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Raquel Yotti: “Hay que llamar a una ciencia feminista”

Por: Núria Jar/SINC

Las científicas del coronavirus, episodio 1: ‘Gestión de una crisis’

Las mujeres han trabajado en primera línea de la pandemia; no obstante, han estado infrarrepresentadas en la toma de decisiones. Una excepción es Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III y experta del comité de coronavirus del Gobierno español. En el primer episodio de esta audioserie, cuenta cómo ha vivido estos meses intensos en los que ella misma ha pasado la covid-19; y reflexiona sobre la necesidad de trabajar por una igualdad de oportunidades “que nos enriquezca a todos”.

Los profesionales de la salud han trabajado sin descanso para atender a las personas enfermas de la covid-19. Tres de cada cuatro profesionales sanitarios son mujeres, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El mismo organismo advierte del alto riesgo de infección, la fatiga, el estrés y la violencia y estigma al que se enfrenta este colectivo, sobre todo ellas.

Solo en España y durante la primera ola, el 76 % de los sanitarios contagiados por COVID-19 fueron mujeres, según recogía un informe del Instituto de Salud Carlos III publicado en mayo.

A pesar de que las sanitarias han vivido la pandemia en primera línea, las mujeres han estado infrarrepresentadas en las posiciones de liderazgo y toma de decisiones, tal y como pone de manifiesto un informe sobre el impacto de género en la pandemia del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Raquel Yotti (Madrid, 1973) es una excepción.

Esta cardióloga ha trabajado casi veinte años de su vida en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, pero ahora le ha tocado enfrentarse a esta crisis sanitaria mundial desde «otra trinchera», como cuenta ella misma. En agosto de 2018, Yotti fue nombrada directora del Instituto de Salud Carlos III y se convirtió en la segunda mujer que ocupa el cargo de responsable del principal organismo público de investigación de biomedicina y salud en España, que depende del Ministerio de Ciencia e Innovación.

“Se nos juntaba el día con la noche todos los días de la semana. No recuerdo en qué momento existió por primera vez un lunes o un domingo, todos los días eran iguales”

“Se nos juntaba el día con la noche, todos los días de la semana —rememora sobre el inicio de la pandemia—. No recuerdo en qué momento existió por primera vez un lunes o un domingo, todos los días eran exactamente iguales”. En la gestión de esta crisis, ella también ha sido una de las expertas del comité de gestión técnica del coronavirus del gobierno español.

En estos meses ha liderado el estudio nacional de seroprevalencia ENE-COVID, cuyos resultados se publicaron en la revista The Lancet; ha fomentado la investigación a través del Fondo COVID-19, dotado con 24 millones de euros; y ha coordinado la respuesta diagnóstica del Sistema Nacional de Salud (SNS) mediante test de PCR, a través del Centro Nacional de Microbiología. No obstante, asegura que siempre ha tenido presentes a sus compañeros de hospital. “El impulso de ponerte la bata y el fonendo y ofrecerte para atender a pacientes yo creo que para cualquier clínico es inevitable”, confiesa.

La covid-19 en primera persona

El primer episodio de la audioserie Las científicas del coronavirus, retratos sonoros de una pandemia está protagonizado por Raquel Yotti. En él habla de cómo ha vivido desde dentro la gestión de la crisis sanitaria en España. Esta entrevista es la única de la audioserie que no se grabó presencialmente, sino por teleconferencia. El día anterior a nuestra cita Raquel ya no pudo asistir al homenaje que brindó el Instituto de Salud Carlos III a su primer director, Rafael Nájera, ya que se encontraba aislada al ser positivo por coronavirus.

Al enfrentarse a la comunicación pública durante la pandemia dice haberle ayudado “pensar que quien estaba al otro lado de esa cámara era uno de mis pacientes o una persona normal que tenía inquietud y quería entender lo que estaba pasando”

“Me siento con mucha empatía con muchas de las personas que han tenido que pasar la enfermedad y que han estado en casa y que a lo mejor hasta han tenido algún momento de preocupación, porque el curso clínico de esta enfermedad es bastante curioso. Parece que uno mejora y luego empeora”, me cuenta desde casa, aislada, a través de la pantalla de su iPad.

En la conversación, Raquel explica que haber vivido la enfermedad en carne propia y el aislamiento de dos semanas le han dado mucho que pensar. “Hay que hacerse consciente del privilegio que supone poder pasar la enfermedad en casa y además tener una red de apoyo. Yo he sido una afortunada tanto desde el punto de vista clínico [no requirió de hospitalización] como de los recursos alrededor”, se sincera con el pudor de quien no es dada a hablar de su vida privada.

Su experiencia clínica con pacientes ha esculpido su capacidad comunicativa, esencial en esta pandemia; por ejemplo, a la hora de comparer serena en Moncloa para dar los resultados de las diferentes rondas del estudio ENE-COVID: “Pensar que quien tenía al otro lado de esa cámara era uno de mis pacientes o una persona normal que tenía inquietud y quería entender lo que estaba pasando” dice haberle ayudado a enfrentarse a una situación que vivió como “excepcional”.

El secretario general del Ministerio de Sanidad, Faustino Blanco, la directora del Centro Nacional de Epidemiología, Marina Pollán y la directora del Instituto de Salud Carlos III, Raquel Yotti, durante una rueda de prensa celebrada el 6 de julio en el Palacio de la Moncloa para dar a conocer las conclusiones del Estudio nacional de seroepidemiología de la infección por SARS-Cov-2 en España. EFE/ Fernando Alvarado

Preocupación por la brecha de género

Días después de la declaración del primer estado de alarma en España, el gobierno aprobó un Real Decreto-ley de medidas urgentes para facilitar la investigación en coronavirus. Desde estudios biológicos del patógeno al desarrollo de pruebas diagnósticas y ensayos clínicos para probar nuevos fármacos. El objetivo era desentrañar las incógnitas de una enfermedad nueva, desconocida por todos, con un presupuesto de 24 millones de euros.

Yotti reclama “una ciencia que no esté hecha por y para unos pocos, sino en la que tengan cabida todas las personas que puedan contribuir, independientemente del género y de otros factores de desigualdad”.

En pocos días, esta convocatoria extraordinaria recibió más de 1.500 propuestas, la mayoría presentadas por hombres. “La pandemia por coronavirus ha acentuado la brecha de género”, admite Yotti, que recurre a los resultados del cuestionario sobre el impacto del confinamiento en investigadores del Ministerio de Ciencia e Innovación para dimensionar el problema. “Esto puede impactar en los currículos de las investigadoras y especialmente de las madres investigadoras, y es algo que realmente no nos deberíamos permitir”, subraya con preocupación.

De cara al futuro, Raquel considera que la ciencia será feminista o no será. Este es su deseo de cara a los próximos años: “Una ciencia que no esté hecha por y para unos pocos, sino en la que tengan cabida todas las personas que puedan contribuir, independientemente del género y otros factores de desigualdad. Actualmente no estamos en esa situación, por eso hay que llamar a una ciencia feminista. Porque el feminismo lo que persigue es alcanzar esta meta de igualdad de oportunidades en la que nos enriquezcamos todos”.

Fuente:

SINC
Fuente e Imagen: https://www.agenciasinc.es/Entrevistas/Raquel-Yotti-Hay-que-llamar-a-una-ciencia-feminista
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Cómo mejorar los problemas de comunicación por la mascarilla en el aula

Por. Educación 3.0

Cristina Jiménez López, maestra especialista de audición y lenguaje en el CEIP Alcázar y Serrano (Albacete), propone algunas soluciones para reducir los problemas que surgen en el proceso de enseñanza-aprendizaje con el uso de la mascarilla.

Las expresiones faciales son parte de nuestra propia comunicación. Mostramos más información sobre lo que estamos diciendo a través del lenguaje no verbal que a través del oral. De hecho, muchos estudios señalan que más de un 90% del mensaje se transmite a través del lenguaje no verbal. Los movimientos, nuestra posición corporal, el tono y el volumen de nuestra voz, las muecas que realizamos con la cara y con la boca nos dan mucha más información que la propiamente dicha.

Problemas de comunicación con mascarilla…

La necesidad de usar mascarillas como medida de prevención de la transmisión del coronavirus está dificultando el trabajo en los centros educativos. Aunque el trabajo de los maestros especialistas en audición y lenguaje se ve más afectado que el del resto de compañeros, no quiere ello decir que el resto de docentes no tenga dificultades en su trabajo diario. Compartiendo experiencias, hemos comprobado que la iniciación de la lectoescritura que se realiza en los últimos cursos de Educación Infantil y en los primeros de Educación Primaria se ve obstaculizada, ya que los alumnos no pueden visualizar la posición correcta de la boca para emitir los distintos fonemas. Felicitar con la mirada, sonreír con los ojos, dar nuestra aprobación con un vistazo, mostrar nuestra desaprobación con la mirada… son nuevas estrategias que estamos aprendiendo a utilizar.

Otro problema se presenta en los alumnos de nueva incorporación con desconocimiento del idioma, ya que la audición del vocabulario se ve afectada. Y también me gustaría hacer especial hincapié en aquellos alumnos que presentan algún tipo de déficit auditivo. ¿Cómo pueden leer los labios? ¿Cuánta información están perdiendo? ¿Cómo sabemos qué conocimientos están llegando a adquirir?

¿Cómo solucionarlo?

Problemas de comunicación con la mascarilla - mascarilla semitransparente

Ante estos problemas de comunicación que surgen con el uso de la mascarilla, toca reinventarse y nos toca sacar de la chistera todo el ingenio, imaginación e ilusión que teníamos guardado. Pero, ¿por dónde empezamos? La educación emocional, la enseñanza en el manejo y uso de las TIC y conocimientos académicos. Esos son los tres pilares básicos por los que comenzar a trabajar y, efectivamente, el primero de ellos es la educación emocional.

Cuando comenzaron las clases nos encontramos muchas reacciones distintas ante la misma situación: el rechazo, el miedo, la histeria… Como principal objetivo en los primeros días de clase nos propusimos enseñar a manejar las emociones, a expresar los sentimientos, a controlarlos, escucharlos y atender su necesidad de apoyo emocional.

Afortunadamente, llegaron las mascarillas semitransparentes a los centros. Fue increíble la experiencia cuando llegué a la clase de Educación Infantil con aquella mascarilla: “¡mira, una boca!”, gritó uno de los alumnos de cinco años.

La nueva situación social en la que nos encontramos ha hecho que la creatividad sea nuestra mayor aliada en las aulas. Como especialista de audición y lenguaje, he readaptado muchas de las actividades que hacía para poder ajustarlas a la nueva normalidad. Así, por ejemplo, para trabajar las praxias hemos hecho fotos frente al espejo y las hemos convertido en tarjetas. De esta forma, aunque llevemos la mascarilla puesta, los alumnos pueden ver la posición correcta del aparato fonador. Otra de las actividades que hemos adaptado ha sido la lectura de cuentos, decidimos grabarlos desde casa para después poder proyectarlos en clase.

Otro punto fuerte que estamos sacando de esta situación es que estamos incorporando mucho vocabulario de la lengua de signos. Para los alumnos está siendo muy divertido y sin duda, les ayuda a memorizar el vocabulario, a mejorar su atención y a la vez a aprender conceptos básicos de una lengua que mucha gente desconoce. Al mismo tiempo, estamos creando una sensibilidad especial ante la comunidad sorda que, a su vez, se traslada indirectamente a las familias y a toda la comunidad educativa.

Y, ¿Qué hacemos con el aprendizaje cooperativo? Pues, seguimos trabajándolo pero adaptándolo a la nueva realidad: hemos hecho un barrido de todas las dinámicas propias de esta metodología seleccionando aquellas que podíamos adaptar a la nueva disposición de las aulas y cumpliendo siempre las normas de seguridad frente a la pandemia.

La formación permanente

La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 no nos va a parar. Ahora más que nunca debemos estar al tanto de todos los recursos, plataformas y herramientas educativas para hacer llegar a nuestros alumnos toda la información del centro de forma digital.

La respuesta educativa adaptada a las necesidades de cada uno es otro de los aspectos clave para realizar un buen trabajo. Actualizarnos en nuevas metodologías es primordial. Actualmente la disparidad de distintos niveles de competencia curricular se ha acentuado aún más, ya que durante los meses de confinamiento muchos han sido los que se han visto limitados en su aprendizaje por la brecha digital. Nuevas corrientes educativas como el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) hace que el foco se centre más en la propia elaboración de materiales que en la dificultad del alumno para aprender. Todas estas corrientes educativas emergentes nos plantean siempre una respuesta educativa centrada y adaptada a las distintas capacidades de los alumnos.

Por último, otro aspecto importante es el intercambio de información entre el profesorado. Mantener contacto y comunicación con otros centros educativos, nos abre un campo de posibilidades para compartir y mejorar. Intercambiar opiniones, experiencias, hasta materiales hace más enriquecedor nuestro trabajo.

Fuente e  Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/problemas-de-comunicacion-mascarilla/

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Que opinen todos “libremente” (sólo si hay negocio)

“No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu erecho a decirlo” , es la frase se atribuye erróneamente a Voltaire pero en realidad es de su biógrafa Evelyn Beatrice Hall.

Ahora resulta que lo “neutral”es “progre”, que puede decirse cualquier cosa como homenaje al “derecho” (aparentemente democrático) de permitir que cualquiera diga lo que se le antoje, en cualquier lugar y a cualquier hora. Que bajo el argumento, siempre en abstracto, de la “libre expresión” (¿de quiénes?) hay que darle palestra a los dichos (y hechos) que le salgan de las amígdalas a quien consiga, gratis o pagado, un altavoz. En suma, parece muy “pluralista”, ser copartícipe de la neo-colonización ideológica que habíamos acordado no volver a permitir en nuestras vidas. Resulta que ahora es de gente “abierta”, reducir la democracia al oficio -rentable- de quedar bien con todos. Los sirvientes de los medios profesan su voltreanismo con aire mesiánico.

En auxilio de semejante mascarada, “ni tardos ni perezosos” los mercenarios disfrazados de periodistas se procuran un “punto medio” (inexistente por otra parte) para granjearse “audiencias plurales” y no exactamente porque respeten las diferencias tanto como adoran los puntos del rating. Ya aprendimos lo suficiente del mercado de la “opinión pública” como para creer en la buena voluntad pluralista esos que, en realidad, inclinan todas las balanzas de sus intereses al lado del negocio, sea éste mercantil o político… o todas sus combinaciones. No compremos emboscadas del liberalismo mediático de comerciantes equilibristas.

Convencidos de que pontifican argumentos incontestables, algunos pícaros de los “mass media” han encontrado un camino “verosímil” para garantizarse amplitud de clientelas. Dan lugar a unos y otros por “igual” con un zopenco “sentido común” hijo del desparpajo y disfrazado de “librepensador”: “todos pueden decir lo que se les dé la gana”; que se es “libre de opinar” y que, al amparo del subjetivismo y el individualismo (“todo es según el color del cristal con que se mire”). Sueltan la lengua bajo el capricho de conspiraciones o compulsiones. Vivimos bajo el imperio de un verdadero torneo de irresponsabilidades lenguaraces. En especial cuando de detecta que, en una controversia asimétrica, el “más fuerte” procede de manera feroz, grosera y ultrajante, que se pasa de una discusión al ataque -e insulto- personal. Aunque parezca muy “educadito”, haciéndose pasar por democrático el oficio de vender publicidades o propagandas, a tiros y troyanos.

Es inaceptable que, sea quien fuere, convoque al asesinato de personas o de grupos, lo disfracen como lo disfracen. Es inaceptable la burla, el linchamiento o la calumnia. Es inaceptable la apología del hambre, la pobreza o la explotación de las personas bajo el interés de unos cuantos magnates. Es inaceptable la violencia verbal o física, la tortura, la persecución y el espionaje. Es intolerable la destrucción de los ecosistemas, el dispendio de los recursos naturales y el tráfico de especies. Es inaceptable la trata de personas, la esclavitud de los pueblos frente a las narco-dependencias y los narco-negocios. Es inaceptable todo aquello que denigre a la especie humana, omita sus derechos fundamentales y pretenda frenar el desarrollo colectivo para, a cambio, privilegiar el lujo y el monopolio de unos cuantos. Semejante in-aceptabilidad es histórica y recorre las entrañas de las más cruciales luchas en el ascenso humano aún incompleto y demorado. No es aceptable que le pongan micrófonos a los paladines de lo anti-humano. Aunque tengan discursos muy bien enmascarados y mucho dinero.

Crece la humanidad cuando fija posiciones firmes e irreconciliables como lo hicimos contra el nazi-fascismo. Crece cuando abraza la democracia participativa y se ocupa de garantizar lugar a las razones que piensan e incluyen a todos. Crece la especie humana cuando se compromete, y no transige, en defender la vida y el buen vivir, no cuando se traiciona todo para entregar negocios a cofradías de mafiosos. Lleven el apellido que lleven. Nuestra historia es la de una especie que asume decisiones y las desarrolla de manera dialéctica… superadora. No habría civilizaciones sin una estructura y superestructura, enormes, descansadas en compromisos irrenunciables.

Algunos ahora (no sin hacerse sospechosos) vociferan la defensa de espacios para escuchar lo “diferente” que, ya desenmascarando, no es sino dar micrófono a criminales imperdonables aunque algunos gocen de libertades arropados por el jet set de la impunidad y la impudicia. Son corifeos retrógradas que en nombre de un liberalismo (de los negocios) pavimentan la libre circulación de ofensivas ideológicas contra la especie humana toda y contra sectores específicos víctimas de las canalladas del sistema. Y ganan fortunas con eso. Hay ejemplos a raudales. Tal estrategia, que no es nueva, se renueva según las urgencias de las derechas que no encuentran cuadros nuevos y se ven obligadas a resucitar a sus muertos vivientes envueltos en celofanes demagógicos. Levantan a sus cadáveres ideológicos para que den conferencias, seminarios y ruedas de prensa. Los insertan en todo tipo de programaciones televisivas o radiofónicas, de prensa escrita o de “redes sociales”. Sacan a pasear a sus difuntos intelectuales para que esparzan las pestes (que creímos superadas) como si fuesen baluartes filosóficos o “tesoro de la juventud”. Y hay charlatanes mercenarios, que limosnean rating a cualquier precio, muy prestos a bajarse los pantalones para hacer de “patiños” ideales al portavoz de las canalladas que lavaran la cara de sus crímenes… ante públicos “pluralistas”. Dicen que tienen “todo el derecho”. Y no lo tienen. Que lo decidan las víctimas.

No es aceptable decir cualquier sandez y menos aceptable es su defensa desvergonzada. Aunque se tengan títulos o licencias. Aunque se digan en tono “culto” o con histrionismo de erudito. Es imperativo sostener mucha firmeza en este terreno. Nos han asfixiado con su verborrea estiércol. No se trata de prohibir las ideas ni el derecho a sostenerlas libremente, de lo que se trata es de asegurarse de que, tales ideas, no trafiquen impúdicamente para infligir más penurias a los más débiles, ni más opresión a los históricamente oprimidos. Ofende la inteligencia de los pueblos que han debido fumarse, hasta el hartazgo, las justificaciones más obscenas del capitalismo en todas sus variedades. Hay que dejar en el mausoleo de la manipulación la “buena voluntad” volteriana y, a cambio, “con los pobres de la tierra la suerte echar”. Y más que ocuparse de dar micrófono a los canallas, hay que expropiarlo desde las luchas sociales que realmente tienen cosas nuevas para decirle a la Historia toda. Hay que democratizar las herramientas de comunicación y de producción de sentido. No más emboscadas plañideras defensoras de la libertad burguesa. Hay que democratizar la palabra. Ponerle a los micrófonos la semántica emancipadora de pueblos en combate contra la dictadura eterna del discurso de los mismos. Los de siempre.

Fuente: https://rebelion.org/que-opinen-todos-libremente-solo-si-hay-negocio/

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La comunicación que vivimos

Por: Daliri Oropeza

Lo que vivimos en términos de comunicación política va más allá de enumerar cuántos artículos y columnas de opinión están a favor o en contra de un presidente. La polarización que atravesamos es resultado de distintos factores.

La polarización que vivimos en el espacio público tiene diversos factores. Es más compleja que sólo los dichos de un presidente que enumera los artículos de opinión en los periódicos nacionales, a los que catalogó en tres rubros: a su favor, neutrales y en contra de su “proyecto de transformación”. Utilizó como ejemplo a 7 diarios.

Esta es una primera aproximación a un análisis del fenómeno de comunicación que vivimos:

1.- Informar desde el poder

Hay un notorio cambio en lo que publican los medios nacionales a partir de la transición de gobiernos en diciembre del 2018. El sexenio pasado todas las primeras planas parecían dictadas por la misma persona, con la misma foto, del mismo evento irrelevante de Enrique Peña Nieto.

Ahora hay diversidad de temas en las portadas; agendas que exponen un abanico de intereses de grupos de poderes políticos y económicos.

El modo de informar en una conferencia matutina diaria diversifica los temas que involucran al presidente, con diferentes ángulos que abordan los periodistas. Además de la apertura del discurso del gobierno, hay una cierta manera de dar paso a medios independientes digitales y, también a youtubers. Una apertura a la fuente (como se dice en el argot periodístico) de presidencia nunca antes reporteada de esta manera.

Varios grupos de poder apuestan al periódico Reforma como su medio de comunicación. ¿Cuándo este periódico se fijaría o publicaría en su portada a un defensor del territorio, un familiar de víctimas o una feminista gaseada? Para acusar AMLO, lo hacen frecuentemente. ¿Cuándo antes se iba a ver una agenda de portadas nacionales plural? No durante el priismo y el panismo.

El presidente y su equipo de comunicación se quieren colgar la medalla de la “libertad de expresión y la democracia”. Le apostaron a querer orientar la opinión pública desde la mañanera con la sobre exposición del presidente en medios digitales en combinación con las redes sociodigitales (tema del apartado 2). Demeritaron lo que pasaba en los periódicos. Les recortaron la publicidad al mínimo. Se reunieron con los dueños y editores de cada uno. Y se dieron cuenta que no podían hacer caso omiso de esas publicaciones.

Las matrices de análisis y opinión se exponen desde los periódicos impresos. Eso no cambia en los hábitos de consumo de información. Y como tal, los poderes detrás de los grandes cabezales se han vuelto más que evidentes. Se asoman grandes intereses de poderosos políticos o cúpulas empresariales (tema que abordo en el apartado 3).

El gobierno se dio cuenta que tiene dificultades para dictar la agenda sólo desde la conferencia matutina. No puede contener a la prensa escrita. Y sin embargo, el espacio está abierto para que youtubers, periodistas o personajes le hagan preguntas al presidente. (O con distintos funcionarios de la administración en una serie de conferencias vespertinas que dan sobre programas sociales, economía y salud)

2- Sobreexposición

Hoy vivimos en la era de la sobreexposición a la información.

Es más que una era de la información, o de la desinformación o de la posverdad. Vivimos todo el tiempo expuestos a la comunicación por medios digitales. Todo el tiempo. Medios digitales que no son neutros. Repito. No hay neutralidad en las redes sociodigitales y están direccionadas a los algoritmos e intereses económicos de los empresarios creadores y asociados (corporaciones o gobiernos).

(Para comprender esto recomiendo ver el documental ‘El dilema de las redes sociales).

Esta sobreexposición sumergió a las personas. No se dieron cuenta. Esto generó el analfabetismo mediático informacional. Las personas son incapaces de distinguir si lo que ven es verdad, si es mentira, qué postura ética tiene la información que consumen. No pueden tener una visión crítica o una distancia de lo que ven y cómo lo vuelven parte de su vida. Así ves activistas de izquierda compartiendo al periódico de la extrema derecha. Así ves a la derecha hablando de temas de los que nunca antes quiso hablar.

Y sin embargo nunca antes nos habíamos podido comunicarnos así.

Y tampoco habíamos tenido la posibilidad de enterarnos de tantas fuentes sobre un mismo hecho. Las personas consumen por igual contenidos generados por las grandes firmas mediáticas, por periodistas de medios de comunicación masiva y de medios independientes y youtubers. En esa ola del maremoto, pocos reconocen a la persona detrás del anzuelo.

Poco habló el presidente de la sustancia de los artículos de opinión para exponer la numeralia en su favor, en su contra o neutral. Igual las críticas más inteligentes en contra de su gobierno han salido de diarios donde él dice que “lo tratan bien” mientras que las críticas más golpeadoras y vacías vienen de los que repite una y otra vez en su conferencia, el Reforma, por ejemplo.

En su análisis el mandatario omitió la dimensión referencial, o la realidad discursiva creada por el emisor. Dejó de lado la dimensión enunciativa y el posicionamiento de los periódicos. No consideró en su análisis la dimensión estructural de los mensajes de los articulistas. Es un análisis de la comunicación, por decirlo suavemente, pobre.

Esos matices no los detalla el presidente. Estos matices no los distinguen las personas que participan en grupos de güats, féis o jáshtags de tuiter.

3. Derecha Vacía

Parece exagerado dedicar un apartado a la derecha vacía, que no ha logrado articular una oposición al gobierno. Que ha tenido en sus disparates y escándalos de cúpulas, su propio reflejo de debilidad.

Los partidos políticos que podrían ser la oposición no terminan de recomponerse ante la podredumbre que les llevó tener el poder.

La oposición más clara que ha tenido el presidente, hablando de poderes, han sido las cúpulas empresariales, el bloque de 10 gobernadores en contra de sus reglas, y la prensa escrita que refleja justo el abanico de poderes opositores.

Estos poderes cuestionarán y golpearán la figura presidencial por cualquier motivo, con discursos fáciles.

Por eso, desde la conferencia mañanera, el presidente se va directo a la yugular a los bloques de opinión construidos desde la revista Nexos y la revista Letras Libres.

Y si bien, quieren presentar a estas críticas de opositores como resultado exclusivo del recorte en publicidad oficial, en los hechos estas críticas en periódicos expresan, además, la pugna de las cúpulas del poder económico y político.

A esto se suma que el cuadro de escritores que ha impulsado la “Cuarta Transformación” no ha logrado un relato creíble de lo que es este gobierno. Un relato que permee en la opinión pública, y que quede como la Historia con hache mayúscula que el presidente quiere que su gobierno sea recordado.

Fuente e imagen: https://piedepagina.mx/la-comunicacion-que-vivimos/
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Ideas para mejorar la comunicación entre centro y familias en tiempo de crisis

Por: Educación 3.0

En los centros educativos en general, y en los públicos en particular, no suele existir la figura del responsable de Comunicación: una persona que se encargue de gestionar la información y mantener una comunicación fluida con las familias. Pedro Javier Millán Barroso, director del curso Experto Universitario en Marketing Educativo y Comunicación en UNIR, cree que, junto con la elaboración de un Plan de Comunicación, es vital contar con al menos una persona específica, responsable de la comunicación. Estas son sus recomendaciones para mejorar la comunicación escolar.

Las necesarias medidas de seguridad para evitar contagios en los centros educativos han trastocado los procedimientos escolares, obligando a que los centros asuman protocolos de actuación según directrices que a menudo son vagas, insuficientes o inadecuadas para ellos, obligándolos a convertir en espacios docentes los lugares más insospechados.

La comunicación, esencial

Ante la incertidumbre y la preocupación que todo ello provoca, se ha evidenciado que es vital planificar y gestionar adecuadamente la comunicación entre el centro y familias, así cómo con el propio alumnado en edad de participar. Muchas organizaciones saben que es necesario gestionar debidamente la información y las relaciones con sus públicos internos y externos, pero esto nunca ha sido prioritario para los centros educativos (sobre todo los públicos), donde no suele existir la figura específica del responsable de comunicación. Abunda la improvisación porque la persona designada o voluntaria, si la hay, suele trabajar sin preparación específica.

Es muy importante diseñar y aplicar a los centros educativos de toda índole (guarderías, colegios, academias, institutos, facultades…) un Plan de Comunicación que contemple las necesidades, los objetivos y las estrategias de comunicación interna, externa y de crisis. ¿Cómo actuar e informar si hay un accidente, si se descubren situaciones de acoso, si hay una emergencia sanitaria…? ¿Qué canales deben utilizarse?

Lo ideal sería contar en los centros educativos (públicos y privados) con al menos una persona específica y formada, lo que se llama ‘dircom’ (director/a de comunicación), para que sea la responsable de gestionar y supervisar la comunicación con todas las audiencias interesadas o afectadas: docentes, personal de administración, familias y alumnado. Nos lo debemos plantear como reto y luchar por ello.

Cómo mejorar la comunicación entre centros y familias

El camino puede ser largo, así que ofrezco aquí algunos consejos para poner un poco de orden en el caos actual y contactar de manera más adecuada y eficaz con los familiares del alumnado en esta compleja situación sanitaria.

1. Fomentar la empatía.

Hacer ver y entender que esta pandemia nos afecta a todos, que todos estamos desorientados, frustrados y preocupados, pero que cada cual tiene que hacer su papel lo mejor posible y en un clima de cordura, tanto los directivos y los docentes como familiares y los estudiantes.

2. Designar a un responsable de comunicación

Debería haber una persona que reciba los avisos de los padres por un canal concreto y rápido y para gestionar las comunicaciones del centro. En caso de contagio u otras situaciones urgentes, las familias tienen que saber exactamente a quién dar aviso y esa persona actuará según el protocolo que haya definido el centro educativo. Lo mejor es que la llamen por teléfono y que, además, le envíen un correo para que haya constancia del aviso por escrito. Esta persona elaborará los mensajes de aviso para la comunidad y hará de portavoz. Hay que dejar claro que, para evitar la confusión, nuestros avisos no se deben hacer públicos por ninguna vía (aunque creamos que con ello ganamos tiempo o ayudamos), sino que se deben remitir solamente a la persona designada para que ella actúe. Por tanto, nombremos también a un sustituto por si el portavoz enferma.

Mejora la comunicación entre centro y familias - un grupo de personas en un sofá sujetan burbujas de conversación

3. Emitir informaciones concretas y uniformes.

Hay que distinguir bien entre información y opinión. Ya habrá tiempo para debatir o comentar, pero en situaciones de emergencia debemos establecer un canal unidireccional oficial para emitir notificaciones y comunicados de manera unívoca y uniforme. Lo ideal sería utilizar el sitio web o una intranet, pero siempre un canal que sea 100% accesible desde cualquier dispositivo, para toda la comunidad implicada o afectada por el centro educativo y sin necesidad de instalar aplicaciones adicionales ni de tener cuentas de usuario. ¿Permite la aplicación escolar de turno emitir mensajes para todos (padres, estudiantes, docentes y no docentes)? Si la respuesta es no, entonces puede servir de refuerzo, pero no como vía principal de aviso.

4. Nada de chats, redes, ni listas de correo abiertas.

Es un buen momento para poner en práctica las normas de ‘netiqueta’ (etiqueta en la red). Si algo genera caos e incertidumbre en situaciones de riesgo son los comentarios inoportunos y los rumores. Aunque creamos que son soluciones fáciles y baratas, desaconsejamos los grupos de WhatsApp y otras vías conversacionales como las redes sociales (aunque el centro escolar tenga un grupo privado). Por una parte, infringimos las leyes de protección de datos porque no se nos puede obligar a compartir nuestro número de teléfono o correo electrónico, está prohibido compartir esos datos (¡utiliza el campo CCO para los correos!) y no hay manera de garantizar que todos los usuarios borren los datos cuando salimos del grupo.

Por otra parte, estamos presuponiendo que todos los familiares tienen un smartphone o que usan las redes sociales, y no siempre es así. Pero, por si lo anterior fuera poco, el gran problema es que suelen generarse hilos de conversación interminables en los que se diluye la información esencial y afloran las pasiones. Como mínimo, habría que configurar los grupos de chat para que sean unidireccionales (solo publica el administrador). También podemos crear un canal de Telegram, aplicación que tampoco exige compartir con los demás nuestro número de teléfono. Pero ni el grupo unidireccional ni el canal solucionan del todo el asunto de la privacidad digital ni del acceso garantizado a los comunicados.

5. Tranquilizar y mantener el contacto.

El portavoz del centro puede usar ese canal unidireccional para publicar periódicamente (por ejemplo, todos los viernes) evidencias de que se están respetando las medidas sanitarias: uso de mascarillas, distancia social, desinfección de instalaciones, etc. Así generamos confianza y de paso mantenemos activa la comunicación.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/mejorar-la-comunicacion-entre-centro-y-familias/

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Las 15 Frases de Mafalda que están más vigentes que nunca

Joaquín Salvador Lavado, universalmente conocido como Quino, falleció a los 88 años. Entre 1964 y 1973 creó una de las tiras cómicas más famosas del mundo: Mafalda.  “Su vigencia es algo que no puedo entender”, confesó en 2014, tras recibir el Premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades.

 

15 frases de Malfalda, más vigentes que nunca.

1- Nunca digas «de este agua no beberé»; porque al precio que están las gaseosas…

2- ¡Sonamos, muchachos! ¡Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno!

3- ¿No sería hermoso el mundo si las bibliotecas fuesen más importantes que los bancos?

4- Lo malo de la gran familia humana es que todos quieren ser el padre.

5- No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta.

6- El problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta.

7- ¿Qué habrán hecho algunos pobres sures para merecer ciertos nortes?

8- El problema es que hay más gente interesada que gente interesante.

9- Yo no quiero a mi inflación, ¿Y usted?

10- Lo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría

11- ¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?

12- Los diarios inventan la mitad de lo que dicen. Y si a eso le sumamos que no dicen la mitad de lo que pasa resulta que los diarios no existen.

13- Tenemos una moneda sana, no fuma, no bebe…

14- Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante.

15- ¿No sería mas progresista preguntar dónde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a parar?

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/295807-las-15-frases-de-mafalda-que-estan-mas-vigentes-que-nunca

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Consejos para no perder la voz dando clase con mascarilla

Por: Educación 3.0

La voz de numerosos docentes ya está empezando a sufrir los inconvenientes de dar clase con la mascarilla puesta durante tantas horas. Pero, ¿cómo pueden evitar forzar la voz ante los estudiantes? Andreu Sauca, logopeda, logofoniatra y presidente de la Sociedad Catalana de Logopedia, ofrece algunos consejos para evitar problemas en la voz, como potenciar la expresión facial o respirar de forma correcta.

Desde el comienzo de las clases, los docentes se han tenido que adaptar al uso obligatorio de las mascarillas dentro de los centros educativos. Pero, ¿tienen efectos negativos para la voz? “Aún no tenemos estudios suficientes ni con la profundidad adecuada como para confirmarlo o refutarlo. Como universitarios, docentes e investigadores tenemos una responsabilidad al respecto. El rigor científico se impondrá a la ‘opinología’ tan de moda hoy en día”, señala Andreu Sauca, logopeda, logofoniatra y presidente de la Sociedad Catalana de Logopedia, que nos ofrece una serie de consejos útiles y consideraciones a tener en cuenta para evitar que los docentes pierdan la voz en unas circunstancias tan excepcionales como las actuales.

Claves respecto al uso de la mascarilla mientras se imparte clase

  • Si no se habla, respira por la nariz. Cuando no se habla, se debe respirar por la nariz, no por la boca, y menos bajando y avanzando la mandíbula. Esto es importante tanto durante la clase como en los desplazamientos hacia el aula, y también entre clases.
  • Hidratarse y respetar el uso de una mascarilla. Mientras se habla se respira por la boca. Esto, como docentes nos puede causar dos problemas en la situación actual.

En primer lugar, hemos de ser conscientes de que hay que hidratarse durante las clases igual que lo hacemos, o deberíamos hacer, siempre. Pero, ¿cómo hacerlo con la mascarilla sin quitársela? Introduciremos el dedo índice por dentro de la mascarilla en la zona de la barbilla y la levantaremos para poder beber agua. De esta manera no la tocamos externamente ni es necesario retirarla.

En segundo lugar, el intercambio de aire por la respiración y el habla humidificará la mascarilla más de lo normal en un uso estándar, reduciendo progresivamente su efecto protector. Es muy posible que una mascarilla no nos sirva durante las 4 horas de su vida útil (como es el caso de las quirúrgicas) y la tendremos que cambiar con frecuencia. Es necesario respetar las horas de uso de una mascarilla y cambiarla cuando convenga. Si ya no está en condiciones, ya no protege.

uso mascarilla
  • La sensación de que se nos oye menos con la mascarilla es en principio eso, una sensación. En general, estamos acostumbrados a una voz proyectada, suficiente para que no nos afecte en caso de que fuese cierto que disminuye la percepción del sonido, y dominamos (o deberíamos dominar) lo suficiente la voz como para no alterar el tono. Incluso con dos mascarillas puestas a la vez (por ejemplo, la combinación KN95+quirúrgica) casi no se altera la audibilidad. Lo que es muy importante es vigilar para no aumentar la intensidad de la voz de forma innecesaria, dado que en este caso estaríamos aplicando un esfuerzo vocal que podría llegar a ser lesivo para nuestras cuerdas vocales (con o sin mascarilla).
  • Utilizar mascarillas homologadas. Ciertas mascarillas de tela, caseras o no, sujetan demasiado la nariz y la barbilla al mismo tiempo por su diseño. Estas pueden dificultar la articulación y por lo tanto la comprensión por parte del alumnado. Esto no pasa con las homologadas. Es esencial contar con mascarillas homologadas (quirúrgicas, FFP2/3, KN95), no las de tela caseras, ya que en estas la respirabilidad (además de la protección) puede estar comprometida. La mascarilla no es un medio de comunicación ni de expresión en el que llevar logos, mensajes… es un instrumento de protección de la salud. Muchos de los docentes que me comunican que la mascarilla les da problemas no llevan una mascarilla quirúrgica, sino de elaboración casera.
mascarillas consejos voz mascarilla

Si nos hacen repetir las cosas porque a la primera no nos han entendido, a la segunda vez nuestra tendencia inconsciente suele ser aumentar la intensidad (cuando probablemente la intensidad no era el problema). ¡Cuidado! No hemos de forzar la voz, esta es la máxima.

  • Potenciar la expresión facial. La mascarilla oculta información no verbal. Cuando esta información no está presente en el acto de habla (un ejemplo sería cuando hablamos por teléfono), la tendencia es la de aumentar la intensidad de la voz. No es necesario gritar más, sino potenciar la expresión facial en la zona de ojos, cejas y manos.
mascarillas profesores
  • La importancia de la ventilación y los amplificadores de voz. Tan importante como las mascarillas es la ventilación del aula. Si es posible, tendremos que mantener una ventilación constante que permita renovar el aire del aula durante toda la clase. Esto hará que aumente el ruido ambiental que entra habitualmente por las ventanas, lo cual sí que puede afectar a la audibilidad. Para ello es esencial hacer uso de medios técnicos para amplificar nuestra voz por encima de esos niveles sonoros y evitar así forzarla.
  • Mantener a raya el ‘estrés docente’. Las alteraciones vocales de los docentes tienen, con frecuencia, origen en el estrés que padecen en su trabajo. Este estrés, en sus diferentes naturalezas, es multifactorial (físico, mental, emocional y vocal) y afecta a una técnica vocal que tiene como consecuencia una dinámica que puede conducir al docente hacia la disfonía funcional. Una cuestión que se convertirá en un nuevo factor de estrés agravando la disfonía hasta la aparición de la manifestación orgánica (como nódulos, edemas, laringitis…).
  • Hacer uso de un transmisor FM con estudiantes con problemas auditivos. Si tenemos en el aula alumnos con sordera profunda, hemos de tener en cuenta que las mascarillas con zona de plástico transparente para facilitar la lectura labial no tienen una buena respirabilidad para hacerlas servir, hablando con voz proyectada, durante las horas que duran las clases, Yy Y si llevan válvulas y filtros, además comprometen la seguridad. Lo mejor es que si estos estudiantes llevan audífonos compatibles, el docente puede utilizar un transmisor FM con independencia de si su mascarilla facilita o no la lectura labial

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/clase-con-mascarilla/

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