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Última hora: Protestas por todo Santiago de Chile (Audios)

América del Sur/Chile/18-10-2019/Autoras(es) y Fuente: Colaboradores de Otras Voces en Educación (OVE)

Miles de jóvenes, estudiantes y comunidades de Santiago de Chile protestan en las calles en repudio al aumento del precio del boleto del metro.

A continuación tres reportes (audio) y un vídeo sobre la situación en Santiago de Chile desde las 20:00 horas.

 

 

 

 

Fuente: Colaboradores de Otras Voces en Educación (OVE)

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Niños y niñas peatones de África se llevan el primer Premio Ross para Ciudades

África/25 Abril 2019/Fuente: El país

La primera edición del galardón premia una organización sin ánimo de lucro que contribuye a ciudades más seguras para la infancia africana

La organización benéfica SARSAI de Dar Es-Salam, se lleva el galardón de la primera edición del Premio Ross para Ciudades, un laurel del Instituto de Recursos Mundiales(WRI, por sus siglas en inglés) que va a destinar 250.000 dólares anuales para reconocer los logros en la transformación urbana. En su primera edición, el galardón allana el camino hacia ciudades más seguras reconociendo el trabajo de este programa, que hace que los viajes a la escuela sean más seguros para los niños en Dar es Salaam, Tanzania y otras ciudades africanas.

Las ciudades del África subsahariana tienen un grave problema de tráfico que pone en riesgo las vidas de millones de personas. Entre ellas, la infancia es la más vulnerable de todas. Y es que, como ya hemos subrayado anteriormente en Planeta Futuro, «los niños y niñas africanos tienen el doble de probabilidades de morir en la carretera que los menores en otros lugares del mundo».

SARSAI, un programa sin fines de lucro cuyas siglas en inglés significan ‘Mejoras y Evaluaciones de Seguridad Vial del Área Escolar’, identifica áreas de alto riesgo para los niños que van a la escuela y utiliza varios medios para protegerlos del tráfico, como los baches de velocidad, los bolardos o las aceras. Para premiar el trabajo que llevan haciendo desde hace ya seis años, el pasado miércoles 10 de abril de 2019, la organización WRI, con sede en Nueva York, les otorgó el primer galardón, destinado a premiar los mejores proyectos del mundo para la mejora de la vida urbana.

SARSAI, comenzó su trabajo en Dar es Salaam en 2012, centrándose en las escuelas de mayor riesgo y recopilando datos de tráfico sobre qué intervenciones podrían ayudar. El programa ha servido ya a 38.000 niños en Dar es-Salam y funciona en nueve países de la región subsahariana, demostrando a los gobiernos locales que es suficiente con medidas simples y de bajo costo para salvar las vidas y la integridad de los más vulnerables.

Según informa WRI, Sarsai ha conseguido reducir las tasas de lesiones entre niñas y niños de la ciudad de Dar es-Salam en un 26 por ciento y ha disminuido las velocidades de tráfico en hasta un 60 por ciento en las áreas escolares en las que funciona. Con su programa, además, Sarsai contribuye a reformular el diseño urbano haciendo que las ciudades sean más amigable para los viandantes, especialmente para los niños peatones.

Los cuatro finalistas para la primera edición de este nuevo premio mundial fueron el Proyecto de Desarrollo Urbano de Eskişehir, que revitalizó un río y una ciudad en Eskişehir, Turquía; Metrocable, el sistema de tranvía aéreo en Medellín, Colombia; SWaCH Pune Seva Sahakari Sanstha, una cooperativa de propiedad de recicladores en Pune, India; y Warwick Junction en Durban, Sudáfrica, un área de mercado vibrante donde la organización sin fines de lucro Asiye eTafuleni ayuda a los trabajadores informales a diseñar mejoras de forma colaborativa y comprometerse con la toma de decisiones oficial.

Imagen cedida por el WRI Ross Center for Sustainable Cities.
Imagen cedida por el WRI Ross Center for Sustainable Cities.

El proceso de evaluación fue extenso: en el transcurso de un año, el comité del Premio Ross examinó a unos 200 candidatos. El jurado estaba compuesto por líderes e innovadores urbanos, incluido el arquitecto tanzano David Adjaye. Según la WRI, sus jueces buscaron proyectos que impactan las vidas de los residentes de la ciudad, la forma y función de las economías urbanas, los entornos y las comunidades en general, poniendo un énfasis especial en el espacio público compartido y una tendencia a mejorar los espacios verdes. Así, con este premio inaugural, se espera ayudar a las ciudades a retomar el camino hacia una trayectoria más sostenible y equitativa, impulsando soluciones urbanas de vanguardia que puedan replicarse en múltiples contextos.

Imagen: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/04/17/seres_urbanos/1555489780_664403_1555509453_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/04/17/seres_urbanos/1555489780_664403.html

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Cuba: Desarrollan en Cienfuegos enfoques científicos para la educación ambiental comunitaria

Cuba/ 24 de abril de 2018/Por: Roberto Alfonso Lara/Fuente: http://www.5septiembre.cu

El manejo integrado de zonas costeras encabeza, desde el ámbito científico, las acciones fomentadas en Cienfuegos en aras de la educación ambiental comunitaria, a partir de enfoques inherentes a las investigaciones de Ciencia, Tecnología y Sociedad.

Así lo asegura la doctora María Elena Castellanos González, autora principal de esta perspectiva, con el apoyo institucional de la Universidad de Cienfuegos y el Centro de Estudios Ambientales.

“La propuesta transita de las contribuciones teóricas a la práctica, pues el objetivo es su aplicación como instrumento de la educación ambiental comunitaria para enfrentar los riesgos asociados al cambio climático. (…) Son enfoques emergentes, del mundo desarrollado, los cuales adecuamos a la realidad cubana”, precisó.

Disímiles experiencias acumuladas durante diez años de implementación en los asentamientos cienfuegueros de O’Bourke y Castillo de Jagua, preceden la búsqueda de una estrategia de acción comunitaria orientada al desarrollo sostenible.

Según Castellanos González, constituyen puntos de vista renovadores, los cuales “nos permiten evaluar nuestra cultura y en qué debemos transformarla. Integral es su palabra de orden, al sostener que ningún problema ambiental podrá resolverse desde análisis particulares o desde una sola institución. Le corresponde a la sociedad cambiar sus modos de ser y hacer”.

Avalado con un premio de la Academia de Ciencias de Cuba por su impacto científico y socioeconómico, el manejo integrado de zonas costeras se comprende como una construcción cultural abierta y en interrelación con otros escenarios.

“Para nuestro país es una manera de verse dentro del área del Caribe y deviene, por lo tanto, una herramienta de desarrollo”, afirmó Castellanos González.

Fuente de la Noticia:

Desarrollan en Cienfuegos enfoques científicos para la educación ambiental comunitaria

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7 años de conflicto en Siria: “una colosal tragedia humana”

Siria/12 de Marzo de 2018/ACNUR

El incesante sufrimiento de la población civil siria pone de relieve una vergonzosa falta de voluntad política y el descenso a nuevos mínimos en el prolongado conflicto de Siria, que este mes alcanza un deprimente séptimo aniversario, lamentó hoy el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.

“Estos siete años de guerra nos han dejado una colosal tragedia humana. Por el bien de los supervivientes, ya es hora de poner fin a este devastador conflicto. No hay ganadores claros en esta insensata búsqueda de una solución militar, pero resulta fácil ver quién pierde: el pueblo de Siria”, añadió.

Siete años de enfrentamientos se han cobrado cientos de miles de vidas, han forzado a 6,1 millones de personas a huir de sus hogares dentro de Siria y han obligado a 5,6 millones de refugiados a buscar seguridad en los países de la región.

Las condiciones de vida a las que se enfrenta la población civil en Siria son peores que nunca, ya que el 69% languidece en la pobreza extrema. La proporción de familias que gastan más de la mitad de sus ingresos anuales en alimentos ha aumentado hasta alcanzar el 90%, mientras que los precios de los alimentos son en promedio ocho veces más altos que los niveles previos a la crisis. Alrededor de 5,6 millones de personas se ven expuestas a situaciones que amenazan su vida en términos de seguridad, derechos básicos o condiciones de vida, y requieren asistencia humanitaria urgente.

ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, y sus socios humanitarios están haciendo todo lo posible para brindar ayuda a las personas en situación de necesidad extrema en el país, pero el acceso a la población en las zonas sitiadas y de difícil acceso sigue siendo, desgraciadamente, insuficiente. El convoy humanitario que llevó ayuda a las personas sitiadas en Duma, en Guta Oriental, el pasado 5 de marzo supuso un positivo avance. Sin embargo, los continuos bombardeos obligaron a los camiones a salir de la zona antes de que la mitad de los alimentos destinados a la población hambrienta pudieran ser descargados y nuestros intentos por volver se han visto frustrados.

Tanto ACNUR como otros actores humanitarios se hallan preparados y deseosos de poder hacer entrega de ayuda básica a los cientos de miles de personas que la necesitan desesperadamente, dentro de Guta Oriental y de otras zonas sitiadas del país.

“Incluso en la guerra, hay reglas que todas las partes deben respetar. En Siria, hasta la posibilidad de huir de zonas en conflicto en busca de seguridad en otras partes del país está disminuyendo. Se debe garantizar el acceso de la ayuda humanitaria a las personas que la necesitan, así como la seguridad de quienes desean huir en busca de refugio, proteger a toda costa a personas e infraestructuras civiles,como hospitales y escuelas”, declaró Grandi.

Mientras tanto, la peligrosidad de la situación dentro de Siria ha apagado las esperanzas de millones de refugiados sirios que viven en Turquía, Líbano, Jordania, Egipto e Irak, y que sueñan con regresar a su casa cuando las condiciones de seguridad lo permitan.

“Mientras los combates en algunas zonas de Siria sigan siendo tan cruentos como hasta ahora, es comprensible que los refugiados tengan aún demasiado miedo para regresar”, dijo Grandi. ACNUR ha comenzado los preparativos para prestar asistencia a los retornos, pero la situación de seguridad deberá mejorar considerablemente antes de que estos puedan tener lugar.

En espera de ello, las condiciones de millones de sirios en el exilio son cada vez más difíciles, ya que en su gran mayoría viven por debajo del umbral de la pobreza. Más de tres cuartas partes de los refugiados en zonas urbanas de Jordania y el Líbano no pueden cubrir sus necesidades básicas en materia de alimentación, vivienda, salud o educación.

El porcentaje de los niños y niñas refugiados que asiste a la escuela ha aumentado en los últimos años; sin embargo, el 43% de los 1,7 millones de refugiados sirios en edad escolar sigue sin tener acceso a la educación. Los sistemas nacionales de educación pública en los países de acogida recurren a dobles turnos de clases para acomodar a los estudiantes sirios y precisan de mayor apoyo.

“Si bien la atención se centra en la devastación que sufre Siria, no debemos olvidar el impacto de la guerra sobre las comunidades de acogida en los países vecinos, ni los efectos que tantos años de exilio han tenido en la población refugiada”, recalcó Grandi. “Mientras no haya una solución política al conflicto, la comunidad internacional deberá aumentar sus contribuciones a los países de acogida”.

El Alto Comisionado hizo referencia también a la próxima conferencia internacional Apoyo al futuro de Siria y la Región, que tendrá lugar en Bruselas los días 24 y 25 de abril, sobre la que afirmó que debe concluir en un compromiso firme de proporcionar mayor apoyo financiero y al desarrollo.

La ayuda de los donantes ha sido generosa durante los años de conflicto, pero se precisa mucha más. En diciembre del año pasado, las agencias de la ONU y cerca de 270 ONG socias dieron a conocer el Plan Regional para los Refugiados y la Resiliencia (3RP) para 2018, que prevé un presupuesto de 4.400 millones de dólares para apoyar tanto a la población refugiada como a las comunidades que los acogen. Sin embargo, la brecha entre las necesidades y los recursos disponibles sigue siendo amplia. En 2017, la respuesta humanitaria internacional captó únicamente la mitad de los fondos que requería.

El Alto Comisionado se encuentra actualmente en el Líbano, donde a lo largo de tres días se reunirá con altos funcionarios del gobierno y con algunos de los cerca de un millón de refugiados sirios registrados que viven en el país. Grandi elogió la generosidad del país por acoger casi al mismo número de sirios que toda Europa en su conjunto, pero advirtió de que la insuficiencia de apoyo internacional está aumentado la vulnerabilidad de los refugiados y las comunidades que los acogen.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/7-anos-de-conflicto-en-siria-una-colosal-tragedia-humana/

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La educación democrática

Por María de Lourdes Lara

Este mes me he tardado un poco en presentar estas letras. No ha sido por falta de asuntos a discutir. Más bien me siento abrumada de asuntos que me agobian y, a la vez, me llenan de esperanzas.

¿Qué decir entonces? Cuando me agobia el dolor, el sufrimiento de tantas comunidades empobrecidas, me llena de esperanzas la llegada de una alumna universitaria, que sale de las cenizas de su barrio devastado a aportar su sabiduría; a reírse de sus malabares para llegar a la universidad desde Yabucoa, un pueblo sin energía eléctrica. La universidad se convierte en su oasis: ahí pasa el día entre compañeros y profesores que se educan entre sí, investigan y analizan más allá de la precariedad del día a día que nos dejó el huracán María. Reacciona decidida y optimista para enfrentar con lucidez a las malas decisiones que tomamos, o a las buenas decisiones que aún no tomamos. Una se angustia por el país y los jóvenes que te llegan, muchas veces cargando a sus familias completas en los hombros, te dejan pegada de deseos de hacer y trabajar por una democracia que asegure su presente.

En 35 años trabajando con estudiantes y comunidades en toda la isla, nunca había sentido tal urgencia de educar, activar y movilizar una democracia más participativa, más justa, equitativa, solidaria y sensible.

Las universidades somos responsables de mover estos principios y estas prácticas. Si no ¿para qué existimos? Me pregunto qué seguimos haciendo mal o qué no acabamos de hacer para que la ciudadanía se forme y trabaje desde y para ser más democráticos. La desigualdad social y económica que sufren dos terceras partes de nuestra población; la corrupción que atraviesa tanto al sector público como al privado; la anomía y desdén con la que vivimos y tratamos a nuestros semejantes y sobre todo la ignorancia: esa incapacidad de reconocer lo verdadero, los justo, lo correcto y poder actuar según estos principios, muestran la adolescencia de nuestro sistema educativo formal, informal, privado y público. Sin estos pilares, no hay reforma educativa, gubernamental o las que se sigan inventando, que logre sacarnos de este permanente huracán.

Cuando llegan estudiantes de un barrio abatido, con sus ojos abiertos, su escucha activa para aprender, para ser y luchar por su educación; sensibles con sus comunidades, investigando las necesidades y documentando soluciones que nacen de la solidaridad, me llena el hambre por la democracia. Veo entonces cómo este estudiantado nos ofrece la ruta para que salgamos del abismo. Pienso que aún la vida no los corrompe. Nos empuja a no rendirnos y someternos al cinismo.

Nuestro posible mayor valor, nuestro posible mayor activo es nuestra democracia, pero hay que cultivarla. Ser democráticos y hacerla parte de la vida diaria es algo que se aprende. Se aprende en relaciones familiares, en la convivencia del barrio, en la celebración de la diversidad, en las organizaciones civiles y comunitarias, en escuelas cooperativas, en la universidad, en el espacio laboral. No es un discurso griego, ni asunto de partidos políticos o sindicatos; es una forma de vida. Cuanto más lo aprendamos y practiquemos, más posibilidades tendremos de vivir seguros en comunidad, con ingresos justos ahora y cuando nos retiremos. Protegeremos una educación que garantice ciudadanos, trabajadores y empresarios que protejan nuestros recursos naturales, una salud integral y calidad humana y relacional.

Hagamos de la educación para la democracia participativa el principio rector de la transformación de Puerto Rico. Los niños y jóvenes se lo merecen y nosotros se lo debemos. ¡UBUNTU!

Fuente del Artículo:

https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/laeducaciondemocratica-columna-2397555/

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México: Mil 542 alumnos dejaron la telesecundaria

28 de Enero 2018/Fuente y Autor: elsiglodedurango

Durante el ciclo escolar 2016-2017, un total de mil 542 alumnos se vieron en la necesidad de abandonar sus estudios dentro del Sistema Estatal de Telesecundaria (Setel), cantidad que equivale al 7.64 por ciento de un universo de 20 mil 175 adolescentes inscritos formalmente en esta modalidad, según lo reveló el titular de este organismo, José Teodoro Ortiz Parra.

Cuestionado sobre cuáles son los motivos principales por los que los jóvenes se ven orillados a dejar las aulas de telesecundaria en sus comunidades, el entrevistado enfatizó que, en términos generales, es la emigración, un fenómeno que se produce en la mayoría de los casos por la falta de fuentes de empleo de los padres de familia.

“La economía es muy golpeada al interior de las familias, razón por la que los padres se mueven de sus localidades para buscar mejores destinos, y a veces ellos creen que los encontrarán acercándose a las ciudades, porque hay comunidades muy pequeñas donde tenemos escuelas unitarias que se componen de tres o cuatro familias”, explicó el informante.

A pesar de estas condiciones, añadió Ortiz Parra, el Sistema Estatal de Telesecundaria hace un esfuerzo extraordinario por mantener abierta la escuela y así ofrecerles el servicio educativo a los pocos alumnos cuyas familias también se esmeran por que sus hijos acudan a las escuelas a prepararse en busca de un mejor porvenir que el que observan en el presente.

En ocasiones, ejemplificó, se dan casos en los que sólo acuden 10 u 11 alumnos; sin embargo, insistió, se lucha por que dichos estudiantes no pierdan la oportunidad de recibir la educación a la que por ley tienen derecho.

“A veces, las familias de esos poblados se ponen de acuerdo porque la fuente de empleo que tenían se acabó y tienden a irse, lo que provoca también el cierre de la escuela ante la falta de alumnos”, puntualizó.

El Director del Setel relató que conoció al respecto el caso de una comunidad, al parecer ubicada en el municipio de Guanaceví, donde se realizaba la explotación de una mina, lo que obligaba a tener una telesecundaria para que estudiaran ahí sus hijos. No obstante, llegó un momento en que terminaron las actividades en la mina, situación que derivaría en la migración de las familias y el posterior cierre de la escuela, para lo que ya estaba preparada la maestra que llevaba más de 14 años al frente del plantel.

No obstante, dijo, el panorama cambió cuando los directivos de la mina anunciaron la reactivación de las labores de explotación de la mina, lo que permitió que las familias permanecieran en la comunidad y que la escuela se mantuviera abierta.

Fuente de la noticia: https://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/936560.mil-542-alumnos-dejaron-la-telesecundaria.html

Fuente de la imagen: https://media22.elsiglodedurango.com.mx/i/2018/01/660051.jp

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El derecho a la educación en el corazón del pueblo

Por: Alberto Croce

El tema que vamos a abordar en los próximos párrafos no es nuevo. Más bien, ha sido recurrente en los años que siguieron a la recuperación democrática en nuestro país (1983). Nos ha tocado ser a veces actores, a veces observadores, a veces protagonistas, de diferentes intentos de organizar, reunir, fortalecer, acompañar… a muchas organizaciones sociales, comunitarias, populares comprometidas con el derecho a la educación de nuestro pueblo.

           Los contextos fueron variando mucho, incluso, desde antes de la fecha que arbitrariamente señaláramos más arriba. La dictadura golpeó con fuerza al campo popular educativo que aportó también sus mártires, tanto desde el campo de la educación formal como en el de la educación popular, alternativa o no formal.

          Literalmente miles de organizaciones -algunas pequeñas otras más grandes- han llevado adelante diferente tipo de proyectos educativos con una mirada emancipadora en la búsqueda de lograr garantizar el derecho a la educación en las diferentes comunidades. Entre estos proyectos educativos hay que destacar como referente histórico más emblemático el de los “círculos de alfabetización” freirianos o los espacios de formación de las ligas y comunidades agrarias. Pero cómo no reconocer aquí la atención a los niños más pequeños en centros de cuidado infantil, jardines maternales o similares y los centros o grupos de apoyo escolar o educación complementaria. En tiempos más cercanos, la aparición de los bachilleratos populares, o el plan “Fines” de terminalidad secundaria. Y debemos sumar a este gran bagaje de experiencias a los centros de formación profesional, como también diferentes experiencias de educación de adultos, formación en las cárceles, atención a personas con discapacidad. O la educación/formación en temas ambientales, sindicales, de géneros, de comunicación y  organización popular. La lista, felizmente, se hace casi interminable.

          La mayoría de estas experiencias está invisibilizada para buena parte de la sociedad. Y en el debate educativo, ha sido muy difícil hacer que la misma -y sus autoridades- vislumbraran el enorme trabajo realizado por estas organizaciones en favor de la educación de nuestro pueblo y su organización. Incluso, no pocas veces todo este inmenso mundo educativo ha sido puesto en una absurda contraposición y hasta enfrentamiento con todo el mundo de la educación formal, como si la defensa del derecho del pueblo a una educación formal de calidad pudiera confrontarse con el derecho del mismo pueblo a seguir las estrategias necesarias para sostener una amplia franja de propuestas educativas que enriquecen la sociedad y le han permitido muchos de sus avances más relevantes en materia de derechos, organización y hasta de contenidos y  metodologías dentro de la misma educación formal. O incluso, garantizando la permanencia misma y la continuidad de nuestro pueblo más pobre en la educación formal.

         A estas organizaciones que se identifican con propuestas educativas, hay que sumar las que trabajan en el mundo “de la infancia”. No son pocas las que han surgido bajo la necesidad barrial de responder al cuidado de la niñez y la adolescencia. Desde Casas del Niño, hogares infantiles o de adolescentes, hasta Centros de protección o cuidado… Organizaciones que han tenido siempre una relación más fuerte con las áreas gubernamentales de los ministerios de acción o desarrollo social que con las áreas educativas, pero cuya población final y sus metodologías de trabajo cotidiano, no difieren demasiado de las que anteriormente caracterizamos.

          Los recorridos de encuentro y articulación de todas estas experiencias han sido diferentes. Con momentos en que estos caminos se podían encontrar con cierta facilidad y otros en los que se separaban y hasta enfrentaban bruscamente. A veces por cuestiones políticas que eran vividas como irreconciliables, otras por cuestiones de protagonismos personales que no han sido menos virulentos. La educación popular reivindica para sí un compromiso con perspectivas políticas que, como no podría ser de otra manera, no siempre es coincidente entre organizaciones que realizan tareas que, para quienes las observan desde fuera, no parecieran ser muy diferentes.

          Los que hemos transitado hace años por estos intrincados caminos hemos sido testigos de estos recorridos sinuosos, por momentos apasionantes, por momentos frustrantes, que nos ha tocado recorrer.

          Los tiempos actuales nos llevan a escenarios nuevos. Muchos insisten en quejarse por no estar suficientemente preparados para actuar en los mismos. Pero la historia no nos pide permiso para hacerse presente. Sencillamente nos llama a habitarla, vivirla y construirla como protagonistas o quedarnos al costado como público observador.

          La educación siempre está conminada a dialogar con los modelos y proyectos de sociedad que se proponen. No existe la burbuja educativa. Los grandes debates sociales -económicos, políticos, culturales- aparecen con crudeza en el debate educativo. No es posible evitar la inmersión en el debate educativo desde un lugar tecnicista ascéptico. Menos en nuestro tiempo en el que ese “tecnicismo” se acerca mucho a decidir tomar una postura en el propio debate.

          Por otra parte, el contexto internacional ha variado mucho para los países de la región de América Latina y el Caribe. Los procesos de integración regional que marcaron la última década, han rotado hacia la búsqueda de negociar la “incorporación al mundo más neoliberal” con tratados de libre comercio y propuestas de sumisión a las fórmulas de los organismos internacionales más comprometidos con el modelo capitalista. Las posturas de mayor defensa de la soberanía regional, por ejemplo,  mutaron hacia un gigantesco y creciente endeudamiento.

          En este marco, quienes trabajan directamente en los territorios están enfrentándose con situaciones cada vez más difíciles y críticas. Las familias de los barrios periféricos y marginales viven en situaciones de precarización creciente y las consecuencias empiezan a sentirse con crudeza en muchas comunidades. A esto hay que agregar las condiciones de fragilidad que genera el narcotráfico y una constante y creciente  amenaza de violencia.

          Para todas estas organizaciones el acceso al financiamiento se ha vuelto una dificultad cada vez más acuciante que está comprometiendo la existencia de muchas de ellas. El abanico de oportunidades al que en décadas pasadas era posible recurrir para gestionar recursos, se ha acotado drásticamente. Y, en muchos casos, los recursos del Estado que permitían llevar adelante distintos proyectos, estàn siendo recortados dìa a dìa por motivo de las tendencias del ajuste del gasto social, como por cuestiones político-ideológicas.

          En nuestro país, los movimientos sociales llegan a obtener algunos recursos a partir de la movilización y de la toma del espacio público, presionando a las autoridades con manifestaciones y acciones directas, pero esto les genera un desgaste cada vez más fuerte, acompañado no pocas veces por la  represión o persecusión de la militancia social, en el marco de una creciente y muchas veces descontrolada violencia institucional.

          Otras organizaciones más pequeñas, con menor capacidad de movilización o militancia, están en los límites de sus posibilidades de existencia y se debaten en encontrar caminos para sostenerse, no sólo por motivos económicos, sino también por no poder posicionarse en este nuevo contexto al que experimentan como una amenaza creciente.

          Por otra parte, este conjunto de experiencias y prácticas socio-educativas ha sido un espacio en donde históricamente ha sido posible el desarrollo de una militancia social muy activa, en donde miles de jóvenes han encontrado espacios para desarrollar un gran compromiso transformador. Jóvenes de los mismos territorios y barrios, como así también de otros sectores sociales que, por diferentes motivos, optan por comprometerse con los ambientes populares más pobres.  En los distintos momentos históricos, algunos de estos jóvenes asumieron lugares más fuertes en estructuras político-partidarias, sindicales, vinculados a espacios de diferentes iglesias o a movimientos sociales de distinto tipo. En los años kirchneristas, no pocos de ellos tuvieron responsabilidades institucionales en diferentes espacios del Estado.

Desafíos del presente y señales para caminar

          El contexto actual está haciendo sentir a muchos militantes de estas organizaciones que es necesario volver a articularse para lograr algunos objetivos que se sienten impostergables. Uno de ellos es el de un reconocimiento social y colectivo de todo este “movimiento social y educativo popular”. En este sentido, nuevamente se hace necesario reivindicar estas diferentes manifestaciones de organización popular como un derecho ciudadano y sacarla del lugar de cierto individualismo voluntarista en el que algún sector quiere depositarla. Cuando este derecho ciudadano se logra reconocer necesariamente se expresa en el acceso a recursos que posibilitan que estos proyectos educativos puedan llevarse adelante con la calidad que requieren. En tiempos de escasez y ajuste, el reclamo de recursos es visto por otros sectores populares como una amenaza que puede llevar al recorte de los ya conseguidos. Esta es una dificultad objetiva que debemos considerar. Así como la oportunidad de los reclamos y reivindicaciones que se hacen, para evitar que los enfrentamientos se produzcan al interior de los movimientos y organizaciones del campo popular.

          El reconocimiento exige visibilidad. La visibilidad de las prácticas debe construirse y eso conlleva organización y articulación. Por tanto, es un tiempo en donde los diferentes espacios deben encontrarse y acordar puntos de acuerdo por sobre eventuales diferencias que, con seguridad, permanecen y permanecerán porque la uniformidad es enemiga del espíritu democrático con el que debemos construir desde el campo popular.

          De acuerdo con nuestra mirada, este espacio de construcción social debe reflexionar y profundizar alrededor de algunos puntos claves.

  1. El derecho social a la educación popular, que es derecho a organizarse para poder enseñar y aprender desde una perspectiva emancipadora a lo largo de toda la vida.
  2. Algunos elementos para conceptualizar el espacio de educación popular, alternativa, cooperativa:
    1. ¿Qué formatos organizacionales llevan adelante hoy estas iniciativas? Cooperativas, Org. comunitarias, Movimientos Sociales, Grupos de hecho…
    2. ¿Quiénes son los educadores populares en las mismas y en qué condiciones realizan su trabajo? Militantes, voluntarios, contratados, registrados, bajo programas sociales…
    3. ¿Cuáles son los proyectos educativos que están implementando? ¿Qué “hacen”? Atención a primera infancia, terminalidad educativa, alfabetización…

          Por otra parte, parece fundamental establecer un diálogo amplio, profundo y abierto con los compañeros y compañeras de mundo sindical. En tantos años hemos visto que muchos de estos intentos de organización terminaban enfrentándose con las organizaciones de los trabajadores de la educación por incomprensiones mutuas y poca capacidad de encontrar las necesarias articulaciones entre los espacios y derechos que todos proponemos defender y promover. Las luchas de los sindicatos docentes por garantizar la educación pública, gratuita y de calidad  y enfrentarse a las tendencias de privatización o precarizaciòn del derecho a la educación, llevan a cuestionar los proyectos que algunas de las organizaciones impulsan o llevan adelante. En algunos momentos de la historia que contamos y vivimos, resultaba casi imposible encontrar caminos de diálogo y reflexión al respecto. Quizás la coyuntura actual permita ir un poco más lejos de lo que fue posible en épocas anteriores, al tener en claro que lo que estamos enfrentando requiere de la mayor grandeza y generosidad.

La construcción de un espacio colectivo

           La construcción de espacios de articulación siempre ha sido un desafío complejo. Nada indica que estos nuevos intentos no lo sean. Sin embargo, estamos ante una nueva oportunidad que puede permitir la construcción de un actor colectivo que tenga posibilidades de incidencia, negociación y transformación.

          Para que sea posible lograrlo, es importante tener en claro que existen ya redes y espacios de articulación diferentes. El desafío es poder reunir a varios de estos espacios, con el propósito de construir algunos logros, sin desconocer que las agendas de cada uno individualmente van a ir más allá de las que se puedan acordar colectivamente, porque hay necesidades específicas que no pueden desconocerse pero que no serán propuestas como reivindicaciones para todos.

          La valoración de las historias y luchas previas es un punto de partida básico que es a la vez un activo fundamental de esta iniciativa, como una brújula orientadora en el camino que nos proponemos realizar. No se empieza de cero. Hay historia y camino en el haber popular. Pero la historia debe funcionar de trampolín que impulsa y no como un lastre que detiene.

          A los que venimos caminando hace más tiempo, nos toca acompañar con la mayor humildad y discreción a los nuevos liderazgos -sobre todo entre los jóvenes- que están surgiendo con mucho compromiso, valentía y generosidad. Y recordar y levantar a nuestros queridos, eternos y gigantes compañeros, como Mónica Mignone, el Pocho Lepratti, Alberto Morlachetti, Carlos Cajade, Norma Colombatto, Rodolfo Bustamante, David “Cañito” Salomone, Fito Molodevsky, Feli Mastropaolo, el Teki Rivero, Micaela García… y tantos y tantas, que han dado su vida con alegría y generosidad porque creyeron en que esta era una causa por la que valía la pena jugarse. Y viven y vivirán en la memoria de todos los que nos comprometemos por el derecho a la educación de nuestro pueblo y nos acompañarán a sostener las banderas que siguen flameando en nuestras luchas y corazones.

Fuente: https://albertocesarcroce.wordpress.com/2018/01/27/el-derecho-a-la-educacion-en-el-corazon-del-pueblo/

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