La teoría del aprendizaje social: ¿qué es y cómo surgió?

Por: Paulette Delgado

El psicólogo Albert Bandura se dio a la tarea de investigar si el comportamiento observado afecta las actitudes de los niños, cambiando su manera de aprender.

Anteriormente se creía que ver comportamientos violentos ayudaba a liberar la tensión y agresividad del observante, Sigmund Freud lo define como catarsis. Albert Bandura, un psicólogo Canadiense-Americano, decidió probar esta teoría de Freud y decidió, en 1961, llevar a cabo el “Experimento de los muñecos Bobo”.

Este experimento buscaba demostrar que exponer a niños a violencia los haría más agresivos. El estudio se llevó a cabo en la Universidad de Stanford, donde Bandura fue profesor, experimentando con niños de preescolar que asistían a la guardería de la universidad. Se dividió a los niños en tres grupos: uno donde se les mostraban adultos golpeando muñecos Bobo, otro grupo veía comportamientos y actividades no agresivas con los muñecos, y el tercero no observó ningún comportamiento relacionado con estos juguetes. Los niños que fueron testigos de los actos agresivos, al estar frente a los muñecos, comenzaron a golpearlos y lanzarlos. Los que no presenciaron esas actitudes violentas no lo hicieron, y en su lugar jugaban con los muñecos o los ignoraban.

Pocos años después, Bandura volvió a recrear el experimento, esta vez utilizando la televisión para ver si producía el mismo efecto. A un grupo los expuso a videos del experimento pasado donde los adultos golpeaban los juguetes y a otro grupo les enseñó contenido sin agresividad. Los resultados fueron los mismos, los niños que estuvieron expuestos a imágenes violentas actuaron de manera agresiva ante los muñecos. Este experimento ayudó a demostrar que los niños aprenden por medio de la observación y a partir de este estudio se desarrolló la teoría del aprendizaje social.

La teoría del aprendizaje social

La teoría del aprendizaje social se apoya en la idea de que los niños aprenden en entornos sociales por medio de la observación y de la imitación del comportamiento que vieron. También refuerza la idea de que el niño se ve afectado por la influencia de otros. Se basa en tres conceptos clave: que las personas pueden aprender a través de la observación, que el estado mental afecta este proceso de aprendizaje y que sólo porque se aprendió algo no significa que esto resulte en un cambio en el comportamiento de la persona.

Bandura explica que sería muy peligroso si las personas aprendieran sólo a base de su experiencia, como se creía anteriormente, en lugar de que sea a través de observar a otros y aprender de sus acciones. Por ejemplo, si un alumno está copiando en un examen y la maestra lo castiga, los compañeros pueden aprender que ese tipo de acciones están mal por ver las consecuencias de las acciones de su compañero. «Afortunadamente, en la mayoría de los humanos el comportamiento se aprende de manera observacional a través del modelado: al observar a otros se forma una idea de cómo se realizan los nuevos comportamientos, y en ocasiones posteriores, esta información codificada sirve como guía para la acción», dijo en su libro Social Learning Theory (1977).

Este libro se enfoca en tres modelos: 1) uno vivo, que involucra a una persona real actuando de cierta manera; 2) otro de instrucción verbal, que implica describir y explicar un comportamiento; 3) y otro modelo simbólico donde, a través de libros, películas, programas o medios en línea, personajes reales o ficticios demuestran ciertas actitudes.

Estos modelos demuestran que el aprendizaje se puede dar de muchas formas, por ejemplo, a través de la lectura o de ver la televisión. Este último punto ha generado mucho debate debido al impacto que la televisión, la computadora o los videojuegos pueden causar en los niños y jóvenes.

A partir de su investigación, Bandura describió el aprendizaje social en cuatro principios:

  1. Atención: Para aprender, es necesario estar enfocado y poner atención. Especialmente en el caso de los niños, si ven algo novedoso o diferente, es más probable que presten atención.

  2. Retención: Internalizar la información que acaban de aprender y almacenarla como recuerdo.

  3. Reproducción: Reproducir información que se retuvo anteriormente y utilizarla cuando sea necesario, como en un examen.

  4. Motivación: Sin motivación no hay interés de hacer cualquier cosa. Esta motivación se puede originar cuando observamos que otra persona es recompensada o reprochada por hacer o no algo, lo que motiva al observante a querer hacer lo mismo o evitarlo.

Albert Bandura, con su experimento de los muñecos Bobo, desarrolló un modelo de aprendizaje alejado de las creencias de la época en las que observar actos de violencia era algo catártico y hacia al espectador menos agresivo. Demostró que el aprendizaje es social porque involucra a la comunidad. Los alumnos aprenden del comportamiento de sus padres, maestros y compañeros, no sólo del tema expuesto en la clase.

Con el avance de la tecnología, la teoría del aprendizaje social ha generado muchos nuevos estudios, enfocados en las redes sociales, el disfrute de los medios, o un meta análisis sobre el efecto de los medios, entre muchos más. Recientemente esta teoría ha tenido un nuevo auge ya que se ha hablado del aprendizaje social entorno a los videojuegos y la polémica sobre si los videojuegos pueden promover la violencia en niños y jóvenes.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/teoria-del-aprendizaje-social

Imagen: tartupStockPhotos en Pixabay

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Cifras escalofriantes: La mitad de adolescentes en Honduras sufre violencia en sus centros educativos

Redacción: Once Noticias

El informe de Unicef coincide con la encuesta Mundial de Salud a Escolares que señala que el 45% de los estudiantes entre 13 y 15 años han sufrido de acoso y violencia en los centros educativos.

De acuerdo al informe “Violencia en las escuelas”, publicado por Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF) la mitad de los estudiantes de entre 13 y 15 años declara haber experimentado violencia entre pares en las escuelas y en sus inmediaciones.

En el informe, se pone de manifiesto que la violencia entre pares (que se mide por el número de niños que denuncian haber sufrido acoso en el último mes o haber participado en una pelea física en el último año) ocupa un papel dominante en la educación de los jóvenes de todo el mundo, y repercute en el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes tanto de países ricos como pobres.

En Honduras, la violencia ha tenido un profundo impacto en la capacidad de los niños de acceder y permanecer en la escuela. Esto es especialmente cierto en los barrios de las principales áreas urbanas del país en las cuales la inseguridad producto de la inequidad social y la presencia de maras, pandillas y el crimen organizado son responsables de muertes violentas, extorsiones, restricciones de movimiento y amenazas.

“La educación es fundamental para construir sociedades pacíficas y, sin embargo, para millones de niños la escuela no es un lugar seguro”, aseguró la Directora Ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore. “Los estudiantes se enfrentan cada día a múltiples peligros, como peleas, la presión de unirse a las maras y pandillas, acoso cibernético y en persona, disciplina violenta, agresiones sexuales y violencia armada”, prosiguió.

Por su parte, Mark Connolly, Representante de Unicef en Honduras aseguró que el país centroamericano “cuenta con una ley contra el acoso escolar aprobada por el Congreso de la Republica. Sin embargo, la Secretaría de Educación todavía no ha podido aplicar la ley en su totalidad. Como consecuencia la violencia y el acoso en las escuelas siguen siendo un problema que acecha los niños y niñas de Honduras”.

 

“Los mismos niños y niñas que participaron en el Congreso Infantil” continuó Connolly “han exhortado a la secretaría de Educación para crear un programa de prevención de la violencia en todos los centros educativos del país lo cual muestra que prevenir la violencia en las escuelas es un tema de suma importancia para los niños y niñas en Honduras”.

El informe también forma parte de un esfuerzo colectivo de organizaciones como Unicef, el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido, la UNESCO, otros miembros de la Alianza Mundial para Acabar con la Violencia contra los Niños y UNGEI (La Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas), que trabajan para esclarecer el asunto y promover acciones con el fin de eliminar la violencia dentro y fuera de las escuelas.

En ese orden, en los próximos meses, Unicef celebrará una serie de Conferencias de Jóvenes sobre la campaña #ENDviolence en todo el mundo. En estas charlas, dirigidas por estudiantes, los jóvenes contarán con una plataforma en la que podrán compartir sus experiencias con la violencia y expresar qué necesitan para sentirse a salvo en la escuela y sus inmediaciones, y se enviarán una lista de recomendaciones a los dirigentes mundiales.

DATO:

Para poner fin a la violencia en las escuelas, Unicef y sus aliados realizaron un llamado para que se adopten medidas urgentes en relación con los siguientes ámbitos:

  • Implementar políticas y leyes que protejan a los estudiantes de la violencia en las escuelas.
  • Reforzar las medidas de prevención y respuesta en las escuelas.
  • Instar a las comunidades y a las personas a que se sumen a los estudiantes para denunciar la violencia y trabajen para cambiar las costumbres en las aulas y en las comunidades.
  • Realizar inversiones más efectivas y específicas en soluciones que hayan demostrado ayudar a los estudiantes y a las escuelas a permanecer seguros.
  • Recopilar datos desglosados de mayor calidad acerca de la violencia contra los niños dentro y fuera de las escuelas y compartir aquello que funcione.

Fuente: http://www.oncenoticias.hn/cifras-escalofriantes-la-mitad-de-adolescentes-en-honduras-sufre-violencia-en-sus-centro-educativos/

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