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El problema de la basura en las calles latinoamericanas

Por Carlos Ruperto Fermín

Cuando se trata de reducir los índices de contaminación ambiental y fomentar la práctica de la Cultura del Reciclaje, los latinoamericanos sufrimos de un continuo bloqueo mental, que nos impide asumir la responsabilidad de proteger los recursos naturales del Medio Ambiente, y generar respuestas positivas de cambio a favor del saturado planeta Tierra.

La sistemática indiferencia ecológica en América Latina, permite que los latinoamericanos produzcan de 0,7 a 1,3 kilogramos de basura a diario, por lo que cada 24 horas se originan más de 500 mil toneladas de desechos sólidos, que termina promediando casi 200 millones de toneladas de residuos anualmente. De esa trágica cifra, se recicla menos del 15% de los materiales orgánicos e inorgánicos que se descargan en los vertederos de basura a cielo abierto, los cuales acumulan, queman y contaminan toda la desidia ambiental, ocasionada por la ignorancia de los más de 600 millones de latinoamericanos que atiborran las calles de nuestra capitalista geografía.

Desayunamos, almorzamos y cenamos, pero ¿Dónde termina el cartón de huevos, la botella de Coca-Cola y la lata de atún?

Compramos, vendemos y regalamos, pero ¿Dónde termina la colilla del cigarro, el blister de los juguetes y el vidrio de los licores?

Leemos, viajamos y rezamos, pero ¿Dónde termina el papel periódico, las hojillas de afeitar y los test de embarazo?

Lloramos, reímos y soñamos, pero ¿Dónde termina el envase del cloro, el envoltorio de las galletas y las cáscaras de las frutas?

Trabajamos, dormimos y despertamos, pero ¿Dónde termina el pañal desechable, los discos compactos rayados y la mugre de las uñas?

Nacemos, crecemos y morimos, pero ¿Dónde termina el pote de champú, el tetra pak de la leche, las jeringas del hospital y las bujías oxidadas?

La respuesta es muy sencilla. Gran parte de la basura latinoamericana termina aglutinada en una genérica bolsa de plástico negra, blanca o transparente, que se deposita en el genérico contenedor de basura frente a nuestro domicilio, esperando que las agujas del reloj marquen la impuntual llegada del genérico camión compactador, que trasladará con gritos industriales todos los desechos sólidos hasta el genérico vertedero a cielo abierto, para que de generación en generación se repita la misma errática historia de abuso ambiental.

¿Por qué somos tan sinvergüenzas? Vivimos destruyendo el entorno biofísico que albergamos, y nos quedamos calladitos ante el gran ecocidio que perpetramos en la oficina, en el hogar, en las plazas, en los parques, en las playas y en las aceras de nuestros países. Desde Toluca de Lerdo en México, pasando por Maracaibo en Venezuela, y llegando hasta Tucumán en Argentina, observamos que la irracionalidad ecológica de la población latinoamericana, demuestra la falta de Conservacionismo entre los ciudadanos, y la negativa de los gobiernos de turno en aplicar la normativa legal que prioriza la práctica obligatoria del reciclaje.

Surgen las interrogantes ¿A qué normativas legales nos estamos refiriendo? ¿Será a las fantasmagóricas leyes sobre la Gestión Integral de los Desechos Sólidos, o a las ordenanzas municipales que nunca se transfieren a la colectividad?

Es obvio que la política ambiental vigente en Latinoamérica, coexiste con el mal olor, con las ratas, con los cerdos, con las moscas, con los gusanos, y con el metano que habita debajo de las capas de basura en La Ciénaga, en El Rodeo, en La Bonanza, en Yotoco, en Villa Hayes, en Norte III, en La Esmeralda, en La Chorrera, en El Milagro, en Cerro Patacón, en San José, en La Cañada, en Zona 3, en Las Iguanas, en Santiago Poniente, en Doña Juana, en Atiquizaya, en Huajara, en Yopal, en Calle 100, en Los Pinos y en el resto de los laberintos de aniquilación ambiental, mejor conocidos como rellenos sanitarios, vertederos o botaderos de basura.

Recordemos que los mencionados laberintos del ecocidio, no fueron, no son y nunca serán la respuesta ambientalmente inteligente para alcanzar el desarrollo sostenible y sustentable de los pueblos. La cal, el aserrín y la arena, no pudieron ocultar las prolongadas grietas del extinto Jardim Gramacho, que vivió más de 30 años soportando la extrema negligencia carioca, y pronosticó la imparable crisis ecológica del actual siglo XXI.

Por desgracia, los rellenos sanitarios no representan un mecanismo técnico eficaz para disponer de la basura urbana. La verdad, es que son improvisadas áreas naturales demarcadas con estratégicos vocablos politizados, donde las empresas contratistas jamás terminan recolectando, clasificando y llevando la basura hasta los centros autorizados de reciclaje, que aprovecharían los materiales desechados en aras de su reutilización como materia prima, para la fabricación de nuevos productos de bajo impacto ambiental.

Por el contrario, en América Latina se acostumbra a quemar la basura en horas de la madrugada, desprendiendo un huracán de cenizas tóxicas que maltrata la calidad del aire, y provoca enfermedades respiratorias a las personas que las inhalan, pues esas sustancias nocivas para la salud, malogran los pulmones de los Seres Humanos y carcomen la caja torácica del alérgico Medio Ambiente.

Imagina que se queme una bombilla rota en un vertedero de basura, cuyo mercurio se mezcla con el poliestireno expandido de una vieja manualidad escolar, la cual se filtra con la espuma alcoholizada que quedó atrapada en las botellitas de las cervezas, y acabó sulfatándose con las pilas alcalinas usadas por la cámara digital.

Si admitimos que la irresponsable quema de basura a cielo abierto, se efectúa los 365 días del año en diferentes localidades de nuestros países, podemos entender el colosal círculo vicioso en el que nos hallamos inmersos. Además, estamos dañando la capa vegetal de los ecosistemas, propiciando la entrada furtiva de familias que viven en estado de indigencia, colapsando las alcantarillas en épocas de lluvia, y acrecentando la plaga de roedores, aves carroñeras e insectos que llegan hasta los centros urbanizados en los que vivimos, originando una crisis epidemiológica que afecta a todos los estratos sociales.

Seamos sinceros, la solución del escollo socio-ambiental presentado, va más allá de modernizar, eliminar o maquillar la basura acumulada en los rellenos sanitarios. Lo que en realidad enfrentan los latinoamericanos, es una asfixiante tendencia consumista encabezada por el todopoderoso dios dinero, a quien no le interesa el fatal destino de su capitalismo salvaje y de sus esclavos, para transformarlos en piltrafas humanas disfrazadas de hombres y mujeres con agudo pensamiento crítico.

El chiste es trabajar, comprar, ganar, codiciar, envidiar, robar, matar y volver a contarle el chiste al vecino. Por eso, la adicción a la oferta y demanda de cualquier mercancía subastada, se sincroniza con la clásica debilidad cognitiva del proletariado, que siempre se niega a ejercitar la maléfica Cultura del Reciclaje, la traicionera Eficiencia Energética y el pecaminoso Ahorro del Agua Potable. Así, el gran ecocidio se vuelve tan rápido y furioso, que no llegamos a comprender las consecuencias de reír a carcajadas, por la amarga cotufa de nuestro espectacular egoísmo consumado.

No importa si son niños, adultos o ancianos. Los latinoamericanos no tenemos la suficiente madurez intelectual, para reconocer la importancia del Medio Ambiente y ayudar con el cuido de la hermosa Gaia. Hay mucha terquedad en la sien del pueblo, que sigue bloqueado ante la posibilidad de reflexionar por las constantes injusticias ambientales cometidas en sus territorios.

Así como tenemos la voluntad de pasar horas conectados a las redes sociales en Internet, también podríamos reciclar los envoltorios de las golosinas después de comerlas. Así como tenemos la voluntad de ir al cine y ver los atractivos estrenos hollywoodenses, también podríamos reciclar los componentes electrónicos del televisor obsoleto. Así como tenemos la voluntad de casarnos en la Iglesia, procrear muchísimos hijos y divorciarnos luego de nueve meses, también podríamos reciclar la montaña de basura que compartimos en la inolvidable luna de miel.

Odiamos el reciclaje, porque desde la infancia nos dijeron que la basura no se toca, pero sin darnos cuenta, nos convertimos en basura al no tocar el arte del reciclaje. La gente piensa que la basura desaparece como por arte de magia frente a sus ojos, y consideran que no existen razones para sentir un mínimo de remordimiento. Vemos que la mayoría de las personas, siempre lanzan con furia los desperdicios en el contenedor de la basura. Lo hacen con rabia, con mucho enojo y de forma brusca. Nadie quiere sacar la basura a la calle, porque genera fastidio, pena y vergüenza.

Pero, fuimos nosotros quienes compramos todos esos productos que atosigaron al carrito del supermercado, y los pagamos con la tarjeta de crédito, de débito o en efectivo. Fuimos nosotros quienes cocinamos, comimos y usamos esos alimentos adquiridos en las tiendas por departamento. Fuimos nosotros quienes devoramos el empaque de McDonalds con las hamburguesas, los refrescos y las papas fritas.

Pese a ello nos preguntamos: ¿Por qué después del festín consumista ya nadie quiere responsabilizarse de la basura producida? ¿Será que pasamos de ángeles a demonios en un santiamén? ¿Será que somos los grandes cómplices de la barbarie ecológica que ampara al siglo XXI?

Creemos que el planeta Tierra es un majestuoso orgasmo cósmico, y que la vida es el mejor sueño en la historia del Universo. Tenemos la suerte de vivir en un refugio seguro para la existencia humana, ya que reúne las condiciones idóneas para custodiar el transcurrir de nuestra efímera vida. Por eso los Seres Humanos estamos en deuda con la Pachamama, y debemos conllevar un modus vivendi que priorice el bienestar de los recursos naturales, y permita una favorable interacción con su sagrada biodiversidad.

Meditemos sobre el desastre ecológico que exterioriza el atiborrado planeta Tierra, aceptando los prejuicios sociales que existen alrededor de la recolección de la basura, el doble discurso de los gobernantes que se cargan de demagogia para conseguir más votos del pueblo, y la apatía de la ciudadanía que se transforma en los mejores títeres del aberrado show circense.

El reciclaje requiere de un trabajo mancomunado entre los organismos públicos, la empresa privada y las ONGs, para cumplir con la sinergia ambiental de la regla de las 3rs (reducir, reutilizar y reciclar). Aquí NO funciona el individualismo, la hipocresía y el burocratismo. Sin embargo, en los países latinoamericanos el ámbito político se encarga de condicionar toda la peste que menosprecia, soborna y destruye el interés conservacionista de ayudar sin pedir nada a cambio.

Estamos resintiendo el déficit de programas ambientales que realmente valoricen la recuperación y la reutilización de la basura doméstica e industrial, porque los regímenes gubernamentales dependen de la Cultura del Consumo, del Derroche y del Descarte, para maximizar el grado de felicidad, confort y placer de sus engreídos habitantes. Aunque nos duela reconocerlo, si nuestros compatriotas latinoamericanos no son amenazados con el pago de unidades tributarias, con muchísimas horas de servicio comunitario, con la privación de libertad o con cualquier otra artimaña legal, pues nunca van a formar parte de la consecuente cadena del reciclaje.

Para colmo de males, los supermercados, abastos y demás comercios que ofertan productos de consumo masivo, rechazan la aplicación de mecanismos de devolución, acopio, almacenamiento y transporte, que garanticen la reutilización del plástico, vidrio, cartón, papel o metales obtenidos con las ventas al mayor y detal. Tan solo se vislumbra un frenesí de consumismo, que juega con el poder adquisitivo de los clientes, y no asume la culpa del libertinaje ambiental reinante.

Si bien muchos productos de primera necesidad, exhiben un símbolo ecológico que invita a depositarlos en un contenedor de basura, o a reciclarlos en una planta de tratamiento de residuos. El gran inconveniente, es que esa información gráfica se halla escondida en el empaque, envase o botella. Con alevosía, las transnacionales colocan la imagen de manera muy pequeña, casi imperceptible e ilegible para la vista del tradicional consumidor analfabeto. Se sabe que nadie va a leer ni a practicar el reciclaje. Los propietarios de los supermercados también se lavan las manos, asumiendo que toda la lista de deberes y derechos está explícita en la etiqueta de los artículos, por lo que no se sienten aludidos ante el semejante despotismo socio-ambiental causado.

Gran parte de las toneladas de la basura latinoamericana NO es biodegradable. La obsolescencia programada de la Madre Naturaleza, puede tardar de 5 a 1000 años en degradar todo el plástico que se mezcla con tintas artificiales, aluminios, resinas sintéticas, escombros de la calle y pulpa de celulosa. Por eso, mientras esperamos el lanzamiento del nuevo Iphone, del nuevo Galaxy, de la nueva Macbook, del nuevo Android y del nuevo Xperia, podríamos visitar alguna región de los ancestrales pueblos originarios, para pedirles perdón de rodillas a cada uno de nuestros hermanos indígenas, quienes son los más perjudicados por la sobreexplotación de los recursos naturales y por la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), que va deforestando, contaminando y arrasando con la nobleza de los más inocentes.

La culpa no es de los chilenos, de los mexicanos o de los brasileños. Tampoco de los venezolanos, de los argentinos o de los ecuatorianos. Ni mucho menos de los colombianos, de los peruanos o de los bolivianos. Todos pero absolutamente TODOS los latinoamericanos, somos culpables del gran ecocidio protagonizado en el siglo XXI. Estamos ciegos, sordos y mudos, porque no recibimos clases de Educación Ambiental en nuestro proceso de aprendizaje escolar. Los profesores nos llenaban el cerebro con palabras en Inglés, con cálculos de Álgebra y con frases de Filosofía, pero nunca nos enseñaron a clasificar los residuos del desayuno, a reutilizar la tiza del pizarrón y a reciclar los hematomas del recreo.

La tendencia negativa en América Latina se agudizará en los próximos 15 años, a causa de la aglomeración del incontrolable e-waste, por la expansión de la chatarra de automóviles y neumáticos en terrenos baldíos, por el desaprovechamiento de la minería urbana para frenar la alta tasa de desempleo, por el hipnótico bombardeo publicitario que se transmite en los canales de TV, por la no masificación de centros de reciclaje que sean fácilmente localizables en las calles, por la no comercialización de productos fabricados 100% con materiales reciclados, y por la falta de diversificación de la matriz energética, que castigará con fuerza al horizonte ecológico latinoamericano, incrementando los niveles de polución por las emisiones de gases de Efecto Invernadero.

Como vimos a lo largo y ancho del informe, el reciclaje es una auténtica letra muerta para los gobiernos, las comunidades y sus lugareños. Los hogares latinoamericanos no separan la basura doméstica desde la fuente, ya sea por desconocimiento, conformismo o porque saben que el camión compactador del aseo urbano, se encargará de mezclar todos los residuos y estropeará la tarea del reciclaje.

Ya basta de infructuosos planes pilotos, de corruptos acuerdos bilaterales y de trilladas charlas dictadas el 17 de mayo, que jamás obligan a practicar el Conservacionismo. El libre albedrío del híper-consumismo, nos ahoga con tanta basura de los pies a la cabeza. Ojalá que podamos encontrar la llave y desbloquear el reciclaje en Latinoamérica, para que ya no sea un tema tabú, una piedra en los zapatos, o una mancha de sangre que germina en lo más profundo del bosque.

*Articulo tomado de: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Basura-Residuos/El-problema-de-la-basura-en-las-calles-latinoamericanas

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Los globos no van al cielo: van al mar… Y lo contaminan!!!

www.noticiasambientales.com.ar/13-08-2016/

Organizaciones ambientales buscan frenar una práctica cada vez más habitual en nuestro país que provoca graves impactos en el ambiente natural: la suelta de globos.

En su lugar proponen acciones con menor riesgo para la fauna autóctona y coherentes con la protección de la naturaleza.

Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Aves Argentinas, Vida Silvestre, Fundación de Historia Natural, Fundación Patagonia Natural, Prictma, Fundación Inalafquen y Fundación Cabure-í manifiestan su preocupación por las liberaciones de globos, e invitan a la reflexión sobre las implicancias nocivas para el ambiente, convocando al gobierno nacional a prohibir estas actividades en el territorio nacional.

Este tipo de eventos está asociado a causas nobles o de bien común: celebraciones patrias, conmemoraciones de personas fallecidas, concientización sobre enfermedades, festejos, actos políticos, entre otros motivos. Sin embargo se desconoce de los efectos e impacto sobre la fauna y el ambiente general.

Un globo con helio, en determinadas condiciones meteorológicas puede llegar a ascender hasta 10 km de altura, desplazarse durante 24 horas, y recorrer hasta 3000 km de distancia. Por lo tanto, los globos tienen un radio de dispersión muy amplio que hace impredecible su destino final. Considerando que cerca del 70% de la superficie del planeta está cubierta por agua, la probabilidad de que los globos terminen en cuerpos de agua como lagunas, lagos, ríos o en el mar es muy alta, aunque se suelten en una ciudad. Por la misma razón pueden cruzar sin problemas los límites de municipios, provincias e incluso llegar a un país limítrofe.

En definitiva, el fugaz momento de regocijo visual generado por una suelta de globos, trae aparejado un aporte a la acumulación de residuos, que pueden ser una molestia para otros ciudadanos o una patología para un animal silvestre.

Impacto y riesgo en la fauna autóctona

Los animales marinos, incluyendo peces, reptiles, aves y mamíferos, son especialmente sensibles a esta problemática. Un caso emblemático es el de las tortugas marinas, un grupo de animales del que todos sus representantes se encuentran bajo algún grado de riesgo de extinción, y en donde el problema de la basura generada por, entre otros factores, los globos, ha sido debidamente estudiada y documentada por distintos centros de conservación.

Las tortugas confunden fácilmente los globos desinflados con las medusas, peces y algas que forman parte de su dieta. El plástico alojado en el tracto digestivo de una tortuga puede terminar provocando una obstrucción intestinal, que lesiona la mucosa y altera su normal funcionalidad, dificultando el flote: un intestino lleno de gas, sin posibilidad de evacuarse regularmente, se convierte en un “chaleco salvavidas” que imposibilita a las tortugas poder sumergirse para desplazarse, huir de sus predadores y alimentarse normalmente. Esto las debilita y las lleva finalmente a la muerte tras una lenta agonía.

El plástico en el interior de una tortuga puede también afectar su migración hacia aguas más cálidas, sin poder escapar a tiempo de las bajas temperaturas invernales de la costa bonaerense, provocando un cuadro mortal de hipotermia. Por otra parte, cuando la cantidad de basura que hay en el intestino de la tortuga sobre pasa en volumen al alimento, se les dificulta ganar nutrientes, lo que interfiere con su crecimiento corporal y reproducción, afectando seriamente la conservación de estos animales.

Por otra parte, los globos sueltos casi siempre vuelan acompañados de las tiras o cintas de sujeción, que una vez en tierra o agua, también se llevan la vida de numerosos animales al engancharse en alas, patas o aletas, restringiendo o impidiendo la búsqueda de alimentos y la movilidad y con ello, el escape ante predadores o disturbios.

Promoción de acciones alternativas a la suelta de globos

Procuramos alentar otro tipo de acciones, que en lugar de generar un impacto negativo en el ambiente contribuyan a mejorarlo. Estas incluyen, por ejemplo la plantación de árboles nativos en espacios públicos, o la distribución de semillas.

Hay numerosos antecedentes en el mundo de regulaciones que impiden las sueltas deliberadas de globos de helio como forma de celebración o para crear conciencia y llamar la atención sobre algún tema. Recientemente recibimos con beneplácito la noticia de la presentación del proyecto de ley en la legislatura porteña por parte de la Agencia de Protección Ambiental (APrA) que apunta a atender esta problemática.Ecoportal.net

Noticias Ambientales

http://noticiasambientales.com.ar/

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Las escuelas con poca contaminación y mucha zona verde favorecen el aprendizaje de los niños

Por Observatorio FAROS Sant Joan de Déu

Los alumnos de primaria que estudian en centros escolares con una mayor polución tienen más dificultades en el aprendizaje. Los que lo hacen rodeados de zonas verdes, en cambio, desarrollan mejor algunas habilidades mentales que son muy importantes.

Estas son las conclusiones de dos estudios pioneros realizados por investigadores de Barcelona publicados recientemente que analizaron trimestralmente durante un año la evolución en 3.000 alumnos entre 7 y 10 años de 39 escuelas de la Ciudad Condal. Los autores de estos proyectos evaluaron habilidades mentales como la memoria de trabajo (que permite retener datos brevemente en el cerebro y es esencial para leer o calcular) o la capacidad de atención (también clave para el rendimiento académico).

La polución no es buena para la memoria y la atención

Según el primero de estos estudios, los alumnos de escuelas con más contaminación en las aulas y en los patios muestran un desarrollo más lento de la memoria de trabajo y de la capacidad de atención que los que estudian en centros que están más alejados del tráfico y tienen un aire más limpio.

La contaminación del aire por culpa del tráfico podría tener un efecto neurotóxico asociado con un menor desarrollo cognitivo en los niños estudiados, que están en una edad clave para consolidar sus mecanismos de aprendizaje.

Las conclusiones de este estudio, considerado muy solvente por investigadores ajenos a él, pueden tener una gran repercusión ya que son muchas las ciudades europeas que sobrepasan los niveles recomendados de polución. En torno al 90% de la población urbana de la Unión Europea está expuesta a niveles de contaminación atmosférica que son considerados nocivos para la salud, según la Agencia Europaea del Medio Ambiente. Además, muchas escuelas están localizadas cerca de vías de tráfico concurridas y precisamente la polución es más alta en los momentos del día en los que los niños están en ellas.

Este estudio es de gran trascendencia porque es el primero que analiza en profundidad este problema a pesar del gran número de escuelas que hay en zonas con intensa circulación de vehículos.

El aumento de la memoria de trabajo durante el año estudiado entre los alumnos fue de un 11,5% en centros poco contaminados y de un 7,4% en los que tienen una peor calidad del aire. Los alumnos de colegios más afectados por la polución desarrollaron la memoria de trabajo hasta un 13% menos que los que estudiaban en otros con menor contaminación.

Los autores de esta investigación proponen que se tenga en cuenta la calidad del aire a la hora de construir nuevos centros educativos, que se haga lejos de las zonas de mayor tráfico y que cuenten con zonas verdes. Además, piden que se reduzcan los niveles de tráfico y polución alrededor de los que ya existen, y que se sustituyan en ellos las superficies de asfalto u hormigón por espacios verdes.

Las zonas verdes favorecen el desarrollo cognitivo

El otro estudio concluye que las escuelas con zonas verdes favorecen el desarrollo cognitivo de los niños, no sólo porque la vegetación mitiga la contaminación sino por otros factores como podrían ser el bienestar psicológico que proporciona el contacto con la naturaleza, la reducción del ruido, el aumento de la actividad física e incluso la posibilidad de que las plantas y árboles modifiquen la microbiota de los niños (los microbios que viven en su organismo) de una manera que tendría efectos positivos en su cerebro.

Según este estudio, un 8,8% de los niños que tienen trastornos de atención en escuelas con pocos árboles resolverían su problema si disfrutaran de un entorno con más vegetación.

Este estudio es también pionero porque es el primero que investiga el efecto de la cercanía de espacios verdes en el desarrollo cognitivo de los alumnos, y concluye que el contacto con la naturaleza tiene un efecto positivo no sólo sobre el aprendizaje sino sobre la salud física y mental en general.

Fuente noticia: http://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/escuelas-poca-contaminacion-mucha-zona-verde-favorecen-aprendizaje-ninos

Fuente imagen: http://cdn6.concienciaeco.com/wp-content/uploads/2015/06/granja-escuela-Granxa-du-souto.jpg

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Qué pasa cuando perdemos biodiversidad

Por: Eco Portal

Un último informe publicado en la prestigiosa revista Science alerta de la pérdida de biodiversidad alarmante que está sufriendo el planeta a pasos de gigante.  El estudio (El primero en estimar la pérdida de la biodiversidad de las comunidades ecológicas a escala global), realizado por investigadores del Museo de Historia Natural de Londres  (UCL) y  el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA-WCMC), ha analizado datos de cientos de científicos de todo el mundo; alrededor de  2,38 millones de registros sobre las  39.123 especies y en 18.659 lugares, con unas conclusiones alarmantes que pueden afectar e influir en el equilibrio de  la sostenibilidad de las sociedades humanas y en el funcionamiento del ecosistema.

Para que tengamos una idea general. El límite de seguridad establecido está fijado en la pérdida de aproximadamente un 10% de especies con respecto a las cifras previas al uso humano de la tierra. En ese caso se mantendría alrededor de un 90% de las especies propias de una determinada zona. El mapa elaborado por los investigadores para ilustrar la pérdida revela que la biodiversidad se sitúa entre el 85% y el 88%, de lo que se extrae que ha caído al menos entre un  12% – 15%.

La biodiversidad se está perdiendo en todo el mundo, pero algunas áreas están particularmente más afectadas. El siguiente  mapa muestra las poblaciones de especies autóctonas como porcentaje de sus poblaciones originales. Las zonas azules son los límites de seguridad propuestos, y las áreas rojas son más allá, las más afectadas en perdida de especies:

Imagen vía Museo de Historia Natural de Londres (UCL)

Según datos referidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza que están disponibles en los informes de los Indicadores de Desarrollo Mundial existen casi tantas especies de plantas amenazadas como la cantidad combinada de peces, mamíferos y aves que están en peligro.

Si a este estudio,  añadimos el informe formalizado por la Comisión Europea en el que se constata que el  80% de los bosques originales que cubrían la Tierra hace 8.000 años han sido talados, fragmentados  o dañados, por la mano del hombre. Estamos ante un momento delicado de la vida del planeta cuya respuesta ante tal tesitura debe de ser global como en el caso del cambio climático (Recordemos el COP21) dejando de lado las posibles discrepancias existentes entre países. Esto es una cuestión que afecta a todos y a todos los niveles.

Los científicos del estudio aseguran que… “En muchas partes del mundo, la situación está llegando a un punto en que probablemente será necesaria la intervención humana para mantener la función de los ecosistemas”

Aunque a veces es difícil entender que somos parte de una cadena en equilibrio que no se puede romper, en un ecosistema que todo encaja a la perfección y que la “rotura” de ese equilibrio nos afecta de forma contundente queremos intentar explicar el por qué es necesario mantener la biodiversidad y sus ecosistemas en perfecta armonía.

Cuando se producen desastres o “perdida” de un ecosistema – en la mayoría de veces – por la actividad humana, tiene una  repercusión en la productividad de plantas, fecundidad del suelo, calidad del agua, química atmosférica, y muchas otras condiciones ambientales globales, que por último afectan al  bienestar de las sociedades humanas y la reducción de la pobreza. Estos procesos ecosistémicos son controlados, tanto por la biodiversidad, como por la identidad de las especies de plantas, animales y microbios en una comunidad. Las modificaciones por acciones humanas en una región pueden trastocar las funciones ecológicas que sostienen la vida, tanto a nivel local como abarcando amplias zonas,  atendiendo a su importancia.

Aunque todos los factores son difíciles de explicar, creemos que en la siguiente imagen se puede clarificar los efectos de forma clara.

Imagen vía UNESCO (La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio)

Debemos de recordar que es vital para la salud y el sustento alimenticio de las personas. Los organismos vivos, animales, plantas y microorganismos interactúan para formar redes complejas e interconectadas de ecosistemas naturales y hábitats que, a su vez, aportan “servicios ecosistémicos” de los que depende toda la vida.

Aunque la tecnología puede sustituir algunos “servicios ecosistémicos” y amortiguar su degradación, muchos no se pueden reemplazar. Así que ya no es una cuestión de sí deberíamos proteger la biosfera, es ya una necesidad.

Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Biodiversidad/Que-pasa-cuando-perdemos-biodiversidad

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Contaminación mental en tiempos de canibalismo ambiental

Por: Carlos Ruperto Fermín

Durante los milagrosos 365 días del año, existe una luz de inconciencia gravitando en el Medio Ambiente, que tanto los niños como los jóvenes y los adultos, no son capaces de reconocer por sus propias voluntades, para alcanzar una mejor calidad de vida.

Todos los días dormimos en la cama con nuestro querido Smartphone, recibimos la eucaristía con un sabroso cordero en el estómago, bailamos reguetón frente a la cara de los más pobres, compramos hasta morir en los divertidos centros comerciales, olvidamos el legado de los aburridos pueblos originarios, respiramos el tremendo smog del alérgico semáforo, y omitimos la regla del método anticonceptivo.

Queda claro que la costumbre nos transforma en humanos robotizados. Primero adoptamos una sofisticada tendencia social, que dicta el esquema de nuestra cotidianidad. Y luego adaptamos ese rutinario esquema social, en todas las actividades ordinarias que realizamos a diario.

Es como llevarse a la boca una hamburguesa, y comerla con una lengua sin papilas gustativas. Sabes que estás comiendo carne, pero no puedes identificar el sabor de la carne. Por desesperación, seguiremos comiendo, masticando y tragando, para encontrarle el gusto a la grasosa hamburguesa. Pero al final del incontrolable deseo de satisfacer a nuestro paladar, degustaremos un trastorno obsesivo compulsivo que jamás se dará por vencido.

Por miedo a la derrota, nunca caemos rendidos en la tumba. Por miedo a la soledad, nos reproducimos a cualquier hora y en cualquier colchón. Y por miedo al fracaso, nos apuñalamos con los billetes ensangrentados del éxito.

No hay duda que nuestros brillantes cerebros, sufren las consecuencias de un legendario traumatismo craneal, que nos dejó ciegos, sordos y mudos, en un enfermizo proceso de Transculturación global.

Por eso siempre sabemos decir hola en Inglés, pero nunca sabemos decir hola en Quechua. Siempre podemos escribir hola en Inglés, pero nunca podemos escribir hola en Wayuunaiki. Y siempre conocemos el significado del Inglés, pero nunca conocemos el significado del Quechua, del Wayuunaiki y del Español.

Sin embargo, NO es obligatorio experimentar un choque frontal en la veloz carretera, para sentirnos accidentados y agonizando en nuestra propia vida. Es probable que la amnesia que borra todos los recuerdos del alma, sea la mejor respuesta ante un memorable estado de culpa. Y quizás formatear el disco duro de nuestra computadora personal, sea el primer paso para reconectarnos con la triste realidad lobular.

Gracias a la evolución de la Ciencia, sabemos que el hemisferio cerebral izquierdo, se encarga de controlar las funciones del lenguaje, escritura, numeración y lógica racional. Mientras que el hemisferio cerebral derecho, se encarga de proyectar los sentimientos, emociones, creatividad y expresiones artísticas.

Gracias a la involución de la Conciencia, sabemos que el hemisferio cerebral izquierdo, se encarga de comprar, vender e hipotecar los recursos naturales de la Tierra, con una intachable firma en la bolsa de valores. Mientras que el hemisferio cerebral derecho, se encarga de sonreír, aplaudir y fotografiar la firma del jugoso contrato, que los empresarios capitalizarán en el bosque.

Ambos hemisferios demuestran ser apáticos, ambidextros y analfabetos, cuando se trata de reflexionar sobre la crisis social, cultural y ecológica del siglo XXI.

Por desgracia, el omnipotente Sistema que carcome cada milésima de segundo, fue carcomiendo las últimas neuronas del segundero, y aunque usted ya NO quiere comportarse como un perfecto idiota, el Sistema te obliga a comportarte como un perfectísimo idiota.

Al Sistema no le importa apoderarse de tu dinero, pues le interesa apoderarse de tu discernimiento, para fácilmente obtener tu preciado dinero. Una vez esclavizada la cabeza hueca, el Sistema te convierte en un objeto de consumo masivo, en una mercancía al detal, y en una etiqueta de liquidación.

El Sistema es muchísimo más inteligente que un pulpo, por lo que sus infinitos tentáculos de acción y reacción, pueden hacerte calzón chino en plena luna de miel, pueden convertir el sueño americano en una gran pesadilla, y pueden contagiarte la enfermedad de la mediocridad.

Nos preguntamos ¿Cuál es el supuesto Sistema que te obliga a sacrificar el pobre intelecto? ¿Qué gana el Sistema esclavizando tu estilo de vida? ¿Quién o quiénes son los culpables de imponernos al Sistema?

Quizás sea culpa del Entorno, tal vez sea culpa de la Sociedad, o probablemente sea culpa del Fútbol. Puede que sea culpa de Jesucristo, puede que sea culpa de Mickey Mouse, o puede que sea culpa de Hitler. También podríamos culpar a la Madre Tierra, podríamos culpar a la Vía Láctea, y podríamos culpar al mismísimo Universo.

El Sistema es un cáncer que compra, corrompe y descompone a la Humanidad. Es como el diablo que se viste de santo, y le regala lecciones de ética y moral a su querido prójimo. Todos saben que el santo es realmente el diablo, pero nadie lo desmiente porque luce muy bien, porque dice lo que la gente quiere escuchar, y porque es muy generoso con su pueblo.

Siempre fingimos ser los reyes del ring de boxeo, y la culpa siempre debe caer y recaer en las manos de los adversarios. Cuando ganamos en la vida, la culpa es toda nuestra. El ego jamás comparte la victoria, porque le alzamos los brazos a la suerte, y todo el crédito de la película se lo lleva nuestro nombre y apellido.

Pero cuando perdemos en la vida, la grandísima culpa se la disputan los gobiernos de turno, los políticos corruptos, las loterías tramposas, los familiares envidiosos, los vecinos chismosos, los colegas del trabajo, los profesores malhumorados, los ladrones de oficio, los animales silvestres y las supremas deidades.

Algo o alguien siempre se lleva el grito, la ofensa, el mal de ojo, el empujón, el hematoma, la bala, la sangre, y las cenizas de todos nuestros problemas. Permitimos que lo externo defina nuestro interior, y en ese espacio y tiempo siempre hay cabida para la moda, la indiferencia, la traición, la violencia, la frivolidad y la codicia.

En los medios de comunicación social nacionales y extranjeros, se enaltecen los antivalores, la negatividad, y la putrefacción del todopoderoso Sistema capitalista.

Vemos que para domar y dominar a las masas, se va amasando una tentadora orgía de consumismo, sexismo y propagandismo, que se difunde durante las 24 horas del día en la televisión, en la radio, en la prensa, en la Internet y en las calles pavimentadas.

Los televidentes, los radioescuchas, los lectores, los cibernautas y los ciudadanos, son obligados a santificar la pornografía del espectacular show circense, mediante la compra y venta de todos los productos y servicios, que se comercializan con un longevo arsenal publicitario, el cual incluye la desinformación del morbo, del adulterio, del divorcio, del embarazo precoz y del aborto.

En un abrir y cerrar de ojos, la audiencia se vuelve adicta al sexo, a las drogas y al racismo, para ser cómplice de lo simple, de lo estúpido y de lo infame.

Las famosas redes sociales como Twitter, Facebook y WhatsApp, van maximizando el borreguismo de los tontuelos, ya que los usuarios necesitan un ficticio sentido de pertenencia, para no sentirse rechazados y aislados de la comunidad virtual, por lo que odiarán todo lo que el mundo odie, y amarán lo que todo el mundo ame.

Debido a que esos jóvenes tontuelos representan la popularidad, el Sistema festeja sus tonterías y los considera ovejas sagradas, para seguir idiotizando al resto del rebaño.

No olvidemos que somos inestables y débiles por naturaleza, por lo que cualquiera puede sembrar cotufas en nuestros cerebros. A medida que brotan las semillas del cultivo mental, vamos aumentando el precio y el valor de todas las sabrosas cotufas, buscando que nuestros pensamientos enriquezcan la tierra fértil, y así podamos venderle nuestra espiritualidad a la relatividad de los hechos.

Yo boté mucha basura en la calle, porque tenía mucha hambre. Yo prendí por muchas horas el aire acondicionado, porque tenía muchísimo calor. Yo malgasté mil litros deagua potable, porque tenía mucha sed de venganza. Yo asesiné a sangre fría, porque Dios todo lo perdona.

Ahora bien, cuando nos referimos a la contaminación ambiental, generalmente exponemos una serie de daños ecológicos que sufre el planeta Tierra, por culpa de los dedos abusivos, de las manos industrializadas, y de los brazos destructores de los inhumanos Seres Humanos.

Si lanzamos la moneda e inhalamos el dióxido de carbono, gritaremos ¡Bingo! con lacontaminación del aire.

Si lanzamos la moneda y quemamos la capa vegetal, gritaremos ¡Bingo! con lacontaminación del suelo.

Si lanzamos la moneda y envenenamos los ríos, gritaremos ¡Bingo! con lacontaminación del agua.

Si lanzamos la moneda y amplificamos los vidrios rotos, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación acústica.

Si lanzamos la moneda y encandilamos el cielo nocturno, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación lumínica.

Si lanzamos la moneda y desnudamos a la hermosa cerveza, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación visual.

Si lanzamos la moneda y saturamos las redes inalámbricas, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación electromagnética.

Si lanzamos la moneda y bebemos la lluvia ácida, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación radiactiva.

Si lanzamos la moneda y la moneda no alza el vuelo, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación espacial.

Pese a que reconocimos tantísimas fuentes de polución, creemos que la crisis ambiental se origina, va creciendo y se intensifica, con un tipo de contaminación que NO concentra la atención de las colectividades, escapando de la punzante línea del tiempo, y evadiendo la realidad del libre albedrío.

Detrás de la archiconocida contaminación ambiental, se halla escondida la gran Contaminación Mental, que es la madre de todas las contaminaciones en el planeta Tierra, representando el verdadero punto de partida hacia la autodestrucción planetaria, y situándose como el histórico obstáculo cognitivo que ha imperado a lo largo de las civilizaciones.

La mayoría de los Seres Humanos no reciclan los desechos sólidos, no practican la eficiencia energética, y no reducen el consumo del agua potable, porque se encuentran ecológicamente bloqueados por causa de una terrible contaminación mental, que los convierte en cosas apáticas, desechables y desleales, en el cuidado que ameritan los ecosistemas y la biosfera.

Millones de corazones a escala mundial, sufren las consecuencias físicas y psicológicas de la atroz Contaminación Mental. Los individuos de todas las edades son perjudicados con la presencia de estrés, migrañas, cuadros de ansiedad, hiperactividad, insomnio, depresión, frustración, gastritis, y muchísimas más alteraciones diagnosticadas por el saludable Sistema.

La Contaminación Mental infecta a los perversos corazones llenos de chips, apps y tags, que nunca tienen un megabyte disponible para instalar en sus cerebros la Educación Ambiental, y así descargar una visión conservacionista de un Mundo que se cae a pedazos, porque ni siquiera los virus informáticos son tan nocivos para la Pachamama, como los trágicos ecocidios que provocan los hombres y las mujeres de carne y hueso.

Aceptamos y aplaudimos la criminal deforestación, los gigantescos derrames petroleros, la extinción de la biodiversidad, la quema de combustibles fósiles, el uso de los agrotóxicos, los megaproyectos mineros y la demoníaca fractura hidráulica, porque NO comprendemos el significado y el significante del gran manuscrito Voynich.

Negamos la existencia del Calentamiento Global, porque jamás desenchufamos el freezer del tomacorriente. Negamos la existencia del Efecto Invernadero, porque hibernamos durante las cuatro estaciones del año. Y negamos la existencia del Cambio Climático, porque somos incapaces de observar los rayos del Sol.

No deseamos investigar, no podemos recapacitar, y no queremos sobrevivir.

Nuestra ignorancia socio-ambiental que afianza el desarraigo cultural, solo piensa en vestir muchísima más ropa fashion, en comer carne en restaurantes de comida rápida, en imprimir La Biblia con tres toneladas de hojas de papel, en conducir el carro último modelo por la selva asfaltada, en comer maíz transgénico para curar la borrachera, en sintonizar los canales de deportes internacionales, en bautizar a más engendros fecundados por el Tío Sam, y en seguir sobre-poblando el oscuro nido de la miseria.

El agresivo proceso de Transculturación que padecemos en la actualidad, se fue robando el santísimo sacramento del sagrado corazón. Los más fieles devotos de la Madre Tierra, se quedaron llorando de dolor sin fuerza, sin electricidad, sin agua, sin gas, sin techo, sin comida, sin amor y sin sueños.

Las cotufas vencieron a las neuronas, y las hamburguesas del Sistema exigen un nuevo teléfono móvil, una nueva tableta, una nueva laptop, una nueva videoconsola, un nuevo televisor, una nueva máquina tragamonedas, un nuevo árbol holográfico, una nueva descarga de piratería, y un nuevo androide para la artillería de guerra.

Todos estamos mentalmente contaminados, y el Sistema no se cansa de pisotearnos el cráneo con su magistral fatalidad. Así seguiremos cargando la cruz hasta el fin de los tiempos, salvo que por un segundo de la vida, te detengas a pensar un segundo en tu vida.

Pensar no es solo capricho de los dioses, tú también puedes despertar del siniestro letargo mental, y encapricharte con una vida mucho más responsable, sostenible y sustentable.

En vez de comprarte el maldito nuevo Iphone, puedes donar esa plata a una fundación que rescate a los perros y a los gatos de las calles. En vez de adquirir el maldito nuevo Galaxy, puedes donar esa plata a instituciones que ayudan a los lisiados sin hogar. En vez de fumarte un maldito nuevo Cigarrillo, puedes donar esa plata a una asociación que alfabetice a los más desamparados.

Imagina cómo sería el Mundo, si fuéramos un poquito más empáticos. Imagina cómo sería Latinoamérica, si fuéramos un poquito más solidarios. Imagina cómo sería la Vida, si fuéramos un poquito más altruistas.

Si ya no puedes imaginar, el Sistema ganó la apuesta del casino. Si ya no puedes rezar, el Sistema te apuñaló por la espalda. Si ya no puedes creer, eres el Sistema.

Te pedimos un mayor compromiso con el bienestar del Medio Ambiente, una mayor preocupación por el futuro de Gaia, y un mayor interés en compartir la gracia salvadora de la misericordia.

No dejemos que la maldad le gane a la racionalidad. Hoy es un buen día para hacer lo correcto, sin correr ningún riesgo. Si ayudas de corazón te sentirás mejor, y harás que otros hermanos se sientan todavía mejor.

  • tomado de: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Contaminacion/Contaminacion-mental-en-tiempos-de-canibalismo-ambiental
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Estudio confirma afectación en niños por contaminación

América del Sur/Ecuador/14 de Julio de 2016/ Fuente: La Hora Nacional

Un hito en la investigación de la salud pública del país se marcó esta semana con el cierre de un estudio científico para establecer las consecuencias directas de la contaminación del aire en estudiantes de escuelas de Quito.

Científicos de varias disciplinas concluyeron exámenes médicos practicados desde 2014 hasta este año a 300 estudiantes de escuelas de Cotocollao (norte), Chiriyacu (sur) y Alangasí (suroriente) respecto a los efectos del material ultraparticulado presente en el humo que arrojan vehículos y que ingresan al ser humano por las vías respiratorias.

El engrosamiento de la arteria carótida es una de las primeras evidencias científicas que arroja esta investigación a cargo de especialistas de universidades nacionales y extranjeras.

Rodrigo Armijos, quien está al frente de un equipo de investigadores de las universidades Central, San Francisco de Quito e Indiana de Estados Unidos y de la Secretaría Nacional de Educación Superior Ciencia y Tecnología, sostuvo que de forma preliminar se puede informar “que los niños que están viviendo en una distancia menor a 100 metros de las vías de alto tráfico, tienen un engrosamiento en la pared de la arteria carótida, esto quiere decir que han desarrollado arterioesclerosis”.

El experto recalcó que la investigación fue integral e involucró profesionales en ingeniería ambiental, medicina, nutrición, geología y salud pública y que el financiamiento nacional y extranjero ascendió a 340.000 dólares.

Para los próximos meses se prevé que se presenten los resultados definitivos de estas investigaciones una vez que se interpreten los datos obtenidos en los exámenes practicados a los menores. (JCER)
Fuente: http://lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101963629/-1/Estudio_confirma__afectaci%C3%B3n_en_ni%C3%B1os_por_contaminaci%C3%B3n.html#.V4f0YBJGT_s

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Indígenas de Amazonia sufren contaminación por mercurio

Ecoportal

Niños y mujeres en edad reproductiva son los grupos más afectados en la vasta región

Más de 10 etnias indígenas están siendo amenazadas por una ola de contaminación de mercurio en la Amazonia.

Una situación que pone en jaque especialmente la vida de niños y embarazadas de estas comunidades, que sufren enfermedades como deficiencias respiratorias agudas, entre otras.

La muerte de un niño indígena desempolvó esta situación. El pequeño de cuatro años no logró sobrevivir a un intenso cuadro de envenenamiento que diagnosticaron los médicos en el hospital de Uyacalí, una ciudad al este de Perú. A partir de ahí, el personal médico realizó pruebas hasta descubrir que un 82% de la comunidad indígena de la región presenta en su organismo niveles elevados de mercurio por encima de lo saludable.

La contaminación se expande por medio del Mota Punteada (Zungaro zungaro), un pez cuyo organismo es capaz de acumular el mercurio que adquiere del medio ambiente.

Los indígenas nahua son parte de una etnia en contacto inicial que habitan en la reserva territorial Kugapakori-Nahua-Nanti, donde viven únicamente de la caza y pesca en los afluentes del río Mishagua, explica el diario La Vanguardia de Barcelona.

Según el Ministerio de Ambiente, la minería en la zona arroja cada año 40 toneladas de mercurio en estos ríos, y ha destruido más de 100 mil hectáreas de selva tropical. Es así como el mercurio entra a las aguas del río que beben los indígenas, y de los peces que constituyen una parte fundamental de su dieta.

Luis Aponte, médico residente en Ucayalí, explicó que al hospital asisten cada vez más indígenas con cuadros severos de envenenamiento. Pero que la situación empeora en los casos de los nahua porque al ser una etnia aislada no tienen un acceso eficaz y rápido al sistema de salud.

Una situación muy delicada

Nery Zapata, dirigente nacional de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) denuncia que «la contaminación con mercurio es sumamente delicada para la salud humana, por sus consecuencias irreversibles que acarrea, por tanto las autoridades de salud deben de incidir con las investigaciones a fin de frenar la fuente de contaminación en contra de la población originaria”.

El Gobierno conocía sobre esta contaminación desde el 2014, pero no tomó  medidas hasta el pasado 26 de mayo, cuando decretó estado de emergencia en esta región que incluye 11 distritos con población indígena.

De acuerdo con  la Oficina Presidencial de Perú, el grupo de trabajo durante 60 días se centrará en  garantizar la seguridad alimentaria de la población nahua para limitar el consumo del pez Mota Punteada y «realizar una investigación integral que proporcione resultados contundentes sobre las fuentes contaminantes de mercurio”.

El vía crucis para estos indígenas comenzó hace casi cuatro décadas, cuando en 1980 ingresaron trabajadores de una petrolera a la Reserva Nahua-Nanti, una de las áreas protegidas más importantes del mundo.

Este primer contacto causó enfermedades mortales a casi el 50% del grupo indígena. Pero esta situación se agravó cuando el Gobierno peruano aprobó la instalación en la zona de Camisea, el proyecto energético más grande del país que cuenta con inversión de Argentina y España.

La crisis se extiende

La fundación de salud brasileña Fiocruz junto a la Asociación Yanomami Hutukara, la ONG brasileña ISA (Instituto Socioambiental) y la Asociación Yekuana APYB publicaron los resultados de un estudio que revela cómo los indígenas de 19 comunidades en Brasil también están sufriendo las secuelas del mercurio que invade sus ríos.

El líder indígena  Davi Kopenawa oficializó la denuncia ante la Relatoría Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas.

Los resultados de la investigación arrojaban que los niños y mujeres en edad reproductiva presentan niveles entre 16 y 16 mg/g. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que los niveles de mercurio por encima de 6 mg / g presentan un alto riesgo de consecuencias graves para la salud.

Los yanomamis es la etnia más afectada por la presencia del mercurio en los ríos, y está considerado uno de los pueblos más vulnerables del planeta.

En Venezuela la situación es similar. Los yanomamis, los yekuanas y otras cuatro etnias minoritarias están padeciendo el envenenamiento por mercurio.

En ambos países, la responsabilidad recae en los buscadores ilegales de oro.

Grave denuncia 

Pedido La organización Survival Internacional junto a organizaciones locales empredieron  diferentes acciones para denunciar esta crítica situación.

Carta En una carta dirigida al Relator Especial de la ONU sobre salud, Survival  recalcó el fracaso de los gobiernos americanos a la hora de combatir esta contaminación.

Gobiernos Survival denuncia que a Perú, Brasil y Venezuela no les importa la explotación mineral ilegal.

Fuente del articulo: http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Indigenas-de-Amazonia-sufren-contaminacion-por-mercurio

Fuente de la imagen:http://cdn.ecoportal.net/var/ecoportal_net/storage/images/eco-noticias/indigenas-de-amazonia-sufren-contaminacion-por-mercurio/2089172-1-esl-ES/Indigenas-de-Amazonia-sufren-contaminacion-por-mercurio_large.jpg

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