El autor de ‘Por trece razones’: «Nos han enseñado a hacer comedias con el bullying en lugar de afrontarlo»

Por: Mónica Zas Marcos

La cultura de masas no es el mejor lugar para encontrar historias comprometidas con el acoso escolar o el bullying. Los adolescentes han sido representados durante décadas como un mero animal de entretenimiento, un espécimen al que observar desde la pecera sin generar la menor empatía.

Tuvieron que llegar Buffy Cazavampiros, Judd Apatow con la genial Freaks and Geeks o El club de los cinco, en el caso de la gran pantalla, para invitarnos a salir de la burbuja de clichés que rodean a las animadoras y a los chicos malos del patio. Hasta entonces, el tema del acoso en los institutos se naturalizaba hasta tal punto que servía como bálsamo en las situaciones cómicas. Ese amigo gordito, centro de todas las burlas por su glotonería, o la chica del equipo de matemáticas que se cuela hasta las trancas por el capitán de baloncesto.

De repente, llegó a nuestras pantallas una serie que situaba el bullying en el centro de la trama. Por trece razones partía de la experiencia de Hannah para ilustrar una realidad tan desesperada como el acoso moral y sexual en las escuelas. Solo había un problema: Hannah terminaba suicidándose, dejando además una cinta de casette a cada uno de los acosadores y cómplices de las burlas.

La serie de Netflix dividió a los psicólogos y expertos entre los que aplaudían su audacia y los que la acusaban de frivolizar con algo tan serio como el suicidio. Esta es la segunda causa de muerte entre los adolescentes de Estados Unidos, por eso muchos se escandalizaron al verlo convertido en un thriller palpitante. Pero no es la primera vez que surge este debate. Hace diez años, el escritor Jay Asher se enfrentó a las mismas críticas cuando sacó a la venta su libro homónimo Por trece razones.

Asher se encuentra en Madrid gracias al renacer televisivo de su obra, editada en España por Nube de tinta. El autor siempre ha defendido las decisiones narrativas de la serie, donde estuvo asesorando a Selena Gómez y al equipo de guionistas. «Confío tanto en ellos que en esta segunda temporada les he pedido que no me cuenten nada, quiero que sientan que tienen total libertad creativa sobre la historia», cuenta Asher a eldiario.es.

La serie aborda algunas situaciones de forma distinta al best-seller, pero su autor opina que siempre desde el respeto y el compromiso. El cambio más palpable es el del uso de las redes sociales en el calvario de Hannah, ya que el cyberbullying no había aterrizado del todo en 2007 y menos aún en los institutos. «Lo que me gusta de esto es que los padres, tan ajenos a este nuevo tipo de bullying o de acoso sexual, pueden ver que es un problema mucho más complejo hoy en día», afirma Asher.

El personaje de Hannah se inspira en un pariente cercano que, como la chica del libro, cometió un intento de suicidio a los quince años y sobrevivió. Asher pensó que no había lugar para los escrúpulos cuando hay menores que deciden quitarse la vida por el escarnio que sufren a diario, y así surgió la perturbadora trama dePor trece razones. «Cuando pones enfrente cosas complicadas de digerir, la gente siempre te dirá que no lo estás tratando de la forma apropiada», se resigna el autor.

Hannah, en 'Por trece razones'
Hannah, en ‘Por trece razones’

La escena que levantó más ampollas de la serie fue la del suicidio. Un acto que, en cambio, en el libro se omite. Lejos de criticar la decisión de la cadena, Asher piensa que el golpe de efecto es útil para concienciar. «Yo no incluí ese pasaje y también me dijeron que omitirlo daba una imagen romántica y accesible del suicidio. La serie lo hizo al contrario y ocurrió lo mismo», resume.

«Cuando escribes sobre temas muy serios, de vida o muerte, sabes que la gente va tener una opinión al respecto. Por eso, como escritor, debes hacerlo y ya está», afirma con honestidad. Lo que no comprende es que haya padres y profesores que prohíban leer la novela y ver la serie a sus hijos.

¿Estamos acostumbrados a una literatura juvenil condescendiente? «Totalmente. Tenemos tanto miedo a meter la pata que terminamos haciéndolo todo masticable y fácil para el lector», opina. Sin polémica no se habla de los temas incómodos, y Asher asumió la primera para poner sobre el tapete los segundos. «Si ven a sus hijos viendo la serie, en vez de apagar el televisor, sería mejor que los padres se sienten con ellos y descubran por qué ha llamado su atención. Quizá sea la ocasión de hablar de cosas que los adolescentes no quieren hablar. Se necesita esa conversación», dice rotundo.

Jay Asher, autor de 'Por trece razones'
Jay Asher, autor de ‘Por trece razones’

Un drama tal y como lo que es

Las situaciones a las que se enfrenta Hannah en Por trece razones funcionan por acumulación. Hay traiciones, comentarios sacados de quicio y grandes dramas que la conducen poco a poco a una espiral de depresión. Lo único que se repite a lo largo de este proceso son dos hilos conductores que constriñen a la protagonista como una soga: la soledad y el acoso sexual.

Jay Asher quiso moldear así el infierno personal de su protagonista para mostrar que el bullying es un monstruo de muchas cabezas. No entendió que algunos le lanzaran un dedo acusador por derribar un tabú que se da tanto en la literatura como en los colegios. «Está perfectamente bien que este libro sea incómodo o que alguien no esté de acuerdo en cómo salen reflejados el suicidio y el acoso, pero lo importante es que abordamos [también la serie] estos problemas», se defiende.

Asegura que los comentarios que le culpaban de incitar a ciertas conductas le solían afectar personalmente. Pero decidió escribir este libro para mostrar que la cultura de masas también puede escuchar y hablar sin tapujos de las víctimas, no solo hacer chistes con ellas. «Nos han enseñado a tratar el bullying en comedias para reírnos de él en lugar de afrontarlo. Está muy bien hacer humor con ciertas cosas, pero eso lo condena a que sirva de entretenimiento y nada más», expone Jay Asher.

El autor, pese a todo, dice recibir mucho más apoyo que críticas. «Cuando me escriben diciendo que gracias a Por trece razones se han sentido por primera vez comprendidos, me provoca satisfacción y a la vez una pena inmensa. Es un reflejo de nuestra sociedad. Pero alguien no tendría que sentirse así por primera vez con un libro», confiesa.

Jay Asher

Hoy en día, Jay Asher se dedica a recorrer las escuelas de Estados Unidos para dar charlas contra el acoso y contar su experiencia personal. «En el colegio era de los que veía a una persona sufriendobullying y no hacía nada. Ahora me arrepiento mucho de eso», asegura el autor.

Según él, es importante que los centros educativos intervengan con actividades didácticas o que «simplemente pongan un póster en las paredes para ayudar a las víctimas a saber que el colegio se preocupa».

Por último, el escritor de Por trece razones mira hacia el futuro. El problema se ha vuelto «brutal» a raíz de la propagación de las redes sociales, pero también se ha convertido en algo mucho más visible que hace unas décadas. «Antes se asumía que pasaba, y punto. Es increíble que ahora haya organizaciones luchando activamente contra ello», dice. En cuanto a la función de la cultura de masas, Asher invita a tomarla como revulsivo.

«Mi hijo es muy pequeño, y ojalá no le ocurra a él, pero si le ocurre a un amigo me gustaría que tenga libros y series que facilitasen la conversación», asegura. Millones de adolescentes están hablando hoy en día del acoso escolar, así que se puede decir que Por trece razones ha cumplido su cometido. Y, como recuerda su autor, cuando se quiere incidir en un problema como el de los suicidios adolescentes, la sutileza es un factor sobrante en la ecuación.

Fuente: http://www.eldiario.es/cultura/libros/Asher-trece-razones-comedias-bullying_0_666333762.html

Comparte este contenido:

País Vasco: Uno de cada cuatro niños vitorianos ha sufrido acoso escolar este curso

País Vasco/22 mayo 2017/Fuente: El Mundo

El fenómeno está más extendido en la red concertada que en la pública

Uno de cada cuatro niños vitorianos de entre 9 y 11 años ha sufrido acoso escolar durante el presente curso, especialmente en centros de la red concertada donde los casos de bullying duplican a los de la pública.

Ésta es una de las principales conclusiones del «Estudio sobre el bullying en Vitoria. Curso escolar 2016-2017», que hoy han presentado en rueda de prensa el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Zapatero; el subcomisario de la Policía Local, Kepa Solla, y una de las autoras del informe, la psicóloga Cristina Merchante.

Los casos de acoso han aumentado en Vitoria del pasado curso escolar a este, algo que Merchante achaca a que en los centros se detectan más estos episodios por una mayor concienciación sobre las conductas que no son tolerables y también debido a que «quizás» las autoridades estén «haciendo algo bien».

El 48,5% de los 668 alumnos de Vitoria entrevistados asegura haber sufrido acoso escolar en este curso. El tipo de bullying varía según la edad, ya que en Primaria en el 29,5% de los casos se dan insultos y motes ofensivos, en el 50,4% se llega a la agresión y en el 26,6% se elimina a la víctima de los grupos de chat.

En Secundaria son más frecuentes los insultos (48,94%) y la eliminación del niño del Whatsapp, mientras que el porcentaje de agresiones es similar a la etapa anterior (49 %).

Dado que a esta edad las relaciones de los chavales se basan en las redes sociales, ser borrado del chat les condena a la «aniquilación social» y el victimario consigue «su principal objetivo: dejarlo solo», un aislamiento que causa un sufrimiento «tremendo», ha constatado Solla.

Las redes sociales más utilizadas son Whatsapp, Instagram y Snapchat, aunque esta última se limita a Primaria ya que desaparece según crecen los chavales. Llama la atención que cerca de un 14% de los menores entrevistados se relaciona con adultos desconocidos a través del chat.

De hecho, ha advertido Solla, la generalización de los teléfonos inteligentes a esta edad (60% entre los niños de Primaria y el 93,3% en Secundaria) abre un mundo de «posibilidades inmensas», pero implica también que «los riesgos se acrecientan».

En este sentido, ha precisado que un 3% de estos menores admite haberse bajado de internet contenidos «peligrosos» sin el conocimiento de sus padres y otro 3% ha practicado «sexting», que consiste en distribuir de manera voluntaria imágenes de carácter sexual y en ocasiones pornográficas.

Todavía es más alarmante el 3% de menores que han sufrido «grooming», término que define el contacto que un adulto inicia a través de las redes sociales para, después de ganarse la confianza de los chavales y lograr una imagen comprometedora, iniciar un «juego macabro» de «sextorsión», es decir, obligar a los menores a enviarle más material de este estilo bajo la amenaza de divulgarlo a su familia y amigos.

Para hacer frente al acoso en los colegios es necesario educar en la resolución no violenta de conflictos, eliminar el «fatalismo» de pensar que «la escuela está condenada a sufrir bullying» y «trabajar con los testigos» para evitar «la equidistancia» entre el agresor y su víctima, ha explicado el subcomisario de la Policía Local.

Fuente: http://www.elmundo.es/pais-vasco/2017/05/17/591c29c3e2704eea718b45ec.html

Comparte este contenido:

Bolivia: Educación expulsó a 5 alumnos por hacer bullying el pasado año

América del Sur/Bolivia/23 Abril 2017/Fuente:Ujutv/Autor: Verónica Zapana S.

Los estudiantes afectados sólo tienen que dar su testimonio y denunciar a la Dirección Departamental de Educación. La norma prohíbe el acoso escolar en Bolivia.

Durante la gestión 2016, el Ministerio de Educación registró unas 18 denuncias de bullying en las unidades educativas, la mayoría  se dio con agresiones físicas; debido a ello, cinco estudiantes fueron expulsados. Afirman que con sólo el testimonio de la víctima se procede a una investigación.

“La Unidad de Transparencia recibe aproximadamente entre una y dos denuncias (de  bullying) por mes. Durante el año pasado recibimos entre 18 y 20 denuncias”, afirmó el jefe de esa oficina dependiente del Ministerio del área, Carlos Echazú.

El  artículo 109 de  la Resolución 01/2017, norma que regula la gestión educativa, indica que en el sistema educativo está prohibida  toda forma de violencia, abuso y maltrato en contra de algún integrante de la comunidad educativa que vaya en desmedro del desarrollo integral de la persona, afectando su integridad física, psicológica, sexual y moral.

Por ello, Echazú mencionó que el acoso escolar es una causal para la expulsión del estudiante.

El artículo 48 de la mencionada norma detalla que en el marco del respeto de los derechos humanos está prohibida la expulsión de estudiantes, “salvo en casos en que existan pruebas suficientes de culpabilidad de agresión física, acoso escolar, conductas de racismo y discriminación”, entre otros.

Añadió que por esta razón, durante la gestión 2016 se expulsó  a cinco estudiantes por bullying, al resto se sancionó con llamadas de atención y advertencias. “La mayoría se dieron en el nivel secundario”.

Echazú comentó que estos casos de violencia se producen  porque “entre ellos tratan de ganar puntos, popularidad con sus compañeros maltratando a otros. Es una distorsión en la valoración y que de una u otra manera  todos de la comunidad somos responsables”, opinó.

Por su parte, el director general del Comité de Lucha Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, Leoncio Gutiérrez, aseguró que la mayoría de los casos ocurren por  discriminación y racismo. “Se presentan por la forma en cómo se visten, por el color de su piel y por la forma en cómo se expresan”, indicó.

Ambos funcionarios destacaron que estos casos se presentan de forma indistinta en colegios fiscales, de convenio y privados, aunque la mayoría se registran en horarios en los que los maestros o autoridades educativas no están junto a ellos.

“La mayoría se registra en el recreo, en algunas aulas o en el baño”, comentó Echazú.

El último caso  se reportó  en pasados días,  en un colegio privado de la ciudad de Santa Cruz debido a   un video en el que  se observa a un niño insultando y golpeando a otro. Las imágenes se hicieron  virales y las autoridades investigan el caso.

Según  Echazú,   toda denuncia que se reporta por esta causa debe ser investigada por las autoridades de Educación, director del establecimiento, director distrital o director departamental.

Para investigar un caso sólo se requiere del testimonio de la víctima o de alguna persona que haya visto el caso de bullying. “No siempre es necesaria una prueba como un video”, adicionó y complementó con que el “testimonio tiene un valor fundamental”.

Por su parte, Gutiérrez aseguró que pese a que en la actual norma se busca evitar el acoso escolar, sugerirán al Ministerio de Educación que en la Resolución 01 de 2018 se establezcan sanciones duras contra esta forma de maltrato. “Ya no se puede tolerar más estas actitudes”.

Explicó que actualmente los directores de unidades educativas deben contar con normas internas para sancionar estos hechos y además  denunciarlos para proceder a la respectiva investigación.

Educación instruye investigar acoso escolar en Santa Cruz

El Ministerio de Educación instruyó ayer a la Dirección Departamental de Educación (DDE) de Santa Cruz que se investigue a profundidad el caso de bullying en el colegio Cooperativ School y que se informe de las acciones pertinentes.

“En el caso concreto del colegio Cooperativ School la dirección de la unidad educativa ya tomó acciones. Pero además nosotros -como Ministerio del área-  estamos haciendo un seguimiento pormenorizado al tratamiento de ese caso”, informó el jefe de la Unidad de Transparencia del Ministerio del área, Carlos Echazú.

Recordó que ahora se tomó contacto con la DDE para solicitar un informe de lo que se hizo  en ese caso y qué falta por hacer. “Nos informó que ya se realizaron las inspecciones correspondientes y actualmente se está a la espera del informe pertinente”, aseguró y destacó que en el curso de la siguiente semana se tendrá una resolución sobre ese tema.

Hace unos días se viralizó un vídeo en el q   ue  se observa que un estudiante insulta y golpea a su antojo a  un  compañero.

Los programas de los medios televisivos inducen a la pelea

El Ministerio de Educación y psicólogos coinciden en que los medios de comunicación televisivos inducen a que los niños ejerzan violencia, por los programas que difunden demasiada agresión.

“Permítame una crítica constructiva a los medios televisivos. Por un lado difunden programas de entrevistas para combatir el bullying. Pero el programa siguiente como las series de televisión u otros  son violentos”, afirmó el jefe de la Unidad de Transparencia del Ministerio de Educación, Carlos Echazú.

Aseguró que esas acciones inducen a que los niños ejerzan violencia entre sus pares y lo naturalicen.

Al igual   que Echazú, el psicólogo Roberto Cruz  destacó que “debido a que en la televisión se ve natural las agresiones, entonces los niños creen que también es normal ejercer violencia con sus pares”.

Por eso, Cruz recomendó a los padres de familia que controlen los programas que ven sus hijos. “No estoy satanizando la televisión, pero los niños deben ver programas educativos”.

Fuente de la noticia: http://eju.tv/2017/04/educacion-expulso-a-5-alumnos-por-hacer-bullying-el-pasado-ano/

Fuente de la imagen: https://i1.wp.com/eju.tv/wp-content/uploads/2017/04/58fb5a9ac8407.jpg?resize=350%2C35

 

Comparte este contenido:

Unos 15.000 salvadoreños dejaron la escuela en 2016 por violencia de pandillas

El Salvador/Enero de 2018/Fuente: Emisoras Unidas 89.7

Unos 15.000 estudiantes dejaron la escuela en 2016 por la ola de violencia generada por las pandillas en El Salvador, informó Educaciel Gobierno.

El ministro de Educación, Carlos Canjura, explicó en una conferencia de prensa que aproximadamente 36.000 estudiantes abandonaron el sistema educativo salvadoreño en 2016, de los que un estimado de “alrededor de 14.000 y 15.000” lo hicieron por la violencia.

Fuentes policiales y de maestros consultadas por Efe señalan que las pandillas infiltran a su miembros menores de edad en las instituciones educativas para reclutar a otros o para traficar drogas al menudeo.

Canjura aseguró a la prensa que el Ministerio de Educación no posee estadísticas sobre los estudiantes que posiblemente pertenezcan a las pandillas porque es un “tema muy delicado y difícil” de registrar.

El director de la Policía salvadoreña, Howard Cotto, señaló que ninguno de los 71 asesinatos de estudiantes en 2016 se registró en un centro escolar.

Estas declaraciones fueron dadas durante la presentación de un plan de seguridad escolar que se aplicará en 1.200 escuelas de las 5.136 que posee el sistema público.

Con esta iniciativa unos 1.500 policías, apoyados por un número no revelado de soldados, darán “seguridad perimetral” a las escuelas y a las rutas en las que se movilizan los alumnos.

Las autoridades de seguridad impartirán “programas preventivos” en unas 250 instituciones; en 2016 estas capacitaciones beneficiaron a 268.632 educandos.

El Salvador es asediado por las pandillas Barrio 18, Mara Salvatrucha (MS13) y otras minoritarias, que buscan reclutar a niños y adolescentes para funciones de vigilancia, cobro de extorsiones, narcotráfico y sicariato.

Estas estructuras son acusadas también de mantener la alta tasa de asesinatos en el país. En 2016 fue de 81,7 por cada 100.000 habitantes, que sitúa al país centroamericano como uno de los más violentos del mundo.

Fuente: http://emisorasunidas.com/noticias/internacionales/unos-15000-salvadorenos-dejaron-la-escuela-en-2016-por-violencia-de-pandillas/

Comparte este contenido:

Libro: Narrativas de la violencia. Las voces infanto-adolescentes como parrhesia

Narrativas de la violencia
Las voces infanto-adolescentes como parrhesia

Paula Helena Mateos. [Autora]

Colección Red de Posgrados en Ciencias Sociales.
ISBN 978-987-722-150-3
CLACSO.
Buenos Aires.
Octubre de 2015

Este artículo explora la categoría de violencia desde la perspectiva de las reflexiones infantiles y adolescentes. Para su realización se han analizado relatos escritos de niñas, niños y adolescentes reunidos en un espacio de participación política que se realiza anualmente en San Juan, Argentina. En este espacio los participantes reflexionaron libremente acerca de la violencia, tratando de definirla, de expresar cómo es, cómo la sufren, planteándose de sus preguntas respecto de esta, de los modos cómo sienten que se convierten en víctimas, y de cómo piensan salidas de esta.

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1065&pageNum_rs_libros=11&totalRows_rs_libros=1135

Descargar .pdf
Comparte este contenido:

Lolita Bosch: “Las víctimas de bullying solo tienen en común la rabia”

23 de noviembre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Lolita Bosch

Su novela empieza con una contundente frase en la que señala que usted “también” fue víctima del bullying. ¿Es la manera de evidenciar que es una práctica generalizada?
Lo es. Uno de cada cuatro alumnos de este país lo sufrirá, según estudios internacionales, lo que quiere decir que de cada clase de 20 alumnos, 5 serán víctimas. Es una pandemia escolar terrible, un drama social, y no está previsto que se acabe. Cada país del mundo convive y tolera una violencia. Aquí, en España, durante muchos años se toleró la violencia de género bajo frases como “lo que pasa en casa, se queda en casa”, y ahora convivimos con el bullying con toda naturalidad. Afecta, como siempre, a un colectivo que no tiene acceso a la palabra; como durante muchos años no lo tuvieron las mujeres, los homosexuales u otras razas.

¿Cree que actualmente hay más casos de bullying que años atrás o la diferencia radica en la visibilidad mediática?
Creo que hay más. En primer lugar, porque actualmente hay mucha movilidad y los nuevos siempre acostumbran a recibir más. Y, en segundo, el ciberbullying también es un factor a tener muy en cuenta. Y en lo referente a la visibilidad mediática, yo no creo que la tenga. Ojalá hubiera más personas como yo con acceso a la voz pública para poder decir que lo han sufrido, pero esto no pasa. La prueba es que tenemos que esperar a que se suicide un niño que se llama Alan para que la sociedad entienda que le han hecho bullying porque era transexual. Y eso no es así: le hicieron bullying y, además, era transexual. Pero si no hay una razón que la sociedad está dispuesta a entender en dos segundos no tiene ningún tipo de eco mediático.

¿Qué papel cree que tiene la educación en la prevención del bullying?
No tiene ningún papel. El método de prevención de bullying en Cataluña, por ejemplo, es un protocolo que envía la Generalitat que no creo que aporte nada. Yo he trabajado con muchas víctimas de violencia en diferentes contextos y lo único que funciona para tratar a una víctima de violencia es acercarse y decirle: “Hola, me llamo Lolita. ¿Cómo te llamas? ¿Qué necesitas?”. Pero nadie va a los niños de 14 años a preguntarles cómo están, cómo se sienten, qué necesitan.

¿Y la escuela?
En lo referente a los recursos que ofrecen las escuelas, hay que tener en cuenta que éstas normalmente esconden el bullying. Es imposible que si un niño hoy en día está viviendo en la escuela lo que viví yo, no lo sepan. Muchos maestros son cómplices. Pero también es verdad que si hay gente que se ha salvado del bullying es gracias a los profesores.

Como víctima del bullying, ¿qué aspectos le recomendaría a un maestro tener en cuenta para identificar casos de bullying en el contexto de la escuela?
No hay un perfil de las víctimas de bullying. Lo único que he encontrado que tienen en común es la rabia. Pero es importante que el maestro tenga interés en las emociones de los alumnos, no sólo en lo curricular.

¿Y a las familias?
Yo he hablado con muchas familias y la falta de recursos es vergonzosa. Hay familias que han pedido hipotecas sobre la casa para pagar el internamiento de sus hijos para que no se suiciden. Y normalmente esto se arregla con psicólogos privados que tienen que pagar las familias y muchas veces no saben qué hacer. No tienen recursos públicos, no tienen dónde ir. Lo único que pueden hacer es hablar con los maestros y sacar a sus hijos del colegio.

¿Cree que la opción de cambiar de centro educativo es una buena solución?
Es la única. No es buena, pero es la única. No hay otra manera. Una de las condiciones del bullying es que eres víctima de tortura de un grupo y nadie saca a cinco alumnos de un colegio. Es imposible.

¿Qué podemos hacer como sociedad para frenar esta epidemia?
Para empezar, no existe ni un teléfono ni una web ni nada para las víctimas del bullying. Cuando sufres bullying, o tienes que ir a casa y que tus padres vayan al colegio o ir al colegio directamente. Lo que quiere decir que la gente te hace bullying se enterará al día siguiente. Precisamente lo que quieres evitar.

¿Hay más alternativas?
También hay programas piloto como la Tutoría entre iguales, que es un riesgo, porque un niño de 16 años no tiene por qué cuidar a un niño de 12 y acabar convirtiéndose en un policía. Yo creo que gente externa a la escuela tendría que acercarse a los niños y preguntarles uno a uno cómo están y qué necesitan. En este sentido, las encuestas anónimas también son muy importantes. Encuestas mínimas sobre valoración de sus emociones, su estado mental, agresiones a su cuerpo… Es fundamental.

¿Qué papel juegan las TIC en el bullying?
Sólo diré que el vídeo uno de los vídeos más vistos del mundo, con mil millones de visualizaciones, uno de cada siete habitantes del planeta, es un caso de cyberbullying. En el cyberbullying hay una impunidad extra. Pero, a la vez, a veces es la única prueba que sirve para denunciar. Tiene la parte positiva de que la justicia es lo único que considera una prueba. El otro bullying es más anónimo porque no hay huella. De hecho muchos policías que me han contactado me comentan que cuando hacen charlas en los colegios sobre bullying intentan trabajar en la vía de amenazarlos con que si dejan rastro les caerá una multa.

En el caso del cyberbullying, ¿qué papel cree que deben jugar las familias? ¿Considera que deben controlar las interacciones digitales de los niños y adolescentes?
Tiene que existir un control parental. Puede ir contra nuestros derechos, pero nuestro derecho inicial es que nadie nos pegue. De la misma manera que vigilas que tu hijo para que no meta los dedos en el enchufe o si no sabe nadar y le pones manguitos. No puede ser que entren en el instituto con un “a partir de aquí búscate la vida”.  Necesitan un poco de ayuda, un poco de guía porque están en el limbo que pasan de ser niños a ser ciudadanos y la imagen que se forman de la sociedad es terrorífica. Necesitan nuestra ayuda en ese momento. Es necesario un acompañamiento.

¿Qué medidas cree que se deben tomar para erradicar el bullying?
Principalmente cuatro: preguntar a los niños como están, hacer encuestas anónimas en las escuelas y a los maestros, tener acceso a ayuda psicológica, legal y emocional de forma gratuita; y facilitar un lugar en el que denunciar fuera del ámbito escolar.

¿La finalidad última de La rabia es dar más visibilidad a los casos de bullying?
La finalidad de La rabia es que yo que tengo acceso a la voz pública y quiero ser altavoz. Si llamarse Lolita Bosch sirve de alguna cosa, yo no lo necesito; que le sirva al otro. Yo soy una privilegiada porque he podido estudiar, he podido viajar, tengo una vida que me gusta mucho y soy feliz y no necesito los privilegios absurdos que te dan por tener acceso a la voz pública. Si me van a escuchar a mí antes, es para lo que me sirve. Y luego, yo siempre había querido escribir esta historia, pero no quise ser la escritora que ha sufrido bullying.

¿Le ha costado escribir el libro?
Ha sido un proceso poder escribir sobre esto. Pero ha sido inesperadamente sanador. Lo que más me llama la atención es que de una cosa tan mala, que vivi tan mal, haya salido algo tan bonito. Del dolor ha nacido algo bonito.

¿Cómo crees que las plataformas educativas como Tiching pueden contribuir a esta situación?
Diciendo la verdad, dejando de hacer ver que somos los que no somos entendiendo donde estamos. Vivimos en un país muy polarizado y tenemos que entender dónde estamos.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/lolita-bosch-victimas-bullying-solo-tienen-comun-rabia/

Comparte este contenido:

Cuando un chico sufre de ‘Bullying’, se va apagando

03 de agosto de 2016 / Por: La Voz del Interior  / Fuente: https://libresdebullying.wordpress.com

La titular de Libres de Bullying asegura que los docentes tienen la obligación de intervenir en casos de acoso escolar. La manera de evitar el hostigamiento es la prevención.
María Zysman asegura que cuando un niño sufre bullying,  se va apagando, deja de brillar. Dice que si bien los casos de hostigamiento no son nuevos, en los últimos tiempos se han multiplicado y se conocen más. Sin embargo, prefiere no hablar de “epidemia”.
Zysman es psicopedagoga, directora de la asociación civil Libres de Bullying y autora del libro Bullying, cómo prevenir e intervenir en situaciones de acoso escolar . En su reciente visita a Córdoba, invitada por la Academia Argüello, dio una charla sobre este tema.

– El término bullying ya se ha popularizado y se utiliza para nombrar diversas conductas, pero ¿qué es bullying ?
– Es una conducta dirigida e intencional para dejar excluido a otro, que es un par. Es un término utilizado para definir una estructura asimétrica que se genera entre pares; es decir, una situación que tiene que ser de igualdad se transforma en una situación jerárquica. Donde no tiene que haber quién manda y quién obedece, empieza a aparecer uno que manda y otro que obedece. ¿Por qué? Porque hay un grupo de chicos que sostiene esa diversión.

– El acoso es tal si ocurre de manera sistemática…
– Sí. Sostenida y con tiempo suficiente para dañar la autoestima de quien está involucrado. Para alguno es en dos meses y para otro, en cuatro años. El tiempo es subjetivo. Lo necesario es el vínculo… El chico que es acosado quiere pertenecer.

– ¿Quiénes son acosadores y quiénes, acosados?
– Preferimos no hablar de perfiles, pero hay una característica: el que es ingenuo y no sabe armar un tejido con estrategia, con doble intención, con liderazgo, no va a acosar. Para poder mantener una situación de control sobre el otro, manejo de la situación grupal, entusiasmar a otros para que lo sigan, hay que tener ciertas habilidades. Hay características que tienen que ver con una búsqueda de reconocimiento y hacen cosas para brillar. Tienen empatía, saben lo que el otro siente porque si no lo supieran, no lo harían. Lo hacen para obtener beneficios, para ser reconocidos, para ser valorados por sus pares o porque en otro lado se lo hicieron y quieren ponerse a salvo.

Fuente: https://libresdebullying.wordpress.com/2016/05/29/maria-zysman-cuando-un-chico-sufre-bullying-se-va-apagando/

Foto: http://www.guiainfantil.com/uploads/educacion/nino-acosado-escuela-bullying-p.jpg

Comparte este contenido: