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Estados Unidos: Cleveland’s Thomas Jefferson International school sees enrollment growth amid refugee crisis

Estados Unidos/Marzo de 2017/Fuente: News 5

RESUMEN: Cleveland es un crisol para inmigrantes, refugiados y grupos étnicos. Los bolsillos de barrios ricos y diversos han avergonzado a Cleveland desde el siglo XVIII. En los últimos años, el número de refugiados que llegan a Cleveland ha aumentado constantemente. Aquellos que vienen a Cleveland son a menudo niños que han estado fuera de la escuela durante años debido a la guerra y la reubicación. Cuando llegan a Cleveland, muchos hablan  poco o ningún inglés y están atrasados académicamente. El viaje de Roba Mohammed desde Irak no fue un viaje fácil. En 2004, dejó Irak con su familia debido a la guerra en curso que afecta su ciudad de Bagdad. Ella vivió en Damasco, Siria durante diez años antes de irse a Irak de nuevo debido a la guerra siria.

Cleveland is a melting pot for immigrants, refugees, and ethnic groups. Pockets of rich, diverse neighborhoods have shamed Cleveland’s since the 18th Century.

In recent years, the number of refugees arriving in Cleveland has steadily increased. Those coming to Cleveland are often children who have been out of school for years due to war and relocation. When they arrive in Cleveland, many have little to no English language skills and are behind academically.

«There were not others like me»

Roba Mohammed’s journey from Iraq wasn’t an easy journey. In 2004, she left Iraq with her family due to the ongoing war plaguing their town of Baghdad. She lived in Damascus, Syria for ten years before leaving to Iraq again due to the Syrian war.

«When I first came here [Cleveland] in 2015, I was at Lakewood High School. I understood little English, but couldn’t speak it enough to talk to anyone or learn. There were not others like me. I’m shy,» said Mohammed. «Here, everyone is different with different cultures so it’s easier to learn and make mistakes.»

Mohammed is not alone. Refugees coming to America have many challenges they carry on their back. Education is one of the environments refugees are thrown into when they arrive.

The Thomas Jefferson International Newcomers Academy is assisting incoming immigrants and refugees to transition to life in the United States, first starting with education.

Thomas Jefferson is one of the only schools in the country offering education to all grades from Kindergarten through 12th grade, allowing families to stick together in the same school.

Marisol Burgos, the principal of the school, has seen student enrollment increase over the years, but particularly in this school year alone. Since the school was established seven years ago, enrollment has risen from 118 students to 919 students.

«Last year, we were waiting for our Syrian students to come. Between 60 to 100 families arrived from the beginning of the school year until now,» said Burgos. «We went from having 596 students in August 2016 to  currently 919 students.»

Diversity is obvious

Walking through the school, the hallways are filled students conversing in their native language. With 23 languages spoken throughout the school, the school’s diversity is obvious. Most students who come to the school come with little to no English.  All the teachers are accredited with the TESOL endorsement (teaching English as a second language.)

There are 14 bilingual paired professionals who visit the classrooms on a regular basis to ensure students are comprehending the lessons. There are some languages that are not represented such as Farsi.

Key facts about the school:

  • 412 Spanish speaking students
  • 175 Arabic speaking students
  • 125 Swahili speaking students
  • 48% of students are refugees
  • 52% of students are immigrants or of Puerto Rican origin.
A family approach
Burgos explains how language isn’t the only challenge faced by the teachers when working with a diverse student body. She explains how the school has to also keep in mind the students’ cultural practices and customs, while also teaching children and parents the rules and customs of education in the United States.
«We had a case in the past where a Nepali family was at the bottom caste in their country and they didn’t even want us saying their last name. We had to tell them that here in America everyone is equal. In response to that, we created clubs based off of the students’ national origin. There is an Arab club, an African club, and so on,» Burgos said.
New waves, new challenges
The biggest challenge for Thomas Jefferson International Academy, according to Burgos, is in relation to budget, funding, and school staffing.
«We can never predict how many kids will come. They transfer to our school at any time during the school year. I can’t cap the school’s enrollment because I don’t know when they {students] will arrive,» Burgos said. «The school district staffs me based on the number of students in the beginning of the year. As the year continues and a number of students coming in increases, I have to find long-term subs to fill in the gap.»
Every year, there is a new wave of incoming students. The school’s policy allows students to stay at the school for one to two years maximum before they are transferred to another school.
High school students are the only exception to the rule. They can finish out their four years here. The district felt it would decrease dropout rates among high school students
«This is just a beginning. A bridge to another bilingual school in Cleveland. We just need to give them the basics so they can succeed in another school,» said Burgos.
Fuente: http://www.newsnet5.com/news/education/thomas-jefferson-international-newcomers-academy-sees-spike-in-enrollment-amid-refugee-crisis
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UNICEF: Una travesía mortal para los niños: la ruta de la migración desde África del Norte hasta Europa

África/4 Marzo 2017/UNICEF

UNICEF exhorta a que se ponga en marcha un programa de seis puntos para garantizar la seguridad de los niños refugiados y migrantes

Los niños y las mujeres refugiados y migrantes son víctimas sistemáticas de la violencia sexual, la explotación, el abuso y la detención a lo largo de la ruta de la migración del Mediterráneo central que les lleva desde el norte de África hasta Italia, según advierte UNICEF en un nuevo informe.

“Una travesía mortal para los niños: La ruta de la migración del Mediterráneo central” ofrece una mirada en profundidad sobre los riesgos extremos que enfrentan los niños refugiados y migrantes cuando realizan el peligroso trayecto que les lleva desde África subsahariana hasta Libia y luego a Italia por mar. Tres cuartas partes de los niños refugiados y migrantes entrevistados en una encuesta dijeron que habían sufrido casos de violencia, hostigamiento o agresión a manos de adultos en algún momento del trayecto, y casi la mitad de las mujeres y los niños entrevistados denunciaron haber sido víctimas de abuso sexual durante la migración, a menudo múltiples veces y en múltiples lugares.

El año pasado, al menos 4.579 personas murieron intentando cruzar el Mediterráneo desde Libia, o 1 de cada 40 de los que lo intentaron. Se calcula que al menos 700 de los que perdieron la vida eran niños.

“El Mediterráneo Central desde el Norte de África hasta Europa es una de las rutas migratorias más mortíferas y peligrosas del mundo para los niños y las mujeres”, dijo Afshan Khan, Directora Regional de UNICEF y Coordinadora Especial para la Crisis de los Refugiados y Migrantes en Europa. “La ruta está controlada principalmente por contrabandistas, traficantes y otras personas que intentan atrapar a niños y mujeres desesperados que simplemente buscan refugio o una vida mejor. Necesitamos proteger a los niños migrantes estableciendo pasajes seguros y legales y garantías que preserven su seguridad y mantengan a raya a los depredadores”.

Los datos recientes de una encuesta sobre mujeres y niños migrantes realizada en Libia a finales de 2016 revela el terrible nivel de abuso que se produce a lo largo de la ruta migratoria. En el momento de la encuesta había 256.000 migrantes registrados en Libia, entre ellos 30.803 mujeres y 23.102 niños, de los cuales una tercera parte no estaban acompañados. Se cree que las cifras reales, sin embargo, son al menos tres veces más elevadas.

La mayoría de los niños y las mujeres indicaron que habían tenido que pagar dinero a los contrabandistas al comienzo de su viaje; por ello, muchos tenían deudas que debían “pagar a medida que avanzaban” y eran vulnerables al abuso, el secuestro y la trata.

Las mujeres y los niños también informaron que en los centros de detención libios –administrados tanto por el Gobierno como por las milicias armadas– vivían hacinados en duras condiciones, sin alimentos nutritivos ni refugio adecuado.

“No se debe obligar a los niños a poner sus vidas en manos de contrabandistas simplemente porque no hay alternativas”, dijo Khan. “Tenemos que abordar a escala mundial las cuestiones que impulsan la migración y poner en marcha medidas más sólidas para proteger a los niños en tránsito por medio de un sistema de pasaje seguro y legal para los niños en movimiento, ya sean refugiados o migrantes”.

UNICEF ha elaborado el siguiente programa de acción de seis puntos para los niños desarraigados:

1. Proteger contra la explotación y la violencia a los niños refugiados y migrantes, en particular a los niños no acompañados.
2. Poner fin a la detención de los niños que solicitan la condición de refugiados o que migran, incorporando una gama de alternativas prácticas.
3. Mantener unidas a las familias como la mejor manera de proteger a los niños y dotarles de un estatuto legal.
4. Ofrecer aprendizaje a todos los refugiados y migrantes y darles acceso a servicios de salud de calidad y a otro tipo de servicios.
5. Impulsar medidas que aborden las causas subyacentes de los movimientos a gran escala de refugiados y migrantes.
6. Promover medidas para luchar contra la xenofobia, la discriminación y la marginación en los países de tránsito y destino.

UNICEF insta a los gobiernos y a la Unión Europea a que aprueben y apoyen este programa de acción.

Desde el inicio de su intervención a finales de 2015, UNICEF ha seguido respondiendo a las necesidades de los niños que se encuentran en tránsito, atrapados o en busca de asilo en Europa. Esto incluye proporcionar a 182.500 niños refugiados y migrantes una amplia gama de servicios. La organización dedicada a la infancia también está ampliando su programa para el mediterráneo en Grecia e Italia, apoyando los esfuerzos de los gobiernos para mejorar la reunificación y los servicios de protección de la infancia.

A pesar de los desafíos operativos en Libia, UNICEF continúa sus esfuerzos junto con sus asociados para atender las necesidades humanitarias y de protección de los niños más vulnerables del país, incluidos los niños refugiados y migrantes, y trabaja estrechamente con los municipios con los cuales UNICEF firmó memorandos de cooperación en abril de 2015.

Fuente: https://www.unicef.org/spanish/media/media_94941.html

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Los refugiados afganos que vuelven a su hogar se enfrentan a difíciles decisiones después de años en el exilio

Asia/Afganistán /7 de febrero de 2017/Fuente: ACNUR

El ACNUR hace un llamamiento al Gobierno de Afganistán y a la comunidad internacional para que redoblen sus esfuerzos para crear las condiciones para un retorno sostenible.

El año 2016 presenció el retorno de refugiados afganos desde Pakistán, país que ha acogido grandes cantidades de refugiados afganos durante cuatro décadas. Más de 370.000 refugiados afganos registrados retornaron a su hogar desde Pakistán en 2016, comparado con los poco más de 58.000 del año anterior. Pakistán continúa acogiendo a cerca de 1,3 millones de refugiados registrados.

ACNUR recién ha completado un análisis de los datos del monitoreo de los retornos para entender de mejor forma el contexto y la situación actual de los refugiados que retornan en Afganistán. El estudio estuvo basado en entrevistas cara a cara con 4.285 personas en los puntos de llegada, así como entrevistas telefónicas con alrededor de 1.300 retornados. Este se basó en un muestreo aleatorio tres meses después de que las personas retornaran.

De acuerdo con los datos, los refugiados presentan múltiples factores interrelacionados que influyen sus decisiones de retornar. Estos incluyen dificultades económicas, acoso, temor a ser arrestado y deportado a Pakistán, con ciertas diferencias entre la primera y la segunda ola del 2016. En los primeros seis meses del 2016, 73 por ciento de los refugiados que retornaron citaban las dificultades económicas como razón clave para retornar, mientras que únicamente un 41 por ciento mencionó esta razón en noviembre. En la segunda mitad del año, factores relacionados con la presión de las autoridades, particularmente en Khyber Pakhtunkhwa; así mismo, el temor al arresto y la deportación figuraron más significativamente en las decisiones para retornar a sus hogares. Por ejemplo, solo 8 por ciento citaron el temor al arresto y la deportación como un factor en la primera mitad de 2016, mientras que 37 por ciento lo mencionó en noviembre. Los refugiados también citaron una mejor percepción en la situación de seguridad en partes de Afganistán, un menor temor a la persecución, las promesas gubernamentales de tierra y albergue a la llegada, el paquete de asistencia del ACNUR y el deseo de reunirse con sus familias, como factores decisivos.

El aumento en los retornos inició a mediados del año, y tuvo su punto máximo en octubre de 2016, en medio de un empeoramiento en el entorno para los afganos y pakistaníes el verano pasado. Otros varios factores fueron identificados a través de nuestras entrevistas con los afganos antes de retornar a casa, entre ellos:

  • la introducción de controles de manejo fronterizo formales en Torkham, los cuales requieren que los afganos y pakistaníes tengan pasaportes y visas para entrar a los países por primera vez, separando familias y afectando los negocios entre ambos países;
  • una creciente ansiedad sobre la validez de las tarjetas de prueba de registro, su extensión y el registro de la estadía futura en Pakistán;
  • el mejoramiento en la implementación del Plan de Acción Nacional de Pakistán contra el terrorismo que afectó tanto a los nacionales pakistaníes como a los afganos. Mientras que el mayor grupo de nacionales indocumentados en el país son afganos, estas operaciones de seguridad sí tuvieron un impacto directo en muchos afganos indocumentados viviendo en Pakistán;
  • la campaña del Gobierno afgano en Pakistán, llamada Khpal Watan, Gul Watan (“hogar dulce hogar”) pidiendo a los afganos que regresaran a sus hogares.

Los afganos han tenido que tomar difíciles decisiones de regresar o quedarse de acuerdo con las opciones disponibles para ellos y los refugiados se han visto impactados por los cambios en las dinámicas políticas y de seguridad a nivel regional. Durante 2016 en Pakistán, ACNUR ha informado a los afganos sobre sus derechos, intervino en casos de arrestos y detenciones ilegales y trabajó de cerca con las autoridades a todos los niveles cuando se recibieron los reportes de acoso. Junto con nuestros socios, hemos intervenido en 5.895 casos de arrestos y detenciones de afganos en Pakistán, asegurando la liberación de todos ellos. El número de arrestos conocidos disminuyó de su punto máximo de 1.691 en agosto a 216 en diciembre de 2016. ACNUR continúa abogando con las autoridades pakistaníes para la extensión de las tarjetas de Prueba de Registro para los refugiados afganos más allá del 2017.

El ACNUR no promueve el retorno de los refugiados a Afganistán debido a la continuidad del conflicto en diferentes partes del país y su limitada capacidad de absorción. Sin embargo, es nuestro claro mandato ayudar a aquellos que decidan regresar. Nuestra encuesta de monitoreo mostró que la asistencia en efectivo de $400 dólares generalmente duró de dos a tres meses y apoyó a las personas con sus necesidades iniciales de reintegración en Afganistán. La gran mayoría de los refugiados (75%) gastó la subvención en efectivo para satisfacer sus necesidades humanitarias inmediatas: alimentos, albergue y transporte. 15 por ciento fueron capaces de hacer inversiones en negocios o medios de vida sostenibles, el 11 por ciento dijo que pudo construir una casa sostenible.

De los encuestados por teléfono tres meses después de su regreso a Afganistán, el 52 por ciento dijo que pudo regresar a su provincia de origen. El 48 por ciento restante dijo que eligió otra provincia debido a la falta de albergue, tierras, oportunidades de medios de vida o debido a la inseguridad en sus áreas de origen. A pesar de los retos, el 93 por ciento de los encuestados dijeron que fueron recibidos calurosamente por las comunidades y el 75 por ciento dijo que tres meses después de su repatriación sentían que habían tomado la decisión correcta de regresar.

El ACNUR comparte la preocupación de que el ritmo de los retornos en 2016 supere ampliamente la capacidad de Afganistán de ayudar a las personas a reintegrarse después de años, en la mayoría de los casos décadas, de asilo en Pakistán. Muchos de los refugiados regresaron a un futuro incierto en Afganistán. Los refugiados que retornan tienen que reconstruir sus vidas en medio de niveles cada vez mayores de desplazamiento interno, inseguridad y niveles de violencia no vistos desde la caída de los talibanes en 2002.

El ACNUR hace un llamamiento al Gobierno del Afganistán y a la comunidad internacional para que redoblen sus esfuerzos para que creen las condiciones para un retorno sostenible. Observamos que 15,2 miles de millones de dólares fueron comprometidos por los donantes en Bruselas en octubre del año pasado para Afganistán. Se necesitan progresos urgentes para convertir estos compromisos en programas concretos dirigidos por el gobierno que beneficien a todos los afganos, incluidos los refugiados que regresan, los repatriados indocumentados y los desplazados internos.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/los-refugiados-afganos-que-vuelven-a-su-hogar-se-enfrentan-a-dificiles-decisiones-despues-de-anos-en-el-exilio/

Imagen: www.acnur.org/fileadmin/_processed_/csm_02.2017.03_Retornos_Afganistan_d54c2e4e60.jpg

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Entrevista con Yassin Al-Haj Saleh El intelectual sirio definido como “la conciencia de Siria”

Entrevista con Yassin Al-Haj Saleh
El intelectual sirio definido como “la conciencia de Siria”

Ruud Goossens/Chams Eddine Zaouigui
Al Jumhuriya English

Dieciséis años y catorce días. Ese fue el tiempo que Yassin al-Haj Saleh estuvo encarcelado en las celdas de Asad padre. Sin embargo, el escritor sirio no es un hombre roto, a pesar de que su esposa y su hermano desaparecieron hace tres años secuestrados por islamistas radicales. Ni siquiera ahora, que Alepo está en ruinas. “En la cárcel, me volví inmune a la desesperación”.

Nuestra entrevista termina cuando Yassin al-Haj Saleh, de 55 años, tiene que subir al escenario. El escritor sirio ha sido invitado a Bruselas por el European Endowment for Democracy. Mientras las bombas caían inmisericordes sobre Alepo –la ciudad donde estudió Medicina hace mucho tiempo-, ha venido a Bruselas para pedir atención hacia la única parte en este conflicto que está siendo constantemente olvidada: el pueblo sirio. Pero antes, quiere decirnos algo más.

“En esta última hora, he notado que esperabais que tuviera respuesta para todas las preguntas posibles”, dice, ya desde la puerta. “Es algo que me sucede habitualmente: como soy sirio, la gente piensa que lo sé todo sobre este conflicto. Pero cada vez es más difícil explicar lo que sucede sobre el terreno. Lo que hay en mi país no es una guerra civil. Se ha convertido en un complejo conflicto internacional en el que participan decenas de países”. Levanta las manos. “No tengo todas las respuestas”.

Sin embargo, Saleh es un testigo privilegiado. El 30 de marzo de 2011, dos semanas después de que empezara la revolución siria, decidió pasar a la clandestinidad en Damasco. En la lucha contra Bashar al-Asad, el escritor no escatimó esfuerzos ni se mordió la lengua. Saleh había experimentado ya de primera mano los horrores de los Asad. En 1980, cuando tenía 19 años, fue encarcelado por el régimen de Hafez al-Asad, el padre de Bashar. No le dejaron libre hasta 1996, cuando tenía 35.

No fue el final de su calvario. En 2013, la situación en su propio país se volvió demasiado peligrosa para él, por eso se trasladó a Estambul, donde sigue viviendo. Poco después de su marcha, su esposa, Samira Khalil, fue secuestrada en Siria por un grupo islamista radical. Saleh no sabe nada de ella desde entonces. Ese mismo año, pocos meses antes del secuestro de Samira, los terroristas del Estado Islámico se llevaron a su hermano Firas. También él desapareció sin dejar rastro.

Saleh ha seguido activo todo este tiempo. En Estambul, cofundó Hamish, la Casa de la Cultura Siria. También sigue siendo un escritor prolífico, publicando libros, ensayos y artículos de opinión, principalmente en publicaciones árabes. Se le define a menudo como la “conciencia” de la revolución siria. Es un hombre encantador, de ojos melancólicos y maravillosa sonrisa, aunque cada día le resulte más duro mostrar esa sonrisa. En las últimas semanas y meses ha observado con aversión todo lo que estaba pasando en Alepo.

“La situación me afecta muy profundamente”, explica. Nuestra entrevista se desarrolla en inglés, una lengua que Saleh aprendió en la soledad de sus años en la cárcel. “Hice la enseñanza secundaria en Alepo. Viví en la ciudad durante siete años. Conozco los barrios que están siendo bombardeados y a la gente que está muriendo allí. Es terrible. Pero es mucho más que un drama personal. Frente a nuestros ojos, en tiempo real, una de las ciudades más antiguas del mundo está siendo destruida. Alepo es una de las cunas de la civilización. El silencio ensordecedor de la comunidad internacional lo hace mucho peor aún. Apartan la mirada para no ver un sufrimiento indecible y masivo. Al hacerlo así, la humanidad está aniquilándose a sí misma.

-De Standaard (DS): ¿De qué forma?

-Yassin al-Haj Saleh (YHS): En un primer momento, una persona es asesinada y el hecho se ignora. Después, se mata a diez personas, a mil, y se sigue ignorando todo. Ahora hay ya medio millón de víctimas en Siria. Mirar hacia otro lado sólo es posible para los que pueden desconectar su sensibilidad del sufrimiento humano. Para justificar su postura, utilizan el más reprobable de los argumentos: los sirios son atrasados, extremistas, terroristas, etc. La gente es asesinada y calumniada. Esto es, de hecho, un doble asesinato. El drama de Alepo perseguirá al mundo durante décadas.

-DS: Vd. conoce a mucha gente allí. ¿Todavía anhelan la libertad? ¿O sólo esperan que la guerra pueda terminar ya?

-YHS: ¿Acaso pueden escoger? Anhelan el final de esta guerra y anhelan la libertad.

-DS: ¿No cree que hay sirios que aceptarían de nuevo a Asad con tal de que las bombas dejaran de caer?

-YHS: No, una gran mayoría de sirios quiere que se vaya. No le respeta ni la gente que le muestra lealtad de forma ostensible. También ellos quieren un cambio político. Y ese cambio es sólo posible si la dinastía Asad desaparece. Uno debe tener en mente que Siria tenía una forma muy especial de dictadura: el clan Asad no gobernaba el país, eran sus amos. Nosotros, los ciudadanos, éramos sus esclavos. Su estrategia para Siria es clara: o Asad o nadie. Si Asad no puede aferrarse al poder, entonces todo el país –que llevan décadas saqueando- debería desaparecer del mapa.

Pienso que los sirios están ante todo agotados. No ven ya ninguna perspectiva de cambio. Este conflicto se agrava cada año. 2016 ha sido más sangriento que 2015, que fue peor que 2014, etc. Seguimos cayendo cada vez más profundamente en el infierno. No hemos recibido nunca apoyo o protección significativa de aquellos podían habernos apoyado y protegido. El mundo ha abandonado a los sirios.

-DS: ¿Cree que los sirios que se manifestaron contra Asad en 2011, habrían tomado la misma decisión si hubieran sabido entonces lo que saben hoy?

-YHS: Pienso que sí. Los sirios se sentían alentados por las revoluciones en Túnez, Egipto, Libia, Yemen y Bahréin. Estaban convencidos de que el mundo no iba a quedarse de brazos cruzados si el régimen les golpeaba con dureza. Eso ya había sucedido antes, en los primeros años de la década de 1980: Hafez al-Asad mató a miles de sirios en Hama, un crimen horrible del que tenemos un recuerdo fresco. Nos levantamos de nuevo en 2011, y pensábamos que era imposible una segunda Hama. Bien, nos equivocamos. Por ahora, la cifra de muertos en Siria es veinte veces la de Hama o más.

-DS: En la primavera de 2011, Vd. mismo estaba convencido de que Bashar al-Asad sería destituido a finales de año.

-YHS: En aquellos días, comparé la revolución con un embarazo. Confiaba en que duraría nueve meses, más o menos. Pero necesita de mucho más tiempo, la lucha está lejos de acabar.

-DS: El ejército sirio controla ya todo Alepo, por vez primera en cuatro años. ¿Es un punto de inflexión importante?

-YHS: Quizá, pero no es realmente el fin de la guerra. A propósito, no fue el ejército sirio el que conquistó Alepo. El trabajo lo hicieron los rusos, los iraníes, Hizbollah. Incluso me pregunto cuántos soldados de Asad participaron realmente en la batalla.

Desde el atentado del 18 de julio de 2012, cuando la cúpula de oficiales y jefes de inteligencia del régimen de Asad fueron asesinados en Damasco, todo el mundo se involucró en Siria. ¿No es absurdo que de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, cuatro estén combatiendo en Siria? Rusia, EEUU, Francia y el Reino Unido, todos ellos están implicados. ¿No es absurdo que haya en Siria yihadistas activos de decenas de países distintos?

Se ha convertido en un conflicto global. Perdimos nuestra soberanía hace ya bastante tiempo. Los iraníes y los rusos son ahora los verdaderos amos de Siria.

-DS: Asad parece controlar mucho más todo que hace dos o tres años, aunque tenga que agradecérselo a Rusia y a Irán. ¿Ve alguna posibilidad de que pueda reajustar su actitud en una dirección más humana?

-YHS: Estoy muy convencido de que Asad actuará de forma aún más represiva. Cuando su padre aplastó a la oposición en los primeros años de la década de 1980, una oleada de fascismo barrió el país. Decenas de miles de personas fueron encarceladas, torturadas, humilladas. Esta vez no va a ser diferente. Cuando se aplasta una revolución, los regímenes actúan siempre incluso con más brutalidad que antes. En Egipto, la situación es peor tras el golpe del general Sisi de lo que estaba con Mubarak. En las cárceles están violando a las mujeres e incluso a los hombres. Esto no sucedía antes.

-DS: Vd. pasó 16 años en la cárcel con Asad padre. ¿Cómo le cambiaron esos años?

-YHS: No sólo me “cambiaron”, esta palabra no es lo suficientemente contundente como para describir aquellos años. Aquellos 16 años fueron mi segunda infancia. En ese sentido, uno podría definirlos como un privilegio. Tener dos infancias es un privilegio, ¿no es verdad? ¿Quién puede decir que creció dos veces? Tengo un conjunto doble de recuerdos. A menudo retrocedo a mis años de escolar en Raqqa, a los amigos de mi niñez. Cerca de esos recuerdos veo imágenes de mi tiempo en la cárcel y de mis colegas allí.

-DS: Para empezar, ¿por qué le arrestaron?

-YHS: Porque era miembro de un Partido Comunista que se oponía al régimen. Cuando terminé en la cárcel, desde luego que no tenía ni idea de que estaría allí tanto tiempo.

Ahora veo esa experiencia formativa como un proceso de emancipación. Todo el mundo tiene prisiones en su interior, prejuicios y limitaciones que uno no puede superar. Me dieron dieciséis años para luchar contra todo eso. Se podría decir que conseguí mi verdadero diploma en la cárcel. Aprendí más en las celdas de Hafez al-Asad que en la universidad de Alepo.

-DS: Estuvo encarcelado en la infame prisión Tadmor, que es conocida como…

-YSH: (interrumpiendo) Era el lugar más horrible sobre la Tierra.

-DS: ¿Cuánto tiempo permaneció allí?

-YHS: Once meses y dieciséis días. Un período terrible. Tadmor no era una prisión, era un campo de concentración. Allí se torturaba a todo el mundo, se le hacía pasar hambre, se le humillaba, y lo mismo pasó conmigo. No lo hacían para castigarnos o conseguir información. Algunos de los presos llevaban en la cárcel más de quince años y seguían siendo torturados y así durante años. No tenía ningún sentido. Era una forma de disciplinar a toda la sociedad. Era un lugar donde todos los sirios estaban siendo humillados. Era una fábrica donde la esencia del régimen de los Asad, el miedo, se producía a escala industrial.

-DS: Estuvo en la cárcel durante dieciséis años. Sin embargo, cuando se inició la revolución en 2011, decidió participar y pasar a la clandestinidad. Podría haber decidido en aquel momento que ya había cumplido con su deber.

-YHS: Ese sería un razonamiento vergonzoso. Uno no acaba nunca de cumplir con su deber. Guardar silencio no era una opción.

En los años anteriores a la revolución, también escribía artículos. Pero, desde luego, no podía mostrarme demasiado tajante. Nunca escribí falsedades, pero no podía llamar por su nombre a ciertas cosas. En marzo de 2011 ya no quise seguir haciendo eso. Pasé a la clandestinidad para dejar atrás cualquier forma de autocensura. Sentí que habíamos llegado a un punto de inflexión histórico.

Quizá había otro factor en juego. Durante mis años en la cárcel, me había vuelto adicto, por decirlo de algún modo, a esas experiencias. Al principio de la revolución, tuve el sentimiento de que se me había dado una segunda oportunidad para cambiar. Para mí, esa es la verdadera libertad: cambiarte a ti mismo. Si sigues siendo la misma persona durante ochenta años, es que estás viviendo realmente tras las rejas. Pero, si soy honesto, tengo que decir que nunca pensé que la lucha fuera a ser tan larga, tan dura y tan costosa.

-DS: ¿Fue un error?

-YHS: No.

-YHS: Pero pagó un precio muy alto.

-YHS: Por supuesto que nunca pensé que secuestrarían a mi mujer y a mi hermano. Por eso el precio fue tan alto. A nivel personal, pasé por una guerra civil. Desde 2013, no sé nada de Samira ni de Firas.

-DS: ¿Mereció la pena?

-YHS: No. Son dos “obligaciones” que chocan la una contra la otra. No podía sino implicarme en la lucha por el cambio político en Siria. Pero eso me llevó a una tragedia personal total.

En la cárcel, solían ponernos en situaciones que nos desgarraban. El régimen se ofreció a liberarme en varias ocasiones, pero a cambio de que firmara un documento que me robaba la dignidad. Hicieron una propuesta de este tipo cuando tenía veintitantos años… Era muy difícil no firmarla. A esa edad, cuando eres tan joven, no quieres estar en prisión. Pero no la firmé.

Ahora, ni siquiera tengo el lujo de poder escoger. Mis enemigos me han robado el privilegio de rendirme. Lo que hace inevitable que continúe luchando. Si no, me arriesgaría a dejar a Samira y a Firas sin su dignidad. No puedo rendirme. Soy su representante ahora.

-DS: Su mujer y su hermano fueron secuestrados por islamistas radicales. ¿Vio venir el peligro?

-YHS: En mayo de 2012, escribí un largo ensayo en el que advertía de la aparición del “nihilismo militante”, como lo llamé en aquella época. En sus comienzos, la revolución en Siria fue en gran medida no violenta. Pero como el régimen respondió de forma tan implacable y como la ayuda internacional no se materializó, el modelo de los yihadistas fue ganando terreno. Cuantos más cadáveres aparecían en las calles –una vez en Duma, en 2013, vi 26 cuerpos en un mismo día-, más atractivo resultaba el islamismo militante. Especialmente en un país como Siria, donde la mayoría religiosa sunní llevaba años siendo reprimida.

Así fue cómo desembocamos en una escalada de miedo y violencia. Los sirios estaban cada vez más indignados, frustrados, desesperados. Los salafíes proporcionaban una respuesta a un deseo de destrucción. Destruir al régimen y al mundo entero. Y a uno mismo. Las organizaciones yihadistas salafíes son manifestaciones autodestructivas en nuestras sociedades contemporáneas. Los suicidas-bomba son la encarnación de esta tendencia.

-DS: Parece que ahora, en el campo de batalla, los islamistas radicales como el Estado Islámico y Al-Qaida están perdiendo.

-YHS: Ese es el único aspecto positivo que podemos ver en todo lo que está sucediendo ahora. Quizá sea este el Waterloo de los islamistas. Pero no nos equivoquemos: incluso si así sucediera, la situación no va a mejorar. Hay un país destruido. Medio millón de personas han sido asesinadas. Doce millones de sirios están forzosamente desplazados. Aunque uno quisiera borrar esos hechos, sencillamente, no es posible.

-DS: ¿Cree que la “Guerra contra el Terror”, definida ahora como la lucha contra el Estado Islámico, se ha convertido en una prioridad esencial para Occidente?

-YHS: Se trata de una guerra posdemocrática. No hay un comienzo claro, ni un enemigo claramente definido, ni un juego final claro. Es una guerra que lleva a un estado de emergencia perpetuo. Las democracias occidentales están ya sufriendo mucho por esta razón. Y es algo muy peligroso.

Al mismo tiempo, se permite que continúe en el poder el hombre que entre marzo de 2011 y agosto de 2013 había torturado hasta la muerte a más de diez mil personas. ¿Por qué la guerra contra el EI es mucho más importante que la lucha contra Bashar al-Asad? De hecho, el mensaje que Occidente envía al pueblo de Siria es muy claro: pensamos que nuestras vidas son mucho más importantes que las vuestras.

-DS: ¿Siente que Occidente les está sacrificando?

-YHS: No, peor aún, hemos sido sacrificados y despachados como seres irrelevantes. En agosto de 2013, Asad perpetró asesinatos masivos contra su propia población con armas químicas. Después de esa acción, EEUU y Rusia concluyeron cobardemente un acuerdo que autorizaba al verdugo a irse de rositas a cambio de destruir sus armas químicas. Ambas partes salvaron la cara, pero el mismo pueblo que había perdido 1.466 vidas justo unas semanas antes se quedó muy decepcionado. Pero fue aún peor: el régimen consiguió un laissez-passer para proseguir su masacre con otras armas. Eso es exactamente lo que Asad hizo: arrojó cantidades masivas de bombas de barril y antibúnker. Incluso continuó utilizando armas químicas porque de alguna manera se las arregló para no entregarlas en su totalidad.

En mi punto de vista, la reacción a ese ataque con gas venenoso es el peor crimen internacional de las pasadas décadas. Fue un ataque gigantesco contra la verdad. Nadie puede decir que no sabía. Sucedió justo ante los ojos de la comunidad internacional.

-DS: Los críticos occidentales sostienen con frecuencia que la oposición siria no consiguió los apoyos necesarios porque los opositores a Asad estaban divididos entre sí. ¿Compartes ese argumento?

-YHS: No. Claro que la oposición estaba dividida. ¿Cómo no iba a estarlo, después de décadas de dictadura? ¿Esperaba alguien realmente que de repente apareciera en escena una oposición unida con una mente abierta, un discurso moderado y un plan de acción potente? ¡Qué hipocresía! ¿Vamos a culpar a las víctimas de ser débiles? Pueden también recordar que antes de la revolución ningún líder mundial tuvo nada crítico que decir cuando Bashar ocupó el puesto de su padre. (La ex Secretaria de Estado de EEUU) Madeleine Albright fue incluso a Damasco a estrecharle la mano. Y ningún partido izquierdista ni comunista hizo ruido alguno en todos esos años sobre el destino de la república en Siria. Ninguno de ellos.

-DS: ¿Sigue siendo comunista?

-YHS: No, aunque sigo siendo de izquierdas. Si hay algo en lo que destacan la mayor parte de mis antiguos compañeros a nivel mundial es en su completa ignorancia sobre Siria. Sus puntos de vista sobre el mundo se han quedado totalmente obsoletos. Los conocimientos de los que presumen se basan en recuerdos. Recuerdan principalmente los viejos días en que en el Oriente Medio había un país supuestamente socialista llamado Siria. Algo que, en primer lugar, ha sido siempre un disparate. A partir de 1980, como máximo, ese disparate se convirtió en autoengaño. Es altamente sorprendente que la vieja izquierda, cuando discute sobre Siria, exprese casi los mismos puntos de vista que la derecha populista.

-DS: ¿Y la nueva izquierda?

-YHS: Los socialdemócratas son menos arcaicos, pero se han concentrado completamente en Occidente y han perdido sus creencias internacionales en algún lugar del camino.

-DS: Vd. es ahora un refugiado, ¿qué piensa de la forma en que Europa está manejando la crisis de refugiados?

-YHS: ¿Para quién es realmente una crisis? ¿Para los refugiados o para Europa? [de forma categórica] El problema real es que la gente se vio obligada a abandonar su país, sus hogares y sus familias, después de llevar ya años abandonados. Desde luego que esa gente quiere ir ahora a países como Alemania o Suecia. ¿Por qué Turquía, el Líbano o Jordania son lugares más lógicos para albergarles? Esos refugiados son extremadamente racionales: saben que tienen menos posibilidades en nuestra región que en Europa.

-DS: ¿Todavía cree que hay una forma de salir del rompecabezas sirio?

-YHS: No mientras Asad siga en el poder. Parece inevitable una gran conferencia internacional, que tenga como objetivo encontrar una nueva mayoría política para Siria. Si tenemos que continuar con Asad, habrá un resentimiento enorme.

-DS: ¿Confía aún en volver a Siria algún día?

-YHS: Mis esperanzas no son muy grandes. Pero después de todos esos años en prisión, me he vuelto inmune a la desesperación. Tenía entonces veinte años. Debería haber seguido en la universidad, conocido amigas, disfrutado de fiestas. Todo ese tiempo perdido no volverá nunca. Entonces, todo eso me desesperaba. Ahora me siento liberado para siempre de esos sentimientos de desesperación. Porque sigo en la lucha.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=221934

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Canadá: Teachers struggling after surge of refugees, U of W education expert says

Canadá/Enero de 2017/Fuente: CBC News

RESUMEN: Para los maestros de todo Canadá, el año pasado trajo nuevos retos a medida que miles de niños refugiados entraron al aula. Según Jan Stewart, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Winnipeg, más de 20.000 de los refugiados sirios que se han establecido en Canadá tienen menos de 18 años y los juicios para maestros van desde barreras del lenguaje hasta trauma. Stewart, que escribió el libro Apoyando a los Niños Refugiados: Estrategias para Educadores, se ha embarcado en un nuevo estudio para conocer las necesidades especiales de salud mental de los estudiantes refugiados y cómo las escuelas pueden apoyar mejor a sus estudiantes. «El tema del trauma en el pasado de los estudiantes … si fue en Siria o también en Líbano, estamos viendo que el tipo de trauma lleva al lugar de asentamiento donde están tratando de lidiar con algunas de esas cuestiones», dijo Stewart dijo.

For teachers across Canada, the past year brought new challenges as thousands of refugee children entered the classroom.

More than 20,000 of the Syrian refugees who have settled in Canada are under the age of 18, and the trials for teachers range from language barriers to trauma, according to Jan Stewart, a professor in the faculty of education at the University of Winnipeg.

Stewart, who wrote the book Supporting Refugee Children: Strategies for Educators, has embarked on a new study to get a handle on what special mental health needs the refugee students have, and how schools can best support their students.

«The issue of trauma in the students’ past … whether it was in Syria or also in Lebanon, we’re seeing that the trauma kind of carries to the settlement place where they’re trying to deal with some of those issues,» Stewart said.

«And really, we’re struggling in classrooms to [find out] how best we can support these students and how can we provide teachers the background information they need.»

Students who have experienced trauma may not want to talk about what they’ve been through, and Stewart said mental health issues can carry a stigma.

«They just really want to be courageous and strong and they are saying, ‘There’s nothing wrong with me and I’m fine. This has just happened in the past,'» Stewart said.

At the same time, she said the students will matter-of-factly bring up stories about their communities and homes being bombed.

«Now we’re just starting to — in this particular group, now that the trust has been developed — get a better understanding of just how it has affected many of the students.»

Stewart said her meta-analysis of studies shows about 30 per cent of refugees are suffering from symptoms of post-traumatic stress disorder.

‘We want to learn English quickly’

Another issue that has emerged is classrooms where there are a number of refugee students all speaking the same language, she said. Many of the students are focused on learning language quickly, and pick it up faster when they are surrounded by English speakers.

«Some of the students are saying they’re going to quit school and move to another school because there are less Arabic speaking students. And that’s actually consistent from three of the sites that we’ve talked to students from,» Stewart said.

«It’s quite an interesting idea because you think that would be much more difficult for students to be immersed completely, but they are basically saying to us, ‘No, we want to do this. We want to learn English quickly.'»

She said students from the University of Winnipeg are working on a new program to help refugees with their English language skills.

Students ‘age out’

A lot of the students have also spent the last few years making money for their families rather than sitting in classrooms. They are already facing a drastic change once they arrive in Canada and now have to face an education gap, Stewart said.

«For many of these kids, they’re going to age out of our system, which means they’re going to be 21 and not permitted to be in school or high school anymore,» she said.

While many may continue on to an adult education program, Stewart said the more ideal approach would be to remove age caps in schools, which vary province to province.

«I think if there’s one thing we can do [it’s to] release the age cap. At least let the students stay in school and finish the high school requirements so that they can actually have a hope of moving to perhaps post-secondary education, or further training or even to a job,» she said.

Although there are hurdles to jump, Stewart said she is optimistic teachers are finding creative ways of addressing them.

«It’s something that we need to now be understanding a little bit better,» she said.

«So that’s part of my learning this past year, is to try to get as much information from experts around the world to try to say, ‘Okay, this is what we need to do to support students.'»

Fuente: http://www.cbc.ca/news/canada/manitoba/teachers-challenges-refugees-1.3910348

 

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Francia: Marine Le Pen pidió el fin de la educación gratuita para los hijos de extranjeros ilegales

Francia/Diciembre de 2016/Fuente: Entorno Inteligente

La candidata ultraderechista a la presidencia francesa, Marine Le Pen , reclamó este jueves que la educación pública en Francia deje de ser gratuita para los hijos de extranjeros en situación irregular.

«No tengo nada en contra de los extranjeros, pero les digo que si vienen a nuestro país, no esperen (?) ser atendidos, ser curados o que sus niños reciban educación gratuita , eso se acabó», declaró la presidente del Frente Nacional (FN) durante una conferencia.

«No tengo nada contra los extranjeros, pero si vienen a nuestro país no esperen ser atendidos, curados o que sus niños reciban educación gratuita? En declaraciones posteriores a la AFP , Le Pen dijo que los niños de extranjeros ilegales no deben recibir educación gratuita y que los padres extranjeros que viven en Francia de forma legal pero que no trabajan deben pagar una «contribución» para que sus niños reciban educación pública.

«Ya no tenemos los medios de hacerlo, vamos a reservar nuestros esfuerzos y nuestra solidaridad nacional a los más humildes, a los más modestos, a los más pobres de entre nosotros «, afirmó Le Pen durante el encuentro.

Asimismo, respondiendo a una pregunta sobre las pensiones y los inmigrantes, estimó que la población de migrantes en Francia «no trabaja».

Y agregó, «hay gente que recibe una pensión por vejez con el único criterio de estar en Francia, tener 65 años, sin nunca haber trabajado ni cotizado (?) que recibe 750 euros por persona, 1.500 euros por pareja» mientras que, según ella, «algunos agricultores viven con 300 o 400 euros mensuales de jubilación».

Refugiados en Paris (AFP) Para recibir esta pensión de solidaridad por vejez los extranjeros deben tener un permiso de estadía desde al menos 10 años, ser refugiados, apátridas, haber combatido por Francia, o ser de un Estado miembro del Espacio Económico Europeo o de Suiza. Además, deben residir en Francia.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/9365900/ARGENTINA-Marine-Le-Pen-pidio-el-fin-de-la-educacion-gratuita-para-los-hijos-de-extranjeros-ilegales

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Alemania: Informe de integración revela prejuicios contra inmigrantes

Alemania/Diciembre de 2016/Fuente: Made for Minds

El número de extranjeros que han llegado a Alemania ha aumentado en los últimos años. En 2015, más de dos millones de personas arribaron a tierras germanas, y cerca de un millón salió del país. En total, unos 17 millones de personas con una «historia de inmigración» –término que usa la encargada de integración del gobierno germano, la socialdemócrata Aydan Özoguz– viven hoy día en Alemania. Y es que, entre tanto, muchos de los extranjeros han obtenido un pasaporte alemán.

Se necesitan profesores de alemán

La mayoría de los inmigrantes siguen siendo ciudadanos de países de la Unión Europea (45 por ciento). En los últimos años también llegaron muchas personas procedentes de Turquía (16 por ciento), Polonia (9,9 por ciento) y Rusia (7,1 por ciento). En 2015, arribaron sobre todo sirios. Según Aydan Özoguz, su integración ha sido ejemplar.

Los sirios tienen la mayor participación en cursos de integración, incluso por delante de los polacos. Quieren aprender alemán e integrarse. La demanda es tan alta que ya no hay suficientes profesores de alemán.

Entre realidad y prejuicios

Sin embargo, muchos alemanes consideran que los 890.000 refugiados, que llegaron el año pasado, son una amenaza, constata la encargada de integración. Özoguz describe el ambiente en el país como áspero y tenso. La socialdemócrata lamenta que en la mayoría de los casos las acusaciones contra los inmigrantes no reflejen la realidad. Para la elaboración del informe de integración se tomaron en cuenta los datos de la Oficina Federal de Criminalidad. «Sobre todo entre los refugiados sirios casi no hay criminalidad. Sin embargo, la población tiene otra impresión, realmente hay una gran discrepancia», dice.

El informe analiza los últimos dos años. Pese al comportamiento ejemplar de la mayoría de los sirios, la afluencia masiva de refugiados también ha intensificado algunos problemas: actualmente unos 440.000 niños crecen en hogares donde no se habla alemán, y la tendencia va en aumento. Los padres con poca educación siguen siendo el mayor obstáculo para su integración. Además, el hecho de tener un apellido extranjero puede ser una razón para que una persona sea invitada a menos entrevistas de trabajo que otras, sostiene Özoguz.

Ejemplos de una integración exitosa

Sin embargo, también destaca éxitos en la integración. Hoy día, un 90 por ciento de los hijos de extranjeros van a una guardería infantil. También aumenta el número de bachilleres inmigrantes y disminuye el porcentaje de jóvenes sin título escolar.

Özoguz saluda la nueva reglamentación que permite a inmigrantes terminar la formación profesional que han empezado.

El gobierno alemán subraya que en noviembre de 2016 hubo 26.000 solicitudes de asilo, un 54 por ciento menos comparado con el año anterior. Eso sí, la mayoría de los refugiados siguen llegando de Siria.

Fuente: http://www.dw.com/es/informe-de-integraci%C3%B3n-revela-prejuicios-contra-inmigrantes/a-36716038

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