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La relación que hay entre la decadente calidad de la educación y el plan de la “Agenda 2030” de la ONU

ONU / 5 de agosto de 2018 / Autor: La Gran Época / Fuente: BLES

¿Puede ser que la calidad de los maestros haya caído? Los roles en la enseñanza son más disciplinarios y están más enfocados en adoctrinar a los estudiantes en las últimas tendencias en educación. ¿Será que los graduados de la universidad en educación generalmente no son tan fuertes en las artes y ciencias, como evidencian los resultados de los Exámenes Nacionales de Maestros, pero que igualmente se les da licencia para enseñar?

¿Cuál es la razón de esta tendencia mundial? No hace falta buscar más que en la Agenda 21 de la ONU y su descendiente, la Agenda 2030 de la ONU. Entre los 17 Objetivos de desarrollo sostenible (ODS), el eje central de la Agenda 21 promovida por los globalistas, es la ODS número 4: “asegurar la educación de calidad igualitaria e inclusiva y promover oportunidades de aprendizaje para todos durante toda la vida”. Nadie puede objetar oportunidades de aprendizaje y educación para todos durante toda la vida. ¿Pero qué es exactamente “educación de calidad igualitaria e inclusiva”?

Según el sitio web, es asegurar que “para 2030 […] todos los que aprenden, adquieran el conocimiento y habilidades necesarias para promover el desarrollo sostenible, incluyendo entre otros, a través de la educación para el desarrollo sostenible y estilos de vida sostenibles, derechos humanos, igualdad de género, promoción de la cultura de la paz y no violencia, ciudadanía global y apreciación por la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible”. Se recomienda aumentar las becas para países en desarrollo. En ningún lado el documento hace mención de enseñar a los estudiantes la historia y cultura de su propio país, como también ciencia y matemática.

Los estadounidenses son culturalmente bastante diversos pero no están interesados en una ciudadanía global y el desarrollo sostenible diseñado por la ONU.

La currícula Pearson, con los libros de lo que se ha denominado common core (núcleo común) y que han sido ampliamente adoptados en Estados Unidos, se enfoca en la ciudadanía global, adoctrinamiento en el islam y el colectivismo, y todo tipo de literatura que se oponga a lo clásico. La nueva matemática del common core baja el nivel de los logros y la habilidad de los estudiantes para competir en las ramas de ciencia y tecnología.

Alex Newman describió a la Agenda 2030 de la ONU con sus 17 objetivos de desarrollo sostenibles, una receta para el “socialismo global y el corporatismo/fascismo” impuesta al mundo por las Naciones Unidas.

Organizaciones no gubernamentales patrocinadas por ciertos multimillonarios ayudaron a escribir la currículas y los libros de texto para las escuelas, luego de la caída del comunismo en 1989 en Europa del Este.

¿Cuál es la forma más directa de transformar fundamentalmente y “armonizar” al mundo? La educación globalizada. Para lograr el objetivo de desarrollo sostenible #4, la ONU organiza ahora seminarios en línea para maestros que llevarán a las aulas el adoctrinamiento del desarrollo sostenible que recibieron.

Según el Informe 2016 de Vigilancia a la Educación Global, los “maestros necesitan ser entrenados para enseñar el desarrollo sostenible y la ciudadanía global”. Los niños deben ser enseñados desde temprano a ser buenos mayordomos ambientales y los adultos deben ser empujados en esa misma dirección.

La Junta de Educación del Estado de Maryland anunció en junio de 2011 que los estudiantes debían ser alfabetizados en el medio ambiente antes de salir de la escuela secundaria. No importaba que sus calificaciones en matemática, ciencia y lectura fueran terribles siempre y cuando estén preparados para una economía verde y para los empleos verdes que nunca se materializaron.

El Acta “No dejar atrás ningún niño” enfatizó el “juego verde” ya que ayudaba a los niños a sobrellevar los desórdenes de atención (ADHD) y tasas de obesidad. ¿Alguien sabe que es el juego verde?

El ex gobernador de Maryland, Martin O’Malley, repetía orgulloso en el día de la Madre Tierra, el mantra de mayordomía que “solo a través de exponernos a la naturaleza y con educación sobre nuestro frágil ecosistema podremos crear la próxima generación de mayordomos”.

Otro método de adoctrinamiento en ciudadanía global es la Escuela Internacional de Bachilleratos, una fundación suiza sin fines de lucro en Ginebra, en asociación con la UNESCO desde 1970. La Organización Internacional de Bachilleratos (IBO) opera en 48 estados de EE. UU., incluido Washington DC, y planea tener 10.000 escuelas y 2,5 millones de estudiantes para 2020.

La fundadora de la IB, Therese Maurette, dijo que “es importante estar dispuesto psicológicamente a subordinar la superioridad nacional propia al hablar con otra persona, por más imperfecto que sea, en su lengua natal”. El concepto de “nacionalidad” debe ser minimizado con el fin de alentar a los estudiantes a desarrollar un cuadro del mundo. “La historia no debería ser enseñada hasta bastante entrada la adolescencia porque para un estudiante más joven, inevitablemente consiste en una serie de historias y mitos que glorifican la violencia y tergiversan los hechos con un sesgo nacionalista”.

Las escuelas que adoptan el caro programa de la IB deben también adoptar la moral y valores éticos internacionales. Son valores diversos de diferentes culturas contenidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos adoptada por la ONU en 1948. Estos no son valores estadounidenses; son valores que alientan el cambio social en el cual los “derechos del individuo están enlazados con los del colectivo”, a través de la justicia social, la protección ambiental y el desarrollo sostenible.

El artículo de mayo de 2008 “IB mostrando el camino” publicado por IB World decía: “Los jóvenes necesitan sentirse primero que nada ciudadanos globales, segundo ciudadanos nacionales y tercero ciudadanos locales. En mi generación era lo contrario. El cambio será difícil, pero las escuelas están ya pensando en cambios curriculares”.

Con becas y dólares de los impuestos, a los estudiantes se les lava la cabeza con la “ciudadanía global, la justicia social y el entendimiento y respeto intercultural”, en otras palabras, sumisión al gobierno socialista mundial.

Justin Blough describió así el programa de la IB a la que asistió: no aprendimos sobre los presidentes de EE. UU. o sobre buenos valores, nada de historia americana, canciones patrióticas u obras. Los maestros tenían que usar el color celeste de las Naciones Unidas y estar preocupados con la “implicancia moral, ética, social, económica y ambientales de la producción y el consumo global”.

El programa IB promueve la Misión Rescate Planeta Tierra como la versión de los estudiantes en la Agenda 21 de la ONU. El primer director de la UNESCO, Julian Huxley, dijo que la “UNESCO está para ayudar la emergencia de una cultura de mundo único, con su propia filosofía y trasfondo de ideas, y con sus propios amplios propósitos”.

Puedo ver ahora por qué el multiculturalismo, la diversidad, los estudios étnicos y la competencia o aptitud intercultural para promover la justicia social ha brotado por todo el mundo al mismo tiempo y por qué frases colectivistas como ética del servicio, servicio planetario, ciudadanía global y sirviente global se encuentran ahora en muchos idiomas.

Y la historia occidental es enviada al tacho de basura permanente de la civilización, catalogada como colonialista y malvada, mientras que las ruinas arquitectónicas son usadas como basurales y algunos artefactos de museo se cubren de polvo.

Fuente de la Noticia:

La relación que hay entre la decadente calidad de la educación y el plan de la “Agenda 2030” de la ONU

ove/mahv

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Chizuru Ushida: «En Japón los maestros no paran, lo más importante para ellos es ser responsables con los niños»

09 de Marzo 2018/Fuente:lanacion /Autor: Víctor Pombinho Soares

La doctora japonesa Chizuru Ushida, experta en Educación y Estudios Latinoamericanos, vino a la Argentina a dar una serie de conferencias sobre el sistema y las políticas de educación en su país y a participar de un workshop de intercambio con docentes y especialistas de Argentina.

Extremadamente amable, Ushida responde a las preguntas en un excelente castellano, con tono pausado y una sonrisa. Jamás criticará las deficiencias de Argentina en materia de Educación, aunque se sorprenda de alguna de ellas.

En la Argentina deberían haber comenzado las clases este lunes, pero no empezaron por un paro de maestros. ¿En Japón hay huelgas docentes?

Bueno. eso nunca he escuchado. No hay. Tal vez haya, pero nunca he visto ni he escuchado.

Entonces no, porque si usted nos lo vio.

No (risas).

¿Y por qué no hay? ¿Están conformes con lo que ganan?

Bueno, más o menos estarán conformes, pero también para ellos lo más importante es ser muy responsables para los niños, ofrecer las clases como están planeadas. Entonces nunca quieren que se atrasen ni falten. Creo que es lo más importante: su sentimiento, aunque ganen menos de lo que ellos quieren.

Igual deben ganar bien.

Sí, sobre todo se dice que es un oficio muy favorable para las mujeres, porque ganan casi igual que los hombres. A veces los hombres ganan mucho más que las mujeres en las compañías. En las escuelas no hay diferencias.

El gobierno anterior no quería tomarles exámenes a los alumnos ni a los docentes para no estigmatizarlos. El gobierno actual sí lo hace. ¿Qué es mejor?

El examen es importante para estandarizar y mantener la misma calidad para todas las escuelas y para saber qué escuela está un poco atrasada y apoyar más a los niños y a los maestros. No es para la competencia, sino para saber la realidad.

En la Argentina tenemos un problema: los chicos que están terminando el secundario no comprenden lo que leen ni saben hacer operaciones matemáticas. ¿Qué deberíamos hacer para mejorar esto y cuánto tiempo puede llevar?

Creo que lo más importante es que en las escuelas primarias los alumnos tienen que acostumbrarse a estudiar a diario. Para eso, los maestros y los padres tienen que apoyar a los niños para que se acostumbren a estudiar diariamente y a cumplir sus tareas.

También estaba mal visto en Argentina hacer repetir a un chico de grado.

Allá no existe eso. Todos los niños entran a los seis años a la escuela primaria y dependiendo de la edad suben, aunque no sepan mucho.

¿Y si les va mal qué hacen?

El maestro tiene que apoyar más a ese niño. Pero siempre puede subir, con los mismos compañeros, para que no se sienta aislado ni atrasado. Tendrá que esforzarse más para poder alcanzar a sus compañeros.

¿Qué idiomas sabe un joven japonés cuando termina el secundario?

Sólo estudian inglés como segunda lengua. Y hay algunas escuelas, sobre todo privadas, que también ofrecen otras lenguas, como francés, español y chino, pero la mayoría de los estudiantes aprende inglés. El problema es que ellos no aprenden bien conversación, a comunicarse. Ahora el gobierno se preocupó y quiere hacer una reforma en la manera de enseñar. Antiguamente aprendían inglés para entrar a la universidad y tenían un nivel muy alto, sabían mucha gramática, pero les costaba mucho hablar. Entonces ahora se pone más énfasis en la conversación. Y yo no estoy tan de acuerdo, porque el nivel está bajando. Antes todos sabían gramática y podían leer textos difíciles, pero ahora los jóvenes saben saludar y explicar su vida diaria pero no entienden tanto los textos más ricos.

¿La educación primaria y secundaria es gratuita?

Sí. Las escuelas públicas son gratuitas, obviamente. Solamente los padres pagan un costo extra para las excursiones y esas cosas.

¿Y la universidad?

Hay que pagar 5 mil dólares anuales en las públicas y 7 mil en las privadas, en promedio.

Tenemos un problema en Argentina: se reciben muy pocos ingenieros y muchos abogados o periodistas. ¿Japón orienta a los estudiantes para que estudien lo que la sociedad necesita?

Ahora el gobierno está planeando ofrecer más becas a los jóvenes.El 56.8% de los graduados de la secundaria entra en la universidad y, si incluimos a las escuelas técnicas, hasta el 85%. Casi todo el mundo tiene acceso a la universidad. Y ahora hay tantos licenciados que el título de licenciado no tiene el mismo valor de antes.

¿Pero el gobierno los orienta?

El gobierno tiene mucho diálogo con las empresas, que quieren que estudien ciencias, sobre todo Ingeniería. Entonces el gobierno está apoyando más y quieren que más chicas estudien Ingeniería.

¿Y las chicas están entrando?

Está aumentando, porque hay incentivos económicos.

Cada tanto llegan noticias de chicos que se suicidan en Japón por la presión que tienen para estudiar. ¿Es así?

Sí, sobre todo los estudiantes de la escuela secundaria superior, antes de entrar a la universidad tienen que estudiar mucho y tienen tanta presión de tener que pasar un examen tan difícil y tan competitivo que a veces no quieren luchar y cortan su vida.

¿Pero no tienen otros caminos que puedan tomar?

Claro, pero como todos sus amigos entran, ella o él se pregunta «¿por qué yo no puedo hacer lo mismo?» y se siente aislado, débil o inferior a sus compañeros. El examen para entrar a la universidad es muy difícil, muy competitivo.

Pero más del 56% entra.

Para los jóvenes que quieren entrar en universidades prestigiosas hay mucha competencia. Si no les importa la fama o reputación de la universidad, cualquiera puede entrar, no hay tanta competencia.

¿Y esta competencia se ve reflejada después en la sociedad japonesa? ¿Al que estudió le va mejor que al que no lo hizo?

Sí, depende de la fama que tenga la universidad en la que se graduó. Las compañías prefieren a los estudiantes graduados en las universidades nacionales, muy famosas, y, luego, en algunas universidades privadas. Es que ahora en Japón existen 777 universidades y casi el 80% de ellas son privadas. Entonces, entre las privadas hay mucha brecha de nivel. Por eso, al que se gradúa en la Universidad de Waseda, las compañías lo contratan. Es que allá los estudiantes de tercer año de la universidad empiezan a participar de las reuniones de las compañías. Y casi el 96% lo encuentra trabajo.

¿La universidad en Japón es sólo pro empresa o también genera un pensamiento crítico al sistema?

El interés de los estudiantes para entrar a la universidad es obtener un trabajo bueno, su meta es tener un sueldo alto. Y hay algunos que luchan para mejorar la sociedad y para resolver los problemas sociales, pero para las compañías no es tan bien visto.

Ustedes fueron pioneros en el desarrollo tecnológico. ¿Los chicos pueden usar el celular en el aula?

No. Tal vez en sus casas, pero en las escuelas primarias están prohibidos los celulares. En las universidades casi todo el mundo usa tablets, antes se veía muy mal. Había algunos profesores que las querían prohibir.

¿Qué tipo de cooperación puede haber entre Japón y Argentina en materia universitaria?

Primero debemos firmar más convenios para hacer intercambio estudiantil. En mi universidad acabamos de firmar uno con la Universidad de Córdoba y este año va a llegar el primer estudiante, el pionero.

¿Y cómo lo van a seleccionar?

Lo define la universidad por sus logros académicos y su plan de estudio.

¿Y va a venir un chico japonés a Córdoba?

¡Sí! (risas).

Es poco uno.

Sí, hay que promover más, para que haya más convenios y haya más intercambio. Los jóvenes son el motor y la base para formar un mejor futuro. Es lo más importante.

Creo que aquí no hay muchos cursos de japonés.

Ese es el problema para nosotros. Buscamos universidades que den clases de japonés para que puedan viajar.

¿Los maestros en Japón tienen educación universitaria?

¡Claro! Hay una universidad nacional que se dedica totalmente a formar docentes, sobre todo para las escuelas primarias y secundarias. Es una carrera de cuatro años. Hay algunos que quieren hacer una maestría, entonces son seis años. Las universidades privadas no pueden ofrecer curso para maestro primario, sí para secundario.

Consideran lo principal a los más chiquitos.

Sí (risas).

¿Las escuelas son mixtas?

Sí. Antes los chicos sacaban mejores notas. Pero ahora las chicas son más inteligentes. Toman el liderazgo. Cuando yo era estudiante me pidieron que fuera presidenta de la asociación de alumnos de mi escuela. ¡Y vino la televisión nacional a hacerme una nota! Porque era un caso muy raro en aquel entonces. Ahora casi todas las escuelas eligen chicas. No sé qué van a hacer los chicos.

¿Y primera ministra para cuándo?

¡Dentro de pocos años! Ya hay varias candidatas.

Fuente de la entrevista; https://www.lanacion.com.ar/2114533-en-japon-los-maestros-no-paran-lo-mas-importante-para-ellos-es-ser-responsables-con-los-ninos

Fuente de la imagen:https://bucket3.glanacion.com/anexos/fotos/26/2642826h688.j

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Padres, maestros y sistema educativo.

Por: larioja.com

Siempre he tenido la sensación de que cuando un padre iba a hablar con el maestro del niño hablaba como si lo hiciera con uno más de la familia; los padres no ocultaban nada, colaboraban. Sin embargo, cuando hablaban con un profesor de instituto, medían sus palabras, como si se dirigiesen a un adversario. Los profesores lo son porque son licenciados; los maestros valen porque pertenecen a tu vida diaria.

Los maestros dedican los mejores años de su vida al servicio de los hijos y su formación y en esa educación se han formado médicos, maestros, políticos, sindicalistas… Esa me parece la forma elevada del estudio y la educación, el máximo fruto al que aspira una escuela. El problema es que dependemos de la condición humana y ética del maestro que nos toque, sin un horizonte común, una ley orgánica educativa.

Todos lo cambios sufridos por la ley de educación hecha por los políticos, y por tanto hecha de forma partidista, sin contar con las personas implicadas (expertos, pedagogos, filósofos, maestros…), asociaciones, movimientos sociales… Todos estos cambios, decía, nos han conducido a la descorazonada situación de una educación cada vez más genérica y apática.

Buscar una estabilidad en el sistema educativo pasaría indudablemente por un pacto político en el Congreso, pero no valdrían para ello diputados que empantanan y se enrocan en sus posturas ideológicas impidiendo avanzar hacia un espacio de consenso.

Hasta ahora, el prisma del maestro ha sido menos inquietante que el prisma político.

Fuente: http://www.larioja.com/opinion/cartas-al-director/padres-maestros-sistema-20171104002712-ntvo.html

Imagen: http://1.bp.blogspot.com/-V7YtnZDNykI/Ul8PAEwpokI/AAAAAAAAWHA/P5MLCXaTHak/s1600/2.JPG

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¿Qué nos enseñan nuestros (as) maestros (as)?

Ramón Solórzano Robledo

Nuestros(as) primeros(as) maestros(as) los hemos tenido en casa, nuestro padre y madre, los cuales, con los valores, ejemplos y conocimientos que ellos poseían trataron y tratan de educarnos para ser buenas personas, con los errores y virtudes que uno debe tener en la vida.

Luego, en lo espiritual, tenemos líderes religiosos quienes nos dieron a conocer la palabra de Dios, ése al que muchos buscamos solo cuando tenemos problemas o necesitamos algo, al máximo creador de la vida.

Y un poco después de los primeros y casi al mismo tiempo que los segundos, llegaron a nosotros(as) los(as) Maestros(as) de profesión. Los(as) cuales, personalmente significan todo, un ejemplo de cómo hacer las cosas bien pero también de cómo se puede equivocar al ser personas, motivo de inspiración, motivación y superación.

Todos hemos tenido buenos y malos ejemplos de maestros(as), a los buenos docentes hay que aprenderles lo más posible, a los malos, habrá que tomarles solo lo rescatable que nos puedan aportar, y también, aprender a no ser como ellos(as).

El maestro y maestra de vocación, son personas especiales que buscan entre otras cosas aportar su granito de arena para que la sociedad mejore. Un maestro debe estar listo para hacer lo que sea necesario para que sus alumnos aprendan. Pero también, un maestro debe prepararse, tanto en su materia de enseñanza como en cuestiones culturales y personales, no para presumir títulos de niveles y grados académicos, sino como parte de un estilo y forma de vida. Siempre podrá aportar más y mejor un docente que asiste al teatro, a presentaciones de danza, que viaja, conoce y que lee, pero también que se cultiva espiritualmente y que busca estar bien con su familia, que aquel que solo es un excelente profesor dentro del aula, pues el ejemplo arrastra.

Para lograr ser un verdadero maestro creo yo, se debe comprender el sentido de la vida y el porqué de su presencia en la tierra, siendo un humilde aprendiz de tiempo completo.

Una formación profesional, jamás da todo lo que un profesor requiere en el aula, por eso es que se convierten en maestros.

Esa sonrisa y buen trato que tienes con tus alumnos(as) y compañeros(as), esa seguridad con que participas cuando te documentas sobre el tema a dialogar, esa puntualidad con que te presentas, entre otras cosas, te hace ser un gran ejemplo de profesional.

Fuente del articulo: http://ramonsolorzano.blogspot.com/

Fuente de la imagen: https://4.bp.blogspot.com/-8wEPRGzRYQA/WRnq5nDFnhI/AAAAAAAAFf4/JUGSu4-cQrQx1yeiy8XfrGsuWqfnGsnfwCLcB/s1600/Imag

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Profesor enseña Matemáticas al ritmo de «Despacito»

18 Junio 2017/Fuente: lanacion /Autor: El Once

El famoso hit de Luis Fonsi y Daddy Yankee , «Despacito», generó numerosos videos virales y algunas parodias en distintos países. Ahora, la primera canción latina que corona la lista global de Spotify, se trasladó a las aulas. Marcos Dellepiane, un maestro de matemática de San Martín de los Andes, en Neuquén, decidió dar su clase en la Escuela 188 al ritmo del reggaeton.

En las imágenes se puede ver a Dellepiane escribiendo en el pizarrón, mientras baila y canta la canción de moda. Uno de sus alumnos decidió filmarlo y en pocos días el video ya recopiló más de un 1.4 millones de reproducciones entre Facebook y Twitter. «Qué horror, la juventud está perdida ( y su profe también) Se filtró…Ajaja!!!!», escribió junto al video el profesor en su cuenta de Facebook.

El maestro de San Martín de los Andes es muy popular entre los alumnos, y reconocido por colegas y otros especialistas en nuevos métodos de enseñanza.

 

Para ver el video : https://youtu.be/_Z2EomGTX4w

Fuente de la noticia: http://www.lanacion.com.ar/2034208-el-profesor-de-matematica-que-ensena-al-ritmo-de-despacito

Fuente de la imagen: http://media.elentrerios.com/fotos/2017/06/17/o_1497708339.jpg

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Los alumnos hablan de qué cualidades debe tener un buen maestro

Anna Torralbo

Amabilidad, disposición a la escucha y a responder a las preguntas, a explicar con calma, a no gritar, ser capaces de ser creativos… estas son algunas de las cosas que a niñas y niños les gustaría que tuvieran sus maestras y maestros.

“La vista no puede ser vista”, no olvidaré nunca esta frase (primeramente porque el profesor la repetía sin cesar y, en segundo lugar, porque por más que la escuchaba, no la entendía). Quien hablaba era ese profesor con la nariz altiva, el que nos miraba a nosotros, a los alumnos, con aborrecimiento. Era el mismo que nos decía que estaba estudiando para abogado porque los estudiantes no valorábamos la filosofía. “Sois una pérdida de tiempo”. Ese año suspendí la filosofía de bachillerato y, por supuesto, la odié también. A pesar de lo “bueno” que era el profesor en el tema, nunca consiguió que entendiéramos la filosofía ni que empatizáramos con ella; y mucho menos que la amáramos o, en su defecto, que nos gustara un poco.

Todos hemos tenido todo tipo de maestros, y todos recordamos con especial cariño a algunos de ellos. A veces incluso recordamos frases, o gestos que, en su momento (sin saberlo), calaron en nosotros para siempre. Y esto demuestra algo muy obvio pero poco tenido en cuenta: muy a menudo nos enseñan más las personas como personas, que por el conocimiento que puedan tener. Como maestros, seguramente no lleguemos a saber nunca si formamos parte del recuerdo grato de alguno de nuestros alumnos (siempre quiero pensar que sí, aunque solo sea uno). Lo que sí podemos hacer es acercarnos a la visión que tienen, interesarnos por aquello que, como alumnos, valoran de sus profesores. Y es que, por jóvenes que sean, los alumnos saben bien qué es lo que les gusta y lo qué no, lo que les ayuda a aprender y lo que no.

Ahora, como maestra, observo a mí alrededor, a cada uno de los alumnos, todos ellos diferentes, y me pregunto qué es lo que quieren, qué necesitan. Lo mejor que he podido hacer ha sido hablar directamente con ellos, proponerles que expliquen qué cualidades consideran que tiene que tener un buen maestro. Los jóvenes a los que les he preguntado, lo han tenido bien claro:

En primer lugar, un buen maestro o profesor tiene que ser amable. Y es que por mucho contenido curricular que haya que abordar, entre profesor y alumnos, ante todo, existe una relación personal. “Si un profesor no es amable, se me quitan las ganas de escucharlo”, comentaba uno de ellos. Y no es de extrañar, esto nos pasa a todos en cualquier esfera de nuestra vida, ¿por qué debería ser diferente con ellos?

Otra de las cualidades más deseada en un maestro es que sea creativo, que haga actividades “chulas” y juegos, y no fichas todo el rato. ¿Hablamos de innovación? Es graciosa esta palabra, cuando el deseo, consciente o inconsciente, de los alumnos de hoy y de antaño, siempre ha ido por delante de cualquier innovación educativa que los adultos podamos proponer. Lo que hoy se pueda implementar en el aula como algo innovador, lleva años en las mentes de los niños. ¿A caso, como alumnos, no preferíamos salir a la calle, hacer experimentos, jugar, manipular que escuchar una lección magistral?

En tercer lugar, los alumnos han destacado que un buen maestro no tiene que reñir gritando. ¿De verdad gritan los maestros? ¿Por qué? Cualquiera sabe de primera mano cuán desagradable es que le griten a uno. Y, en mayor o menor medida, somos conscientes de la reacción que se produce inmediatamente tras el grito: te tapas los oídos (con la mano o mentalmente, desconectas vaya). Los maestros gritan por muchas razones (yo misma los oigo por los pasillos). Gritan para que los alumnos se sienten, para que los alumnos se callen, gritan porque un alumno pregunta algo que ya se ha explicado, porque no entienden algo que ya se ha dicho…

Siempre me pregunto por qué en esta profesión se permiten conductas que en otras, en un contexto parecido, son impensables. ¿Se imaginan a un comercial de telefonía móvil gritándole a un cliente porque éste no entiende cómo usar la agenda o cómo conectarse a una red wi-fi? ¿Acaso el comercial le reprochará que tenga que repetírselo? ¿Qué es lo que hace diferente esta situación? ¿Será que unos son adultos y los otros niños, y que a estos últimos no les debemos el mismo respeto ni la misma paciencia? ¿O será que en el primer caso el dinero cumple una función coaccionante? Nunca he entendido ciertas reacciones por parte de algunos profesores, y por suerte, veo que muchos alumnos comparten conmigo esta incomprensión. Cuando uno se hace maestro o profesor, sabe muy bien que tendrá delante niños y niñas de todos los tipos, y que precisamente le pagan para ayudar y explicar, tantas veces como haga falta. ¿Por qué se reniega entonces de una parte tan esencial y tan básica de nuestra profesión?

Y esto nos lleva a otra de las cuestiones también muy comentadas entre los alumnos: un buen profesor debe explicar las cosas muchas veces, y ayudarte si no entiendes algo. “Yo creo que tiene que hablar contigo si tienes alguna pregunta o dudas y escucharte y ayudarte”, comentaba uno de los alumnos. Es obvio, ¿no?, para eso nos pagan. Y en este caso no importa a qué tipo de educación nos estemos refiriendo, porque incluso en aquella más abierta y libre, los niños reciben explicaciones de algún tipo: dónde están las cosas, cómo usar una herramienta, etc.
Por supuesto, ha salido a colación el tema de los “favoritos”, porque no nos engañemos, existen favoritos, y algunos lo saben disimular mejor que otros. ¿Cómo notáis quién es el favorito? “Porque le preguntan todo el rato a esa persona, porque se le perdona más cosas que a los demás, porque le dicen que es el mejor y que lo hace todo bien, porque siempre le piden los favores a él/ella”. Sí, recuerdo bien eso. El favorito siempre ha sido destacado en clase, para que todos lo vean, anhelen ser como él/ella, y, de paso, para que tengan claro cuál es el modelo al que hay que aspirar.

Y bien, luego ha habido muchos otros comentarios, algunos de ellos sorprendentemente populares también, como el “buen olor”: “que no le huela mal el aliento”, “que huela bien”, “que no huela a tabaco”. Sin duda, el olor corporal ha imprimido en nuestro recuerdo a más de un profesor/a, para bien o para mal. Y de nuevo me viene a la cabeza eso que me pregunto desde que era una niña: ¿por qué los adultos piden cosas a los niños/as que ellos no cumplen? Desde la escuela siempre me han insistido en que tengo que lavarme los dientes después de comer, y así lo he hecho. Entonces, ¿por qué el aliento de algunos profesores huele a vino mezclado con café y cigarro? En más de una ocasión he escuchado a los profesores quejarse del olor general de una clase, o del olor o aseo concreto de un alumno. ¿Nos preguntamos cómo olemos nosotros?

En fin, este artículo podría no terminarse nunca (a los niños y niñas a los que he preguntado se les ocurrieron miles de cosas), pero más que alargarlo, me gustaría dejar que fueran los propios profesores y maestros los que entablaran esta conversación con sus alumnos.

Por mi parte, tras escribir todo esto, solo puedo pensar en una cosa: ¿No es acaso todo lo expuesto demasiado obvio? A veces tengo la sensación de que los profesores caminamos errantes y ciegos buscando una solución que está justo delante de nosotros, a veces se llama Clara, Rosa, Carlos, Georgina, Lucía, Lucas, Rodrigo…

Fuente del articulo: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/02/13/los-alumnos-hablan-de-que-cualidades-debe-tener-un-buen-maestro/

Fuente de la imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/02/profes_converted.jpg

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La última entrevista a una dedicada maestra de Fulgencio Yegros

La última entrevista a una dedicada maestra de Fulgencio Yegros

La docente jubilada nació el 28 de junio del año 1921, inició su labor de enseñanza desde muy joven, cuando tenía tan solo 15 años ya se dedicaba a guiar en las aulas a los niños. Brindó clases en diferentes escuelas de la ciudad y luego de 37 largos años de enseñanza disfrutó de su jubilación.
Doña Celmira empezó a dar clases en el año 1936 en la Escuela de Isla Sacã, luego en una precaria escuela en Pindoyu, posteriormente fue a enseñar en Alejo García N° 64, para quedar finalmente en la institución República Alemana en donde enseñó hasta jubilarse en el año 1973 tras completar casi 40 años de acompañar y formar a cientos de niños de la sexta jurisdicción del país.
Comentó que existe una diferencia muy grande con respecto a la enseñanza de su época con la de ahora, ya que los alumnos de hoy en día ya no conocen del respeto hacia sus semejantes, honestidad, responsabilidad, dichos valores que ella enseñaba siempre.
«Los alumnos hoy en día ya no saludan a los maestros como antes, solo levantan la mano, hacen un gesto y nada más, incluso los maestros ya no enseñan como antes, en tiempo de lluvia si o si nos ibamos al igual que los alumnos, no había niños con malas notas», indicó.
La maestra en una entrevista que se le realizó durante el pasado miércoles había recordado que en una institución en donde enseñaba uno de los turnos era privado y los padres tenían que pagar, había algunos que no podían, entonces le pagaban con gallinas, huevos, mandioca entre otros productos.
También recordó aquellas inolvidables veladas en fechas importantes en donde tenía que sacar su fase de artista para cantar y bailar.
Mencionó que le encantaba la sopa paraguaya, la chipa y el chipa guasu, pero que cuidaba mucho su alimentación debido a su avanzada edad evitando alimentos pesados y muy condimentados.
Dijo que su almuerzo consistía en un ligero menú, con leche, yogur y licuados de diferentes frutas para mantenerse sana y fuerte, como se la pudo observar con su impactante sonrisa durante su última entrevista brindada al trabajador de prensa de la Municipalidad de Fulgencio Yegros, Aldo Dávalos.
Al consultarle si asistía a fiestas en su juventud, respondió que sí, solía irse linda y coqueta a divertirse de vez en cuando.
Durante todo el tiempo de haberse desempeñado como maestra tuvo la oportunidad de ser partícipe de la educación de muchos niños, que hoy son grandes personas.
Doña Celmira Dejesús, impartió la práctica de valores como la responsabilidad, el respeto entre todos, la honestidad y el amor, que deja como un legado a las familias yegreñas y a la sociedad misma. Una mujer admirable, una persona de gran corazón, una maestra como pocas, que pintó huellas imborrables, digna del mayor respeto y profundos agradecimientos.
La docente falleció el pasado viernes por problemas de salud y hoy en el día del maestro ya descansa en paz enseñando su sabiduría a los ángeles del cielo.
Fuente: http://www.ultimahora.com/la-ultima-entrevista-una-dedicada-maestra-fulgencio-yegros-n1081857.html
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