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La vivencia compartida del arte

Por: ABC

María Ruiz de Loizaga Martín, profesora del departamento de Humanidades de la Universidad CEU San Pablo, explica en este artículo cómo los detalles que a los pequeños nunca les pasan desapercibidos «nos enseñan a mirar con su mirada»

Al entrar en una iglesia bizantina, en una catedral gótica o en la Sagrada Familia de Gaudí todos sentimos admiración. La belleza no entiende de edades. Las teselas de los mosaicos, los reflejos lumínicos de las vidrieras o las columnas arborescentes maravillan a niños, padres y abuelos y atestiguan que la belleza no caduca. Las obras pueden haber sido creadas hace siglos o hace tan solo unas décadas, todas ellas reflejan que la verdadera belleza es eterna y sigue apelando al hombre de hoy.

La belleza eleva. La contemplación de una obra de arte te invita a profundizar en esa parte de ti que persigue la trascendencia, cuyo desvelamiento sigue a la identificación de la belleza con el bien y la verdad.

La obra penetra en la realidad. Romano Guardini, en este sentido, subrayaba que el artista no capta la realidad simplemente tal y como se presenta, “sino contemplando su esencia desde su presencia”.

La belleza nos cuestiona. ¿Por qué representaron racimos de uvas y todos esos animales?, nos preguntan los niños, mientras señalan algunos de los motivos que configuran el rico repertorio temático de los muros de Quintanilla de las Viñas. ¿Por qué los ángeles aparecen tocando tantos instrumentos?, se cuestionan en el Prado, ante la Anunciación del Greco. ¿Por qué se representa una vaca volando? Curiosos, esperan nuestra respuesta, mientras contemplan una de las obras de Chagall en el Thyssen. Esos detalles que a los pequeños nunca pasan desapercibidos nos enseñan a mirar con su mirada. Resaltan, desde la observación de lo concreto, la variedad de niveles desde los que nos habla una obra de arte.

La belleza intensifica el encuentro. Frente a los estímulos causantes de constantes distracciones, la belleza requiere serenidad y cierto recogimiento para permitir que el mensaje que transmite la obra de arte se revele con nitidez. Necesitamos detenernos para dirigir nuestros sentidos hacia aquello objeto de nuestra atención. El arte cruza la frontera entre el yo y el otro. Todos miramos hacia el mismo punto, hacia esa obra de arte. Miramos hacia la misma dirección. En familia se intensifica esta vivencia compartida.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-vivencia-compartida-arte-202206050210_noticia.html

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Entrevista a Joaquín Ortega: “La crianza consciente es una crianza a favor de la familia”

Por: Laura Román

Para Joaquín Ortega, la crianza consciente forma parte de la ‘edad invisible’, el primer periodo vital de los niños hasta los tres años de edad y que revela elementos cruciales para el crecimiento de los niños. Pero, ¿por qué tiene que ser esta edad ‘invisible’? Nos lo cuenta en esta entrevista.

La llegada de un nuevo miembro a la familia siempre conlleva grandes cambios para los adultos. Y así lo analiza el educador  y escritor Joaquín Ortega en su libro ‘La edad invisible. Crianza consciente en la primera infancia’ poniendo especial atención a la etapa comprendida entre los cero y los tres años de edad.

Pregunta: Afirma que la ‘edad invisible’ es esa etapa que abarca los tres primeros años de vida. ¿Invisible para los niños o para las familias? ¿Por qué razón ocurre?

Respuesta: La llamo la ‘edad invisible’ porque comprende tres años de adaptación vertiginosa y esa intensidad es la responsable de que, en ocasiones, esta etapa pase desapercibida. Las familias actuales viven una realidad que se desenvuelve a una velocidad frenética y se ven sometidas a muchas presiones. Estas presiones tienen una vertiente tanto externa, por exigencias profesionales y sociales, como interna, por las propias expectativas que tienen las familias, tanto de ellos mismos como padres como del bebé en su figura de niño ideal en que esperan que se transforme. Esto acelera el ritmo en el que se desarrolla la crianza, y evita la calma y serenidad que preceden al verdadero disfrute que puede obtenerse en esta etapa.

P: Dicho concepto lo relaciona con la crianza consciente, ¿en qué consiste?

R: Es a la vez un viaje y un ejercicio de introspección, es tomar la decisión de detenernos a considerar el cambio que supone incorporar un nuevo miembro a nuestra familia. En un ritmo vertiginoso y pese al sacrificio y la entrega de las familias, se pierden de vista en ocasiones las necesidades de los más pequeños porque les incorporamos a nuestro propio ritmo de vida, a nuestra prisa.
crianza

P: ¿Cuáles son los pasos que seguir para que ese periodo no pase por alto?

·         Observación. Estos años pasan desapercibidos porque nos olvidamos de observar a los bebés mientras juegan, mientras se relacionan con el mundo. Prestar atención a sus frustraciones sin facilitarles el éxito ni evitar el fracaso, comprobar su reacción frente a los estímulos, entender sus ritmos… Observar para conocer quién es el niño o niña que tenemos a nuestro lado, sin proyectar en él o ella los deseos que tenemos todos para nuestro hijo o hija ideal.

·         Acompañamiento. Es estar a su lado sin intervenir. No significa atender todos sus deseos tan pronto los expresan, sino descubrir sus necesidades y satisfacerlas para que se sientan queridos y seguros, dentro de unos ritmos y límites sanos y acordes con la familia a la que pertenecen.

·         Juego libre. El juego es la clave, la herramienta fundamental para entender y acompañar a los niños y niñas entre 0 y 7 años. Un juego libre, a través del cual empezarán a relacionarse con el mundo y con las personas que les rodean, pero no por ello caótico, sino acorde a sus aptitudes y habilidades, a sus ritmos.

«La ‘edad invisible’ comprende tres años de adaptación vertiginosa y esa intensidad es la responsable de que, en ocasiones, esta etapa pase desapercibida»

P: Habla de ‘ajuste’ cuando las familias y los educadores tienen que entender y adaptarse a las necesidades de los niños en la primera infancia. ¿Cuál sería el ‘ajuste educativo’ correcto para estas edades?

R: Las necesidades básicas de un niño son: alimentarse de forma saludable, descansar el tiempo necesario, estar y sentirse limpio, disfrutar de un entorno seguro (en lo físico y en lo emocional) y jugar. De este modo, la calidad en los alimentos es directamente proporcional a la calidad del combustible que necesitan nuestros hijos. Pero no sólo es importante lo que comen – apostando siempre por la calidad y la variedad – sino cómo lo comen, por eso, es importante transmitir valores relacionados con los tiempos dedicados a la comida.

El descanso es un punto de fricción en las familias, dado que es muy difícil poner en común los horarios de los adultos con los de los más pequeños, y ahí es donde entra el trabajo de gestión de tiempos, la previsión por parte de los adultos. Pero en esta tarea no están solos: es función de los educadores acompañar a las familias en este proceso y ayudarles en la coordinación y adaptación de todos los miembros de la familia a un nuevo ritmo común.

En el equilibrio niño-adulto está el cuidado: el niño tiene que pasar de momentos en que está sucio a que luego el adulto le asista a limpiarse, generando entonces el entendimiento de la existencia de un proceso en el que el niño puede ensuciarse porque luego el adulto le ayudará en el aseo.

Y jugar, jugar y jugar. El juego es así de importante porque es el trabajo de los niños y niñas. Los niños que juegan crecen en autoestima, calma, habilidad, felicidad, en la fortaleza de su propio físico. Para ellos todo lo que hay es el juego, con la ventaja añadida de que cada minuto que están jugando están creciendo, se están desarrollando.

P: ¿Es necesario que los niños hasta los tres años tengan una rutina? ¿Cuál es su función?

R: Los ritmos, adecuados al momento en que esté el niño o niña le dan seguridad, pero en esta búsqueda del ritmo no debemos olvidar la observación a la necesidad del momento y atenderla. ¿Cómo saber en qué momento está nuestro hijo o hija y qué ritmo necesita? Mediante nuestra atención, observación, escucha y estableciendo unos límites coherentes, firmes y, por supuesto, en los que nosotros creamos.

crianza familia

P: ¿Cuáles son los aspectos emocionales que hay que cuidar en esta, ‘edad invisible’?

R: Estos primeros años sientan las bases de la relación con nuestros hijos e hijas. Dentro de sus necesidades básicas está la seguridad y el amor; con nuestra entrega podemos atender su salud emocional y cultivar una relación sólida mediante:

  • La prioridad por el cuidado. En estos primeros años de vida es fundamental el sueño, la alimentación, la higiene; lo son ahora y lo serán el resto de la vida. Darles la importancia que tienen, y sobre todo hacerlo con amor, ayudará a crear unos hábitos y entornos saludables.
  • La comunicación. En un principio será fundamentalmente no verbal por su parte, por la nuestra hay que intentar comunicarnos con ellos de forma sincera, tanto en lo que decimos como en la coherencia entre lo que decimos verbalmente y lo que comunicamos con nuestros gestos. Además, hay que intentar comunicarnos siempre desde el respeto.
  • Comprensión. Intentar ponernos en su lugar, comprender dónde y cómo está el niño o niña. Podemos no compartir o no estar de acuerdo, pero hay que intentar tener presente que, para él o ella, en su situación, en el momento que está viviendo, es algo importante.
  • Confianza. En el niño, en su capacidad, en lo que nos transmite; estar ahí para lo que necesite demostrando que puede confiar en nosotros. Confianza también en nosotros mismos, en lo que hacemos y queremos para nuestro hijo o hija.

P: ¿Podría darnos tres consejos o prácticas educativas para las familias con hijos de 0 a 3 años?

R:  Ritmos. Cada familia tiene un ritmo, que es el correcto siempre y cuando esté en línea con la esencia de cada uno de sus miembros, con quiénes son y no con las exigencias ni las expectativas que reciben. Saber adaptarse a los ritmos de un nuevo miembro en la familia sin perder estos ritmos propios.

Belleza. Una práctica indispensable es la diversión. Siento que es esencial divertirse mucho en familia. Si los adultos conseguimos pasarlo bien mientras acompañamos a nuestros hijos en actividades como las comidas, el juego, el aseo…, entonces los niños se divertirán con nosotros. El amor en familia se alcanza en los momentos más insospechados, disfrutemos de la belleza de compartir los actos y momentos sencillos.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/joaquin-ortega-crianza-consciente-es-crianza-a-favor-familia/

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Toda la verdad sobre El Principito… o casi

Redacción: Clarín

Las principitas, de Nicolás Herzog y Lina Vargas, recupera la historia, un poco cierta y otro poco mito popular, que sitúa los orígenes de El principito en las afueras de Concordia.

El libro Las principitas, de Nicolás Herzog y Lina Vargas, recupera la historia un poco cierta, otro tanto mito popular, que sitúa los orígenes de El principito en las afueras de Concordia, ciudad entrerriana donde su autor, el francés Antoine de Saint-Exupéry, tuvo que aterrizar forzosamente en los años 30, debido a un desperfecto en el monoplano que piloteaba.

La historia dice que un día entre diciembre de 1929 y enero de 1930 el Latecoere que volaba Saint-Exupéry se averió, el piloto bajó de emergencia en el campo que veía debajo, una rueda del avión pisó una vizcachera y, mientras repasaba el alcance del daño, las risas de unas chicas, que se burlaban de él en su lengua, lo sacaron del trance: eran Susana y Edda Fuchs, las hermanas de 12 y 18 años que nutrirían el imaginario de uno de los libros más leídos de la literatura universal.

La tapa del libro de Antoine de Saint- Exupéry.

La tapa del libro de Antoine de Saint- Exupéry.

Susana y Edda, sorprendidas de que el escritor y piloto las entendiera, fueron a pedir ayuda y fue su padre, Monsieur Fuchs, quien llevó al aviador al castillo de San Carlos, el palacete gastado donde vivía la familia en un recodo agreste del Salto Chico del río Uruguay, la casa que lo llevaría de regreso a la tierra de su infancia en Saint Maurice de Rémens, adonde encontró el reparo que nueve años más tarde le dio sustancia a «Oasis», el quinto capítulo de su novela Tierra de hombres.

La publicación del sello Ariel es una secuela del filme Vuelo nocturno, híbrido entre documental y ficción dirigido por Nicolás Herzog (Santa Fe, 1979), que recupera la historia, sacada del ámbito de la anécdota familiar por Elsa Aparicio Pico en 1953, profesora y traductora del francés amiga de la familia que comenzó a investigar y fue la primera en relacionar a El Principito con la visita que el aviador y escritor había hecho a los Fuchs.

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Si ahí el cineasta da cuenta de la atracción de Saint-Exupéry por esas jóvenes y su vínculo con los animales y el cosmos (cabalgaban, pescaban, hablaban con alimañas, habían amaestrado a un zorro), también habla del imaginario de una comunidad que en la tradición oral prefiere llamarlas niñas y elucubrar romances con un desconocido de 29 años que llega a su casa.

«Hay algo que tiene que ver con el mito que se forjó en torno al lugar, la trama social que fue atravesando generaciones, siempre con muy poca documentación. Concordia es una ciudad bipolar, patriarcal y misógina, con un núcleo duro que pivotea entre lo intelectual, lo burgués y la cuna del peronismo entrerriano. Algo aquí discurre de otra manera y me interesaba captar ese tono en la construcción de sus mitos», dice Herzog.

Antoine de Saint Exupery, autor de El principito, sus misteriosos días en la Argentina.

Antoine de Saint Exupery, autor de El principito, sus misteriosos días en la Argentina.

En el libro, Lina Vargas (Bogotá, 1985) amplía ese registro: desarrolla la infancia de Antoine Jean Baptiste Marie Roger (1900-1944), verdadero nombre de Saint-Exupéry, su amor por la aviación, la misión que se autoimpone de intercomunicar al mundo como un puente cuando comienza a volar para la Aeropostal trazando rutas por África y Sudamérica, su vínculo con la muerte y la historia del mítico castillo, hoy parte de un Parque Nacional.

«En la infancia de Saint-Exupéry germina toda su obra. La visita al castillo de San Carlos, en medio de la naturaleza, le evoca ese periodo que compartió con sus hermanos de juegos y creatividad constante: dibujaban, escribían, el Rey Sol, su apodo de niño, hacía poemas y despertaba a la familia para leérselos, hacían obras de teatro, inventaban aparatos, les gustaba la música», repasa Vargas.

Por eso, advierte, «no reivindico a Susana y Edda como musas estáticas, calladas, sino como chicas que tenían voz con los adultos, opinaban en la mesa, eso no era común en la época, y que conectaron al autor con esa sensación de libertad y bienestar que también era común en su familia».

Antoine de Saint Exupery pasó misteriosos días en la Argentina.

Antoine de Saint Exupery pasó misteriosos días en la Argentina.

Mas allá de la relación con los Fuchs, está también la leyenda del Castillo, la casona Luis XV de 27 habitaciones con terraza al río, pisos de mármol, cortinas de terciopelo y portón enorme de hierro macizo que terminó de construirse en 1888 a instancias de Édouard de Machy, joven que dilapidaba la fortuna de su padre banquero en fiestas fastuosas y proyectos engañosos y que desapareció sin dejar rastro cuatro años después.

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El libro descubre asimismo «una línea matriarcal compuesta por mujeres fuertes y autónomas«, señala Vargas: Marie Suzanne Valon, madame Fuchs, «jugaba al golf (lo hizo hasta los 75 años), manejaba y a veces, cuando el auto no arrancaba, apartaba al marido y se ponía al volante. Cabalgaba, fumaba, bebía whisky, tuvo su bautismo aéreo. Fue por su deseo de aventura que el matrimonio dejó Francia y se instaló en San Carlos en 1908, amaba la naturaleza y le transmitió eso a sus hijos».

Restauran el departamento donde vivió Saint Exupéry entre 1929 y 1931 en la Galería Guemes.

Restauran el departamento donde vivió Saint Exupéry entre 1929 y 1931 en la Galería Guemes.

«Finalmente está su vínculo con la muerte», señala. Cuarentón y con dolores físicos por los accidentes aéreos que había sufrido, Saint-Exupéry publica Piloto de guerra (1942), una de las caras de la moneda que completa El Principito (1943).

Y como el personaje que deja que la serpiente le inocule su veneno para poder volver a su asteroide, el oasis infantil, Saint Exúpery deja Nueva York adonde se había mudado, discrepando con la política de resistencia antinazi de De Gaulle y retorna al escuadrón aliado de reconocimiento. Finalmente desaparece, sobrevolando el mar Tirreno, el 30 de julio de 1944.

Fuente: https://www.clarin.com/cultura/toda-verdad-principito_0_EoaHuNDag.html

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Watanabe, la modelo curvy que transforma el estereotipo de las mujeres japonesas

04 de Febrero 2018/Fuente: telva/Autor: María Gómez

El mundo de la moda atraviesa un momento de cambio, y cada vez más firmas se unen a la batalla por la diversidad, especialmente lanzada desde el mundo curvy. La última en sumarse a esta causa ha sido la firma de moda americana GAP, que se ha unido a la causa del movimiento body positive con una nueva campaña en la que podemos ver personas de todo tipo de culturas y cuerpos.

Gracias a las redes sociales, las famosas y las influencers, la sociedad se ha sumado a la tendencia de publicar fotos sin retocar y mostrándose tal cual son. Estos son algunos de los ejemplos que nos ayudan a potenciar el movimiento que promueve aceptar tu cuerpo y valorarlo tal y como es.

Hace unos años, el «ideal de belleza» de una mujer tenía las medidas 90-60-90.El mundo de la moda y la publicidad ha prolongado este pensamiento e incluso redes sociales como Instagram y Snapchat han contribuido a dañar la autoestima de los que ven cuerpos perfectos a diario. Y ahora, curiosamente, son las mismas redes sociales las que han impulsado una nueva tendencia que reivindica el cuerpo tal como es: el llama Body Positive. Esta filosofía de vida va más allá de las tallas XL, y pretende que las personas adopten actitudes más positivas hacia sus cuerpos. Modelos curvys como Bree Warren o Ashley Graham, a las que hemos entrevistado en TELVA, luchan por este movimiento y aceptación.

La marca GAP ha lanzado una línea llamada Logo Remix, que incluye el logo característico de la marca en todas las prendas.

Ha elegido como imagen a la japonesa más de moda del momento en Instagram, Naomi Watanabe, que tiene más de 7 millones de seguidores, junto con Maya Jama, Connor Franta, SZA y Sabrina Claudio, entre otros influencers, para moverse y posar con el lema de la marca. Naomi utiliza sus coletas trenzadas fácilmente identificables para la sesión fotográfica.

A ella le encanta la cultura japonesa, la educación de su país y lo que la mujer representa, pero también quiere cambiar el estereotipo para que la sociedad piense en las personas por cómo son y no por el lugar de donde proceden.

Este cambio de mentalidad se hace patente con ejemplos como el que protagoniza la modelo curvy Naomi, que contribuyen a hacer que la moda esté a disposición de todos. Marcas como Oysho o Nike ya han lanzado también campañas sobre sus nuevas líneas plus size, revolucionando los estereotipos de las modelos de forma notoria.

Fuente de la noticia: http://www.telva.com/moda/noticias/2018/02/01/5a72f075468aeb92018b466d.html

Fuente de la imagen: http://e00-telva.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2018/02/01/15174883124147.j

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Cuando la belleza significa tener la piel blanca

Por: Helene Cooper

Semiratu Zakaru me explicaba bajo el sol ardiente de esta ciudad por qué en Ghana la nueva prohibición en contra de algunas cremas para aclarar la piel no va a funcionar; de pronto uno de sus amigos, Desmod Kwamina Odonkor, se acercó e interrumpió nuestra conversación, lleno de confianza y actitud juguetona.

“Tienes que dejar de blanquearte”, dijo a media voz. Después le guiñó un ojo y se alejó.

Semiratu, una peluquera de 23 años, volteó los ojos. Ese consejo, en su opinión, no era válido por la simple razón de que “todas sus novias son de piel clara”. Ella no iba a dejar de utilizar la crema Viva White ni la loción Clinic Clear que había, a lo largo del último año, aclarado varias tonalidades de su piel color chocolate con leche.

Aquí, en el oeste africano, el corazón de la industria multimillonaria de productos para aclarar la piel, hay mensajes contradictorios. Ahora, a las mujeres les dicen que está mal e incluso que es ilegal blanquearse la piel. Al mismo tiempo, están inundadas de mensajes —y ni siquiera son subliminales— que les dicen que ser blancas es hermoso.

Algunos cálculos muestran que el porcentaje de mujeres en África occidental que utilizan crema blanqueadora puede llegar al 70 por ciento; las autoridades dicen que están preocupadas de que pueda haber un alza repentina de cáncer de piel porque estos productos atacan al protector natural de la piel.

Sin embargo, la prohibición en Ghana no ha llegado al punto de eliminar los innumerables anuncios sobre cómo obtener una piel “perfectamente blanca”. Tampoco han desaparecido las cremas de las tiendas.

Aquí, en el mercado Makola, muchísimos puestos tienen las paredes llenas de pociones para aclarar la piel. Están el Ultra Fair Super Whitenizer de Caring Chemistry, que promete “acción blanqueadora restaurativa ultrarrápida”, y la Grace White Loción Corporal de Doble Acción 100 % Blanqueadora de Grace White Cosmetique, que incluso muestra fotografías del antes y después: las fotos del “antes” muestran un par de piernas morenas claras, cruzadas, mientras que la foto del “después” muestra piernas blancas.

Sin duda los hombres no han abandonado la búsqueda de mujeres de piel clara. La mayoría no lo dice. Sin embargo, por mucho tiempo la situación africana es que mientras más alto en la escala social está el hombre, es más probable que su esposa o novia tenga piel clara. Solo haga una búsqueda de imágenes en Google sobre “esposas de presidentes africanos” (se puede sustituir por “jugadores profesionales de fútbol” y “hombres de negocios exitosos”).

En Accra, una representante del gobierno autorizada para hablar con los reporteros acerca de la prohibición causó burla entre los camarógrafos, pues decían que su propia piel estaba aclarada artificialmente.

Poco después, el jefe de la oficina del gobierno de Ghana encargado de imponer la prohibición, expresó alivio de que su hija de tres años no tuviera la piel tan oscura como la suya. “Por suerte”, dijo Emmanuel Nkrumah, “ella es más clara que yo”.

Nkrumah simplemente expresó su deseo de que su hija no se tope con el racismo que él ha sufrido y capturó el conflicto inherente que las autoridades de Ghana tratan de evitar. Prohíben los productos que le dan a las mujeres piel más clara (aunque nadie cree que la prohibición vaya a funcionar) sin prohibir el mensaje social que les dice a las mujeres que deben tener la piel más clara.

Al salir de la oficina de Nkrumah después de nuestra entrevista, mis dos colegas y yo seguíamos hablando sobre la expresión “por suerte”.

“No puedo creer que haya dicho ‘Por suerte’”, le dije a Eugenia Tenkorang, una mujer de Ghana que me acompañó a la entrevista.

“Por suerte” porque su hija tenía menos posibilidades de que le dijeran que es muy oscura para ser hermosa. “Por suerte” porque su hija no verá los anuncios en Accra y se preguntará por qué ninguna de las modelos se parece a ella. La frase “por suerte” de Nkrumah fue el reconocimiento de una situación real sin el filtro de lo políticamente correcto.

La situación nos quedó clara a Eugenia y a mí.

Junto con la fotógrafa Jane Hahn, nos autonombramos el “escuadrón deslavado” pues nuestros entrevistados insistían en redirigir el asunto hacia nosotros y hablar de nuestros propios tonos de piel. Jane, una estadounidense de ascendencia coreana, vive en Senegal, así que está mucho más bronceada que las mujeres coreanas de Seúl, quienes también usan blanqueadores. Sin embargo, en África occidental se le considera blanca.

Por mi parte, nací en Liberia, pero soy descendiente de esclavos estadounidenses que colonizaron el país en 1822 y que se mezclaron, en algún momento u otro, con estadounidenses blancos, así que soy más como un café con leche, lo que me sitúa como de piel clara bajo los estándares africanos. Eugenia, de Larthe, en la región este de Ghana, tiene una complexión color chocolate muy oscuro. Y es muy atractiva.

“Cuando tuve una mujer blanca aquí como secretaria, la gente venía a mi oficina todo el tiempo”, nos dijo el Dr. Edmund Nminyem Delle, un dermatólogo que durante tres décadas ha hecho campaña en contra de los blanqueadores de piel. Igual reconoció que las mujeres se sienten presionadas a blanquearse. “Ella era mestiza. Me quería casar con ella”. Terminó por casarse con otra mujer morena clara y dice que sus hijos, uno oscuro y otro claro, prefieren mujeres de piel clara.

“Por favor, discúlpenme por lo que voy a decir”, Nkrumah, el servidor público, le dice a Eugenia durante la entrevista, antes de señalar hacia Jane y hacia mí. “Pero si le preguntas a diez hombres, te darás cuenta de que solo dos de ellos dirán que eres más atractiva que estas dos señoritas”.

Eugenia, que no se aclara la piel, demuestra un gran sentido de autoconfianza. “Los veo”, dice, al referirse a todos los anuncios y los mensajes. “¿Que si me molestan? No. He aprendido a quererme”.

En Estados Unidos, la elección de Donald Trump (quien ganó en gran medida gracias al electorado blanco) ha puesto nerviosos a muchos, pues reaviva las dudas sobre cuál es el papel que tiene el color de piel en la vida diaria.

La ganadora del Nobel de Literatura Toni Morrison, en un ensayo publicado en la revista New Yorker llamado Duelo por la blancura, que escribió después de que Trump fue electo, explora los viejos prejuicios incluso entre los estadounidenses acerca de que ser blanco es mejor. Por ejemplo, Morrison escribió sobre las cosas que damos por hecho y que acompañan al ser blanco, como la “confianza de que no te estarán vigilando en una tienda” para que no robes.

También la gente se blanquea en Asia; las cremas y lociones son tan comunes en las farmacias de Seúl como las sombras de ojos. Lo hacen en Europa, a pesar de las restricciones a la venta de hidroquinona. Puedes entrar a cualquier salón de belleza para negros en Londres y encontrarás cremas y lociones blanqueadoras.

Pero ¿en África? Si no puedes tener la piel oscura en África, ¿entonces dónde?

Semiratu Zakaru, con su hijo en Accra, se ha aclarado la piel durante algunos meses.CreditJane Hahn para The New York Times

El “porqué” data de varias centurias y revela los efectos de la colonización que aún perduran. Cuando los europeos colonizaron África, trajeron la vieja creencia de que eran una raza superior y establecieron la estructura de clases que existe aún hoy, 50 años después de que los países africanos recuperaron su independencia.

En muchos países de África occidental, en lo más alto de esa estructura clasista están los blancos migrantes, ya sean diplomáticos europeos que viven en barrios caros, los miembros de la embajada de Estados Unidos que viven en sus complejos residenciales amurallados o los mercaderes libaneses en sus tiendas de electrónicos.

En la jerarquía le sigue la gente mestiza. Los colonialistas europeos que vinieron a África y se mezclaron con africanos tuvieron descendencia mestiza, que fue entonces considerada como una clase superior a los africanos de raza pura. El sistema apartheid de Sudáfrica llegó al grado de consagrar legalmente a la gente mestiza, llamados coloureds.

No solo las mujeres se abalanzan sobre las cremas blanqueadoras. Braimah Kamoko, el boxeador de peso completo de Accra, mejor conocido como Bukom Banku, generó una gran controversia este año cuando le confirmó a los reporteros lo que todos podían ver: que obviamente se estaba aclarando el color natural de su piel. Kamoko, en pocos meses, cambió de marrón oscuro a un bronceado amarillento, gracias a, según dijo, crema blanqueadora.

“Me estoy blanqueando la piel porque cuando John Mahama gane las elecciones de 2016, me nombrará embajador en Alemania”, dijo Kamoko en Radio Gold, al hacer referencia al presidente de Ghana. Tener la piel más clara, dijo, le permitirá a la “gente alemana darse cuenta de que ellos y Bukom Banku” son uno mismo.

Kamoko fue objeto de escarnio público por su declaración y cuando Eugenia, Jane y yo lo localizamos cerca de su casa en el barrio Jamestown, al parecer había dejado de blanquearse, pues su color era otra vez oscuro. No tenía ganas de hablar. Nos evadió, no sin antes decir que, en su opinión, la prohibición de Ghana no iba a detener a la gente de blanquearse.

En Jamestown, Lydia Neequaye, de 46 años, una vendedora de galletas que comenzó a blanquearse la piel cuando tenía 21 años, dijo que está feliz de que el gobierno haya prohibido las cremas. Su cara está descolorida, con manchas oscuras en algunos lugares y manchas más claras en otros.

Hace unos años dejó de blanquearse cuando se dio cuenta de qué tan descolorida estaba su piel. Después de un tiempo, algunas partes de su piel regresaron a su color original.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/cuando-la-belleza-significa-tener-la-piel-blanca/

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El gran negocio de la belleza

Alba Carosio

Para muchas personas en el mundo, Venezuela es conocida por ser un país de donde provienen frecuentemente las ganadoras de concursos de belleza. Jóvenes venezolanas han ganado siete veces el Miss Universo, apenas una vez menos que Estados Unidos, que es el país creador de esta competencia. La usina en la que se preparan las futuras reinas es la Organización Miss Venezuela. Las misses venezolanas se presentan también, como una especie de Producto Interior Bruto (PIB) del país, un bien exportable vinculado a una nación y una etnia.

En Venezuela el concurso de Miss Venezuela y sus participantes, las “misses” como se las llama popularmente, son un ícono nacional y representan un modelo a imitar. El concurso, que se realiza desde 1955, llegó a convertirse en un gran evento nacional, a partir de los años 80, teniendo su máximo esplendor en los años 90. A partir del cambio social que significó el proceso bolivariano comenzado en 1999 ha perdido algo de su centralidad en la vida nacional, aunque continúa siendo un objetivo de vida para muchas mujeres venezolanas, y desde luego un gran negocio para sus organizadores.

En todo el despliegue que se genera en torno al Miss Venezuela, se mueve dinero, publicidad, eventos, etc. Se trata una franquicia de la empresa de Donald Trump que otorga derechos para mandar una concursante bajo reglas que Miss Universo impone.

La belleza física es una mercancía mas de consumo, creada en sociedades opulentas donde una vez satisfechas las necesidades primarias se impuso la “obligación” de ser bellas según criterios fijados en forma impositiva. Se trasladó al Tercer Mundo creando procesos aberrantes, por las contradicciones que significan que en sociedades con tanta desigualdad se inviertan recursos en banalidades misóginas, que invisibilizan y desvalorizan a las mujeres reales, a las trabajadoras, a las indígenas y todas las otras pobres del mundo. Y además las encierran en los parámetros patriarcales, sometiéndolas a la doble realidad: lucha por la sobrevivencia pero también objeto para los varones, “muñequitas” que aspiran a ratificar el estereotipo femenino de la bonita tonta y superficial.

Sabido es que en Venezuela la búsqueda de un cuerpo ajustado a las preferencias impuestas por la publicidad y el consumo de “misses” ha llevado a la muerte a muchas muchachas pobres, sometidas a cirugías y prácticas estéticas en condiciones de bajo costo e inseguridad. Lo superficial y lo banal, sigue ocupando un lugar destacado impuesto por la civilización hedonista a cualquier precio, que promueve el capitalismo.

Fuente del articulo:  http://www.correodelorinoco.gob.ve/opinion-libre/gran-negocio-belleza-opinion/

Fuente de la imagen: https://pixabay.com/p-1643887/?no_redirect

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Cirugía estética: el cuerpo en disputa

Autor: Sylvia Torres

Nicaragua

Se debe atender cómo funciona la industria de la estética, y exigir los derechos a la salud y a la información completa y veraz sobre su procedimiento
Una joven veinteañera falleció, el pasado 18 de junio, en un hospital privado de esta ciudad capital, horas después de realizarse una cirugía estética. Con la oportunidad de conocer, opinar y juzgar que brindan las redes sociales, la discusión del caso se ha vuelto viral.
Desde el anonimato, personas, como Glenda A. se lamentan del fallecimiento de la joven, pero deploran el que ella, aparentemente, se sometiera a la cirugía para agradar al esposo, según la opinante, “ningún jodido aprecia el esfuerzo de su mujer, no vale la pena”. Otras, acusan al marido de frívolo por haber financiado la cirugía y, en su pesar, reafirmar que su esposa era “bella”.
Tras el fatal desenlace, una tensa discusión se mantiene entre quienes acusan a la fallecida de ser vanidosa, y quienes reclaman la responsabilidad del facultativo.
“El control sobre el cuerpo femenino es uno de los pilares fundamentales del patriarcado. Según tiempo y geografía, este regula en qué espacio se mantiene, qué se muestra, qué se cubre, cómo, cuándo y con quién se reproduce”, indicó Eva Blanco, del Grupo Feminista de León.
El debate sobre esta muerte se inserta en un terreno clave de la confrontación feminismo/patriarcado: el control del cuerpo.
Muchas han criticado la presión social hacia las mujeres para encajar en un modelo de belleza que no coincide con las mujeres reales y cómo ese mandato empuja a muchas a poner en riesgo su salud y su vida. Al mismo tiempo, también defienden la idea de que cada persona decide sobre su cuerpo y puede intervenirlo para alcanzar comodidad con la identidad sexual respectiva.
En este sentido, la feminista Gracia Oro manifiesta, en un ensayo disponible en la web (“Soy feminista y tengo un implante de mamas”), su irritación porque, entre algunos feminismos, “hay un fuerte apoyo al derecho a decidir sobre su vida y lo más importante, su cuerpo, por ejemplo, a practicarse un aborto, pero el quirófano para fines cosméticos es un paso demasiado lejos. ¿No se deberían respetar todas las opciones de las mujeres acerca de la modificación del cuerpo – ya sea que estemos hablando de maquillaje, color de pelo, tatuajes, piercings o sí, incluso, la cirugía estética?, asegura.
A las operaciones de cirugía plástica, otras personas las ubican dentro de las “burkas ideológicas”, una opinión en línea con Fatema Mernissi, desaparecida feminista marroquí, quien escribió en uno sus más famosos libros, El harén de Occidente: “La diferencia básica entre musulmanas y cristianas consiste en que el velo de las segundas es invisible. El ayatolá de las mujeres occidentales es, pues, la anorexia… y su extremismo, la moda… la burka de occidente es la talla”, ha escrito.
Refiriéndose a las cirugías estéticas, Frank Hooker Solano, del Programa Feminista La Corriente, muestra lo paradójico del mandato de ser atractivo, pues “el sistema (patriarcal), que produce y fomenta estereotipos de belleza y vigila a los cuerpos que no encajan en tales estándares, [mientras que a la vez], culpa cruelmente a la joven que murió tras cirugía estética de “provocarse su muerte” por “vanidosa”.
El médico David Páramo, quien ha sido acusado de iatrogenia o mala práctica médica por otros casos, fue acusado días atrás por homicidio involuntario. Páramo, quien que guarda prisión preventiva, se anuncia en revistas de carteleras de cine o redes sociales, y ofrece un catálogo de procedimientos que va desde el aumento de glúteos hasta maquillaje permanente.
El listado ya no incluye agrandamiento de pene, procedimiento que lo hizo “famoso” en 2001, después de que un joven ingresara a un hospital público con piel necrosada en el pene, por causa de un mal implante de grasa, supuesto a mejorar el desempeño viril del paciente.
A pesar de ese escándalo, Páramo continuó ofreciendo toda suerte de procedimientos que van desde la liposucción, el aumento de glúteos, la aplicación de botox, el levantamiento de párpados, de glúteos y abdominoplastia, hasta el maquillaje permanente, con un rango de costos entre los 230 a los 3.200 dólares.
La mayoría de las personas pide un castigo para el médico, ya que, aunque él caracterizó el resultado de la intervención como “una desgracia quirúrgica”, hay otras cinco denuncias en su contra.
Una de ellas es la de Allison Molina, de 26 años, que data de julio de 2014. Precisamente el día de la fatídica cirugía del 18 de junio, ella esperaba al médico en un juzgado local para que Páramo respondiera por mala práctica. El médico le practicó a Molina un aumento de senos que, presuntamente, derivó en una complicación pulmonar, ya que le perforó el tórax y la pleura (el tejido que rodea los pulmones).
“Lo peor de todo es que yo me salvé, pero esta otra mujer no, yo sé lo que es eso, casi muero, y por eso me solidarizo con su familia y voy a mantener mi denuncia”, declaró Molina, públicamente. Ella dijo que desincentivó a otras mujeres de tratarse con Páramo, pero se lamenta de no haber hecho público su caso con anterioridad. La joven agregó que muchas personas tuvieron problemas y no quisieron denunciar por temor a someterse al examen popular.
Sin embargo, desde 2001, el urólogo Jorge Saborío acusó a Páramo de “negligencia médica y falta de profesionalismo”. Según el urólogo, quien salvó la vida y el miembro viril del paciente con las iniciales A.M., el cirujano plástico no comunicó al paciente que desconocía cómo hacer una cirugía de elongación y engrosamiento de pene, y la realizó en condiciones inadecuadas, sin equipos médicos apropiados, medicinas, no antibióticos.
Esta antigua negligencia médica estuvo en los juzgados capitalinos, pero el director de regulación y acreditación del Ministerio de Salud, en ese tiempo Norman Jirón, aseguró que en esta institución no se interpuso ninguna denuncia sobre este caso, quedando Páramo libre de toda responsabilidad.
Por su parte el director Armando Siú director del Colegio de Cirujanos Plásticos, declaró días atrás a un medio televisivo que Páramo tiene una deuda con el Colegio y que este último decidió no aceptarlo en él.
De 55 cirujanos plásticos existentes en el país, solo 35 están colegiados. Cada cirujano realiza por lo menos tres cirugías al mes; las más comunes son la liposucción y el aumento mamario. En 2010, una enfermera anestesióloga fue a la cárcel por la muerte de una paciente, mientras el médico se libró de la condena, con el pago de una indemnización económica a la familia de la víctima.
En medio de esta controversia, el tema no ha sido parte del debate feminista. Pero la docente universitaria Ana Victoria Portocarrero dijo que “hay que profundizar en la reflexión, enfocándose en que “en efecto existe una gran presión hacia las mujeres para que calcemos con estereotipos de belleza determinados, y que esto tiene que ver, sin duda, con elementos patriarcales y raciales que deben cuestionarse. Pero tampoco se puede ver esto únicamente como un acto de vanidad y complacencia genérica, pues no debemos olvidar que la ‘belleza’ constituye para mucha gente, también una suerte de capital que permite obtener trabajos y notoriedad, entre otras cosas”.
Portocarrero también precisó que mujeres y hombres intervienen su cuerpo para sentirse bien con ellas mismas y con el estilo que les define. “El ejercicio, el teñirse el pelo, el hacerse un tatuaje o instalarse una chapa en la nariz son todas modificaciones corporales que se hacen, no necesariamente para agradar a otras personas, sino para sentirse cómodas con cierto estilo”, dijo.
Finalmente, dijo que ella defiende el derecho de las trans, por ejemplo, a “hacer y rehacer sus cuerpos, y ¿por qué no podrían hacerlo las mujeres cisgénero o los mismos hombres?”. Estas últimas son las personas conformes con el género que le fue asignado al nacer.
Lo que se debe atender es cómo funciona la industria alrededor de esos temas, y exigir los derechos a la salud y a la información completa y veraz sobre estos procedimientos, concluyó.
Fuente: http://confidencial.com.ni/cirugia-estetica-cuerpo-disputa/

Sylvia Torres: Columnista en El Confidencial. Nicaragua

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