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Finaliza una huelga histórica de maestros en jordania con un aumento salarial de entre 35 y 75%

Asia/ Jordania/ 08.10.2019/ Fuente: www.grupolaprovincia.com.

 

El gobierno de Jordania y el Sindicato de Maestros llegaron hoy a un acuerdo para aumentar el salario básico entre un 35 y 75%, luego que unos 80.000 docentes de escuelas se declararan en huelga durante un mes, una medida histórica.

La huelga, la más larga en el país, afectó a unas 4.000 escuelas públicas y mantuvo a más de 1,5 millones de estudiantes fuera de sus aulas durante las últimas cuatro semanas.

Luego de tres rondas de negociaciones que comenzaron ayer por la tarde y duraron toda la noche, el sindicato y el gobierno lograron acordar un aumento que se aplicará a partir del año que viene, de entre un 35 y un 75% en los salarios básicos, según la categoría de los profesores.

«Anunciamos que la huelga, la más larga en la historia de Jordania, ha llegado a su fin y que nuestros estudiantes regresarán a sus aulas», manifestó el presidente interino del Sindicato de Docentes de Jordania, Naser Nawasrah, en una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Estado para Asuntos Jurídicos jordano, Mubarak Abu Yamin, citada por la agencia de noticias EFE.

Los docentes comenzaron la medida a raíz de una demanda salarial que fue tomando fuerza por parte del gremio y cuya respuesta gubernamental también escaló hasta una fuerte represión.

El 5 de septiembre pasado los maestros fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad cuando intentaban llegar a la sede del primer ministro, en el centro histórico de Aman, la capital jordana.

La violencia llevó a los docentes a lanzar tres días después una huelga por tiempo indefinido, exigir que los salarios básicos aumentaran un 50% y una disculpa del gobierno, que llegó recién ayer de la boca del propio primer ministro, Omar al Razaz.

El gobierno ya le había acercado al sindicato una oferta de aumentos salariales de 33 y 40 dólares mensuales, que el gremio docente consideró escasa y la rechazó.

El gobierno había sostenido que el país vive una crisis económica y que no dispone de recursos suficientes como para hacer frente a todas las demandas y necesidades de la población, unos 10 millones de habitantes, además de 1,3 millones de refugiados sirios, según las autoridades.

El país sufre un déficit crónico en el presupuesto público, que, según las proyecciones presupuestarias para el año fiscal 2019, es de 1.200 millones de dólares, o el 4% del PBI. (Télam)

Fuente de la noticia: https://www.grupolaprovincia.com/internacionales/finaliza-una-huelga-historica-de-maestros-en-jordania-con-un-aumento-salarial-de-entre-35-y-75-377424

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Gerencia en Acción/ Precaria situación del sistema educativo venezolano

Por: Chichi Páez.

“La crisis económica ha alejado a muchos docentes de las aulas. Cifras de organizaciones como la Red de Educadores en Defensa de los Derechos Humanos señalan que la deserción de maestros se ubica en 45%, es decir, que el número de profesionales de la educación que han abandonado los salones de clases en los niveles básicos se ha reducido a la mitad”. Elucabista.com

La situación política, social y económica por la que está atravesando Venezuela, afecta directa e indirectamente el funcionamiento óptimo de calidad del sistema educativo y, por lo tanto, restringe el ejercicio del derecho a la educación de nuestros niñ@s y adolescentes.

Como ha sido puesto en evidencia, en diversas fuentes, un componente esencial de la crisis humanitaria que afecta al país, es el alto y progresivo deterioro del sistema educativo venezolano -desde educación inicial hasta los postgrados universitarios-, en términos d; docentes, infraestructura, servicios básicos, equipamiento, recursos pedagógicos y materiales.

El acceso a la educación, tal como establece el enfoque de derechos humanos, y como se ha indicado en publicaciones recientes, no se limita a la existencia de escuelas en cantidad suficiente para atender a la población en edad escolar en un país. Para que exista un acceso real, se debe garantizar que existan las instalaciones, que éstas estén en óptimas condiciones, que cuenten con los servicios necesarios e indispensables para su funcionamiento, y con los recursos (humanos, pedagógicos y materiales, que incluyen equipamiento, mobiliario y materiales en general), que permitan garantizar educación de calidad para todos y sin discriminación, también que el Estado facilite la incorporación de la población correspondiente, provea los insumos para que se mantengan en el sistema y culmine la formación completa; y además, que el proceso educativo se realice en condiciones tales que se garantice el éxito de la formación.

Con respecto al sistema de alimentación escolar, la situación es alarmante porque, como ya es información conocida, una alimentación deficiente, influye directamente en las condiciones de aprendizaje de los estudiantes. De hecho, esa es la razón por la que se incluye este aspecto como parte de la canasta educativa, y los datos reportados en los estudios, corroboran lo que ha sido puesto en evidencia, a través de las noticias y reportajes puntuales, en múltiples medios de comunicación.

En este caso, la situación tiene dos componentes: la ausencia reiterada en muchas escuelas de la alimentación provista en horario escolar, como parte de la política educativa del Estado y la inadecuación nutricional de las comidas ofrecidas, de acuerdo a los estándares establecidos y a las características de la población a atender. En efecto, solamente el 11% de las escuelas que formaron parte del estudio de FUNDAREDES dijeron que se cumplía diariamente con el programa de alimentación, y de la totalidad apenas el 1,4% dijo que la alimentación cumplía con los valores nutricionales adecuados.

Con respecto a los otros dos componentes de la canasta educativa, uniformes y útiles escolares, por las propias informaciones de prensa publicadas por el Ministerio Popular Para de Educación (MPPE), se sabe que parte de la dotación no se entrega al inicio del año escolar. Efectivamente, hay múltiples informaciones anunciando entregas en escuelas específicas, durante todo el año, lo que constituye un problema en la instrumentación de esa política, ya que los uniformes y los útiles escolares deben ser suministrados a todos los estudiantes que los requieran, al inicio del año escolar para eliminar las restricciones potenciales del acceso, derivadas de su falta y las consecuencias en el desempeño de los estudiantes desatendidos.

Otros resultados que reafirman el deterioro de la educación, es que las escuelas no tienen las condiciones para funcionar y en algunos casos, no cuentan con pupitres por lo que los estudiantes deben sentarse en el suelo. Estos resultados también reportan las fallas en los servicios de agua y electricidad, de forma recurrente en un 93% de las escuelas en la nación.

Solamente el 3% de las escuelas cuentan con un servicio que permite brindar primeros auxilios a docentes y estudiantes durante el horario escolar y que los estudiantes no cuentan con un seguro médico. Por otra parte, dichas investigaciones, reportan en su informe, que los docentes cuentan con un seguro médico, pero con una cobertura simbólica que no permite que estos puedan atender sus problemas de salud. Este dato es especialmente relevante en la situación de crisis humanitaria compleja por la que atraviesa Venezuela, debido al incremento de los problemas de salud en todo el territorio nacional.

Esta situación se agrava más por la ausencia de planes por parte del Estado venezolano, para atender a todas las situaciones problemáticas que afectan el buen desempeño educativo; así como la falta de lineamientos adecuados, más la imposición de políticas no acordes con la realidad de las escuelas y liceos nacionales, agrava aun más la situación, lo que se traduce en el desconocimiento y la falta de asistencia al sistema de educación (educación inicial hasta la básica), vulnerando el derecho a la educación de millones de niñ@s y jóvenes.

Dada la diversidad de condiciones y de situaciones en las que se han venido desarrollando las actividades en las escuelas y liceos de Venezuela, y la ausencia de información detallada, completa y real que debería ser suministrada por el MPPE, se hace muy difícil tener un balance completo de la realización del derecho a la educación en el país.

Ante esta realidad cotidiana, cualquier escuela o liceo esperaría que los funcionarios de MPPE pasaran con frecuencia para ver cómo han podido sortear tantos obstáculos y proponer opciones de solución, ayuda y apoyo para que estos centros de enseñanza puedan cumplir con su trabajo, ya que corresponde al Estado, a través del MPPE, garantizar el derecho a la educación, sin embargo, es que las visitas que hacen esporádicamente estos funcionarios son para “presionarlos” y “acusarlos” de que ellos como centros educativos “hacen lo que quieren”. Se puede interpretar de esta situación, que también es evidente que, la función supervisora, en el sistema educativo, puede apreciarse desdibujada.

Para que se pueda garantizar educación de calidad para todos, es imprescindible, por una parte que existan suficientes centros de enseñanza (educación inicial y básica), con condiciones óptimas para la realización plena del derecho a la educación y con una ubicación y un sistema de transporte que impida que ningún niñ@ o adolescente, se quede sin poder disfrutar del derecho a la educación.

Las situaciones planteadas anteriormente se repiten tanto en los centros de educación diversificada, así como también en todos los niveles de pre, postgrado y doctorales de las universidades autónomas. Lo que conlleva que cada día se vea más deteriorada la calidad de la educación que se brinda en dichos centros de aprendizaje.

Fuente de la noticia: https://www.el-carabobeno.com/gerencia-en-accion-precaria-situacion-del-sistema-educativo-venezolano/

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Crisis en Argentina: Ser argentino y no morir en el intento

América del Sur/Argentina/El Espectador

Luego de más de tres semanas de turbulencias financieras, los ciudadanos enfrentan mayores problemas y no aguantan más los embates de una economía imprevisible. Así viven los argentinos una nueva crisis.

¿Desde qué lugar se puede observar la crisis que golpea a 44 millones de argentinos? ¿Desde los ojos de un millonario que ahora mismo, con el flamante control de capitales, no puede comprar más de US$10.000 por mes? ¿Desde la mirada de un trabajador de clase media que ve cómo el sueldo se diluye inexorablemente entre impuestos? ¿Desde el dolor de los pobres, ametrallados por la inflación? Argentina se transformó en un país en el que todos, inexorablemente, sufrimos la crisis financiera que sacude una vez más, como una ola que se pierde en la costa atlántica pero regresa con la fuerza de un tsunami.

Hay situaciones que son más complejas que otras. Que falte un plato de comida en la mesa es grave, entonces el resto pasa a segundo plano. Pero todos, en mayor o menor medida, independientemente del sector de la clase social que integren, padecen esta nación sacudida por un constante y cíclico viacrucis económico.

Quilombo es la palabra que mejor nos representa y proviene del lunfardo, un dialecto bien porteño. Así se llamaba a los prostíbulos en estas tierras. De ahí el derivado de un término usual para describir una situación caótica. “Remar en dulce de leche repostero” es otra acepción para esta auténtica película de acción: ser argentino y sobrevivir en el intento. Comer es esencial, claro. Difícil en un país en el que la mitad de los niños está por debajo de la línea de la pobreza. Una señal de que el futuro es poco auspicioso. Lo reveló un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA). El número (51,7 %) impacta. Sobre todo si se tiene en cuenta que en casi cuatro años del gobierno de Mauricio Macri se generaron cuatro millones de nuevos pobres.

La reducción de los subsidios a los servicios públicos (transporte y energía) en pos del equilibrio fiscal fue letal para el bolsillo de la gente. El ajuste fue demasiado potente, al punto de transformarse en una situación imposible de sostener para los ciudadanos, que dejaron un claro mensaje en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), una encuesta que terminó siendo lapidaria para el oficialismo: 49,9 % eligió a Alberto Fernández, candidato por el Frente de Todos, cuya vicepresidenta es Cristina Fernández de Kirchner. Sí, la misma que había estado al frente en dos mandatos oscuros tras el fallecimiento de Néstor, su marido, quien capeó el temporal después de la crisis de 2001, que terminó con Fernando de la Rúa escapándose de la Casa Rosada a bordo de un helicóptero.

La devaluación que se produjo después del domingo 11 de agosto, junto con el desplome de la Bolsa, se profundizó hasta llegar a un 34 % y obligó a la renuncia-despido del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Un combo letal que generó mayores problemas para los ciudadanos, que ya no aguantan más los embates de una economía sin previsibilidad. El lunes, sin ir más lejos, se formaron grandes colas en las puertas de los bancos. La gente fue decidida a sacar los depósitos ante el temor de un corralito, la libre disposición de los ahorros que impuso Domingo Cavallo, ministro de Economía hace 18 años.

No es fácil ser argentino, está claro. Para el escritor Federico Andahazi, vivimos en un país psicótico. “Cada vez que la Argentina entra en crisis, los argentinos, en consecuencia, entramos también en crisis. Sucede que los países, igual que las personas que lo habitan, pertenecen a una determinada estructura psíquica. La Argentina, cada vez con más frecuencia, se vuelve loca y la internan en el manicomio de las naciones. El país experimenta crisis parecidas con una insistencia circular. Son brotes en los que se evidencia la estructura patológica de la Argentina. La Argentina psicótica”, explica.

Y tal vez tenga razón. Al menos, desde el informe internacional que realizó Ipsos Global Advisor on Global Happiness 2019, Argentina es el país más infeliz del planeta. En la encuesta online participaron unas 20.000 personas adultas entre 16 y 74 años a lo largo de 28 naciones.

Entre las cuestiones que menos bienestar y placer causan están el tiempo empleado en las redes sociales, mudarse a otro país y las posesiones materiales.

El primer punto se entiende desde la grieta que dividió a las familias con la discusión política que estableció el kirchnerismo duro y se potenció durante el macrismo, polarizando la elección. Un bumerán que le devolvió al primer mandatario oficialista un cachetazo que lo dejó con un pie afuera de la Casa Rosada y esperando un milagroso balotaje como única opción.

El segundo se explica con el éxodo que muchos argentinos jóvenes y profesionales eligen al encontrarse con un país sin futuro, siempre dando vueltas alrededor del mismo signo que gobernó durante el mayor lapso de las últimas siete décadas y no encontró estabilidad. Del peronismo se trata, doctrina que enarbolan los fanáticos del general Juan Domingo Perón. Populismo, lisa y llanamente, en las antípodas del liberalismo. El Estado al servicio del pueblo parece un eslogan de campaña. En realidad, son los argentinos los que están condenados por la presión impositiva —una de las más altas del mundo, la más fuerte en la región— y los sindicatos a alimentar la maquinaria estatal en un país explotado en empleo público y con un 34 % de pobres.

Aproximadamente, unos 250 sueldos de un asalariado promedio. Y las condiciones para tomar préstamos son demasiado duras: para sacar un crédito hipotecario a 30 años y así poder contar con el 75 % del monto del departamento que se financia se necesita un ahorro previo de más de casi un millón y medio de pesos, algo así como US$123.000. Siempre bajo la referencia de dos habitaciones y todo ajustable a la inflación. Se estima que cerrará 2019 con un alza del 55 %. Aquellos que pidieron un crédito antes de abril del año pasado, cuando sucedió la primera corrida bancaria, hoy se quieren agarrar de los pelos. El dólar orillaba los 20 pesos; hoy, los 60.

En esa misma ciudad donde las organizaciones sociales pidieron la emergencia alimentaria y cortaron la 9 de Julio, emblemática avenida porteña, para jugar al fútbol, Argentina vive el final del mandato de Macri crispada. El periodista Fernando González lo describe como “un país adolescente”. Y nada indica que vaya a madurar.

Fuente e imagen: https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/crisis-en-argentina-ser-argentino-y-no-morir-en-el-intento-articulo-879911

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Argentina: Las docentes ante la crisis y el ajuste del FMI

Redacción: La Izquierda Diario

Vidal ataca a la escuela pública y a las docentes. Las mujeres trabajadoras resistimos el ajuste digitado por el Fondo Monetario. Las mismas problemáticas atraviesan a alumnas y sus familias. Mientras Cambiemos y la oposición se pelean por pagar la deuda, desde Pan y Rosas en el FIT convocamos a un acto el 30A llamando a romper con el FMI.

Haciendo malabares

En las escuelas crece la bronca porque se siente cada día más la crisis. La situación no da para más, el ajuste generalizado al calor del pago de la Deuda Externa tiene implicancias sobre nuestras vidas. En nuestro trabajo el 80% somos mujeres, muchas sostén de familia porque viven con sus hijos o porque la pareja se quedó sin trabajo o solo consigue changas. Sin embargo, María Eugenia Vidal nos cerró una paritaria de miseria en acuerdo con la conducción kirchnerista de Suteba, que condena a la docencia a salarios debajo de la línea de pobreza.

Karina, docente de La matanza: “Trabajo tres cargos porque mi marido es albañil y no consigue trabajo

https://www.facebook.com/PTS.OesteGBA/videos/339611966675637/

Pero a la par de nuestras historias están la de nuestros alumnos y sus familias. En muchos casos nuestros alumnos salen a trabajar con 16 o 17 años, o se encargan del trabajo de la casa porque sus padres trabajan todo el dia. Madres que nos cuentan que sus hijos no van a la escuela porque si pagan el boleto no llegan a pagar el alquiler. Familias empobrecidas por la desocupación que reciben un plan social de migajas, precarizadas o en negro.

Ese trabajo no reconocido llamado hogar

Pero el trabajo no termina en las escuelas. Cocinar, lavar, revisar los cuadernos de los chicos, ir a comprar, son tareas que se recrudecen al calor de la crisis económica y social. Esta semana, el dólar otra vez por las nubessignifica la devaluación de nuestros ingresos, cada dólar que se fuga al exterior o va al FMI, se traduce en nuestras vidas: recortes de gastos, bajar la calidad de la comida, ir buscando los lugares que mejores ofertas ofrecen, y desde ya el padecimiento de negar a los chicos gustos elementales que ya son un lujo en esta época. De disfrutar, salir, pasear: no hablemos.

¿Cuántas docentes cuentan que parecen Capitana Marvel con superpoderes haciendo mil tareas al mismo tiempo?
¿Cuántas de nuestras alumnas no van a clases porque se tienen que quedar en la casa con sus hermanos y hacer las tareas del hogar?
¿Cuántas madres de nuestros alumnos luego de limpiar otras casas vuelven a su hogar a seguir trabajando?

La crisis económica y el pago al Fondo, tiene consecuencias directas aumentando no solo las jornadas laborales y la pobreza, también multiplicando nuestras tareas en el hogar.

Golpear con un solo puño

Las mujeres en Argentina venimos protagonizando en las calles, la lucha por nuestros derechos. Bajo el gobierno de Cristina gritamos “Ni Una menos”, donde saltó a la luz la enorme desinversión y abandono en la política contra la violencia a la mujer, que profundizó el macrismo.
Durante los 12 años de gobierno kichnerista siguieron muriendo casi 300 mujeres por la ilegalidad del aborto, mientras se consolidaba la alianza con la Iglesia. La precarización laboral fue la regla. Las docentes fuimos “las vagas”, porque según la ex presidenta trabajamos solo 4hs.

Bajo el gobierno de Cambiemos, protagonizamos movilizaciones de más de 1 millón de mujeres en todo el país, exigiendo aborto legal, seguro y gratuito. Defendimos la aplicación de la ILE y en cada escuela peleamos por impulsar Educación Sexual Integral. Enfrentamos el vaciamiento en política de género. Fuimos parte de movilizaciones y acciones contra los despidos, en el ámbito privado y estatal. Somos las que defendemos la escuela y la salud pública, porque sin nosotras no se sostienen. Las mujeres desocupadas que salen a pelear mientras la pobreza avanza.

Pero no podemos seguir peleando divididas, cuando el FMI llegó para quedarse y públicamente nos dicen que ajustaran las tuercas, hablando de Reforma Jubilatoria y Laboral, aumento de tarifas, combustible y alimentos, cuando cualquier analista habla de que vamos al default porque no hay plata para pagar la Deuda Externa. La fuerza de las mujeres que ganamos las calles, unida a la juventud y los/as trabajadores, es la que debemos unir para pegar con un solo puño contra el FMI y unir por abajo lo que dividen por arriba conducciones sindicales, estudiantiles y del movimiento de mujeres.

Las mujeres rompemos con el FMI o el FMI rompe todo

Desde Pan y Rosas en el Frente de Izquierda planteamos que la única salida real es romper con el FMI, Macri y los gobernadores. El kichnerismo en alianza con la burocracia sindical, la Iglesia y los gobernadores del PJ no son una alternativa. Para que esta vez la crisis no la paguemos nosotros, planteamos que la paguen los grandes empresarios, banqueros y terratenientes.

Macri se arrodilla ante el FMI pero la oposición habla de reestructurarla y negociar con el Fondo siguiendo el modelo portugués que no significó más que un ajuste brutal con rebajas de sueldo, reformas estructurales y salto en la desocupación, esas fueron las “condiciones de negociación con el FMI”.

Mientras que la CGT mira para otro lado, los sindicatos nucleados en el Frente Sindical del Modelo Nacional, junto a la CTA-Suteba en conferencia de prensa, llamaron al paro del 30 con movilización, pero como nos tienen acostumbrados, sin asambleas, sin proponerse movilizar a los miles de trabajadores que nuclean como parte de un plan de lucha, para derrotar al FMI. Hace meses que están inmovilizados, son los mismos que no han llamado al paro nacional activo los 8 de marzo o para las enormes movilizaciones de la marea verde.

Por eso, levantamos el único programa realista, que es romper con el FMI y destinar esos recursos a que no haya una sola familia pobre, ningún trabajador ocupado o desocupado con ingresos por debajo de la canasta familiar. Aumento inmediato de presupuestos de salud y educación. Trabajar 6hs, 5 días a la semana para repartir las horas de trabajo.

Que el Estado y los empresarios se hagan cargo de las tareas de reproducción que cumplimos mayoritariamente las mujeres, ni un peso para la deuda: jardines y centros de recreación gratuitos para nuestros hijos, centros de cuidado de personas mayores gratuitos, lavanderías y comedores de calidad gratuitos para tender a reducir la opresión en el hogar que significan las tareas domésticas.

Desde Pan y Rosas y el PTS en el FIT que junto a la Marrón somos parte de las comisiones directivas de los SUTEBA Multicolor, donde dimos grandes peleas por poner en pie Secretarías de la Mujer abiertas a toda la comunidad, y comisiones de mujeres en las escuelas, el martes 30 seremos parte de una columna independiente, exigiendo asambleas y paro activo de 36hs en perspectiva de organizar la huelga general, que se proponga derrotar el plan de ajuste del FMI, Macri y los gobernadores. No alcanza con desfiles electorales como hacen Baradel y la burocracia de Moyano y los K. Hay que fortalecer la única fuerza política que plantea una salida a la crisis, el Frente de Izquierda. Ese mismo día te convocamos a participar del acto que realizaremos en Plaza de Mayo 17:30hs, donde participarán Myriam Bregman y Nicolás del Caño, allí estarán miles de jóvenes de la marea verde, trabajadoras que enfrentan los despidos como las del Hospital Posadas, SIAM, la comisiones de mujeres de Coca Cola, FATE y las trabajadoras de la alimentación como las de Kraft. Las docentes tenemos un gran desafío: sumarnos a construir una gran fuerza política que impulse la movilización de los trabajadores, las mujeres y la juventud, para que la crisis la paguen los capitalistas. Sumate!

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Las-docentes-ante-la-crisis-y-el-ajuste-del-FMI

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Argentina: Profesional valora la “Gestión Pedagógica del Equipo Directivo y sus estrategias para acompañar las prácticas de enseñanza”

América del sur/Argentina/18 Abril 2019/Fuente: Diario Opinión

La Prof. Cra. Ana María Ramírez Zarza puso de manifiesto que “los tiempos actuales, cuyo dato indiciario es la crisis económica, repercute de manera especial en las instituciones educativas, y ello nos plantea tomar contacto con las principales claves de trabajo que hacen a la dimensión pedagógica de la gestión del equipo directivo para actuar rápida y eficazmente”.

Prosiguió la educadora, que se encuentra perfeccionando en Conducción Pedagógica: “como profesional de la educación busco nutrirme de herramientas conceptuales y procedimentales que me permitan entender primero las problemáticas y luego encarar las acciones estratégicas de mejora pedagógica que puedan promoverse desde el rol directivo para el corto y mediano plazo”.

“En ese entendimiento -señaló- y, ante las Propuestas Formativas Virtuales que lanzó el Ministerio de Educación de la Nación, cursos con modalidad tutorizada y actividades colaborativas y de producción, me sumé al estudio del curso denominado “La Gestión Pedagógica del Equipo Directivo: Estrategias para acompañar las prácticas de enseñanza”.

GESTIÓN PEDAGÓGICA, SU IMPORTANCIA

Se interrogó la profesional “¿Cuál es, en definitiva, la importancia de la gestión pedagógica? “Concretamente respondo en base a los contenidos del programa del curso para tener una mayor comprensión de todo ello”:

“El rol del equipo directivo como garante de la promesa curricular en su escuela. Consideraciones sobre la gestión escolar que atraviesa al rol directivo. Liderazgo pedagógico del rol: supervisión y acompañamiento de las prácticas del equipo docente. El aspecto micro-político de la gestión directiva y la toma de decisiones”, cerró Ramírez Zarza.

Fuente: http://www.diariopinion.com.ar/noticias/2019/04/17/26138-profesional-valora-la-gestion-pedagogica

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El socialismo norteamericano y nuestra América Latina

Por: Juan J. Paz-y-Miño Cepeda
Entre 1929 y 1933 los Estados Unidos vivieron la más grave crisis económica, que arrastró a otras naciones capitalistas. Las fórmulas liberales y tradicionales no sirvieron para solucionarla. Hasta que llegó a la presidencia el demócrata Franklin D. Roosevelt (FDR – 1933-1945) quien, contando con la asesoría de académicos de la Columbia University, inauguró el “New Deal”, un conjunto de políticas económicas cuya prioridad fue la atención a millones de desocupados y a gente en la miseria, sobre la base de generar empleo.

Los bancos fueron intervenidos para garantizar a los depositantes; las empresas industriales, vigiladas por el gobierno, debieron establecer códigos de competencia, precios, horas de negocio; fueron perseguidos los comerciantes inescrupulosos; los agricultores (previo subsidio) fueron obligados a reducir la producción; al mismo tiempo, se mantuvo la inflación sobre precios de ciertos productos; se suspendió el patrón oro; y, además, se inició un vasto plan de inversiones estatales, despertando el trabajo en obras públicas, caminos, limpieza de parques, playas, plantación de árboles, reparar, pintar, construir casas, edificios públicos, piscinas, hospitales, aeropuertos, escuelas, proyectos de riego, electrificación, empleo de jóvenes en bibliotecas, oficinas, universidades, fomento del empleo temporal, etc.

En forma inédita, se sancionó despidos de trabajadores; se introdujo la seguridad social, así como pensiones por desempleo, salud y jubilación; fueron elevados los impuestos (taxes) como el de la renta, argumentando la injusta distribución de la riqueza como parte de la crisis; pero también se dictaron leyes para garantizar salarios mínimos, elevarlos, proteger sindicatos, contratos colectivos y otros derechos laborales. En los primeros cien días, la crisis fue controlada.

El “segundo New Deal” se inició en enero de 1935, con el propósito de profundizar las reformas: el Acta sobre Seguridad Social estableció beneficios para los trabajadores retirados, seguro para los desempleados, un programa de salud general, el de bienestar para niños y el de asistencia para ancianos, que debía ser cubierto con aportes de los empresarios y los trabajadores con empleo; el fondo para el seguro de desempleo fue financiado a través de un impuesto especial cobrado compulsivamente a los patronos.

La Administración para el Progreso de los Trabajadores (WPA) también se ocupó del trabajo para los artistas: con apoyo del Teatro Federal se organizaron exhibiciones y, por primera vez, corredores y salas de los edificios públicos fueron adornados con grandes murales pintados por artistas. A fines de 1935 cerca de 20 millones de norteamericanos contaban con alguna forma de asistencia pública.

En la mentalidad norteamericana de la época, semejantes políticas significaban una ruptura con la visión liberal y, en consecuencia, el New Deal y el propio presidente Roosevelt fueron acusados de “comunistas”. Resultaba algo insólito que un presidente denunciara abiertamente “la injusta concentración del bienestar y el poder económico” en manos de una pequeña fracción de la población norteamericana. Pero FDR logró del Congreso la aprobación de un elevado impuesto sobre las rentas de los individuos y las corporaciones; y para evitar su evasión, incrementó el impuesto a las donaciones. Con razón los opositores escandalizaron en contra de lo que llamaban un “desplume a los ricos”.

Sin embargo, fueron las medidas descritas las que permitieron salir de la crisis y mejorar las condiciones de vida y trabajo de los norteamericanos que, con razón, reeligieron a Roosevelt por tres ocasiones sucesivas.

Varias de las políticas del New Deal coincidieron con lo que en América Latina intentaron los gobiernos y políticos “populistas” y reformistas de aquellos años. En Ecuador, la Revolución Juliana (1925-1931) inauguró el intervencionismo económico estatal y las políticas sociales y laborales, algo que en Chile ejecutaron, por partes y entre incidentes institucionales, tanto el gobierno de Arturo Alessandri, como las juntas militares de la joven oficialidad, en un período que va de 1920 a 1925.

En Brasil, los jóvenes militares iniciaron, en 1922, las intermitentes movilizaciones del tenentismo, que desembocaron en la revolución de 1930 y los continuados gobiernos de Getulio Vargas (1930-1934), la dictadura del Gobierno Provisional (1934-1937), el Gobierno Constitucional (1939-1945), el Estado Novo y más tarde, entre 1950-1954 como gobierno electo. Fueron momentos de un proceso que transformó al país con la modernización económica y la reforma social.

Procesos parecidos desde la década de 1920 hubo en Costa Rica, Colombia, Bolivia, El Salvador, Perú -donde apareció el APRA fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Comunista fundado por Carlos Mariátegui-; en Argentina, con la Unión Cívica Radical, se desembocó finalmente en el ascenso de Juan Domingo Perón (1946-1955); y en México, fue decisivo el papel nacionalista del gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940).

Se trató de una época histórica que se caracterizó por la lucha contra los regímenes oligárquicos, a fin de modernizar a las sociedades, pero, ante todo, promocionar a las masas y al creciente movimiento obrero, lo cual explica las políticas sociales y el impulso a la redistribución de la riqueza mediante el sistema tributario directo. Todos los gobiernos reformistas y populistas fueron tildados de “comunistas”, en un intento por detener el avance social y las políticas de Estado.

Los gobiernos progresistas en América Latina, que abrieron un nuevo ciclo histórico en la región al iniciarse el siglo XXI, han sido, en mucho, continuadores, bajo nuevas circunstancias, de aquellas visiones económicas y de las políticas sociales y laborales de ese pasado reformista y populista que caracterizó a la región, con distintos ritmos, desde 1920.

Volviendo a los EEUU de la actualidad, hay dos figuras políticas que toman inesperada relevancia interna y externa: Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez (AOC).

Sanders (78 años), actual senador, ya fue candidato a las primarias del Partido Demócrata en 2016 y su campaña despertó una inédita atención nacional por sus posiciones: crítica radical a la diplomacia exterior de los EE.UU., abogar por un socialismo democrático que resalta a los países europeos nórdicos, plantear la seguridad social universal y un sistema de medicina gratuita, el reparto de la riqueza, más impuestos a los ricos y amplias políticas sociales y laborales. Sanders está en campaña para lograr la presidencia de los EEUU en 2020.

De otra parte, la joven AOC (30 años), que podría ser otra candidata presidencial por el Partido Demócrata, es miembro de la organización Socialistas Democráticos de América, propone un “Green New Deal” (si bien cuestiona los límites que tuvo el programa original de FDR), cuestiona el capitalismo y defiende la sanidad universal, la universidad pública gratuita, el control de armas de fuego y amplias medidas sociales y ambientales.

Estas dos figuras han vuelto sobre el camino histórico marcado por FDR, para tratar de impulsar en el país otra conducción económica y social que, de triunfar, alteraría el que luce hasta hoy como un capitalismo imperialista clásico e invencible. Y como las ideas socialistas, de la mano de Sanders y de AOC, pero también por una creciente cultura de izquierda entre los jóvenes de las nuevas generaciones, lucen cada vez más influyentes, las inquietudes políticas y oficialistas se han disparado a tal punto que el documento The Opportunity Costs of Socialism (https://bit.ly/2ySJwkA, octubre, 2018), preparado por el Consejo de Asesores Económicos (CEA) para el Presidente Donald Trump, trata de desmontar y descalificar cualquier propuesta de “socialismo” para los EEUU.

Pero, si se observan con cuidado tanto las propuestas del antiguo New Deal de FDR, como las de Sanders y de AOC, se podrá concluir que en América Latina las derechas políticas y económicas tampoco están dispuestas a consentir un camino “socialista” como el que se plantea en los EEUU. Neoliberales y derechistas son incapaces de comprender las experiencias históricas del New Deal, de modo que resulta inútil pedirles medidas alternativas a las consignas aperturistas y a los intereses privados de las elites empresariales

Y aquí, en la región, el ciclo conservador y reaccionario que se vive, no tiene la más mínima intención por imponer las regulaciones del Estado sobre el capital, los fuertes impuestos redistributivos de la riqueza y tampoco leyes que garanticen y amplíen los derechos sociales y laborales. La admiración y hasta la subordinación de las burguesías latinoamericanas a los EEUU les impide apreciar tanto al viejo New Deal como al avance de las ideas del nuevo “socialismo” norteamericano.

  www.historiaypresente.com / www.juanpazymino.com

Artículo original en Firmas Selectas de Prensa Latina: http://bit.ly/2uMpzud 

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Tiempos de resistencia activa

En Brasil, se ha producido una victoria electoral del proyecto del capital financiero, aliado con el capital extranjero, apoyado en la militancia de derecha instalada en la Policía Militar, en las Fuerzas Armadas, en la masonería.  Esta victoria sólo fue posible con el uso ilegal, con apoyo externo, de potentes ordenadores para la diseminación sistemática de mentiras a través de las redes sociales, en especial WhatsApp y Facebook.  Y finalmente, la victoria electoral sólo fue posible, porque antes, pusieron en la cárcel a Lula, el principal líder del pueblo, que habría ganado las elecciones en la primera vuelta.  Nos quitaron a nuestro líder por mano del poder judicial y le impidieron que hablase con la gente.

 

La elección se transformó en una lucha de clases entre dos proyectos: el del gran capital y el de la clase obrera.  Quienes quedaron en el medio, las posiciones de centro, no tuvieron espacio, independientemente de su trayectoria o voluntad política.  También fueron derrotados todos los políticos que estaban identificados con el gobierno golpista de Temer.  El pueblo no olvidó el golpe.

 

Creo que la izquierda perdió la batalla ideológica con la derecha cuando esta última, usando todo su poder económico, mediático y judicial, impuso su narrativa a la sociedad.  Pero la izquierda también tuvo algunas ganancias en estas elecciones.  Fue muy importante la elección de los doce gobernadores del nordeste que forman un arco geográfico desde Pará hasta Espíritu Santo, en particular Fatima Bezerra, en Río Grande do Norte, quien derrotó a una oligarquía que controlaba el estado, desde hace 400 años, y se convirtió en la única gobernadora del país.

 

Tendremos ahora un gobierno neofascista, con un plan económico ultra-neoliberal, que aumentará aún más las dificultades del pueblo y profundizará la crisis económica.  Su proyecto beneficiará sólo al gran capital: libertad total del mercado, privatizaciones, desmonte de los servicios públicos, para generar más dinero para el pago de intereses y subordinar nuestra economía a los intereses del capital de EEUU.  La conformación del gabinete ministerial ahora se revela más clara, con un tercio de militares, otro tercio de pastores evangélicos y los Chicago boys.

 

Como ellos no tienen un proyecto de nación y tampoco de resolver los problemas del pueblo, seguro producirán muchas contradicciones entre ellos, y sobre todo con las necesidades del pueblo.  Y nosotros deberemos actuar sobre la base de esas contradicciones.

 

La izquierda necesita un debate estratégico

 

La izquierda ahora necesita hacer un profundo debate estratégico.  No puede pensar sólo en ganar elecciones.  Deberá retomar el trabajo de base, para concientizar y organizar a los trabajadores, al pueblo, y pensar nuevas formas de luchas populares que mejoren las condiciones de vida del pueblo.  Además, priorizar el trabajo con las redes y los medios de comunicación propios.  Hace falta recuperar la hegemonía de las ideas de la clase obrera en la sociedad; recuperar y practicar valores humanistas y socialistas, como la solidaridad, la defensa de la justicia social y la igualdad entre seres humanos.

 

Pero independientemente del comportamiento de los partidos, tenemos que crear un movimiento de unidad nacional, un frente amplio democrático, cuyo núcleo debe ser un programa mínimo en defensa de la democracia, la soberanía, los derechos sociales y la libertad de expresión, la pluralidad de ideas y comportamientos y el medio ambiente.  Un movimiento donde todos los demócratas y progresistas puedan participar, sin que sea protagonizado por los partidos políticos.  Crear frentes en cada estado y aplicar la resistencia activa, en el sentido de impedir cualquier desmonte de la soberanía, las privatizaciones y nuevas pérdidas de derechos laborales; y denunciar iniciativas fascistas.

 

Un primer paso debe ser tener una lectura común de la naturaleza del gobierno, el cual va a adoptar métodos de represión, mientras intenta implantar los proyectos de interés del capital financiero nacional e internacional, abandonando el proyecto de desarrollo nacionalista.  Las fuerzas populares necesitan saber que, detrás del Bolsonaro, quien es apenas el portavoz de esos intereses o muchas veces un simple fanfarrón, hay un proyecto para dominar al país.  Al mismo tiempo, es necesario explicar a la sociedad lo que realmente sucede.  Nuestra mejor defensa es la movilización.

 

Justamente otro problema muy grave que las fuerzas populares y la sociedad brasileña debemos enfrentar es la distribución masiva de noticias falsas vía las redes sociales, que va a continuar.  ¿Cómo protegerse de esa avalancha de mentiras?  Como reveló un empresario del sur, del Instituto Libertad, ahora lo van a usar para convencer a la población de la necesidad de la reforma de la seguridad social.

 

Necesitamos encontrar formas para bloquear esas mentiras, de rescatar la verdad, y eso en todos los espacios: en las mismas redes sociales, pero también y sobre todo en el trabajo de base, en la conversación, en los lugares de trabajo, en las escuelas y en las calles.

 

En su libro Guerras Híbridas[1], Andrew Korybko describe con detalle estos métodos como parte de la nueva estrategia del gobierno de Estados Unidos y de la derecha mundial, para controlar a los gobiernos.  El autor demuestra que, en lugar de misiles, balas y tanques, la estrategia pasó a ser la de la ciberguerra, con noticias falsas, diplomacia e intervención externa.  Justo lo que se dio aquí en las elecciones.  Las guerras híbridas han venido a remplazar lo que, en décadas anteriores, fueron los golpes militares.

 

MST: la sociedad nos defiende

 

En el campo, los movimientos populares podríamos enfrentar retos particulares.  Durante la campaña, Bolsonaro prometió liberar el porte de armas, y se oía un discurso de odio contra el MST.  Pero no creo que la violencia se va a propagar en el campo.  El discurso del odio y en favor del armamento era una retórica para dar cohesión al grupo del candidato.  Nosotros, del Movimiento Sin Tierra -MST-, y creo que también el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo -MTST-, dejamos claro a la sociedad que somos movimientos pacíficos.  Nuestra forma de defensa para evitar la violencia es siempre actuar con mucha gente.  Las masas se protegen.  Aunque será necesario redoblar los cuidados, pues la represión vendrá menos del aparato estatal y más de los grupos que eligieron a Bolsonaro.

 

Ahora también hay un proyecto ante el Congreso para clasificar al MST (junto con otros, como el MTST) como terroristas, lo que es un absurdo, sin ninguna base legal.  Para aprobar un proyecto de esa naturaleza, habría que cambiar la Constitución que garantiza el derecho a la libertad de organización y expresión.  El papel de los movimientos populares como el MST, el MTST y cientos de otros, es organizar a la sociedad, o sea, ejercer un legítimo derecho constitucional para resolver un problema concreto: sea vivienda, acceso a la tierra, educación, o salarios.  Incluso el futuro ministro de Justicia, Sérgio Moro, en su primera entrevista, descartó la posibilidad de aprobar ese proyecto.

 

El MST existe porque la sociedad brasileña nos apoya, nos defiende y comprende nuestra lucha histórica.  Claro que la burguesía, las élites combaten, con todo su arsenal de los medios de difusión, los gobiernos y el poder judicial, cualquier iniciativa del pueblo de liberarse y democratizar la tierra, el agua, etc.  Pero la sociedad nos defiende.

 

En cualquier sociedad, la función primordial de la agricultura, el acto de cultivar la tierra, es producir alimentos saludables y baratos para toda la población.  Y el modelo del agronegocio no logra ni quiere desempeñar esa función social.  Sólo quiere producir ganancias, producir mercancías para el mercado mundial, lo que ellos llaman commodities.  Por ello, realizamos ferias de reforma agraria con productos agro-ecológicos en todos los estados y el apoyo es impresionante.  Creo incluso que, más allá de la democratización del derecho a la tierra, ahora estamos avanzando para que la población entienda que el modelo del capital, el agro-negocio, no consigue producir alimentos sanos, sólo produce con veneno, expulsando a la población del campo.  Nosotros defendemos la producción agro-ecológica para garantizar alimentos que preserven la salud de las personas y el equilibrio con el medio ambiente y aseguran más trabajo en el medio rural.  Incluso ya estamos encontrando aliados entre la élite también, que sabe que los agrotóxicos generan cáncer, enfermedades… y algunos de ellos ya están produciendo en esta forma.

Fuente del artículo: https://www.alainet.org/es/articulo/197401

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