Ellos sí que saben: por qué Jobs y Gates limitaban que sus hijos utilizasen tecnología

Por: Hector G. Barnés

Un nuevo libro se pregunta por qué los grandes gurús de Silicon Valley mostraban desconfianza hacia la utilización por parte de sus retoños de los productos que ellos creaban.

Siempre que se habla de las herramientas de innovación educativa, suelen salir a colación las tecnologías de la información y la comunicación. Las famosas TIC, vaya. En 2009, el presidente socialista Rodríguez Zapatero prometió un ordenador portátil a cada alumno de quinto y sexto de primaria y segundo de ESO, como una manera de propiciar la inmersión del alumno en las nuevas tecnologías. Que las nuevas generaciones deben tener un contacto constante con toda clase de artilugios electrónicos que, en teoría, facilitan su interés, se ha convertido en un axioma que casi nunca se discute.

No están muy de acuerdo, paradójicamente, algunos de los grandes gurús de la tecnología como Bill Gates o Steve Jobs, que criaron a sus hijos poniendo límites a su utilización de estos aparatos. Tampoco parecen muy favorables los veteranos profesores Joe Clement Matt Miles, que acaban de publicar ‘Screen Schooled’, un libro en el que intentan explicar “cómo el abuso de la tecnología está haciendo que nuestros hijos sean más tontos”. Un libro que, visto lo visto, promete ser el ‘Superficiales’ (Nicholas Carr) de los niños.

Gates no dejó que sus hijos tuviesen un móvil hasta los 14 años e impuso límites horarios a su uso. Por supuesto, nada de teléfonos a la hora de la cena

“A los profesores se les anima a utilizar ordenadores o tablets en todas las clases”, recuerdan en la introducción. “En lugar de introducir la educación a través de ‘software’ a tal efecto, los profesores ahora hacen todo lo que pueden para encajar sus clases en la tecnología con la que los jóvenes están más a gusto, como las redes sociales y los videojuegos”. Algo que ha sido demoledor en los últimos años, según los autores: “Estos mensajes contradecían todo lo que Matt y yo veíamos en los niños. Era obvio que no se estaban beneficiando de la tecnología. Más bien, se estaban convirtiendo en adictos. Estaban consumidos por los videojuegos y las redes sociales. La tecnología parecía estar dando forma a sus interacciones sociales e incluso a cómo pensaban”.

Algo en lo que parecían estar de acuerdo Gates y Jobs, como recuerda un artículo publicado en ‘The Independent’. Al contrario de lo que cabría esperar, los magnates de la innovación establecen límites al uso que sus hijos hacían de los productos que habían ayudado a desarrollar. Bill Gates no dejó que sus hijos tuviesen un teléfono móvil hasta que cumplieron los 14 y fijó un límite al tiempo que su hija podía utilizar un videojuego con el que estaba obsesionada. Nada de móviles a la hora de la cena y hay que apagar todo a determinada hora para dormir bien. Su mujer, Melinda, recordaba que “los teléfonos no son malos en sí mismos, pero para los adolescentes que aún no disponen de las herramientas emocionales para navegar la confusión vital, pueden exacerbar esas dificultades”.

¿Dónde están los límites?

Jobs, por su parte, no dejaba a sus hijos utilizar el iPad recién salido del horno. “Limitamos la cantidad de tecnología que nuestros hijos utilizan en casa”, aseguraba. No son los únicos casos. Un reportaje de ‘The Guardian’ recogía los testimonios de otros tantos iconos de la tecnología que hacían lo propio. Algunos testimonios son reveladores, como el de Chris Anderson, editor de ‘Wired’ y fundador de 3D Robotics, que impuso duras condiciones a las costumbres de sus hijos: “Lo hacemos porque hemos visto los peligros de la tecnología de primera mano. Lo he visto en mí mismo, no quiero que les ocurra lo mismo a mis hijos”.

La tecnología no es una parte importante en la vida de los más jóvenes, es sus vidas. Los consume de todas las maneras imaginables

“¿Qué es lo que estos ricos ejecutivos tecnológicos sabían de sus productos que nosotros no?”, se preguntan los autores. “Es interesante pensar que en un colegio público moderno, donde se requiere que los niños utilicen aparatos electrónicos como los iPad, los hijos de Steve Jobs habrían sido excluidos”. Es más, muchas de las escuelas de Silicon Valley utilizan metodologías que suelen prescindir de los aparatos electrónicos, como la Walford, en cuyos colegios no hay ordenadores, tablets, wifi o televisión. No obstante, es probable que estos aparatos sean un socorrido sustituto en aquellos entornos que, por razones económicas o de otra índole, no sean capaces de implantar lo que estas propugnan: la educación personalizada.

“El problema que hemos descubierto es que los niños a menudo pasan demasiado tiempo consumiendo pasivamente entretenimiento en sus aparatos tecnológicos basados en pantallas”, recuerdan los autores. “El resultado es que les cuesta concentrarse, pensar de forma crítica, resolver problemas e interactuar socialmente”. Pero esta situación no afecta únicamente a los niños, sino también a los que los rodean, que “han aceptado el abuso de la tecnología como ‘lo normal’”. Si un padre pasa 11 horas al día delante de una pantalla, y los colegios animan a los estudiantes a utilizarlo, ¿qué pueden hacer? Esa es la pregunta que se hacen los autores.

¿Cuándo es demasiado pronto? (iStock)
¿Cuándo es demasiado pronto? (iStock)

“La intención no es culpar a los padres y a las autoridades educativas”, recuerdan los autores en la introducción. “Tengo confianza al decir que la mayoría de padres y educadores están intentando hacer lo mejor para sus hijos”. Sin embargo, ello no les ha impedido caer en una trampa de la que resulta muy difícil escapar, puesto que también lo ha hecho el resto de la sociedad. Así concluye su diagnóstico: “La tecnología no es una parte importante en la vida de los más jóvenes. La tecnología se ha convertido en sus vidas. Les consume de todas las maneras imaginables. Lo que quiero cuestionar es que las generaciones de padres, educadores y trabajadores deban aceptar que esta es la nueva realidad”.

¿Los nuevos luditas?

Así visto, el punto de vista de Clement y Miles, amparada ante todo por su experiencia, podría parecer el de un ludismo de nuevo cuño, o el de dos viejos docentes que añoran los viejos tiempos. Por ello, se anticipan a tales críticas y recuerdan qué es lo que no pretenden en su nuevo libro: “No decimos que haya que quitar la tecnología de la escuela, no tendría sentido”. Hay algunos adelantos que consideran positivos, como la utilización de ‘webinars’ sobre materias concretas. En definitiva, parecen mostrar simpatía hacia el ‘software’ propiamente educativo, y no hacia la introducción en las aulas de herramientas creadas con otro propósito como una forma de llamar la atención del estudiante. Uno de los recordatorios del libro para los profesores es que “no tenemos por qué bajar el listón”.

No ocurrió lo mismo cuando apareció la televisión, ya que entonces “familias y amigos se reunían para llevar a cabo una experiencia conjunta”

Los autores reconocen que a menudo, cuando exponen su desencanto, reciben la misma objeción: ya se decía lo mismo cuando apareció la televisión hace más de medio siglo y a nadie le pasó nada. “Es una buena pregunta”, reconocen. Pero hay algo sustancialmente diferente, y es que eran, ante todo, experiencias colectivas. “Las familias y los amigos se reunían para experimentar juntos los programas”, recuerdan. Los televisores tardaron mucho tiempo en abandonar el salón de los hogares, el lugar más común de las casas. La tecnología, lamentan los autores, es ahora omnipresente.

Es posible que este libro abra un debate semejante al de Carr en ‘Superficiales’, que puso de manifiesto que las nuevas maneras de comunicación y la gran cantidad de estímulos que recibimos a través de internet nos impiden concentrarnos, al mismo tiempo que hace más banal nuestra conexión con el entorno. Como recordaba el autor, “las diferentes formas de tecnologías incentivan diferentes formas de pensamiento y por distintas razones, internet alienta la multitarea y fomenta muy poco la concentración”. Algo que en la infancia puede ser totalmente decisivo, advierten los psicólogos.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-10-26/tecnologia-hijos-gates-jobs_1466777/

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Bolivia y Perú repuntan en crecimiento tecnológico en América Latina

América del Sur/13 Noviembre 2016/Fuente: jornadanet/Autor:EFE

Los mercados tecnológicos de Perú y Bolivia, dos países que por años estuvieron fuera de los escalafones de la industria, son ahora los que más crecimiento y proyección están teniendo en temas como Data Center y redes, de acuerdo con las estimaciones de la tecnológica estadounidense Cisco.

as dos naciones latinoamericanas han logrado «economías dinámicas y fuertes», con crecimientos anuales de 4,0 % en Perú y 4,5 % en Bolivia, según la Cepal, que «han generado que repunten en una zona con grandes mercados, como México y Brasil», explicó a ayer Efe Aldo Arciniega, gerente de Cisco para los dos países.

De acuerdo con el ejecutivo, que participa hasta este jueves en el Cisco Live!, el evento de desarrolladores y educación que la compañía lleva a cabo en el balneario mexicano de Cancún, Perú se ha convertido en un «verdadero mercado emergente» gracias a sus «buenas políticas económicas» y una «fuerza de trabajo de alta formación».

Arciniega resaltó que en el mercado peruano «aún se encuentran espacios de crecimiento tecnológico en distintos sectores» y detalló que los principales avances se dan en industrias como la minería, la salud y la educación, que ahora ven necesaria la digitalización.»Este interés ha hecho que el mercado tecnológico local, que crece un 8 % cada año, se vuelva atractivo por sus oportunidades», destacó, al citar un reciente estudio de la compañía en el que un 69 % de los principales ejecutivos del mercado peruano tienen en su agenda un tema de transformación digital.Arciniega aclaró que, de igual manera, Perú continúa con retos por vencer, sobre todo seguir llevando internet y comunicaciones a todos los lugares del país, de la manera como el Gobierno lo ha hecho desde hace cuatro años con la red dorsal de fibra óptica, que cruza todo el país y se despliega en sus 24 regiones.

Ese mismo caso de éxito, como lo denominó el titular de Cisco en ese país, se repite de manera parecida en Bolivia, gracias a lo que consideró como «una inversión estatal completa y un sentido de la inclusión social que ahora es la prioridad en ese país».»Sin temor a equivocarme, si Bolivia sigue con la misma tendencia que tienen, sobre toda esa política económica y de crecimiento, yo creería que en unos 5 o 10 años podría dar mucho calado en términos de relevancia en el mercado de Latinoamérica y podría ser muy parecido al mercado peruano», añadió.Arciniega se declaró «sorprendido» por las inversiones en tecnología y las políticas que está haciendo el Estado boliviano y las empresas privadas, ya que «demuestra que hay una apuesta tecnológica directa para el desarrollo del país».

El ejecutivo de Cisco añadió que, «independientemente de las condiciones políticas, Bolivia ha afrontado con muchísima madurez los cambios que ha habido en el pasado» y eso «se ha visto reflejado en que los niveles de ingresos de las compañías tecnológicas, incluyendo Cisco, se han duplicado o triplicado en los últimos años.»Bolivia cada vez se parece más a Perú, porque está empezando una etapa de desarrollo como la que inició ese país hace 10 años», dijo, al asegurar que Cisco ha iniciado contactos con el Gobierno de Evo Morales para crear alianzas publico-privadas, sobre todo en educación y capacitación tecnológica.Según cifras de venta la compañía de San José (California, EE.UU.), el mercado boliviano está requiriendo, sobre todo, soluciones de red y relacionadas a temas de Data Center, «lo que lleva a pensar que está en un periodo de madurez de empezar a crear infraestructura», aseguró Arciniega.

Sin embargo, Arciniega advirtió que estos dos países deberán reducir la brecha que aún existe en la región de personas capacitadas en tecnología, que llega a 450.000 profesionales, si quieren seguir apalancando su crecimiento en una industria que enfrenta la denominada «cuarta revolución industrial».

Fuente de la noticia: http://www.jornadanet.com/n.php?a=134821-1

Fuente de la imagen: http://www.eldiario.net/noticias/2016/2016_11/nt161111/t_2016-11-11_51.jpg

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Los tech hubs africanos reivindican, en Casa África, la capacidad de la tecnología para el desarrollo del continente

África/Europa/06 Noviembre 2016/Fuente y Autor:empresaexterior

Empresas, innovadores y tech hubs de Sudáfrica, Ghana, Kenia, Senegal, Cabo Verde, Costa de Marfil y Mauritania se encuentran con sus homólogos españoles para mostrarles soluciones, aplicaciones y casos de éxito concebidos en África

«Yo creo que nuestro gran reto en África en el sector de las tecnologías y el desarrollo es la inclusión entre las diferentes Áfricas, así que para nosotros ésta es una oportunidad para encontrarnos y entender cuáles son los retos en los diferentes países», explicó Emmanuel Henao, del tech hub Jokkolabs en el patio de Casa África. Recién llegado de Costa de Marfil, uno de los diez países donde Jokkolabs se implanta, Henao recordó que hablamos de 54 estados con contextos muy diferentes los unos de los otros y con agendas propias y ritmos de desarrollo distintos. «La tecnología nos puede dar una capacidad más colectiva en trabajar educación, agricultura, varios temas que son muy importantes», señaló, haciendo referencia a varios de los retos comunes a la mayoría del continente. Henao es uno de los participantes en el Forum de Tech Hubs España-África, organizado hoy y mañana por Casa África, con la colaboración del Gobierno de Canarias a través de PROEXCA, la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI) y el Clúster Canarias Excelencia Tecnológica.

IHub, Jokkolabs, The Innovation Hub o Akendewa son sólo cuatro de los nombres que figuran en la lista de invitados, representando la realidad innovadora de las nuevas tecnologíasen varios puntos de África subsahariana, donde se expande un efervescente ecosistema de empresas y centros tecnológicos de altísimo nivel, que se caracterizan por adaptarse a sus entornos y las necesidades de sus países y ciudadanos.

Junto a ellos, participan en el encuentro directores generales de telecomunicaciones e innovación de varios gobiernos africanos, que desgranarán la situación actual del sector en sus respectivos países, así como los desafíos a los que se enfrentan. La posibilidad de crear redes y partenariados entre España y los países africanos, la deslocalización de servicios en un mundo globalizado y la formación de los emprendedores y el refuerzo de sus capacidades figuraron en las mesas de discusión de la mañana, así como la ciberseguridad, la extensión y mejora de la conexión y los sistemas de financiación a startups.

«La mayoría de la gente que trabaja en los tech hubs es muy joven y tiende a experimentar mucho», subrayó Kirui Kennedy, de iHub, que explicó cómo su tech hub, que ha creado casi 200 empresas en unos ocho años, ha sido testigo del nacimiento de aplicaciones tecnológicas que mejoran la vida de la gente, como M-Farm, que ayuda a los agricultores a conocer los precios de mercado y vender mejor sus cosechas.

El foro consta de varias mesas redondas en las que se abordarán asuntos como el potencial de las nuevas tecnologías en África o los planes estratégicos en el sector de las TIC en Ghana, Kenia, Senegal, Mauritania y Cabo Verde. Asimismo, se expondrán casos de éxito en África y España y se habilitará un espacio para fomentar el networking entre empresas e instituciones africanas y españolas.

Cifras

La Asociación GSM (Groupe Speciale Mobile) afirma que, a día de hoy, funcionan en el continente africano 314 tech hubs repartidos en 93 ciudades de 42 países. A la cabeza en lo que a la proliferación de estos espacios de innovación y emprendeduría tecnológica se refiere se encuentran Sudáfrica (54), Kenia (27), Egipto (28), Nigeria (23) y Marruecos (21). Estos cinco países acumulan la mitad de los tech hubs africanos. Según datos de la GSMA también, la edad media de los tech hubs africanos no llega a los cinco años. Un 13 % de ellos se alía con operadores móviles como Orange, MTN o Vodafone; un 49 %, con empresas de telecomunicaciones como Microsoft, Google y Ashoka. Las páginas de Facebook de los tech hubs africanos aglutinan a un millón y medio de seguidores y las de Twitter, a unos 600.000.

Kenia y Sudáfrica son dos de los países que participarán en el foro, a través del trabajo de iHub y The Innovation Hub. Ihub es, probablemente, el más popular de los hubs de innovación africanos y surge en un contexto tan alentador como poco conocido. Kenia es punta de lanza de la revolución del dinero móvil: cuenta con más de 300 espacios de innovación tecnológica y Nairobi recibe el apelativo de Silicon Savannah por sus avances en finanzas digitales, incubadoras de empresas y aplicaciones. The Innovation Hub persevera, por su parte, como el primer tech hub subsahariano, con más de 14 años de experiencia impulsando iniciativas que apoyan la innovación y el desarrollo empresarial, sobre todo, en los sectores de industria avanzada, economía verde y ciencias biológicas. El crecimiento de la economía, la creación de empleo y la reducción de la pobreza figuran entre los objetivos de este espacio innovador.

Consciente de la vitalidad de estos ecosistemas tecnológicos, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, visitó Kenia y Nigeria este verano y estuvo en las instalaciones de uno de los tech hubs que hoy nos acompañan, iHub. Facebook tiene ya 84 millones de usuarios en África y una previsión de 75.000 millones de dólares en publicidad gracias al comercio digital. La compañía abrió su primera oficina africana en Sudáfrica el año pasado y ya invierte en talleres y actividades en Kenia y Nigeria, ambos parte de la iniciativa Internet.org. Zuckerberg se suma así a una tendencia de empresas de telecomunicaciones y de desarrollo de software norteamericanas que organizan eventos e invierten en iniciativas en África.

A la sombra de esta realidad también luchan por hacerse un hueco en el panorama de la innovación tecnológica tech hubs que se expanden por África occidental destacan como Jokkolabs, ya presente en diez ciudades africanas con 200 espacios de coworking, o asociaciones como Akendewa, que se dedica a la formación numérica en Costa de Marfil, y empresas como Dev Engine Labs y ADNTEch (Senegal), CvickLda y ZING Developers (Cabo Verde), CINETPAY y Kaléjob (Costa de Marfil) y CAURIBOX (Mauritania), cuyos representantes participarán en este Fórum.

Los espacios de innovación están llegando a lugares que quizás no figuran en nuestro imaginario colectivo como los más propicios para desarrollar nuevas tecnologías, como Sudán del Sur, Níger o el norte de Nigeria, preparando el futuro, aprovechando la cantera de la inteligencia colectiva local y proponiendo soluciones a los problemas diarios del ciudadano medio.

 

Fuente de la noticia: http://empresaexterior.com/not/60208/los-tech-hubs-africanos-reivindican-en-casa-africa-la-capacidad-de-la-tecnologia-para-el-desarrollo-del-continente/

Fuente de la imagen: http://empresaexterior.com/upload/img/periodico/img_20865.jpg

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Pobreza y tecnología en México

América del Norte/México/28 de Agosto de 2016/Autor: Manuel Gómez Granados/Fuente: Excelsior

Lejos, como estamos, de haber llegado a un acuerdo sobre qué ocurrirá en el futuro con la medición de la pobreza, tendríamos que prepararnos para una serie de transformaciones tecnológicas que tendrán un impacto terrible, acaso devastador, en la economía tanto de miles de pequeñas comunidades como de cientos de miles de colonias populares del país. Se trata de cambios que —en muchos sentidos— están ya a la vuelta de la esquina.

El más notable de esos cambios es la entrada en uso masivo de los vehículos autónomos. Ya nos hemos acostumbrado en México a la idea de que, más tarde o más temprano, llegarán autos como los que ahora prueba Alphabet, la holding que controla a Google. Todas las grandes armadoras automotrices tienen ya prototipos de autos autónomos. Esos vehículos podrían tener beneficios muy importantes en el ámbito ecológico, pues reducirían conductas estúpidas, como usar el acelerador como claxon o los acelerones innecesarios. Sin embargo, también traerán —con toda probabilidad— el final de una época en términos de empleo.

Basta voltear la vista en casi cualquier ciudad de la República, para ver la gran cantidad de personas empleadas por la industria automotriz, desde la producción y venta de autos nuevos, hasta quienes viven de la chatarra automotriz. Pero no será sólo con los autos. La división de transporte de carga de Mercedes Benz opera, desde mediados de 2015, prototipos del Freightliner Inspiration, un tráiler de cinco ejes y 18 llantas, que ya recorre algunas carreteras de Estados Unidos como parte de la primera generación de camiones de carga autónomos. De acuerdo con estimaciones de la propia Mercedes Benz y otras armadoras de vehículos, en 2018 entraremos en la fase de total autonomía de los autos, luego de lo cual, en 2023, ingresaríamos en la fase de adopción de los vehículos 100 por ciento autónomos.

La teoría económica suele colocar todo tipo de flores en este modelo de desarrollos y los presenta como una oportunidad más en la ruta de la liberación de las personas de tareas miserables y mal pagadas. La vida de una persona no tendría por qué perderse, suelen decir los economistas, tras el pesado volante de un tráiler que desplaza contenedores de México a Canadá y viceversa. El problema de esta línea de razonamiento es que, así como ocurrió con la llegada de las computadoras y otros desarrollos tecnológicos, la popularización de los vehículos autónomos implicará una monumental destrucción de empleos, no sólo de choferes, sino también de quienes prestan servicios a éstos. Basta recorrer con la mente parajes en la autopista México-Veracruz como Río Frío o Esperanza, que viven de prestar servicios a los transportistas, para imaginarse el impacto que tendrá que los contenedores sean transportados por vehículos autónomos como el Freightliner Inspiration y no por choferes. En otros países donde existen mecanismos más eficaces para atemperar cambios en el comportamiento de los mercados, ya piensan en los posibles efectos de una nueva revolución tecnológica como la descrita. Acá, la Reforma Energética, por citar el caso más cercano, se diseñó sin considerar siquiera la posibilidad de que el barril de petróleo se vendiera a menos de 80 dólares. Todas las decisiones de la reforma se tomaron sobre esa base. Eso explica nuestra actual vulnerabilidad, y deja ver qué podría pasar si ocurre, digamos en 2024, una revolución como la descrita aquí. La idea —popular entre algunos economistas e ideólogos neoliberales— de que todo estará bien y de que el mercado por sí mismo resolverá los problemas que el propio mercado genera, no ha funcionado. Lo que se advierte en México y en muchos otros países es una creciente disociación entre las tasas de crecimiento y las de pobreza. Es decir, la economía en su conjunto crece, pero ello no implica una caída en las tasas de pobreza; más bien lo contrario. Ello es así gracias al modelo de desarrollo vigente en países como México que, incluso sin considerar factores como la corrupción, no distribuyen el crecimiento, lo reconcentran. En países como el nuestro, afectados por la corrupción como estamos, el efecto de concentración del ingreso y el aumento de la pobreza es todavía mayor y es allí donde está el gran riesgo de disparar todavía más las cifras de empleo informal, desempleo y pobreza, gracias a una revolución tecnológica en un contexto tan desigual como el mexicano.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/manuel-gomez-granados/2016/08/13/1110736

Fuente de la imagen: http://www.pantallatech.com.ve/tecnologia/mexico-entre-paises-que-mas-escalan-en-uso-de-tecnologia-2/

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Venezuela: Somos Poder Popular. Tecnología de Información libre en la comunidad organizada

Venezuela/19 de agosto de 2016/oei.es/Por: Sandra Carolina Castillo Acosta

IBERCIENCIA: Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.
En la República Bolivariana de Venezuela proyectos que se ejecutan para el uso masivo de tecnologías de información, trascienden más allá del aula de clase y van hacia el poder popular a través de las comunidades organizadas, logrando que se involucren y apliquen estas tecnologías en su cotidianidad y sean parte de su sentido común. 

Iniciativas que buscan fortalecer el uso de las tecnologías de información se llevan a cabo más allá de las aulas de educación formal en la República Bolivariana de Venezuela, gracias a que existe en la Constitución del año 1999, otorgarle un papel fundamental a la ciencia y tecnología en el desarrollo económico y social del país y se desarrollan a partir de allí una serie de programas como el proyecto de Canaima Educativo que nace en el año 2008 y considera dos ejes fundamentales: Adquisición de computadoras específicamente para fines educativos y la instalación de una fábrica en Venezuela para ensamblaje y servicios de las mismas. Todo lo expuesto es parte de lo que conlleva a que grupos de comunidades organizadas desarrollen proyectos, que se amparan en el desarrollo y uso de las tecnologías libres.

Destacan algunas experiencias como “La Escuela una Fabrica del Saber…” que nace como semilla promotora de cambios y transformaciones desde lo local en el sistema educativo venezolano y que llevan los docentes que forman la Red Docente en Tecnologías Libres; otras iniciativas vista desde otra óptica pero con fines similares como lo es el trabajo en comunidad, surge en el año 2011 el “Club de Robótica de la Universidad de Oriente” (UDO) y tiene como misión “ Fomentar la creatividad y la innovación tecnológica en la comunidad universitaria de la zona norte del estado Anzoátegui, brindando las herramientas y el apoyo adecuado de un grupo multidisciplinario que, en colaboración mutua, puedan ayudar a desarrollar ideas y/o proyectos.”

Surgen otras tales como Caciquit@s que es un programa educativo que busca apoyar la educación formal con Tecnologías de Información en Software Libre, de manera de que profesores, tutores s y los niños y niñas, puedan estudiar desde sus canamitas (computadoras portátiles) de una formadiferente y divertida, donde su principal impacto va dirigido a que niños, niñas y adolescentes aprendan a aprender de una manera lúdica y divertida, fomentando su creatividad y forjando una educación liberadora a través del uso y aplicación de las tecnologías de información libres.

No debe dejarse a un lado que se han implementado en el país los Centros Bolivarianos de Informática y Telemática (CBIT), constituidos por aulas tecnológicas dotadas de computadoras, acceso a internet, servidores con sistema operativo y aplicaciones de Software Libre que permiten el desarrollo de actividades formativas con el apoyo de recursos didácticos y permiten el contacto directo de los niños, niñas y adolescentes con tecnología.

Se incluye en algunas escuelas técnicas públicas la especialidad de robótica siendo una referencia la que surge en la ciudad de Caracas y en el estado Carabobo, donde se imparten las menciones de electrónica, mecánica e industrial y los estudiantes se involucran en el uso de las tecnologías dentro de una estrategia de aprender haciendo y buscando el desarrollo de capacidades en esas áreas mencionadas.

Sin embargo, avanzando en esta búsqueda de ese poder popular apropiado de las tecnologías de información, se encuentran experiencias que tienen aún más trascendencias y aparecen las comunas tecnológicas como una llamada Don Luis Zambrano, quien lleva el nombre de un inventor venezolano autodidáctico. Esta comuna realiza una serie de actividades que busca fortalecer el uso y el desarrollo de las tecnologías libres, desde una visión global que va más allá de lo territorial.

Todas estas iniciativas que nacieron en la búsqueda de que las comunidades organizadas utilicen las tecnologías y que se fomente además el desarrollo y uso del software libre, se hace sentir al unísono de esas comunidades organizadas el “ser poder popular” , conjugados en colectivos, clubes, consejos comunales, comunas.

Tomado de: http://oei.es/divulgacioncientifica/?Somos-Poder-Popular-Tecnologia-de-Informacion-libre-en-la-comunidad-organizada

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