Mara Dierssen · Neurobióloga: “Los grupos diversos son más creativos y capaces de innovar”

Por bbvaaprendemosjuntos.com

Mara Dierssen

“Si ahora sacásemos un cerebro aquí veríamos una masa gelatinosa. De ahí salen las ideas, las emociones, sale lo que pensamos. Comprender cómo sucede esa especia de la magia es lo que investigamos en mi laboratorio”. Científica, investigadora, profesora universitaria y doctora especializada en Neurobiología, Mara Dierssen ha dedicado su carrera a la investigación científica gracias a la motivación de su padre neurocirujano y la inspiración de Santiago Ramón y Cajal.

Como investigadora del Centro de Regulación Genómica de Barcelona y del programa Genes and Disease (G&D), su principal objetivo es descifrar los genes implicados en enfermedades genéticas complejas y su influencia en los sistemas de memoria y aprendizaje. Se espera que algún día, su laboratorio descubra las claves de la genómica que afectan a la capacidad cognitiva. Mientras tanto, dedica sus esfuerzos no solo a la investigación, sino también a la divulgación científica y se muestra crítica con los estereotipos y la falta de diversidad.

Referente internacional en la investigación de la discapacidad intelectual y Síndrome de Down, el trabajo de Dierssen ha sido recogido en más de 100 publicaciones científicas y galardonado con premios como el Ramón Trias Fargas, Jaime Blanco, Premio Trifermed al Impacto Social de la Salud, o los premios Sisley-Lejeune y el Premio Nacional de Cultura Científica de la Generalitat de Catalunya.


Creando Oportunidades

TRANSCRIPCIÓN

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Mara Dierssen. Buenas tardes, yo soy Mara, Mara Dierssen, y soy neurobióloga. Me dedico a la investigación científica y trabajo en un centro que está en Barcelona y se llama “Centro de Regulación Genómica”, que seguro que os suena a chino, pero en el que hay toda una serie de grupos de investigación que estamos intentando comprender diferentes procesos biológicos. En mi caso, yo soy una enamorada de la neurociencia. Y me pasa desde que era muy pequeña, de hecho. Cuando yo era una niña bastante pequeña me dejaba muy sorprendida el que cuando yo pensaba que se me había ocurrido una idea estupenda, y yo decía: “Qué idea, madre mía”… Bueno, pues resulta que ya se le había ocurrido a alguien y además lo había contado mejor que yo. Y eso me hizo pensar, cómo es posible que, siendo tan diferentes y, seguramente, teniendo vidas tan diferentes, podamos tener ideas tan similares y emociones tan similares. Y mi padre era neurocirujano, y él me empezó a interesar por el cerebro. Me empezó a decir: “Pues eso depende del cerebro humano, de cómo está organizado el cerebro humano”. Así que, gracias a la inspiración de mi padre. pero también de nuestro mayor neurocientífico español, el profesor don Santiago Ramón y Cajal, empecé a pensar que quería dedicarme a la neurociencia y a la investigación científica.
01:58

A partir de ahí en mi laboratorio lo que más nos interesa es cómo aprendemos. Cómo es posible, imagináos, si ahora sacásemos un cerebro aquí, os sacásemos a alguno el cerebro, no lo haremos porque quedaría un poco gore, pero si sacásemos un cerebro veríamos una masa más o menos gelatinosa, y tenéis que pensar que de ahí sale quién sois vosotros. De ahí salen las ideas, salen las emociones, sale lo que pensamos… Y el comprender cómo sucede esa especie de magia es lo que nos interesa en mi laboratorio. Pensad, simplemente, la cantidad de recuerdos que tenéis almacenados. Si ahora os ponéis a acordaros de cuando erais pequeños o de lo que hicisteis el verano pasado, todo eso está ahí. ¿Cómo es posible? ¿Cómo podemos almacenar tal cantidad de información? Pues esas son las cosas que estudiamos en el laboratorio. También intentamos ver cómo, a partir de comprender esos procesos, también podemos mejorar la vida de personas que, por ejemplo, tienen discapacidad intelectual. En mi caso concreto he trabajado durante mucho tiempo en intentar entender por qué las personas con síndrome de Down tienen problemas de memoria de aprendizaje. Pero bueno, como hemos venido hoy a hablar de Educación y Ciencia y creo que tenéis algunas preguntas, pues… venga, adelante.

03:33
Mujer 1. Hola, Mara. Soy profesora y cada vez se cuestiona más la técnica de memorizar en el aprendizaje. ¿Realmente sabemos cómo aprende el cerebro y qué técnicas o estrategias son las más eficaces en el aprendizaje?
03:35
Mara Dierssen. Realmente todavía no sabemos bien qué sucede en el cerebro cuando aprendemos. Tenemos algunas pistas. Es decir, sabemos, por ejemplo, que, efectivamente, el memorizar es importante para el aprendizaje, pero sabemos que hay algunos elementos que tienen que coincidir con esa memorización para que sea útil. Es decir, el dar contexto, la motivación, el que te interese lo que te están enseñando. Es mucho más fácil acordarse de algo que te importa, acordarse de algo que te parece divertido o que te parece interesante o que te sorprende, que de algo que no tiene mayor interés para ti y, de hecho, incluso son cosas que a lo mejor puedes no entender qué sentido tienen. Yo creo que uno de los elementos más importantes en el aprendizaje es, precisamente, el saber motivar, el saber enseñar de forma que sea divertida y que nos parezca divertida. Los científicos estamos todo el rato aprendiendo y estamos todo el día leyendo cosas, pero nos gusta tanto que nos encanta, nos encanta leer artículos que son densísimos, acabar de entenderlos nos parece un reto estupendo. Pero yo creo que el problema que tenemos es que, al final, intentamos mantener un modelo educativo que quizá no es el más adecuado.
05:13

Nuestro modelo educativo sobre todo intenta proporcionar información. Quizá no en los primeros años de colegio, pero después sí, porque tienes que cumplir un programa, cumplir un currículum y eso impide que, en lugar de solamente informar, formemos. Einstein decía que aprender, la educación, no es enseñar las piezas de información, sino es aprender a pensar, y yo creo que eso es muy importante. Entonces, quizá lo que tenemos que hacer es replantearnos qué es la educación, para qué educamos. Para enseñar una serie de informaciones que nos parecen básicas, para transmitirlas. Bueno, eso a lo mejor en época de Aristóteles, en que el conocimiento se duplicaba cada 100 años, pues bien, pero ahora, que se duplica cada dos… pues no sé si tiene mucho sentido. A lo mejor lo que tenemos es que formar mentes críticas que sean capaces de pensar, de replantearse las cosas y de avanzar.

Fuente: https://aprendemosjuntos.elpais.com/especial/los-grupos-diversos-son-mas-creativos-y-capaces-de-innovar-mara-dierssen/

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El cerebro tiene SEXO…

Por. Maribí Pereira

Según la literatura, hombres y mujeres parecen proceder de distintos planetas. Son biológicamente similares, usan las mismas palabras, comparten el mismo espacio geográfico; pero sus códigos de comportamiento, su idioma (lo que quieren expresar con sus palabras) y sus valores existenciales son distintos (Gray, J.”Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus”, 2004).

Por ejemplo, las mujeres critican a los hombres por ser insensibles y descuidados, por no escuchar ni ser afectuosos, mientras que, los hombres critican a las mujeres por su forma de conducir, por mirar los mapas al revés, por su falta de sentido de la orientación… ¿Significa esto que ser de un sexo es mejor que ser del otro?. !En absoluto!, significa que hombres y mujeres somos simplemente diferentes (Pease, A., y Pease, B.”Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas”, 2008)

Todo cerebro empieza como cerebro femenino. Sólo se vuelve masculino ocho semanas después de la concepción (Brizendine, Louan. “El cerebro femenino”, 2010).

El sentido común nos indica que niños y niñas se comportan de modo diferente. Lo vemos cada día en casa, en los juegos y en las clases. Pero lo que la cultura no nos ha dicho es que, en realidad, es el cerebro el que dicta la diferencia de dichas conductas. Los impulsos de los niños son tan innatos que rebotan si nosotros, los adultos, intentamos volverles hacia otra dirección. Por tanto, no hay cerebro unisex. Las chicas nacen dotadas de circuitos femeninos y los chicos nacen dotados de circuitos masculinos. Cuando nacen, sus cerebros son diferentes y son éstos los que dirigen sus impulsos, sus valores y su misma realidad.

Entre los múltiples debates existentes, se ha descubierto a través de imágenes cerebrales, que la primera diferencia científica es que el cerebro del hombre tiene 4% más de neuronas y pesa en promedio 100 gramos más, presentando una mayor conectividad neuronal dentro de los hemisferios, y estableciendo así, un vínculo más fuerte entre la parte delantera (centro de las acciones) y trasera del cerebro (centro de la percepción).

Sin embargo, el cerebro de la mujer tiene un número superior de conexiones dendríticas (terminales de las neuronas) que permiten un mayor grado de conectividad neuronal entre los hemisferios izquierdo (centro de la intuición) y derecho (centro del análisis y procesamiento de información).

Estas diferencias pueden explicar por qué los hombres se destacan en tareas que requieren más procesos locales, como las matemáticas, mientras que las mujeres tienden a sobresalir en integrar y asimilar información.

¡Sí, no es un mito!…las zonas del cerebro destinadas a la actividad sexual son mayores en el cerebro masculino y se ven altamente influenciadas por la mayor cantidad de testosterona, mientras que las destinadas al lenguaje y a la empatía, son superiores en las mujeres

De igual manera, el sistema límbico, encargado de las emociones, también presenta diferencias entre uno y otro sexo, al igual que el lóbulo parietal, relacionado con las destrezas en tareas de tipo espacial, visual y de construcción.

Por otro lado, parece que en situación de estrés, la disminución de la serotonina se asocia en los hombres a un incremento de la agresividad y en las mujeres a un aumento de la depresión, lo que explica la tendencia en mayor o menor medida de trastornos psicológicos clínicos en función del sexo.

Comprender la biología del cerebro femenino y masculino nos puede ayudar a relacionarnos mejor. Una parte importante del conflicto que existe entre las parejas, se debe a las expectativas, poco realistas, derivadas de la incapacidad de comprender las diferencias entre ambos géneros. Y es que, aunque hay rasgos adquiridos con la crianza y las experiencias de vida no cabe duda de que la biología nos predispone hacia ciertas conductas, pensamientos y emociones.

Fuente: https://isepclinic.es/blog/el-cerebro-tiene-sexo/?lang=es

Imagen: images.clarin.com/entremujeres/vida-sana/salud/El_cerebro_no_tiene_sexo_CLAIMA20151201_0247_28.jpg

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