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Frenar la política de muerte del Gobierno de Bolsonaro en Brasil

Por Sergio Ferrari

En Brasil el movimiento feminista –como todo el sector popular– transita una compleja etapa política. Tanto la pandemia como la ofensiva neoliberal y conservadora obligan a los movimientos populares a ser creativos y audaces.

Esta coyuntura implica más violencia, precariedad y sobrecarga de trabajo, afirma Renata Tica Moreno, del portal digital Capire (https://capiremov.org/es/), militante de la Marcha Mundial de Mujeres e integrante de la coordinación nacional brasilera del Colectivo de Comunicadoras.

Capire es una herramienta de comunicación internacionalista que se creó en 2021 en cinco idiomas con el fin de convertirse en un eco de las voces de las mujeres en movimiento y de hacer visibles las luchas y los procesos de organización en los territorios. Su objetivo, reforzar las referencias locales e internacionales del feminismo popular, anticapitalista y antirracista.

Ante la situación tan compleja en Brasil, la principal tarea es “frenar la política de muerte impulsada por el Gobierno de Jair Bolsonaro”, enfatiza la joven militante. Y recuerda que, para el movimiento feminista de su país, las reivindicaciones esenciales son a favor de la autonomía, por la tierra, contra el racismo y contra todas las formas de violencia. Es decir, promover las resistencias cotidianas de las mujeres en cada territorio, así como las prácticas para organizar la vida común y para transformar la economía. Priorizando la siempre imprescindible movilización social.

Tragedia pandémica

La crisis sanitaria obliga a las organizaciones de mujeres a priorizar la defensa de la vida. Brasil es uno de los países del mundo con más decesos por el virus.

La Marcha Mundial de Mujeres (MMM) de Brasil, participa en la distribución de alimentos y de productos de higiene en diferentes regiones. Y promueve activamente la formación y el intercambio de información, incluso sobre el COVID-19 y temas de salud. La catástrofe social es ya una realidad, constata Moreno. Y los componentes de la misma se multiplican: caída del empleo; aumentos de los precios de los productos de la canasta básica; el hambre que se multiplica y la falta de una adecuada asistencia médica y hospitalaria.

Todo esto ante la mirada cómplice del gobierno, principal promotor de esta política de muerte. “Expresa una irresponsabilidad total hacia el pueblo. Subestima la pandemia (“es solo una gripecita”), reduce la asistencia de emergencia, propagandiza la cloroquina, aunque se sabe que no tiene efectos positivos. Y relativiza la importancia de las vacunas. Adicionalmente, y esto es un aspecto gravísimo, promueve la desinformación. Lo que pasó en Manaos a inicios del año fue brutal: el gobierno no hizo nada para asegurar el aprovisionamiento de oxígeno en una de las ciudades del mundo más golpeadas por el COVID-19. Miles de muertes por falta de lo esencial, insiste.

Y esta trágica situación define la acción de las organizaciones feministas en la coyuntura actual del país sudamericano. “Garantizar las condiciones de existencia, al mismo tiempo que articulamos y fortalecemos la resistencia”, subraya Tica Moreno.

Y explica que para el feminismo popular, esto no es nada nuevo, “ya que una de las características de nuestro movimiento es partir de las condiciones de vida y proponer transformaciones estructurales en la sociedad”. Lo que representa el lema de la MMM: cambiar la vida de las mujeres y cambiar el mundo en un solo movimiento.

Por eso, el trabajo y la alimentación están en el centro de “nuestras prácticas y nuestra política”. Las mujeres se ven muy afectadas por el desempleo y el aumento de la pobreza, ya que constituyen la mayoría en los trabajos informales y precarios, en el sector de los servicios. Combinado con el aumento del hambre y la inseguridad alimentaria, que alcanzó a 55 millones de personas el año pasado, todo indica que en Brasil se vive una crisis que se prolongará en el tiempo, especialmente si no se cambia la dirección política del país.

Solidaridad de abajo

Los gestos diarios de solidaridad que se multiplican, constituyen el balance positivo, subraya la militante feminista. Incluyendo las prácticas de agroecología y de economía feminista. Muchos de los productos distribuidos y compartidos provienen de agricultoras familiares que deben enfrentar una situación muy difícil en el campo. Ellas se organizan para producir, también, mascarillas y productos de higiene.

Ante la desinformación como política dominante sobresale la creatividad para mantener y ampliar las diversas formas de comunicación popular. Por ejemplo, las radios comunitarias y las “bicicletas de sonido”, dotadas de pequeños altoparlantes a transistores para multiplicar la información y la orientación sanitarias. Todo en defensa de la gente y su sobrevivencia, lo que es nuestra principal tarea en esta dramática etapa pandémica. “En síntesis, como lo definimos en nuestro colectivo de comunicación, buscamos asegurar las voces feministas para cambiar el mundo”, concluye Tica Moreno.

“Lucha local, proyección internacionalista” 

Las prioridades de la Marcha Mundial de Mujeres de Brasil; los desafíos en cuanto a formación; la siempre activa perspectiva internacionalista, fluyen en el diálogo con la joven dirigente feminista Renata Tica Moreno. 

P: Las mujeres brasileras organizadas ponen una gran importancia en el combate por la alimentación…

 Renata Moreno: En efecto. Las luchas en torno a la alimentación no sólo tienen que ver con el acceso a alimentos de calidad, sino también con las condiciones de producción y las tensiones que enfrenta el campesinado, la-os agricultores familiares y las comunidades quilombolas en sus territorios. Las transnacionales del agronegocio y la contaminación por agrotóxicos y minería se han multiplicado en Brasil en los últimos años. En paralelo, también crecen las formas de apropiación de territorios para asegurar la preservaciódo el medio ambiente. 

P: ¿ Es decir, valorizar los desafíos cotidianos y locales de la gente ante el impacto devastador de la economía globalizada? 

RM: En la Marcha Mundial de las Mujeres/ Brasil, trabajamos con agendas locales y nacionales, pero siempre articuladas a dinámicas internacionales. Estamos organizando, por ejemplo,  un proceso de formación y movilización contra la ratificación del Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y el Mercosur. Con la perspectiva de visiblizar los impactos negativos que tal acuerdo traería en nuestras vidas, trabajo, naturaleza y políticas públicas. Esta iniciativa forma parte de la crítica feminista al poder de las empresas transnacionales y a los instrumentos que actualizan el colonialismo actual. El internacionalismo guía nuestras prácticas y, también, fortalece nuestras luchas. En mayo pasado se dio otro terrible hecho de violencia racista por parte del Estado: la masacre de Jacarezinho, en Río de Janeiro, que provocó 28 muertes. Ocurrió al mismo tiempo que en Colombia la población se movilizaba y se enfrentaba una grave represión y que Palestina fue atacada por Israel. Como Marcha Mundial de Mujeres de Brasil promovimos un diálogo para tratar de analizar los elementos comunes de esas tres situaciones y evaluar las estrategias de denuncia y solidaridad. Convencidas que hacer circular la información sobre esos hechos es, en sí, una primera estrategia, ya que los grandes medios de comunicación ocultan aspectos esenciales. Todas esas luchas hacen parte del feminismo popular. Necesitan articularse para posibilitar la transforación política y económica de Brasil y en todo el mundo.

P: En esta perspectiva, la formación política de los movimientos sociales aparece como esencial…

RM: Sin duda. Esto no es sólo un discurso, sino parte de nuestras prácticas de construcción de movimientos. Un ejemplo es la Escuela Internacional de Organización Feminista Berta Cáceres que la Marcha está organizando en alianza con otros movimientos. Somos 132 mujeres, de 39 países y territorios, que participamos en un proceso de formación virtual que comenzó en abril y continuará hasta julio. En ella estamos construyendo un conocimiento común, basado en nuestras luchas, en la defensa de la naturaleza y los territorios, en la autonomía sobre nuestros cuerpos y sexualidades y en nuestras políticas de democratización del Estado.  Estamos fortaleciendo, además, la Economía Feminista como una propuesta para organizar la sociedad poniendo como prioridad la sostenibilidad de la vida. Cada quince días publicamos en Capire (www.capiremov.org ) una síntesis de los avances de la escuela. La solidaridad y la organización internacional se fortalecen con las luchas feministas y populares, en cada lugar donde las mujeres resisten, se transforman y transforman.

Frenar la política de muerte del Gobierno de Bolsonaro en Brasil

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Llaman en Brasil a acelerar vacunación antiCovid-19 en educación

Prensa Latina
Expertos y parlamentarios pidieron hoy acelerar la vacunación antiCovid-19 de los profesionales de la educación, en una audiencia de la comisión del Senado (CPI) que evalúa las acciones del Gobierno de Brasil ante la pandemia.

Según los participantes en el encuentro interactivo de la CPI, el llamamiento es urgente para no agravar los daños pedagógicos causados por el coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad.

La Agencia Senado indicó que algunos estados comenzaron la vacunación en el sector docente, como Espirito Santo, Maranhão y Sao Paulo, pero en el Programa Nacional de Inmunización la inclusión de este grupo como una prioridad solo se anunció a finales de mayo.

De acuerdo con el director ejecutivo del movimiento Todos por la Educación, Olavo Nogueira Batista Filho, 1,5 millones de profesionales de la educación aún no han sido inmunizados contra el patógeno.

‘Si no tomamos medidas muy enérgicas a muy corto plazo, corremos el riesgo de que el retorno de las clases de verdad no ocurra hasta 2022, un escenario aún más catastrófico’, advirtió Batista Filho.

Al respecto, Ellen Gera de Brito Moura, secretaria de Educación del estado de Piauí (nordeste) y representante del Consejo Nacional de Secretarios de Educación, afirmó que la inoculación acabará con la desconfianza en relación con el regreso de la enseñanza a las aulas.

El presidente de la llamada Comisión Temporaria Covid-19, el senador Confúcio Moura, se comprometió a poner la junta al servicio de la campaña de vacunación.

‘Las audiencias públicas tienen como objetivo fundamentar nuestro trabajo en el Senado. Subamos a inmunizar a los profesores’, defendió Moura.

Por su parte, el congresista Wellington Fagundes, ponente de la comisión, propuso que el colegiado haga una recomendación que lleve al gobierno a priorizar a los profesionales de la educación.

El secretario de Educación Básica del Ministerio de Educación, Mauro Luiz Rabelo, reconoció la gravedad del problema y la responsabilidad de la Unión, los estados, el Distrito Federal, los municipios y la sociedad civil en su conjunto.

‘Estamos discutiendo un programa de retorno. Los retos son inmensos, pero con un trabajo cooperativo minimizaremos los efectos causados por la pandemia’, precisó.

La senadora Kátia Abreu acusó al ministro de Educación, Milton Ribeiro, de hacer poco por la vacunación de los educadores y otros profesionales del sector.

‘Sugiero que el ministro tuviera una mayor presencia ahora. Nunca es tarde para empezar’, remarcó.

En su sexta semana de testimonios, la CPI fue creada para investigar el desempeño del Poder Ejecutivo ante la Covid-19 que hasta la fecha cobró 474 mil 414 muertes y 16 millones 984 mil 218 contagios, y supervisar la aplicación de los recursos federales por parte de los estados y municipios.

https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=454143&SEO=llaman-en-brasil-a-acelerar-vacunacion-anticovid-19-en-educacion

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Brasil: Luego de las manifestaciones, las centrales sindicales deben llamar a la huelga contra Bolsonaro

Por: Izquierda Diario 

El sábado pasado, las calles de las principales ciudades brasileñas fueron tomadas por la juventud y por sectores de trabajadores para manifestarse contra Bolsonaro. Decenas de miles demostraron voluntad de lucha en los actos más grandes desde el comienzo de la pandemia.

La jornada de lucha, que comenzó siendo convocada contra los recortes en la educación que viene aplicando Bolsonaro, aprobados por la Cámara de Diputados y el Senado, se transformó en una jornada contra el Gobierno en su conjunto, su negacionismo ante la pandemia, el desempleo y el hambre. Varios sectores de trabajadores ya habían estado llevando a cabo acciones de resistencia incluso antes de las manifestaciones, como la huelga en las fábricas de abastecimiento de LG, las luchas de los trabajadores de la educación en San Pablo o Minas Gerais, los choferes de transporte público (en todo el país), los barrenderos o los trabajadores del metro de San Pablo, luchan contra los ataques del gobernador Dória y la empresa. Se unieron con el ánimo que demostraron los actos del sábado, especialmente en la juventud, que superó los límites del “quedarse en casa”, una política defendida por todas las instituciones del régimen para contener las manifestaciones,

Bolsonaro, los militares, el Congreso y también el Poder Judicial se unen para llevar a cabo ataques, como la autorización de despidos masivos, las reformas de ajuste, la privatización de Eletrobras, el correo y Petrobras, mientras los patrones ajustan los salarios. Los trabajadores y jóvenes que luchan contra los recortes están pagando el precio de la pandemia mientras no hay vacuna para todos, muchos brasileros mueren mientras Bolsonaro, los militares, y los líderes parlamentarios montan un teatro con la Comisión Parlamentaria de Investigación pretendiendo mostrar preocupación ante el avance del coronavirus.

Las manifestaciones son una gran oportunidad para exigir a las centrales sindicales, como la CUT (Central Única de los Trabajadores) y la CTB (Central de los Trabajadores y Trabajadoras de Brasil), comandadas por el PT y el PCdoB (Partido Comunista), organicen a los trabajadores. Es posible unificar todos los sectores, desde los metalúrgicos hasta los trabajadores más precarios, como los repartidores y telemarketers, desde los docentes hasta los barrenderos, si las centrales sindicales organizan la lucha contra Bolsonaro y su vicepresidente Mourão, contra los gobernadores también responsables de las muertes por covid.

Ante este escenario, es imprescindible luchar por masificar las manifestaciones del sábado pasado, buscando organizarlo a través de asambleas de base, con derecho a voz y voto, en todos los lugares de trabajo y estudio, proponiendo un paro nacional.

Para que la lucha no se desvíe, Esquerda Diario ha planteado fuera Bolsonaro, Mourão y los militares. En esta lucha, se puede avanzar en medidas para combatir la pandemia, como la vacunación para todos, liberando las patentes en la industria farmacéutica, sin compensación a las empresas, y la producción masiva, a través de la conversión de la industria nacional para dar respuesta a la pandemia. Medidas que no tomó la CUT la semana pasada, que convocó una manifestación simbólica en Brasilia el día 26, para justificar su ausencia en los actos juveniles, dividiendo fuerzas las protestas de este sábado. Este tipo de maniobra debe ser denunciada en todos los rincones del país. incluso contra quienes guardan silencio ante este tipo de divisiones, exigiendo que pidan una paralización nacional.

Es en este sentido que no se puede aceptar la política que viene defendiendo el PT, como lo hizo el vicepresidente nacional de ese partido en vísperas de la movilización del sábado, Washington Quaquá, quien atacó las manifestaciones contra Bolsonaro que se realizaron en todo el país ese día. El PT usó las páginas del diario O Dia para decir, que no era coherente que la izquierda convocara manifestaciones contra el gobierno de Bolsonaro, luego de alcanzar la marca de más de 450 mil muertos por el coronavirus. Según sus palabras, la izquierda estaría “dando armas a Bolsonaro”, “apiñándose” en las calles.

Diana Assunção del Movimiento Revolucionario de los Trabajadores dijo a Esquerda Diário que «Necesitamos una movilización independiente, organizada en cada lugar de estudio y trabajo, sin depender de las salidas institucionales que apunta el PT y a las que se adapta el PSOL [NdT: Partido Socialismo y Libertad], como la Comisión Parlamentaria de Investigación por el Covid, alimentando la ilusión de que es posible llevar a Bolsonaro para acusarlo, mientras su interés es fortalecer la elección de Lula en 2022, que llevará junto con su candidatura innumerables golpistas, ajustadores y coroneles de todo tipo, como José Sarney, así como el expreso apoyo de neoliberales como el expresidente Fernando Henrique Cardoso, símbolos de la vieja política. Como dijo la profesora Maíra Machado en su discurso en la manifestación de São Bernardo do Campo: “No salimos a las calles para presionar al parlamento, sino para derrotar a Bolsonaro y su gobierno”.

https://www.laizquierdadiario.com/Luego-de-las-manifestaciones-las-centrales-sindicales-deben-llamar-a-la-huelga-contra-Bolsonaro

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Brasil: Sepe-RJ denuncia aglomeração e doutrinação em escola cívico-militar no Rio

América do Sul/Brasil/28-05-2021/Autor e Fonte: sinasefe.org.br

O Sindicato Estadual dos Profissionais da Educação do Estado do Rio de Janeiro (Sepe-RJ) denunciou nesta terça-feira (25/05) a quebra dos protocolos sanitários e a doutrinação de estudantes durante atividade no pátio da Escola Municipal Cívico-Militar Carioca General Abreu. Em vídeo que circula nas redes sociais, também divulgado pela deputada estadual Mônica Francisco (Psol-RJ), estudantes repetem slogans como: “Nós somos nós e o resto é o resto” e “Brasil acima de tudo, abaixo de Deus”. A direção da escola foi exonerada, mas o Sepe considera a medida insuficiente e defende o fim da militarização. O SINASEFE é contra a militarização da educação em qualquer nível (federal, estadual e/ou municipal).

Denúncias e repercussão

O Sepe-RJ acionou o Ministério Público Estadual (MPE), a Comissão de Educação da Câmara de Vereadores e a Secretaria Municipal de Educação (SME) para que apurem os fatos inaceitáveis mostrados no vídeo acima.
“O Sepe alerta para a tentativa de criação de uma rede de ensino à parte da rede municipal de educação com unidades militarizadas que submetem seus alunos à doutrinação, retirando deles a individualidade e a capacidade de autodesenvolvimento. O sindicato entende que este modelo de escola, além de não atender a diversidade, não contribui para a formação de cidadãos com capacidade crítica”, defende o sindicato estadual.
Pressionada pelas denúncias do Sepe, a Secretaria Municipal de Educação (SME) do Rio exonerou a direção da escola municipal Cívico-Militar General Abreu. A escola fica situada no bairro do Rocha, tradicional bairro da Zona Norte considerado reduto de militares.
“A Secretaria Municipal de Educação do Rio (SME) exonerou a equipe gestora da Escola Cívico-Militar, unidade escolar localizada no bairro do Rocha, por desrespeito ao protocolo sanitário e por conduta incompatível com o ambiente escolar”, informou a SME.

Fotos divulgadas pelo Sepe-RJ.

Bolsonaro inaugurou escola
Inaugurada em agosto de 2020, com a presença de Bolsonaro, a Escola Municipal Cívico Militar Carioca General Abreu foi a primeira do Rio a integrar o Programa Nacional das Escolas Cívico-Militares (Pecim). À época do lançamento do programa, em 2019, o SINASEFE denunciou a tentativa do governo de estadualizar e transformar um colégio federal, também no Rio, em escola cívico-militar, relembre o caso.

Foto: Presidência da República

Fonte e imagem: https://sinasefe.org.br/site/sepe-rj-denuncia-aglomeracao-e-doutrinacao-em-escola-civico-militar-no-rio/

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Brasil: 94% de la deforestación de la Amazonia brasileña es ilegal

América del Sur/Brasil/21-05-2021/Autor(a) y Fuente: ultimasnoticias.com.ve

Casi toda la deforestación registrada en la Amazonía de Brasil es ilegal y la promesa del presidente Jair Bolsonaro de eliminar esta devastación es poco realista debido a la falta de transparencia sobre el uso autorizado de la tierra en esa región, según un informe publicado este lunes.

Bajo presión para reducir la destrucción de la mayor selva tropical del planeta, Bolsonaro prometió eliminar la deforestación ilegal para 2030 durante la Cumbre sobre el Clima en abril pasado.

Casi toda la deforestación sigue siendo ilegal porque las autoridades han fracasado en implementar leyes para determinar cuánto y dónde se deforesta legalmente, indica una investigación realizada por investigadores universitarios y expertos de organizaciones ambientalistas, entre ellas World Wildlife Fund Brazil y  el Instituto Centro da Vida.

El informe indica que 94% de la deforestación en la Amazonia y la región circundante de Matopiba, que engloba parte de los estados de Maranhao, Tocantins, Piauí y Bahía, es ilegal.

Esto ocurre porque incluso en los casos en los que los agricultores, ganaderos y madereros, entre otros, tienen permiso para usar la tierra, las autoridades son incapaces de documentar cómo se aplica la legislación para la explotación legal de la tierra, explica el informe.

“La diferenciación entre la deforestación legal e ilegal es un factor clave para garantizar que la producción agrícola y forestal no están contaminadas por crímenes ambientales”, agrega el texto.

Desde que Bolsonaro asumió el poder en 2019 se ha registrado un repunte de la deforestación en la mayor selva tropical de mundo.

En los 12 meses previos a agosto de 2020, la deforestación en la Amazonía brasileña aumentó de 9,5%, destruyendo un territorio mayor al de Jamaica, según datos oficiales.

El presidente ultraderechista está bajo una fuerte presión internacional para limpiar la imagen de su gobierno en temas medio ambientales, en tanto el poderoso agronegocio está preocupado de las consecuencias que pueden tener esas críticas en el mayor exportador de carne y soja del mundo.

“Bolsonaro hizo esa promesa de deforestación [ilegal] cero, pero cómo vamos a saber si no está disponible esa información?”, dijo a la AFP Paula Bernasconi, coordinadora del Instituto Centro da Vida.

“Es urgente un mayor esfuerzo técnico y de voluntad política para el cumplimiento de la legislación ambiental y de la ley de acceso a la información”, insta el coautor del estudio, Raoni Rajao, de la Universidad Federal de Minas Gerais.

“De lo contrario, la falta de transparencia continuará sirviendo como un escudo para la destrucción continua de los ecosistemas”, agregó.

Fuente e Imagen: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/general/94-de-la-deforestacion-de-la-amazonia-brasilena-es-ilegal/

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La pandemia y las medidas anticampesinas ahondan el hambre en Brasil

Por: Mario Osava
Fuentes: IPS [Foto: Un agricultor familiar entre las plantas de papaya que cultiva en su finca, donde cuenta con una presa subterránea, una de las formas de acopio de agua de lluvia en la ecorregión del Semiárido, en la región del Nordeste de Brasil. La agricultura familiar ha sido golpeada en el país por las medidas en su contra del Gobierno de Jair Bolsonaro y el impacto de la covid-19. Mario Osava / IPS]

La inseguridad alimentaria despegó con fuerza en Brasil y ya afecta a más de la mitad de la población, 59,4 o 55,2 por ciento según dos estudios. La pandemia acentuó la tendencia iniciada en 2014 y agravada por el actual gobierno de extrema derecha.

Son más de 125 millones de personas sufriendo hambre o algún riesgo de desnutrición, constató la encuesta hecha en noviembre-diciembre por el grupo “Alimento para Justicia” de la alemana Universidad Libre de Berlín, en asociación con las brasileñas Universidad de Brasilia y Universidad Federal de Minas Gerais.

Brasil tenía entonces 212 millones de habitantes. En inseguridad alimentaria grave, con privaciones, estaban 31,8 millones de brasileños o 15 por ciento del total. En un grado moderado, en que ocurre restricción de cantidad y diversidad de alimentos, vivían casi 27 millones u 12,7 por ciento de la población nacional.

Una cantidad un poco mayor, 31,7 por ciento, estaban en situación menos grave, pero aproximándose a la posibilidad de carecer der dinero para alimentarse adecuadamente.

El total en los tres grados de inseguridad alimentaria, 59,4 por ciento, más que dobla el 22,6 por ciento de 2013, el mejor resultado en las encuestas hechas desde 2004 con intervalos irregulares de tres a cinco años.

Datos ligeramente inferiores recogió la Red Brasileña de Investigación en Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional (Red Penssan), en diciembre: 55,2 por ciento de los brasileños bajo algún grado de inseguridad, de los cuales nueve por ciento, o 19 millones de personas, en situación de hambre.

Ese cuadro seguramente se agravó, ya que la covid-19 volvió a propagarse con una intensidad sin precedentes en Brasil. El total de muertos en los tres primeros meses y medio de este año ya suma 166 935 y pronto alcanzará los 194 949 de todo el año pasado, ya que el promedio diario actual supera las 3000 muertes.

Además terminó en diciembre la ayuda de emergencia que el gobierno aportó a 66 millones de brasileños pobres o desempleados desde abril de 2020, por la suma mensual de 600 reales (110 dólares) en los tres primeros meses, luego reducida a la mitad.

Pese al agravamiento de la crisis sanitaria, el gobierno tardó en reanudar ese auxilio. Solo a fines de marzo aprobó una transferencia limitada a 250 reales (45 dólares) mensuales como promedio y durante solo cuatro meses. Además redujo los beneficiarios a 44 millones. Quedó excluido un tercio de los asistidos en 2020.

“En diciembre acabaron también las grandes donaciones de las empresas e instituciones” para la distribución de alimentos a los sectores más vulnerables, señaló Rodrigo Afonso, director ejecutivo de Acción de la Ciudadanía, una red de comités de solidaridad contra el hambre distribuidos en todo el país.

Pandemia y medidas anticampesinas ahondan el hambre en Brasil

Un grupo de niños almuerza en su escuela, en Itaboraí, a 50 kilómetros de Río de Janeiro, antes del cierre de los centros educativos por la covid. Los alimentos frescos para los almuerzos y meriendas en los centros de educación pública de Brasil son suministrados por productores locales, mediante el Programa Nacional de Alimentación Escolar que asegura una cuota de 30 por ciento de las compras a la agricultura familiar. Foto: Mario Osava / IPS

En 2020 esa organización sin fines de lucro obtuvo el equivalente a nueve millones de dólares en donaciones, principalmente de grandes empresas, y pudo llevar alimentos a cuatro millones de personas. Pero a fines del año pasado perdí la ilusión por el peso de la pandemia y cayó la ayuda, lamentó a IPS por teléfono desde Río de Janeiro, donde tiene sede su asociación.

La penuria de recursos se generalizó entre las numerosas organizaciones solidarias que complementaron la acción del Estado y ayudaron a evitar una tragedia social aún peor  en 2020.

Menos mal que el choque con la realidad de las consecuencias del agravamiento de la pandemia en Brasil, llevó a las empresas a reanudar sus donaciones. “Desde mediados de marzo ya recaudamos 17 millones de reales (tres millones de dólares) y la meta para este año es duplicar la suma y la cantidad de personas atendidas en 2020”, anunció Afonso.

Hay un cierto agotamiento de las empresas y otros donantes, pero “la vacunación ofrece un horizonte, alguna esperanza de mejora del cuadro”, favorece un esfuerzo de movilización final, sostuvo.

En todo caso, el desafío se ahondó para la sociedad, llamada a ampliar su papel ante el “vacío de gobierno” en la protección social y sanitaria, concluyó.

“El auxilio de emergencia de este año es mejor que nada, pero no alcanza para alimentar una familia”, criticó Adriana Galvão, asesora técnica de AS-PTA Agricultura Familiar y Agroecología en el estado de Paraíba, en la región del Nordeste de Brasil.

Pandemia y medidas anticampesinas ahondan el hambre en Brasil

Una feria popular, en Sousa, una ciudad del estado de Paraíba, en el noreste de Brasil, abastecida por agricultores familiares de las localidades rurales vecinas. En general esas ferias tienen una parte de productos orgánicos o agrocecológicos, pero no han podido celebrarse en buena parte, desde que la pandemia de covid irrumpió en el país, hace 13 meses. Foto: Mario Osava / IPS

La organización no gubernamental, conocida por las siglas de su nombre original, Asesoría y Servicios a Proyectos en Agricultura Alternativa, es una de las pioneras en promover la agroecología en Brasil, a partir de sus acciones junto a agricultores familiares.

Su presencia en el Nordeste es clave porque se trata de la región que concentra más de mitad de la agricultura familiar brasileña y es la más pobre.

La inseguridad alimentaria allí afecta a 73,1 por ciento de su población, según el estudio del grupo Alimento para Justicia. En comparación, la región en mejor situación, el Sur, registró 51,6 por ciento.

En los territorios semiáridos del Nordeste “se vive un momento de grave tensión, a la espera de lluvias para sembrar”, única forma de aliviar la crisis, ya que los agricultores familiares no son contemplados por el auxilio gubernamental y sufren el derrumbe de políticas públicas que aseguraban sus avances en este siglo, resumió Galvão.

“Empezó a llover, pero los campesinos que leen la naturaleza no esperan lluvias generosas este año”, observó la activista, graduada en biología y coordinadora de acciones de empoderamiento de las mujeres en la región de Borborema, en el centro-este de Paraíba.

La Garantía-Cosecha, un seguro para pérdidas de por lo menos mitad de la siembra, es clave para la agricultura familiar, ante la irregularidad de las lluvias, destacó.

Pero desde su llegada al poder en enero de 2019, el actual gobierno ultraderechista de Jair Bolsonaro está desactivando gradualmente ese y otros programas que mejoraron la producción y la vida campesina.

Pandemia y medidas anticampesinas ahondan el hambre en Brasil

Las cisternas para el acopio de agua de lluvia, con sus diferentes formas y usos, son ya parte del paisaje de la ecorregión del Semiárido de Brasil, y han permitido dejar atrás las hambrunas y mortandades del pasado cuando llegan las cíclicas sequías a la región del Nordeste. Pero el gobierno de Jair Bolsonaro ha diezmado ese y otros programas de apoyo a la pequeña agricultura. Foto: Mario Osava /IPS

La interrupción del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE), debido al cierre de las escuelas por la pandemia, amplía doblemente la inseguridad alimentaria, al dejar los niños sin la merienda diaria y al anular ventas determinantes para la agricultura familiar, explicó Galvão a IPS por teléfono desde Campina Grande, en Paraíba.

La legislación en la mayor parte del país obliga las escuelas o municipios a comprar a la pequeña agricultura local por lo menos 30 por ciento de la merienda escolar, lo que la abarata y la diversifica con productos frescos.

Con las escuelas cerradas, algunas alcaldías mantuvieron esas compras y distribuyen los alimentos en canastas a las familias de los alumnos pobres, pero son casos excepcionales.

La agricultura familiar, responsable de 70 por ciento de los alimentos consumidos en el país, “no dejó de producir durante la pandemia, pero sufrió una retracción del consumo” que amenaza la seguridad alimentaria de todos, apuntó José Francisco de Almeida, secretario de Política Agrícola de la Federación de los Trabajadores Rurales Agricultores y Agricultoras Familiares del Estado de Ceará.

La paralización del comercio y el transporte en Ceará, sorpresivo, dejó los agricultores sin acceso al mercado y cerró las ferias callejeras. “Perdimos tomates, animales listos para abate. Con las pérdidas, se redujo nuestra capacidad de invertir”, diagnosticó Almeida a IPS.

Además el gobierno de Bolsonaro dificulta el crédito a la agricultura familiar y va suprimiendo programas que fomentaron el sector en las últimas décadas, con medidas que agravan la crisis ya representada por 14 millones de desempleados y gran aumento de mendigos en las ciudades, punta del hambre que se disemina, acotó.

Además de la Garantía-Cosecha y el PNAE, el gobierno socava programas como el de Adquisición de Alimentos (PAA), que abastece instituciones asistenciales con productos de la agricultura familiar, el de cisternas de acopio de agua de lluvia para consumo y producción, y el de fomento de la productividad de “más alimentos”.

Esa política contra la pequeña agricultura agrava la crisis, al herir a un sector que, en Ceará, representa 48 por ciento del producto agrícola, genera más empleo que la agricultura industrial con menos tierra y produce la mayor parte de los alimentos, 70 por ciento de la leche, por ejemplo, arguyó Almeida por teléfono desde Redenção, en el interior de Ceará, donde cultiva 80 hectáreas de tierra.

ED: EG

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2021/04/pandemia-medidas-anticampesinas-ahondan-hambre-brasil/

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Brasil: FASUBRA participa de audiência pública para debater Autonomia Universitária e liberdade de Cátedra

América do Sul/Brasil/16-04-2021/Autor e Fonte: fasubra.org.br

Entidades da Educação e do movimento estudantil, entre elas a FASUBRA Sindical, participaram de audiência pública da Comissão de Educação da Câmara dos Deputados, na última segunda-feira (05), para discutir Autonomia universitária e liberdade de cátedra. A proposta é dos deputados Sâmia Bomfim (Psol-SP), Glauber Braga (Psol-RJ) e Ivan Valente (Psol-SP), com o apoio do deputado Reginaldo Lopes (PT-MG).

Na ocasião foi debatido sobre o princípio da “liberdade de aprender, ensinar, pesquisar e divulgar o pensamento, a arte e o saber”, inscrito no artigo 207 da Constituição Federal e reiterado na Lei de Diretrizes e Bases da Educação Nacional (LDB), que estaria sendo desrespeitada pelo atual governo federal. Citaram como exemplos a nomeação de reitores não incluídos nas listas tríplices formadas pelas universidades; a interferência na participação de servidores em congressos acadêmicos e medidas de cerceamento da liberdade de expressão nas instituições de ensino.

O coordenador-geral da FASUBRA Sindical Antônio Alves Neto (Toninho) foi um dos convidados e destacou a solidariedade da FASUBRA Sindical para com todos os familiares e todas as vidas ceifadas em decorrência do vírus Covid-19. Toninho lembrou também sobre o descaso do governo Bolsonaro diante de toda a tragédia a qual o povo brasileiro vem sendo submetido.

Toninho criticou a apresentação realizada pelo representante do Ministério da Educação (MEC). Para ele, a fala não condiz com a realidade vivida pela comunidade acadêmica atualmente, um modelo de Universidade distinta da realidade do País e a que o presidente da República Bolsonaro defende. “Esses dados apresentados das Universidades não condiz, inclusive com os cortes em 2021 denunciados pelo setor Docente das Universidades” frisou ele.

A Universidade Brasileira não é de hoje que vem sendo atacada. “Na questão da autonomia e liberdade de cátedra, um processo histórico que nós vivemos, desde o período da ditadura militar até o período da abertura democrática do País. Os processos atravessados e agora caminhando para uma Universidade operacional, organização social e deixando de ser uma instituição pública, social, voltada para as questões das crises sociais do País”, concluiu Toninho.

Estavam presentes no debate: Wagner Vilas Boas de Souza, secretário de Educação Superior do Ministério da Educação (MEC); Rivânia Lúcia Moura de Assis, presidente do Sindicato Nacional dos Docentes das Instituições de Ensino Superior (Andes/SN); Christian Vincenzi, presidente do Diretório Central dos Estudantes do Centro Federal de Educação Tecnológica Celso Suckow da Fonseca (Cefet/RJ); Ana Paula Santos, coordenadora-geral do Diretório Central de Estudantes da Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS); José Geraldo de Sousa Júnior, professor e ex-reitor da Universidade de Brasília (UnB).

A audiência atendeu a requerimento nº 14/21 de autoria da deputada Sâmia Bomfim (PSOL-SP), subscrito pelo deputado Reginaldo Lopes (PT-MG). No encerramento, Toninho reafirmou que o MEC tem que escutar as entidades, mas em momento algum se mostrou aberto ao diálogo. Ele disse que a FASUBRA quer debater, porém a FASUBRA em nenhum momento foi recebida por esse Governo e, mais uma vez, cobrou a reunião de negociação com o MEC. O coordenador-geral concluiu dizendo que a FASUBRA oficializou o desejo de se fazer uma reunião com o MEC e o novo ministro da Educação, Milton Ribeiro, para discutir questões relacionadas à Autonomia Universitária e as intervenções nas Universidades pelo presidente da República.

Assista a audiência na íntegra.

Estagiária sob supervisão.

Com informações da Agência Câmara.

Fuente e Imagen: https://fasubra.org.br/noticias/fasubra-participa-de-audiencia-publica-para-debater-autonomia-universitaria-e-liberdade-de-catedra/

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