Coronavirus: nos cuentan muchos cuentos

Por: Sabino Cuadra Lasarte

Buena parte de las medidas tomadas (aislamiento laboral y social, docencia virtual, teletrabajo masivo, atención digitalizada, telemedicina..), camina en una dirección muy favorable al interés de las grandes multinacionales tecnológicas y de disgregación y debilitamiento laboral, sindical y social.

No. Este escrito no va de creer, como dice Trump, que el coronavirus ha nacido en un laboratorio chino. Tampoco de que detrás de él se encuentre un poder oculto, tipo Spectra, el enemigo de James Bond, agente OO7 con licencia para matar. No. La cosa va de que en esta pandemia nos están contando muchos cuentos.

Lo dijo el poeta León Felipe: “Yo no sé muchas cosas, es verdad. / Digo tan solo lo que he visto. / Y he visto: que la cuna del hombre la mecen con cuentos. / Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos. / Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos. / Que los huesos del hombre los entierran con cuentos, / y que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos. / Y sé todos los cuentos”. Y hoy como ayer, muchos de nuestros llantos y miedos, producto ahora del coronavirus, quieren ahogarlos también con cuentos.

Es cierto, sí, que el virus puede afectar a cualquier persona. Se trata así de un virus teóricamente democrático. Sin embargo, una vez empieza a circular, la democracia se acaba, pues no se desplaza con igual facilidad por las zonas residenciales y ajardinadas, que por las barriadas populares o las residencias de abueletes. Por otro lado, una vez que alguien ha sido infectado, poder acceder a una atención sanitaria de mayor o menor nivel de calidad tiene también que ver con su status social. En esa macabra lotería vírica, algunas personas cuentan con más boletos que otras a la hora de poder o no ser infectadas, o ser mejor o peor atendidas.

Por otro lado, el coronavirus no solo afecta a la salud física, sino también, y en gran medida, a la salud social. Según el Banco de España y el FMI, la tasa de paro va a pasar durante este año del 13,7% al 21,7%. Otros estudios dan cifras aún mayores. El desempleo ha aumentado en abril en 283.000 personas y se calcula que en todo el año crecerá en no menos de 1,5 millones de personas. La incidencia social de todo esto tampoco será nada igualitaria. En la gran crisis de 1929, pasear por Wall Strett, en Nueva York, era realmente peligroso, pues te podía caer encima un gran accionista en quiebra que se suicidaba arrojándose desde un rascacielos. Nada de esto ha pasado en el Estado español en la crisis de 2008, ni es previsible que suceda ahora. Ninguno de los jerifaltes del IBEX-35 pasará a dormir entre cartones en la calle, ni a hacer cola ante los comedores populares.

El Banco Santander ha ganado 1.991 millones de euros durante el primer trimestre de 2020. Por su lado, el BBVA e Iberdrola, han tenido unos beneficios de 1.258 y 968 millones, respectivamente. La otra cara de la moneda es que, a 30 de abril, hay 3,9 millones de personas paradas y los ERTE afectan a 3,4 millones mas. Lo anterior, además, no se ha hecho por sorteo, sino que afecta sobre todo a sectores muy concretos: trabajadores por cuenta propia y ajena, población precarizada, pequeños comerciantes y empresarios, migrantes…, y dentro de cada uno de ellos, las mujeres siempre en cabeza padeciendo las mayores agresiones.

En la anterior crisis de 2008, el mantra difundido por el sistema (gobiernos, patronal, grandes medios..), fue afirmar que “habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Pero fue la Banca la que financió aquel tsunami de cemento y ofertó a la gente todo tipo de créditos-trampa para que comprara pisos, cambiara de coche y viajase. Hasta que la burbuja hipotecaria reventó. Dijeron entonces que había que apretarse el cinturón (recortes salariales, de pensiones, de gasto social..), pero ellos siguieron usando holgados tirantes. Abrió brecha el PSOE de Zapatero, en 2010, con la primera reforma laboral, contra la que hubo una huelga general en todo el Estado. Luego, en 2011, vino la de las pensiones (UGT y CCOO la aprobaron) y la modificación del artículo 135 de la Constitución. Más tarde,  el PP de Rajoy entró por la vía abierta como elefante en cacharrería. Mientras, se regalaban a la Banca decenas de miles de millones para tapar sus rotos y descosidos financieros. Total, ellos salieron de rositas; nosotros escaldados.

En la actual crisis del coronavirus, toda la responsabilidad se la echan al “bicho”. Ningún gobierno ni contubernio bancario o empresarial parece tener culpa alguna de ella. Nos aturden con cientos de datos, pero el Gobierno no ha explicado aún por qué el Estado español es, tras Bélgica, el segundo lugar del mundo en número de personas muertas por cien mil habitantes. Ni tampoco Urkullu ha dicho por qué ese mismo índice es mayor en la CAV que en el conjunto del Estado. Igualmente, nadie ha aclarado la razón por la que el porcentaje de personal sanitario contagiado en el Estado sea doble que en Italia y casi triple que en EEUU o China. Sí, quizás el bicho ha caído del cielo, pero en indudable que las políticas de ajuste impuestas en los últimos años le han preparado un aterrizaje inmejorable.

Gobiernos y patronales, estatales y autonómicos, han alabado la madurez, esfuerzo y responsabilidad ciudadana haciendo a la crisis. Toca madera. Desconfía. Quieren dorarnos la píldora y pillarnos con la guardia baja. El estado de emergencia ahora declarado, como ayer la aplicación del artículo 155 de la Constitución al proceso catalán, apunta hacia una mayor centralización y recorte de libertades. Junto a ello, buena parte de las medidas tomadas (aislamiento laboral y social, docencia virtual, teletrabajo masivo, atención digitalizada, telemedicina..), camina en una dirección muy favorable al interés de las grandes multinacionales tecnológicas y de disgregación y debilitamiento laboral, sindical y social. Lo último del paquete ya es conocido. Lo vimos en la anterior crisis del 2008. A no ser que cambiemos la fiscalidad actual, benévola para con el capital y las altas rentas, y ratera para con los de abajo, el costo volverá a caer sobre nuestras espaldas. Con todo esto, por supuesto, lo del TAV, es de juzgado de guardia. Y de lo de Zaldibar, mejor no hablar.

Hagamos caso a León Felipe: no creamos sus cuentos. No caigamos en sus trampas.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/coronavirus-nos-cuentan-muchos-cuentos/

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Fracaso crónico

Por: El País. 

 

Es inadmisible que España tenga el mayor abandono escolar de la UE

Un año más, España es el país de la UE con mayor tasa de abandono escolar, es decir, en porcentaje de alumnos que han dejado de estudiar tras la ESO y por tanto solo han cursado los estudios obligatorios. La UE estableció como objetivo bajar el abandono escolar en todos los países por debajo del 10%. Lo han conseguido 21 de los 28 Estados miembros, pero España está lejos de lograrlo y, pese a los esfuerzos realizados, sigue teniendo el peor registro: el 17,9% de los jóvenes de 18 a 24 años solo tiene, como mucho, estudios de secundaria. En cinco años se han aprobado tres planes de lucha contra el abandono escolar, pero los resultados son muy decepcionantes. Otros países han mejorado mucho más que nosotros. Particularmente sonrojante es la comparación con Portugal, que partía de una situación mucho peor y desde el año 2000 ha reducido su tasa de abandono del 44% al 11,8%

Esta es una de las grandes carencias del modelo educativo español. Sus causas hay que buscarlas en el funcionamiento del sistema escolar, pero también en las condiciones sociales del alumnado, pues la mayor parte del abandono afecta a escolares de familias con pocos recursos. Es preciso, pues, actuar sobre los condicionantes sociales que lastran los resultados académicos y trabajar aspectos individuales como la motivación, la autoestima o la capacidad de esfuerzo, cuya ausencia hace que muchos escolares fracasen en los estudios.

Para ello es preciso, por un lado, reforzar los equipos docentes con el fin de garantizar una atención personalizada a los alumnos rezagados o que tienen necesidades educativas especiales. Y, por otro, habilitar programas de refuerzo en el entorno comunitario en colaboración con los Ayuntamientos. Se trata de facilitar recursos y apoyos extraescolares para compensar las carencias que los niños que abandonan tienen en su entorno familiar. Los municipios son los que están en mejores condiciones de determinar las zonas de riesgo de fracaso y los colectivos que precisan soporte especial. Entre ellos está sin duda el de los alumnos de origen inmigrante. Una investigación del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona ha demostrado que estos escolares presentan casi el doble de fracaso escolar que los hijos de familias autóctonas.

La relación entre el modelo productivo y el formativo tampoco ayuda. España posee uno de los índices más altos de universitarios de la UE, pero la formación profesional, que en otros países es la principal estructura de cualificación para empleos técnicos intermedios, no ha conseguido los niveles de calidad, prestigio y penetración social que tiene en países de nuestro entorno. La historia del abandono escolar ha seguido las fluctuaciones de una economía demasiado dependiente de la construcción y el turismo, dos sectores que ofrecen empleo poco cualificado y que son muy sensibles a los ciclos económicos. El abandono subió durante la burbuja inmobiliaria porque muchos jóvenes encontraban fácilmente trabajo, y cayó con la crisis de 2008 por falta de alternativa. Pero la mayoría de los empleos poco cualificados que existen desaparecerán a causa de la automatización. Es preciso garantizar que todos los escolares puedan alcanzar la máxima cualificación posible si no se quiere tener una sociedad en la que una parte estructural de la población carezca de salidas profesionales.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/05/05/opinion/1557068093_747223.html

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