www.ei-ie.org/13-08-2016/
Una cadena de escuelas privadas se verá obligada a echar el cierre después de que el parlamento haya votado a favor de interrumpir su funcionamiento debido a un incumplimiento de los estándares educativos y de infraestructuras.
Según Janet Musevini, Ministra de Educación de Uganda, Bridge tiene la posibilidad de volver a abrir sus puertas siempre que cumpla con los estándares necesarios. No obstante, a pesar de la orden del cese de operaciones, Bridge afirma que todo sigue en funcionamiento.
Bridge, que gestiona lo que se denominan escuelas privadas «de bajo coste» en Uganda, Kenia y, desde hace menos tiempo, Liberia, cuenta con financiación, por ejemplo, de Mark Zuckerberg (Facebook), la Fundación Bill y Melinda Gates y el grupo educativo Pearson Ltd. También recibe fondos del Banco Mundial y del Departamento de Desarrollo Internacional de Reino Unido (DfID-UK). El modelo de negocio de Bridge, que depende de financiación pública para gestionar centros escolares de pago con docentes no cualificados, se enfrenta a críticas constantes.
Aunque la empresa fomenta una educación «asequible» para algunos de los niños más pobres del mundo, Bridge obliga a las familias a pagar por lecciones mal guionizadas que deben leer en tablets. Numerosos alumnos se ven obligados a aprender en entornos inadecuados, como clases sin el material apropiado, incluidas mesas, sillas y, en algunos casos, aseos.
En junio, la condena global de Bridge alcanzó un punto álgido después de que la empresa orquestara el arresto de un investigador canadiense que estaba analizando su gestión en Uganda. El incidente trasladó el foco de atención a las prácticas de la empresa y se tradujo en una oleada de artículos negativos en prensa y un aumento en las preguntas en torno a sus argumentos como proveedor de una educación de calidad.