China/Enero de 2017/Fuente: South China Morning Post
RESUMEN: En Asia, la educación es un principio central de la sociedad. La ONU ha priorizado el tema con la misión de promover «una educación de calidad inclusiva y equitativa». La matriculación en la enseñanza primaria en los países en desarrollo ha alcanzado el 91%, pero 57 millones de niños siguen sin estudiar. Ahora es el momento para que la filantropía respalde enfoques innovadores que puedan abordar la tarea a mano. La prestación de una educación inclusiva y equitativa en todos los niveles requerirá más que un cheque en blanco. La automatización de las industrias significa que el futuro crecimiento económico será menos dependiente de empleos de gran intensidad de mano de obra, con profundas implicaciones para la política educativa. Pero los gobiernos en todo el mundo se enfrentan a retos para asegurar que la educación se adapte a las necesidades cambiantes.
In Asia, education is a central tenet of society. The UN has prioritised the issue with a mission to promote “inclusive and equitable quality education”. Enrolment in primary education in developing countries has reached 91 per cent, but 57 million children remain out of school .
Now is the time for philanthropy to back innovative approaches that can tackle the task at hand. Delivering inclusive and equitable education at all levels will take more than just a blank cheque.
The automation of industries means future economic growth will be less dependent on labour-intensive jobs, with profound implications for education policy. But governments everywhere face challenges in ensuring education keeps pace with changing needs.
Who are the biggest Chinese philanthropists?
Take China. Resources have been invested in public education, but are still scarce and severely imbalanced. Quality teachers are concentrated in larger cities. Students dropping out of school is a serious issue in rural areas, especially for migrant workers who have to leave their children behind. China had 61 million “left-behind” children in 2014, accounting for 22 per cent of all its children.
China has 61 million left-behind children … that’s almost Britain’s total population
Action is needed to ensure these children have the necessary skills to enter the workforce. According to the “Yidan Prize Forecast: Education to 2030”, a study conducted by the Economist Intelligence Unit, China’s youth unemployment rate hit 10.8 per cent in 2015, and is projected to increase to 14 per cent in 2030.
Philanthropy in China is still at an early stage. Yet it is home to the world’s fastest-growing population of high-net-worth individuals. A new generation of philanthropists is already showing a growing willingness to step forward.
However, while good intentions are welcome, money without purpose achieves few results.
Philanthropy is best when it acts as a beacon for creative voices from around the world to gather to find solutions. This means putting philanthropy to work by funding effective programmes with measurable results, to enhance traditional models.
2030 vision: 5 ways the world’s educators must adapt to the new machine age
Technology will be key, helping to lower the cost of quality education and boosting outcomes, such as through big data applications, and using analytics to deliver an optimal learning environment. This may provide the next exciting stage in the growth of massive open online courses.
Investment has had a fantastic impact on students around the world, through better technology in the classroom, higher funding to institutions and scholarships for underprivileged students. A new generation of philanthropists can extend this impact by embracing their role as champions of innovative approaches to our biggest challenges.
América del Norte/México/06 de Noviembre 2016/Fuente: media.imparcialoaxaca/Autora: Yadira Sosa
El método de enseñanza surgió en EU en la década de los 70 y llega a México, como una alternativa a las escuelas convencionales
A unas semanas de haber iniciado funciones, Homeschooling México, cuenta con una gran aceptación de padres y madres de familia que han decidido guiar la educación de sus hijos.
Por medio de la red social Facebook, este proyecto inició de manera paralela al ciclo escolar 2016-2017, ante la necesidad de algunos padres de familia por educar ellos mismos a sus hijos desde casa.
El 80 por ciento de los seguidores de Homeschooling México son oaxaqueños; la mayoría acude a esta red social ante la necesidad de dar mejores oportunidades de estudio y educación a sus hijos, sobre todo ante el disgusto que ha provocado el conflicto magisterial de Oaxaca y sus constantes paros de labores.
Patricia Lucía Zorilla Zorrilla, creadora del proyecto, originaria de Oaxaca y licenciada en Ciencias de la Educación, explicó que esta página de Facebook ha tenido gran aceptación a unas semanas de darse a conocer, luego de que se registrara la incertidumbre de los paterfamilias de diferentes estados, sobre todo en Chiapas y Oaxaca, ante el retraso en el inicio del ciclo escolar y las amenazas de los docentes por no regresar a las aulas.
Para la también maestra en Administración de Instituciones Educativas, este proyecto busca demostrar que la sociedad unida puede hacer la diferencia.
«La familia es el mejor maestro, la escuela no es precisamente el lugar para aprender; basta con conectar con los intereses del estudiante para que él tome la iniciativa de aprender y que ninguna situación política o social les impida crecer», dice Zorilla Zorrilla
Al ser Facebook una red social con mucha presencia y con fácil acceso a otras páginas web, Homeschooling México está enfocada a los padres de familia de niños de maternal hasta los 15 años de edad, que por alguna necesidad o decisión, buscan trabajar con sus hijos desde casa.
Este proyecto, aclaró Patricia Zorrilla, no pretende sustituir a la escuela, sino ser una guía para los padres que han decidido tomar la educación en sus manos.
A ellos se les comparte y brinda orientación sobre temas que pueden trabajar con sus hijos en los diferentes grados. Se exponen programas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y se cuenta con el apoyo de docentes que participan en la red con la entrega de tutoriales y videos que faciliten a los padres los métodos de enseñanza a los infantes.
La licenciada en Ciencias de la Educación explicó también que se ha orientado a los padres que preguntan sobre los programas de validación de estudios de los niveles de educación básica ante las instancias correspondientes.
Lucía Zorrilla recordó que la situación actual en el país y sobre todo de algunos estados, obliga a tomar acciones y a asumir la responsabilidad social de orientar a distancia el proceso educativo de los estudiantes que se ven afectados, principalmente por los problemas magisteriales.
«Es importante no seguir delegando a la escuela la educación y formación de nuestros hijos. Resulta ilógico creer que, ante la suspensión de clases, los alumnos se rezagan y detienen toda posibilidad de aprender. Pareciera como si el proceso de aprendizaje sólo se diera en las aulas y al salir de ellas se detuviera, como un reloj sin pila ¿Cuándo habremos perdido la capacidad de entender que aprendemos en la vida, en contacto con la naturaleza, en nuestros juegos, en nuestras conversaciones, tocando, oliendo, observando? Hoy, devolveremos a los padres la responsabilidad que siempre han tenido, pero que, parece, que cedieron domesticadamente», expresa Zorilla Zorrilla.
Por medio de Facebook, Homeschooling México ofrece acompañamiento y recursos a los padres, tutores y estudiantes para facilitarles el camino.
«Buscaremos detonar la curiosidad del estudiante, responderemos sus inquietudes y promoveremos el amor, gusto y satisfacción por aprender, descubrir, vincular, desarrollar, crear y transformar su entorno», dijo la educadora.
Luego de asegurar que un estudiante autodidacta puede lograr los mismos resultados académicos que un estudiante que asiste a la escuela convencional, Patricia Zorrilla lamentó que se vulnere el derecho a la educación de manera constante en la entidad oaxaqueña con la complicidad de las autoridades, por los constantes paros de labores y amenazas de suspensión de actividades.
Entre el bien y el mal
Para el licenciado en Psicología, Ricardo Valle Mena, la opción de los padres y madres de familia para enseñar a sus hijos en el hogar y no en un centro educativo, tiene aspectos positivos y negativos.
Por un lado, explicó, el menor contará con atención personalizada y los padres o cuidadores le brindarán lo mejor que tienen dentro de sus posibilidades, además de mejorar la comunicación entre los mismos y valorar qué información sirve o no para el niño.
«Por el contrario, los padres y madres educarán conforme a sus propias creencias, que hará que el menor crezca sin conocer otro tipo de opiniones. En un futuro, esta situación podría generar que el niño sea intolerante con las creencias u opiniones de otras personas», dijo Valle Mena.
De enseñar y educar en el hogar, los padres deben tomar en cuenta que deben conocer ciertas técnicas para facilitar el aprendizaje del menor y no tratar de reproducir la forma en cómo ellos fueron educados en el aula.
«Un aspecto negativo sería que los padres fueran subjetivos en la forma en cómo el niño va a aprender y quizá algunos no quieran abordar temas de sexualidad que ya se abordan desde educación primaria», puntualizó el psicólogo.
Destacó que los padres requieren de profesionalización para enseñar y al mismo tiempo aprender, porque no sólo basta con la supervisión, sino un acompañamiento en el aprendizaje del niño o niña.
Y es que ante los conflictos magisteriales, varios padres de familia han decidido tomar en sus manos la educación de sus hijos, sobre todo ante los constantes paros de labores y amenazas de protesta en las escuelas.
Mito o realidad
Una de las críticas más reiteradas a la escolarización en el hogar homeschooling es la acusación de que los educandos no serán capaces de participar plenamente en la sociedad, porque carecerán de socialización.
Desde el resurgimiento del movimiento a favor de la HE, a finales de la década de 1970, Los críticos al movimiento de homeschooling, han logrado perpetuar dos mitos. El primero, se refiere a la capacidad de los padres para enseñar adecuadamente a sus propios hijos en el hogar. Y el segundo, sembrar dudas de que los niños educados en el hogar logren ajustarse normalmente a la vida en sociedad.
En la actualidad, se acepta que los niños que no fueron a la escuela, en promedio, obtienen mejores resultados que sus pares de la escuela pública o privadas. El estudio más reciente, Homeschool Progress Report 2009 (Informe de Progreso Homeschool 2009), realizado por el National Home Education Research Institute (Instituto Nacional de Investigación de Educación en el Hogar), evaluó a más de 11 mil estudiantes. Se demostró que el educando promedio alcanzó 37 puntos porcentuales más, en exámenes de rendimiento estandarizados, que los alumnos de las escuelas públicas.
El segundo mito, sin embargo, es más difícil de tratar porque los niños que fueron educados en sus hogares, en cantidades importantes, en las décadas de 1980 y de 1990, hasta ahora tienen edad suficiente y están en condiciones de demostrar su éxito como personas maduras.
Las familias que optaron por el homeschooling sabían que las críticas sobre la falta de socialización adecuada eran infundadas, porque tenían la experiencia de sus propios hogares.
En una investigación, la Home School Legal Defense Asociation (Asociación de la Defensa Legal del Homeschooling) encargó un estudio en 2003, titulado Homeschooling Grows Up (Crecimiento de la educación en el hogar), para indagar cómo los niños que estudiaron en casa llegaron a la edad adulta. El resultado fue que en todos los ámbitos de la vida, como la obtención de empleo, la satisfacción con escuela en casa, la participación en actividades comunitarias, el voto, etc., los adultos resultaron más activos y comprometidos en la vida social, que sus pares de las escuelas.
Fuente de la noticia: http://imparcialoaxaca.mx/especiales/dZt/crece-aceptaci%C3%B3n-de-homeschooling
Fuente de la imagen: http://media.imparcialoaxaca.mx/imagenes/large/58175566a205414019ffb3ab.jpg
Desde que la escuela Fructuoso Gelabert nació, en 2004, muchos han considerado esta escuela barcelonesa, que dirigía Joan Domènech, una rara avis. Mucha participación del alumnado, pocos libros de texto -y menos para encargar deberes-, exámenes contados… Una serie de planteamientos educativos revolucionarios que, ahora, abarcan cada vez más escuelas, pero que, según Domènech, aún debe superar escollos como el control “excesivo” de la Administración o el individualismo de los docentes y las escuelas. Por eso él reivindica la red. Redes de maestros, de centros. No es casualidad que su escuela haya sido activa en las principales iniciativas de cambio educativo de las últimas décadas, desde los movimientos de renovación pedagógica (que presidió durante siete años) hasta la Red de Escuelas insumisa a la LOMCE, pasando por la coordinadora de escuelas 0-12 o la más reciente iniciativa Escuela Nueva 21.
¿Compartes, tal como se repite cada vez más, que estamos viviendo una ola de transformación en escuelas e institutos? ¿Se trata de una nueva primavera pedagógica, como decía Jaume Carbonell? Es un momento muy interesante, y no solo en Cataluña. En los años 80 ya se vivió un gran cambio con el paso de la escuela selectiva en la comprensiva, con voluntad de escolarizar a todos hasta los 16 años, con un currículo avanzado… Pero esto ha quedado trastornado con la llegada de la sociedad del conocimiento, que ha cambiado las reglas del juego.Hay una necesidad imprescindible de cambiar el modelo de escuela y, las que hace años que trabajamos en este sentido, nos encontramos en condiciones óptimas. Hace 13 años, en Fructuoso Gelabert nos veían como una rara avis;ahora nadie nos discute la propuesta. En este sentido, puede volver a haber una nueva primavera pedagógica, sí, porque hay inquietud y se dan condiciones externas.
¿Cuáles son estas condiciones? ¿Una mayor exigencia de las familias? ¿Las nuevas necesidades del mercado laboral? Hay condiciones macro y micro. Muchas familias han visto que el modelo de escuela que vivieron ya no les sirve: se han incorporado al mercado de trabajo, o en la vida en general, y pocas cosas de su escuela les han sido útiles. Esto hace 40 años no ocurría. Pero hay condiciones más macro: los grandes propósitos de la educación -acceso al conocimiento, justicia y equidad, emancipación- han entrado en crisis. El conocimiento que antes se transmitía a la escuela ¿ahora dónde está? En todas partes. Es poliédrico, polivalente.
¿La pérdida del monopolio del conocimiento sitúa la escuela en una posición más débil? Más compleja. Te obliga a convivir con la incertidumbre. Es un trabajo muy personal que deben hacer los maestros, el de aceptar que esta es la cultura en la que les ha tocado vivir, y que los objetivos de hoy habrán cambiado mañana. Esto implica que los currículos rígidos y encorsetados actuales no sirven. El maestro debe estar atento a lo que pasa, y mantener un diálogo constante entre lo que los niños quieren saber y lo que él cree que deben aprender.
En tu libro Elogio de la educación lenta destacas que también en el ámbito educativo hay que distinguir entre lo urgente y lo importante. Ahora que la escuela parece que está dispuesta a replanteárselo todo, ¿qué es lo realmente importante que hay que cambiar? Lo más importante es el debate sobre los propósitos. ¿Por qué educamos? Se lo debe preguntar la sociedad, la Administración, los maestros… Los problemas urgentes se pueden resolver con recursos, recetas, formación, equipos.Pero hay un debate en profundidad que da sentido a la profesión. Y este ha sido uno de los déficits de la Administración de los últimos 30 años. La LOGSE lo apuntó, pero desde entonces no se ha avanzado. Y en cualquier caso aquel debate ya no sirve.
Es decir ¿por qué educamos? Martha Nussbaum decía que educamos para saber qué debemos hacer de nuestras vidas. Me parece una definición fantástica. Adorno dice que educamos para que no se repita Auschwitz. Kant dice que para ser personas libres y capaces de pensar por sí mismas. Lo que han dicho estos pensadores sigue siendo válido, aunque lo que tenemos que hacer es interpretarlo en nuestra situación.
Vuestra escuela ha tenido este debate y ha avanzado con algunas propuestas, pero me decías que a menudo se le ha tachado de bicho raro.¿Qué es lo que más os ha frenado durante este 14 años de vida del centro? Hay dos cosas en el sistema que ponen palos en las ruedas al proceso de cambio. Una es la política de control de la Administración, esta idea de que decirte constantemente qué hacer, con los mecanismos de control correspondientes para ver que lo haces. Nosotros hemos dicho ‘no’ a hacer una parrilla determinada, o una evaluación concreta, razonando bien, y hemos ido tirando excepto en algunos casos que nos han hecho acatar. Hay que decir que a menudo encontramos comprensión y tolerancia por parte de la Administración, pero lo que no encontramos son estímulos. El otro gran problema es el individualismo profesional. Una escuela funciona cuando los maestros entienden que lo son de todo el centro, y no de su clase. Y lo mismo con una escuela: debe tener conciencia de barrio, de red con otras escuelas.Debe colaborar con su entorno, trasvasar conocimiento. Pero esto no suele pasar. Los directores lo son de su escuela, y los maestros, de su clase. Falta mucho trabajo en equipo.
El informe TALIS lo constata. El 87% de los maestros no han entrado nunca en la clase de un compañero. Casi el doble que la media de la OCDE.¿Por qué ocurre esto? Mi percepción es que es un tic del sistema educativo franquista. No nos hemos acabado de desembarazarse del individualismo, como tampoco del control de la Administración. Las reformas educativas, desde los años 80, lo han reformado todo menos la Administración.
Su escuela ha sido una de las insumisas en la LOMCE. ¿Ha percibido control en casos como el de las pruebas externas? ¿Cómo lo ha vivido? Este tema generó mucho debate en la escuela. Son pruebas que van en contra de nuestro sistema de evaluación, sobre el que estamos reflexionando profundamente. La percepción, como escuela, es que estas pruebas no nos ayudan en el trabajo que hacemos. Y es un punto de conflicto porque, además, existe la polémica de que son obligatorias, de si le puede caer un puro al director si no se hacen. Por eso hemos tenido suerte con que las familias, que están muy integradas en el proyecto de la escuela, lo han entendido y han tomado la iniciativa de no llevar a los niños a clase esos días. Ha sido una solución que ha evitado poner en un compromiso a los maestros.
¿Pero Enseñanza aseguró que las pruebas no son las mismas que las de la LOMCE, sino que son las de competencias básicas que hacen desde hace años. ¿Esto le convence? Sí, pero la lectura que llega a la escuela es: ¿necesita pruebas externas para saber cómo están los alumnos? ¿No confía en nosotros? ¿En nuestro proyecto de evaluación? ¿En nuestro seguimiento? Están devaluando el trabajo que hacemos.En la escuela hemos iniciado un proyecto de tres años para reflexionar y profundizar en temas de evaluación, y es esto lo que nos ayuda a crecer en la escuela y los alumnos. Esta idea de rigidez, de que todos tenemos que pasar por el aro …
Es una idea muy de la LOMCE. Curriculum, pruebas, modelo lingüístico… Todo centralizado e igual para todos. Hay excesiva normativa e injerencia. Hay que dejar a las escuelas y los maestros trabajar, si no nunca serán autónomos.Serán autómatas. Es como lo que les pasa algunas familias, la pescadilla que se muerde la cola: si sobreproteges a tu hijo nunca será autónomo. Si constantemente le dices a la escuela qué tiene que hacer para mejorar, para innovar, nunca conseguirás que pueda hacer este proceso de forma autónoma. Tenemos que pasar de una Administración reglamentista y burocrática a una que crea las condiciones para que cualquiera pueda cambiar.
Este es uno de los grandes debates, a menudo cerrado en falso, del sistema educativo: la autonomía de los centros, un concepto recogido en la legislación pero que pocos centros perciben como real. Se han hecho críticas al concepto de autonomía de los centros como, por ejemplo, que pueden dar lugar al amiguismo o favorecer las desigualdades. Dos críticas que los que trabajamos en las escuelas creemos que se pueden neutralizar fácilmente. Ante el amiguismo, equipos democráticos y transparentes. Ante las desigualdades, redes sólidas de escuelas. La autonomía no debe comportar competitividad entre centros, al contrario, debemos crear redes con cultura de interdependencia. Que a una escuela no le dé igual si la del lado se está quedando sin matrícula, por ejemplo.
Asignaturas, exámenes, arquitectura… El debate sobre la transformación educativa ha puesto el foco en muchos elementos escolares, pero quizás no tanto sobre el tiempo, un elemento que tú has estudiado a fondo.¿Los tiempos escolares son demasiado rígidos? Ahora estamos entendiendo que todo es educación, que las separaciones se difuminan… Pero seguimos teniendo un tiempo escolar fragmentado. No tiene ningún sentido. Para aprender hay tiempo para hacer, para conversar, para aplicar, para curiosear… ¿Y cómo tenemos que hacerlo con un currículo que lo único que quiere es saber las horas que haces de cada asignatura? Pues rompiendo las estructuras que no sirven para aprender.
La disposición del tiempo no responde a lo que decías que era el más importante de los cambios educativos: el propósito. Exacto. ¿Cuántas horas tenemos que hacer de catalán? Pues depende. Lo importante es quée quieres hacer, crear entornos de aprendizaje donde el tiempo sea lo que necesitan los alumnos para aprender. El tiempo no debe limitar o definir qué aprendes, debe ser al revés. Este es el cambio de mirada. Los árboles no crecen tirando de las hojas, era el título del libro de un psicólogo argentino, J. Miguel Hoffmann. Nos hemos creído que los procesos se pueden acelerar, que se puede aprender más deprisa y antes, pero no. La capacidad que tenemos los humanos de aprender ha variado poco. Y luego hay otro elemento: el tiempo que tú necesitas para aprender es diferente del que necesita otro.
Esto nos lleva a la personalización de la educación. ¿Es posible? Lo debe ser. De eso trata la atención a la diversidad, y la inclusión. Tenemos que pensar que las evaluaciones no pueden ser iguales para todos. Dice Jaume Trilla que la atención a la diversidad nos hace más iguales y más diferentes. Iguales porque compartes con los compañeros una cultura, valores, formas de aprender, y diferentes porque en este proceso cada alumno encuentra lo que más le interesa, en lo que tiene más facilidad. La no personalización de la educación significa el fracaso.
Has sido 7 años presidente de la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica (FMRPC). Tu centro ha participado en iniciativas pedagógicas diversas, como la coordinadora de escuelas 0-12 y ahora Escuela Nueva 21. ¿Crees que los motores de renovación en las escuelas se han diversificado? Este cambio viene de diez o quince años atrás. Los Movimientos de Renovación Pedagógica tienen su gran momento entre los años 80 y 90, pero después aparecen muchas más iniciativas. Este análisis ya lo hizo la renovación pedagógica, que ahora tiene un carácter mucho más extendido, difuso… Esto es una realidad. Hay redes de escuelas sistémicas, libres, Waldorf, cristianas, de todo tipo. Y eso es un avance. Para que la cultura profesional se multiplique, se debe circular; las redes son una lucha contra el individualismo. La coordinadora de escuelas 0-12 funciona desde 1999, aunque con los últimos años de recortes ha perdido peso. Y Escuela Nueva 21 ha supuesto un intento de sacudida del sistema con más recursos, con instituciones con mayor capacidad como la Fundación Jaume Bofill o la UNESCO. Tienen claro que el cambio debe ser sistémico. Pero para mí, aquí, la debilidad es el papel de la escuela pública.
¿En qué sentido? Temo que las escuelas públicas participen con la idea de “voy a mejorar mi centro”. Tenemos que conseguir que no participen solo a título individual. Que entiendan que están jugando un papel de revolución del sistema, porque es la pública la que debe conseguir el cambio sistémico a la Administración. ¿Cómo participan las privadas? Con algún centro, pero con voluntad de transformar toda su red. Pues las públicas deben hacerlo también al máximo como una red. Que el efecto sea multiplicador.
Resumen: En la Conferencia Nacional de Escuelas Charter de la semana pasada, el secretario de Educación John King retó operadores de la carta de los Estados Unidos a reconsiderar su enfoque de la disciplina y «liderar el camino en la reflexión y crecimiento profesional.» A pesar de que he frecuentemente expresado mis preocupaciones acerca de la prisa por reformar en el enfoque de la nación con la disciplina escolar. Ayudar a las escuelas autónomas a examinar y mejorar sus prácticas de disciplina es digna de elogio; haciéndolos cambiar su enfoque a través de dictados de arriba hacia abajo no lo es.
At the National Charter Schools Conference last week, Secretary of Education John King challenged U.S. charter operators to rethink their approach to discipline and “lead the way on professional reflection and growth.” Though I’ve frequently expressed my worries about the rush to reform the nation’s approach to school discipline, the secretary’s comments were measured and constructive. I was particularly struck by his insistence that there not be any “hard and fast rules or directives.” (He might want to share the speech with his own Office for Civil Rights, which could be renamed the Office for Hard and Fast Rules and Directives.)
Helping charter schools examine and improve their discipline practices is praiseworthy; making them change their approach via top-down dictates is not. (Though I’m really talking about suspensions; expulsions are a different matter, as we do need to worry about open-enrollment public schools pushing kids out.) In my view, it’s totally inappropriate for regulators—especially the feds, but also school authorizers—to get heavy-handed on the suspensions issue, for at least five reasons:
1. The school discipline data collected by the Office for Civil Rights are notoriously fishy; attaching stakes to them will make them even more so because people work to report the data they prefer rather than reality.
2. There’s a big risk that discouraging schools from suspending kids will result in more disorder in the classroom (though in-school suspensions could keep that from happening).
3. More disorder is disastrous for all kids, but especially poor children of color. They make up the vast majority of the nation’s charter school population and have not a minute to spare if they are going to have a shot at college and career readiness.
4. More disorder is expressly not what most parents want when they choose charters (or any schools, for that matter).
5. Because school discipline is so nuanced and so deeply embedded in a school’s culture and practices, it’s precisely the type of issue where charter schools are supposed to have autonomy.
There’s a reasonable case, then, for simply making suspension data transparent to the public and to parents, who can decide which schools to shun and which to patronize. But I’m worried about how it has played out in Washington, where the D.C. Public Charter School Board (DCPCSB) has asked schools to “defend” their suspension numbers. To charters that suspend a high percentage of students, that means dragging their boards in front of DCPCSB for what feels like a Star Chamber proceeding. That sure feels like an effort to change their behavior.
Why is that OK? Why not interrogate them over their curriculum choices too, or their class sizes, or their teacher evaluation systems?
As Jay Greene argued the other day, these kind of authorizer practices resemble those of the bureaucracies that have long stifled traditional public schools. It represents a peremptory attitude and impinges on autonomy and parental choice.
The students who will lose are the poor kids of color who come to school wanting to learn, follow the rules, and work hard. For decades, our big city districts have said to them, “You are not our priority.” I don’t want charter schools to do the same.
* * *
So that’s my take. But what do others think? In the coming days, we will publish reactions to Secretary King’s speech by practitioners and policy analysts involved in the charter school movement. If you’d like to sound off on charter discipline, shoot me a note. Here’s hoping for a constructive dialogue.
—Mike Petrilli
Foto: http://educationnext.org/files/ednext-blog-july16-petrilli-principal.jpg
Fuente: http://educationnext.org/should-charter-schools-be-pressured-to-reduce
Esto No Es una Clase. Investigando la educación disruptiva en los contextos educativos formales
Autor:María Acaso, Paloma Manzanera y Alejandro Piscitelli
Año: 2015
Fundación Telefonica
Sinopsis: En el momento actual existe la idea consensuada de que el modelo educativo tradicional necesita adaptarse a las nuevas necesidades de los alumnos, para lo que es preciso un cambio de paradigma en la educación. Esta necesidad debe llevarnos no sólo a preguntarnos qué es importante aprender sino cómo debemos hacerlo. ‘Esto No Es una Clase’ es un proyecto de investigación llevado a cabo por Fundación Telefónica, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, en el que se analizan las consecuencias del cambio metodológico basándose en la premisa de que el aprendizaje sucede cuando los profesores ponen la energía en lo que transmiten y configuran experiencias de aprendizaje únicas.
Descargar el libro en : https://publiadmin.fundaciontelefonica.com/index.php/publicaciones/add_descargas?tipo_fichero=pdf&idioma_fichero=_&title=Esto+No+Es+una+Clase&code=461&lang=es&file=Estonoesunaclase.pdf&_ga=1.225604826.1153293358.1465424758
Fuente de la reseña: http://www.fundaciontelefonica.com/arte_cultura/publicaciones-listado/pagina-item-publicaciones/itempubli/461/
Fuente de la imagen:https://publiadmin.fundaciontelefonica.com/media/publicaciones/461/Clase.jpg
Mayo 2016/Fuente: Educaciontrespuntocero /Autora: Ana Ayala
A Stephen Heppell, presidente de New Media Environments,Universidad de Bournemouth(Reino Unido), se le conoce como el hombre que puso la ‘C’ de Comunicación a las Tecnologías de la Información. Este experto mundial en innovación educativa opina sobre el papel de familias, niños y profesores, y sobre cómo mejorar el aprendizaje.
Algunas de las frases que se han publicado para definir aStephen Heppellson: “El mayor experto en educación on line de Europa” (Microsoft 2006). “El académico más influyente en los últimos años en el campo de la tecnología y la educación” (Departamento de Educación y Habilidades de Reino Unido). “Es un buen samaritano digital que ayuda a que la gente corriente se adentre en la era Internet, con su aspecto de Santa Claus, con esa mirada de ojos azules centelleantes y su poblada barba” (The Wall Street Journal).
A lo largo de todos los años de su trayectoria profesional,su objetivo ha sido mejorar el proceso de aprendizaje y, para ello, considera imprescindible que “los niños estén más involucrados en mejorar su forma de aprender”.
El 65% del alumnado de Primaria de hoy desempeñará puestos de trabajo que todavía no se han ‘inventado’, ¿cómo debería ser su educación?
El ingrediente secreto es el compromiso. Por encima de todo,nuestros estudiantes necesitan amar el hecho de aprender, ser curiosos e ingeniosos y nada de esto ocurre si no están comprometidos.De hecho, no sólo cambiarán los trabajos en el futuro, sino que cada día nos enfrentamos a lo inesperado y necesitamos estar preparados. Esto también significa que la educación debe contar con sorpresas, con desafíos, con nuevas tareas. Así que un calendario escolar que establece qué va a pasar cada minuto de cada día durante un año no proporciona ninguno de estos aspectos.
Nuestros estudiantes necesitan amar el hecho de aprender, ser curiosos e ingeniosos y nada de esto ocurre si no están comprometidos
Entonces, ¿cómo debe evolucionar el sistema educativo en los próximos años?
Los niños deben estar más involucrados en mejorar su forma de aprender.No se trata de que hagan lo que quieran sino de animarles a investigar buenas ideas de otras personas y que piensen cuáles podrían funcionar en su escuela. Cuando conseguimos que sean profesionales reflexivos ya vemos avances metacognitivos y en el aprendizaje. Esto es más que un paso hacia la co-construcción (construir un entorno de aprendizaje mejor con ellos), significa permitirles que sean líderes en la innovación. Comenzar con este proceso es duro, pero la mejora es inmediata.
De igual modo, hay que tener en cuenta que gran parte de lo que hacemos es simplemente por costumbre o por conveniencia.Es necesario contar con nuevos enfoques que ya han demostrado ser efectivos,como superclases con múltiples profesores, con una ‘inmersión’ en bloques de aprendizaje…
No se trata de que los alumnos hagan lo que quieran sino de animarles a investigar buenas ideas de otras personas y que piensen cuáles podrían funcionar en su escuela
España tiene un elevado índice de fracaso escolar ¿qué debería cambiarse?
Sería un buen momento para desarrollar una campaña nacional que mejore el aprendizaje, pasando de los hábitos a las evidencias y que cada escuela se convierta en un centro de investigación. La diferencia puede ser enorme en 18 meses.
Pero ¿cómo llevar a cabo el cambio con los recortes que ha sufrido?
El modelo de hacer la educación para los niños o incluso hacerla con ellos es muy caro.Pero cuando el cambio está liderado por el alumno, éste se siente orgulloso de mejorar su aprendizaje y puede trabajar con presupuestos ajustados, puede hacer más con menos.Con frecuencia, mejorar el aprendizaje es más económico a largo plazo y, además, no requiere de grandes recursos, lo que necesita sobre todo es un cambio de actitud. De hecho, cuestionar la práctica anterior y buscar nuevas ideas eficaces no precisa de dinero.
¿Qué habilidades deben desarrollar los docentes?
Deben continuar siendo profesionales del aprendizaje y al igual que los estudiantes deben estar en un estado de práctica reflexiva.Quizá en la actualidad también se considera esencial el análisis de datos, no prestamos suficiente atención a la información compleja que tenemos o deberíamos tener sobre el proceso de aprendizaje: ¿Cuánto tiempo están los estudiantes en clase?, ¿cuánto tiempo se desperdicia en una jornada partida?, ¿están disfrutando con su aprendizaje?, ¿qué comida es mejor antes de un examen?, ¿qué profesor es mejor en qué temas?…Tenemos que ser analíticos con el arte de la enseñanza.
Los docentes deben continuar siendo profesionales del aprendizaje y al igual que los estudiantes deben estar en un estado de práctica reflexiva
Y ¿qué papel debe jugar la familia en la educación?
El entorno doméstico es muy, muy importante. Los estudiantes tienen numerosos contextos familiares diferentes y pasan mucho más tiempo en casa que en la escuela. La mayoría de los padres (y los abuelos) quiere lo mejor para ‘sus’ niños, pero no les hemos ayudado lo suficiente en este aspecto, por ejemplo,¿cuál es la mejor forma de leer a un niño? o ¿qué pueden hacer para que se diviertan con los números desde pequeños?Al igual que los niños son fundamentales para ‘moverse hacia delante’, también es esencial el papel de la familia y de la comunidad en general.Las personas deben querer que los niños tengan un futuro mejor y si involucramos más a nuestras familias y sus entornos, el aprendizaje será mejor y también más económico.
Fuente de la entrevista: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/stephen-heppel-alumno-liderar-cambio/35871.html
Fuente de la imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2016/05/Heppell4-500×226.jpg
Cuba introducirá importantes cambios en su modelo de enseñanza de ciencias para el curso venidero, señaló este martes en La Habana el viceministro de Educación, Rolando Forneiro.
Los planes de estudio de las actuales licenciaturas pedagógicas de doble perfil se modificarán para un solo perfil, entre ellas Matemática, Química, Física y Educación Laboral, destaca la nota de Prensa Latina.
En el próximo curso escolar, 2016-2017, las carreras vinculadas al magisterio durarán solo cuatro años, y no cinco como ocurre actualmente, informó el alto funcionario durante una conferencia magistral en el IX Congreso Didácticas de las Ciencias.
Ante las preguntas de los asistentes, Forneiro subrayó que pudiera valorarse la vinculación de los profesores a centros productivos como fábricas o talleres, relacionados con su especialidad, para adquirir y reafirmar habilidades prácticas que luego en las escuelas serían muy útiles.
El funcionario reconoció que existe rechazo hacia las diciplinas vinculadas con las ciencias exactas y naturales en algunos contextos, a causa de la insuficiente preparación de los docentes.
En la isla el Estado es el máximo responsable de la formación del personal frente a las aulas y de la posterior ubicación laboral, según se explicó en el Palacio de las Convenciones.
En Cuba, la matemática es la asignatura con mayor número de horas-clase en el sistema educativo.
«Luego de 1959 se introduce en el nivel medio-básico la enseñanza de la física y la química», recordó el viceministro, en el marco de un evento que culminará el 1 de abril.
Al congreso, que marcha con un Taller internacional de enseñanza de la Física, están invitados especialistas de España, Portugal, Eslovaquia, Costa Rica, Perú, Venezuela, Ecuador, México, Colombia, Argentina, Guatemala, Brasil, Chile, Uruguay y Angola.
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