Conozca las consecuencias positivas del coronavirus

Redacción: TeleSUR

La gran cantidad de voluntarios chinos en su país, la cooperación de ciudadanos en el extranjero que envían máscaras y otros equipos médicos a China, son algunos aspectos positivos relacionados con el Covid-19.

El Covid-19 reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una pandemia, este viernes ya sobrepasa los 135.000 casos de personas infectadas en 126 países, con unos 5.000 fallecidos a nivel mundial. No obstante, el virus también ha traído consigo algunas consecuencias positivas que vale reconocer.

Disminución de la contaminación

Debido a los protocolos de contención se han reducido las actividades industriales, y a su vez se han disminuído los desplazamientos en vehículos y aviones, lo que ha causado una baja en las emisiones como las de CO2 y dióxido de nitrógeno (NO2) y particulas finas en China, durante los últimos meses, de acuerdo con organismos como la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) y la ONG World Air Quality Index.

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Los animales salvajes temporalmente están a salvo en China

El Parlamento chino reconoció «el grave problema del consumo excesivo de animales salvajes y los grandes peligros ocultos para la salud y la seguridad pública», por lo que prohibió desde el 24 del pasado mes de febrero, la comercialización de dichas especies.

Expertos en salud creen que el brote de Covid-19 podría haberse originado en murciélagos. FOTO: Reuters

De modo que, murciélagos, serpientes, civetas, salamandras, y especialmente, pangolines, una especie que se encuentra en la lista roja de las amenazadas, por ser una de las más cazadas a nivel mundial para su consumo, sobretodo en el sudeste de Asia; entre otros animales, se encuentran provisionalmente protegidos por ser considerados intermediarios en la transmisión del coronavirus.

El pangolín, que es el único mamífero cubierto de escamas que existe, está temporalmente a salvo, por ser considerado un posible transmisor del Covid-19.  FOTO: Reuters

Las medidas de protección han disminuído la gripa en Francia

El seguimiento de las medidas de protección frente al coronavirus, como el hecho de lavarse con frecuencia las manos, ha influenciado en el hecho de que «la actividad gripal está disminuyendo en la mayoría de las regiones de la metrópoli» según la Salud Pública de Francia, dicha reducción representa una noticia positiva considerando que la epidemia de la gripa ocasionó 8.000 fallecidos en esa nación entre los años 2018 y 2019.

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Intención de reducir la dependencia de la producción china

Ante la disminución de los suministros provenientes de China, y otras naciones de Asia, debido a los efectos económicos del Covid-19, especialmente en el caso de las industrias farmacéuticas, varias naciones europeas han considerado «urgente reducir nuestra dependencia de estos países y restablecer nuestra soberanía sanitaria, en especial para los medicamentos indispensables como antibióticos o anti-cancerígenos» según la integrante de la Academia Nacional de Farmacia de Francia, Marie-Christine Belleville.

Esa motivación de la reubicación de las empresas en Europa, generaría más empleos en ese continente y favorecería su economía a largo plazo.

La disminución de los suministros de China hacia países europeos, los ha llevado a replantearse el tema de la producción nacional y las reubicaciones empresariales. FOTO: Bizneo

La promoción de una mejor higiene en los centros educativos

Entre los efectos positivos del coronavirus está  reconocer las deficiencias de productos higiénicos, como papel sanitario y jabón, en las instituciones educativas, así como las fallas en los sistemas de salud de las naciones, para mejorarlas.

Por ejemplo, siguiendo las recomendaciones de la OMS, que ha aconsejado lavarse las las manos con agua y jabón como medida preventiva frente al Covid-19, el ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, ha asegurado que trabajará en conjunto con la Asociación de Alcaldes de Francia (AMF) y las rectorías, para garantizar el suministro del jabón en los establecimientos escolares de ese país.

Esta nueva guía de @UNICEFenEspanol y la @WHO da consejos básicos para prevenir el en las escuelas y proteger a alumnos y maestros de la pandemia: https://www.who.int/es/news-room/detail/10-03-2020-covid-19-ifrc-unicef-and-who-issue-guidance-to-protect-children-and-support-safe-school-operations 

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La unidad ejemplar de China

La construcción de un hospital en diez días, el acatamiento de las medidas de contención en una nación con una cantidad enorme de habitantes, lograr mantener temporalmente a 1.400 millones de personas en casa bajo cuarentena, el caso de una granjera que donó sus ahorros para ayudar a los médicos chinos a combatir el coronavirus, son consecuencias admirables que han tenido que ver con la presencia del virus en esa nación.

La gran cantidad de voluntarios, la cooperación de chinos en el extranjero que envían máscaras y otros equipos médicos a China, también son aspectos positivos relacionados con el Covid-19, que demuestran la unidad, la eficiencia y la autodisciplina de esa nación asiática, y que sirve de ejemplo al mundo entero.

 El coronavirus ha sacado a relucir la eficiencia y autodisciplina China. FOTO: La Vanguardia

 

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/coronavirus-consecuencias-positivas-pandemia-oms-20200313-0028.html

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5 libros que defienden la educación en positivo

Hemos realizado una recopilación de obras con un denominador común: explican largo y tendido qué es la educación en positivo y, además, dan algunas claves para ponerla en práctica, tanto en casa como en clase.

La educación en positivo defiende la necesidad de enseñar con firmeza, pero con amabilidad, transmitiendo mensajes que ayuden a crecer de forma personal y sin culpar al niño o niña de sus fallos. Si quieres conocer más sobre esta técnica de aprendizaje y empezar a ponerla en práctica en el aula o en casa, estos libros pueden servirte de gran ayuda: abordan sus propuestas y ofrecen ideas para ponerla en práctica.

Déjale crecer o tu hijo en vez de un árbol será un bonsái

1Déjale crecer o tu hijo en vez de un árbol será un bonsái

Javier Urra es psicólogo de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y de los Juzgados de Menores de Madrid, además de profesor en la Universidad Complutense. Su experiencia profesional le ha servido tanto para entender el comportamiento de los menores como para sacar conclusiones sobre su educación; ideas que plasma en esta guía. Con ella, demuestra por qué la sobreprotección por parte de las familias es condicionante en que el niño desarrolle comportamientos tiranos en la infancia y llegue a la etapa adulta con inseguridad a la hora de tomar decisiones, así como con un déficit de creatividad.
Autor: Javier Urra. Editorial: La Esfera de los Libros

Cómo educar con firmeza y cariño

2Cómo educar con firmeza y cariño

Jane Nelsen, ideóloga de la disciplina positiva en todo el mundo, ha elaborado una guía para ayudar a los pequeños del hogar a tener autodisciplina, ser responsables y aprender a resolver problemas por sí mismos. De igual modo, invita a familias y educadores  a descubrir cómo salvar las barreras comunicativas, cómo evitar el peligro de los elogios o cómo centrarse en las virtudes y no en los defectos de los niños y niñas. Todo ello basándose en ejemplos de historias reales.
Autora: Jane Nelsen. Editorial: Medici

Educar en el asombro

3Educar en el asombro

Una de las máximas de esta obra es replantear el aprendizaje como un viaje que nace desde el interior de la persona, respetando la inocencia del niño, sus ritmos y su sentido del misterio. Para ello, Catherine L’Ecuyer propone hacerlo a través del juego libre y el contacto con la naturaleza.
Autora: Catherine L’Ecuyer. Editorial: Plataforma Actual

El cerebro del niño

4El cerebro del niño

Los nuevos descubrimientos científicos sobre la construcción del cerebro infantil y su forma de desarrollarse quedan explicados en esta obra escrita por el neuropsiquiatra Daniel J. Siegel y la experta en educación infantil Tine Payne Bryson. Aplicando estos conocimientos al día a día, es posible convertir situaciones de conflicto en oportunidades para ayudar a los más pequeños a ser personas responsables, felices y afectuosas. Para hacerlo, ofrecen una serie de pautas claras y prácticas, así como diferentes herramientas para manejar y entender el comportamiento infantil en varias edades.
Autores: Daniel J. Siegel y Tine Payne Brison. Editorial: Alba

Educar en lenguaje positivo

5Educar en lenguaje positivo

¿Sabías que las palabras tienen más importancia de la que piensas en el día a día y en la vida en general? A partir de esta premisa, el autor propone una serie de recomendaciones y herramientas para hacer del lenguaje el principal protagonista de la educación de los niños. ¿Cómo? Cuidando, primero, todas y cada una de las palabras que se dicen en cualquier situación y aprendiendo a cambiarlas para aprovechar sus posibilidades educativas.
Autor: Luis Castellanos Editorial: Paidós Educación

Fuente del documento: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/libros-educacion-en-positivo/104897.html

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Mar Romera: “Nadie defiende 12 horas de trabajo, pero sí se las exigimos a los niños”

Redacción: El País/20-02-2019

Esta maestra, licenciada en pedagogía y psicopedagogía y experta en inteligencia emocional hace hincapié en la necesidad de transformar la educación con los niños y no para los niños

Mar Romera es una de las grandes y más autorizadas voces españolas por el cambio educativo. Maestra, licenciada en pedagogía y psicopedagogía y experta en inteligencia emocional, preside la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci, cargo que ya explica por sí solo gran parte de su discurso. En La escuela que quiero (Destino), Romera hace hincapié en la necesidad de transformar la educación con los niños y no para los niños. El matiz es importante, porque su apuesta pone al niño en el centro, lo convierte en protagonista. Por ahí, precisamente, empieza la escuela que quiere.

Pregunta. Me ha sorprendido mucho la analogía que haces en el primer capítulo del libro entre educación y dos campos tan dispares como el fútbol o la alta cocina. ¿Qué debe aprender la educación de ellos?

Respuesta. Primero a estar de moda y segundo a considerarse importante. Al final, cuando yo me planteé este paralelismo fue porque vi que cuando hablamos de fútbol da igual los malos resultados que tenga nuestro equipo que siempre tendremos ilusión y esperanza.

P. Lo que es seguro que debe aprender del fútbol es a conseguir una presencia tan brutal en los medios. ¿Qué debe hacer la educación, la escuela, para acaparar esa atención mediática?

R. Entender que cuando hablamos de infancia no estamos hablando de futuro, sino de presente. Ese es el problema por el que la educación no tiene una trascendencia. Cuando hablamos de educación y de infancia nunca esperamos que las medidas y soluciones sean mañana, siempre hablamos de proyectos o programas a medio y largo plazo. Este problema lo arrastran nuestros políticos y todo cambiaría mucho si empezásemos a ver a los niños y niñas como ciudadanos del presente y no del futuro. 

P. “Quizá podría decir en gran medida y desde la metáfora que Hogwarts (la escuela de Harry Potter), es la escuela que quiero”, escribes. Con Hogwarts la atención de los medios estaría garantizada. ¿Qué tiene la escuela creada por la imaginación de J.K. Rowling?

R. Te hago una pregunta si has leído los libros o has visto alguna de las pelis: ¿Quiénes son los protagonistas?

P. Los niños, claro.

R. Vale, pues esa es la escuela que quiero. Solo eso: un espacio donde los protagonistas sean los niños.

P. Y hoy están lejos de serlo.

R. Cuando hablamos de currículos o de pactos por la educación, los protagonistas nunca son los niños. Hablamos de evaluación, de las pruebas externas, de PISA. ¿Pero queremos hablar de los niños? No vamos a arreglar nada si no les damos el protagonismo a ellos.

P. Hay quien a ese dar protagonismo a los niños lo llama sobreprotección o consentimiento.

R. No estoy hablando de permisividad, de sobreprotección, de capricho. Absolutamente lo contrario. Es que no tenemos en cuenta a los niños porque los vemos como ciudadanos del futuro que no son rentables hoy. Así que como hoy ellos no tienen tarjeta de crédito y no pagan, no me interesan. Como tampoco votan, no me interesan. Todo sería totalmente diferente si el protagonista del sistema fuese el niño. El niño tiene derecho a participar en los aspectos que la afectan, a existir como persona, no como proyecto de persona.

P. “La escuela que quiero es una escuela CON la infancia y no PARA la infancia”, escribes precisamente.

R. En esta sociedad rápida, de consumo y neoliberal en la que jugamos, todas las estructuras que han entendido que la infancia puede ser un gran sector de consumo se han puesto a diseñar para ellos. Te voy a poner un ejemplo, las estanterías con chuches que suele haber en las cajas de los supermercados: ¿las hemos colocado ahí CON los niños o PARA los niños? Yo creo que está bastante claro. Pues ahora llevemos este ejemplo tan de simple a la escuela. Cuándo hablamos del modelo de evaluación, de las asignaturas, de horarios, de pruebas externas, ¿lo hacemos PARA la infancia o CON la infancia? Siempre lo hacemos para ellos como elemento último de la cadena de consumo, pero nunca los tenemos en cuenta.

P. Los horarios que has mencionado son un gran ejemplo de ello.

R. Exacto. Hablamos de la conciliación de la vida familiar y en función de esta solicitamos a los centros educativos que abran más horas, que podamos dejar a un peque a las 7:00 de la mañana y recogerlo a las 19:00 de la tarde. ¿Esto es CON la infancia o PARA la infancia?

P. Desde luego no creo que sea una idea de ellos.

R. Evidentemente. No los tenemos en cuenta. Si yo quiero conciliar la vida familiar, reduzcamos el horario de trabajo de la familia, mejoremos las condiciones laborales, ampliemos la baja de maternidad… Lo que queramos, pero lo que sí es realmente injusto es que un niño entre en el colegio a las 7:00 de la mañana y salga a las 19:00 de la tarde. Ningún ser humano defiende doce horas de trabajo, pero sí se las imponemos a los niños. “Es que juegan”, me dirán algunos. No, no juegan. En el cole no se juega, se ejecutan instrucciones que a veces son lúdicas. Pero no juegan, compiten. Jugar es hacerlo solo o con otros iguales, pero no de forma dirigida.

P. En el libro comparas la educación de tu padre con la tuya, la de tus hijas y la de tu sobrina. Y en esencia pocas cosas han cambiado. Pero sí hay algo diferente: los niños apenas pasan tiempo en la calle. Como comentabas, no juegan. Hay una viñeta en la página 198 muy ilustrativa. “¡Qué suerte tenéis los jóvenes de hoy: ¡todo el mundo es vuestro, es fácil viajar, conocer, saber…!”, le dice el padre al hijo mirando por el balcón. “Yo me conformaría con bajar a la calle”, contesta el pequeño.

R. Es que en vez de llevar a los niños al bosque, a un lugar donde puedan jugar al escondite, donde tengan desniveles para subir y bajar, árboles para escalar y mundo por descubrir, los acabamos llevando a un centro comercial y los metemos en un parque de bolas como si fuesen hámsters. ¡Y claro que los niños se adaptan! ¡Se adaptan a todo! Pero estamos rompiendo su proceso de crecimiento, de creatividad, de construcción, de indagación… Y lo mismo pasa con los parques vallados, con construcciones preestructuradas de columpios que parecen para “bobos”. De verdad que me recuerdan mucho a las jaulas de los hámsters.

P. No potenciamos el juego ni nosotros, ni la escuela.

R. En el cole no se potencia el juego porque nosotros no hacemos otra cosa que exigirle que aumente los idiomas, que introduzca tecnología, robótica, gamificación, informática, ajedrez… ¿Cuándo van a jugar los niños?

P. Entre las cosas que la escuela que quieres debería potenciar está el juego, pero también otras como la autonomía. Siempre me da esa sensación de que en España acostumbramos a llenarnos la boca hablando de autonomía pero no se lo ponemos nada fácil a los niños para ser autónomos…

R. Se lo ponemos imposible. Además, a cualquier tropezón que da un niño en el patio y se hace una rozadura nos falta llamar al Tribunal Superior de Justicia. No te dejo solo, no te suelto, no te dejo hacer… No les dejamos respirar, caerse, equivocarse.

P. Hablas también de la necesidad de aprender a elegir, del trabajo en equipo, del respeto y los valores. ¿Estamos aún lejos de afianzar esos pilares fundamentales de la escuela que quiere Mar Romera?

R. No puedo generalizar. Hay escuelas y profesorado alucinantes, con movimientos espectaculares, que se atreven a mirar de frente a la estructura normativa para tunearla desde los ojos del niño. Y hay coles que son la antítesis. Y sobre todo tengo que decir que lo que hay es un sector del profesorado que de forma individual, casi como francotiradores, están haciendo un trabajo maravilloso.

P. Justo quería acabar la entrevista hablando del profesorado. No dudas en afirmar que todo lo anterior es importante, “pero las personas, el profesorado, es lo imprescindible, lo diferente, lo genial. Si esto está bien, todo lo demás será mejorable, pero la escuela estará bien”. Y añades, como docente que eres, “el alumnado no aprende lo que le enseñamos, nos aprende a nosotros”. ¿Cómo es el profesor de la escuela que quieres?

R. Pues para empezar ese profesor debería tener una formación inicial importante que le haga plantearse si de verdad esta es su profesión o no. El docente del siglo XXI tiene que ser un docente culto, una persona que lee mucho, que domina los medios de comunicación, que va al cine, que escucha música, que va al teatro, que viaja, que prueba todo tipo de comidas… Alguien con una mente abierta y permeable, porque eso es lo que el alumnado tiene que aprender. Y por otra parte tiene que ser alguien que conozca la historia de la pedagogía, de la educación, de los avances científicos en la materia. Hay que formarse mucho psicopedagógicamente, no dejar de estudiar y de prepararse nunca, ya que esta profesión requiere de una transformación y de una evolución personal continua. De la misma manera tiene que ser alguien que crezca en habilidades intrapersonales como el autocontrol, el autoconocimiento, la autodisciplina, la autoevaluación, la reflexión… Todo esto es una parte fundamental en un ser humano que está expuesto a que lo aprendan otros niños para los que va a ser su referente. Y lo mismo con las habilidades de comunicación como la capacidad de escucha, de mediación, de resolución de conflictos, de resiliencia… todo aquello que le lleva a ser un agente transformador del núcleo social en el que trabaja. La escuela del siglo XXI, y el profesor del siglo XXI, no es la que enseña, sino la que aprende, la que escucha, la que respeta y la que permite que los niños y niñas sean agentes de cambio en el futuro.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/02/15/mamas_papas/1550227101_096010.html

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