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S.O.S. por la comunicación para la emancipación

Por: Fernando Buen Abad Domínguez

Los Medios de Comunicación deben ser garantes de la Paz y de los Derechos Humanos.

Nada debería ser más importante en la agenda de la comunicación emancipadora, que el conjunto de las luchas sociales que se despliega por el mundo a estas horas. Eso incluye la lucha por los significados y la lucha por enraizar las praxis más avanzadas como nuevas fuentes culturales y transformadoras. En un mundo donde reina la industria de la guerra, las industrias el espectáculo y el crimen organizado… la Paz y los Derechos Humanos no pueden ser paraísos de anfibologías, ambigüedades ni dobles raseros. “Por el engaño nos han dominado más que por la fuerza” decía Bolívar.

No queremos la Paz de los sepulcros ni los Derechos Humanos bajo las bayonetas. No queremos parafernalias filantrópicas ni hipocresía de propagandas “pacifistas”. No queremos recitales de plañideras. No queremos una Paz hueca, amorfa ni acomodaticia. Paz no significa inacción. No queremos treguas camaleónicas disfrazadas de Paz ni queremos Derechos Humanos individualistas, de pose, de moda o a espaldas de la realidad que margina, excluye, persigue, explota y humilla a la clase trabajadora en todo el mundo. No queremos Paz ni Derechos Humanos secuestrados por la palabrería de burócratas o de sus cómplices serviles al neoliberalismo.

En un mundo en el que el capitalismo financia sin control “películas de guerra”, series televisivas empapadas con sangre y crueldad, noticieros ideologizados por la lógica del miedo y el terrorismo de mercado.. en un mundo plagado con pantallas donde desfilan -sin control- asesinatos y humillaciones contra los seres humanos… la Paz no tiene lugar verdadero si no se lo gana como producto de las luchas sociales que emergen de los pueblos y van hacia los pueblos. No queremos “medios de comunicación” tributarios del estereotipo ideológico que tienen como proyecto de masas imponernos, sin salidas, la idea de una realidad ensangrentada por siempre. No se olvida Hiroshima o Nagasaki, no se olvida Vietnam, no se olvida el “Plan Cóndor”, no se olvida el Apartheid, no se olvidan “Las Torres Gemelas”, no se olvidan las crisis humanitarias producto de hambrunas, plagas y genocidios. No se olvida, no debe olvidarse.

Tiene razón Ana Jaramillo en insistir siempre sobre la necesidad de trabajar en el significado, en el contenido de los conceptos de Paz y Derechos Humanos. Tiene razón porque en su nombre se han cometido las peores canalladas y porque en nombre de la Humanidad y de la Paz, proliferan horrores antihumanos y apocalípticos. Han ensayado silogismos de todo tipo los “tratadistas” sobre la Paz y los Derechos Humanos pero los resultados, lo concreto, la praxis… están muy lejos de haber resuelto el problema. Visto lo visto, el primer paso hacia la Paz debería ser desarmar todo lo que ataca a los pueblos con todo tipo de armas, es decir, las armas convencionales, las no convencionales… y las armas de guerra ideológica: universidades mercantilizadas, monopolios mass media, iglesias alienantes y antivalores oligarcas.

Debería madurar, globalmente, una corriente Ética para la comunicación emancipadora, capaz de convertir en agenda prioritaria lucha de los pueblos por la Paz y por los Derechos Humanos. Definir y construir la Paz sin entelequias y sin cursilerías. No toda lucha anti-guerra es sinónimo de Paz. Si la Paz implica desarmar a los pueblos (sin tocar los arsenales de la oligarquía) o negarles su derecho a “la crítica de las armas”; estamos condenándonos a repetir errores terribles. Lo que necesitamos es una lucha verdadera contra la industria de la guerra. La Paz por la Paz misma es un callejón sin salidas en el que los pueblos avanzan hacia un encierro ideológico con consecuencias objetivas monstruosas.

Deberíamos consolidar una movilización comunicacional -teórico-práctica- contra el negocio de la guerra (sea del tipo que sea) entender su naturaleza, sus características, sus ofensivas objetivas y subjetivas. Las guerras son el comercio por otros medios. Deberíamos consolidar una corriente crítica y científica para frenar el agobio, con todo género de violencias, que se despliegan en contra de los seres humanos. Es fundamental la acción comunicacional desplegada con un programa ético de nuevo género por esa Paz que sólo tiene sentido si aporta tiempo, espacio y condiciones concretas para protegernos de los juegos de palabras y los espejismos. Nada debe distraernos una agenda ética hacia la Paz verdadera sin el gran circo del sentimentalismo pacifista que la burguesía despliega en sus escenarios mediáticos. Deberíamos luchar contra lo que silencia a los pueblos y anestesia su capacidad crítica.

Nos urge una corriente comunicacional ética y científica para conquistar la Paz que la humanidad anhela y ese anhelo de Paz debe ser realizado por los pueblos y no por sus enemigos. Corriente ética para integrarnos a toda iniciativa de Paz, ir a todo movimiento de masas a favor de la Paz para defender y apoyar el camino con acciones revolucionarias. Porque el problema no es la Paz, el problema sigue siendo la industria de la guerra desplegada para seguir adueñándose de los recursos naturales, la mano de obra y la conciencia de los pueblos. El colmo es que el burocratismo, aliado con la burguesía, trata de engañar a los pueblos trabajadores haciendo pasar como “programa de social pacifismo” sus “acuerdos” de negocios. La defensa de la paz en abstracto es siempre una manera de engañar a la clase trabajadora.

No se trata sólo de ideas. Un programa por la Paz debe ser dictado por el curso de la historia y de la lucha de clases; debe reflejar y expresar las necesidades históricas de la Humanidad. Debe proporcionar respuestas vivas y concretas. La Paz no es oponerse, únicamente, a la guerra, no se limita a luchar contra los ataques burgueses y todas las locuras depredadoras de sus ofensivas mercantiles. Reconocer la disputa por el significado concreto de la Paz y de los Derechos Humanos nos obliga a impulsar a una Revolución Semántica también en esos campos. Hasta no triunfar no estaremos en Paz.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216379

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Trump

Por: Basem Tajeldine

Muy pocos creyeron posible la victoria de un candidato tan excéntrico y xenófobo como Donald Trump. Muchos creían imposible que en la Meca del capitalismo global y la “libertad” un miembro del sistema, pero ajeno al establishment, pudiese llegar a conducir los designios imperiales.

Este escritor estuvo convencido de que la victoria del magnate estadounidense era posible porque reunía todos los requisitos para llegar a ser Presidente de Estados Unidos. Pues, Trump es un gran demagogo y prototipo del “sueño americano cumplido” que la mayoría de los estadounidenses ha visto esfumarse o convertirse en pesadilla. Su prédica se centraba en lo que deseaban escuchar las enormes masas de blancos empobrecidos.

Por fin, alguien se atrevió a señalar las fallas del sistema neoliberal y globalizador responsable de que muchas industrias salieran del país buscando mas plusvalía y rentabilidad muy lejos, donde existían gobiernos tiranos, o pueblos “dispuestos” a regalar su fuerza de trabajo.

Trump ganó en los estados centrales y sureños del país, precisamente los mas golpeados por la crisis económica generada por el neoliberalismo. La misma enfermedad vendida como panacea en los países del “Tercer Mundo”, está matando al primero.

Por otro lado, el magnate repitió la misma estrategia del jerarca nazi Adolf Hitler, al aprovecharse de la ignorancia política, los resentimientos y explotar los miedos de los blancos estadounidenses cuando señaló a los inmigrantes latinos como los “responsables” de la pérdida de empleos.

Si bien es cierto que el nuevo inquilino de la Casa Blanca no forma parte de las élites políticas-económicas que históricamente dominaron ese país, y que éstos últimos habían aportado enormes sumas de dinero para facilitar la victoria de la desquiciada Hillary Clinton, también es cierto que Trump no se distancia de las mismas.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/opinion-libre/trump-opinion/

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Brasil: Ola de protestas por ajustes económicos

América del Sur/Brasil/Noviembre de 2016/Fuente: La Prensa

Manifestantes y policías chocaron este viernes en Río de Janeiro, con un intercambio de piedras y gases, durante una jornada de protestas en varios estados brasileños contra el plan del presidente Michel Temer de congelar los gastos públicos durante 20 años.Miles de personas personas marcharon hasta las puertas de la Asamblea Legislativa de Río en el centro de la ciudad y al final de la concentración, hacia las 8:30 de la noche hora local, un grupo de encapuchados empezó a tirar piedras y botellas a los policías y decenas de agentes respondieron lanzando gases lacrimógenos y bombas de ruido, constataron periodistas de la AFP.

El choque causó correderas y confusión entre los ciudadanos que paseaban o estaban sentados en terrazas del animado centro, donde un par de calles quedaron con objetos en llamas quemados por los jóvenes encapuchados.Las autoridades no han informado de heridos o detenidos, pero la AFP constató el arresto de al menos dos de los encapuchados.Durante la semana, centenares de cariocas se manifestaron frente a la Asamblea Legislativa de Río, que debe aprobar un controvertido paquete de recortes propuesto por el gobernador Luiz Fernando Pezao para hacer frente a la grave crisis financiera del estado.La manifestación de este viernes en Rio tenía, de hecho, un doble propósito: protestar contra el Proyecto de Enmienda Constitucional (PEC) para congelar los gastos federales y contra el paquete de medidas de austeridad del gobernador Pezao (del mismo partido de Temer, el PMDB).

Pero la de Río fue sólo una de las múltiples protestas de este viernes, en el que miles de brasileños pararon sus actividades y salieron a las calles contra el plan económico del sustituto de la depuesta izquierdista Dilma Rousseff.En Sao Paulo, corazón económico del país, miembros del Movimiento de Trabajadores Sin Techo bloquearon varias vías y quemaron neumáticos al grito de “¡Fora Temer!”.Otras protestas se produjeron en Brasilia, donde no hubo transporte público, así como en los estados nordestinos de Bahia, Espírito Santo, Pernambuco y Rio Grande do Norte y en los sureños Rio Grande do Sul y Santa Catarina, donde algunos colegios no tuvieron clases, reportaron los medios.El gobierno de Temer se ha propuesto llevar adelante un severo ajuste fiscal que busca sanear las cuentas y contener la peor recesión en un siglo del gigante sudamericano, cuya economía se contrajo un 3.8 por ciento en 2015 y tiene un desempleo que afecta a 12 millones de personas.El plan de Temer incluye el congelamiento de los gastos públicos durante 20 años, revisados sólo por la inflación, y una reforma del sobrecargado sistema de pensiones.El PEC ya fue aprobado en octubre por la Cámara de Diputados y ahora debe pasar dos votaciones en el Senado para eventualmente ser promulgado en diciembre.

Los planes de Temer han sido blanco de varias protestas.Una de las más recientes fue la ocupación de centenares de colegios por estudiantes de secundaria contrarios al congelamiento de gastos y a un proyecto de reforma educativa.

Fuente: http://www.laprensa.com.ni/2016/11/11/internacionales/2133925-ola-de-protestas-en-brasil-por-ajustes-economicos

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La ofensiva del gran capital y las amenazas para Latinoamérica

Por: Theotonio dos Santos

La discusión en marcha en el mundo hoy se concentra en comprender la profundidad de la crisis financiera iniciada en 2007 y su relación con el conjunto de graves limitaciones del actual sistema mundial para garantizar la sobrevivencia de la humanidad. Estaríamos en una crisis final del capitalismo que hasta 2016 no ha alcanzado una recuperación suficiente, por lo menos en sus centros más importantes. En este contexto general, las economías hoy llamadas “emergentes” se desprenden de una posición subordinada del sistema mundial y conducen al surgimiento de muchos grupos de investigación que trabajan sobre la crisis mundial.

Como resultado de este giro de preocupaciones, emergen nuevos temas antes menospreciados en los centros de investigación conservadores, como la importancia de la concentración de la producción, del ingreso y de las riquezas, así como del intercambio mundial de bienes y valores. Podría deducirse que sería casi imposible prever e interpretar estos fenómenos antes despreciados o, inclusive, suprimidos del centro de las preocupaciones científicas.

No creo que debamos hacer un trabajo demasiado grande para localizar las principales tendencias que se están desarrollando en la economía mundial para tener una capacidad de previsión y de identificación de sus posibles direcciones. La verdad es que la crisis iniciada en 2007 era relativamente previsible, pero su profundidad y duración sí se hizo más difícil de prever, debido a la existencia de muchos factores condicionantes de la misma. Si analizamos globalmente las últimas estadísticas macroeconómicas, veremos que emergen nuevos poderes económicos, sobre todo en Asia y, particularmente, China e India. El gobierno chino, principalmente, está activando sus reservas (de cerca de 400 billones de dólares, o trillones en inglés) que representan un enorme volumen de liquidez en un mundo donde prevalecen las deudas en los antiguos centros de poder. El antiguo grupo de las siete mayores economías y la Trilateral (Estados Unidos, Europa y Japón) son cada vez más incapaces de pagar sus deudas que son, por lo general, mayores que el valor de sus Productos Internos Brutos (PIB), pues se trata de economías donde prevalecen los déficits comerciales externos y los déficits fiscales internos.

De esta manera prevalece la tendencia a la valorización del yuan. Al valorizarse el yuan, China gana el poder de emitir su propia moneda con circulación internacional. Esto se multiplica cuando el gobierno de China busca fortalecer su economía creando “fondos soberanos” juntamente con otras potencias superavitarias con el objetivo de ampliar mundialmente sus inversiones. El gobierno chino ya lo viene haciendo desde algún tiempo atrás, mientras el yuan tiene circulación internacional creciente (del 2% de las divisas en el mercado internacional en 2012 el yuan alcanza el 8% en 2016). Es así como países de la OPEP y de Asia que están actuando en la misma dirección pueden aumentar su preferencia por la divisa China. Venezuela, como veremos, disminuyó mucho su capacidad de influencia internacional con la drástica caída del precio del petróleo y perdió mucha capacidad de crear un fondo soberano poderoso, porque ya no tiene reservas importantes en este momento. Pero esta situación provisoria debe cambiar. Se hace necesario que economías poderosas como la brasileña se liberen de la dictadura ejercida por sus bancos centrales que impiden la creación de estos fondos, además de sabotear la creación del Banco del Sur y del Banco de los BRICS, que los pondrían en el centro del desarrollo de las Américas del Sur y Central, del Caribe y del Atlántico Sur. Sin despreciar una audaz política de aproximación del comercio con el Pacífico —centro privilegiado de los cambios de la economía mundial—.

Los cambios en el cuadro mundial y el destino de la humanidad

Después de un período de confrontación con estos cambios tan perjudiciales para los antiguos centros de poder hegemónico, se inició una ofensiva comandada por los Estados Unidos de presión sobre las economías del antiguo Tercer Mundo con un movimiento concentrado en la baja del precio internacional del petróleo. Este cuadro llevó a intentos de golpes e invasiones contra los centros alternativos al poder de estas potencias. Es así que Estados Unidos desata una situación de caos en el Oriente Medio, centrándose en Irán, Irak, Siria, Libia y extendiéndose a Paquistán y Afganistán, pero perdiendo poder en toda la región. Al naufragar en sus intentos de dominar el Oriente Medio, intenta frenar el crecimiento de Rusia y su influencia creciente en la región que históricamente se vinculó con la Unión Soviética. Su intento de arrinconar a Rusia a través de un golpe en Ucrania desemboca en la pérdida de Crimea. Pero todo se hará más grave con el fin de la debacle petrolera, con la dificultad de integrar Turquía en un frente fracasado en el Oriente Medio y en Siria, en particular. Toda la ofensiva desatada en la región está en grave crisis en razón del aumento del precio del petróleo. Si Venezuela consigue estar aún bajo la dirección de la izquierda, en los próximos años, seguramente va a entrar en ese esquema de aprovechamiento productivo de las reservas ya descubiertas y su utilización como fondo de inversión que sirva de base, incluso, para fondos de inversión privados y compra de empresas mixtas. Es muy interesante anticipar esta situación porque, como veremos, el uso estratégico de estas reservas puede revertir rápidamente los impases de la presente coyuntura.

El mundo latinoamericano (incluido Brasil) y caribeño se encuentra en este momento sobre-determinado por la amenaza de la rebaja de las inmensas reservas que aún posee en este momento. Sin embargo, estos países han vivido, desde inicios de este siglo hasta hace tres o cuatro años, una situación de aumento espectacular de sus reservas monetarias que contrastan con las enormes deudas internacionales con que convivían en los años 80 y 90 del siglo pasado. Un mundo de países debilitados por deudas colosales y que no tenían dinero para impulsar una política de desarrollo debido a una deuda paralizante, se encontraban con grandes excedentes financieros, que permitían instalar gobiernos capaces de unir crecimiento económico y redistribución de renta, aunque moderada. Pero la miseria en que vivía y aún vive un tercio de la población de estos países permite que la reorientación de 2 a 3% de sus Productos Internos Brutos hacia estas poblaciones produzca cambios radicales en las vidas de millones de personas.

Es difícil aprender a convertir sus propios títulos de deuda en fuerzas para el desarrollo. Claro que hay poca gente dispuesta a comprar, en ese momento, los títulos de deuda sin ningún respaldo en producción de bienes o inclusive, valores ligados a servicios públicos o privados. Sin embargo, los Estados Unidos se mantienen con la emisión de títulos de deuda estatales que no tienen ninguna perspectiva de ser pagados por un gobierno que no tiene posibilidades de cubrir sus deudas, ya que no tiene ninguna propuesta a la vista de obtener un superávit fiscal que pueda permitir la disminución de su deuda. Con esta aventura, los Estados Unidos están recorriendo un camino muy peligroso porque se aguarda una gran devaluación que derrumbaría los valores del dólar masivamente. Podríamos prever que no solamente se trata de una hipótesis, sino que se siente, se sabe, que vamos a tener una gran devaluación del dólar. En un país que paga 0% de intereses por sus títulos públicos, comprar estos títulos que se emiten en una moneda en devaluación es un claro suicidio económico, cuyo costo solo puede ser asumido por países que tienen poderosos intereses geopolíticos comunes con el país de moneda decadente.

Esta situación nos muestra que tenemos que repensar mucho y estudiar mucho, no solamente con una visión regional del mundo, sino con una visión que se aproxime más a la realidad. Este fenómeno global, si lo analizamos con lo que está pasando en 2016, indica que estamos viviendo una alteración en la correlación de fuerzas dentro del sistema económico mundial, en el cual los centros de poder económico mundial están convirtiéndose en países comandados por grandes concentraciones financieras que dependen cada vez más de poderosas empresas estatales y colosales transferencias de recursos estatales. Este es un fenómeno realmente inesperado para aquellos economistas formados por el discurso neoliberal, e influenciados por una campaña contra las empresas públicas y por las ventajas de la privatización que predominaron desde la década del 80 hasta inicios del siglo XXI, cuando esta ofensiva entra en decadencia.

Las mayores empresas

A pesar de la campaña privatista, estas ideas fueron rápidamente reconvertidas a partir de los años 2000. Si nos basamos en las 10 primeras empresas, según el valor de sus acciones, veremos que la primera empresa en el mundo, en 2007, era Petro China con una diferencia bastante grande en relación a la segunda empresa. Mientras Petro China se acercaba a un trillón de dólares de acciones, (en inglés, un billón, en español), la Exxon de Estados Unidos, que es una empresa privada, pero muy relacionada al sistema estatal y particularmente al Pentágono, aparecía en segundo lugar. La demanda de los productos de esta empresa proviene de instituciones estatales, financiados con recursos públicos.

La General Electric se colocaba en tercer lugar, según el valor de sus acciones. Empresa muy ligada también al Pentágono y toda la estructura militar de EEUU, con inversiones a nivel global también. Luego se coloca la China Mobil e Industria y en quinto lugar la Microsoft, seguida de Gazprom, empresa estatal de Rusia. Habría que destacar que el Estado ruso retoma recientemente esta empresa que había sido privatizada por políticas de conversión de empresas públicas en privadas, generando súbitamente grandes riquezas, que promovió que los especuladores empezaran a comprar la Gazprom. No queda claro cómo fueron exactamente privatizadas esta y varias otras empresas.

Al re-nacionalizarla, el presidente Putin logró retomar el eje principal de la economía rusa, cambiando drásticamente la correlación de fuerzas de la economía mundial. No solamente por la situación del petróleo y gas, la presencia rusa inaugura una fase muy complicada, porque su participación aumentó mucho la competencia en la explotación petrolera y gasífera mundial. La presencia de Gazprom permitió, por ejemplo, que en ese momento se realicen reuniones de Rusia con Arabia Saudita, que es una acción fuera de lo común, excepto por los intereses comunes en relación a los hidrocarburos.

China también se ubica en este juego de poder en el Oriente Medio, y probablemente esto tiene que ver con una estrategia petrolera que no se administra solamente desde la OPEP, sino que articula el apoyo de otros centros petroleros para conseguir, realmente, tener una posición de fuerza mundial. La obsesión de los Estados Unidos de mantenerse como líder incontestable de la economía petrolera mundial lo pone en confrontación con casi todos los países del mundo.

En el caso de América Latina, estas ambiciones desmedidas de los grupos dominantes en Estados Unidos llevaron al gobierno de ese país a forzar situaciones políticas en la región. Frente al decisivo hecho de que no cuentan más con apoyo militar para sus aventuras totalitarias, tienen que promover golpes de Estado apoyados fundamentalmente en congresos deslegitimizados, leyes absurdas improvisadas para servir a sus intereses, intervenciones jurídicas que convierten a la policía y a los tribunales en poderes medievales, así como en el dominio y monopolio absoluto de los medios de comunicación.

Es grave observar cómo las fuerzas de izquierda latinoamericanas se ablandaron con los pocos años de ejercicio del poder. Frente a la ofensiva general del gran capital en decadencia, se acomodan a su propuesta de retroceso ideológico y cultural que pretende transformar estas acciones desesperadas en fuente de una nueva legalidad que confunde la democracia con la movilización monopólica de los medios de comunicación y la restricción a los poderes populares que venían acumulándose en el siglo XXI, para desespero del gran capital en general.

El intento de “restringir” la cuestión democrática a una posibilidad de escoger un candidato entre los ya definidos por partidos sin participación popular; una incorporación formal de los pueblos sometidos desde las colonias, negándoles las cuotas para integrarse en los verdaderos centros de decisión; unas restricciones a la moral patriarcal que se restringe a la libertad y realización parcial de las mujeres sin darles el derecho de decidir sobre su propio cuerpo. En fin, transformando conquistas parciales en objetivos finales y buscando ocultar la radicalidad del moderno ideal democrático según el cual la plena realización de los individuos no solamente debe ser “reconocida” socialmente, sino que debe buscar el pleno ejercicio de su condición de ser humano y de su poder para orientar los destinos de la humanidad, liberándola del sometimiento a las fundamentales contradicciones sociales que la oprimen. Se trata, en fin de cuentas, de restringir la plenitud del ideal democrático a simulacros de democracia.

Además, está claro que no se puede aceptar la reducción del concepto de democracia a los principios liberales que contradicen históricamente los principios democráticos. La libertad de los explotadores y violentos dominadores no puede ser un principio ordenador de un mundo cada vez más interactivo. No podemos aceptar como principio el de explotar a las grandes mayorías y acumular el 50% de la riqueza en manos del ya famoso 1% de la población mundial, en nombre de una eficiencia económica muy discutible. Si no fuera por el terror organizado y promovido por un sistema de poder en crisis profunda, sería jocoso pretender que la humanidad deba someterse a un mundo marcado por colosales desequilibrios económicos, crisis humanas y ambientales, permanentes amenazas de violencia y amenazas dramáticas a la sobrevivencia de la humanidad y del propio planeta tierra.

Está, pues, al orden del día una batalla de ideas que se dibuja en el planeta con fuertes colores. Nuestra capacidad de movilización contra la ofensiva del gran capital es crucial. Pero ésta debe reivindicar la defensa de una nueva sociedad, de una nueva economía y de una nueva cultura, así como la creación de los instrumentos necesarios para que cada ser humano se convierta en el dueño de su propio destino.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/la-ofensiva-del-gran-capital-y-las-amenazas-para-latinoamerica/

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Inventamos o erramos

Por: Alí Ramón Rojas Olaya

Inventamos o erramos, es la conclusión de un estudio comparado que hace Simón Rodríguez a la relación que tiene Estados Unidos con Inglaterra respecto a la de Suramérica con España. Consideramos a Estados Unidos, dice, “como el país clásico de la libertad”, y creemos que hasta “podemos adoptar sus instituciones, sólo porque son liberales”. En efecto lo son, indica, pero “¿el suelo, su extensión, sus divisiones, su situación, los hombres, sus ideas, sus costumbres, las razas, las clases, las creencias, las necesidades, la industria, la riqueza, dónde están?”. Rodríguez sabe la forma gangrenal en que crece ese país. Conoció la sociedad esclavista porque vivió allí entre 1798 y 1800 y vivió en la Inglaterra de la Revolución Industrial: “Cada una conserva su carácter; pero el dominante es el inglés”.

En cambio, “los hijos de los españoles, se parecen muy poco a sus padres: la lengua, los tribunales y los templos engañan al viajero; no es España; aunque se hable español, aunque las leyes y la creencia religiosa sean las mismas que trajo la conquista. La única analogía que hay, entre las dos Américas, es la noble idea, que ambas tienen, de la utilidad de la esclavitud. Los angloamericanos han dejado, en su nuevo edificio, un trozo del viejo, sin duda para contrastar, sin duda para presentar la rareza de un hombre mostrando con una mano, a los reyes el gorro de la libertad, y con la otra, levantando un garrote sobre un negro que tienen arrodillado a sus pies”.

Sobre la diferencia entre ambas relaciones, Rodríguez, en un ejercicio cultural de excelsa filigrana, expone: “los angloamericanos tienen a sus esclavos a distancia -los suramericanos se rozan con ellos, y con ellas… se casan”. Previo al final, Robinson se hace (o nos hace) una pregunta para cuestionar la forma en que culturalmente se aborda el momento histórico: ¿Dónde iremos a buscar modelos? Su respuesta es contundente: “La América Española es original. Originales han de ser sus instituciones y su gobierno. Y originales los medios de fundar uno y otro. O inventamos o erramos”.

Si esta máxima bifurcada la citamos fuera de contexto, pareciera que Rodríguez, lejos de ser un planificador, tomaba decisiones improvisadamente, lanzaba una moneda al aire y se preguntaba ¿inventamos o erramos? Sobre esto es categórico: “la posibilidad es el país de las vanas observancias, con ella fraguan los hombres limitados sus enredos, y los imaginativos sus ficciones”.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/ali-rojas-olaya-inventamos-erramos/

Imagen de archivo

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El capitalismo contra los pueblos originarios de Estados Unidos

Por:  Ilka Oliva Corado

Hace unas semanas en Estados Unidos como en la mayoría de países de Latinoamérica se celebró el día de Cristóbal Colón, se realizaron actividades en las escuelas y fue día feriado. En Estados Unidos, noviembre es el mes de los Pueblos Nativos desde 1990. Como el papel aguanta con todo, se dice que es para conmemorar el aporte de los estadounidenses provenientes de los Pueblos Originarios.

El Gobierno federal ha reconocido a 566 tribus y a 326 reservaciones de indígenas. Ahora bien, ¿para qué los tienen en reservaciones? ¿No es otra modalidad de esclavitud y encarcelamiento acaso?

Lo más cercano a nosotros latinoamericanos es el genocidio que sufrieron los Pueblos Originarios cuando españoles ladrones, traficantes y asesinos invadieron el continente. Nos contaron la historia patriarcal de La Malinche pero no la de Juana Azurduy y Bartolina Sisa. A Malinche la reivindicó Laura Esquivel, en su novela Malinche. Pero ha podido más el patriarcado y seguimos cantando La maldición de la Malinche, de Gavino Palomares. ¿La reivindicará algún día la historia verdadera que nunca es la oficial?

De éste lado de la frontera que también nos fue impuesta para dividir Latinoamérica de invasores europeos, también hay Pueblos Originarios, no han podido exterminarlos por más que lo intenten. A ellos nos los han pintado en las películas del oeste al estilo Hollywood: como violentos, con arcos y flechas atacando carretas de anglosajones que pasan entre montañas y ríos. Los mártires; hombres caucásicos de ojos verdes y azules, robustos y de cabello rubio. Mujeres altas y esbeltas, de tez blanca y con sirvientas indígenas. De modales y paladar refinados. Ahí están las películas de Jhon Wayne, el Gran Chaparral y Bonanza, con las que crecimos muchos, porque el papel de la televisión en la desinformación es vital.

Esa misma televisión está ocultando lo que sucede con los Pueblos Originarios de Estados Unidos. La opresión que viven es brutal, como la que viven los afro descendientes en las urbes industrializadas y la comunidad latina indocumentada. Sin embargo lo que viven los latinos no lo cubre ningún medio de información, en el caso de los afros y los Pueblos Originarios tienen el respaldo de los medios de comunicación alternativos y es gracias a ellos que nos hemos enterado de lo que está sucediendo en Dakota del Norte, donde pretenden construir un oleducto.

Es el mismo petróleo por el que México está como está y fue el Golpe en Brasil y la insistencia en derrocar a Maduro en Venezuela. El mismo petróleo por que el que mataron a Gadaffi y se vino abajo la Revolución Árabe. El mismo por el que invadieron Irak y están bombardeando Siria. El mismo capitalismo que ha mutilado África con los Diamantes de Sangre y sigue invadiendo pueblos en desarrollo por el agua de sus ríos y la belleza natural que la tierra guarda en sus entrañas. El mismo capitalismo que tiene el bloqueo en Cuba. El mismo que aplica la versión renovada del Plan Cóndor en América Latina. Ajá, el mismo que tiene millones de pobres en Estados Unidos y miles de parias en las cárceles. El mismo que realiza limpiezas sociales en barrios latinos y afros. El mismo que mata negros y latinos como perros rabiosos en las calles.

En Estados Unidos, nativos que se oponen y defienden el agua de sus ríos han sido reprimidos al estilo las películas del oeste hollywoodenses, el Gobierno ha gastado ya 10 millones de dólares en reprimirlas desde que comenzaron las manifestaciones pacíficas, Amy Goodman fue la periodista en ir al paredón, la utilizaron como escudo para silenciar a los Pueblos Originarios pero no lo lograron, aunque le impusieron cargos inexistentes e inventados.

Han utilizado gases lacrimógenos, los han atado como a perros y metido a perreras, literal, de esas mismas perreras utilizan en la frontera con México para atrapar indocumentados. Los han golpeado y acusado de romper el orden, muchos están en la cárcel acusados de cosas que nunca hicieron.

La pregunta, ¿en dónde están los millones de ciudadanos estadounidenses defendiéndolos y uniéndose a las manifestaciones y a la denuncia? El agua es vida, se toma, el petróleo no, nadie puede bañarse con petróleo, cocer sus alimentos, lavar su ropa, atender emergencias de hospital, regar las plantas. Una lluvia de petróleo no hace crecer los árboles, las hortalizas.

Las protestas de los pueblos originarios sirvieron de idea para que en la noche de Halloween muchos anglosajones se disfrazaran de Nativos para sus fiestas. Y otros en específico con los Nativos que están protestando defendiendo sus ríos. Una falta de respeto total. En noviembre también se celebra el Día de Acción de Gracias, historia mal contada, donde dicen que Nativos dieron de comer a los peregrinos que llegaron a tierras americanas como muestra de hospitalidad y de recibimiento.

La verdad es otra, pero la ocultan, no se las dicen a los niños en las escuelas, no la dicen en los medios de comunicación, no la dicen en las obras de teatro de Broadway, no lo dicen en las películas de Hollywood, no lo dicen en la poesía que gana eventos literarios, no la cuentan los escritores que reciben medallas de honor en la Casa Blanca. No está expuesta murales en los grandes museos. No, está oculta y solo la cuentan los que tienen Memoria Histórica. Desgraciadamente poquísimos en este país de masas manipuladas por el consumismo.

Sin embargo a pesar de la opresión capitalista, los pueblos nativos de Estados Unidos, como los pueblos nativos del mundo, siguen despiertos, luchando, defendiéndose del ataque brutal de un imperio que cree que acabando con la naturaleza sobrevivirá cuando el agua se acabe, y podrá comer dólares y beber petróleo. Hay tanto por aprender de los Pueblos Originarios. Por si quedaba alguna duda, si así actúa el gobierno estadounidense contra los Pueblos Originarios dentro de su propio territorio, imaginemos qué es capaz de hacer en las injerencias extranjeras. Digo, por si nos queda duda…

Y una más, imaginemos qué es capaz de hacer la Patrulla Fronteriza con los migrantes  indocumentados en la frontera entre México y Estados Unidos. ¿Alguna duda de por qué los indocumentados no denuncian lo que viven en la travesía al llegar a territorio estadounidense? Sería bueno que vieran la película Machete, para tener noción. Y como guinda del pastel, reprimiéndolos es como Estados Unidos celebra el Mes de la Herencia de los Pueblos Originarios. Belleza…

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/10/30/las-ninas-desaparecidas-de-guatemala/

 

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Ética de la Paz y de los Derechos Humanos

Por: Fernando Buen Abad Domínguez

Los Medios de Comunicación deben ser garantes de la Paz y de los Derechos Humanos.

Nada debería ser más importante en la agenda de la comunicación emancipadora, que el conjunto de las luchas sociales que se despliega por el mundo a estas horas. Eso incluye la lucha por los significados y la lucha por enraizar las praxis más avanzadas como nuevas fuentes culturales y transformadoras. En un mundo donde reina la industria de la guerra, las industrias el espectáculo y el crimen organizado… la Paz y los Derechos Humanos no pueden ser paraísos de anfibologías, ambigüedades ni dobles raseros. “Por el engaño nos han dominado más que por la fuerza” decía Bolívar.

No queremos la Paz de los sepulcros ni los Derechos Humanos bajo las bayonetas. No queremos parafernalias filantrópicas ni hipocresía de propagandas “pacifistas”. No queremos recitales de plañideras. No queremos una Paz hueca, amorfa ni acomodaticia. Paz no significa inacción. No queremos treguas camaleónicas disfrazadas de Paz ni queremos Derechos Humanos individualistas, de pose, de moda o a espaldas de la realidad que margina, excluye, persigue, explota y humilla a la clase trabajadora en todo el mundo. No queremos Paz ni Derechos Humanos secuestrados por la palabrería de burócratas o de sus cómplices serviles al neoliberalismo.

En un mundo en el que el capitalismo financia sin control “películas de guerra”, series televisivas empapadas con sangre y crueldad, noticieros ideologizados por la lógica del miedo y el terrorismo de mercado.. en un mundo plagado con pantallas donde desfilan -sin control- asesinatos y humillaciones contra los seres humanos… la Paz no tiene lugar verdadero si no se lo gana como producto de las luchas sociales que emergen de los pueblos y van hacia los pueblos. No queremos “medios de comunicación” tributarios del estereotipo ideológico que tienen como proyecto de masas imponernos, sin salidas, la idea de una realidad ensangrentada por siempre. No se olvida Hiroshima o Nagasaki, no se olvida Vietnam, no se olvida el “Plan Cóndor”, no se olvida el Apartheid, no se olvidan “Las Torres Gemelas”, no se olvidan las crisis humanitarias producto de hambrunas, plagas y genocidios. No se olvida, no debe olvidarse.

Tiene razón Ana Jaramillo en insistir siempre sobre la necesidad de trabajar en el significado, en el contenido de los conceptos de Paz y Derechos Humanos. Tiene razón porque en su nombre se han cometido las peores canalladas y porque en nombre de la Humanidad y de la Paz, proliferan horrores antihumanos y apocalípticos. Han ensayado silogismos de todo tipo los “tratadistas” sobre la Paz y los Derechos Humanos pero los resultados, lo concreto, la praxis… están muy lejos de haber resuelto el problema. Visto lo visto, el primer paso hacia la Paz debería ser desarmar todo lo que ataca a los pueblos con todo tipo de armas, es decir, las armas convencionales, las no convencionales… y las armas de guerra ideológica: universidades mercantilizadas, monopolios mass media, iglesias alienantes y antivalores oligarcas.

Debería madurar, globalmente, una corriente Ética para la comunicación emancipadora, capaz de convertir en agenda prioritaria lucha de los pueblos por la Paz y por los Derechos Humanos. Definir y construir la Paz sin entelequias y sin cursilerías. No toda lucha anti-guerra es sinónimo de Paz. Si la Paz implica desarmar a los pueblos (sin tocar los arsenales de la oligarquía) o negarles su derecho a “la crítica de las armas”; estamos condenándonos a repetir errores terribles. Lo que necesitamos es una lucha verdadera contra la industria de la guerra. La Paz por la Paz misma es un callejón sin salidas en el que los pueblos avanzan hacia un encierro ideológico con consecuencias objetivas monstruosas.

Deberíamos consolidar una movilización comunicacional -teórico-práctica- contra el negocio de la guerra (sea del tipo que sea) entender su naturaleza, sus características, sus ofensivas objetivas y subjetivas. Las guerras son el comercio por otros medios. Deberíamos consolidar una corriente crítica y científica para frenar el agobio, con todo género de violencias, que se despliegan en contra de los seres humanos. Es fundamental la acción comunicacional desplegada con un programa ético de nuevo género por esa Paz que sólo tiene sentido si aporta tiempo, espacio y condiciones concretas para protegernos de los juegos de palabras y los espejismos. Nada debe distraernos una agenda ética hacia la Paz verdadera sin el gran circo del sentimentalismo pacifista que la burguesía despliega en sus escenarios mediáticos. Deberíamos luchar contra lo que silencia a los pueblos y anestesia su capacidad crítica.

Nos urge una corriente comunicacional ética y científica para conquistar la Paz que la humanidad anhela y ese anhelo de Paz debe ser realizado por los pueblos y no por sus enemigos. Corriente ética para integrarnos a toda iniciativa de Paz, ir a todo movimiento de masas a favor de la Paz para defender y apoyar el camino con acciones revolucionarias. Porque el problema no es la Paz, el problema sigue siendo la industria de la guerra desplegada para seguir adueñándose de los recursos naturales, la mano de obra y la conciencia de los pueblos. El colmo es que el burocratismo, aliado con la burguesía, trata de engañar a los pueblos trabajadores haciendo pasar como “programa de social pacifismo” sus “acuerdos” de negocios. La defensa de la paz en abstracto es siempre una manera de engañar a la clase trabajadora.

No se trata sólo de ideas. Un programa por la Paz debe ser dictado por el curso de la historia y de la lucha de clases; debe reflejar y expresar las necesidades históricas de la Humanidad. Debe proporcionar respuestas vivas y concretas. La Paz no es oponerse, únicamente, a la guerra, no se limita a luchar contra los ataques burgueses y todas las locuras depredadoras de sus ofensivas mercantiles. Reconocer la disputa por el significado concreto de la Paz y de los Derechos Humanos nos obliga a impulsar a una Revolución Semántica también en esos campos. Hasta no triunfar no estaremos en Paz.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216379

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