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HOMOFOBIA DE ESTADO 2019 ilga.org ACTUALIZACION DEL PANORAMA GLOBAL DE LA LEGISLACIÓN

ILGA Mundo: Lucas Ramón Mendos, Homofobia de Estado 2019: Actualización del Panorama Global de la Legislación (Ginebra; ILGA, diciembre de 2019).

A medida que nos preparamos para comenzar un nuevo año —y una nueva década— estamos orgulloses de presentar a nuestras organizaciones miembras y al público en general una actualización del Panorama Mundial de la Legislación del informe Homofobia de Estado. Esta actualización de fin de año nos ayudará a mantenernos al día con el progreso (y el retroceso) que hemos visto en todo el mundo desde el lanzamiento de la última edición de nuestro informe en lo que hace al derecho de la orientación sexual. En los últimos años hemos visto progresos sin precedentes como resultado de nuestra labor de promoción a nivel nacional, regional y mundial. Nunca antes nuestras comunidades habían alcanzado tal nivel de protección legal en tantos países de todo el mundo y tenemos numerosas razones para celebrar y alegrarnos. En más de 70 países, la orientación sexual ha sido expresamente consagrada en las regulaciones locales, las leyes y constituciones nacionales para protegernos de la discriminación. Las familias diversas están siendo reconocidas en un número cada vez mayor de jurisdicciones y se ha establecido una tendencia mundial hacia la despenalización de los actos sexuales consensuales entre personas del mismo sexo. Sin embargo, este es un momento en el que ser complacientes con nuestros logros es uno de los peores errores que podemos cometer.

Las tendencias polarizadoras que están teniendo lugar a escala mundial significan que, si bien cada vez más de nosotres vemos nuestros derechos legalmente reconocidos, más personas LGBTI también corren un mayor peligro de ser discriminadas, atacadas, perseguidas e incluso asesinadas. A medida que nos hacemos más fuertes, la oposición que siempre hemos encontrado está ahora reforzada y revitalizada con una nueva ola de resistencia de viejos y nuevos detractores. Nuestros logros están siendo atacados y presentados maliciosamente por actores anti-derechos, de derechas y conservadores como golpes amenazantes para la sociedad y como una desgracia para la humanidad como tal. Se están utilizando tácticas sofisticadas para presentarnos como una fuerza oscura que pretende usar, reclutar o adoctrinar a les niñes, como una conspiración impulsada por una ideología que busca destruir el tejido moral de la sociedad. Una amenaza que hay que detener. E incluso si estas afirmaciones extravagantes no nos suenan nuevas (sobrevivimos a ellas todos los días de nuestras vidas), ahora estamos —más que nunca— empezando a ver cómo su uso estratégico como mantra repetitivo en todos los rincones del mundo está cobrando impulso. Por mucho que nos gustaría informar sobre progresos incontestados, publicamos esta actualización del Panorama Mundial de la Legislación de nuestro informe de Homofobia de Estado con un sentimiento inquietante. Poco después de que lanzamos la 13ra edición del informe, Brunei conmocionó a nuestras comunidades —y al mundo entero— al promulgar una de las leyes más atroces de las últimas décadas.

Poco después, otro país africano se unió a la lista de países que nos criminalizan: Gabón. Otro ha defendido y mantenido inexplicablemente esas leyes (Kenia) y, en Asia y África, al menos otros tres países están considerando actualmente proyectos de ley para criminalizar que pronto podrán ver la luz (Indonesia, Guinea Ecuatorial y Egipto). Europa y América del Norte, dos regiones del mundo que habían mostrado claros signos de progreso constante, no están logrando mantenerse en esa tendencia y muestran signos angustiantes de retroceso en forma de jurisprudencia restrictiva, violencia implacable, feroz oposición a iniciativas legales para proteger nuestros derechos, las llamadas «licencias» para discriminar basadas en creencias religiosas y niveles inéditos de discursos de odio. Los esfuerzos para descriminalizar los actos sexuales consensuales entre personas del mismo sexo parecían haber ido mal en Oceanía y ningún país de la región parece estar tomando medidas claras para apoyar nuestros reclamos. En este contexto, lamentamos profundamente tener que informar que desde marzo de 2019 más de nosotres hemos sido ejecutades por amar a quienes amamos, encarcelados o arrestados bajo las leyes existentes en varios países. En cualquier caso, ser conscientes de todos estos intensos frentes de batalla no hace que nuestros logros sean menos importantes. Somos un movimiento resiliente y siempre nos hemos sobrepuesto, incluso en grandes adversidades. Nuestres hermanes en Botsuana nos dieron a todos una dosis invaluable de esperanza cuando lograron que se deroguen las disposiciones legales que nos convirtieron a todos criminales en ese país.

Nuestros hermanos en Taiwán reforzaron aún más ese sentimiento de alegría cuando el matrimonio igualitario se hizo realidad por primera vez en Asia, gracias a su incansable trabajo y luego de sobrevivir valientemente al duro golpe de un tenso referéndum que fue tan devastador para la comunidad local que incluso se cobró la vida de algunos de nuestros jóvenes más valiosos. Más países ahora nos protegen de la discriminación basada en la orientación sexual en sus constituciones y tienen disposiciones legales contra los crímenes de odio y la incitación al odio, la violencia y la discriminación. El desafío con estas leyes ahora es luchar por su aplicación efectiva. Ahora, a medida que más y más de nosotros organizamos y salimos a la calle por nuestra causa, a medida que presentamos demandas bien investigadas ante tribunales locales e internacionales y tenazmente incidimos ante los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales, también estamos dedicando tiempo a protegernos unos a otros y tomar más tiempo para el autocuidado y la sanación: una prioridad muy necesaria en tiempos de contrarreacción virulenta. Esperamos con entusiasmo lo que nos espera, aguardando numerosas oportunidades de cambio y mejora, pero también somos realistamente conscientes de que los desafíos son cada vez más frecuentes y exigentes. Esta realización, lejos de disuadirnos, nos llevará a superarnos a nosotres mismes y lograr aún más. Porque nuestras vidas están en juego. A todes les involucrades en la producción de esta actualización, nuestro sincero agradecimiento

 

Puede acceder al informe completo en el siguiente enlace:

ILGA_World_Homofobia_de_Estado_Actualizacion_Panorama_global_Legislacion_diciembre_2019

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EL ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2019 Crecer bien en un mundo en transformación Niños, alimentos y nutrición

UNICEF 

UN MUNDO EN TRANSFORMACIÓN

Hace 20 años que el Estado Mundial de la Infancia examinó por última vez la nutrición infantil. Desde esa fecha han cambiado muchas cosas. Hemos cambiado el lugar donde vivimos: cada vez es mayor el número de familias que han abandonado las áreas rurales y se han trasladado a las ciudades. Hemos cambiado nuestras funciones: cada vez hay más mujeres que se incorporan a la fuerza laboral, conciliando las responsabilidades laborales con su función de cuidadoras primarias en el hogar, y a menudo con escaso apoyo de las familias, los empleadores o la sociedad en general. Las condiciones de vida en nuestro planeta han cambiado. La crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y los daños medioambientales suscitan ahora la preocupación de si será posible alimentar de manera sostenible a esta generación de niños, por no hablar de las generaciones venideras. Y también hemos cambiado lo que comemos. Estamos dejando atrás los tipos de alimentación tradicionales y autóctonos y adoptamos prácticas de alimentación modernas que con frecuencia son ricas en azúcares y grasas, y bajas en nutrientes esenciales. Este es el telón de fondo de la malnutrición infantil actual. Como tantas otras cosas, esta condición también está cambiando. La malnutrición, una palabra que antes estaba inextricablemente ligada a las imágenes del hambre y la hambruna, ahora debe utilizarse para describir a los niños con retraso en el crecimiento (cuya estatura es menor a la que corresponde a su edad); a los que padecen emaciación (cuyo peso es bajo en proporción a su altura); a los que presentan “hambre oculta” (es decir, deficiencias en vitaminas y minerales esenciales); y al creciente número de niños y jóvenes afectados por el sobrepeso o la obesidad. Estos son los niños que no están creciendo bien.

Las cifras son preocupantemente altas. En todo el mundo, uno de cada tres niños menores de 5 años presenta retraso en el crecimiento, emaciación, o sobrepeso y, en algunos casos, una combinación de dos de estas formas de malnutrición. En América Latina y el Caribe, la cifra es de uno de cada cinco. La triple carga de la malnutrición La desnutrición continúa afectando a miles de millones de niños. Su presencia es visible en el retraso en el crecimiento de los niños que no reciben una nutrición adecuada durante los primeros 1.000 días y a menudo después. Estos niños puede que soporten la carga del retraso en el crecimiento durante el resto de sus vidas y es posible que nunca alcancen el desarrollo pleno de sus capacidades físicas e intelectuales. La desnutrición también es evidente en la emaciación de los niños en cualquier etapa de sus vidas, cuando circunstancias como la escasez de alimentos, las malas prácticas de alimentación y las infecciones, a menudo agravadas por la pobreza, las crisis humanitarias y los conflictos, los privan de una nutrición adecuada y, en demasiados casos, provocan su muerte. En 2018, 149 millones de niños menores de 5 años sufrían de retraso en el crecimiento y casi 50 millones tenían emaciación. En América Latina y el Caribe, 4,8 millones de niños menores de 5 años sufren de retraso en el crecimiento y 0,7 millones de emaciación. Las carencias de vitaminas y minerales esenciales –lo que se conoce como el “hambre oculta”– privan a los niños de su vitalidad en todas las etapas de la vida y perjudican la salud y el bienestar de los niños, los jóvenes y las mujeres.

El número de niños y mujeres afectados por el hambre oculta es alarmante. Las estimaciones realizadas por UNICEF y sus aliados indican que existen al menos 340 millones de niños menores de 5 años (es decir, uno de cada dos) que padecen hambre oculta. El número de niños con obesidad de entre 5 y 19 años se ha multiplicado, aumentando entre 10 y 12 veces en todo el mundo. El sobrepeso y la obesidad, durante mucho tiempo consideradas trastornos de los ricos, afectan ahora cada vez más a los pobres, lo cual refleja la mayor disponibilidad en todos los países del mundo de “calorías baratas” procedentes de alimentos grasos y azucarados. Estos trastornos incrementan el riesgo de contraer enfermedades no contagiosas, como la diabetes tipo 2. Los análisis realizados como parte del estudio sobre Carga Mundial de Enfermedades sugieren que las prácticas de alimentación que carecen de una nutrición adecuada son actualmente la principal causa de muerte en todo el mundo. Sobrevivir sin prosperar Cada vez hay más niños y jóvenes que sobreviven, pero son muy pocos los que prosperan. Para comprender la malnutrición actual, es necesario centrarse en los alimentos y la alimentación en todas las etapas de la vida del niño. El panorama que surge es preocupante: Demasiados niños y jóvenes comen muy pocos alimentos saludables y demasiados alimentos poco saludables. Estos problemas comienzan temprano en la vida: en todo el mundo y en la región de América Latina y el Caribe, solo dos de cada cinco niños reciben exclusivamente leche materna en sus primeros seis meses de vida, lo que les priva de la mejor comida que un bebé puede obtener. En cuanto a los “primeros alimentos” que los lactantes deben empezar a consumir alrededor de los 6 meses de edad, estos también son, en demasiados casos, inapropiados para satisfacer las necesidades de los niños.

Menos de uno de cada tres niños entre los 6 y los 23 meses está consumiendo una alimentación lo suficientemente diversificada para sustentar sus cuerpos y cerebros en rápido crecimiento. En el caso de los niños más pobres, la proporción se reduce a sólo uno de cada cinco. Lograr que los sistemas alimentarios beneficien a los niños Si se mantienen las tendencias actuales, los efectos de la producción de alimentos en el medio ambiente no harán si no agravarse, mientras que la demanda de alimentos aumentará por lo menos en un 50% para mediados de siglo. Esta demanda tendrá que resolverse en el contexto de un mundo que, tras décadas de reducción, experimenta un lento aumento del hambre, con 820 millones de personas subalimentadas en 2018. Comprender cómo funcionan los sistemas alimentarios es fundamental para mejorar nuestras alimentación. Pero, con demasiada frecuencia, hay un grupo muy importante cuyos intereses quedan fuera del análisis de los sistemas alimentarios: los niños. Esta es una omisión peligrosa. Los niños son un grupo único. La mala alimentación tiene consecuencias de por vida en su crecimiento físico y en su desarrollo cerebral. Por eso deben ocupar un lugar central cuando se habla de sistemas alimentarios. Si los sistemas alimentarios benefician a los niños, también nos benefician a todos nosotros. Una buena nutrición puede romper el círculo vicioso intergeneracional a través del cual la malnutrición perpetúa la pobreza, y la pobreza perpetúa la malnutrición. Los niños que están bien alimentados disponen de una base sólida a partir de la cual pueden lograr el pleno desarrollo de sus capacidades. Y cuando los niños consiguen esto, las sociedades y las economías también se desarrollan mejor. Nuestro objetivo debe ser proporcionar a los niños una alimentación nutritiva, segura, saludable, asequible y sostenible.

Pueden descargar el Informe completo en este enlace:

EL ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2019 Crecer bien en un mundo en transformación Niños, alimentos y nutrición

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OIM:World Migration Report 2020

OIM / 30-12-2019

IOM’s responsibility to provide an objective and balanced account of migration globally has never been more important. Not only is the political salience of migration high, and frequently fevered, but the capacity for rapidly disseminating disinformation to influence the public discourse has expanded. Twenty years ago, IOM published the first World Migration Report with the stated aim of providing an authoritative account of migration trends and issues worldwide. With the initial report published in 2000, the series has quickly become established as IOM’s flagship publication. The early World Migration Reports were framed around specific themes. They provided deep dives into topics such as labour mobility, migrant well-being and communication on migration. But, with time, there was a sense that the broader landscape and complexity of migration issues was being neglected. Times have changed, dramatically so. Migration is now a top-tier political issue interconnected to human rights, development, and geopolitics at national, regional and international levels. Accordingly, IOM has enhanced the flagship series to ensure that the World Migration Report is, in fact, a world migration report. We have revamped the series to offer a more strategic contribution to the public debate. We have strengthened our collaborative partnerships with scholars and applied researchers in order to benefit from their diverse expertise and knowledge. We have made content and structural changes to increase the World Migration Report’s utility to the evidence base on migration globally, in line with IOM’s growing role in data collection and analysis. The World Migration Report 2018 is the most downloaded of all IOM publications. It is clearly fulfilling the need to provide a balanced understanding of migration’s complexities, present the latest global data and information in an accessible way, and explore and explain complex and emerging migration issues. As the United Nations’ migration agency, IOM has an obligation to demystify the complexity and diversity of human mobility. The report also acknowledges IOM’s continuing emphasis on fundamental rights and its mission to support those migrants who are most in need. This is particularly relevant in the areas in which IOM works to provide humanitarian assistance to people who have been displaced, including by weather events, conflict and persecution, or to those who have become stranded during crises. Likewise, IOM remains committed to supporting Member States as they draw upon various forms of data, research and analysis during policy formulation and review processes. Indeed, this is reflected in IOM’s Constitution where the need for migration research is highlighted as an integral part of the Organization’s functions. The World Migration Report is a central component of this important function. In this era of heightened interest and activity towards migration and migrants, we hope this 2020 edition of the World Migration Report becomes a key reference point for you. We hope it helps you to navigate this high-profile and dynamic topic during periods of uncertainty, and that it prompts reflection during quieter moments. But most importantly, we hope that you learn something new from the report that can inform your own work, be it in studies, research and analysis, policymaking, communication, or migration practice.

Since 2000, IOM has been producing world migration reports. The World Migration Report 2020, the tenth in the world migration report series, has been produced to contribute to increased understanding of migration throughout the world. This new edition presents key data and information on migration as well as thematic chapters on highly topical migration issues, and is structured to focus on two key contributions for readers: Part I: key information on migration and migrants (including migration-related statistics); and Part II: balanced, evidence-based analysis of complex and emerging migration issues.

This flagship World Migration Report has been produced in line with IOM’s Environment Policy and is available online only. Printed hard copies have not been made in order to reduce paper, printing and transportation impacts.

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La cuarta revolución industrial y los retos educativos

360radio.com.co / 30-12-2019

 A propósito de la publicación de mi más reciente libro: “¿Industria 4.0: Transformación digital o cuarta revolución industrial? Mito, realidad o crisis del concepto” quisiera compartir algunas reflexiones generales que resumen la intención del mismo en clave de lo educativo.

Por: Javier Darío Fernández

La cuarta revolución industrial como mito o realidad pasa por lo que Heráclito en su momento sentenciaba: “Todo cambia, nada es” y es que todo cambio deberá materializarse y situarse en un contexto, si se quiere, y ese contexto para que sea transformador, deberá ser lo educativo, que atraviesa lo que Marcuse denominaba “la realización humana libre” y que se da por sustitución y no por verificación y falsación como lo plantea Kuhn.

Es decir, es revolución en tanto en cuanto, transforma no solo lo tecnológico, sino también lo social, lo económico, lo educativo y lo humano, transforma el modo de vida de las sociedades, si se quiere, aquí y ahora.

La cuarta revolución industrial ha permitido que la humanidad cambie en los últimos 20 años, tanto o más que lo que había cambiado en los 300 años anteriores y no solamente y exclusivamente por los grandes, veloces y variados volúmenes de información que hoy nos cohabitan sino por las grandes transformaciones en términos de interrelaciones que hoy nos permiten definirnos como sociedad.

Medellín ha hecho una gran apuesta como Centro de la Cuarta Revolución Industrial, pionera en la región, sin embargo, la pregunta que subyace necesariamente es ¿para dónde vamos y qué queremos? Y es una apuesta a futuro por reinventar el modelo de sociedad que nos es posible y permisible pensarnos y construirnos.

Y es en ese mundo de lo tecnológico donde han gravitado los imaginarios de sociedad, bien sea en modo de digitalización de la cadena de valor de la producción o en modo de la digitalización de los modelos de negocios que hoy emergen, subyacen entonces dos categorías fundamentales para explicar el concepto de la cuarta revolución industrial: la conectividad y la digitalización.

En esto aún hay retos y brechas por cerrar no solo en términos de infraestructura sino de modelo, el modelo de conectividad para la ciudad, para la región y para el país y el modelo de digitalización que explique la relación con la materialización de lo que hacemos.

En este orden de ideas, la transformación digital o cuarta revolución industrial como la aplicación de tecnologías digitales a todos los eslabones no solo productivos sino también en el contexto de las relaciones sociales implica la interconexión de manera transversal de todo con todo y de todos con todos.

Internet de la cosas, sistemas ciberfísicos, bigdata, blockchain, tecnologías avanzadas para el almacenamiento energético, micro satélites, neurotecnologías, impresión aditiva o 3D, biología sintética o nano materiales, emergen como categorías tecnológicas para explicar el nivel de desarrollo de la cuarta revolución industrial, que de la mano de las tres revoluciones industriales previas ha enmarcado un proceso histórico de desarrollo de las complejidades, desde la máquina de vapor, pasando por la electricidad y luego por la electrónica y los sistemas de cómputo hasta los sistemas que relacionan el mundo físico con el virtual.

Ahora bien, este contexto de transformación digital o cuarta revolución industrial nos debe de llevar a pensar cómo los nuevos campos de la ciencia y la sociedad vienen tratando de explicar el mundo de hoy a partir de los comportamientos micro e individuales, de lo nano y lo local, de lo unipersonal y lo simple, es decir, nos aboca a pensar en una nueva era científica que emana tanto de la cotidianidad como de las formas simples de un universo en constante crecimiento y expansión y es allí donde lo educativo emerge bien como pregunta o bien como propuesta.

Como pregunta porque nos ayuda a entender y comprender una nueva realidad mediada por: las posibilidades científicas y tecnológicas emergentes, la construcción de un orden económico y político mundial diferente y la convergencia tecnológica y la descentralización de los medios de producción como factores dinamizadores del desarrollo, que se caracteriza entre otras por el ascenso de configuraciones en red, las crecientes catástrofes “sociales” y “naturales”, la formación de bloques económicos regionales y sub-regionales, la lucha por el desarrollo sostenible y el surgimiento de iniciativas y dinámicas que privilegian el desarrollo local.

Pero también en lo científico porque trata de explicar la reestructuración de las actividades productivas y las reconfiguraciones de los sistemas de ciencia y tecnología, las cada vez más crecientes revoluciones tecnológicas emergentes en la agricultura y la industria, pero también la disminución de las inversiones públicas para el desarrollo científico y tecnológico y el aumento de la importancia del sector privado en la financiación de la investigación y la preocupación manifiesta por armonizar la productividad y la competitividad con la sostenibilidad ambiental, la equidad, la soberanía alimentaria, y la reducción de la pobreza. Sin embargo, y pese a que se habla de cómo la nueva riqueza de las naciones está en el conocimiento, sigue existiendo una ignorancia científica ante los embates modernos.

Y en lo tecnológico en tanto, asistimos a un contexto donde estamos globalmente interconectados, pero localmente fragmentados y disímiles, con una cada vez más clara separación entre la ciencia y la técnica y con nuevas formas de Producción-Circulación-Consumo: Desarrollo-Manufactura-Comercialización.

Lo educativo emerge entonces en este contexto de lo social, lo científico y lo tecnológico en medio de un nuevo contexto evolutivo de las relaciones sociales, un nuevo aparataje administrativo, jurídico y organizacional y un nuevo contexto en la praxis de las relaciones en el aula.

No obstante, el reto para lo educativo sigue siendo: el pensar e imaginar nuevos entornos de formación, es decir, una apuesta por los aprendizajes por fuera del aula, en un contexto donde hoy existen más usuarios conectados a las plataformas virtuales de aprendizaje que todo el universo presencial de las instituciones formales, con más de 30 millones de usuarios en más de 250 plataformas tipo Open edX.

Nuevos imaginarios en la relación titulaciones vs empleabilidad, que se explican ante la emergencia de emprendimientos disruptivos como base de la economía digital, con apuestas que van de la idea al negocio y con la Hiperdigitalización y la Hiperconectividad como motores del desarrollo y finalmente, el desarrollo de nuevos modelos de investigación e innovación en función de una nueva economía, donde emergen focos como: las personas y el Internet: “Presencia Digital”, la computación, las comunicaciones y el almacenamiento en cualquier lugar, el internet de las cosas, la inteligencia artificial (AI) y el Big data, la economía compartida y distribuida y la digitalización de la materia: Impresión 3D, según lo plantea el Foro Económico Mundial.

Medellín tiene hoy un gran reto en asumir el liderazgo de otrora para definir y llevar a cabo las transformaciones estructurales que se requieren, empezando por una transformación educativa que parta de pensarnos entre todos los actores el Modelo educativo que queremos y podemos, de cara a una sociedad y una economía del conocimiento donde la calidad de la educación desde la primera infancia y todo el ciclo de la básica y la media técnica articulada a la Educación superior, fortalezcan el concepto de educación como derecho asegurando el acceso de todos al sistema educativo; hoy los esfuerzos institucionales en Colombia y en Medellín se han centrado en garantizar cobertura en detrimento de la calidad, esta realidad se acaba de evidenciar con los resultados de las pruebas PISA, en los que Colombia queda rankeado en el puesto 58 de 76 países, mostrando pobres resultados en ciencias, matemáticas y comprensión lectora.

En el caso particular de Medellín las pruebas saber 11 muestran un descenso en el nivel de los estudiantes de las instituciones educativas oficiales, urge entonces dar un viraje al foco más en clave de calidad sin perder lo logrado hasta ahora en cobertura, que aún resulta insuficiente; pero también en cerrar la brecha entre la educación pública y la privada, en mejorar las condiciones materiales para la práctica pedagógica del maestro como centro articulador de la práctica educativa y de las transformaciones en el aula con mediaciones activas, que nos permitan mejorar en los resultados en pruebas nacionales e internacionales pero sobretodo en los procesos, que dinamice las interrelaciones entre los niveles educativos y sobretodo que genere un proyecto de vida para los jóvenes que hoy no tienen opciones de futuro cuando deben de pasar de la media a la educación superior; y el cierre de brechas implica no solamente lo sectorial, sino entre niveles y sobretodo entre generaciones a las que hoy hay que brindarles oportunidades para cerrar las brechas de futuro.

 

El enlace original de esta información es el siguiente: https://360radio.com.co/la-cuarta-revolucion-industrial-y-los-retos-educativos/

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OIT: Mujeres en el mundo del trabajo: Retos pendientes hacia una efectiva equidad en América Latina y el Caribe

OIT / 30-12-2019

Los mercados laborales en América Latina y el Caribe muestran notorias disparidades entre hombres y mujeres. Pese a los avances de las últimas décadas, todavía hay esferas de la vida pública y privada donde las mujeres están en inferioridad de condiciones. Aunque ya se advierten algunos progresos femeninos en el ámbito laboral, el camino por delante aún se ve largo y, en ocasiones, empinado.

A continuación el texto completo del informe

Mujeres en el mundo del trabajo- Retos pendientes hacia una efectiva equidad en América Latina y el Caribe

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Fundación Save the Children: INFORME MUNDIAL SOBRE LA INFANCIA 2019

FSCh / 30-12-2019

En términos generales, hay que destacar que desde el año 2000 por lo menos 280 millones de niños y niñas tienen una mejor situación hoy de la que habrían tenido hace dos décadas. Los niños y las niñas tienen más probabilidades de crecer sanos, recibir educación y estar protegidos.

Nuestro informe evalúa la situación de la infancia en 176 países en lo referido al acceso a la atención de la salud, la educación, la nutrición y la protección.

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EL ÍNDICE DE PELIGROSIDAD PARA LA INFANCIA 2019

Según nuestro indicador del nivel de peligrosidaddesde el año 2000 las circunstancias para la infancia han mejorado en 173 de los 176 países analizados. Singapur es el país que ocupa el primer lugar de la clasificación por ser el que mejor protege y asiste a la infancia. Entre los diez primeros lugares también se incluyen ocho países europeos y Corea del Sur. España ocupa el puesto número trece.

De los ocho peligros para la infancia, el desplazamiento debido a conflictos es el único que ha aumentado en los últimos 20 años. Ahora hay 30,5 millones de personas más que han debido desplazarse por la fuerza de las que había en el año 2000, hecho que se traduce en un aumento del 80%.

Los tres países donde la infancia sufre las mayores amenazas son Chad, Níger (a pesar de los progresos) y la República Centroafricana, que ocupa el último lugar.

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Los países afectados por conflictos armados tienen las tasas de mortalidad infantil más altas, una proporción demasiado elevada de niños y niñas con retraso del crecimiento y una proporción creciente de la tasa mundial de niños y niñas sin escolarizar.

Por nuestra experiencia sabemos que recopilar datos durante los períodos de conflictos es difícil y peligroso. Los últimos datos disponibles sobre países en guerra suelen ser anteriores a la escalada de violencia y no reflejan las duras realidades para la infancia en estos entornos.

Puede descargar el resumen ejecutivo y el informe completo en los siguientes enlaces:

construyendo_una_vida_mejor (resúmen ejecutivo)

infanciasrobadas2019_es (informe completo)

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24 de enero 2020:Día Internacional de la Educación

UNESCO/ 30-12-2020

La educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva.

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero Día Internacional de la Educación(link is external), en celebración del papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo.

Sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos.

En la actualidad, 262 millones de niños y jóvenes siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40 por ciento de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria baja y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela. El derecho a la educación de estas personas se ve afectado y eso es inaceptable.

CELEBRACIONES 2019

La celebración de 2020 colocará a la educación y al aprendizaje que emana de esta como mejor recurso renovable de la humanidad y reafirmará el papel de la educación como derecho humano fundamental y bien público. Pondrá en relieve los numerosos medios por los que el aprendizaje conduce al empoderamiento de los pueblos, a la preservación del planeta, a construir la prosperidad y a promover la paz.

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