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Conferencia: La educación de las mujeres a lo largo de la historia

España / 27 de marzo de 2019 / Autor: Museo Nacional del Prado / Fuente: Youtube

Conferencia impartida por Sara Ramos Zamora, Universidad Complutense de Madrid Museo Nacional del Prado, 08-03-2017

La educación de las mujeres a lo largo de la historia. Protagonistas en la lucha por la igualdad en la educación A lo largo de la historia las mujeres han participado de forma activa en la conquista de sus derechos y en la construcción de una sociedad democrática y libre. Desde finales del siglo XIX se fue extendiendo un consenso en torno a la idea de la necesidad de educar a las mujeres recibiendo mayor atención en el espacio político, sucediéndose diferentes iniciativas que promovieron la educación de la mujer en estudios profesionales, especialmente en el comercio y en la enseñanza. Se va a reemplazar el modelo de mujer decimonónica por el de una mujer moderna y de vanguardia, culta, con conciencia política liberal y defensora de la emancipación femenina. En esa conquista las mujeres desde su papel como educadoras y maestras asumieron un protagonismo excepcional en la lucha por la igualdad en la educación y la modernización de la enseñanza. A lo largo de la intervención se analizará cómo ha sido la construcción educativa de las diferencias a lo largo de la Historia desde los discursos teóricos, la cultura política y las prácticas discursivas.

Fuente: https://youtu.be/8jtSqJsjI6M

ove/mahv

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El paro definido

Por: Azucena Martínez.
Vamos a acompañar el PARO con la elevadísima conciencia política de la clase trabajadora pues, los universitarios a estas alturas de la contienda, no podemos recular, ni doblegar la JUSTA LUCHA, a causa de posturas paralizantes que, al mejor estilo imperial, intentan invadir el territorio axiológico y desmoralizar acciones libertarias tergiversándolas con epítetos amenazantes:Son de la traición, son de la oposición, obedecen al imperio.
Los revolucionarios sabemos que la coyuntura histórica es peliaguda y entendemos que nuestros esfuerzos se tornen desconcertantes, pero  ni es culpa nuestra, quienes han venido corriendo la arruga son las «autoridades» Ministeriales, las cuales,  irrespetando  la auténtica vocería de los docentes universitarios, han tomado decisiones arbitrarias  y unilaterales. ¿Acaso debemos permitir que sepulten nuestros derechos adquiridos? Por qué no respetan lo establecido en la III Convención Colectiva? Se vulnera el Estado de Derecho , en momentos tan críticos que, en el plano interno, han obligado al pensamiento a vivir dentro del estómago y viceversa, acaparando el mayor tiempo los precios que debemos pagar para simplemente comer.  Y esto  debe decirse con claridad para que se entienda que estamos luchando por la vida y no en contra de la patria; un ideal que se concretiza en cada persona que interactúa en un espacio… De allí que el amor a la   patria se exprese en lo más próximo :hijos_padres, vecinos y entorno laboral ya que, como decía Ali Primera : «La Patria es el Hombre»…
Desde esta perspectiva, sería una verdadera distorsión dejar nuestras esperanzas en la pura espera; pensando que unos u otros nos llamarán  egoístas y no altruistas.   El impulso está en nuestras  necesidades BÀSICAS . las cuales han permitido valorar los escenarios. De cualquier manera, los universitarios no estamos en conspiracion contra Maduro; en contra del Presidente   Maduro están los órganos de control y los funcionarios que, teniendo el PODER para enfrentar la especulación y demás vicios,   para beneficiarse del soborno, burlándose de las máximas autoridades y humillando al pueblo que indefenso, termina pagándoles el costo de tales injusticias.
 Sabemos que existe una guerra económica exógena, pero la más destructiva y devastadora es la endógena, pues aquí los saboteadores, ( de derecha ó de izquierda) se presentan con tal habilidad, que la gente termina culpando a todo el mundo,_hasta a Maduro_  mientras ellos permanecen en el anonimato,… ¿Quien le pone  freno a estas  perversiones, los  trabajadores universitarios?
Aunque tenemos fe en que saldremos victoriosos de la lucha reivindicativa, no creemos que pueda existir salario JUSTO hasta tanto no se castiguen severamente  a los que van a los negocios a tasar la especulación, abusando abiertamente del poder…. militares, policías, fiscales, jueces y otros funcionarios encargados del control
 DEBERÍAN ELIMINARSE LAS VISITAS  DE TODOS TODOS! LOS FUNCIONARIOS A LOS ESTABLECIMIENTOS COMERCIALES
Eso seria el nuevo Decreto  de Guerra Económica.  que pediría  al ejecutivo para debilitar el amadrinamiento..
👌🏼🗣 CERO  supervisión a los negocios recomienda la dialéctica… y verán la solución al gran problema…porque el comerciante sin PODER no se atreve a estos abusos des_ proporcionados!
Soñamos con un PARO DEFINIDO Al SOBORNO …y una política integral que estabilice la economía  por siempre.. Vamos al paro.

 

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Entrevista a Ivone Gebara, teóloga y feminista brasileña: El pueblo está en una lucha continua por la supervivencia

Entrevista a Ivone Gebara, teóloga y feminista brasileña
El pueblo está en una lucha continua por la supervivencia
Rute Pina
Brasil de Fato
Rute Pina.- Durante la votación de la denúncia contra el presidente Michel Temer en el Congreso Nacional, no vimos manifestaciones masivas. Aún así, usted dijo que no cree en la apatía del pueblo. ¿Por qué?

Ivone Gebara.- Yo creo que apatía es tal vez una palabra que a las personas del gobierno y de la situación les encantan usar por el sentido que un pueblo apático es un pueblo que está aprobando sus acciones o que no se va a manifestar de otra forma. Pero yo creo que no. No estamos apáticos, sino en el momento de buscar una nueva salida.

Estamos en una lucha continua. El pueblo está en una lucha continua por la supervivencia. Y los momentos de manifestación de calle son especiales, pero cuando no ocurren, eso no significa que el pueblo no está consciente de lo que necesita. Son momentos de respiro.

Nosotros tenemos que respirar para ver cual es el camino. ¿Qué democracia defendemos? ¿La democracia participativa, la democracia blanca o una democracia política sin democracia económica? ¿Cuáles son los colores y los valores de esta democracia?

Yo elevo la cuestión incluso al punto de si la palabra democracia es la que vamos usar de aquí en adelante. Tal vez tengamos que encontrar otra palabra que exprese aquello que estamos queriendo en este momento. No saber no es defecto ni enfermedad: es una condición para poder saber cosas nuevas y diferentes.

Rute Pina.- Usted tuvo vinculación con la Teología de la Liberación, movimiento marcado por el trabajo de formación política por medio de las comunidades eclesiales de base. ¿Cómo evalúa el trabajo de base hoy?

Ivone Gebara.- El trabajo de base no es una cosa separada del estado general de la política, de la economía, de la cultura. Yo creo que en los años 1970 y 1980, con la dictadura militar, sabíamos lo que era el trabajo de base porque teníamos algunos objetivos a alcanzar. Y ahora sentimos el malestar, pero aún no conseguimos detectar por donde vamos a caminar para superar ese malestar, el hambre, la falta de vivienda… No sabemos.

Lo que sabemos es que sólo los medios legales no son suficientes. Hay leyes, por ejemplo, que dicen que no puede haber prejuicio racial, ley para decir que todo el mundo tiene que tener vivienda, que todo el mundo tiene derecho a la salud, pero no funcionan. La cuestión no es reivindicar esas leyes, sino repensar concretamente los medios para obtener aquello que es fundamental para la vida de las personas. Y, tal vez, tengamos que formar “la Iglesia Tal”, “el Partido tal”, pero grupos pequeños.

Me quedé encantada con los grupos de teatro popular. Ya colaboré con dos grupos en la zona este [de São Paulo] y estos grupos están llevando una consciencia política a los participantes porque ellos estudian — he ayudado, inclusive, en el nivel de la reflexión — teatro, música…

Creo que hay un mensaje que viene del rap que es interesantísimo. O sea, los medios de consciencia política no son más sólo los partidos. Están los grupos de mujeres… He visto un grupo de jóvenes que decía: “Somos feministas pero no como las viejas feministas”. Y digo: “Maravilla! Es así que tiene que ser”. Tenemos que tratar de captar la diversidad de la formación popular hoy.

Deberíamos articular esa diversidad. Nosotros deberíamos tener una articulación mayor con grupos de teatro, de intelectuales, de profesores que piensan la historia, la filosofía, política, grupo de médicos… La nueva forma no tiene que estancarse. La idea de clase social tiene que ser revisada, tenemos que hablar no sólo de clase, sino de grupos que son solidarios con una causa común.

Hay muchas cosas en ebullición y en transformación.

Rute Pina.- Usted tiene una trayectoria como teóloga y feminista. ¿Cómo mira ese movimiento actual de las jóvenes, que hasta fue acuñado como “primavera feminista”?

Ivone Gebara.- No me gusta mucho el término “primavera feminista”. ¿Por qué tenemos que apropiarnos de cosas que son de otras personas? Yo creo que el movimiento feminista está marcado por la diversidad, y eso es una cosa maravillosa.

Es una ilusión que imaginemos que el feminismo comienza con las mujeres blancas. El nombre feminismo, tal vez; pero las actitudes feministas no comenzaron con las mujeres blancas. Yo creo que comenzaron con las mujeres negras. Recuerdo las negras de los EUA, especialmente, pero las negras aquí en Brasil, y la literatura de tantas mujeres negras que ahora se está manifestando. Eso es feminismo. Sólo que no hay más, digamos, un orden establecido feminista, una regla. Hay muchas banderas y yo no estoy obligada a abrazar todas, pero si a respetar las banderas y el diálogo entre ellas. Y creo que esa es la situación que estamos viviendo hoy.

Rute Pina.- Los movimientos populares defienden las elecciones directas como un empujón para el rescate del proceso democrático. ¿Cuál es su evaluación del escenario para 2018?

Ivone Gebara.- Claro que estoy por las elecciones directas. No tengo la menor duda. Pero ahora vivo un problema: con todo el cariño que tengo por el ex presidente Lula, tengo algunas preguntas. ¿Será que no estamos consiguiendo abrir [espacio] para otros líderes, y de la misma línea política y ética? Me parece, en realidad, que no. Eso me preocupa y es una cuestión que vamos a tener que resolver y discutir. Pero, sin la menor duda, “Directas, ya!”.

Traducción: Pilar Troya, para Brasil de Fato

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=230171

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Gramsci, la revolución y El Capital

Por: Salvador López Arnal

Esta carta, enigmática a ratos, sugiere por ciertos matices que Gramsci empezará a comprender que el médico del penal, Cisternino…, estaba asesinándole. Por otra parte, el aferrarse a peregrinas explicaciones disimuladoras de la tuberculosis sugiere que esa ancestral reacción de los hombres de clases y países pobres ante dicha enfermedad ha ayudado a Cisternino en su asesinato. En cuanto a ésta, Zucàro (Vita del Carcere di Antonio Gramsci, Milano-Roma, 1954) ha escrito tras una entrevista con Cisternino y sin que éste lo haya desmentido: «El doctor Cisternino le abandona (MSL: a Gramsci), y hasta le dice en una ocasión que, como fascista que es, lo único que desearía es su muerte (MSL: de Gramsci)».

Manuel Sacristán (1969)

Sobre todo Gramsci subraya el modo en que la ideología y el sentido común tienen dimensiones sociales complejas. No son meros repertorios de ideas falaces que reflejan automáticamente los intereses materiales de las clases dominantes y que colonizan como un virus la mente de los subalternos. Están engranados en las formas de vida, en los sistemas de solidaridades, intereses y dependencias de grupos sociales heterogéneos. Este es el sentido de la «hegemonía», un concepto que Gramsci recogió tanto de los debates de los revolucionarios rusos como de sus estudios lingüísticos.

César Rendueles (2017)

No hay en El siglo soviético ninguna referencia a Antonio Gramsci pero conviene detenernos en un artículo breve suyo -apenas tres, cuatro o cinco páginas según las ediciones- que ha sido citado merecidamente, desde diferentes perspectivas, una y mil veces más: La revolución contra El Capital. Aparecido en Avanti, edición milanesa, el 24 de noviembre de 1917 y fue reproducido en el Il Grido del Popolo el 5 de enero de 1918.

Presento aquí la traducción de Manuel Sacristán, la de su Antología para Siglo XXI de 1970, reeditada por Akal en 2013 (recuperada también por Rendueles en su edición de Escritos. Antología, Alianza editorial, 2017). Son siete pasos en total.

En nota de su traductor (Sacristán): Artículo «La revolución contra El Capital«, en A. En IGP aparece el mismo día un artículo proponiendo un «club de vida moral» o asociación de cultura socialista, organismo intermedio entre el partido político y el sindicato. Es la primera manifestación de la búsqueda por Gramsci de organismos políticos (socialistas) de masas».

Un comentario general de un profesor e historiador de la UAB, maestro de muchos, José Luis Martín Ramos:

El texto no tiene un formato lógico maduro y, en efecto, puede contradecirse (el enredo entre ideología y hechos, porque utiliza los términos en dos sentidos diferentes). Se le puede aplicar el cuento que él aplica a Marx y los «marxistas». La «revolución contra El capital» es la revolución de los que eran acusados de no ser marxistas -de no tener en El Capital- por los menches y los marxistas de cátedra. No hay manera de entender la invectiva sino teniendo en cuenta que esa es una argumentación polémica también con los marxistas positivistas del propio socialismo italiano (Turati). Eso del libro de los burgueses va en el mismo sentido de lo que podríamos decir de la recomendación de Macron para que la gente lea El Capital. Gramsci recoge la crítica a los marxistas de cátedra como burgueses. El termino «crítica» no es en el sentido de «crítica de/contra» sino de «crítica histórica» -término que utiliza más adelante en el artículo, de «ciencia positiva». «Los bolcheviques reniegan de Carlos Marx» reniegan de ese Marx positivo. Hay algo de provocación y algo de confusión. Está todavía influido por Croce. La frase del siguiente párrafo es significativa: «no reniegan, en cambio, de su pensamiento vivificador, inmanente (…) viven el pensamiento marxista, el que nunca muere, que es la continuación del pensamiento idealista italiano y alemán y que, en Marx, se había contaminado con incrustaciones positivistas y naturalistas» y parece que esté hablando más del Marx de Engels que del Marx de Marx. Desde luego no es contra Marx sino contra una concepción economicista de Marx. La argumentación es más sugestiva que sistemática. Hay que ir con tiento con los escritos de Gramsci en sus primeros años; expresan siempre su posición política del momento, pero esa posición cambia y su argumentación mejora con el tiempo. Un ejemplo, sería exagerado deducir de los escritos sobre los consejos obreros turineses y las ocupaciones de fábricas que Gramsci es un consejista; él mismo revisó más tarde esas posiciones.

Sobre los marxistas de cátedra. Un apunte de Sacristán de sus clases de doctorado del curso 1984-1985, el último que pudo impartir:

El período más brillante y más célebre de la escuela histórica es el protagonizado por Schmoller. Esta época es la de mayor influencia de esta escuela. En cuanto a características ideológicas son las mismas de antes, la concepción de la investigación económica como investigación monográfica de base histórica y no una investigación teórica con pretensión universal. En el caso de Schmoller la influencia en Alemania y en Centroeuropa en general no es sólo teórica. Fundó además una asociación llamada «Asociación de Política social» que ha sido el punto de origen de casi toda la ideología socialdemócrata europea. En esta asociación se creó ese tipo de pensamiento del socialismo reformista que en el plano político era sobre todo un socialismo de catedráticos y que se traducía en un tipo de práctica política más bien ilustrada, dirigida por los jefes con poco movimiento de bases. Más bien, con técnicas políticas de tipo tradicional, de élites políticas.

Vayamos al texto gramsciano. La revolución de los bolcheviques, la de Octubre, señala Gramsci, «se ha insertado definitivamente en la revolución general del pueblo ruso». Los maximalistas, es decir los bolcheviques, «que hasta hace dos meses fueron el fermento necesario para que los acontecimientos no se estancaran, para que no se detuviera la marcha hacia el futuro produciendo una forma definitiva de reajuste -reajuste que había sido burgués-, se han hechos dueños del poder», han asentado, afirma Gramsci, su dictadura, su dominio, quiere decir, «y están elaborando las formas socialistas en las que tendrá que acomodarse, por último, la Revolución para seguir desarrollándose armoniosamente, sin choques demasiado violentos, partiendo de las grandes conquistas ya conseguidas». Los choques, como se sabe, sí que fueron violentos a lo largo de toda la guerra desencadenada por los ejércitos blancos.

La Revolución de los bolcheviques, prosigue el autor de los Quaderni, «está más hecha de ideología que de hechos». Por eso, añade, «en el fondo, importa poco saber más de lo que sabemos ahora». Es la Revolución contra El Capital, de Marx, el activismo, la organización, las creencias de las gentes (lo que llama ideología) contra la supuesta determinación económica inexorable de la historia. Dicho rápido y mal: rige la voluntad transformadora contra el supuesto inmovilismo inferido de una lectura marxista clásica y con poca cintura de la situación.

El Capital, de Marx, era en Rusia el libro de los burgueses más que el de los proletarios, continua Gramsci, era «la demostración crítica de la fatal necesidad de que en Rusia se formara una burguesía, empezara una era capitalista, se instaurase una civilización de tipo occidental, antes de que el proletariado pudiera pensar siquiera en su ofensiva, en sus reivindicaciones de clase, en su revolución». La mirada ortodoxa de la situación: en Rusia como en Occidente, no hay más; El Capital lo ha «demostrado».. No hay otra. Los hechos, aquí parece haber un cambio de significado del término, los hechos equivaldrían a la acción, «han superado las ideologías». Los hechos, en este sentido, «han provocado la explosión de los esquemas críticos en cuyo marco la Historia de Rusia habría tenido que desarrollarse según los cánones del materialismo histórico». Los bolcheviques, comenta AG de forma provocativa, reniegan de Marx, «afirman con el testimonio de la acción cumplida, de las conquistas realizadas, que los cánones del materialismo histórico no son tan férreos como podría creerse y como se ha creído». Es decir, no reniegan propiamente de Marx, no es contra Marx, contra El Capital, sino contra una lectura «mecanicista», sin intervención de las clases en lucha, una interpretación poco creativa de la tradición.

Y, sin embargo, estamos ahora en el punto 3 del artículo, «también en estos acontecimientos hay una fatalidad, y si los bolcheviques reniegan de algunas afirmaciones de El Capital, no reniegan, en cambio, de su pensamiento inmanente, vivificador». No son «marxistas», es decir, no siguen a Marx de forma repetitiva, poco o nada creativa, su marxismo es una marxismo de vida, de lucha, «y eso es todo; no han levantado sobre las obras del maestro una exterior doctrina de afirmaciones dogmáticas e indiscutibles». Como diría Francisco Fernández Buey, practican, crean, generan, un marxismo sin ismos… y con vida y lucha. La formulación, la copio, es muy potente, muy hábil: «no han levantado sobre las obras del maestro una exterior doctrina de afirmaciones dogmáticas e indiscutibles». Vale la pena retenerla: no son marxistas dogmáticos. «Viven el pensamiento marxista, el que nunca muere», que es la continuación, en opinión del Gramsci joven, «del pensamiento idealista italiano [Croce] y alemán [Hegel]», y que en Marx, en opinión del Gramsci de 1917, «se había contaminado con incrustaciones positivistas y naturalistas». ¿Quiso decir científicas? ¿O más bien, de incrustaciones que tendían a pensar la Historia de manera autónoma, con leyes propias, sin la intervención creadora de los seres humanos? ¿Positivistas, naturalistas, equivale aquí a ciencia sin política, conocimiento sin vida, sin seres humanos que luchan y transforman? Desde luego, como ha señalado Martín Ramos, el contexto político, la lucha teórica de Gramsci contra tendencias marxistas italianas de aquellos años, explica las formulaciones.

(Abro un paréntesis. Sobre el Gramsci joven conviene repasar o leer por vez primera el artículo -que tiene su origen de una conferencia de Sacristán dictada en un Ateneo de Pontevedra- sobre «La formación del marxismo en el joven Gramsci». Se publicó en Realidad, la revista teórica del PCE, n.º 14, 1967. Puede verse ahora, 50 años después, en M. Sacristán, Sobre Marx y marxismo, Barcelona, Itaca, 1973, pp. 62-84. Cierro paréntesis).

Y ese pensamiento, de nuevo habla Gramsci, «no sitúa nunca como factor máximo de la historia los hechos económicos en bruto», la visión digamos economicista, tradicional, la ortodoxa e indiscutible en aquellos momentos para algunas tendencias, sino -el paso es más que brillante- «siempre el hombre, la sociedad de los hombres, de los hombres que se reúnen, se comprenden, desarrollan a través de esos contactos (cultura) una voluntad social, colectiva, y entienden los hechos económicos, los juzgan y los adaptan a su voluntad» hasta que ésta, la voluntad, «se convierte en motor de la economía, en plasmadora de la realidad objetiva, la cual vive entonces, se mueve y toma el carácter de materia telúrica en ebullición, canalizable por donde la voluntad lo desee, y como la voluntad lo desee». Gramscismo en estado puro.

El idealismo, por decirlo en términos usuales, es obvio, es evidente, pero es también clara la voluntad de transformación, de lucha, de superación de los límites fijados. Digamos que los caminos del señor tal vez sean inescrutables, pero algo parecido ocurre con el pensamiento radical, revolucionario: el idealismo filosófico de Gramsci (que podemos considerar erróneo o alejado de la tradición marxista bien entendida) le mueve, le orienta a posiciones revolucionarias. La voluntad (transformadora( contra el destino (inexorable).

Dejo aquí por el momento el artículo de Gramsci.

Las siguientes palabras de Manuel Sacristán de una entrevista de 1979 que permaneció inédita más de quince años pueden ayudarnos a cerrar esta aproximación:

Eso tiene que contar mucho entre los factores de mi inhibición. A mí me parece que la historia de Gramsci es la historia de una catástrofe. Por eso, entre otras cosas, no me puedo poner ahora a cultivar la moda Gramsci. ¿Cómo va a haber esperanza de nada en la historia de una catástrofe? Uno puede tenerle mucho amor a Gramsci; yo se lo tengo, desde luego; es un figura muy digna de amor; pero no porque sea una perspectiva de éxito del movimiento obrero, sino que como cualquier mártir es digno de amor.

Digno de amor. Otro gran estudioso de Sacristán, Francisco Fernández Buey, recuérdese su Leyendo a Gramsci, solía recordar estas palabras. Emocionado.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227689&titular=gramsci-la-revoluci%F3n-y-%3Ci%3Eel-capital%3C/i%3E-

Imagen: http://www.cubadebate.cu/especiales/2017/05/03/nuestro-gramsci-80-aniversario-de-su-muerte/#.WT27KJI1-00

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Libro: La filosofía política clásica. De la antigüedad al Renacimiento

La filosofía política clásica
De la antigüedad al Renacimiento

Atilio A. Boron. [Compilador]

Armando R. Poratti. Rubén R. Dri. Miguel Angel Rossi. Claudia D´Amico. Tomás Várnagy. A. L. Morton. Eduardo Grüner. Javier Amadeo. Gonzálo Rojas. Liliana A. Demirdjian. Sabrina González. [Autores de Capítulo]

Secretaría Ejecutiva.
ISBN 950-9231-42-8
CLACSO.
Buenos Aires.
Agosto de 2003

La decisión de publicar esta compilación de textos referidos a la filosofía política clásica reconoce al menos dos fuentes. En primer lugar es una respuesta a las necesidades prácticas surgidas de una experiencia docente de quince años al frente de la cátedra de Teoría Política y Social I de la Carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires. A lo largo de estos años hemos llegado a la convicción de que la imprescindible e irremplazable lectura de los clásicos –que ningún comentarista puede compensar– podría verse favorecida y estimulada por un texto en el cual quienes tienen la responsabilidad de impartir la materia pudieran sistematizar sus reflexiones sobre los diversos autores que se examinan a lo largo del curso. Por otro lado, nos ha parecido que las limitaciones que, de manera cada vez más ostensible, afectan al saber convencional de la ciencia política exigían concentrar nuestros esfuerzos en la recuperación del riquísimo legado de la tradición de la filosofía política. Con esta publicación pretendemos promover una discusión cada vez más sofisticada sobre los grandes temas de la filosofía política y, muy especialmente, aquellos ligados a la producción teórica de los autores más significativos del período que comienza con la antigüedad clásica en la Atenas del Siglo V antes de Cristo y que culmina con el Renacimiento y el advenimiento de la sociedad burguesa. El retorno a las fuentes clásicas es no sólo necesario sino también imprescindible. Sin embargo, éste no podrá encararse exitosamente si no se repara en el íntimo nexo existente entre teoría, historia y sociedad. Esto implica que nuestro regreso actual a Platón, Aristóteles o Maquiavelo más que una excursión al pasado sea una permanente «ida y vuelta» que resignifique los conceptos y teorías de la tradición clásica a la luz de nuestra coyuntura histórica y los rasgos que caracterizan a las estructuras y procesos del capitalismo «realmente existente» en este turbulento fin de siglo. Se trata, en realidad, de interpelar a una «tradición viva» y no de adentrarse en un cementerio de ideas, o de internarse en el oscuro laberinto donde yacen los restos arqueológicos de la historia del pensamiento político. Interpelarla para, siguiendo una bella metáfora borgeana, hacer que esos textos venerables recuperen su voz y vuelvan a hablar. Necesitamos esas voces porque en los tiempos que corren, dominados por la deletérea combinación de neoliberalismo y posmodernismo, estamos hambrientos de buenas ideas y nobles utopías. Este libro pretende facilitar la recuperación de tales voces y garantizar su resonancia en el espacio público.

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=250&campo=autor&texto=boron

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Cumbre de Países No alineados es el respaldo a la  autodeterminación de los pueblos en ser libres

Por Marcel Alejandro Doubront Guerrero

La instalación de la XVII Cumbre del Movimiento de Países no alineados en el estado Nueva Esparta,  representa un encuentro de más de 120 naciones que marcan su posición irreversible de ser soberanas ante las presiones del imperialismo Norteamericano y el acoso de grupos económicos por el arrebato de sus recursos naturales  sin importar cuantas sociedades sean destruidas mientras sacien la sed de consumo de los explotadores como actualmente ocurre en el medio oriente evidenciado no solo en la guerra e invasiones, sino en los miles de desplazados que buscan escapar del horror y del hambre sembrada por la avaricia imperial

No estaba equivocado nuestro libertador  cuando en 1812 en el manifiesto de Cartagena expreso que solo la unión de nuestras naciones permitirán defender nuestra libertad e independencia  “Yo soy del sentir y del pensar que mientras no centralicemos nuestros gobiernos americanos, nuestros enemigos obtendrán las ventajas más completas; seremos envueltos indefectiblemente en los horrores de las disensiones civiles y conquistados vilipendiosamente por ese puñado de bandidos que infectan nuestras comarcas» aunque Bolívar en este postulado se refería a la América, guarda mucha relación con lo expresado por quien indudablemente fue un gran Bolivariano y luchador por  el derecho de  la libertad de los pueblos  Ernesto  Che Guevara  “o luchamos juntos o nos mataran por separados”

No es poca cosa decir que en esta cumbre está representada el 55% de la población mundial, mucho menos que el intento de  banalización  de este importante evento  por parte de partidos políticos de derecha y de masivos de medios comunicación es sin duda alguna la mayor muestra de desespero del Imperialismo Norteamericano al ver la desintegración de la campaña internacional contra la patria de Bolívar, donde además es importante hacer referencia que la República Bolivariana de Venezuela asumirá la presidencia de esta organización durante 3 años lo que sin duda contrasta  el respaldo de 120 naciones progresistas y firmes en su posición del no arrodillamiento, con la conspiración en el Mercosur por parte de los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay, serviles indiscutiblemente a los lineamientos del departamento de estado y no a las voluntades de sus pueblos.

 Para muchos no es tan fácil explicar  sobre todo los que financiados por la CIA que hablan de crisis humanitarias  en Venezuela por distintos países del mundo sin explicar de dónde sale el financiamiento de estos  millonarios lobbys  internacionales o los que hablan de derechos humanos pero son los autores intelectuales de más de 43 asesinatos en una acción terrorista denominada “La Salida” de  como una nación asediada por más de 17 años  donde  se incluye un golpe de estado en 2002  que intento hacer  en menos de 48 horas lo que Pinochet hizo en más de 15 años, un sabotaje petrolero donde se perdieron más de 14 mil millones de dólares por intentar derrocar un gobierno legítimamente electo, la matanza de dirigente sociales de la revolución  a través del sicariato entre ellos el Diputado Joven Robert Serra, una operación media luna contra Venezuela como fase superior a la operación tenaza  bajo el formato de una guerra  aunque no convencional tiene  un enemigo público como el gobierno de los Estados Unidos el cual nos declaró como amenaza a su seguridad.

Para los revolucionarios la explicación de estar resistiendo de manera digna como seguramente lo harían nuestros libertadores, es la conciencia de que este es el precio que paga toda nación que opto por vivir de pie y no de rodilla, que entiende que en revolución el hijo del obrero tiene derecho a la educación universitaria, que la doctrina del joven soldado es para defender la patria y no para traicionar al pueblo como se le enseñaba a nuestra oficialidad en los manuales de la escuela de las Américas que más de un millos de viviendas y más de tres millones de pensiones, el subsidio de los servicios públicos y la gratuidad de la educación serían imposibles en un sistema capitalista.

Artículo enviado por su autor a la redacción de OVE

Imagen tomada de: http://www.elinformador.com.ve/wp-content/uploads/2016/08/mnoal.jpg_1689854194-550×274.jpg

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La pedagogía tiene nombre de continente

Por:Alí Rojas Olaya

En el libro «Una mujer con nombre de continente», de María Helena León de Hurtado (Ministerio de Educación, 2014) su autora traza la historia de vida de una pedagoga rodrigueana con el claro objetivo de desentrañar lo que significa la academia política y su conmutabilidad: América Bracho Arcila. Tal como lo expresa la profesora Angela Calzadilla en el prólogo, la obra de América, que tuvo entre otros maestros al uruguayo Sabas Olaizola, ha dejado una influencia pedagógica que muchos docentes legitiman en la cotidianidad del magisterio.

América nació en Maracaibo el 22 de febrero de 1928. En 1943, cuando cursaba tercer año de bachillerato en el liceo Andrés Bello de Caracas, se hizo militante del Partido Comunista. En el Pedagógico participó en la primera huelga estudiantil contra la dictadura de Pérez Jiménez que duró dos meses. En 1950 se graduó. Sobre la casa que la formó, la profesora Bracho Arcila manifestó: “El Pedagógico es una institución educativa de carácter gratuito, por lo tanto recluta su alumnado entre las clases menos pudientes. La procedencia humilde de sus estudiantes le proporciona al instituto la ventaja de poder hacer de ellos buenos educadores. ¿Por qué?, porque conocen los sinsabores de vivir en pugna con las necesidades”.

A los estudiantes y ciudadanos ella les explica que “la finalidad de la educación integral es preparar para la vida en sociedad, en la de ese momento y en la que les tocará vivir en el futuro cercano, porque la sociedad no es estática y porque la educación debe capacitarles para que contribuyan en el logro de cambios deseables”.

Como toda comunista es autocrítica. Para ella “el gran problema de la educación en Venezuela es que no ha habido continuidad de los proyectos que han resultado exitosos” como, por ejemplo, la República Escolar que concretara la rodrigueana Belén Sanjuán. Para América, coordinadora de los libros de texto de ciencias sociales de la Colección Bicentenario, no se ha enfatizado la geohistoria “que es el núcleo que puede englobar todas las otras áreas, porque las ciencias sociales somos la vida de los pueblos”.

La vida y obra de América se sintetiza en el título de la tesis doctoral de la pedagoga María Helena León de Hurtado que da origen al libro en cuestión: “conciencia política y acción pedagógica de avanzada para el cambio socio-político del venezolano”. ¿Por qué? Porque ella nos enseña que “la vida nos va dando cómo armar el rompecabezas de nuestro ser”. ¡Agradezcámosle por enseñarnos a armarlo!

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/ali-rojas-olaya-la-pedagogia-nombre-continente/

Fuente de la imagen: https://martinher85.wordpress.com/tag/america-bracho-arcila/

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