La evaluación diagnóstica de Mejoredu, ha recibido muchos cuestionamientos por parte de las maestras y maestros de educación básica del País.
Maestras y Maestros de educación básica criticaron a la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) por la evaluación diagnóstica que del 5 al 15 de septiembre deben aplicar a los alumnos de 2° a 6° de primaria y de 1° a 3° de secundaria.
Consultados por este portal de noticias educativa, los docentes expresaron su malestar debido a que Mejoredu puso en línea la serie de evaluaciones y materiales necesarios para realizarlos, pero cargó el costo de la logística de evaluación a las comunidades escolares.
“Si bien es necesario hacer una evaluación diagnóstica para no caminar a ciegas, lo que no se puede permitir es cargar el costo de la logística de evaluación a maestros y padres de familia. Y no se trata de poner cuatro opciones de aplicación para que elijan la de su preferencia, pues en las cuatro opciones hay un costo económico que deben absorber las comunidades escolares. Se trata de evaluar sin lastimar los bolsillos de maestros y padres de familia que siempre, al inicio del ciclo escolar tienen gastos que la SEP no asume”, expresó el maestro de primaria de Campeche, ‘Carlos M’.
“No es justo que la Comisión le transfiera a los padres de familia el gasto de la impresión de la evaluación diagnóstica. Hay otras opciones de aplicación, pero no se adaptan a las condiciones de nuestra escuela. Por eso pienso que la insensibilidad de Mejoredu es insultante”, dijo el profesor ‘Miguel N’ de Tenosique, Tabasco.
Al respecto el maestro de educación primaria de Cárdenas, Tabasco, José Eduardo Ávila Suárez, dijo que la evaluación es “muy compleja y demasiado tediosa para los niños”, además de que muchos padres ven difícil de pagar cierta cantidad de dinero por las copias del cuadernillo.
En ese sentido dudó de la efectividad de la evaluación, ya que dijo, “no está muy acorde a la realidad y necesidades de los niños”.
En tanto la Maestra y Jefa de Sector del Estado de Veracruz, Anel Guadalupe Montero Díaz, consideró que si bien la prueba tiene un buen diseño técnico-pedagógico y puede ofrecer evidencias del aprovechamiento escolar de los alumnos, no fue apropiado encargar la logística de aplicación a escuelas y padres de familia.
“El tema de la prueba lo podemos dividir en dos rubros: la cuestión tecnico-pedagogica es muy buena. El diseño de la prueba es muy bueno, recuerda a los exámenes de ENLACE, aunque no sabemos si en alguna forma es una sustitución. Son exámenes largos, pero que se pueden aplicar por partes y claro que ofrecen un panorama muy amplio del nivel de aprovechamiento del alumno. Por otro lado, está el tema económico en el que si se volaron la barda. En medio de una crisis en todos niveles y sentidos, se avientan la friolera de dejar la carga de impresión (o logística) a las escuelas y por ende a los padres de familia. Es un buen instrumento mal aplicado por obvias razones”, argumentó.
Por su parte el maestro Ricardo Hernández Rodríguez de la Escuela Primaria ‘Himno Nacional’ de Ciudad Victoria, Tamaulipas, consideró importante tener un parámetro “que mida los aprendizajes de los niños lo más cercano posible a lo que se pretende que aprendan“.
En ese sentido expresó que la evaluación diagnóstica de Mejoredu es un instrumento que si bien no es del todo efectivo, sí es útil como apoyo para los docentes.
“Cuando hago referencia a que no es efectivo, es a la singularidad de la discordancia entre los programas y los materiales bibliográficos. Se pide que el aprendizaje sea integral y contextualizado y el instrumento sólo evalúa Español, Matemáticas y Formación, como si las condiciones del trabajo hibrido o a distancia en algunos lugares permitiera establecer un acercamiento real a lo que reflejan las evaluaciones del ciclo escolar anterior con el diagnóstico del ciclo escolar actual”, precisó el profesor.
Sobre la logística de aplicación, el Profesor advirtió que las cuatro opciones propuestas por Mejoredu buscan adaptarse a las condiciones en las que el docente puede aplicarla, sin embargo cuestionó que una de esas opciones proponga imprimir los cuadernillos, ya que “el gasto es increíble, dadas las condiciones económicas que actualmente viven los padres de familia”.
“En caso de que se elija la proyección del examen y solo se imprima hoja de respuesta, las lecturas y los planteamientos de razonamiento no tienen el mismo impacto de tener en físico el instrumento, para que el alumno pueda hacer sus anotaciones o subrayar para poder hacer conjeturas que le ayuden a encontrar una solución o respuesta, además de que no todos los alumnos tienen igual dominio de la comprensión en lectura, agregando la interferencia que puede ser la lejanía de su lugar con la pantalla donde se proyecta y la distracción que esto genera. Instalar el software en computadoras y llevarlos, queda totalmente descartado para los alumnos en escuelas que apenas tienen lo básico, ya no hablemos de la plataforma que en algunos casos no se abría en tiempo o el internet deficiente interfería en la aplicación”, explicó.
En tanto reconoció que el esquema evaluador mediante software y la interpretación de resultados es una herramienta muy útil, y consideró que es una excelente idea de la SEP proporcionarla, ya que “ayuda muchísimo para implementar un plan de trabajo más apegado a las necesidades de los alumnos”.
Y calificó de negativo la falta de instrumentos para evaluar a los alumnos con barreras de aprendizajes, pues advirtió que hay abandono “al no tener cómo diagnosticar adecuadamente el avance de un alumno en estas condiciones dentro de aulas que no cuentan con equipos USAER”.
Por último Abel Glez. Pedrero, Maestros de educación secundaria de la Ciudad de México, reiteró una vez más la inconformidad más generalizada entre los docentes, es decir, el gasto que representa aplicar la evaluación en las escuelas.
Señaló que si bien Mejoredu envía orientaciones didácticas en torno a la evaluación diagnóstica, cuestionó la problemática que siempre han enfrentado los maestros, es decir, la carga administrativa que en muchos casos impide revisar dichas orientaciones.
Por otra parte, dijo que utiliza parte de los materiales de Mejoredu para apoyar a sus alumnos de tercer grado de secundaria para enfrentar la prueba para ingreso Comipems.
Con respecto a los resultados que ofrece la evaluación diagnóstica, el docente dijo que de manera general, éstos le sirven de muy poco.
“No le vi utilidad alguna, ya que su aplicación se da en una etapa pospandémica, donde el atraso en los aprendizajes es evidente”.
Y agregó:
“Toda una pérdida de tiempo, sería mejor que enviaran materiales de apoyo para fomentar la lectura y enviarán reactivos de menor a mayor grado de dificultad para su dosificación e implementación durante el año escolar en cada uno de nuestros grupos”.
Fuente de la información e imagen: https://profelandia.com