Argentina: No caemos en la escuela pública, la defendemos

Argentina/10 de Abril de 2017/Izquierda Diario

Diferentes instituciones educativas de la provincia salen a las calles, en defensa de la educación pública, apoyando a las trabajadoras de la educación en su lucha, reclamando por su situación edilicia y poniendo en evidencia el poco presupuesto que el gobierno destina a la educación pública.

El día viernes a las 17 horas se llevó a cabo una clase pública impulsada por docentes y estudiantes del Instituto de Formación Docente en educación especial N° 4 y la Escuela Superior de Música. La falta de presupuesto, la falta de edificios propios y en condiciones, las demandas salariares del colectivo docente, entre otras reivindicaciones, trasladan las problemáticas que atraviesan los diferentes terciarios a las calles mediante una clase pública en el monumento a San Martín. En este marco se debatió el rol de los docentes frente a qué hacer cuando se sufren estos ataques por parte del gobierno, como al salario que no alcanza para vivir.

También se hicieron presentes en la jornada la escuela especial N°3 y la escuela especial N°22 de la ciudad de Neuquén. Está última compartió su situación actual que se suma a la problemática de las escuelas públicas, reflejando el desfinanciamiento educativo y la falta concreta de edificio propio. La misma no cuenta con un edificio para dictar clases debido a que el año pasado fueron desalojados por vencimiento del contrato de alquiler en el que se encontraban, teniendo que trasladar documentos, materiales, etc., a otra institución. Actualmente, meses después de estos hechos todavía no tienen respuesta.

Como cierre de la clase pública se realizo una actividad de percusión en la que participaron todos los presentes finalizando con una pequeña marcha por la vereda rodeando el edificio de la escuela de música de Neuquén.

Mientras tanto el gobierno sigue sin dar respuesta de fondo a las problemáticas de la educación pública, y proponiendo paritarias salariales por debajo de la línea de pobreza a los trabajadores de la educación.

Sumando a las iniciativas en defensa de la educación pública, el lunes 10 del corriente mes, desde el centro de estudiantes de Bellas Artes se viene organizando lo que será, una próxima clase pública que saldrá a la calle donde además de las demandas propias de la institución, se levantaran los reclamos de los terciarios de la ciudad de Neuquén y brindando nuestro apoyo y por el triunfo de la huelga que vienen protagonizando los sindicatos docentes a lo largo y ancho del país. Esta unidad que se viene forjando entre el movimiento estudiantil organizado en distintos terciarios, y docentes que vienen llevando adelante medidas de lucha en el marco del paro, vienen marcando el camino a seguir al conjunto de los padecimientos que provoca la desinversión educativa.

Los verdaderos actores de la educación, que vivimos la cruda realidad de la situación en la que se encuentran los colegios contraponemos los dichos que esgrime el presidente Macri, nosotros no caemos en la educación pública, estamos orgullosos de estar en las escuelas públicas, por eso nos organizamos para defenderla, y llamamos al conjunto de los estudiantes a sumarse y organizarse.

Fuente: http://laizquierdadiario.com/No-caemos-en-la-escuela-publica-la-defendemos

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Impacto de las reformas educativas

Las reformas educativas históricamente son consideradas como proyectos políticos que intentan incorporar, modificar o experimentar estrategias que perjudican directamente en el proceso de enseñanza aprendizaje y en los contenidos curriculares, además las reformas también están directamente vinculadas con la formación docente.

El docente siempre ha sido considerado como el sujeto clave para llevar a cabo las prácticas educativas, él es quien forma las nuevas generaciones, y su papel ha sido importante en las diferentes épocas, de igual forma ha participado en los diferentes cambios que hemos tenido en el sistema educativo. Por tal razón tiene más exigencias para actualizar su capital cultural constantemente e innovar su práctica docente.

Las lecturas existentes especifican que a mediados del siglo XIX, los maestros no tenían una integración como colectivo docente, sus opiniones no eran tomado en cuenta por los órganos del Estado, con el paso del tiempo esto fue cambiando debido a que el maestro no tenía una formación elemental, por lo tanto, surgían problemas que él no podía solucionar.

Juárez, J. (2000) señala que en 1823 la solución para resolver el problema de la falta de preparación del docente fue través de la Compañía Lancasteriana, esta compañía estableció la primera Escuela Normal donde preparaban a los maestros con diferentes técnicas, de igual forma permitió que en aquella época se perfeccionaran los métodos de enseñanza de la lectura y la escritura.

Hasta ese momento las reformas provocaron dos tipos de actitudes de los docentes: por un lado había profesores que no tenían iniciativa para reflexionar sobre su quehacer, tampoco para decidir por sí mismo; por otro lado estaban los docentes que vieron el mundo educativo con un pensamiento crítico y un compromiso transformador hacia la comunidad, por ejemplo: José Vasconcelos, Justo Sierra, entre otros.

La creación de la SEP, accedió a reformar y unificar programas integrales para que se llevaran a cabo como proyecto nacional, esto pactó un compromiso estable entre la SEP y la comunidad docente; por lo tanto el Estado estaba obligado a otorgar capacitación y formación docente, basados en una ideología nacional. En esta etapa se pensaba que lo más importante era las relaciones sociales, es decir, las relaciones entre el niño y el hombre.

El impacto de las reformas implementadas fue directamente hacia los maestros rurales, pues ellos no habían sido formados en escuelas normales, sino que la elección como docentes fue porque sabían leer y escribir, además porque mostraban un espíritu comunitario.

Las políticas públicas encaminadas a crear reformas educativas han presentado una debilidad al igual que el mismo Sistema Educativo, la de no saber a ciencia cierta la realidad de la educación; hasta el momento no se ha hecho una evaluación con parámetros confiables, donde destaque claramente la realidad educativa, y separe entre lo que se está logrando y lo que no.

Por eso a mediados de los años 40´s, las reformas solucionaban los problemas pero solo de manera temporal, no había un impacto profundo, quizá porque las exigencias del momento y los cambios sociales eran constantes. Aun así se organizaban cursos de capacitación para los docentes, se adecuaron las bibliotecas y organizaron talleres para elaborar materiales didácticos; todos estos aspectos aun se lleva a cabo en el sistema educativo actual.

Los cambios sociales, económicos y culturales exigen cada vez más una preparación eficaz del docente, pues mientras más avanza la sociedad del conocimiento se requiere de docentes que tengan un alto capital cultural, para formar jóvenes competentes, sin embargo cabe destacar que las prácticas docentes actuales son el resultado de las múltiples transformaciones que la formación inicial tuvo desde su origen.

El sistema de formación inicial de profesores por mucho tiempo no ha encaminado correctamente los requisitos de ingreso para los estudiantes, no ha tenido cuidado principalmente en el elemento de la vocación. En un estudio realizado sobre educación normal se concluyó que:

En la Escuela Nacional de Maestros las dos terceras partes de los estudiantes confesaban haber elegido la carrera por sus ventajas materiales y prácticas (carrera corta que les daba el diploma de bachillerato y el de maestro de primaria, les aseguraba una plaza federal con sueldo y prestaciones de por vida, o por haber sido ésta la decisión de sus padres), y sólo 37.5% estudiaba “por vocación al magisterio”. Al preguntarles también si pensaban perseverar en el magisterio a largo plazo, 36.4% opinó que pensaban abandonarlo y 27.3% que planeaban combinarlo con el estudio y ejercicio de otra carrera. (De Calvo, en Latapí, 2003. p. 13).

Hace falta sentido de vocación para ser maestros comprometidos y eficaces, desafortunadamente son muchas las escuelas que se dedican a formar maestros, (UPN, Universidades, Normales) aunque tengan los mismos planes y programas, se diferencian por las perspectivas y visiones internas que tiene cada una de ellas.

¿Cómo se encuentra la formación inicial?

Lo que distingue al maestro del siglo XXI no es que enseña, sino que aprende continuamente. El capital cultural debe estar actualizado constantemente, sin lugar a duda, la del maestro es una profesión que requiere un reto intelectual, para ello necesita adquirir conocimiento, apropiarse de él y saber difundirlo a sus alumnos.

Lo anterior se logra a través de una evolución continua, por medio de la actualización y la pasión personal, teniendo como base la formación inicial.

Se conoce que todos los sistemas de formación inicial en el mundo son diferentes, sin embargo existe un consenso internacional que debe reunir cuatro aspectos, según Latapí (2003) el primero se refiere a una formación humana integral, donde se desarrollen destrezas intelectuales formales y el desarrollo de valores humanos; el segundo destaca la sólida preparación en las disciplinas que se van a enseñar, el tercero señala que el desarrollo del aprendizaje están relacionados con los conocimientos y las habilidades adquiridas y el cuarto aspecto se refiere a que la práctica de la enseñanza debe ser guiado por un maestro con mucha experiencia.

Lo anterior obliga a las Escuelas Normales del País a ser más competentes, con una enseñanza que responda a las exigencias de la sociedad, para que los egresados verdaderamente desarrollen esas destrezas intelectuales deseadas. Es urgente pensar en estos cuatro aspectos de la formación inicial, ya que si en el futuro se sueña con una alta escala en calidad, las escuelas deberán formar maestros que estén a la altura de estos retos.

En nuestro país un rasgo indispensable del perfil de los profesores se relaciona a la profesionalización y a la actualización, sin embargo existen cifras lamentables relacionadas a los bajos índices de lectura por parte de los docentes, según datos del INEE(2006) especifican:

Los datos por nivel educativo apuntan a los profesores de secundaria como los que en mayor porcentaje −ocho de cada diez− reportan leer al menos un libro al año, les siguen en igual proporción los de preescolar y de 4°, 5° y 6° de primaria (70.6%), mientras que seis de cada diez profesores de los tres primeros grados de primaria dicen tener esta práctica de lectura. Este último resultado es inquietante, pues son los primeros años de primaria cuando los docentes debiesen de aprovechan para iniciar entre sus alumnos el gusto por la lectura; sin embargo, quienes deben de promoverlo son los que menos la practican. (p. 114)

En México existe un desajuste entre la teoría y la práctica, entre lo que se quiere lograr y lo que realmente se logra, por eso es necesario que el docente constantemente enriquezca su capital cultural en todos los ámbitos, académico, social y familiar.

Actualmente es fácil observar en la práctica docente que la mayoría de los profesores imparten una asignatura diferente a la especialidad que estudiaron, también se visualiza una limitada infraestructura y medios necesarios que limitan de alguna forma la ejecución correcta de la reforma actual.

Lo anterior son las consecuencias y los fallos que en determinado momento fueron heredadas por los planes de estudios de 1984 y 1997. Ya que en el primero las Escuelas Normales se preocupaba que sus egresados se concibieran como técnicos operativos de los programas oficiales, y no como verdaderos profesionales de la educación. En el segundo el implante fue más apegado a la formación docente, al desarrollo de habilidades criticas donde el docente podía transformar su propia realidad. (Duran, 2004)

El plan de estudios de 1984 estableció al maestro como docente investigador, teóricamente conocía los aspectos del perfil de egreso, pero la práctica era muy diferente, ya que en las escuelas existían limitados materiales de apoyo, es decir, él sabía que tenía que ser un agente transformador de su realidad pero era difícil hacerlo. Lo anterior sucedió porque desafortunadamente las escuelas normales no tenían los recursos suficientes para implementar este plan.

En cambio el plan 97 superó de alguna forma aspectos que habían sido rezagados en el plan 84, se interesó en formar docentes, no docentes investigadores, reorganizó los contenidos teóricos, sin embargo de igual forma lo que falla nuevamente es la organización de las escuelas normales y sus docentes.

Los dos planes estuvieron inmersos en un círculo vicioso, la falta de organización de las escuelas normales, la falta de materiales y de apoyo financiero. Quizá el problema más grave es la falta de voluntad política para llevar las reformas hasta sus ultima consecuencias académicas.

En determinados momentos se puede pensar que la ejecución de las reformas ha fallado por la cultura conformista del personal docente, pues han mostrado un rechazo al cambio; hasta cierto punto es cierto, pero también se ha insistido en implementar nuevos modelos curriculares sin haber concretizado en toda su dimensión el vigente.

En el siglo XXI la necesidad urgente es que las escuelas normales sean reformadas en cuanto a sus enfoques, para tener una vinculación real entre la formación y la práctica docente. Para ello necesitamos de docentes comprometidos y actualizados.

Tomado de: http://vinculando.org/educacion/impacto-de-las-reformas-educativas.html

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