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CEPAL: Seminario de Euroclima

Junio de 2017/Fuente: CEPAL

Palabras del Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL Antonio Prado, en la inauguración del seminario de Euroclima

30 de mayo de 2017

Lima, Perú

 

Señora Elsa Galarza Contreras, Ministra del Ambiente del Perú (por confirmar),

Señora Irene Horejs, Embajadora de la Delegación de la Unión Europea en Perú,

Señor Host Pfilguer, Representante de la División de Cooperación de la Comisión Europea,

Distinguidos representantes de los países participantes de Euroclima,

Colegas de la CEPAL y del Sistema de las Naciones Unidas,

Amigas y amigos,

El cambio climático es uno de los más grandes desafíos del siglo XXI. Es, como lo señaló Nicholas Stern, una externalidad negativa global y consustancial a nuestros estilos de desarrollo. Enfrentar sus desafíos implica modificar el rumbo del desarrollo en nuestra región para realizar los procesos de adaptación al cambio en curso y al venidero en sectores como la agricultura, el borde costero, la salud, entre otros. Y al mismo tiempo, tomar ventaja de tecnologías de producción y patrones de consumo de la energía de mejor calidad, de menor huella ambiental, más inclusivas, más eficientes y mejores para la economía.

Estos cambios se producirán de manera natural cuando los mecanismos con los que vamos construyendo el futuro expresen las ventajas tanto de la adaptación como de la mitigación. Hoy todavía no es así. Nuestras sociedades permanecen insertas en la economía petrolizada y las ventajas de la adaptación tienen ventajas futuras y de largo plazo que los mecanismos de decisión del presente no logran capturar.

Por ello la transición se ha venido construyendo con una combinación de avances tecnológicos, de recursos financieros concesionales, con cooperación técnica, identificando las medidas de política pública que son buenas en cualquier escenario y deseables desde el punto de vista de sus co-beneficios y, poco a poco, analizando mejor los riesgos asociados al cambio climático en las inversiones. Hay un camino prometedor que recorrer aún en todos esos campos para hacer que lo deseable para el desarrollo sostenible, incluido el combate al calentamiento global, como son las inversiones, también sean las más razonables desde el punto de vista económico y social. Esa combinación, donde las políticas públicas juegan un papel fundamental, nos puede llevar a realizar las modificaciones estructurales al actual estilo de desarrollo.

América Latina y el Caribe es una región fundamentalmente urbana que requiere la construcción de ciudades con infraestructuras de mejor calidad, que sean además más inclusivas, más resilientes y consistentes con un intenso proceso de mitigación de emisiones.

El tránsito hacia un desarrollo sostenible no es una tarea fácil. Requiere de la participación y el compromiso de una gran diversidad de actores, por ejemplo, el sector público, el sector privado, de los bancos de desarrollo y el sector financiero, y de la sociedad civil. Construir una agenda transformadora que permita hacer converger las visiones y los intereses de todos estos actores es, ciertamente complejo e implica profundizar conocimientos, fortalecer las capacidades humanas e institucionales y construir puentes de diálogo y de trabajo entre todos los actores involucrados.

El Acuerdo de Paris y la Agenda 2030 con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, tienen un carácter universal y global. Alcanzar estas agendas simultáneamente implica identificar las políticas públicas y las inversiones públicas estructurantes necesarias para cambiar la senda de las decisiones del sector privado, e ilustran la importancia para los países de trabajar coordinadamente en el espacio regional bajo el marco del conocido principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas.

Cumplir con las Metas Nacionalmente Determinadas del Acuerdo de París, como con el resto de los ODS, implica cambios importantes en la política pública económica, fiscal, ambiental, regulatoria, tecnológica, de inversión y hasta institucional, en algunos casos. Y la combinación de la meta de 2 grados y el presupuesto de carbono restante, junto con los muy distintos puntos de partida que tenemos en la región en estas materias, hace que el tiempo disponible para alcanzarlas sea relativamente reducido y, visto desde otro ángulo, que la oportunidad de acelerar nuestro propio desarrollo sea mayor.

América Latina y el Caribe pasa por una etapa de crecimiento lento en la mayor parte de los países, que probablemente se prolongue considerablemente. Ya dejamos atrás el punto más alto de ganancias en combate a la pobreza, y la desigualdad de ingreso apenas se reduce, mientras que otros ejes de desigualdad, como el de género, están prácticamente estancados. Es posible que el gasto social comience a bajar y no se ven reformas fiscales adicionales de magnitud en la región. Al mismo tiempo, el aumento del ingreso de la década pasada se ha traducido en una profundización del patrón de consumo dominante en la región, caracterizado por bienes importados financiados fundamentalmente con la exportación de materias primas, una expansión de la urbanización y sus consiguientes aumentos en la tasa de motorización y un importante crecimiento en el consumo de combustibles fósiles.

Modificaciones reglamentarias han permitido en los últimos 4 años una significativa penetración de la inversión en renovables en algunos países para la generación eléctrica. Sabemos que se está produciendo una transición en materia de movilidad hacia la eléctrica y la autónoma, pero para nuestra región ese cambio no es significativo, no resuelve oportunamente problemas como el de la congestión, la mala calidad del aire y la desigualdad en la calidad de los transportes públicos, ni siquiera en las décadas por venir. Otros servicios públicos, con alto impacto ambiental como el manejo de residuos sólidos y líquidos, mantienen importantes déficit en cobertura y calidad y se sigue produciendo la fuga, el aumento del ingreso, desde los servicios públicos hacia los privados.

Modificar estos patrones de producción y consumo son claves para la calidad del desarrollo, de hecho son el fundamento del desarrollo por su masividad y su inclusividad y sus consecuencias económicas. Y como efecto colateral, pueden ser también de menor huella ambiental.

En este contexto EURCOLIMA tiene especial relevancia. Es producto de la cooperación birregional, una figura singular, que comenzó apoyando la documentación de los impactos económicos del cambio climático en los países de América Latina y el Caribe. Posteriormente, sumó la documentación de los impactos sociales del cambio climático en desigualdad, pobreza, una visión de género, el seguimiento al financiamiento climático en América Latina y el Caribe.

Al cierre de esta etapa contamos con instrumentos suficientes para analizar los dilemas y complementariedades entre metas de desarrollo y metas climáticas. Esto nos permite analizar la magnitud de las brechas y la velocidad del cambio necesario para satisfacer distintos objetivos de política simultáneamente, como lo exige la Agenda 2030 y el Acuerdo de París, en campos diversos como la agricultura, el consumo energético, el empleo y el comercio exterior entre otros.

Estos avances, que se detallarán más adelante, entregan herramientas indispensables a los gobiernos para ver el efecto de tomar decisiones de política en los distintos ámbitos y su efecto en materia de contribución al cambio climático. Creemos que esto es oportuno vista la necesidad de evaluar y revisar las metas de cara a las siguientes revisiones de metas previstas en el Acuerdo de París. Creemos también que puede ayudar a la discusión intersectorial en los países.

Con Euroclima hemos podido desarrollar espacios técnicos de discusión sobre políticas públicas (seminarios y talleres) entre expertos nacionales, internacionales y tomadores de decisiones en la región. Pero no sólo eso. También hemos podido promover el aprendizaje entre los propios países, sur-sur, mediante el intercambio entre pares para que, a partir de experiencias significativas desarrolladas en un país, puedan ser compartidas con otros países interesados en ellas para su aplicación nacional.

Gracias a Euroclima pudimos compartir la exploración de herramientas cuantitativas y el fortalecimiento nacional en su manejo para abordar el estudio de la economía del cambio climático.

Finalmente, me parece importante subrayar la creación de otra herramienta que permite agrupar los paquetes estratégicos de medidas de adaptación y sus políticas públicas para ser jerarquizadas con base en las prioridades de cada país, y así facilitar su análisis y valoración.

CEPAL promueve como respuesta tanto a los déficit del desarrollo regional como a la actual etapa de bajo crecimiento, un gran impulso ambiental con base en opciones de inversión y que sean mejores económica, social y ambientalmente, y actualmente exploramos el perfil de política económica que permite materializar este enfoque. La etapa que inicia de Euroclima+, que incluye además de la generación de conocimiento sobre medidas de política económica, de seguimiento de las metas nacionales y de flujos de financiamiento climático, se verá complementada con el potencial de concretar opciones de inversión de relevancia regional. Esta nueva etapa es una oportunidad de profundizar el diálogo técnico y político regional al más alto nivel entre ambas regiones y de avanzar en el tránsito hacia la sostenibilidad de nuestro desarrollo. Damos pues la bienvenida a la realización de este evento en Lima con la participación del gobierno de Perú, de los puntos focales de EUROCLIMA, de las autoridades de la Comisión Europea y de otros socios de EUROLCIMA como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Asistencia Técnica del programa.

Muchas gracias.

Fuente: http://www.cepal.org/es/discursos/seminario-euroclima

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Las recetas del Premio Nobel de Química Mario Molina para combatir la contaminación en Ciudad de México

11 Junio 2017/Fuente: BBC Mundo /Autor: Alberto Nájar

Ciudad de México libra una batalla que creía haber ganado: contener la contaminación ambiental.

Después de ser considerada en los años 80 una de las urbes con más polución en el planeta, la aplicación de una serie de medidas redujo drásticamente la emisión de contaminantes.

Incluso organismos internacionales la mostraron como un ejemplo exitoso en el cuidado del medio ambiente.

Ya no más. El año pasado y este 2017 la capital mexicana padeció las jornadas de contingencia ambiental más prolongadas de la historia reciente.

Durante 6 días en mayo pasado se restringieron las actividades en la ciudad, al rebasarse los límites máximos de contaminación por ozono y partículas suspendidas.

Millones de automóviles se quedaron estacionados. Decenas de empresas y gasolineras suspendieron sus operaciones.

¿Qué sucedió? ¿Por qué la capital mexicana dejó de ser un modelo en combate a la contaminación?

En conversación con BBC Mundo el ganador del premio Nobel de Química en 1995, Mario Molina, apunta a varios elementos que provocaron las actuales crisis ambientales.

Y también señala algunas propuestas para solucionarlas.

Errores oficiales

Parte del problema es el aumento del parque vehicular, que actualmente supera los 5,5 millones de automóviles.

Además, el cambio climático elevó la temperatura promedio de la región, lo que impulsa la formación de ozono.

En 2016, por ejemplo, se presentó un fenómeno meteorológico que ocurre de manera cíclica, cada 8 o 10 años, y que prácticamente paraliza el movimiento de aire en la región.

Eso provocó que, en las recientes contingencias, los contaminantes quedaran estancados en Ciudad de México.

Pero más allá de las causas naturales y el aumento de vehículos, las autoridades tomaron decisiones “erróneas”, dice el científico, para decidir el momento en que se restringen actividades por los contaminantes.

«Puede empeorar»

Hasta agosto de 2016, se decretaba una pre contingencia ambiental cuando el nivel de ozono y partículas suspendidas llegaba a los 150 puntos del Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (Imeca).

En este punto el gobierno suspendía la construcción de obras públicas y actividades que provocaran contaminación, como reparar calles con asfalto.

Si la polución aumentaba hasta 200 puntos de Imeca se restringía la circulación vehicular.

Ahora las contingencias se decretan desde el primer momento. Y eso redujo su impacto en la población.

«Desde mi punto de vista fue un error, redujeron demasiado el nivel al que se disparan las contingencias«, le dice Mario Molina a BBC Mundo.

«El chiste es alertar a la sociedad de que todavía hay problema y es importante seguir mejorando la calidad del aire».

Por lo pronto el Nobel propone una serie de acciones, algunas drásticas e impopulares, para mejorar el medio ambiente de los 20 millones de habitantes de la Megalópolis.

Y advierte: «Si no hacemos nada la situación puede empeorar y entonces habrá que tomar más medidas».

Menos autos, más transporte público

La mayor contaminación en el Valle de México proviene de los automóviles particulares, generalmente utilizados por una sola persona en cada viaje.

Así, una de las acciones fundamentales es encarecer el uso de los autos a través de mayores impuestos por circular, o aplicar tarifas elevadas por estacionar los vehículos en algunas zonas urbanas.

Encarecer el uso del automóvil funciona en países como Reino Unido o Francia, donde muchos prefieren utilizar el transporte público para moverse.

Pero esta medida difícilmente funcionará sin un sistema de transporte público eficiente y seguro, «de primera calidad», dice Molina.

El científico y el centro de estudios que dirige y que lleva su nombre, proponen que aumente en 40 kilómetros cada año la red de transporte en la región.

No es sencillo. «El 70% de la gente se mueve en transporte público, quizá más de cinco y medio millones de personas que es muchísimo», explica.

De esa cantidad por lo menos el 60% utiliza las redes concesionadas, es decir personas que conducen vagonetas o autobuses viejos, algunos incluso con 20 años de antigüedad.

Para combatir la contaminación es necesario cambiar esa flota de vehículos por otros más nuevos.

Un proyecto a mediano plazo, pero mientras tanto hay pocos incentivos entre los capitalinos para usar autobuses o el Metro en sus traslados.

«Desgraciadamente el transporte público no es de primera, no hay un incentivo claro para usarlo al momento de ir a trabajar, como es el caso en algunas otras ciudades», reconoce Molina.

Crecer hacia arriba

Millones de personas invierten un promedio de 3,5 horas al día para trasladarse a sus centros de trabajo.

Es una de las consecuencias del crecimiento desordenado de la capital mexicana que por décadas se expandió en municipios vecinos.

El problema es que muchos trabajan en Ciudad de México y llegar a sus empleos implica, además del tiempo de traslado, moverse en autos o autobuses que contaminan.

Mario Molina cree que parte de ese problema puede resolverse si se ordena el crecimiento de la megalópolis, de tal manera que se eliminen los traslados excesivos como ahora ocurre.

Es decir, que las personas vivan más cerca de sus centros de trabajo.

Así, la propuesta es aumentar la construcción de edificios de departamentos, y reducir la edificación de casas en la región.

«Es crecer más hacia arriba que de lado», explica. «Mantener esa alta densidad poblacional con todos los servicios, pero eso necesita un plan que se pueda articular».

«Hay que hacer un plan de desarrollo urbano, tener un mapa muy claro de dónde debe crecer la ciudad y dónde no puede ir ni siquiera hacia arriba».

Controlar la industria y combatir corrupción

Desde los años 90 se estableció la restricción de circular por un día a una parte de los automóviles que se mueven por Ciudad de México.

El programa se llama Hoy no Circula y una de sus condiciones es que se revise periódicamente las condiciones de cada vehículo.

Se establecieron, además, algunas clasificaciones según la antigüedad y el estado del motor de cada uno que se resume en una etiqueta adherida al auto.

Los más antiguos o contaminantes deberían permanecer estacionados por lo menos 2 días, en caso de contingencia ambiental.

Pero la decisión de quienes deben suspender su circulación quedó en manos de centros de verificación, donde según autoridades en algunos casos se autorizaron permisos de circulación diaria a vehículos que no cumplían con las normas ambientales.

Eliminar estas prácticas de corrupción es parte de la estrategia para controlar la contaminación en Ciudad de México, señala el Nobel.

Y un elemento adicional: la revisión de contaminantes debe incluir, fundamentalmente, a las grandes empresas en municipios vecinos, sobre todo del Estado de México.

De acuerdo con el Centro Mario Molina una parte fundamental de la contaminación que se concentra en la capital proviene de industrias y transporte público de esa entidad.

Y para combatir la polución en la capital mexicana se necesita, obligadamente, controlar a los vecinos.

Fuente de la noticia: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-40118478?SThisFB

Fuente de la imagen: https://ichef-1.bbci.co.uk/news/624/cpsprodpb/7A43/production/_96299213_40118478.jpg

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El implacable avance de la sequía como jinete del Apocalipsis

Por: Baher Kamal

En 2025, es decir en menos de ocho años, 1.800 millones de personas padecerán la más absoluta escasez de agua, y las dos terceras partes de la población mundial sufrirán estrés hídrico, si la comunidad internacional no reacciona y toma medidas.

la actualidad aumenta el temor de que el avance de la sequía y de los desiertos, así como la creciente escasez de agua y la inseguridad alimentaria generen un ‘tsunami’ de refugiados y migrantes climáticos.

«Las regiones propensas a la sequía y a la escasez hídrica suelen ser lugares de procedencia de muchos refugiados»: Monique Barbut.

Ante esa situación, no es de extrañar que la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) considere a la sequía como “uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis”.

De hecho, en 2050, la demanda de agua podría aumentar 50 por ciento. Con el aumento demográfico, en especial en las tierras secas, cada vez más personas dependen del suministro de agua potable en tierras que se degradan, alerta la secretaría de la UNCCD, con sede en Bonn.

La escasez hídrica es uno de los grandes desafíos del siglo XXI, y la sequía y la escasez de agua se consideran de los desastres naturales con mayores consecuencias, pues generan pérdidas ecológicas y económicas a corto y largo plazo, además de tener impactos secundarios y terciarios, precisa.

Para mitigar las consecuencias, es necesario que una preparación para la sequía que responda a las necesidades humanas, a la vez que preserva la calidad ambiental y los ecosistemas, cuente con la participación de todos los actores, incluso de los usuarios y de los proveedores del servicio, para la búsqueda de soluciones, explica la UNCCD.

“Se atribuye a la sequía, un peligro natural complejo que avanza con lentitud y tiene significativas consecuencias ambientales y socioeconómicas generalizadas, causar más muertes y desplazamientos de personas que cualquier otro desastre natural”, subraya.

Sequía, escasez hídrica y refugiados

La secretaria ejecutiva de la UNCCD, Monique Barbut, recordó que las regiones propensas a la sequía y a la escasez hídrica suelen ser lugares de procedencia de muchos refugiados.

Ni la desertificación ni la sequía son causas de conflictos o de migraciones forzadas, pero pueden elevar el riesgo de su ocurrencia e intensificar los ya existentes, explicó.

“Factores convergentes, como tensiones políticas, instituciones frágiles, marginación económica, falta de redes de seguridad social o rivalidades entre grupos crean las condiciones que hacen que las personas no puedan hacer frente a las dificultades. La continua sequía y escasez de agua de 2006 a 2010 en Siria es uno de los últimos ejemplos conocidos”, apuntó Barbut.

¿En 2045 habrán 135 millones de personas desplazadas?

La UNCCD señala que los desafíos geopolíticos y de seguridad que afronta el mundo son complejos, pero mediante una mejor implementación de prácticas de gestión territorial se puede ayudar a las poblaciones a adaptarse al cambio climático, así como a construir resiliencia a la sequía.

Además, indicó, pueden reducir el riesgo de migraciones forzadas y conflictos por los escasos recursos naturales y asegurar la producción de una agricultura sostenible y de energía.

“La tierra es el verdadero aglutinador de nuestras sociedades. Revertir los efectos de la degradación de tierras y la desertificación mediante una gestión sostenible no solo se puede lograr, sino que es el próximo paso lógico y rentable para las agendas de desarrollo nacionales e internacionales”, observó.

La UNCCD alerta que 12 millones de hectáreas de tierras productivas se vuelven estériles cada año solo a causa de la sequía y la desertificación, lo que representa una oportunidad menos para producir 20 millones de toneladas de granos.

“No podemos seguir permitiéndonos el degradación de tierras, cuando deberíamos elevar la producción de alimentos en 70 por ciento para 2050 para alimentar a toda la población mundial”, subraya.

“La intensificación sostenible de la producción de alimentos con menos insumos, que evitan una mayor deforestación y expansión de cultivos en áreas vulnerables, debe ser una prioridad para los responsables políticos”, sugiere.

Además, la secretaría de la UNCCD señala que el aumento de las sequías y de las inundaciones repentinas, que son más fuertes, más frecuentes y extendidas, destruye la tierra, la principal reserva de agua dulce de la Tierra.

“La sequía mata a más personas que cualquier otra catástrofe relacionada con el clima, y los conflictos entre comunidades avanzan por la escasez de agua”, precisó.

“Más de 1.000 millones de personas no tienen acceso al agua, y la demanda aumentará 30 por ciento para 2030?, añadió.

Seguridad nacional y migraciones

Más de 40 por ciento de los conflictos de los últimos 60 años están relacionados con el control y la asignación de recursos, lo que expone a un número cada vez mayor de personas pobres a la escasez hídrica y al hambre, y abre la puerta a estados fallidos y conflictos regionales, alerta la UNCCD.

“Grupos no estatales se aprovechan de los grandes flujos migratorios y de las tierras abandonadas”, observa.

“Cuando bienes naturales, como la tierra, se administran mal, la violencia podría convertirse en el medio principal para el control de recursos, lo que quita el valor de los recursos naturales de las manos de gobiernos legítimos”, advierte.

El número de migrantes a escala mundial viene creciendo rápidamente desde hace 15 años, llegando a 244 millones en 2015, más que los 222 millones de 2010 y los 173 millones de 2000.

La UNCCD recuerda la relación entre ese número de migrantes y las dificultades en materia de desarrollo, en particular las consecuencias de la degradación ambiental, la inestabilidad política, la inseguridad alimentaria y la pobreza, así como la importancia de atender los factores y las causas de raíz de la migración irregular.

La pérdida de tierras productivas hace que las personas elijan opciones arriesgadas, agrega. En las áreas rurales, donde las personas dependen de tierras poco productivas, su degradación es responsable de la migración forzada, explica.

“África es particularmente susceptible, pues más de 90 por ciento de su economía depende de recursos sensibles al clima, como la agricultura de subsistencia que necesita de las lluvias”, puntualiza la secretaría.

“A menos que cambiemos nuestra forma de gestionar la tierra, en los próximos 30 años podríamos dejar a 1.000 millones de personas o más vulnerables y sin opciones salvo huir o pelear”, acotó.

Mejorar el rendimiento y la productividad de la tierra permitirá aumentar la seguridad alimentaria y los ingresos de los usuarios de tierras y de los agricultores más pobres, recomienda la UNCCD.

“A su vez, eso estabiliza los ingresos de la población rural y evita el desplazamiento innecesario de personas”, detalla.

Por otra parte, la UNCCD trabaja con socios como la Organización Internacional para las Migraciones para hacer frente a los desafíos planteados por la degradación de tierras, los movimientos masivos de personas y sus consecuencias.

También busca demostrar cómo la comunidad internacional puede aprovechar las capacidades y habilidades de los migrantes y refugiados, además de subrayar el valor de las remesas que estos envían a sus países en la construcción de resiliencia.

Traducido por Verónica Firme

Foto: Campesinos se aprontan para cavar un pozo a mano en la aldea de Tunukkai, golpeada por la sequía, en el norteño distrito de Mullaithivu, en Sri Lanka. Crédito: Amantha Perera/IPS.

Ecoportal.net

IPS Noticias

http://www.ipsnoticias.net

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Como cuidar y proteger los bosques y selvas nativas

Por: Cristian Frers

Admiro a quien sabe que entre “plantar y cosechar” existe un “regar y esperar”.

Si en vez de aviones con bombas que destruyen se lanzaran bombas con semillas: ¿No seria más útil para reforestar con especies nativas la provincia de Buenos Aires y las demás para luchar contra el cambio climático?

En realidad, la idea tiene más de veinticinco años, sólo que no existía la tecnología apropiada a fin de llevarla a cabo de forma eficiente.

El concepto de «bombas de semillas» fue creado por el agricultor, biólogo y filósofo japonés Masanobu Fukuoka, autor de un método de agricultura natural. Con la perfección de esta técnica y con el uso de aviones acondicionados, se puede lograr plantar casi a 900.000 árboles en un día.

La esencia del método de Fukuoka es reproducir las condiciones naturales, tan fielmente como sea posible, de modo que el suelo se enriquezca progresivamente con la calidad de los alimentos cultivados, sin el esfuerzo  del arado, fertilizantes, pesticida.

En Argentina, ya fue utilizado este método para reforestar bosques de cipreses, que fueron consumidos por el fuego en la provincia de Neuquén.

Se armaron bolitas de arcilla, que eran una mezcla de semillas, dentro de bolitas de barro de unos dos o tres cm, que luego se esparcieron por los campos; estas bolitas de arcilla se deshicieron con la primera lluvia intensa y la idea era que comenzaran a brotar, hasta entonces protegidas del clima y de los animales.

Cada Provincia deberá tener en cuenta  la posibilidad de comenzar a recuperar áreas o bosques y selvas nativas.

Seria una excelente idea  aumentar la lucha contra el cambio climático,  para poner en marcha la defensa de la ley de bosques en Argentina – Ley de Bosques Nativos 26331 – en donde se expresa: “La presente ley establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para el enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos, y de los servicios ambientales que éstos brindan a la sociedad. Asimismo, establece un régimen de fomento y criterios para la distribución de fondos por los servicios ambientales que brindan los bosques nativos”.

Los bosques constituyen uno de los ecosistemas más valiosos del mundo. Contienen más del 60 %  de labiodiversidad del planeta que, además de su valor intrínseco, tiene otros múltiples valores sociales y económicos: desde las importantes funciones ecológicas del bosque, en términos de protección delsuelo y de sus cuencas, hasta el valor económico pecuniario o no  de los numerosos productos.

De las selvas nativas obtenemos una serie de bienes y servicios indispensables para el ser humano como: alimentos vegetales y animales, maderas, medicamentos y muchos otros. Las selvas  juegan un papel fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y laconservación de los suelos. Por lo mismo, es posiblemente el patrimonio natural más importante pero también el más amenazado y depredado por la mano del hombre.

La deforestación no es un proceso reciente en Argentina. Desde hace tiempo, nuestros ecosistemas forestales  recibieron la presión humana, debido a la extracción de madera para distintos usos. Esta tendencia se  profundizó en los últimos años, a causa del avance de los campos cultivables sobre losbosques.

Las políticas inversoras deben tener como fin atraer las inversiones nacionales de las comunidades locales para  proteger y defender la reforestación y la conservación  de los bosques.

Ecoportal.net

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Estados Unidos: Mil empresas, estados y ciudades contra Trump por su «grave error» sobre el Acuerdo de París

Estados Unidos/Junio de 2017/Fuente: Noticias Ambientales

Gobernadores, alcaldes, empresas y universidades denunciaron en una carta con más de mil firmas el «grave error» del presidente Donald Trump de retirarse del Acuerdo de París sobre el clima y prometieron a la ONU luchar para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
En una carta abierta titulada «Aún estamos dentro» y coordinada por el multimillonario Michael Bloomberg, actual enviado especial de la ONU para el clima y exalcalde de Nueva York, los firmantes aseguran que seguirán «apoyando acciones por el clima para cumplir con el Acuerdo de París».
La carta fue enviada al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, y a la jefa para el clima de la organización, la mexicana Patricia Espinosa.
«En la ausencia de liderazgo de Washington, estados, ciudades, universidades y empresas que representan un porcentaje significante de la economía estadounidense buscarán metas ambiciosas por el clima, trabajando juntos en favor de acciones concretas y para asegurarse de que Estados Unidos siga siendo un líder global en la reducción de emisiones», asegura la carta.
Los signatarios de la misiva (entre ellos los gobernadores de Nueva York y California, pero también empresas como Nike, Google o Apple) subrayan que en Estados Unidos son las autoridades locales y las empresas las mayores responsables de una importante reducción de las emisiones, y que seguirán acelerando su lucha en los años venideros, sin importar lo que decida el gobierno federal.
Fuente: http://www.noticiasambientales.com.ar/index.php?leng=es&nombremodulo=Compromiso+ambiental&id=9765
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Estados Unidos: Elite US universities defy Trump on climate change

Estados Unidos / 07 de junio de 2017 / Fuente: https://www.timeshighereducation.com

The most prestigious universities in the US have reaffirmed their commitment to tackling climate change, in spite of Donald Trump’s decision to pull the country out of the Paris Agreement.

In a joint statement, the heads of 12 leading US research universities – known as the “Ivy Plus” group – note the “scientific consensus is clear” that climate is changing largely because of “human activity”, and “universities have a critical role to play” in combating the issue.

The institutions – including Harvard University, Stanford University and Massachusetts Institute of Technology – pledge to continue to reduce their own greenhouse gas emissions, to «advance evidence-based understanding of the causes and effects of climate change on the environment, the economy and public health», and to search for solutions.

“In 2015, we were proud to be among 318 institutions of higher education in signing the American Campuses Act on Climate Pledge, affirming our commitment to accelerate the global transition to low-carbon energy while enhancing sustainable and resilient practices on our campuses,” the statement reads.

“Today, we reaffirm that commitment, which is consistent with the Paris Agreement and recognises the concerted action that is needed at every level to slow, and ultimately prevent, the rise in the global average temperature and to facilitate the transition to a clean energy economy.”

The statement comes days after Donald Trump announced he was pulling the US out of the 2015 Paris Agreement, which aims to keep the global average temperature “well below” two degrees above pre-industrial levels, and “foster climate resilience and low greenhouse gas emissions development, in a manner that does not threaten food production”.

“The scientific consensus is clear that the climate is changing largely due to human activity, that the consequences of climate change are accelerating, and that the imperative of a low carbon future is increasingly urgent,” the statement continues.

“As institutions of higher education, we remain committed to a broad-based global agreement on climate change and will do our part to ensure the United States can meet its contribution.”

The other members of the Ivy Plus group are: Brown University; Columbia University; Cornell University; Dartmouth College; Duke University; Georgetown University; Johns Hopkins University; the University of Pennsylvania; and Yale University.

Fuente noticia: https://www.timeshighereducation.com/news/elite-us-universities-defy-trump-climate-change#survey-answer

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Francia y la India ratifican compromiso contra el cambio climático

Francia/Junio de 2017/Fuente: Prensa Latina

El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió hoy al primer ministro de la India, Narendra Modi, ocasión en la cual ambos ratificaron su decisión de aumentar esfuerzos en la lucha contra el cambio climático.
Dos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la decisión de sacar a su país del Acuerdo de París sobre el clima, el tema del calentamiento global centró el diálogo de Macron y Modi, reunidos en el Palacio del Elíseo.

En una declaración conjunta, el jefe del Gobierno indio afirmó su intención de ‘ir más allá’ en la aplicación del Acuerdo de París, mientras el anfitrión afirmó que ‘los dos países tienen mucho por hacer para favorecer la transición energética’.

Macron anunció su intención de viajar a la India antes del fin de este año para participar en la primera cumbre de la Alianza mundial solar, creada en 2015 con el fin de impulsar en el mundo el aprovechamiento de la energía fotovoltaica.

En el diálogo, los dos mandatarios abordaron el refuerzo de la cooperación bilateral en temas como las energías renovables, la industria, la lucha contra el terrorismo, la cultura y la educación.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=90556&SEO=francia-y-la-india-ratifican-compromiso-contra-el-cambio-climatico
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