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Reflexiones sobre el papel de la educación. ¿Para qué sirve la educación formal?

Por: 

Les dejo algunas reflexiones sobre el papel de la educación. ¿Para qué sirve la educación formal? Desde hace algunas décadas en la Teoría Económica ganó terreno la concepción del “Capital Humano” en teorías del Crecimiento y Economía laboral. (Sigue hilo largo).

 

Fuente del documento: https://twitter.com/ecres70/status/1128710508155154432?s=19

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Hace falta una revolución para adquirir nuevas habilidades. Aquí explicamos cómo hacerlo

Por: http://blogs.worldbank.org/

A medida que el mundo encara los desafíos transformadores en materia económica, social y ambiental de la Globalización 4.0, (i) las inversiones en las personas adquieren más importancia que nunca.

Valorar el capital humano (i) no solo permite dotar a las personas de los conocimientos y las habilidades necesarios para responder a los cambios sistémicos, sino que también las empodera para participar en la creación de un mundo más igualitario, inclusivo y sostenible.

La educación es y seguirá siendo fundamental para promover un crecimiento económico inclusivo y ofrecer un futuro de oportunidades para todos. Sin embargo, a medida que las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial generan nuevas presiones sobre los mercados laborales, la reforma de la educación, el aprendizaje permanente y las iniciativas orientadas a la adquisición de nuevas habilidades (i) serán fundamentales para garantizar, por una parte, que las personas tengan acceso a oportunidades económicas permaneciendo competitivas en el nuevo mundo laboral y, por la otra, que las empresas tengan acceso a personas dotadas de las competencias necesarias para los empleos del futuro.

La Cuarta Revolución Industrial está provocando una disminución considerable de algunas funciones a medida que estas se van eliminado o automatizando. Según la publicación titulada The Future of Jobs Report 2018 (El futuro del trabajo: informe 2018), (i) se prevé que para 2022 se desplazarán 75 millones de empleos en 20 de las principales economías. Al mismo tiempo, los adelantos tecnológicos y las nuevas modalidades de trabajo también podrían crear 133 millones de nuevos empleos, impulsados por el gran aumento de nuevos productos y servicios que permitirían a las personas trabajar con máquinas y algoritmos para atender las necesidades de los cambios demográficos y económicos.

Proporción de horas de trabajo entre el hombre y la máquina, 2018 en comparación con 2022 (proyecciones)
Fuente: Encuesta sobre el futuro del trabajo 2018, Foro Económico Mundial.

Para materializar en forma proactiva las ventajas de estos cambios, para 2022 al menos el 40 % de todos los empleados deberá adquirir nuevas y mejores habilidades. Sin embargo, tan solo el 30 % de los empleados que corrían el riesgo de un desplazamiento laboral debido al cambio tecnológico recibieron capacitación el año pasado, y quienes corren mayor riesgo suelen ser las personas con menos probabilidades de recibir capacitación en nuevas habilidades.

Para crear una revolución para adquirir nuevas habilidades (PDF, en inglés) se requerirán inversiones. Por ejemplo, en Estados Unidos, la transición del 95 % de los trabajadores que corren el riesgo de desplazamiento a nuevos empleos mediante la adquisición de nuevas habilidades puede llegar a costar más de USD 34 000 millones. Sin embargo, en la actualidad, el sector privado solo podría reentrenar en forma rentable a alrededor del 25 % de esos trabajadores, lo que indica la necesidad de colaboración entre las empresas, inversión pública y trabajo conjunto de los sectores público y privado a fin de reducir los costos y lograr economías de escala.

Si las empresas colaboran para crear economías de escala, colectivamente podrían volver a capacitar al 45 % de los trabajadores que corren riesgo de verse desplazados de sus empleos. Si los Gobiernos se suman a este esfuerzo, podrían reconvertir al 77 % de todos los trabajadores en situación de riesgo y, al mismo tiempo, beneficiarse de la rentabilidad de la inversión en la forma de mayores ingresos tributarios y costos sociales más bajos, entre ellos las indemnizaciones por desempleo. Cuando las empresas no logran cubrir los costos en forma rentable y los Gobiernos no pueden dar soluciones por sí solos, es imperativo recurrir a alianzas público-privadas que reduzcan los costos y provean beneficios sociales concretos y soluciones viables a los trabajadores.

Además, tales medidas deben complementarse con un replanteamiento estratégico de la regulación laboral y de los ámbitos de creación de empleo que podrían mejorar los beneficios para la sociedad. En undocumento técnico (i) reciente se señala que los países deben esmerarse en aumentar la inversión pública y privada en tres áreas: las capacidades de las personas; las instituciones y las reglas relacionadas con el trabajo, y los sectores con perspectivas de crecimiento y que beneficien a la sociedad, incluidos los de cuidados, educación, agua, energía e infraestructura digital y de transporte.

El Foro Económico Mundial es una plataforma al servicio de este tipo de alianzas para entregar con urgencia nuevas habilidades a la fuerza de trabajo actual y diseñar la educación de la fuerza laboral del futuro. La iniciativa Closing the Skills Gap (Cerrando la Brecha de Habilidades) (i) sirve de plataforma para enfocar acciones fragmentadas en una misión principal orientada a abordar la adquisición de habilidades con miras al futuro y, al mismo tiempo, promover una colaboración constructiva de los sectores público y privado en la reforma urgente y fundamental de los sistemas educativos y las políticas laborales, a fin de preparar a la fuerza laboral para los empleos del futuro a través de programas específicos para los países, el intercambio de mejores prácticas a nivel mundial y regional, y compromisos de empresas a nivel mundial.

Estos esfuerzos han dado como resultado una red mundial de grupos de trabajo público-privados nacionales en India, Sudáfrica, Argentina y Omán; además, varias compañías internacionales asociadas se han comprometido a impartir nuevas y mejores habilidades a 17 millones de trabajadores de todo el mundo, (i) cifra que supera la meta fijada en 2018 de ayudar a 10 millones de trabajadores para 2020.

A medida que se van transformando los mercados de educación y de trabajo, también es imperativo tener en cuenta los efectos específicos de ello en los diversos grupos. Por ejemplo, dada la forma en que están segmentados actualmente los mercados laborales, el peso de las tendencias del desplazamiento laboral y de la brecha de habilidades probablemente recaiga desproporcionadamente en las mujeres. (i) Ellas desempeñan muchos trabajos que tal vez sean reemplazados, y están subrepresentadas en los ámbitos que tienen mayores probabilidades de experimentar un crecimiento del empleo. Por ejemplo, solo el 22 % de las personas que trabajan en el campo de la inteligencia artificial son mujeres.

Con todo, las nuevas fuentes de creación de empleo también brindan una excelente oportunidad para incorporar la paridad de género en el futuro del trabajo. El salto a la paridad de género exige adoptar medidas proactivas por parte de las empresas y los Gobiernos, a fin de asegurar que las mujeres estén representadas equitativamente en las ocupaciones de mayor crecimiento y en los conjuntos de habilidades que registran mayor demanda. El Foro Económico Mundial hace un llamado a las empresas (i) a identificar los cinco empleos de mayor crecimiento y a comprometerse a contratar igual número de hombres y mujeres.

Estas y otras acciones dirigidas a invertir en el desarrollo del talento y el potencial de todas las personas pueden constituir el puente que necesitamos para avanzar hacia un crecimiento inclusivo y sostenible que aproveche la tecnología para crear oportunidades para todos. Invertir en las personas puede convertirlas de observadores pasivos de la disrupción en líderes activos de cambios positivos en sus comunidades locales, regionales y mundiales.

Børge Brende es presidente del Foro Económico Mundial y promotor del capital humano en el marco del Proyecto de Capital Humano, una iniciativa del Banco Mundial cuyo objetivo es aumentar la equidad y el crecimiento inclusivo. Este artículo se publicó originalmente en el blog del Foro Económico Mundial. (i)

*Fuente: http://blogs.worldbank.org/voices/es/hace-falta-una-revolucion-para-adquirir-nuevas-habilidades

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¿Qué es la cuarta revolución industrial y por qué va a cambiar a la educación?

Por: Semana Educación

Las tecnologías 4.0 están de moda. Con la automatización digital están cambiando todos los sectores de la sociedad, y la educación no es la excepción. Hay repensar el sistema educativo. Vea cómo.

Esta semana, el presidente Iván Duque anunció en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, la apertura del primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial en Medellín. ¿Por qué es eso relevante para el país? ¿Qué le importan las tecnologías 4.0 a la educación?

El mundo del trabajo está cambiando y va a cambiar aún más en los próximos 10 años. Los robots cada vez hacen más trabajos que antes solían hacer las personas. Y la educación será la principal herramienta de estas últimas para no quedar en desuso al mismo ritmo que se desactualizan los smartphones.

Es temporada de despidos
En el banco Sberbank, el más grande de Rusia y Europa Oriental, hay una sensación de incertidumbre desde que el CEO de la empresa, Herman Gref, anunció el plan de despedir para 2021 a 45.000 empleados, cerca del 15% de su capital humano (para hacerse una idea, es casi como despedir a todos los empleados de los tres bancos más grandes de Colombia). ¿La razón? Llegaron los robots.

Son más baratos, predecibles y, en opinión del banco, pueden hacer el mismo trabajo que actualmente desarrollan muchos empleados. Ya el gigante ruso lo ha puesto en práctica con Anna, una robot que desde marzo opera el contact center para clientes empresariales.

Con un sistema de Inteligencia Artificial (IA), escucha y responde preguntas como la ubicación del ATM más cercano y, en el futuro, entregará información del balance de cuenta y estado de pagos. Gracias a ella, el contact center, que maneja unas 20.000 llamadas al día, redujo el tiempo de operación a la mitad. Por esto, el Sberbank despidió cerca de 5.600 empleados en el segundo semestre de 2018.

En 2017 contrataron un equipo de robots-abogados que era capaz de escribir demandas automáticas, y sustituyeron el puesto de 3.000 humanos. En diciembre, Promobot, otro software de IA, empezó a hacer labores de consultoría de clientes. Según ha dicho Gref en distintas entrevistas, 98% de las decisiones de extender un préstamo y 30% de entregar uno nuevo a una empresa lo hace un software inteligente.

Está convencido de que ese es el futuro, el mundo del trabajo de la cuarta revolución industrial, donde el internet de las cosas y la automatización de las tareas humanas le darán un giro copernicano a las relaciones laborales, sociales y económicas. Verdad no le falta; hoy, las máquinas escriben, identifican imágenes, analizan, toman decisiones y (sobre todo) aprenden de ellas.

Eso promete cambiar definitivamente el tipo de trabajos que desempeñan actualmente las personas. Los trabajadores del futuro tendrán que destacarse en un set muy distinto de competencias. Un desafío grande, pero prometedor. La revolución industrial significa, también, la revolución de la educación.

¿A quiénes van a reemplazar?
La automatización de las labores humanas no es nueva, pero está llegando a otro nivel. Para este año, habrá cerca de 2,6 millones de robots industriales en todo el mundo. Muchas funciones mecánicas en fábricas de ensamblaje las desempeñan desde hace décadas.

Pero ya se están moviendo a todo tipo de sectores. En las instituciones de educación superior identifican estudiantes en riesgo de deserción por medio del big data. En el mundo del arte, el software Watson Beat, de IBM, crea canciones autónomamente. Ya incluso son robots (teacher bots) los que le enseñan a otros robots a reconocer imágenes o analizar patrones.

Según el estudio “Jobs lost, jobs gained: Workforce transitions in a time of automation”, publicado en 2017 por la firma McKinsey & Co, hasta 800 millones de personas (o 30% de la fuerza laboral mundial) tendrían que buscar un nuevo trabajo de aquí a 2030 por culpa de la automatización, según las tecnologías probadas hasta el momento.

Ese es el escenario más catastrófico. “Aunque la mitad de las actividades laborales tiene el potencial de ser automatizada por tecnologías probadas actualmente, la proporción de trabajos desplazados será probablemente más baja por factores técnicos, económicos y sociales que afectan su adopción”, asegura el informe.

El cálculo es altamente incierto, y no hay manera de asegurar qué sucederá en doce años. Diferentes metodologías varían en sus estimados –el estudio de McKinsey sugiere, en un escenario más amable, que cambiaría solo el 15% de la fuerza laboral–.

Depende también de la región. En Estados Unidos, los pronósticos oscilan entre un 7% y un 47% de empleos automatizables; en Japón, entre 6% y 55%; en Bolivia, entre 2% y 41%. En cuanto a Colombia, entre un 20% y 30%, según Deloitte.

Depende así mismo del área laboral. El sector financiero, por ejemplo, tiene una probabilidad bastante alta de robotizarse. Lo que ocurrió en Sberbank no es un accidente: Bank of America pasó de tener 288.000 personas en 2010 a 204.000 en 2018; en Sudáfrica, el Nedbank anunció el pasado marzo el despido de 3.000 trabajadores; en Suecia, el Banco Nordea eliminó 6.000 puestos; en Japón, el grupo financiero Mitsubishi UFJ planea sustituir 9.500, casi lo mismo que el Citigroup, que podría recortar 10.000 (la mitad de su equipo de tecnología y operaciones), según el Financial Times. Todos por la misma razón: automatización de funciones.

De acuerdo con el informe de McKinsey, “las actividades más susceptibles son las que implican trabajo físico y las que se dan en ambientes predecibles, como operar maquinaria o preparar comida rápida […] La automatización tendrá un menor impacto en los empleos con interacciones sociales, donde las máquinas no pueden desempeñarse como los humanos por el momento”.

Si le da curiosidad, puede consultar la susceptibilidad de automatización de su ocupación en este link.

Los nuevos trabajos
Este tipo de pronósticos fatalistas no son atípicos. Hace 240 años, Ned Ludd, un obrero de Leicestershire, Inglaterra, rompió dos tricotosas en un ataque de furia por las dificultades laborales que empezaban a sentir los trabajadores ante el surgimiento de estas máquinas para tejer.

Hoy hay poca claridad sobre la autenticidad histórica de este personaje, pero a principios del siglo XIX se convirtió en el símbolo del movimiento ludita, que adoptó su nombre y participó en manifestaciones, disturbios y quemas de fábricas y molinos en todo el país.

Según el Informe sobre el desarrollo mundial 2019 (WDR, por sus siglas en inglés), del Banco Mundial, sobre “la naturaleza cambiante del trabajo”: “No ha habido un momento de la historia en que la humanidad no esté preocupada por dónde lo llevará su talento para innovar. En el siglo XIX, Karl Marx le preocupaba que ‘las máquinas actúen como una competencia superior al trabajador’. John Maynard Keynes advirtió en 1930 sobre el desempleo que surgiría de la tecnología. Sin embargo, la innovación ha mejorado una y otra vez los estándares de vida”.

Si se tiene en cuenta la evidencia histórica, la tecnología siempre ha generado más puestos laborales de los que ha destruido. Desde 1980, la introducción del computador portátil creó 18,5 millones de trabajos, solo en Estados Unidos. Y en Europa, la economía de apps ha creado 1,6 millones.

Un estudio de Deloitte encontró que en Reino Unido la IA ha destruido 800 mil empleos desde 2001, pero propiciado 3,5 millones nuevos. Además, estos pagan en promedio 13.000 dólares al año más. Con cada nueva tecnología en la historia ha ocurrido el mismo resultado.

l estudio de McKinsey estima que para 2030 la inversión en tecnología podría crear entre 20 y 50 millones de trabajos en el mundo. Si a eso se le suman los 280 que se pueden generar en los próximos diez años por el aumento del consumo, principalmente en economías emergentes, el impacto de la automatización no parece tan grave.

“Es difícil tener conclusiones sobre cómo serán las tareas del futuro”,señala Paolo Falco, economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde). “Es más fácil saber cuáles de las labores que realizamos hoy se podrán reemplazar. La tecnología creará cientos de trabajos nuevos de los que no tenemos ni idea ahora”.

Sin embargo, incluso en los panoramas más tecnooptimistas, la rapidez del cambio produce inquietudes. Una transición abrupta, señala el estudio de McKinsey, resultaría en un crecimiento súbito del desempleo y en mayores iniquidades.

Frente a esta posibilidad, es fundamental desarrollar una fuerza laboral con más competencias de alta complejidad intelectual (como análisis de datos y pensamiento crítico) y competencias socioemocionales (como la sociabilidad, la resiliencia y la empatía).

Estas son, a la vez, las más difíciles de automatizar y las más transversales, útiles sin importar el campo laboral al que se dedique; es decir, donde los empleados pueden encontrar un valor agregado. Y, por otro lado, una fuerza laboral que pueda adaptarse a los cambios más fácilmente, actualizarse al mismo ritmo que los avances tecnológicos.

Menos humanos-robots, más humanos-humanos
En 2016, The New York Times reportó el caso de Sherry Johnson, una georgiana de 56 años que había perdido su trabajo por la automatización. No una sino dos veces. La primera vez, en un periódico local en el pueblo de Marietta, donde se encargaba de manejar las impresoras. Luego en una fábrica de máquinas médicas. Antes de retirarse, Johnson terminó trabajando en un refugio de animales, el empleo que más feliz la hizo. Allá no podía sustituirla un robot, que no tiene cómo “darles atención y cariño”.

Razón no le faltaba. La capacidad de relacionarnos socialmente (incluso con los animales) es una parte indispensable de las competencias humanas. Es tan importante que es fácil subestimar su relevancia en el mundo laboral; pero varios estudios han demostrado la relación entre el manejo comportamental y la obtención y retención de empleos a largo plazo.

No en vano, el 79% de las habilidades más demandadas por las empresas es de tipo socioemocional, de acuerdo con el documento de trabajo “Employer Voices, Employer Demands”, realizado en 2016 por analistas del Banco Mundial, el cual revisó 24 estudios sobre el tema.

Incluso en Colombia, donde el impacto de la cuarta revolución industrial ha sido menos fuerte que en otros países, los empleadores están urgidos de esas competencias. Según un estudio realizado por Manpowergroup en 2017, “los líderes empresariales están buscando gente con capacidad de liderazgo y comunicación oral y escrita; con inteligencia emocional, que no peleen por cualquier cosa, pero que sepan defender su punto de vista amable y correctamente; y, especialmente, con flexibilidad cognitiva, que tengan la curiosidad y la facilidad de aprender, desaprender y reaprender”, dijo Juan David Tous, gerente de comunicaciones de esta multinacional en Colombia.

¿Qué explica la creciente importancia de las competencias socioemocionales en el mercado laboral? Según el documento del Banco Mundial, “que las computadoras todavía son muy malas para simular la interacción humana. Leer la mente de otros y reaccionar es un proceso inconsciente, desarrollado por miles de años de evolución. En el ambiente laboral, es fundamental que las personas sean capaces de trabajar en equipo, resaltar las ventajas individuales y de adaptarse a los cambios. Esa interacción rutinaria es el núcleo de la ventaja humana sobre las máquinas”.

Las competencias socioemocionales tienen otra ventaja más: son transversales. Son casi igual de útiles en cualquier campo laboral. Sherry Johnson no necesitó reaprender un nuevo set de competencias para incorporarse a un nuevo trabajo.

Diferentes competencias blandas pesan más en distintas labores. Según el estudio “Social and Emotional Skills”, de la Ocde, las competencias que mejor predicen el buen desempeño laboral y el salario son: la persistencia, el autocontrol, la confiabilidad y la orientación al logro.

La extroversión es buena para predecir el desempeño en trabajos gerenciales y en ventas. La regulación emocional es especialmente importante en trabajos con fechas de entrega y alto nivel de estrés, y la apertura a la experiencia para trabajos científicos.

Un dato interesante es que las habilidades socioemocionales son “entre 2,5 y cuatro veces más importantes que las cognitivas para personas de bajos ingresos”; esto señala su relevancia como vehículo de movilidad social.

La generación de los datos

Ciertas competencias técnicas de alto nivel también serán muy importantes en el mundo laboral. Dos de ellas se están posicionando como las más solicitadas: programación y análisis de datos.

Salvo las relacionadas con Marketing y Análisis de Negocios, Ingeniería Eléctrica y Diseño Automotriz, las 25 competencias duras más requeridas por empleadores en el mundo implican algún grado de conocimiento de estas, según un estudio de LinkedIn publicado el pasado enero.

Para hacerse una idea de hacia dónde está yendo el mundo, las cinco más demandadas son Computación en la Nube, Minería de Datos, Administración de las Tecnologías de la Información y Desarrollo Web.

De hecho, un informe de Burning Glassdoor Technologies y Oracle Academy sugiere que la mitad de los trabajos en el primer cuartil de ingresos (más de 57.000 dólares al año) requiere conocimiento de programación.

Y, sin embargo, solo 18% de estos posiciones exigían un título en Ciencias Computacionales, lo que hace pensar que, conforme avanza el mundo digital, el lenguaje de la programación se vuelve una competencia transversal, más allá de la Ingeniería de Sistemas.

No es un accidente que Harvard tenga curso de Programación para Abogados, en el que los futuros juristas aprenden a hacer “lobby con análisis de datos, automatizar litigios en masa e investigar de manera online”, y que el Imperial College de Londres ofrezca uno en “Lenguaje de Programación para Médicos”. O que países como Reino Unido, Argentina y Singapur incluyan la programación en sus bases curriculares para primaria y bachillerato.

Sin embargo, para Paolo Falco, estas de nada sirven sin creatividad. “Hay tareas muy especializadas que hoy son relevantes. Pero pasa lo mismo que en la programación, que se pensaba era de alto nivel técnico e imposible de automatizar, y descubrimos que también la pueden hacer las máquinas.El nivel técnico no es suficiente; tiene que ser acompañado del lado creativo”.

Como señala el economista italiano, sin creatividad incluso el conocimiento altamente técnico puede caer en desuso. Según un estudio de Deming y Kadeem Noray de 2018, el alto retorno económico de las carreras aplicadas en STEM (por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) disminuye, en promedio, un 50% en la primera década de vida laboral, pues sus conocimientos quedan obsoletos.Muchos profesionales, incluso, terminan abandonando esa área de trabajo.

De ahí la importancia de hacer las famosa conversión de estas carreras en STEAM (agregándole un nuevo componente fundamental: el Arte).

Repensar el sistema
“Un tema importante de resaltar”, señala Falco, “es que hablamos de competencias blandas porque son las que necesitamos hoy”. Consideramos que serán importantes en el futuro, por lo que muestran los avances tecnológicos de punta hasta el momento. Pero quién sabe cuáles serán las que requeriremos mañana.

Aún con todos los estudios sobre el tema, es importante recordar que el futuro de la cuarta revolución industrial es incierto. En este sentido, lo primero, dice el economista italiano, es implementar un sistema de adaptabilidad y flexibilidad de la educación, incluso antes de pensar qué competencias enseñar.

“Debemos cambiar lo que venimos haciendo”, dice Maritza Rondón, rectora de la Universidad Cooperativa de Colombia. “Necesitamos pasar de modelos masivos de educación a formas más personalizadas, que es lo que están pidiendo los jóvenes. Se requiere una educación más flexible, al ritmo de cada quién; que reconozca los saberes de los alumnos. Si lo aprendió en la universidad de la vida, ¡qué importa!”

En ese sentido, todavía le falta mucho al sistema educativo. En las instituciones de educación superior en Colombia, aún no hay mecanismos para reconocer el conocimiento informal de los estudiantes, algo importante para recibir a quienes están interesados en estudiar y provienen de rutas no tradicionales.

El mundo todavía no tiene las condiciones necesarias para universalizar el aprendizaje. “Un estudio de la Ocde próximo a salir muestra que los países están poco preparados para el aprendizaje durante la vida. Hay estudios sobre el tema, pero pocos programas comprobables”, dice Falco.

Ese es un último componente fundamental. Mañana, cuando un robot venga a sustituir el trabajo de abogados, contadores o ejecutivos de cuenta en el banco más grande de Rusia –o, para ese efecto, en cualquier otro lugar del mundo–, la idea no es que los reemplace un recién egresado más preparado, sino que los mismos empleados puedan volver al sistema para aprender y reinventarse.

Está en las manos del sistema educativo evitar la catástrofe que significaría lo contrario. Una responsabilidad bastante delicada.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/cuarta-revolucion-industrial-una-reforma-para-el-sistema-educativo/599090

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México: OCDE creará con el gobierno de AMLO nuevo proyecto educativo

México / 20 de enero de 2019 / Autor: Laura Poy Solano / Fuente: La Jornada

La organización también participó en el modelo que está por abrogarse

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) participará con la actual administración federal en la construcción del nuevo proyecto educativo para México, aseguró Gabriela Ramos, directora general del organismo multinacional y sherpa ante el G-20, pese a que la reforma del sector que se aprobó el sexenio pasado, y en la que participaron de forma activa, está por abrogarse.

Somos una organización que trabaja con gobiernos electos y si ellos quieren trabajar con no-sotros, vamos a hacerlo, enfatizó, tras destacar que no es una cuestión de denostar todo lo que se hizo atrás o de ensalzarlo, sino de ver qué ha funcionado y qué es lo que puede permanecer.

En entrevista con La Jornada, señaló que a partir de esta semana se iniciarán las reuniones entre expertos de la organización y de la Secretaría de Educación Públi- ca (SEP) para impulsar una nueva ley de educación superior, y afirmó que las prioridades las define el gobierno federal, pero vamos a decir lo que nos parece bien o mal, porque somos una organización basada en evidencia; no venimos con opiniones, por lo que vamos a trabajar de forma muy cercana.

En cuanto a los desafíos que enfrenta la educación superior en nuestro país, agregó que si bien la matrícula creció 20 veces en comparación con los años 40 del siglo pasado, este incremento ha sido reactivo, porque simplemente nos estamos enfocando en dar respuesta a la demanda.

Aseguró que México debe vincular su sistema educativo superior con las demandas del mercado laboral, en un contexto donde la revolución tecnológica está imponiendo cambios acelerados.

La OCDE, destacó, estima que 14 por ciento de los trabajos existentes va a desaparecer debido al cambio tecnológico, y otro 35 por ciento va a cambiar en su composición. Y la cuestión es cómo preparas a tu sociedad no sólo para enfrentar estos desarrollos tecnológicos, sino para aprovecharlos e influir en cómo se crean.

Mayor participación de la IP

Tras presentar, el pasado jueves, los resultados del estudio Educación Superior en México. Resultados y relevancia para el mercado laboral, el cual subraya que uno de los principales obstáculos para los egresados universitarios es la informalidad.

Indicó que para crear sistema educativo más competitivo y atractivo que esté vinculado a la formación de capital humano en México, se requiere justamente el involucramiento del sector privado, que participa muy poco, no sólo en términos de reclutar gente, sino en relacionarse con las universidades.

Por ello, enfatizó que una de las propuestas presentadas por la OCDE a las autoridades educativas es que en el nuevo marco normativo de la educación superior se dé mayor participación al sector privado, no sólo en el financiamiento, sino en la construcción de una visión estratégica para garantizar mayor calidad de los egresados universitarios, pues afirmó que 50 por ciento conluyen sus estudios sin tener los conocimientos que deberían haber adquirido.

A ello se suma, sostuvo, que nuestro país no cuenta con un organismo autónomo con parámetros internacionales que certifique la calidad de los programas educativos que se imparten en el ni-vel superior.

Indicó que entre las princi-pales propuestas destaca asegurar la calidad de planes y programas de estudio, contar con un órga-no de certificación independien-te, incrementar el financiamiento y hacerlo más transparente, así como fortalecer la pertinencia del sistema de educación superior para garantizar su vinculación con el mercado laboral.

Fuente de la Noticia:

https://www.jornada.com.mx/2019/01/14/sociedad/031n1soc

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 20 de enero de 2019: hora tras hora (24×24)

20 de enero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 20 de enero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

 

00:00:00 – Cuatro Premios Nobel discuten el futuro de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298624

01:00:00 – Programa Pedagogía al Día: Tendencias contemporáneas de la educación, nuevos enfoques y metodologías para el aprendizaje (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/285273

02:00:00 – Estados Unidos: Una huelga indefinida de maestros en Los Ángeles deja sin clase a más de medio millón de alumnos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298642

03:00:00 – 50 citas de Paulo Freire imprescindibles en el mundo educativo (Artículo de Miguel Ángel Ruíz Domínguez)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/281587

04:00:00 – 1184 herramientas web para docentes sin necesidad de registrarnos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298659

05:00:00 – Entrevista a Ignacio Calderón. Profesor titular de la Universidad de Málaga.: “Pensar que la mera presencia de todo el alumnado convierte a la escuela en inclusiva es una falacia»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298646

06:00:00 – Libro: Didáctica de la Historia en el Siglo XXI (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298669

07:00:00 – Fracaso escolar, una deuda que se acumula (Artículo de Daniela Leiva Seisdedos)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298654

08:00:00 – Libro: El planteo socialista en educación: contra las reformas educativas capitalistas (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298673

09:00:00 – Xavier Aragay: “Uruguay empieza a tener las condiciones para cambiar el ADN de su educación”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/287838

10:00:00 – Libro: El planteo socialista en educación. Segunda Parte (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298676

11:00:00 – La Educación, la Evaluación y las inconsistencias de Backhoff (Artículo de Juan Carlos Miranda Arroyo)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298679

12:00:00 – Chile: Piñera y la educación con signo peso

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298628

13:00:00 – José Carlos Mariátegui- Serie Maestros de América Latina (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/289562

14:00:00 – México: OCDE creará con el gobierno de AMLO nuevo proyecto educativo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298663

15:00:00 – El bárbaro modelo educativo neoliberal (Artículo de Rafael Silva)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298500

16:00:00 – Cómo puedes saber si tu hijo sufre ‘bullying’ (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/288808

17:00:00 – Reflexiones sobre pedagogía crítica: contexto teórico de la transversalidad (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/285245

18:00:00 – Inger Enkvist: Un profesor que no se preocupa de su bienestar tiende a descuidar el de sus alumnos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/288280

19:00:00 – La OCDE y la educación (Artículo de Enrique del Val Blanco)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/285245

20:00:00 – Educación Inclusiva Latinoamericana (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/285885

21:00:00 – ¿Cómo será la universidad del futuro? Estas son las iniciativas más innovadoras

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/285281

22:00:00 – “Los artesanos de la enseñanza”. Reseña bibliográfica

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/286653

23:00:00 – Radio Asamblea Nacional de Ecuador: Embarazo adolescente…hablemos de educación sexual (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/284684

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Estudio mundial sobre el potencial del capital humano: Chile escala al top 50, pero al motor de la economía le sigue faltando educación

América del sur/Chile/27 Setiembre 2018/Fuente: Publimetro

Si bien somos líderes en Sudamérica y nuestra fuerza laboral goza de la misma salud que la de las grandes potencias del norte, seguimos lejos en calidad y especialización educativa.

El capital humano, conocido como el motor de las economías, se confirmó como uno de los fuertes de Chile. El Banco Mundial (BM) encargó un inédito sondeo al Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) para medir en 194 países el potencial de su gente para hacer crecer sus mercados. Y Sorpresa: el país se posiciona dentro del top 50, codeándonos con las naciones desarrolladas del hemisferio norte.
El estudio se basa en calcular el potencial de las personas en edad de trabajar, en este caso, entre 20 y 64 años. El ranking, por lo demás, se calcula poniendo en la juguera tres factores: salud de quienes integran la fuerza de trabajo, años dedicados a logros académicos y la calidad de la educación. Entre 1990 y 2016, Chile pasó del puesto 57 al 50, y se ubica como líder en el cono sur, superando a Argentina (66º), Brasil (71º), Uruguay (77º) y Paraguay (96º). En Latinoamérica, por lo demás, solo nos sobrepasa Cuba (41º).

«En términos absolutos, la posición 50 puede no ser tan vistosa, pero si analizamos el resultado respecto a los países de la región, nuestro mercado natural, estamos muy bien posicionados», dice Washington Saavedra, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Central.

Estos indicadores, dice el economista, «tratan de mostrar algo del país, hacen una especie de marca. Es particularmente bueno porque son índices que se consultan para invertir. Las compañías los revisan para entrar hacer negocios a Chile».

La tarea pendiente

Si hablamos de compararnos con los integrantes del top 50, hay dos consideraciones. La salud de nuestros trabajadores tiene poco que envidiarles a los de los países desarrollados. En escala de 0 a 100, Chile consigue 88 puntos. Finlandia, el número 1 de la lista, apenas nos supera en una unidad (89).

No obstante, eso contrasta fuertemente con la calidad y años que le dedicamos a la especialización laboral: mientras la fuerza productiva de los países top dedica entre 15 y 13 años a los logros educativos, nosotros solo destinamos 11, al igual que España, Grecia y Portugal. En cuanto a calidad de educación (learning), países como Singapur (13º) y Japón (14º) llegan a 98 y 94 puntos sobre 100, respectivamente, mientras Chile se queda en 78.

Mauricio Bravo, investigador del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, explica que «el indicador clave es la calidad de educación. Sumar más años de educación sin la calidad son años perdidos. Está demostrado que el desarrollo económico está estrechamente ligado a eso».

El experto señala que es importante, ante el envejecimiento de la población, un país como Alemania que compensa la pérdida de fuerza laboral joven, con personas mayores bien capacitadas. Lo que sí destaca, es que  el estudio revela que»en 40 años Chile tendrá adultos mayores con muy buena salud», lo que es muy positivo.

¿Nos falta estudiar más años? Saavedra relativiza ese dato. «Más importante es la productividad. Probablemente países como Finlandia sacan 4 o 5 años de diferencia por la costumbre de hacer post grados y especializaciones, pero los jóvenes chilenos cada vez siguen más esa tendencia y pronto podremos equipararlos. Lo importante es trabajar en la brecha de la calidad, esa no se equiparará tan fácil si no se trabaja en eso».

Fuente: https://www.publimetro.cl/cl/noticias/2018/09/27/estudio-potencial-del-capital-humano-chile-escala-al-top-50-al-motor-la-economia-le-faltan-anos-educacion.html

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Conoce el perfil de los nuevos técnicos chilenos

Redacción: La Nación

La alta demanda por integrar capital humano especializado ha impulsado a la educación técnico profesional a potenciar nuevas capacidades en los futuros egresados.

Según datos del Ministerio de Educación, el 41% de la matrícula de tercero y cuarto medio del país corresponde a Educación Técnico Profesional, es decir más de 160.000 jóvenes se están preparando para integrarse al mundo laboral con capacidades específicas para cada sector. Sumado a esto, en enseñanza superior, Chile cuenta con 151 instituciones vigentes de las cuales 47 corresponden a CFT y 43 a IP, estos establecimientos abarcan el 43,4% del total de matriculados.

Una cifra que va en ascenso, pero que aún no es suficiente. De acuerdo a estimaciones de la Sofofa, en el país existe un déficit que fluctúa entre los 600.000 y los 700.000 técnicos, esto debido a que la digitalización, la cuarta revolución industrial y el impulso de la innovación están requiriendo capital humano que cuente con capacidades que se adecuen a los diferentes desafíos del mundo de hoy.

Por tanto, la industria no solo está demandando más técnicos para el país, sino además está pidiendo egresados con competencias diferenciadoras. Desde sus orígenes, la educación técnico profesional consistía en la preparación de capital humano calificado para realizar tareas de aplicación y ejecución, sin embargo, las necesidades actuales hablan de un técnico capaz de analizar información, resolver problemas, comunicarse de manera efectiva, colaborar con otros, ser autónomo y evaluar los efectos de sus acciones.

Aptitudes que fueron recogidas por el Marco de Cualificaciones Técnico Profesional, documento elaborado por el Ministerio de Educación, Corfo y la Fundación Chile, con el objetivo de contribuir al desarrollo de trayectorias formativo-laborales acorde a las expectativas y capacidades de los jóvenes.

Según el documento, la industria actual requiere de técnicos capacitados para desarrollar prácticas aplicando el conocimiento y la información para resolver problemas e interactuar con otros en determinados contextos. Es decir, un técnico profesional debe tener habilidades formativas especializadas y blandas que los ayuden a conducir de la mejor manera los nuevos desafíos. Además, es necesario que aprendan el valor de trabajo colaborativo para la concreción de tareas y resolución de problemas y que tenga un gran sentido de la responsabilidad.

“La evidencia del contexto internacional señala la necesidad de considerar en la preparación de este capital humano, el desarrollo de competencias transversales que favorezcan su relación con entornos cada vez más digitales y altamente integrados. Por eso, los técnicos del país requieren de conocimientos y habilidades técnicas pertinentes a los procesos y actividades productivas desarrolladas en cada industria, pero también requieren de competencias conductuales que faciliten su incorporación y desarrollo laboral en cada sector o entre sectores”, comentó Hernán Araneda, gerente de Desarrollo Humano de Fundación Chile.

Los nuevos técnicos no solo cuentan con herramientas actualizadas, sino que su experticia es valorada por el mercado. Un técnico profesional en Minería puede ganar en su cuarto año de egreso una cifra superior a US$1.510, de acuerdo a lo que estima el portal Mifuturo.cl.

Minería, industria pionera

El creciente interés por contar con técnicos de alto nivel, ha impulsado no solo al Gobierno a implementar medidas que aumenten la calidad y pertinencia de la formación TP en el país, sino también ha motivado a la industria a acercarse a diferentes actores para generar en conjunto una reforma en la preparación de técnicos para Chile.

La industria minera ha sido pionera en cuanto a estrategias para elevar las competencias de los técnicos que necesita. Es así como Eleva, iniciativa público-privada, busca alinear los intereses de la industria con las mallas curriculares de las organizaciones formativas; busca potenciar las distintas capacidades de formadores, colegios y estudiantes de educación Técnico Profesional para que egresen con las habilidades requeridas por la minería. De esta manera se asegura un ingreso mucho más rápido al mundo laboral y con posibilidades de aumentar la trayectoria de sus carreras.

“Hoy en día es imprescindible que trabajemos en el desarrollo de habilidades transversales y conductuales, como es el trabajo en equipo, el liderazgo y el pensamiento crítico, como herramientas que además posibilitan un mejor desempeño y movilidad laboral en diversos sectores de la industria. Además, es necesario conectar al mundo formativo con las necesidades particulares del sector. De este modo nos aseguramos que los egresados estén realmente preparados para los desafíos del campo laboral”, señaló Daniela Kework, directora ejecutiva de Eleva.

Fuente: https://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/conoce-el-perfil-de-los-nuevos-tecnicos-chilenos

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