que se observa en las entidades federativas, ya que las autoridades locales han adoptado una política administrativa insensible y desatinada, que consiste en cerrar o impedir la apertura de grupos de primero de Educación Preescolar (para niños y niñas entre 3 y 4 años), con el argumento de que son grupos muy pequeños, es decir, que es baja la demanda o que «no son prioritarios»… Cuando el mandato de ley establece, desde finales del siglo pasado, que los tres grados de Educación Preescolar constituyen un derecho (y una obligación del Estado) para los niños y las niñas desde los tres años de edad.

Queda pendiente, sobre este tema, el análisis de las tasas de cobertura por entidad federativa y el lugar que ocupa este indicador en las prioridades y acciones del gobierno federal durante el cierre de la presente administración, ya que hay algunas entidades que presentan tasas de cobertura (en primero de Preescolar) por debajo de la media nacional (en algunos casos de alrededor de 20 por ciento). Situación que es, sin duda, preocupante pues los organismos internacionales especializados en la educación en general y la educación infantil en particular, como la UNESCO y la UNICEF, respectivamente, recomiendan dar prioridad tanto a la Educación Inicial como a la Educación Preescolar, debido a que constituyen las bases o los cimientos claves del desarrollo integral de las niñas, los niños y los jóvenes.

Rezago educativo: Con respecto al analfabetismo en México, el Mtro. Otto Granados indica: «…Todo ello permitió que el analfabetismo disminuyera del 6.1% (5.1 millones de personas) que se tenía en el 2012, a 4.4% al de 2017, lo que representa menos de 4 millones de personas, de 15 años o más, analfabetas. De continuar la tendencia, es posible que al final de este gobierno ese indicador termine por abajo del 4% lo que, de acuerdo con los estándares internacionales (ver por ejemplo el documento “Education for all: literacy for life” de la UNESCO) podría significar que México alcance la plena alfabetización.»

Éste es un hecho que, de alcanzarse las metas, seguramente la sociedad mexicana aplaudiría, pero no hay que echar las campanas al vuelo, puesto que el ritmo de disminución del analfabetismo en México ha sido lento (de alrededor de 1.5 por ciento en 5 años), por lo que habrán de revisarse las estrategias puestas en práctica y considerar las variables que influyen en ello (como el excesivo burocratismo que priva en el INEA) y el ritmo de crecimiento de la población en general, entre otros factores.

En segundo lugar y para finalizar, planteo las siguientes preguntas y comentarios, que ya he abordado en otras entregas a este mismo medio, y que valdría la pena retomar para su discusión: Sobre el asunto de los logros académicos, en términos de aprendizajes, de los estudiantes de Educación Media Superior (EMS), donde, según la evaluación realizada en 2017 por el INEE, cerca de dos terceras partes de los jóvenes evaluados se encontraban en el nivel más bajo de logro académico en Matemáticas, y una tercera parte de los estudiantes, se hallaban en ese mismo nivel más bajo en Lenguaje y Comunicación, ¿Qué medidas toma hoy en día la SEP para atender ese problema educativo crónico y adverso en términos de la «calidad» de la educación?

Acerca del tema de los Asesores Técnico Pedagógicos (ATP), ¿cuál es el estado actual de las plazas que se debieron haber entregado en 2017 a los docentes con funciones como Asesores, y que resultaron ganadores de dichas plazas después de haber sido evaluados, tal como lo establece la ley?

Finalmente, sobre el problema del salario y la pérdida del poder adquisitivo de los maestros y las maestras de México ¿Qué acciones toma actualmente la SEP para resarcir el estancamiento y pérdida de fuerza de los incrementos al salario magisterial tanto de los docentes de Educación Básica como de Educación Media Superior y Educación Superior? Esto lo comento puesto que se ha observado que el ritmo de los aumentos salariales ha perdido su valor durante esta administración federal: En 2013, el aumento anual directo al salario magisterial fue de 3.9 por ciento; mientras que en 2014 fue de 3.5 por ciento; para 2015, el incremento directo fue de 3.4 por ciento y en 2016 fue de 3.15 por ciento. El año pasado, 2017, el aumento directo anual al salario de los maestros solo fue de 3.08 por ciento. Las cifras y la inflación anual superior al 6 por ciento, hablan por sí solas.

Para ampliar este análisis sobre los ingresos magisteriales, sugiero la lectura de dos artículos de opinión publicados en este mismo medio: «El salario del magisterio, a la baja» (SDP Noticias, 4 mayo, 2017), y «El ingreso de los maestros, sin recuperarse» (SDP Noticias, 14 mayo, 2017).

Le quedan solo once meses efectivos a la actual administración, pero si a ello se le restan los días marcados por los periodos vacacionales y se considera, además, el hecho de que este año es «político electoral» tanto en el ámbito federal como estatal, veremos que el margen de maniobra es estrecho como para tomar acciones efectivas y dar los resultados esperados. Supongo por ello que se tendrá que actuar más allá del escritorio para contribuir no solamente con ideas y cuestionamientos, sino llevar a cabo hechos concretos y operaciones de gran calado como para transformar la educación en México durante el corto y mediano plazos.

Nota:

(1) Estadística del Sistema Educativo. República Mexicana. Ciclo Escolar 2015-2016, SEP. Subsecretaría de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas. Dirección General de Planeación y Estadística Educativa.

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/01/08/la-sep-mas-alla-del-escritorio

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‘Demasiado control’: Sahlberg sobre lo que Finlandia puede enseñar a la escuela

Finlandia / 14 de enero de 2018 / Autor:  / Fuente: BlastingNews

«Escuché a algunos maestros contar cómo los niños experimentan llanto, vómitos e insomnio relacionados con el estrés por los exámenes estandarizados de alto riesgo», le dice Sahlberg a the Guardian Australia. «El juego está siendo expulsado de las escuelas australianas ya que los políticos obligan a cumplir expectativas académicas más estrictas sobre los niños más pequeños».

El ex director general del sistema educativo finlandés y autor de las Lecciones finlandesas 2.0: ¿Qué puede aprender el mundo del cambio educativo en Finlandia ? – Sahlberg es considerado un experto líder [VIDEO]en un sistema educativo que se ha convertido en sinónimo de excelencia.

A estas alturas, la historia de Finlandia es un terreno pisoteado: a comienzos de siglo, la OCDE lanzó su primer Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (Pisa), que midió a los países miembros en indicadores clave de #Educación tales como alfabetización y aritmética.

Para sorpresa de todos, el intérprete más fuerte no fue una superpotencia global, pero Finlandia, un país de unos 5 millones que no introduce a sus hijos a la escuela formal hasta la edad de siete años, requiere que sus maestros altamente autónomos tengan maestrías y casi completamente rechaza las pruebas estandarizadas.

En los últimos años, esas clasificaciones han empezado a disminuir, por lo que Finlandia ocupa el 12 ° lugar en matemáticas, el quinto en ciencias y el cuarto en lectura. Pero su reputación como una utopía de política educativaprogresiva permanece intacta.

Ahora, Sahlberg vendrá a Australia. A fines de 2017, la Universidad de NSW anunció que se uniría a su nuevo Instituto de Educación Gonski.

Dirigido por el ex ministro de educación de NSW, Adrian Piccoli, el nuevo instituto tiene como misión principal abordar la amplia y creciente brecha de desigualdad en el sistema educativo de Australia, particularmente en regiones y lugares remotos del país donde la desventaja es más alta.

Pero Sahlberg también cree que, en su búsqueda de resultados, los políticos australianos han puesto demasiado énfasis en la competencia entre las escuelas y los estudiantes.

«Si el objetivo principal es aumentar los puntajes de los niños australianos en las pruebas de Pisa y Naplan, una instrucción más directa ha significado que el juego, e incluso temas como las artes, no están en la agenda como solían ser», dice.

Naplan y el papel de las pruebas

En 2012, la entonces primera ministra, Julia Gillard, anunció que quería que Australia estuviera «de vuelta en los cinco primeros países escolares del mundo» para la lectura, la ciencia y las matemáticas para 2025.

Su criterio fue Pisa, que ha frustrado a los académicos y cautivado a los políticos en la misma medida.

El actual ministro de educación, Simon Birmingham, ha sido conducido de manera menos abierta por las clasificaciones, pero todavía está muy consciente de ellos. Cuando se publicaron los últimos resultados de Pisa en 2016, dijo que los resultados «continuaron pintando una tendencia preocupante» sobre los estándares de educación en Australia .

Es evidencia, dice Sahlberg, de un sistema que está demasiado enfocado en los resultados y que coloca a los maestros bajo «demasiado control». Sugiere que Australia debería mirar a Nueva Zelanda como una guía, donde el nuevo gobierno ha tratado de mejorar los estándares de educación al bajar las tablas de clasificación, recortando las pruebas y otorgando a los maestros más autonomía.

La brecha en equidad

En el invierno boreal del 2014, Piccoli, entonces ministra de Educación de NSW, estaba de gira en una escuela en las afueras de Helsinki cuando le dijeron que un fotógrafo de #noticias estaba esperando afuera.

Con el director del departamento de educación de Finlandia y el director de la escuela, echó un vistazo afuera. Efectivamente, allí estaba ella, de pie en la entrada de la escuela vestida con pantalones vaqueros y una parka liviana en menos 18C.

El fotógrafo había sido enviado desde Londres con un reportero del Sydney[VIDEO]Daily Telegraph, con la intención de obtener una foto de Piccoli. Salió de la escuela por una entrada trasera y dejó al fotógrafo esperando en el frío.

El periódico había criticado el costo del viaje de Piccoli, y tenía un historial de críticas a New Corp, pero el replanteo formaba parte de una campaña más amplia.

Fuente del Artículo:

http://mx.blastingnews.com/mundo/2018/01/demasiado-control-sahlberg-sobre-lo-que-finlandia-puede-ensenar-a-la-escuela-002274441.html

Fuente de la Imagen:

 

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-05-18/mito-educacion-finlandesa-exito_1201353/

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8 RESEÑAS DE LIBROS INTERESANTES PARA EL MUNDO EDUCATIVO-VIII

España / Autor: Dolores Álvarez Peralías / Fuente: INED 21

 

Cuando leo un libro que me gusta, suelo hacer una reseña para que mi mente no lo olvide, para dejar constancia de aquello que me ha llamado la atención y, también, me sirve como ejercicio de estructuración de mi propio pensamiento, debo destacar aquello que me ha entusiasmado y relacionarlo con mi propia experiencia personal.

Una de mis últimas lecturas ha sido: «Habilidades para la vida. Aprender a ser y convivir en la escuela» de Andrea Giráldez y Emma-Sue Prince.

RESEÑA

Una obra dedicada al desarrollo personal y emocional de nuestro alumnado porque no solo con los conocimientos se adquiere el bagaje que los va a llevar al éxito. Una mirada especial hacia los docentes para que sepan transmitir y vivir la educación de forma que no se quede en puro conocimiento de usar y tirar ¿De qué me sirve saber muchas matemáticas si después no tengo habilidades para saber emocionar a mi alumnado para que las aprenda? Evidentemente de nada.

El mundo en el que vivimos está cambiando a una velocidad de vértigo y necesitamos habilidades para saber enfrentarnos a esos cambios, necesitamos estar muy bien formados profesional, personal y emocionalmente para que como docentes estas circunstancias no nos afecten y sepamos integrarlas en nuestro quehacer.

HABILIDADES PARA LA VIDA

Las autoras de este libro se han planteado cuáles son las habilidades para la vida, aquellas que nos van a ayudar a saber desenvolvernos en el mundo:

Conocernos, vivir felices, relacionarnos bien con las demás personas, saber adaptarnos a las circunstancias, ser optimistas, ser resilientes, vivir de forma íntegra, ser empáticos, escuchar activamente, desarrollar pensamiento crítico, pensamiento creativo y ser proactivos.

Las definen cada una de ellas y nos invitan a probar para reflexionar y poder transformar lo que ahora hacemos de forma que nuestro alumnado salga beneficiado de esta forma de entender la educación no solo como la transmisión de conocimientos sino como algo integral que sirve para el desarrollo de las personas en la sociedad que les ha tocado vivir y en la que deben ejercer un papel activo, ayudando, en la medida de lo posible, a transformar aquello que no vaya en beneficio de un bien común.

Es un libro práctico porque en él se recogen reflexiones y actividades para ponerse en el camino de conseguir cada una de las habilidades, como nos dice Santos Guerra en el prólogo, es un libro para leer y hacer, para pensar y para sentir, para comprender y para compartir, para hablar y para escuchar.

Este libro es recomendable para todas aquellas personas interesadas en el mundo educativo: docentes, familias, agentes sociales… En él vais a encontrar reflexiones que os harán pensar en cambiar vuestras prácticas y además os dan alternativas para conseguir hacerlo de forma diferente si lo que pretendéis es el desarrollo integral de las personas en formación, estas que sienten, padecen, conviven, se relacionan, son creativas, se comportan de forma íntegra, saben sacar partido ante la adversidad, piensan de forma crítica, intentan ser creativos…

«Cuando imaginamos una escuela para aprender a ser y aprender a convivir, tenemos en mente a los estudiantes, pero también, y de manera muy especial, al profesorado como principal agente del cambio, ya que como decía hace algún tiempo una profesora que asistió a una de nuestras actividades formativas, enseñamos lo que somos».

Gracias, Andrea y Emma, por compartir vuestras reflexiones y hacernos sentir que podemos cambiar, que otra educación es posible y que el respetar a las personas es una tarea que debe estar integrada en nuestro día a día para llegar a una sociedad más justa y democrática.

Fuente del Artículo:

Habilidades para la vida

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