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Suiza: El nivel del mar aumentará hasta 110 cm para 2100 por el calentamiento global

Europa/Suiza/29-09-2019/Autor y Fuente: La Jornada

El nivel del mar podría aumentar hasta 110 centímetros (cm) para 2100 como consecuencia del calentamiento global, de acuerdo con un informe emitido este miércoles por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

El documento, publicado también por la revista Science, señala que el nivel oceánico podría elevarse hasta 1.1 metros, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan al ritmo actual.

Los océanos han absorbido 90 por ciento del calor adicional generado por el dióxido de carbono producido por el hombre, lo que ha causado que se vuelvan más ácidos, pierdan su oxígeno y aumenten sus niveles.

Nuevo informe del IPCC

Más de mil 350 millones de personas o 17 por ciento de la población global (7 mil 400 millones, según la Organización de Naciones Unidas, ONU) que habitan en las regiones costeras y de alta montaña corren el mayor riesgo por el cambio climático, según un nuevo informe del IPCC.

Las comunidades humanas que están en estrecha conexión con ambientes costeros, islas pequeñas (incluidos países en desarrollo insulares o SIDS, por sus siglas inglesas), regiones polares y de alta montaña están expuestos de forma particular a los cambios en el océano y la criósfera, señala el estudio Informe sobre el océano y la criósfera en un clima cambiante.

El informe fue elaborado por 104 autores (31 mujeres y 73 hombres) de 36 países que evaluaron la bibliografía científica y citaron al menos 7 mil publicaciones científicas. El objetivo es que sirva de contribución para la comunidad internacional, cuyos líderes se reunirán en la 25 Cumbre del Clima de Cambio Climático a realizarse en Chile el próximo diciembre.

La investigación revela que el cambio climático ha incrementado ya la frecuencia e intensidad de las inundaciones; también ha aumentado el nivel del mar y la pérdida de glaciares. El estudio alerta sobre las graves consecuencias del calentamiento, que afectará la disponibilidad de agua dulce y hará más frecuentes los episodios de nivel del mar extremo, que hasta ahora se producían una vez cada cien años, mientras de aquí a 2050 alcanzarán una periodicidad anual.

Alertan sobre ciclones

Asimismo, los científicos pronostican que si no se actúa, los vientos y las precipitaciones asociadas a los ciclones tropicales se agudizarán y provocarán estos episodios de nivel de mar extremo, al tiempo que aumentarán los riesgos extremos.

Si reducimos las emisiones drásticamente, la afectación de las personas y sus medios de subsistencia todavía constituirán todo un desafío, pero puede que sean más fáciles de gestionar para la gente más vulnerable, ha señalado Hoesung Lee, presidente del IPCC.

El informe de esa institución constata que la frecuencia de las olas de calor marinas se ha duplicado desde 1982 y que su intensidad no deja de crecer, pero añade que con un calentamiento de 2 grados Celsius, su frecuencia será 20 veces mayor que en la época preindustrial y, si las emisiones siguen aumentando, su frecuencia será hasta 50 veces mayor.

En la actualidad, el calentamiento global es de un grado Celsius respecto de los niveles preindustriales por las emisiones de gases de efecto invernadero pasadas y presentes, lo que puede entrañar consecuencias graves para los ecosistemas y las personas.

La investigación, en cuya elaboración participaron los científicos españoles Javier Arístegui e Iñigo Losada, apunta a que esos cambios provocan ya frecuentes inundaciones, crecimiento del nivel del mar, un mayor deshielo de los glaciares y reducción del permafrost.

Hoy día, unos 4 millones de personas viven de forma permanente en el Ártico, de las cuales 10 por ciento son indígenas. Las zonas costeras bajas acogen en la actualidad a unas 680 millones de personas (…). Cerca de 670 millones de personas (…) incluidos oriundos, viven en regiones de alta montaña en todos los continentes salvo Antártida, constata la investigación.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/ultimas/ciencias/2019/09/26/el-nivel-del-mar-aumentara-hasta-110-cm-para-2100-por-el-calentamiento-global-7224.html

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Ecofascismo, modernidad y educación

Redacción:  AIM

La calificación de “fascista” dirigida con indignación a los adversarios sin importar su mayor o menor acercamiento al fascismo histórico, es un síntoma más de adoctrinamiento y  decadencia.

Además del autoritarismo, el nacionalismo y el militarismo, el fascismo histórico tenía otras características definitorias, como el corporativismo que extrajo de las experiencias de las ciudades del norte de Italia en los inicios de la modernidad, justamente el embrión del capitalismo.

Podríamos definir, dejando lado a Benito Mussolini, al fascismo como un gobierno autoritario que elimina derechos y libertades individuales bajo el peso de un fin  superior, definido por el Estado. La naturaleza de este fin es en buena medida irrelevante: puede ser racial, como en el nazismo; económico como en tantas dictaduras liberales modernas; social y también medioambiental.

Los ecologistas que han apurado sus planteos buscan imponer una economía en manos de un gobierno mundial -un sueño de la élite que tiene sus traspiés pero es muy tenaz-  y la planificación (eliminación) del “exceso” de población para evitar la presión sobre el ambiente.

En esta dirección, los  llamados ecofascistas o ecototalitaristas han elaborado pautas, premisas y guías de acción que podemos resumir en algunas citas, desconocidas antes de la caída del muro de Berlín en 1989 y promovidas abiertamente después.

1-“Cualquier tipo de tecnología compleja es un atentado contra la dignidad humana. Sería una catástrofe para nosotros si se descubriese una fuente de energía rica, limpia y barata, si pensamos en lo que el hombre haría con ella”.

Amory Lovins, fundador del Rocky Mountain Institute, un think-tank ecologista.

  1. “La perspectiva de poder contar con energía barata a partir de reactores de fusión es lo peor que le podría ocurrir al planeta”.

Jeremy Rifkin, Foundation on Economic Trends (FOET).

  1. “Poner en manos de la sociedad energía barata y en gran cantidad sería como darle a un niño idiota una ametralladora”.

Paul Ehrlich, profesor de la Universidad de Stanford, Estados Unidos

  1. “Mis tres metas fundamentales serían reducir la población mundial a unos 100 millones de habitantes, destruir el tejido industrial y procurar que la vida salvaje, con todas sus especies, se recobre en todo el mundo”.

Dave Foreman, cofundador de Earth First!

  1. “La Tierra tiene cáncer, y ese cáncer es el hombre”.

Club de Roma. (El Club de Roma, fundado en 1968 entre otros por David Rockefeller, ha cumplido la misión de confundir la crisis capitalista con la crisis de la humanidad).

  1. “La extinción de la especie humana no sólo es inevitable, es una buena cosa”.

Christopher Manes, Earth First!

  1. “Buscando un nuevo enemigo frente al que recobrar la unidad de acción se nos ocurrió la idea de que la polución, la amenaza del calentamiento global, el déficit de agua potable, el hambre y cosas así cumplirían muy bien esa labor”.

Club de Roma

  1. “Necesitamos un amplio apoyo para estimular la fantasía del público… Para ello debemos ofrecer escenarios terroríficos, realizar declaraciones dramáticas y simples y no permitir demasiadas dudas… Cada uno de nosotros debe decidir dónde está el balance entre efectividad y honestidad”.

Stephen Schneider, Profesor de climatología en la Universidad de Stanford,

  1. “Estamos al principio de una transformación global. Lo único que necesitamos es la correcta gran crisis”.

David Rockefeller, miembro de la dirección del Club de Roma.

  1. “No importa lo que es verdad. Sólo cuenta lo que la gente cree que es la verdad”.

Paul Watson, cofundador de Greenpeace.

La explosión infantil

Un hecho que llamó la atención del mundo sobre el ecofascismo fue el atentado el 15 de marzo de este año contra dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelandia. Brenton Tarrant, de 28 años, entró disparando con una ametralladora en las mezquitas y mató a 51 personas. Se identificó como “ecofascista” para no dejar dudas.

En el caso de Tarrat, su ecofascismo sintetizaba el supremacismo blanco y el activismo ecologista, en la convicción de que la hecatombe medioambiental que se aproxima se puede evitar mediante la pureza racial.

El ecologismo es acá un pretexto, pero está creciendo en todo el mundo de forma que nos invita a tomar el pulso a la sociedad moderna y a la manera como se representa el  calentamiento global, la degradación de la naturaleza y la posible extinción de las especies, incluida la humana.

La severa confusión ideológica de Tarrant se evidencia en el largo manifiesto que envió momentos antes de los atentados al gobierno neozelandés, en que se declaró “ecofascista por naturaleza” y afirmó haber sido antes comunista y anarquista.

Sus ideas son una traducción a su nivel de las del filósofo francés Renaud Camus, que fue militante socialista luego desencantado por el curso que tomaron las cosas. En 2012 Camus publicó “El Gran Reemplazo”, fuente de las ideas de Tarrant, donde afirma que la Europa “blanca y cristiana está siendo invadida por hordas de inmigrantes negros o de tez oscura”.  Una advertencia en el mismo sentido ya había sido formulada por el Papa Ratzinger.

Camus condenó el ataque de Tarrant pero celebró la aceptación de sus ideas en los Estados Unidos, donde las víctimas de los balazos suelen ser mexicanos que viven en un territorio que alguna vez fue de México.

No se  ve clara la relación entre la pureza racial  y la salvación del ambiente, pero el manifiesto de Tarrant dice que no hay nacionalismo sin medioambientalismo. Asegura que el ambiente natural de su tierra (nació en Australia) lo forjó tal como es. “Nacimos de nuestras tierras y nuestra cultura fue moldeada por ellas. Su protección y preservación tiene la misma importancia que la de nuestros ideales y creencias”. Sin embargo, él mismo pertenece a una población tan oriunda de Oceanía como los kelpers de las Malvinas.

Los europeos del Norte no se formaron en Australia ni en Nueva Zelandia sino quizá en los bosques escandinavos y si alguien podría reivindicar en alguna medida haber sido moldeados por el ambiente neozelandés son los maoríes, polinésicos que llegaron a la isla en el siglo IX seguramente ya formados culturalmente.

Tarrant expresa su dependencia del pasado con estas palabras: “Los orígenes de mi idioma son europeos, mi cultura es europea, mis creencias políticas son europeas, mis creencias filosóficas son europeas, mi identidad es europea y, lo más importante, mi sangre es europea”. En Oceanía era entonces un desarraigado, quizá tanto como los musulmanes que ametralló.

El Estado de Bienestar

Esta irrupción del ecofascismo tiene por contraste la desorientación de la izquierda, que siente que muchas de sus certezas, algunas sostenidas dogmáticamente, han naufragado. Tras la caída del “peligro rojo” cayó también el Estado de Bienestar, una dádiva transitoria a las masas para conjurar el peligro mientras el enemigo soviético se sostenía en pie.

La izquierda trata de reivindicarlo a pesar de que nunca fue más que un cálculo, una adaptación táctica a las circunstancias.  La izquierda, poniendo de manifiesto inoportunamente sus raíces ilustradas, propone la  intensificación del crecimiento material: más consumo de recursos energéticos, más consumo de materiales, de modo de acelarar el momento del colapso.

Mientras tanto, los estados imperiales, las grandes potencias, se preparan para asegurarse el acceso a materias primas y energéticas y adueñarse de tierras fértiles; pero destruyendo campos,  edificios, máquinas y trabajadores.

Una explicación perenne

El terapeuta chileno Claudio Naranjo, influido por las sabidurías de oriente, propone un cambio cultural de base para superar este estado de cosas.

Naranjo, muerto en julio pasado a los 87 años, entiende que los males contra los que chocan el ecofascismo y la izquierda son muy antiguos, tanto como el ocaso prehistórico del matriarcado que descubrió Bachofen en el siglo XIX y que el mismo Naranjo propone llamar “matrística” para quitarle la relación con el poder que contiene el nombre original.

Para él, hay una sociedad opresiva que genera personas infantiles que sufren sin alcanzar a explicarse, a argumentar, que solo se enfurecen y en ocasiones estallan en matanzas como las que suelen ser noticia de tanto en tanto en los Estados Unidos.

“Los colegios roban a los niños al separarlos de sus padres para llevarlos a trabajos forzados intelectuales con el fin de que sean parte de las fuerzas productivas. A estas cosas no las entienden los niños ni tampoco los profesores, que han sido educados para profesores”, dice.

“La gran bestia está empezando a mostrar la cara, monstruosa pero todavía oculta. El mundo enarbola la bandera de la democracia, pero es un despotismo de mercado con no menos efectos destructivos que el despotismo de los tiranos”.

Hay que “apuntar al corazón de la bestia”, que Naranjo identifica con una estructura patriarcal que ha secuestrado a los atributos maternos y los muestra de tanto en tanto.

La crianza es entonces un “no, no, no” hasta que el niño aprende a desconocerse a sí mismo. El ser socializado, que suele llamarse “educado”, es el que ha desarrollado un falso  yo para vivir en un mundo de mentiras.

Naranjo advierte que después de la era de la abundancia que está terminando habrá que atravesar el desierto, “la noche oscura del alma” que prevenía el poeta místico español Juan Yepes, Juan de la Cruz.

Será posible que sobreviva un quinto de la población, con menos tecnología, en una sociedad pequeña pero con seres más sabios y amorosos que nosotros.

“Solo la educación puede cambiar el rumbo de la historia”, resume, pero antes habrá que cambiar la educación. Por eso, uno de sus libros se titula “Cambiar la educación para cambiar el mundo”.

En la perspectiva de Naranjo, las propuestas ecofascistas son consecuencia de la norma patriarcal  que se pretende imponer por la fuerza, y crímenes como los de Tarrant son el estallido de fuerzas ciegas que no han encontrado el camino hacia la expresión elaborada.

Fuente: http://www.aimdigital.com.ar/ecofascismo-modernidad-y-educacion/

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Jordi Salat : “Cualquier actividad humana sobre el medio ambiente debería someterse siempre al principio de precaución”

Entrevista: Salvador López Arnal

Jordi Salat es matemático por la Universidad de Barcelona (1973), y oceanógrafo del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (CSIC) desde 1974. Trabaja en oceanografía física descriptiva; interacciones físico-biológicas en ecosistemas marinos naturales y, dinámica de poblaciones marinas. Ha sido también profesor a tiempo parcial en la Universidad Pompeu Fabra, Barcelona (1993-2010).

Tiene una amplia experiencia investigadora, con artículos publicados en revistas científicas y comunicaciones a congresos internacionales. Ha participado en unos 50 proyectos científicos y en más de 40 expediciones oceanográficas.

Tiene también experiencia en colaboración con agencias de Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, así como con organismos nacionales, administraciones y fundaciones, como experto en oceanografía, medio ambiente marino, pesquerías y clima.

*

Nos habíamos quedado aquí. ¿El cambio climático, el calentamiento global, está relacionado con lo que ocurre en los océanos?

La respuesta a la pregunta es sí. El cambio climático está relacionado con todos los componentes del sistema climático. El océano es un componente del sistema climático, luego el cambio climático está relacionado con el océano. Puro silogismo. La pregunta es ¿por qué el océano es un componente del clima?

De acuerdo, formulémosla así, como me enseñas.

La respuesta sencilla ya la he comentado antes, diciendo que el océano es el “sistema de calefacción” a escala planetaria. Quizás deberíamos decir, de climatización puesto que no sólo calienta sino que refresca, a veces. En realidad, hablar de clima es hablar de como se reparte la energía que el planeta recibe desde el Sol, la mayor parte de la cual se devuelve al espacio pero una fracción se queda y permite, entre otras cosas, que nosotros estemos hablando. Los cuerpos asimilan esta energía en forma de lo que llamamos “calor” y se “ponen” a una determinada temperatura de acuerdo con este calor. Un recipiente con agua a 80°C contiene más calor que si el agua está a 20°C. Lo que ya no es tan evidente es que si en vez de llenarlo de agua, le ponemos arena seca a 80°C contendría menos calor que con agua a 20°C. Es decir, el calor específico del agua es superior al de la arena, por lo que ésta es más fácil de enfriar o calentar que el agua. Si comparamos el calor específico del aire y el agua, la diferencia es de 1 a 5 pero, además, como el agua es mucho más densa, si comparamos la capacidad calorífica de toda la atmósfera con la de todo el océano, la diferencia es de 1 a más de 1.000. Esto se complica con la evaporación y condensación. En estos procesos, los requerimientos de energía son muy superiores a los que hacen falta para modificar la temperatura. Cuando el agua del mar se evapora, se lleva energía del mar. Es decir, éste se enfría. Es lo que hacemos para enfriar la sopa, soplando sobre el plato para facilitar la evaporación de una pequeña parte del agua que contiene la sopa. Cuando este vapor condensa en forma de diminutas gotas de agua que forman una nube, el calor extraído al mar se devuelve a la atmósfera, etc.

En resumen, el océano, no sólo es un componente esencial del clima sino que es el más importante.

Remarco lo que señalas: el océano es el componente más importante. ¿Trata bien nuestra especie a los océanos?

Yo creo que nuestra especie no trata bien ni al medio ambiente terrestre, que es el que la sustenta de manera directa. Su propio hábitat. El medio del que forma parte como entidad biológica que es. Entonces, ¿cómo no va a maltratar un medio del que ni tan solo forma parte? Que le es “ajeno” y no percibe que pueda afectarle. Pero lo cierto es que el Océano es donde va a parar todo lo que se lleva el agua (y el viento, a veces), y no tiene un desagüe para poderlo vaciar, limpiar y llenar de nuevo.

La única salida a la situación es concienciarse de que nuestro hábitat no es un producto de la tecnología. Aunque a veces, lo parezca, en realidad la tecnología no va más allá de hacernos la vida más confortable, pero son los ecosistemas de los que formamos parte, los que nos sustentan. La tecnología no es más que un «añadido» (unos gadgets como se dice ahora) y, además, tiene un precio (en el sentido de «transacción»). Lo que llamamos «Naturaleza» pone las cosas en su sitio de vez en cuando. Supongo que los ecologistas parten de esta concienciación y, a partir de este punto, surgen posturas que podrían corregir la tendencia de ir de mal en peor. Entiendo que si hay alguna solución tiene que ser por esta vía. De momento, mientras haya combustibles fósiles por lo menos, tendremos suficiente energía externa como para «forzar» situaciones que nos hagan creer que seguimos siendo los «amos de la Tierra». Después, lamentaremos no haber usado la energía que el Sol nos proporcionó durante millones de años –y que la Tierra ha guardado celosamente– para prevenir el futuro. Estas «baterías» ya no estarán disponibles para que el Planeta pueda seguir manteniendo la anomalía que representa nuestra especie.

De todas formas, incluso así, si se consiguiera esta conciencia (que «no está ni se le espera»), veo difícil que lleguemos a una solución «razonable». Es decir, a que no prenguem mal. No veo indicios esperanzadores pero… ¿quién sabe?

Me pongo filósofo ahora: “Todo es agua”. ¿Es un aforismo-idiotez de Tales de Mileto o este antiguo matemático, de célebre teorema [1], tenía razón en alguna o mucha medida?

A la vista del teorema que hizo famoso a este señor, no me cabe ninguna duda de que era un buen observador, capaz de sacar conclusiones de sus observaciones. Me gustaría saber algo más de esta frase. Si es que se conserva. Las frases, por brillantes y sintéticas que sean, suelen ser incompletas. Es algo así como «¡toma frase!». Quedan bien en los calendarios, y últimamente en los twit. El enunciado del Teorema de Tales, no obstante, no «cabría» en un tuit.

Volviendo a la frase, podríamos verle una faceta de «visionario», con la información que tenemos hoy día porque imaginamos lo que le falta decir a «nuestro favor», es decir, como si él ya lo hubiera sabido. Si era así, es lástima que no nos lo contara en detalle (o se perdiera esta información). Si era una intuición, estamos en lo del principio. Era un gran observador, capaz de sacar conclusiones de sus observaciones. Lo repito porque creo que es la base de la intuición y creo que ésta es una gran herramienta para avanzar en ciencia (lo cual no quita que haya que seguir el procedimiento, como supuestamente hizo Tales con su teorema).

Cuando se afirma que la vida surgió en el agua, ¿qué se está afirmando exactamente?

Sería bueno preguntárselo a quien lo afirma. Yo no lo he afirmado. Entre otras cosas porque lo desconozco. Mis conocimientos de biología son sobre cuestiones algo más recientes. Aunque ciertamente hay quien afirma que el origen de la vida no es algo del pasado, sino que se está continuamente «generando». Por decir, que no quede. De hecho antes de Pasteur se hablaba de «generación espontánea»…

Como todo esto suena a «escaqueo» voy a entrar en el tema y convertir tu pregunta en lo siguiente: «¿es el agua el medio más adecuado para que en ella se origine la vida?». Mi respuesta es: «de los medios que hay hoy en día, sí». Porque es un buen «disolvente» a temperaturas en las que la vida se puede desarrollar fácilmente, sin muchas complicaciones. Así pues, es un buen medio para poner en contacto diversas sustancias que podrían haber originado toda esta “movida”. Pero, insisto, no sé suficiente biología para decir más.

Una pregunta demasiado general tal vez: ¿qué es para ti la ciencia?

Pregunta corta en la que cabe todo. Pregunta trampa en un examen. Si intento definir la ciencia, «la ciencia es…» No encuentro qué. No sé si esto significa que desconozco su esencia. Aquí me tendrás que ayudar.

Mi ayuda: haz lo que puedas, a tu aire.

De acuerdo, pues me olvido de pretender decir lo que es y hablo de lo que yo entiendo como ciencia. Ello incluye, por lo menos, una manera de razonar para estudiar el mundo que nos rodea, intentar explicarlo y comprenderlo. Para mí, lo más esencial − y ¡dale con la esencia! − son las reglas del juego. Si a lo largo del proceso de estudio se cumplen, estamos dentro de la ciencia, y lo más importante, el recíproco, si no se cumplen, no estamos en ella. Es pseudociencia − que suena mejor que «ciencia falsa». No se trata de descalificar a nadie por no seguir las reglas. Simplemente, no es ciencia. Y no hay que «venderla» como tal, como se observa a diario en el terreno de la publicidad (incluyendo la política). Tampoco vamos a entrar en detalles, pero habría que denunciar una clara perversidad y malas intenciones en algún tipo de «pseudociencia». Por lo menos en el sentido de confundir a la Sociedad, ¿pongo ejemplos?

Por supuesto, algún ejemplo será muy ilustrativo.

La mayoría de ejemplos que he encontrado se refieren a temas de salud. Seguramente porque son los que más preocupan a la gente, de manera que es fácil vender soluciones “milagrosas” a sus problemas. Estos anuncios suelen encontrarse en las páginas web de periódicos y revistas en general pero a menudo también se encuentran en webs de servicios públicos que, a causa de su infrafinanciación, se ven obligados a contratar publicidad (lamentablemente sin ningún control). Aprovechando el marco de esta entrevista, pongo un ejemplo basado en el agua del mar.

En un anuncio encontramos frases como las siguientes: “…a finales del siglo XIX, un investigador francés, desarrolló una auténtica teoría científica sobre la terapia marina que estipula que las enfermedades son, en realidad, una intoxicación del medio interno a nivel celular. Según este científico, las células, para poder desarrollar sus funciones correctamente, deben disfrutar de un medio interno equilibrado como método para evitar que los órganos terminen por deteriorarse. Y ese medio interno es análogo al agua del mar. Distintos médicos, expertos o periodistas de la época resaltaron sus evidentes éxitos a la hora de tratar enfermedades como tuberculosis, enfermedades de la piel o desnutrición, entre otras muchas que veremos a continuación.” Aquí te venden el producto y siguen “… otra alternativa es consumir agua de mar en botella. Eso sí, si esta va a ser tu elección, procura elegir siempre agua envasada en botella de vidrio para no perjudicar el medio ambiente” (por lo menos, anima a respetar el medio ambiente). “Una buena fórmula es tomar un taponcito de agua de mar disuelta en la botella de agua dulce de un litro que bebamos habitualmente. Aunque lo mejor es, sin duda, que si quieres utilizar el agua de mar con fines terapéuticos te pongas, como siempre, en manos de un especialista que te indique las cantidades en relación a la afección que quieras tratar, tu edad, sexo y circunstancias personales” (por lo menos, avisa de que puede haber riesgos en tomar agua de mar, así, por las buenas)

Quizás este investigador siguió en su momento el método científico, pero su teoría a dia de hoy no creo que se mantenga, por lo menos para curar la tuberculosis, por ejemplo.

Por lo demás, perdóname que insista: ¿qué reglas del juego son esas en tu opinión?

Las reglas básicas son: observaciones objetivas, es decir, que no dependan del observador. A partir de ellas, se elabora una teoría en la que se formulan unas hipótesis que hay que comprobar, de manera objetiva, mediante nuevas observaciones. Siempre que sea posible hay que contrastar los resultados de las observaciones mediante experimentación o verificación. Si ello no es posible hay que preparar modelos adecuados para simular las posibles variaciones y estar preparado para verificarlas cuando se den las situaciones simuladas. La teoría será científicamente válida bajo estas premisas. Asimismo, cualquier teoría científica puede ser rebatida si se dan nuevos resultados, obtenidos mediante las mismas reglas del juego, que la modifiquen o, incluso la contradigan.

En el mundo oceanográfico, por ejemplo, hemos pasado de “ver” las corrientes como algo más o menos fijo en el espacio: “por aquí pasa la corriente tal o cual” y el resto del mar prácticamente estático, a “ver” como el agua se mueve por todas partes, formando remolinos, filamentos, ondulaciones, etc. y las zonas donde “pasan” las corrientes tal o cual son donde en promedio el agua se mueve en una determinada dirección a una cierta velocidad. Se trata de una nueva interpretación basada en la información sinóptica que ofrecen los satélites. ¿Contradice las observaciones anteriores? No. Simplemente la complementa y da una nueva interpretación a aquellas observaciones.

Una información de la Coalición para la Conservación de las Aguas Profundas (DSCC en inglés): “Grupos de conservación urgen a los países participantes en la Reunión de la Autoridad Marítima Internacional a garantizar la transparencia y proteger la diversidad biológica del mar profundo”. ¿Qué pasa con la biodiversidad de los mares profundos? Se comenta en el artículo que la minería en aguas profundas para metales como cobre, cobalto, níquel, manganeso y plata está a un paso más de hacerse realidad.

Los ecosistemas profundos son muy “delicados” , pues mantienen equilibrios muy ajustados y la diversidad biológica es un indicador de la “calidad” de los ecosistemas. “Calidad” en el sentido de que el ecosistema funciona y se puede mantener por sí mismo. No conocía la existencia de esta coalición pero ciertamente las actividades que afecten las aguas profundas pueden tener graves consecuencias sobre los ecosistemas. La más conocida, por lo menos para mí, es el impacto de la pesca de arrastre sobre los fondos. Está muy documentado que el paso de estas redes destruye la trama biológica que se sustenta sobre el fondo –y que sirve de base de alimentación u ofrece refugio ante depredadores, a las especies que pescamos. La recuperación de esta trama, cuando la hay, es muy lenta. En general, tanto más cuando más profunda. Esto ha llevado a prohibir la pesca de arrastre en profundidades superiores a los 1.000 m, creo.

En todo caso, cualquier actividad humana sobre el medio ambiente, debería siempre someterse al Principio de Precaución, según fue formulado en la “Declaración de Rio de Janeiro” en la “Cumbre de la ONU” de 1992 en aquella ciudad. Es decir, en caso de incertidumbre, suponer la actividad humana causa impactos negativos sobre los ecosistemas, por lo que sólo podrá ser aceptable si se demuestra que no es así. De alguna manera, sería aplicar a estas actividades el recíproco de la presunción de inocencia. Lamentablemente, este principio sigue siendo de difícil aplicación a causa de las presiones que ejercen las grandes corporaciones y muchos gobiernos “afines” o que “dependen” de ellas.

¿Quieres añadir algo más?

Si viene a cuento, contar una pequeña “gamberrada” en la que participé cuando era estudiante.

Por aquel entonces, 1970, empezaba a funcionar la nueva Universitat Autónoma de Barcelona, cuya sede provisional era el monasterio de Sant Cugat del Vallès. Un compañero de curso tenía un amigo que cursaba Filosofía y Letras en aquella universidad, donde un profesor les introducía en lo que ahora se diría la “modernidad” . Hablaba del fenómeno underground y de personajes como Andy Warhol, por ejemplo. El caso es que a nuestro amigo se le ocurrió “gastar una broma” y nos pidió ayuda para presentar una película de “cine matemático”, como expresión del movimiento underground. El título de la película era White y su autor sería un matemático estadounidense conocido (espero que jamás le llegara esta información…). Se trataba de una película basada en el “operador blanco” –un cuadrito, □, que aparecía en los libros de este autor. La película no era más que un trozo de cinta velada, de 10 minutos de duración, a la que añadimos los títulos de crédito y el The end correspondiente. Mi compañero de matemáticas y yo hicimos una presentación de 40 minutos sobre el operador blanco y de cómo la película encajaba dentro del movimiento underground, y proyectamos la película ante unos 80 estudiantes en una aula del monasterio. Fue un éxito rotundo, o por lo menos, nadie se enfadó, ni puso en riesgo nuestra integridad ni la del proyector que habíamos alquilado. Eran otros tiempos y, por supuesto, ahora sería incapaz de hacerlo.

No se me ocurre mejor forma de cerrar esta conversación, todo un honor para mí. Mil gracias por tu tiempo, tu generosidad y tus enseñanzas.

*

Nota:

(1) Son de hecho los siguientes:

1. Si en un triángulo se traza una línea paralela a cualquiera de sus lados, se obtiene un triángulo que es semejante al triángulo dado (los triángulos semejantes son los que tienen ángulos congruentes; deriva en que sus lados homólogos sean proporcionales y viceversa).

2. Sea B un punto de la circunferencia de diámetro AC y centro O, distinto de A y de C, entonces ABC es un triángulo rectángulo donde el ángulo ABC es un recto (este teorema desentraña una propiedad esencial de los circuncentros de todos los triángulos rectángulos, que a su vez es ampliamente utilizado en la construcción geométrica para imponer condiciones de construcción de ángulos rectos).

3. Si diversas rectas paralelas son intersecadas por dos transversales, los segmentos determinados por las paralelas y correspondientes entre transversales, son proporcionales.

Primera parte de esta entrevista: Entrevista al matemático y oceanógrafo Jordi Salat (I). “El mar pone sus condiciones y hay que respetarlas. Tener muy claro que eres invitado y él manda en su casa. Lo sabe muy bien la ‘gente de mar’” https://www.rebelion.org/noticia.php?id=260754

Segunda parte: Entrevista al matemático y oceanógrafo Jordi Salat (II). “Hay un desconocimiento muy general de lo que es el océano y de cómo influye en nuestras vidas” https://www.rebelion.org/noticia.php?id=260755

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=260740

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“Hay un desconocimiento muy general de lo que es el Océano y de como influye en nuestras vidas”

Entrevista al matemático y oceanógrafo Jordi Salat (II)
“Hay un desconocimiento muy general de lo que es el Océano y de como influye en nuestras vidas”

 

Jordi Salat es matemático por la Universidad de Barcelona (1973), y oceanógrafo del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (CSIC) desde 1974. Trabaja en oceanografía física descriptiva; interacciones físico-biológicas en ecosistemas marinos naturales y, dinámica de poblaciones marinas. Ha sido también profesor a tiempo parcial en la Universidad Pompeu Fabra, Barcelona (1993-2010).

Tiene una amplia experiencia investigadora, con artículos publicados en revistas científicas y comunicaciones a congresos internacionales. Ha participado en unos 50 proyectos científicos y en más de 40 expediciones oceanográficas.

Tiene también experiencia en colaboración con agencias de Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, así como con organismos nacionales, administraciones y fundaciones, como experto en oceanografía, medio ambiente marino, pesquerías y clima.

*

Nos habíamos quedado aquí. ¿De quiénes son los barcos que utilizáis en estas expediciones? ¿El CSIC tiene barcos de propiedad?

En España hay diversas instituciones que se dedican total o parcialmente a la oceanografía, en sentido amplio. En primer lugar está el Instituto Español de Oceanografía, con sede en Madrid y laboratorios en la costa, en todas las Comunidades Autónomas menos: País Vasco, Valencia y Cataluña. Aquí, por lo menos, está “transferido” desde los años 80 (una transferencia de “BOE” pero sin contenido pues no existía ningún centro del IEO en Cataluña) . En el País Vasco tampoco existían pero ahora hay el SIO (Servicio de Investigación Oceanográfica) que depende del Gobierno Vasco y realiza una actividad muy notable en este terreno. En Cataluña, por aquellas fechas me imagino que “no tocava”.

El IEO es una institución dedicada totalmente a la oceanografía y, fundada en 1910, es la más antigua del país. Es, además, el organismo que ostenta la representación de España en todas las organizaciones internacionales y el responsable oficial de asesorar a la Administración. El CSIC tiene diversos institutos dedicados a la oceanografía en Galicia, Andalucía, Valencia y Cataluña. La Marina, concretamente, su Instituto Hidrográfico, lleva a cabo trabajos de prospección oceanográfica, para el levantamiento de cartas náuticas. Otras instituciones como Puertos del Estado, el ya mencionado SIO y muchas universidades mantienen actividades relacionadas con la oceanografía.

Tanto el IEO como el CSIC y, por supuesto, la Marina, tienen barcos oceanográficos. Estos barcos están disponibles para el desarrollo de proyectos financiados por las administraciones públicas. También se pueden ofrecer a otros países europeos y recíprocamente, siempre dentro del sector público. Por ejemplo, en 2016 estuve en un barco de Polonia, trabajando en aguas de Noruega, dentro de un proyecto financiado por la UE, liderado por un centro tecnológico español. En ocasiones, los barcos también se ofrecen a empresas privadas en régimen de alquiler. Existe una comisión que organiza los calendarios de los barcos según demandas y disponibilidades a escala europea. En muchos casos, los equipos que realizan las investigaciones suelen estar formados por personal de los diversos organismos citados, por lo que es frecuente que personal del CSIC vaya en barcos del IEO o al revés, así como en barcos de otros países. Entre los barcos cuya titularidad es del CSIC, tenemos el García del Cid, de 37 m, con el que realizamos la expedición del Mediterráneo a la que me he referido antes. Es del año 1979, el más antiguo de la flota actual. El Sarmiento de Gamboa es más grande, 70 m, el más nuevo, del año 2007 creo, y el mejor equipado. El CSIC también dispone del Hespérides, en servicio desde 1991 y operado por la Armada. Es el mayor barco de la flota, con 86 m de eslora y fue con el que realizamos la expedición mencionada en el Atlántico sur.  

¿A quiénes facilitáis los resultados que obtenéis en estas expediciones? ¿Son materia para futuros artículos vuestros?

El procedimiento no difiere del que se utiliza en cualquier otro tipo de investigación. Los resultados, en general, sirven para dar respuesta a los objetivos planteados en los proyectos. Se debaten dentro de los equipos de investigación y se da cuenta de ellos en los correspondientes informes de justificación. Los resultados más relevantes se publican en revistas científicas especializadas y, en muchas ocasiones, se presentan públicamente o se divulgan a través de los medios, una vez el proyecto ha finalizado. En la mayoría de casos los datos se ponen a disposición de la comunidad oceanográfica internacional, a través de bases de datos, una vez publicados los primeros resultados.

También has participado en 48 proyectos científicos (que no son pocos). ¿Nos puedes describir alguno de estos proyectos?

Son años … Acabas metido en muchos temas, como ya he comentado. Colaboras con equipos que trabajan en temas muy diversos, de otras instituciones, de otros países … Hay que decir, además, que esta cifra incluye algunas participaciones en temas más bien marginales dentro de los proyectos. En general, los objetivos de los principales proyectos en los que he participado son oceanográficos, como los mencionados anteriormente. No obstante también ha habido de tipo metodológico: desarrollo de modelos, software de tratamiento de datos, instrumentos autónomos, transmisión de información, etc., que hay que poner a prueba en el mar en situaciones extremas. Hoy día se ha avanzado mucho en estas técnicas.

Desarrollo de modelos… ¿De qué tipo modelos hablas?

Cuando hablamos de modelos, nos referimos en general a programas informáticos que hacen cálculos según unas ecuaciones que pretenden simular la realidad. Imaginemos que deseamos saber a qué velocidad llega al suelo una piedra lanzada desde el campanario de mi pueblo. La llamada “ley de la gravedad” nos ofrece una ecuación que nos permite simular este resultado a partir de la altura del campanario sobre el suelo. Obviamente es un cálculo sencillo al alcance de cualquier alumno de ESO pero no deja de ser un modelo y el resultado no será exactamente igual que la realidad, por que el modelo es una simplificación ya que no tiene en cuenta la totalidad de factores que influyen en el proceso. Así, los modelos permiten simular resultados que se obtendrían de acuerdo con determinadas condiciones de partida. En el caso de la piedra, sería la altura pero se podría complicar algo más para que fuera más realista, incluyendo el rozamiento con el aire, el viento, etc. Podríamos, entonces, hacer varios experimentos en condiciones diversas y comparar los cálculos con las observaciones. Si usáramos diversas piedras de formas y pesos distintos, veríamos como los resultados serían distintos según la piedra, lo que nos sugeriría que, al incluir el viento y el rozamiento del aire, la forma y peso de la piedra también influirían en los resultados y, por tanto, habría que modificar el modelo para incluir esa información.

Resumiendo. Los modelos permiten, por un lado comprobar y modificar las hipótesis de trabajo, y por otro, simular resultados que producirían determinadas situaciones y así hacer previsiones. Por ejemplo las que se hacen en los IPCC sobre la evolución del clima.

¿Qué países o quienes han avanzado en esas técnicas que antes comentabas?

Sin sorpresas. En general quienes más han avanzado han sido quienes más recursos humanos y materiales han dedicado al tema. Si no inviertes, no avanzas. En este sentido cabe destacar, Estados Unidos, la antigua Unión Soviética (aunque no siempre su tecnología estaba a nuestro alcance), Reino Unido, Alemania y Japón. Otros países como Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica, Canadá, Australia o Corea también han hecho sus contribuciones relevantes. Incluso en nuestro país, a pesar de estar casi siempre bajo mínimos –especialmente estos últimos años–, también hemos contribuido en algún desarrollo tecnológico.

Ser oceanógrafo, por lo que cuentas, ¿no tiene mucho de riesgo? ¿No tienes miedo en alguna ocasión?

Cuando estás trabajando en el mar, muchas veces te preguntas: «¿quién me mandaría meterme en esta situación?» o «¿qué hago yo aquí? ¡con lo bien que estaría en casa!». Ya sea por que estás incómodo pues todo se mueve y tienes que andar agarrándote para no caerte, o por que te mojas, pasas frío o mucho calor, o no funcionan los equipos, o esperabas encontrar algo que no sale, etc. Y eso día tras día, sin posibilidad de salir de allí. No puedes decir, «¡parad! que me apeo». La verdad es que a veces se hace largo, pero no siempre. Al final, te quedas con la parte buena. Este aire limpio, estos vastos horizontes, aquel resultado que habías previsto − aunque casi nunca tal como lo habías previsto − o algo inesperado, que te hace pensar. A veces, te queda la sensación de superar algo que ya dabas por perdido….

Hay que tener en cuenta que en un barco, grande o pequeño, tienes un espacio muy limitado. No puedes irte y desconectar. Ni tan sólo aislarte de los demás. Siempre hay alguien por ahí. Te encuentras con los que te caen bien y los que no tanto. Trabajas a veces de día y duermes de noche pero otras veces va al revés. En un barco, siempre hay alguien trabajando y siempre hay alguien durmiendo. Siempre hay algo que hacer, y a veces no puedes descansar. Claro que imagínate lo aburrido que podría ser en estas condiciones y sin tener nada que hacer. Por eso en los «cruceros» se pasan todo el día haciendo todo tipo de actividades para «distraer al personal».

Hay riesgo, efectivamente, pero en general, si no haces imprudencias, el riesgo está bastante limitado. Como en cualquier trabajo o actividad. El mar a veces impone. Te da la sensación de que se han desatado todas las furias y, cuando ves que pasa una ola barriendo la cubierta y se lleva alguna cosa que creías que estaba bien asegurada, piensas: «si caigo al agua, ya no salgo». La verdad es que hay algunas situaciones que dan miedo. Afortunadamente son pocas. La mayoría son de respeto. Hay que tener claro, como ya he comentado, que estás de invitado y es el mar quien manda.

 

Has comentado antes: “aquel resultado que habías previsto − aunque casi nunca tal como lo habías previsto ”. Déjame hacerte una pregunta de filosofía de la ciencia, sobre hechos y teorías: ¿cómo se pueden prever esos resultados a los que aludes? ¿Desde qué teorías? ¿Los hechos, vuestras observaciones, las refutan?

Cuando uno escribe un proyecto se basa en conocimientos previos y pretende elaborar o comprobar alguna teoría. A partir de este conocimiento, se hacen hipótesis y el objetivo es intentar comprobarlas para ir montando la teoría. Las observaciones se diseñan de acuerdo con lo que se prevé. Es decir, lo que se vería (o lo que no debería verse) si la hipótesis fuera válida (o lo mismo si no lo fuera). Si lo que se observa encaja “razonablemente” con las previsiones, se puede dar por buena (o rechazar) la hipótesis, y se puede seguir montando la teoría a partir de estos resultados. El problema es que (i) este encaje puede no ser “suficiente mente razonable”, (ii) las observaciones fallan o no se pueden completar o (iii) salen resultados que podrían ser compatibles con la hipótesis de partida bajo unas condiciones que no se habían previsto o que requieren nuevas hipótesis. A esto último es a lo que me refería.

Por ejemplo, en 1982, en una campaña que, a bordo de un barco pesquero, pretendíamos estudiar los fondos del llamado “Banco de Valdivia”, situado en medio del Atlántico Sur, a más de 400 millas náuticas de Namibia. En el trayecto de vuelta hacia Namibia, en un par de puntos de muestreo observamos la presencia de especies más bien propias del Océano Índico, junto a temperaturas ligeramente más altas que en el resto de los puntos de muestreo. Hay que decir que estas observaciones eran complementarias al estudio –para “aprovechar” los trayectos– y estaban separadas más de 60 millas entre sí. Esta “anomalía” quedó sin explicación hasta que a finales de los 80 se publicó una información basada en imágenes de satélite que mostraba como se desprendían anillos de la corriente de Agulhas, que recorre la costa sudafricana del Océano Índico y eran transportados a través del Océano Atlántico hacia el norte. Consultando imágenes de satélite –entonces no era tan fácil como ahora– contemporáneas de nuestra campaña, pudimos comprobar que aquellos puntos “anómalos” estaban afectados por la presencia de los anillos mencionados, cosa que permitía justificar nuestras observaciones.

Finalmente, publicamos los resultados en 1998, casi 16 años después de las observaciones [1]. El tema nos había llevado de cabeza durante mucho tiempo. Estuvimos dudando de si había algún error. Algo que no hubiéramos hecho bien con los medios precarios de qué disponíamos a bordo de un pesquero, pero no encontrábamos ningún error. No lo entendíamos. Ahora, 30 años después, los “anillos de Agulhas” salen por doquier y se ha comprobado que pueden atravesar todo el océano Atlántico Sur hasta Brasil. Además, se considera que es uno de los mecanismos que provoca que la salinidad superficial del Atlántico sea mayor que la del Pacífico, por ejemplo.

¿Qué papel juega la oceanografía en nuestra sociedad? ¿Se conocen suficientemente vuestros trabajos y proyectos?

Ya he comentado que hay un desconocimiento muy general de lo que es el Océano y de como influye en nuestras vidas. Nuestra relación directa con el mar es para obtener algunos alimentos, como medio para desplazar plataformas − que llamamos, barcos − de transporte o agresión (y de deporte o para la ciencia, en los últimos 100-200 años), para refrescarnos cuando hace calor, y poca cosa más, aparte del deleite que pueda ofrecernos la presencia del mar. Deleite que –dicho sea de paso– mejora cuanto más sabes sobre él.

Sobre esta base, la respuesta es: «la oceanografía tiene un papel poco más que testimonial en nuestra sociedad» y, en consecuencia, nuestros trabajos y proyectos, también. Es decir, no sirve para curar el cáncer ni para crear puestos de trabajo. De todas formas, estamos haciendo bastantes esfuerzos para dar a conocer nuestros resultados a la Sociedad. Hay que tener en cuenta que si la mayor parte de la financiación para la investigación oceanográfica es pública, es razonable que la Sociedad esté al corriente de lo genera su inversión. Trabajar en el mar es caro, aunque a escala global no represente una gran cantidad de dinero. Tal como me comentaba un colega inglés, el presupuesto anual de su institución –una de las mayores del Reino Unido– es inferior a la ficha de Neymar. Será que genera menos beneficios…

Será eso probablemente.

En general hay un gran desconocimiento por parte de la Sociedad sobre la mayor parte de trabajos científicos. No solo en nuestro campo. Como comentaba irónicamente más arriba, sólo se salvan algunos relacionados con la salud o con tecnologías muy punteras. A pesar de todo, sí que percibo un cierto interés en algunos temas relacionados con el mar, ya sea por la belleza de algunas imágenes que nos traen los documentales, por el componente “exótico” de lo desconocido o por que se le asocia un cierto espíritu aventurero.

Por ejemplo.

Por ejemplo, hace casi tres años que a raíz de la Barcelona World Race, una regata oceánica que daba la vuelta al mundo desde Barcelona, se realizó un programa educativo para «abrir la ciudad al mar». Para dar contenido a esta frase, entre otras actividades en colaboración con diversas entidades, montamos un MOOC (Massive Online Open Course) − un curso abierto en Internet − titulado «Oceanografía, una clave para entender mejor nuestro mundo», que sigue todavía abierto y que ya han completado más de 450 personas. Como promotores del curso, desde la Universitat de Barcelona, comentan que está en el segundo puesto del «ranking» de los MOOCs que promueven. También se va viendo que aparecen reportajes y noticias en los medios que hablan de temas oceanográficos. Hay interés. Ya sea por que se habla del Cambio Climático o del agotamiento de los recursos pesqueros, etc. Lo que pasa es que, en general, se ven como temas aislados. La perspectiva siempre es desde tierra, desde el continente − por las razones mencionadas más arriba − y las situaciones en el mar se ven distorsionadas. Por ejemplo, cuando se trata de «proteger una playa contra los temporales» o se aplican métodos de producción a la explotación de la pesca. Daría mucho de qué hablar.

¿De qué recursos pesqueros hay agotamiento?

El problema es que actuamos como si el mar fuera una factoría y los recursos que obtenemos de él sólo dependieran de nuestra capacidad extractiva. Confundimos la capacidad de producción con la extractiva. En el mar, podemos controlar la capacidad extractiva pero no la productiva. Los recursos que obtenemos del mar dependen de ambas capacidades.

Se dice que la actividad pesquera es el último reducto del Paleolítico. La diferencia es que la tecnología disponible hoy día nada tiene que ver con la de hace 8000 años. Además, en aquella época la población humana dependía totalmente de la recolección y la caza, por lo que su crecimiento estaba controlado por la disponibilidad de alimentos que aquella actividad podía suministrar. Hoy día, salvo algunas situaciones muy locales, la pesca no es la fuente principal de alimento, por lo que ésta no ejerce ningún control de crecimiento en la población humana. Así las cosas, en el mar tenemos una capacidad de captura muy superior a la de cualquier especie marina competidora y, encima, jugamos desde fuera porque no es nuestro medio ambiente. Lo raro sería que en estas condiciones, no estuvieran ya agotados todos los recursos pesqueros. No lo están pero muestran síntomas claros de agotamiento. La mejor prueba de ello es que a pesar de las mejoras tecnológicas (GPS, sónar, etc) que han incrementado mucho la capacidad extractiva en los últimos 20 años, las capturas no han aumentado sino que han empezado a disminuir en todo el Océano. No significa que el mar “se muera” sino que las especies que aprovechamos nosotros escasean cada vez más.

Te pregunto ahora por el calentamiento global. Un nuevo descanso.

Descansemos pues.

*

Notas:

(1) M-P. Olivar, J. Salat & L. E. Beckley (1998) “Evidence of displacement of lanternfish larvae associated with surface water movement: case studies from southern Africa”, South African Journal of Marine Science, 19:1, 233-244, DOI: 10. 2989/025776198784126764 To link to this article: http://dx.doi.org/10.2989/025776198784126764

Primera parte de esta entrevista: Entrevista al matemático y oceanógrafo Jordi Salat (I). “El mar pone sus condiciones y hay que respetarlas. Tener muy claro que eres invitado y él manda en su casa. Lo sabe muy bien la ‘gente de mar’” https://www.rebelion.org/noticia.php?id=260311

Autor Salvador López Arnal

Fuente de la Información: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=260755&titular=%93hay-un-desconocimiento-muy-general-de-lo-que-es-el-oc%E9ano-y-de-como-influye-

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Incendios en el Amazonas: el número récord de fuegos que afectan a Brasil y que también arrasan otros países de Sudamérica

Por: BBC Mundo

El corazón de Sudamérica se quema a un ritmo récord.

En Brasil, la extensión de los incendios que padece obligó a algunos estados amazónicos como Amazonas y Acre a declarar situación de emergencia o alerta ambiental debido al efecto que las grandes humaredas tienen sobre las enfermedades respiratorias e incluso el tránsito aéreo.

De hecho, los incendios forestales que padece Brasil en lo que va de año no tienen precedentes desde que en 2013 comenzó a monitorearlos desde el espacio.

Pero el fuego también está siendo noticia en otros países como Bolivia, Paraguay y Perú.

El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales brasileño (INPE, por sus siglas en portugués) ha registrado en este 2019 un aumento en los fuegos de alrededor de un 83% en comparación con el mismo período de 2018.

Según este organismo, más de la mitad de los incendios en este país se registraron en la selva amazónica.

Las autoridades cruceñas, que este fin de semana declararon la situación de «desastre departamental», atribuyen el fuego a los «chaqueos», la quema de vegetación para preparar terrenos de cultivo y pastoreo por parte de los agricultores.

BoliviaDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionLa región de Santa Cruz, en Bolivia, también enfrenta numerosos incendios forestales.

También llegó a Bolivia el incendio declarado el fin de semana en el Pantanal paraguayo, un humedal que comparten ambos países con Brasil. El incendio arrasó más de 21.000 hectáreas.

En Perú, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) informó que en menos de un mes había registrado 98 incendios forestales en 18 regiones del país. La mayoría de los siniestros fueron causados por acción humana, de acuerdo a Indeci.

Sin embargo, atendiendo a las cifras generales, la NASA asegura que el número de incendios en la cuenca del Amazonas es, en lo que va de año, ligeramente inferior al promedio.

La agencia espacial estadounidense dijo que, si bien la actividad había aumentado en los estados brasileños de Amazonas y Rondonia, había disminuido en los estados de Mato Grosso y Pará.

Imágenes satelitales de la NASA de los incendios en Rondonia y Mato Groso, Brasil.Derechos de autor de la imagenNASA
Image captionImágenes satelitales de la NASA de los incendios en los estados brasileños de Rondonia y Mato Groso, del 13 de agosto.

La Amazonía, la selva tropical más grande del mundo, es una reserva vital de carbono que ralentiza el ritmo del calentamiento global.

En ella habitan un millón de personas pertenecientes a poblaciones indígenas, y alrededor de tres millones de especies de plantas y animales.

Incendios en la Amazonía brasileña

Es en la selva amazónica donde se han registrado más de la mitad de los incendios (52,6%) que afectaron a Brasil este año, de acuerdo al INPE.

Los conservacionistas culpan al presidente Jair Bolsonaro por la difícil situación de la Amazonía, diciendo que ha alentado a los madereros y agricultores a quemar la vegetación para «despejar» la tierra.

Científicos aseguran que la selva tropical ha sufrido pérdidas a un ritmo acelerado desde que el mandatario asumió el cargo en enero.

Los incendios forestales son frecuentes en Brasil en la estación seca, pero también pueden iniciarse deliberadamente con el fin de deforestar ilegalmente las tierras para la cría de ganado.

Gráfico del número de incendios entre enero y agosto de 2013 a 2019

El INPE dijo que había detectado más de 74.000 incendios entre enero y agosto en todo el país, el número más alto desde que comenzaron los registros en 2013.

Esto significa que ha habido unos 40.000 incendios más que en el mismo período de 2018.

Solo desde el jueves, el INPE observó más de 9.500 incendios forestales, detalló el organismo, la mayoría en la región amazónica.

Sin embargo, el segundo peor año reciente en términos de incendios forestales fue 2016, con más de 68.000 entre enero y agosto.

Imágenes satelitales muestran al estado de Roraima, en el norte de Brasil, cubierto de humo oscuro, mientras que el vecino estado de Amazonas declaró una emergencia por los incendios.

Sao Paulo oscurecido por el humoDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionLos incendios han afectado ciudades tan lejanas como Sao Paulo, cercana al Atlántico.

El lunes, en la ciudad de Sao Paulo oscureció dos horas antes de lo esperado a causa del humo de los incendios en la Amazonía.

Sin embargo, algunos meteorólogos dijeron que el humo provenía de grandes incendios en Paraguay, que está mucho más cerca de la ciudad, y no de la región amazónica.

Bolsonaro señala a las ONG

El presidente brasileño restó importancia a los últimos datos y dijo que era la «temporada de la queimada«, el periodo en el que los agricultores abren fuego para despejar sus tierras.

«Solían ​​llamarme Capitán Motosierra. Ahora soy Nerón, incendiando el Amazonas», dijo, según la agencia de noticias Reuters.

Una persona detrás de las llamasDerechos de autor de la imagenREUTERS

Además, sugirió que activistas podrían estar detrás de los incendios como venganza por el recorte de los fondos que el gobierno les entregaba.

No presentó evidencia y no dio nombres para apoyar esta tesis, diciendo que «no había registros escritos sobre las sospechas».

«Podría haber…, no lo estoy afirmando, acciones criminales de estas ‘ONG’ para llamar la atención contra mi persona, contra el gobierno de Brasil. Esta es la guerra que estamos enfrentando», dijo en Facebook Live este miércoles.

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.Derechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionJair Bolsonaro recibe fuertes críticas por sus políticas ambientales.

El Inpe señaló que el número de incendios no estaba en línea con los reportados normalmente durante la estación seca.

«No hay nada anormal sobre el clima este año o la lluvia en la región amazónica, que está un poco por debajo del promedio», dijo Alberto Setzer, investigador del INPE, a Reuters.

«La estación seca crea las condiciones favorables para la propagación del fuego, pero iniciar un incendio es trabajo de los humanos, ya sea deliberadamente o por accidente«, añadió.

Ricardo Mello, jefe del Programa Amazónico del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), dijo que los incendios son «consecuencia del aumento de la deforestación visto en cifras recientes».

¿Por qué se critica a Bolsonaro?

Los informes del aumento en los incendios forestales llegan en medio de críticas sobre las políticas ambientales de Bolsonaro.

Los científicos dicen que la Amazonía ha sufrido pérdidas a un ritmo acelerado desde que el presidente asumió el cargo en enero, con políticas que favorecen el desarrollo sobre la conservación.

Durante la última década, los gobiernos anteriores habían logrado reducir la deforestación con la acción de agencias federales y un sistema de multas. Pero Bolsonaro y sus ministros criticaron las sanciones.

Las cifras preliminares del Inpe para 2019 indican que las advertencias de deforestación en la Amazonía brasileña se dispararon un 278% en julio, en comparación con el mismo mes de 2018.

El pasado mes, el presidente acusó al entonces director del INPE, Ricardo Galvao, de mentir sobre la magnitud de la deforestación en la Amazonía y tratar de socavar al gobierno.

Un tractor delante de llamas y humo.Derechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionEn lo que va de 2019 los incendios han aumentado en Brasil en un 84% con respecto a 2018.

El roce se produjo después de que el INPE publicara datos que muestran un aumento del 88% en la deforestación en junio en comparación con el mismo mes de 2018.

A inicios de agosto, el director del instituto anunció que lo habían despedido.

El INPE ha insistido previamente en que sus datos son 95% precisos. La fiabilidad de la agencia también ha sido defendida por varias instituciones científicas, incluida la Academia de Ciencias de Brasil.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49426794

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Greta Thunberg: un año de huelgas por el clima para cambiar el paradigma sobre la crisis climática

Redacción: Climática

Un año después de que iniciase una huelga por el clima, la activista sueca de 16 años es una referente que ha logrado impulsar el movimiento ecologista.

Hace justo un año, era una chica sueca de 16 años que comenzó a faltar al colegio una vez a la semana como forma de protesta ante la inacción frente al calentamiento global. Hoy, ha dejado de ser habitual encontrar esta descripción al lado de Greta Thunberg. Su nombre y apellido son tan conocidos como sus dos largas trenzas y su discurso sobre hacia dónde estamos llevando el planeta. Es tal su repercusión, que la versión británica de la revista GQ acaba de nombrarla ‘Game Changer of the Year’.

Thunberg habla de «crisis» y «emergencia climática», términos que hasta hace unos meses eran utilizados, sobre todo, en ámbitos activistas y científicos, pero que ahora, gracias, en parte, a ella, se han normalizado también en los medios de comunicación.

La acción individual de Thunberg ha impulsado los Fridays For Future, las movilizaciones que la comunidad educativa está llevando a cabo para visibilizar las cuestiones climáticas y en las que las personas más jóvenes, organizadas en colectivos, están siendo las principales protagonistas —la semana pasada, estudiantes de 40 países se reunieron en Lausana para definir y consensuar las líneas del movimiento—.

Sin embargo, aunque ahora se haya convertido en un icono, Thunberg no deja de ser la estudiante adolescente que era el 20 de agosto de 2018 cuando subió a su cuenta de Instagram la primera foto con su ya conocida pancarta, en la que puede leerse «Skolstrejk för klimatet» —Huelga escolar por el clima—. Ese día, acompañó la imagen con un texto en sueco. Enseguida se pasó al inglés en un perfil en el que ya acumula más de 2 millones de seguidores.

«Lo importante es qué se quiere transmitir y no quién lo transmite»

De la misma forma en que ha contribuido a cambiar la terminología que los medios de comunicación utilizan para abordar las cuestiones climáticas, también ha estado en el foco mediático por todas y cada una de sus acciones. La última: viajar hasta Nueva York en un yate de alta velocidad para asistir a la Cumbre sobre la Acción Climática que Naciones Unidas ha convocado para el 23 de septiembre.

«Los medios son dados a personalizar, a buscar protagonistas. Creo que ya consideran a Greta como un icono, porque también lo es para parte de la sociedad», explica Rogelio Fernández Reyes, periodista ambiental e investigador. Es por eso que ahora, además de hablar de ella como un «fenómeno», también hay periodistas que la critican y menosprecian. «Su discurso por el bien común es peligroso para numerosos intereses particulares. Eso es un riesgo para ella y para todo lo que está ligado a ella. Entra dentro de la dialéctica de intereses», añade Fernández Reyes.

De hecho, en un reportaje sobre Greta Thunberg que la revista TIME publicó el pasado mes de mayo en un especial sobre líderes de la próxima generación, la periodista Suyin Haynes escribe que «los comentaristas de derechas y los negacionistas de la crisis climática la han llamado «marioneta de relaciones públicas» (…) Otros han criticado su apariencia y su «voz monótona». A lo que ella responde, según el mismo artículo: «No voy a dejar que eso me detenga porque sé que esto es mucho más importante».

En este sentido, Samuel Martín-Sosa, responsable de Internacional en Ecologistas en Acción, apunta que «tendemos a buscar este tipo de figuras, un liderazgo. Pero un liderazgo no es solo una persona que hace de portavoz sino que tiene que ayudar a vehicular un movimiento. En este sentido, Greta no es portavoz de nadie y lo que está haciendo es estimular otros movimientos, acelerar la lucha frente a la crisis climática. Esto no es el capricho de una niña, como a veces se quiere hacer creer».

En la misma línea se explica el político de Equo Juan López de Uralde: «Cada vez que aparece alguien hablando de manera clara y contundente sobre crisis climática y que trata de levantar a la sociedad se le busca alguna crítica. Esto desvía la atención y propicia una agenda anticlimática. La aparición de Greta es impagable porque ha sido catalizadora de un movimiento juvenil muy renovador. Lo importante es qué se quiere transmitir y no quién lo transmite».

Su exposición mediática y su responsabilidad como activista han servido, además, para que muchas y muchos jóvenes se fijen en ella como una referente. Desde la perspectiva educativa, Míriam Leirós, maestra de primaria, educadora ambiental y parte del movimiento Teachers For Future, analiza que «Greta es un personaje muy positivo que ha recuperado la importancia de los valores». Leirós ha visto cómo su alumnado busca constantemente referentes en la música o en personajes «de moda» y ahora han encontrado esa inspiración en la joven sueca.

Greta y su repercusión

En una investigación en la que participó el periodista Rogelio Fernández Reyes se pone de relieve que, entre mediados de agosto de 2018 y marzo de 2019, Greta Thunberg cuadriplicaba la presencia en los medios respecto al movimiento Fridays For Future. «No es raro, pues dicho movimiento surgió a raíz de ella. Nos encontramos ante un referente, muy necesario hoy en distintos ámbitos. Thunberg habla con la contundencia que lleva sembrando la educación ambiental y el ecologismo desde hace décadas. Es fruto de ello y ha levantado una bocanada de esperanza digna de agradecer», apunta Fernández Reyes.

¿Puede el protagonismo que ha recibido Thunberg llevar a invisibilizar a otros colectivos y otras personas que también luchan frente a la crisis climática? El periodista Fernández Reyes explica que «no es incompatible: la causa es común y se trata de sumar y de no dejar de enfocar a otros colectivos desde los medios». En este sentido, añade además que «una red siempre tiene más resiliencia que una sola persona».

Además, «esto es algo que ha pasado siempre en las luchas sociales», comenta Míriam Leirós. «Se necesita un icono, un referente, pero Greta no sería el personaje que es sin miles de integrantes de Fridays For Future y los movimientos ecologistas subyacentes. Aun así, era necesaria una Greta porque es el ejemplo, el referente», añade Leirós, quien ve más consecuencias positivas que negativas en cómo se ha ‘utilizado’ la figura de Greta Thunberg.

«Ha cambiado la conversación social»

Los expertos coinciden en una afirmación: la activista sueca ha catalizado un movimiento en el que diversos colectivos ya llevaban trabajando mucho tiempo y ha contribuido a su impulso. «No sale de la nada, no es solo una persona, pues se construye a partir de algo existente», explica Samuel Martín-Sosa, que compara a Greta Thunberg con Severn Cullis-Suzuki, una escritora y activista ambiental que en 1990 -con 10 años- fundó la Organización Infantil del Medio Ambiente con un discurso parecido al que hoy tiene Thunberg. Como ella, Cullis-Suzuki apelaba a la responsabilidad de las personas adultas para cambiar el paradigma climático.

«En aquel momento, Severn Cullis-Suzuki no tuvo el efecto que ha tenido Greta Thunberg, aunque también era una chica joven. Esto se explica porque han cambiado muchas cosas y el problema se ha agravado: hay un mayor cabreo socialy más conocimiento e información sobre el tema. Greta ha conectado con sentimientos como el hastío y la desconfianza hacia el sistema; también con la parte más emocional: el miedo de la gente joven al futuro. Su figura ha sido fundamental y ha cambiado la conversación social: hace un año no se hablaba tanto en términos de crisis y emergencia climática», concluye Martín-Sosa.

Fuente: https://www.climatica.lamarea.com/greta-thunberg-un-ano-de-huelgas-por-el-clima-para-cambiar-el-paradigma-sobre-la-crisis-climatica/

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Vivimos un calentamiento global sin precedentes en la era común

Por: Tendencias 21

Los anteriores episodios climáticos no fueron globales ni simultáneos en todo el mundo

 

El actual calentamiento climático no tiene precedentes en la historia de la Tierra de los últimos 2.000 años y ha sido originado por la acción humana. Los antecedentes no fueron globales y simultáneos en todo el mundo, ni derivados de la actividad humana.

Tres estudios publicados en las revistas Nature y Nature Geoscience demuestran que el aumento de las temperaturas alcanzado en los últimos 2.000 años es mucho mayor que las fluctuaciones climáticas de los últimos dos milenios.

También demuestran que el calentamiento global que se está produciendo desde hace 150 años se debe a la velocidad y al impacto global de este cambio climático de origen antropogénico.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de científicos, que ha contado con la participación de la Universidad de Murcia, evaluó los patrones globales de variabilidad climática durante los últimos 2.000 años, gracias a los datos de casi 700 registros de cambios de temperatura, entre los que destacan los anillos de los árboles o el crecimiento de coral obtenidos a través del proyecto Past Global Changes(PAGES).

“Lo que certifica el análisis de los datos estadísticos que hemos hecho es que ciertos periodos como la Pequeña Edad de Hielo del siglo XVII sucedieron, pero no a escala global y al mismo tiempo en todo el mundo”, afirma Juan José Gómez Navarro, investigador del área de Física de la Tierra de la Universidad de Murcia y coautor del trabajo, en un comunicado.

Grandes cambios pasados

Durante los últimos dos mil años se ha producido una serie de acontecimientos climáticos que han supuesto grandes cambios en el clima, como el periodo cálido medieval (desde el siglo X hasta el XIV), la Pequeña Edad de Hielo (desde el siglo XIV hasta el XIX), y el calentamiento global actual, que se está produciendo desde hace 150 años.

En el caso de la Pequeña Edad de Hielo, el periodo de descenso de las temperaturas se produjo primero en el noroeste de Europa en el siglo XV, en el sureste de Norteamérica en el siglo XVII y en otros lugares en el siglo XIX. Con los registros de temperaturas no se puede afirmar que fuera un proceso global como el actual, señalan los investigadores.

Lo mismo sucede con el periodo que se conoce como ‘Anomalía climática medieval’, que tuvo lugar en torno al año 1000. En aquel periodo se sabe que hubo un aumento de las temperaturas por encima de lo habitual y este suceso ha servido de argumento para quienes defienden que las altas temperaturas actuales son otra anomalía como las ya vividas a lo largo de la historia y no un cambio climático.

Sin embargo, el análisis de los datos, liderado por Raphael Neukom de la Universidad de Berna (Suiza), demuestra que tampoco este fenómeno fue simultáneo en diferentes puntos del planeta, por lo que tampoco puede considerarse global.

Por otra parte, según estos científicos, ningún periodo preindustrial ha experimentado un calor a largo plazo coherente a escala mundial. En realidad, el periodo más cálido durante la era común (después de Cristo) ha ocurrido en las últimas décadas en más del 98 % del planeta, señalan los investigadores.

Otras evidencias
En los artículos de Nature Geoscience, los autores examinaron las tasas de calentamiento de la superficie y las fuerzas impulsoras promediadas durante décadas. Sus análisis revelan que las tasas de calentamiento en periodos de al menos 20 años fueron más altas durante el siglo XX.

Además, las fluctuaciones climáticas preindustriales fueron impulsadas principalmente por la actividad volcánica.
Para los científicos, las reconstrucciones y las simulaciones actuales sugieren que los pronósticos climáticos para las próximas décadas pueden ser realistas.

La variabilidad climática ha suscitado grandes debates durante los últimos 20 años sobre si el cambio climático actual ya se había producido en momentos previos de la historia. Ciertos sectores atribuyen el aumento de temperaturas actual a una anomalía puntual y no a un cambio climático.

Estos estudios desmontan este argumentario y certifican que estamos en un momento inédito en la historia de la especie, porque los profundos cambios que está viviendo nuestro planeta se originan por la acción humana.

Los investigadores lo destacan: las causas naturales no son suficientes para originar realmente el patrón espacial y la velocidad de calentamiento que observamos actualmente.


Referencias

No evidence for globally coherent warm and cold periods over the preindustrial Common Era. Raphael Neukom et al. Nature, volume 571, pages550–554 (2019). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-019-1401-2

Last phase of the Little Ice Age forced by volcanic eruptions. Stefan Brönnimann et al. Nature Geoscience (2019). DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-019-0402-y

Consistent multidecadal variability in global temperature reconstructions and simulations over the Common Era. PAGES 2k Consortium. Nature Geoscience (2019). DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-019-0400-0

Fuente: https://www.tendencias21.net/Vivimos-un-calentamiento-global-sin-precedentes-en-la-era-comun_a45385.html

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