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La distribución del presupuesto educativo y sus costos sociales

Blanca Heredia

En México, si bien gastamos más en educación básica que en educación superior en números absolutos, el gasto por alumno en educación temprana, en primaria y en secundaria es, respectivamente: 34 por ciento, 36 por ciento, y 33 por ciento del gasto por estudiante en educación superior. En otras palabras, apenas poco más de un tercio frente al promedio de los países OCDE de: 56 por ciento (temprana/superior), 54 por ciento (primaria/ superior) y 63 por ciento (secundaria/superior). 1

Esta situación no es nueva. Se ha venido agudizando, sin embargo, como resultado de la muy superior capacidad de presión sobre el presupuesto público de las instituciones de educación superior (IES) frente a la de los alumnos de educación básica. Dicha capacidad de presión ha sido muy considerable en fechas recientes, particularmente durante la administración de Felipe Calderón.

Esta distribución en el gasto por nivel educativo no sería preocupante si sus efectos fuesen positivos en el agregado, o, al menos, neutros. Existe, sin embargo, abundante evidencia de que la rentabilidad social del gasto en educación temprana y en educación básica es muy superior a la generada, por peso gastado, en educación superior en países en desarrollo. Disponemos, también, de mucha investigación que muestra que, además de ser menos rentable socialmente en general, el gasto en educación superior en países como el nuestro tiende a ser fuerte y especialmente regresivo.

Al costo colectivo anterior (especialmente alto para los que menos tienen), habría que añadir el costo de no saber en qué se gastan las universidades los recursos de todos.

¿Qué proporción del gasto de las universidades públicas se va en gasto administrativo y cuál en gasto sustantivo? ¿Cuánto contribuyen a elevar el crecimiento económico, la productividad y la competitividad, o la calidad de la democracia o del gobierno del país producen? ¿Qué tanto sus egresados se emplean en campos laborales relevantes a su campo de estudio? ¿Cuánto tardan sus graduados en encontrar trabajo y cuánto ganan? Muy difícil y costoso saberlo, pues las universidades no hacen públicos (sí es que los tienen) esos datos.

El que responsables de dirigir las instituciones de educación superior no tengan que reportar uso y resultados de los recursos de los que disponen genera muy malos incentivos. Básicamente, pues ello hace que sus incentivos personales/profesionales y lo que la sociedad esperaría de ellos no estén necesariamente alineados.

Las IES son importantes y aportan beneficios sociales considerables. El problema es que el beneficio colectivo de invertir en educación temprana, en particular, y en básica, en general, es sensiblemente mayor que el de invertir en educación superior. Por esa razón, urgirían dos cosas. Primero, transitar hacia una distribución del gasto por nivel educativo mejor alineada con lo que sabemos acerca de la rentabilidad social de cada uno de esos niveles. Segundo, exigir rendición de cuentas a las IES sobre cómo, en qué y con cuáles resultados usan los recursos presupuestarios de los que disponen.

Conseguir algo así no será, en absoluto, será fácil. Entre otras cosas, pues el presupuesto de las IES públicas además de ser fuertemente inercial y estar vinculado al crecimiento de la matrícula, misma que ha venido aumentando de forma importante en los últimos años, se ha ido volviendo, como muestra una investigación al respecto de Sebastián Garrido, crecientemente rígido.

Crecientemente rígido, pues, a diferencia de otros rubros del presupuesto educativo, ese gasto varía cada vez menos, en especial de finales de los 1990 a la fecha.

Las razones de esta rigidez son variadas, pero quizá la causal más importante tenga que ver con el fin del monopolio priista y los efectos del aumento en la competitividad y pluralidad político-electoral en términos de proteger los presupuestos de las IES públicas en las distintas entidades federativas del país.

Básicamente, porque cuando el PRI monopolizaba el poder político tenía la capacidad de imponerle los ajustes presupuestarios requeridos a todos, incluidos los gobernadores y los rectores de las distintas instituciones de educación superior nacionales y estatales. En contextos de mayor pluralidad y competitividad electoral, en contraste, los rectores y gobernadores fueron ganando mayores capacidades de presión y maniobra.

Para corregir esta situación, se requiere, sin duda, voluntad política por parte de un Ejecutivo federal dispuesto a ser la voz que hable por los alumnos de básica y de la sociedad toda. Para lograrlo, resultará indispensable, también, generar un nuevo esquema de contabilización y rendición de cuentas por parte de las instituciones de educación superior del país.

1 Education at a Glance, 2016.
Corrección a gastos
Para corregir la situación de los gastos será indispensable generar un nuevo esquema de contabilización y rendición de cuentas por parte de instituciones de educación superior.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-distribucion-del-presupuesto-educativo-y-sus-costos-sociales.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2014/02/10/52f8ab70a3944.jp

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México: científicos rechazan posible recorte presupuestal

América del Norte/México/30 Octubre 2016/Fuente:scidev /Autor:Emiliano Rodríguez Mega

El recorte será definido antes del próximo 15 de noviembre en la Cámara de Diputados. La reducción afectaría al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y los centros públicos de investigación que dependen de él. Si se aprueba sería el mayor recorte presupuestal en la historia de la ciencia mexicana

El futuro de la ciencia en México será definido antes del próximo 15 de noviembre, cuando la Cámara de Diputados decida aprobar o no una iniciativa propuesta por el gobierno federal para recortar 19,2 por ciento el presupuesto fiscal del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y los 27 centros públicos de investigación que dependen de él.

De ser aprobada la reducción de US$ 391 millones se coronaría como el mayor recorte presupuestal en la historia de la ciencia mexicana.

Las voces de indignación en la comunidad científica ya se han hecho escuchar. En un comunicado circulado por el periódico Reforma (6 de octubre), 74 galardonados con el Premio Nacional de Ciencias y Artes calificaron el ajuste fiscal como un “retroceso desproporcionado” con graves consecuencias para el progreso del país.

Arturo Menchaca, firmante de la carta y coordinador del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, advierte que con este recorte la ciencia mexicana perdería cuatro años de incremento presupuestal. Como alternativa, el físico ha sugerido que la reducción sea de 10 por ciento para evitar un apagón científico. “Es un fregadazo”, protesta. “Pero de que va a haber recorte, va a haber recorte. Hay que apretar el cinturón”.

Aunque el Conacyt anunció que las becas de posgrado y la contratación de nuevos científicos quedarán blindados del posible recorte, la inversión en laboratorios y proyectos de investigación sí se vería afectada.

“Recortar las inversiones que se hacen a la ciencia aplicada y básica significa estar hipotecando el futuro”, advierte Antonio Lazcano Araujo, biólogo evolutivo de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro de El Colegio Nacional, asociación que agrupa a los intelectuales más destacados del país.

La magnitud del recorte planteado haría mucho más difícil acatar el artículo 9 bis de la Ley de Ciencia y Tecnología que obliga a México a invertir al menos uno por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en investigación y desarrollo, mandato que lleva ya unos 12 años sin cumplirse. Al inicio de su sexenio, el presidente Enrique Peña Nieto prometió alcanzar esa meta pero ahora muchos científicos lo dudan.

Para ellos, el recorte “demuestra que uno no se puede fiar de simples declaraciones”, señala Lazcano Araujo. “Si el presidente alguna vez volteó hacia nosotros, el cuello ya otra vez se le volvió en la dirección contraria”.

Fuente de la noticia: http://www.scidev.net/america-latina/financiamiento/noticias/mxico-cientificos-rechazan-posible-recorte-presupuestal.html

Fuente de la imagen: http://www.scidev.net/objects_store/thumbnail/79BA27066136B75BC3BCF810288224BE.jp

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CHILE: Presupuesto fiscal 2017 y reforma a la educación superior

Chile / entornointeligente.com /  26 de Octubre de 2016.

Presupuesto fiscal 2017 y reforma a la educación superior «…en los últimos cinco años se han revertido las prioridades y hemos comenzado a privilegiar la gratuidad en la educación superior a expensas de la ‘gratuidad’ en los colegios subvencionados…».   Carlos Williamson B. Profesor Instituto de Economía UC Investigador Clapes UC  El deteriorado panorama fiscal, con un presupuesto público 2017 deficitario de 3,3% del PIB, es decir, unos US$ 8.500 millones, y una deuda que sigue creciendo, obligan a poner paños fríos en algunos gastos de corto y mediano plazo que a estas alturas se ven irrealizables. Es el caso de la gratuidad en la educación superior, donde es urgente frenar su ímpetu. Hay dos razones. La más sustantiva es que la gratuidad está abriendo caminos que, por ahora, no estamos en condiciones de seguir transitando. Desde luego, porque la ampliación de la gratuidad reduce los espacios para el crecimiento del gasto en educación escolar, que es donde Chile necesita imperiosamente invertir para cerrar brechas sociales de inequidad.

Para tener un punto de comparación, en 2012 se gastaban en becas (gratuidad) en la educación terciaria US$ 1.500 por alumno y en subvenciones escolares, US$ 1.950 por alumno. El presupuesto 2017 consolida un cambio radical; compromete gastos en subvenciones escolares por US$ 2.250 por alumno, pero en gratuidad en la educación superior hay un salto significativo: el gasto se eleva a US$ 2.850 por alumno. Por lo tanto, en los últimos cinco años se han revertido las prioridades y hemos comenzado a privilegiar la gratuidad en la educación superior a expensas de la «gratuidad» en los colegios subvencionados.

La segunda razón es que la masificación en el acceso a la educación superior, sin duda que valiosa para jóvenes meritorios y vulnerables, no requiere de la gratuidad: quienes están en condiciones de ingresar a la educación superior de hecho acceden con el actual esquema de becas y créditos subsidiados. Sostener lo contrario es otro de los mitos que circulan.

Pero hay otras lecciones que se extraen del Presupuesto 2017. Desde luego, a pesar del salto en los fondos para gratuidad, porque se amplía la base, los aportes fiscales por alumno se mantienen y no alcanzan a cubrir los aranceles reales de los estudiantes beneficiados. Las universidades adscritas, como sucedió este año, deberán recurrir a ahorros o a deuda para financiar las brechas entre el arancel regulado y el arancel efectivo. Por otra parte, la desaparición del Aporte Fiscal Indirecto (AFI) no se compensa con una transferencia equivalente, lo que merma los recursos disponibles, afectando especialmente a las universidades no estatales del G9, lo que no ocurre con las estatales que gozan de una línea especial de financiamiento.

Asimismo, el apoyo en ciencia y tecnología se mantiene estancado, postergando una vez más el compromiso asumido al comienzo de esta administración de inyectar nuevos recursos.

Esta realidad presupuestaria es un precedente que arroja luces para la discusión del proyecto de ley de reforma a la educación superior. Este proyecto sigue ampliando la gratuidad y transforma lo que, por ahora, ha sido una glosa en exigencias y gravámenes permanentes lo que puede conducir a una asfixia financiera en las universidades de mayor prestigio y trayectoria.

Aún no se conocen las indicaciones que hará el Ejecutivo a este proyecto en materia de financiamiento público y regulación. Solo se han hecho comentarios irrelevantes sobre el Crédito con Aval del Estado (CAE). Nada se ha dicho sobre lo más preocupante: el proyecto de ley vulnera seriamente la autonomía económica y compromete la calidad al reducir las fuentes potenciales de financiamiento; por ende, es un proyecto defectuoso y necesita una reformulación profunda.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/9145219/CHILE-Presupuesto-fiscal-2017-y-reforma-a-la-educacion-superior

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Presupuesto 2017 ganadores y perdedores

Pedro Flores Crespo

Hace poco más de un mes, el Presidente de la República presentó a la Cámara de Diputados el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017 con el objetivo de que los legisladores lo revisen, discutan y aprueben.

Inmediatamente —y como debe ser en una democracia—, la propuesta del Ejecutivo levantó diversas reacciones debido a la contracción del gasto público que se plantea para el próximo año. Para analistas como Macario Schettino, todas las secretarías deberán “apretarse el cinturón”; sin embargo, hay algunas que perderán más y en este caso está precisamente la Secretaría de Educación Pública (SEP). La dependencia a cargo de Aurelio Nuño verá reducido su presupuesto en casi 32 mil millones de pesos, mientras a Salud y al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) le quitarán 15 y 8 mil millones de pesos, respectivamente (El Financiero, 12/09/16).

¿Cuál es el objetivo de este severo ajuste? Según Enrique Peña Nieto, el proyecto de presupuesto para 2017 se propone “prolongar una tendencia de desarrollo económico en el país y mantener la estabilidad macroeconómica”. Pero si la reforma al Sistema Educativo Nacional es ¿o era? una prioridad para este gobierno, uno no se explica por qué le retiran recursos a la dependencia encargada de conducir “uno de los compromisos más importantes impulsados por el Gobierno de la República”. Con respecto a lo proyectado el año anterior, la disminución del gasto educativo para la SEP sería de 14 por ciento en términos reales, según la Exposición de Motivos del Proyecto de Presupuesto.

Pero los recortes al gasto no son para todos por igual. Hay “ganadores” y “perdedores” en la propuesta enviada por el Ejecutivo al Legislativo. Entre los primeros están algunos actores del “ramo autónomo” como el Poder Legislativo. Sí, el presidente propone que las cámaras de diputados y senadores reciban siete por ciento más recursos que en 2016, mientras que los órganos autónomos “castigados” son el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Ante esto, Sylvia Schmelkes, consejera presidente del INEE, reaccionó y pidió a los diputados aumentar el presupuesto en 8.9 por ciento con respecto al monto aprobado para este año. Este aumento es necesario, según Schmelkes, para poder aplicar la prueba Planea (Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes) para secundaria y educación media superior, lo cual cuesta alrededor de 80 millones de pesos.

Otra ejemplo de las asimetrías de poder es la asignación del presupuesto para educación superior. Aquí se planean gastar en 2017, 106.7 mil millones de pesos, sin embargo, hay tres instituciones que se llevarían 54 por ciento de este total y éstas son la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Pero no sólo eso, a estas tres Instituciones de Educación Superior (IES), el Ejecutivo les propuso aumentar su presupuesto con respecto a 2016. Tal inversión es rentable por donde se le vea: el gobierno sabe que al beneficiar financieramente a estas importantes IES, está menguando una coalición universitaria. Como el “horno no está para bollos”, es mejor desactivar un posible conflicto haciéndoles una ligera caricia con el presupuesto. La UNAM, el Poli y la UAM son los “ganadores” del proyecto de presupuesto para 2017, ¿y quiénes serán los “perdedores”? Muy probablemente las universidades públicas estatales.

Ante este escenario desfavorable, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) ha iniciado un intenso proceso de sensibilización con legisladores, académicos, empresarios y representantes de otras universidades de tamaño medio y pequeñas con el ánimo de cabildear el presupuesto para 2017. Se propone mostrar, con datos, la importancia que tiene invertir en las IES estatales que están desempeñándose con eficiencia, transparencia y un alto compromiso social.

La UAQ, por ejemplo, generó 600 millones de pesos en ingresos propios en 2015, ha tratado de cuidar que la nómina no rebase desproporcionalmente el monto de los subsidios, ha congelado los salarios de rector y secretarios y tampoco hay gastos de representación, ni vales de gasolina o choferes para directores de facultad o funcionarios de primera línea.

En términos académicos, la UAQ cuenta actualmente con 63 posgrados reconocidos por el Programa Nacional de Posgrado (PNPC), no ha aumentado las colegiaturas debido a que ocho de cada diez estudiantes provienen de hogares con un ingreso mensual de menos de cuatro salarios mínimos y a pesar de las fallas burocráticas que aún presenta, se ha tratado de privilegiar el desarrollo académico.
Si unos ganan con el presupuesto y otros pierden, es difícil sostener que no hay suficientes recursos.

La asignación del gasto sin criterios técnicos claros levanta diversas interrogantes y suspicacias, pero también activa la movilización de actores universitarios que demandan de manera razonada y fundamentada recursos para operar con equidad, eficiencia y un alto compromiso social. Esto no podía venir de otro lado más que de la universidad pública mexicana.

 

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/presupuesto-2017-ganadores-y-perdedores/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/08/libros-pe%C3%B1a2-e1440442848837.jpg

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Chile: Estudiantes y rectores piden aclarar cómo se usarán recursos de educación en Presupuesto

América del Sur/Chile/02 Octubre 2016/Fuente: biobiochile/Autor: Amanda Gallardo

14 mil millones de dólares del presupuesto 2017, serán destinado a Educación, según lo anunció la presidenta Michelle Bachelet, en cadena nacional, poniendo énfasis en desarrollo profesional docente y gratuidad.

275.743 millones serán destinados para la entrada en vigencia del Sistema de Desarrollo profesional docente.

Anuncio que fue calificado por el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, como una conquista del Magisterio, que beneficiará a todos los profesores del país.

Sobre gratuidad, se aumentará en un 55% el presupuesto, con lo que desde La Moneda, aseguraron se duplicaría el número de jóvenes que estudian sin pagar.

Medida que no fue tan bien recibido por los estudiantes. De hecho, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Camila Rojas, señaló que la idea no es inyectar más presupuesto a un sistema que no da abasto, llamando a la mandataria que aclare cuál es el real destino de la inversión.

Pero desde el Consejo de Rectores (Cruch), el vicepresidente de la entidad, Aldo Valle, señaló que aunque a primeras luces parece una buena iniciativa, hay que tener el análisis del presupuesto, para conocer de qué forma operará en 2017.

Además, a partir del próximo año institutos profesionales y CFT podrán acceder a la gratuidad.

Los alumnos que quieran acceder a este beneficio, podrán hacerlo si es que pertenecen a los cinco deciles más vulnerables y en establecimientos acreditados por 4 años o más y sin fines de lucro.

Para efectos de regular este financiamiento se contemplan dos glosas, una para el caso de las universidades y una para los CFT e IP, que podrán acceder a gratuidad desde 2017.

Fuente de la noticia: http://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2016/09/30/estudiantes-y-rectores-piden-aclarar-como-se-usaran-recursos-de-educacion-en-presupuesto.shtml

Fuente de la imagen: http://media.biobiochile.cl/wp-content/uploads/2016/09/educacion-1-730×350.jpg

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Francia: Dépenser plus dans l’Éducation ne garantit pas la réussite des élèves

Europa/Francia/09 de Septiembre de 2016/Autor: Cécile Crousel/Fuente: Le Figaro

RESUMEN: Un estudio realizado por el IREF, un centro de estudios liberal, muestra que Francia gestiona ineficientemente su presupuesto de educación. Le duele paga a sus profesores, al tiempo que impone bajas horas de trabajo. Septiembre es apenas más allá de la SNES-FSU, la primera unión de la escuela secundaria, y la CGT, FO y Sud ya llaman a la huelga el jueves contra la reforma de los colegios. Otra prueba del malestar del mundo educativo francés. El gobierno tiene maestros aún consentidos. Desde 2012, más de 42.000 puestos de enseñanza se abrieron a la Educación Nacional (aunque no todos se han llenado), en respuesta a la promesa de campaña de Hollande para crear 54.000 puestos de trabajo en el ministerio bajo su cinco años . Mientras tanto, el presupuesto de Educación de 60 mil millones en 2011 aumento a 65,7 mil millones en 2016, un aumento de casi el 10% en 5 años.

Une étude de l’IREF, un think tank libéral, montre que la France gère de façon peu efficace son budget de l’Éducation. Elle paye mal ses professeurs, tout en leur imposant un temps de travail trop faible.

La rentrée est à peine passée que le SNES-FSU, premier syndicat du secondaire, ainsi que la CGT, FO et Sud appellent déjà à la grève ce jeudi contre la réforme des collèges. Une preuve supplémentaire du malaise du monde éducatif français. Le gouvernement a pourtant choyé les profs. Depuis 2012, plus de 42.000 postes d’enseignants ont été ouverts à l’Éducation Nationale (même si tous n’ont pas été pourvus), en réponse à la promesse de campagne de François Hollande de créer 54.000 postes dans ce ministère sous son quinquennat. Parallèlement, le budget de l’Éducation Nationale est passé de 60 milliards d’euros en 2011 à 65,7 milliards en 2016, soit une hausse de quasiment 10% en 5 ans.
Des résultats médiocres aux tests PISA

De deux choses l’une alors: soit les budgets n’ont pas été assez augmentés pour faire face à l’ampleur du défi, soit le problème français ne vient pas d’un manque d’argent. La dernière étude réalisée par le think-tank libéral IREF, et que Le Figaro dévoile en exclusivité, vient en appui de la seconde hypothèse. L’institut a comparé les dépenses publiques d’éducation aux résultats obtenus aux tests PISA de l’OCDE mesurant les performances des jeunes de 15 ans. La conclusion est claire: si dans les pays en rattrapage de l’Europe de l’Est, dépenser plus dans l’Éducation accroît la réussite des élèves, dans les pays de l’Europe de l’Ouest et du Nord, ce n’est pas le cas. Les deux données ne sont pas corrélées statistiquement. Ainsi la France est 25è au classement mondial PISA en maths, 26è en sciences et 21è en lecture. Le tout alors que les dépenses par élèves y atteignent 6764 euros par an. La Belgique, qui est plus économe (6456 euros par élève), obtient des scores PISA nettement meilleurs. Autre exemple, le Luxembourg dépense des fortunes par élève (14.370 euros) et se classe plus bas que la France. L’étude IREF montre que dépenser davantage ne permet pas non plus de réduire le nombre de jeunes en décrochage scolaire -un domaine où la France atteint des résultats dans la moyenne européenne- ni d’accroître le nombre de diplômés du supérieur…

«Ce qui compte pour réussir, ce n’est pas de délier les cordons de la bourse mais d’allouer intelligemment les moyens», souligne-t-on à l’IREF. Ce que la France fait mal. L’Éducation Nationale «ne souffre pas d’un manque de moyens ou d’un nombre trop faible d’enseignants mais d’utilisation défaillante des moyens existants», écrivait déjà la Cour des Comptes dans un rapport de 2013.
Des profs qui gagnent à peine plus que le salaire moyen

Un des points d’achoppement vient du salaire des professeurs. Selon l’OCDE -et l’étude de l’IREF le confirme également-, plus un enseignant est payé, mieux ses élèves réussissent. Certainement car il est davantage motivé. Or dans ce domaine, «la France se situe dans la moyenne basse des pays de l’Europe du Nord et de l’Ouest», note l’IREF. Ainsi, le salaire d’un enseignant français de collège ayant 15 ans d’expérience représente 1,07 fois le salaire moyen, et celui d’un enseignant de lycée 1,08 fois. «En Allemagne, un enseignant de collège avec la même expérience est payé 1,75 fois le salaire moyen, et un enseignant de lycée, 1,89 fois. Aux Pays-Bas, le rapport est de 1,5», précise-t-on à l’IREF. Et ces deux pays obtiennent de bien meilleurs scores à PISA.

Tout en rémunérant mal ses enseignants, la France consacre une part très importante de son budget de l’Éducation au paiement des professeurs (69%, contre 59% aux Pays-Bas et 58% en Allemagne). Pourquoi? Parce que les enseignants français sont très nombreux et travaillent moins d’heures que dans d’autres pays: 18 heures de cours par semaine pour un certifié, 15 pour un agrégé. «Aux Pays-Bas, les professeurs ont un contrat de travail de 40 heures. Car en plus du temps de cours, qui est similaire à celui de l’Hexagone, ils assurent des tâches de suivi des élèves, de relations avec les parents, de coordination, etc.», fait-on remarquer à l’IREF. Il existe certes des dispositifs d’accompagnement en France, mais ils sont mal ciblés et mal organisés, selon la Cour des comptes. Une vraie faille, car ces missions favorisent la réussite des élèves.

Au final, l’IREF classe la France au 12è rang, sur 31 pays européens, pour l’efficacité de ses dépenses d’éducation, c’est-à-dire pour le rapport entre les dépenses et la réussite des élèves. Loin de la Belgique, les Pays-Bas et la Suisse, les trois premiers du classement.

Fuente: http://www.lefigaro.fr/conjoncture/2016/09/08/20002-20160908ARTFIG00023-depenser-plus-dans-l-education-ne-garantit-pas-la-reussite-des-eleves.php

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