La identidad profesional en la formación inicial docente

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

Al revisar el Acuerdo Número 649 por el que se establece el Plan de Estudios para la Formación de Maestros de Educación Primaria, publicado en 2012, es posible advertir la importancia que tiene la identidad profesional como un elemento fundamental a desarrollarse en los futuros docentes. Dentro del documento señalado se observa, por ejemplo, que en el perfil de egreso se menciona que el profesorado debe reconocer “el proceso a través del cual se ha desarrollado la profesión docente, la influencia del contexto histórico y social, los principios filosóficos y valores en los que se sustenta, para fundamentar la importancia de su función social”. Asimismo, se incluyen cursos que impactan directamente en esta competencia, tales como: El sujeto y su formación profesional como docente, Historia de la Educación en México y Panorama actual de la Educación Básica en México. Así pues, pareciera que la identidad y el sentido crítico de la realidad son aspectos prioritarios dentro de la carrera normalista.

No obstante lo anterior, una revisión más profunda permite apreciar una diferencia sustancial entre los planes de estudio anterior (1997) y vigente (2012) de la Licenciatura en Educación Primaria en relación al desarrollo de la identidad, el conocimiento histórico y la capacidad de análisis: en términos de asignaturas, en el plan anterior existían siete materias que contribuían a tales fines, mientras que en el vigente sólo son tres; en cuanto a tiempo, el plan de 1997 destinaba el 9.30% del total de horas de la malla curricular a fomentar estos aspectos, mientras que en el actual sólo se destina el 4.30% del total. Así pues, se redujo a la mitad la cantidad de tiempo que los estudiantes construyen su conciencia profesional: de 24 horas pasó a sólo 12 horas actualmente.

Llama la atención que en el plan de estudio vigente para la formación inicial de profesores de Educación Primaria el conocimiento de la Historia de la profesión haya sido simplificado de una manera tan marcada, pasando de cinco materias en 1997 a sólo una en 2012. La reducción de los temas históricos tiene indiscutiblemente un impacto negativo en la identidad profesional de los futuros maestros, pues el conocimiento de éstos es el vehículo privilegiado para alcanzar una identidad no sólo individual, sino también colectiva, así como desarrollar la capacidad para leer el mundo real. Tal como lo menciona Prats (2001), el estudio de la Historia “facilita la comprensión del presente” (p.14), pues ofrece una perspectiva anterior a los hechos actuales que ayuda a su entendimiento; además, esta disciplina permite a quienes la estudian “la comprensión de sus propias raíces culturales y de la herencia común” (p.15), potenciando así un sentido de identidad que, a la postre, propiciará compartir valores, costumbres, ideas, etc. Reforzando lo anterior, Hervás y Miralles (2006) señalan que “el desarrollo del pensamiento crítico es uno de los procedimientos propios y tradicionales de la historia” (p. 34), lo cual se traduce en una creciente capacidad para resolver problemas, tomar decisiones y proponer ideas creativas.

Conocer la Historia de su profesión es en efecto una opción para que los alumnos normalistas desarrollen su identidad docente y su conciencia colectiva: ¿no sería, acaso, motivo de orgullo profesional analizar la vida del profesor morelense Otilio Montaño, aquel que escribió el Plan de Ayala, uno de los documentos insignia de la justicia social? ¿No sería inspirador para los futuros maestros conocer los relatos de profesores que participaron en las Misiones Culturales posrevolucionarias? ¿No les herviría la sangre al conocer los casos de mutilaciones y asesinatos cometidos por el clero a los maestros durante la Guerra Cristera? ¿No se indignarían los profesores en formación al contrastar el paulatino mejoramiento de las condiciones laborales del magisterio a mediados del siglo pasado con las modificaciones constitucionales que dieron lugar a la Reforma Educativa? Todo este cúmulo de reflexiones y emociones es posible despertarlas a través del estudio de la Historia y, consecuentemente, provocar un enamoramiento de la profesión.

Como se ha visto, el Plan de Estudios para la Formación de Maestros de Educación Primaria, en relación con su antecesor de 1997, ha perdido fuerza en cuanto a la formación de la conciencia profesional y el estudio de los momentos históricos que han configurado la situación magisterial actual privilegiando, en cambio, otras áreas como el aprendizaje de una lengua extranjera o el uso de herramientas tecnológicas para la enseñanza. Esto concretiza una de las críticas más frecuentes hacia la educación por competencias (recordemos que el plan normalista está orientado al desarrollo de éstas): la mercantilización de la educación, priorizando el desarrollo de elementos técnicos en detrimento de los aspectos humanos y sociales. De este modo, se puede suponer que con el plan de estudios vigente se está formando a profesores con menor capacidad para analizar críticamente la realidad educativa, con poco conocimiento del devenir histórico de su profesión y, por ende, con menor arraigo profesional.

La anterior es a todas luces una situación bastante riesgosa, pues provocará evidentemente un magisterio menos unido y, por tanto, vulnerable a embestidas que puedan afectar su bienestar profesional. Las consecuencias saldrán a la luz en los próximos años. Evidentemente, tras la implementación de la Reforma Educativa en 2013, que para muchos ha supuesto la lesión de derechos laborales de los docentes, a las autoridades no les conviene un magisterio unido, fuerte y crítico, pero sí individualista e indiferente, lo cual hace pensar que las fallas referidas sobre la formación profesional inicial de los maestros son totalmente intencionadas y con fines perversos.

En suma, es necesario reformar el Plan de Estudios de los futuros maestros mexicanos procurando que los estudiantes tengan oportunidades suficientes para desarrollar una capacidad crítica no sólo del panorama educativo actual, sino de los venideros,  así como la formación de una conciencia histórica más amplia de su propia profesión, generando en consecuencia una identidad profesional sólida. Para lograr lo anterior, sin duda debe haber cambios importantes dentro de la malla curricular: una comprensión apenas suficiente de la Historia de la profesión no cabe en una asignatura, mucho menos el análisis de los problemas educativos actuales de nuestro país (vaya que hay tela de dónde cortar); por lo tanto, se hace necesaria la aparición de más asignaturas que contribuyan a estos fines. Asimismo, es necesario que se intensifiquen los contactos que el alumno tiene con escuelas rurales y en contextos desfavorables, pues son en éstas donde puede apreciarse con mayor claridad la trascendencia de la función del docente; cabe recordar que en algunas instituciones normalistas los estudiantes tenían la oportunidad de practicar en escuelas multigrado rurales, experiencia que en muchos reforzaba su vocación e identidad profesional. De manera general, puede decirse entonces que se debe buscar un equilibrio entre los aspectos técnicos y humanos de la formación del profesorado.
*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Docente colimense de Educación Primaria (Esc. Prim. Distribuidores Nissan No. 61 T.V.) y de Educación Superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 
Twitter: @proferoger85

REFERENCIAS
DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN.  Acuerdo Número 649 por el que se establece el Plan de Estudios para la Formación de Maestros de Educación Primaria. México: autor, 2012.
HERVAS, Rosa y MIRALLES, Pedro. La importancia de enseñar a pensar en el aprendizaje de la historia. En: Educar en el 2000: revista de formación del profesorado, No. 9.Murcia: Consejería de Educación, Formación y Empleo de la Región de Murcia, 2006.
PRATS, Joaquín. Enseñar Historia: notas para una didáctica innovadora. Mérida: Junta de Extremadura, 2001.
SEP. Licenciatura en Educación Primaria. Plan de estudios 1997. México: autor, 1997.

Fuente del articulo: http://www.colimanoticias.com/la-identidad-profesional-en-la-formacion-inicial-docente/

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Argentina: Organizan el 3er. Congreso sobre Problemáticas Nacionales Actuales

América del Sur/Argentina/24 de septiembre de 2016/www.lavozdelpueblo.com.ar
El viernes 14 de octubre se realizará en el aula magna del CRESTA el tercer Congreso Provincial sobre Problemáticas Nacionales Actuales. La actividad contará con la disertación de profesionales especialistas en los distintos temas a abordar.

La propuesta es organizada por el Grupo de Extensión Investigación Tres Arroyos (GEITA), la comisión Encuentro Indígena de Tres Arroyos y el propio CRESTA. El encuentro es abierto a todo público y contará con el auspicio de la Secretaría de Desarrollo Social.

El objetivo de este congreso -indicaron desde la organización- es tratar en detalle ciertas problemáticas del presente a la luz de los conocimientos teóricos para que toda la ciudadanía logre reflexionar sobre determinadas decisiones tomadas por el sector político.

De esta manera, el encuentro pretende lograr un acercamiento del ámbito académico a la sociedad. Cabe recordar que esta propuesta es organizada, impulsada y llevada adelante por profesionales de nuestra ciudad que buscan aportarle a la comunidad -a través de reconocidos especialistas- miradas y profundos análisis en torno a problemáticas vigentes que se registran en nuestro país.

Deudas Sociales Pendientes al final del Bicentenario; Procesos de democratización, autoridad y conflictividad en la escuela secundaria; La evolución del mercado de trabajo argentino en los últimos 20 años; y Energía, Eficiencia, Renovabilidad y Almacenamiento son los nombres de algunas de las charlas que podrán apreciarse durante la jornada.

«Es importante habilitar espacios donde la ciudadanía participe y tenga conocimiento acerca de las evaluaciones de los impactos económicos, sociales y ambientales que ocasionarán tales decisiones ya que, en general no se dispone de la información adecuada para tomar posición sobre los costos y beneficios de estas propuestas», se informó a través de un comunicado.

Tomado de: http://www.lavozdelpueblo.com.ar/nota-43632-organizan-el-3er.-congreso-sobre-problematicas-nacionales-actuales

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Bolivia y Unesco crean centro para formar profesionales en recursos hídricos

Bolivia/16 Julio 2016/Fuente: TRT

Bolivia creará un centro para formar profesionales para la gestión de recursos hídricos y fomentar la innovación tecnológica, con apoyo del Instituto UNESCO-IHE para la Educación relativa al Agua, anunciaron fuentes oficiales.

La creación del Centro de Excelencia de Agua y Medio Ambiente (CEAM) hace parte de un acuerdo firmado hoy en La Paz entre representantes del ministerio boliviano de Medio Ambiente y Agua y del Instituto UNESCO-IHE.

La ministra boliviana de Medio Ambiente y Agua, Alexandra Moreira, destacó durante el acto la necesidad de formar «profesionales bolivianos aptos para afrontar el embate del cambio climático, que a nosotros nos afecta tanto en nuestras aguas».

Moreira señaló los esfuerzos para establecer «las alianzas necesarias para un centro de excelencia» con universidades, centros de investigación, instituciones gubernamentales y cooperación española.

El CEAM servirá para «crear una entidad articuladora para la innovación tecnológica» en materia de tratamiento de aguas residuales, acceso al agua potable, eficiencia y coordinación institucional», según el Ministerio.

La representante de UNESCO-IHE y profesora asociada del centro educativo radicado en Holanda Tineke Hooijmans subrayó por su parte que la colaboración entre su institución y Bolivia se concentrará en la capacitación profesional y contribuirá a los objetivos de desarrollo sostenible.

El canciller boliviano, David Choquehuanca, destacó la riqueza hídrica de Bolivia y de los países vecinos, con quienes defendió la necesidad de «establecer alianzas estratégicas» en ese ámbito particular.

El Ministerio de Medio Ambiente no precisó el presupuesto con que contará el CEAM, aunque Moreira adelantó que habrá una inversión para enviar profesionales a realizar maestrías y doctorados en el extranjero dentro de este programa.

El centro boliviano también recibirá profesionales del IHE para realizar capacitaciones e investigaciones en Bolivia.

«Estamos viendo exactamente el financiamiento que necesitamos toda vez que estamos hablando de la generación de investigación, de estudios de manejo de nuestros recursos hídricos», dijo Moreira.

«El mantenimiento y la sostenibilidad de toda la infraestructura que nosotros estamos entregado como Gobierno nacional más las contrapartes de los gobiernos municipales y departamentales son altamente necesarias», añadió.

La ministra reconoció que «muchas veces la infraestructura, ya sea de agua o saneamiento, no tiene el mantenimiento correspondiente», por lo que uno de los trabajos del CEAM será «el refuerzo de estas capacidades locales».

El director del estatal Servicio Nacional para la Sostenibilidad de Servicios en Saneamiento Básico (Senasba), Sergio Arispe, recordó que 7,3 millones de bolivianos vierten aguas no tratadas a aguas superficiales y subterráneas, a pesar de que Bolivia ha logrado la cobertura casi total de agua potable para su población.

Desde la llegada de Evo Morales al Gobierno, en 2006, y como resultado de luchas sociales en años anteriores, Bolivia ha hecho bandera del derecho al agua e incluso impulsó una resolución de la ONU que en 2010 reconoció el acceso al agua potable como «derecho humano básico».

Sin embargo, el país todavía enfrenta importantes problemas de contaminación acuífera -que afectan entre otros al lago Titicaca, el mayor de agua dulce en Suramérica compartido con Perú-, saneamiento y aprovechamiento de la infraestructura existente.

Fuente: http://www.trt.net.tr/espanol/ciencia-y-tecnologia/2016/07/14/bolivia-y-unesco-crean-centro-para-formar-profesionales-en-recursos-hidricos-528803

Fuente de la imagen: http://cdn.trt.net.tr/images/large/rectangle/8754/4f24/f45c/578669b04d836.jpg

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«No hay empresas respetadas que no respeten a sus profesionales»

31 de mayo de 2016/Por Tino Fernández.

Jordi Canals abandonará el 31 de agosto su puesto de director general del IESE, después de 15 años. En esta entrevista avanza cuál será el futuro de la escuela y de la gestión de líderes centrada en la persona.

Es día de graduación en el campus madrileño del IESE. Es la última vez que Jordi Canals, director general desde 2001, preside este acto. El próximo 31 de agosto dejará su cargo tras 15 años, y volverá a sus tareas de docencia e investigación. Y en esta despedida anunciada también tiene la oportunidad de celebrar que el IESE aparezca por segundo año consecutivo como la primera escuela del mundo en formación de directivos, según el ranking de executive education publicado por Financial Times.

De todas formas, Canals es de los que piensa que «hay que relativizar las clasificaciones internacionales que aparecen sobre escuelas de dirección. Las universidades son instituciones muy complejas, y hacer ránkings complejos lleva a mezclar elementos que no son comparables».

A Jordi Canals no le gusta demasiado el término «escuelas de negocios». Prefiere hablar de «escuelas de dirección» o de «escuelas de gobierno de empresas». Sostiene que «una empresa se apoya sobre una base de un negocio, pero las escuelas no están para hacer negocio, sino para formar a directivos», y añade que «al hablar de las escuelas se suele cometer el error de mercantilizar, y la misión de éstas es formar empresarios y directivos capaces de comprender y analizar situaciones complejas».

Nuevo modelo

Cree que «la educación en dirección de empresas debe enfocarse a que un directivo piense a largo plazo -con personas- un modelo de negocio que lleve a que la empresa tenga un impacto social positivo».

Añade que «el reto del siglo XXI es que las organizaciones sean capaces de lograr esto, y la compañía respetada es aquella que tiene una misión y unos valores que hacen que tenga alma. También ha de tener un modelo de negocio y ser capaz de generar productos. Ha de ser estable y sostenible. Y debe hacer todo esto con eficiencia operativa y conseguir ganancias».

Una nueva relación entre empleados y empleadores y una cierta «crisis de los jefes» ha llevado a muchas escuelas de negocios (o de dirección, como prefiere decir Jordi Canals), a plantearse qué clase de líderes hacen falta para guiar a las nuevas compañías; para hacer compatibles los objetivos económicos y los no económicos.

Largo plazo

Para todo esto hacen falta personas, y el director general del IESE explica que «éstas se pueden ver desde el ángulo del talento, la credibilidad y las soluciones que aportan, o desde el ángulo contractual, económico y laboral. En las relaciones laborales se pone el énfasis en el segundo ángulo, y esto es un error. Las nuevas formas de organización nunca pueden sustituir a aquellos trabajos en los que la empatía o la confianza juegan un papel importante. No hay empresas respetadas que no respeten a sus personas».

Todo esto le lleva a concluir que el nivel de respeto por la sociedad no depende de sus ingresos, sino de cómo se trata a los profesionales. Canals asegura que «los valores éticos y humanos deben existir, pero no sólo para cumplir unos mínimos legales o determinadas exigencias regulatorias. Es una condición de estabilidad que permite respetar a las personas. Esto compromete a las empresas y tiene que ver con la confianza que se genera en una organización».

El director general del IESE recuerda que en un principio el liderazgo empresarial de impacto estaba asociado a variables económicas (procesos de fabricación difíciles de estructurar), y la dimensión dominante era la capacidad para conseguir resultados. Luego se pasó al liderazgo capaz de motivar y comprometer a las personas… Y en la década de 1980 se provocó una ruptura que tiene que ver con la desregulación financiera y la eclosión de los mercados de capitales: «Se puede hablar de la opa hostil de las finanzas sobre la empresa, y hay que tener claro que no se puede convertir la dirección de empresas en algo evaluado exclusivamente alrededor de las finanzas y teniendo sólo en cuenta las dimensiones económicas y financieras».

Para Canals, «las escuelas de dirección no pueden enfocar el talento sólo hacia la dimensión económica y a los resultados, porque eso no garantiza la formación de mejores líderes de grupos humanos». Además, señala una paradoja: «Cuando más se necesita a las personas valiosas y creativas, las organizaciones son menos capaces de acogerlas. Las compañías no pueden evolucionar sin pensar en el largo plazo, y son precisamente las personas las que piensan en estos términos: gestionan redes, piensan y diseñan el big data… Necesitamos personas que tomen decisiones, y las escuelas de dirección deben generar un marco estratégico que permita adoptar decisiones para hacer realidad ese largo plazo».

Canals insiste en la importancia de las personas, incluso en grandes tendencias que marcan hoy la estrategia de las compañías. Si hablamos de transición digital, hay que reconocer que resulta fundamental en la vida de las organizaciones, pero el director general del IESE sostiene que «la empresa está para servir al cliente, y la transformación digital es buena si acelera y mejora la calidad de este servicio, pero se trata de un medio que deben manejar las personas. Si perdemos de vista esto, perdemos la referencia».

Teniendo muy en cuenta aspectos como la globalización o la tecnología, Canals asegura que «el gran reto no es precisamente la eficiencia, sino cómo desarrollar talento internacional y equipos comprometidos a largo plazo con un proyecto. El reto para una empresa del Ibex es cómo atraer talento en China, Alemania o Estados Unidos y cómo integrarlo y retenerlo en un grupo de directivos anclado en España».

Todo esto tiene que ver con la dirección de personas y no con la tecnología: «Algunas compañías han hecho escalable un modelo tecnológico. Facebook casi muere en 2005, y no fue la tecnología la que le ayudó. Se trata más bien de una cuestión de modernización de la calidad de gestión; de atraer talento y talento directivo. Lo que importa son las personas. La calidad del management resulta crucial ante la crisis de talento».

Cuál será el papel de las escuelas de dirección en la revolución de las personas… Canals destaca la apuesta de éstas por la internacionalización, y recuerda que el IESE es pionero en este sentido: «En 1958, en España, nadie tenía esta perspectiva. Y la alianza entre Harvard Business School y el IESE en 1963 era algo impensable en nuestro país hasta entonces».

Añade que «las escuelas de dirección han sido muy pioneras y han tenido que financiarse con la actividad que desarrollan. La clave ha estado en asegurar la calidad de los programas, y en el hecho de prestar un servicio real a las empresas, siendo muy cercanas a las necesidades cambiantes de las compañías. Sin esa cercanía al mundo empresarial, las escuelas de dirección terminarían por tener un papel meramente residual».

Nuevas capacidades

La necesidad de contar con nuevas habilidades y capacidades profesionales, en un entorno laboral en el que las organizaciones se quejan de la capacitación que ofrecen los recién licenciados, lleva asimismo a plantearse si las escuelas de dirección están preparadas en general para responder a este reto.

Para empezar, el director general del IESE rompe una lanza por la calidad de la Universidad y lo que en ella se enseña: «En muchos grados hay una calidad de formación similar a la de muchas universidades europeas, sobre todo en áreas como matemáticas, ingeniería, física o medicina. Compañías como Amazon o Google invierten aquí porque hay graduados con un nivel muy alto. El problema de la Universidad es que el porcentaje de alumnos muy bien preparados para acceder al mercado laboral es pequeño en comparación con aquellos que quizá no deberían estar en la facultad, o a los que tal vez no se les debería haber dado el grado».

En cuestión de posgrado, Canals distingue los máster de Bolonia -con estructura clara y un año de duración- de los MBA, que exigen una experiencia profesional: «En el primer caso, la experiencia es breve y reciente, y hay inflación de grados de Bolonia, que no se han llegado a repensar. Esto puede causar frustración en quienes los cursan. Además, el problema se complica con la próxima reforma universitaria. Si no cambia el diseño de estos másteres, esto afectará a la empleabilidad de las personas».

Canals insiste en la necesidad de que todos los programas estén muy cerca de la realidad de las empresas: «Si esto no se consigue, la reforma será un fracaso, y se creará insatisfacción en las compañías, las universidades, los alumnos y los profesionales».

El futuro del IESE

Jordi Canals asegura que «los valores y la misión que explican la existencia del IESE serán permanentes», como lo será la voluntad «de ayudar a mejorar la calidad de vida de la sociedad a través de una mejor dirección de empresas». A esto se unen otros factores de evolución para el futuro: «Concebir el IESE como una escuela multicampus con alianzas en otros lugares y con varias escuelas emergentes». Canals recuerda que hace 15 años el 55% de los alumnos del IESE eran no españoles. Hoy el programa MBA cuenta con un 40% de alumnos procedentes de Europa; un 30% de América; un 27% de Asia y un 3% de África y Oriente Medio. «En los próximos 15 años el principal crecimiento de la escuela se producirá en Asia y en África, donde ya se invierte en algunas escuelas y programas. También en Estados Unidos, donde nos ayuda mucho el campus de Nueva York. Y en lo que se refiere a las áreas de actividad, se han reforzado mucho las de gobierno corporativo, estrategia, dirección de personas, globalización y ética. Tenemos cimientos para desarrollar una actividad global en zonas de especial interés».

Fuente: http://www.expansion.com/emprendedores-empleo/desarrollo-carrera/2016/05/30/574c0009268e3e87578b457d.html

Imagen: http://e04-expansion.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2016/05/30/14645993416915.jpg

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