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Perú: La huelga magisterial. experiencias y lecciones

Por: Centro de Estudios Democracia, Independencia y Soberanía/22-09-2017

Finalmente, el pasado sábado 2 de septiembre fue suspendida la huelga magisterial que hizo noticia en el país en los últimos dos meses. Resulta entonces oportuno formular un análisis de los hechos, a modo de balance de una Jornada, quizá la más importante y trascendente en lo que va de transcurrido el nuevo siglo.

Veamos algunos elementos básicos

1.- LA CRISIS DEL PAIS Y DE LA EDUCACIÓN

El sistema de dominación capitalista en el Perú fue puesto en jaque por primera y única vez en la historia de la patria, en los marcos del proceso antiimperialista que condujera el general Juan Velasco Alvarado. Aunque él mismo nunca se lo propusiera conscientemente, la dinámica de los cambios que impulsara, nos enfrentó al dominio imperialista y abrió perspectiva para la transformación de la sociedad hacia un nuevo derrotero. Este, se vio frustrado por la alevosa traición de Morales Bermúdez, que pactó con el gobierno de los Estados Unidos el retorno al Poder de los Partidos Tradicionales. Entre 1975 y 1990 se produjo en el Perú la restauración del Poder Oligárquico que, sin embargo, no pudo doblegar definitivamente a los trabajadores y al pueblo. Fue sólo a partir de 1992 -con el Golpe del 5 de abril- que se restableció el Poder absoluto de la clase dominante mediante la aplicación del «Modelo» Neo Liberal, herramienta fundamental del capitalismo en nuestro tiempo.

Este «Modelo», impuesto al país por el Banco Mundial, el Fondo Monetario y otros organismos financieros internacionales; aportó la idea de «privatizar» todos los resortes de la economía y los servicios como una manera concreta de favorecer los intereses del Capital Financiero. La destrucción de la economía estatal y el aliento ilimitado a la inversión privada nacional y extrajera; fueron las aristas principales de esta política.

Esa orientación, fue confirmada a través de la Constitución de 1993, fraudulentamente aprobada, e impuesta al país a través de una dictadura siniestra que envileció la vida nacional.

Como línea general se buscó imponer la idea que el Estado «es mal administrador» y que por tanto es mejor dejar las manos libres a la «iniciativa privada» en todos los órdenes de la gestión pública. Así, la educación dejó de ser un Derecho, y se convirtió en un «Servicio» que la sociedad presta a las personas, y que debe ser pagado por ellas. De este modo, la privatización de la educación no asoma en el Perú como un acto, sino como un Proceso, que se inició hace casi tres décadas, pero que no fue enfrentado ni combatido por el magisterio, ni por las fuerzas avanzadas de la sociedad. Se fue imponiendo gradualmente al extremo que hoy la educación privada predomina en todas las esferas del sistema educativo y se le reconoce como una«actividad lucrativa»

Más del 50% de la población escolar se educa hoy en colegios privados en tanto que, en el plano de la educación superior se constata la existencia de más de 40 Universidades de ese origen. La que tiene mayor población estudiantil hoy, es una Universidad Privada -de oscuro origen- que ha diversificado su presencia en casi todo el territorio nacional. Un significativo porcentaje de docentes, ejerce su actividad en el plano de la educación privada, laborando en exclusiva para ella, o alternando su tiempo con la educación pública.

LA PRIVATIZACION DE LA EDUCACIÓN

La Privatización de la educación no «se va a producir», como se anuncia. Ya está en marcha y compromete al conjunto de la sociedad peruana. Su punto de partida puede situarse en la campaña alentada por diversos gobiernos y los medios de comunicación empeñados en desacreditar la educación pública.

Con este propósito, se congelaron los recursos del Estado en materia de educación, se abandono la infraestructura educativa, se dejó en el mayor desamparó a los profesores, se denigró y aun se envileció la carrera docente, se empobreció la currícula escolar y se desatendió los requerimientos básicos de la población infantil en sus segmentos más pauperizados y deprimidos. En cambio se concedieron inmensas facilidades a la inversión privada para que «explote» el sector educativo con fines de lucro. Así, se convirtió la educación en un Negocio.

Para asegurarlo se buscó disminuir la calidad de la enseñanza en los planteles del Estado. Para el efecto, se desatendió el proceso de formación de docentes en todos los niveles, y se alentó abiertamente la mediocridad y el bajo rendimiento académico de los profesores. En ese extremo, el Perú conoció los niveles más pobres de rendimiento educativo, y sus alumnos desaprobaron todas las pruebas de comprensión lectora de razonamiento matemático.

Como parte de esa política se buscó denigrar la carrera magisterial. Se crearon centenares de Institutos Pedagógicos Privados que otorgaron títulos de «Docentes» a diestra y siniestra, con «graduados» que siguieron cursos no regulados ni monitoreados por autoridad alguna. Y se congelaron por años los sueldos de los Maestros a fin de asegurar que los jóvenes más capacitados opten por cualquier otra «carrera», menos el Magisterio.

LA FORMACION DE LOS DOCENTES

Formalmente, son las Universidades las que forman a los profesionales en el país. Las Facultades de Educación se encargan de la formación de profesores en diversos niveles educativos. Pero hoy no existe garantía de calidad académica en las instituciones superiores. Y es que también en el plano universitario se ha impuesto la tendencia neo liberal orientada a «tercerizar» los servicios. Las Universidades estatales abren «programas» en al interior del país, sin asegurar ningún control. Los Institutos Pedagógicos y las antiguas Escuelas Normales funcionan «a la buena de Dios», como suele decirse, sin apoyo alguno del Estado y sin el menor requerimiento de calidad.

Incluso la Universidad Nacional de Educación de La Cantuta otrora «Alma Mater» de la educación peruana, se vio severamente afectada por un crecimiento desmedido de su población estudiantil, en detrimento de la calidad académica de sus servicios Miles de alumnos estudian allí hoy, en un espacio físico destinado a apenas algunos cientos. Y estos «miles» requieren la contratación de un alto número de «catedráticos universitarios» que no reúnen las condiciones elementales de formación y cultura.

Los Docentes que egresan hoy de los centros formadores de Maestros, carecen de la preparación requerida, salen a ejercer su profesión sin aliento alguno del Estado, trabajan en condiciones virtualmente infrahumanas y perciben salarios simplemente denigrantes.

Y en las últimas cuatro décadas, ningún gobierno se ha interesado en el tema, ni preocupado siquiera por elevar el nivel de la educación peruana. Ninguno, tampoco, ha tomado libremente, y por su propia cuenta, la decisión de elevar los sueldos de los maestros o mejorar sus condiciones de vida o de trabajo. Si algo han conseguido los maestros en estos duros años de actividad profesional, en materia de salarios o de condiciones de vida o de trabajo, ello ha sido exclusivamente resultado de sus propias luchas. Solo a través de huelgas sacrificadas y heroicas, los maestros han logrado arrancar a la pérfida sociedad capitalista, algunas migajas

LA EVALUACIÓN DOCENTE

Es natural que en este cuadro general, nadie esté contento con la profesión docente. Los propios interesados –los profesores- no encuentran el menor aliento para el desempeño de sus funciones. Muchos de ellos, se ven forzados a compartir el ejercicio profesional con otras actividades remunerativas que les ayuden en las tareas de la supervivencia.

Los estudiantes, muchas veces, no están conformes con sus maestros porque estos no les dedican realmente atención ni esfuerzo, agobiados cono están por la política del Estado. Los Padres de Familia -que sufren a su vez los efectos de la crisis que corroe las bases mismas de la sociedad peruana, se quejan del escaso rendimiento de sus hijos y son conscientes que con el aprendizaje que reciben, no estarán en condiciones de ingresar a una Universidad Nacional.

Pero la evaluación docente está muy mal concebida. En principio, el profesor es un profesional–como el médico, el ingeniero o el abogado- que recibe una formación universitaria y obtiene –al culminar sus estudios- un título a nombre de la Nación. Por lo menos, se supone que debe estar suficientemente calificado; como debe estarlo un profesional de otra especialidad. Puede -y debe- en el desempeño de su carrera, necesitar cursos de actualización y aún de capacitación. Ellos, por lo demás, le permitirán ascender en su escalafón y alcanzar funciones más altas en el sistema educativo. Pero al igual que al médico a ingeniero o al abogado, a los que nadie «evalúa» periódicamente para el ejercicio de su profesión, el docente no tiene por qué «comparecer»ante un funcionario administrativo que lo evalúe o califique cada cierto tiempo.

SI hay docentes mal preparados –que sin duda los hay- eso es culpa del Estado, que los preparó mal, o que no vigiló la actividad de las instituciones que él mismo autorizó para que «formaran» maestros. Si falló entonces, es deber del propio Estado corregir eso, y capacitar a los docentes poco preparados para calificarlos mejor. No para denigrarlos, no para echarlos del sistema educativo.

Es claro que nadie es «propietario» del puesto de trabajo. Para mantenerlo, el docente no sólo debe acreditar capacidad, sino también disciplina, orden y buena conducta. Si un profesor no asiste a clases, llega sistemáticamente tarde, incumple sus funciones o comete delitos de orden penal; puede ser privado de su derecho a ejercer la función docente; pero eso responde a otra lógica: al interés del Estado por brindar un servicio educativo de calidad.

Las «evaluaciones» no se hicieron antes, cuando los docentes ejercían su función. Personalidades del mundo de la cultura, como Cesar Vallejo, José María Arguedas, Augusto Salazar Bondy, Walter Peñaloza, y muchos otros, ejercieron la docencia en planteles del Estado y nunca fueron sometidos a procesos de «evaluación». Ahora, han surgido las evaluaciones, como parte del «paquete» de medidas que impone el Banco Mundial. Hay mucha gente que hasce fortuna con ellas.

En verdad estas son un Negocio de las autoridades en diversos niveles. Y tienen múltiples propósitos. Las evaluaciones son pagadas por el Estado mediante presupuestos públicos. Eso permite que el Estado diga oficialmente que está «invirtiendo»recursos en el sector educación, cuando en verdad no lo hace. Financia a organismos no gubernamentales para que «estudien» y «preparen» los mecanismos de evaluación y luego les asigna Partidas Especiales para que «capaciten» a los docentes que no fueron aprobados en ellas.

Por lo demás, es público el hecho que el Ministerio de Educación paga gruesas sumas de dinero a instituciones privadas para que «capaciten docentes». En el extremo, el sugerente Programa«Beca 18» sirve para que el Estado suscriba «convenios» con Universidades Privadas en cuyo provecho desembolsa fortunas. Miles de jóvenes peruanos estudian becados en Universidades Privadas -de dudosa solvencia- con recursos públicos. ¿Por qué esas sumas no se asignan a Universidades Públicas, por ejemplo?. Por una simple razón: al Estado no le interesa que las Universidades Públicas tengan recursos. Lo que le interesa es que las universidades privadas hagan negocios.

No obstante todo ello, los docentes en esta huelga no rechazaron las «evaluaciones». Lo que exigieron fue que ellas, no fueran punitivas; es decir, que no culminaran con el despido del profesor. Del mismo modo que no se despide a un médico porque no pudo curar a tres pacientes; ni se inhabilita a un abogado porque perdió tres juicios; ni se expulsa de la actividad profesional a un ingeniero porque se le derrumbaron tres obras; no se puede echar a un profesor porque no «aprobó» tres evaluaciones. Por lo demás, hay que advertir que las «rúbricas» a las que alude el gobierno como mecanismo de evaluación, no constituyen garantía alguna. Es más, ellas forman parte del «modelo educativo» que fracasó en Chile, y que hoy se busca imponer en nuestro país

SI finalmente se admitiera un criterio de evaluación, éste debiera ser concertado con los profesores mismos, y aplicado por instancias calificadas para tal gestión. Nada de eso, se ha previsto.

LA ORGANIZACION SINDICAL DE LOS MAESTROS

La organización sindical de los maestros, data de las huelgas magisteriales de los años 60 del siglo pasado. Como todo lo que ha logrado el magisterio, este derecho también fue arrancado mediante sucesivas huelgas. Ellas permitieron formar los sindicatos nacionales de educación primaria, secundaria y técnica y dieron luz a destacados luchadores sociales: Isaías Poma Rondinel, Ina Socorro Castañeda, Germán Caro Ríos, Juan José Carpio Mostajo, Omar Zilbert Salas, Horacio Sánchez Ortiz y muchos otros, llenaron estos años de un ejemplo valeroso de abnegación y de combate. Tenían diferencias de orden político, pero aportaban todos en la lucha contra el amarillaje y la traición, defendían a raja tabla los derechos de los maestros y pusieron en jaque a sucesivos gobiernos con su acción consecuente y de clase.

El SUTEP afloró en 1972. Más allá de deformaciones y errores de inicio, pudo afirmarse como la organización nacional representativa de los maestros en los años del gobierno de Morales Bermúdez y más precisamente en las esforzadas huelgas de 1978 y 1979 que comprometieron a amplios sectores de nuestro pueblo. A fines de los 80, la organización sindical que en el plano internacional funciona vinculada a organismos anti clasistas, y no a la Federación Internacional de Sindicatos de Educadores -la FISE- ligada a la FSM; resolvió adherirse a la CGTP. Tuvo en una primera etapa de oposición a la dirección sindical de la Central –atacó dura, e injustamente, a Pedro Huilca-, pero más recientemente se incorporó incluso a su dirección, cumpliendo altas funciones. Hoy, el CEN del SUTEP es objeto de ácidas críticas.

El descontento de un elevado porcentaje de maestros con la dirección de su organización sindical, se ha expresado de diversas maneras. Más recientemente, generó la existencia de movimientos regionales que articularon una estructura propia –el CONARE– organismo que alcanzó notoriedad en el reciente conflicto.

Objetivamente, este Comité de Nacional de Organizaciones Regionales (CONARE) ha puesto en evidencia una alta capacidad de movilización sindical de los maestros. Las propias autoridades han tenido que reconocer que la huelga ha tenido incidencia decisiva en 18, de las 21 regiones del país; y que ha comprometido a más de 300 mil trabajadores de la educación, de un total de 420 mil. Con júbilo, en los últimos días de conflicto, el Ministerio de Educación anunció que un Millón de escolares recibían sus clases de manera «normal».

Probablemente no repararon las autoridades que al hacer esta afirmación, estaban reconociendo implícitamente que dos millones y medio de escolares no estaban en esa situación; es decir, no recibían sus clases.

Objetivamente, la Huelga -el acontecimiento más notable de nuestro tiempo- ocurrió al margen de la organización sindical de los maestros. El CEN del SUTEP, nada tuvo que ver en ella.

LA HUELGA

La huelga de los maestros se inicio en el Cusco el 17 de junio del 2017, Tuvo una connotación especifica y casi local, pese a que formulaba reclamos que incidirían en la situación de los docentes en todo el país. La impericia y la insensibilidad de las autoridades que pudieron haber resuelto el caso en un inicio, hizo que el conflicto se expandiera. Y si, fue creciendo poco a poco, y extendiendo su radio a regiones aledañas: Puno, Arequipa, Apurímac y Huancavelica, se fueron sumando al movimiento, hasta que -a mediados de julio- el conflicto alcanzó ribetes nacionales. En Lima, eso ocurrió sólo en agosto. Bien puede decirse entonces que este fue un movimiento escalonado, al cual se fueron incorporando diversas regiones.

Es claro que el carácter escalonado del Paro, fue una de sus fortalezas, porque permitió renovar los contingentes en lucha sin que se agotara el movimiento. Pero dialécticamente, arrastró también una debilidad permitió que los medios de comunicación «convencieran» a mucha gente aludiendo al perjuicio de los escolares que, al perder dos meses de clases veían peligrar el año escolar. Esto incidió para que muchos padres de familia y, en general, ciudadanos, exhortaran a los maestros a concluir la huelga «para no perjudicar más» a los educandos.

Tuvo varios rasgos notables el conflicto: la marcha a Lima de los docentes del interior del país; el uso de la Plaza San Martin y otros lugares públicos como escenario de concentración de los maestros; la variedad de formas de lucha mostradas en la contienda; la valentía con la que los profesores hicieron respondieron la brutal represión policial desatada contra ellos; el involucramiento de padres de familia, y aun alumnos en la contienda; el manejo inteligente de algunos medios de comunicación aun hostiles al movimiento; el aliento a la solidaridad de la población que alcanzó diversas formas de apoyo a la huelga; el uso del diálogo con las autoridades y sus intermediarios; fueron algunos de los elementos del conflicto que deben ser asimilados.

El gobierno cometió muchísimos errores al enfrentar el tema. Aludiremos sólo a tres: La entrevista del Presidente para ver el tema; la negativa de la ministra del sector a «dar la cara» a los maestros, y el obsesivo y errático comportamiento del ministro del Interior a lo largo de la huelga.

La decisión del Jefe del Estado de abordar directamente el conflicto, no fue mala. Por eso fue atacada y resistida por la reacción, que aseguró que PPK se «rebajaba» al recibir a los huelguistas y que eso «abriría un precedente muy negativo» porque entonces «todos» querrían sólo tratar con él los conflictos sociales. La magnitud de la huelga ameritaba largamente la preocupación presidencial.

El error descomunal del mandatario fue reunirse no con los que estaban en huelga, sino con los que no participaban en ella.El CEN del SUTEP, no la había decretado, y por lo tanto no podría «suspenderla» como lo planteaba el Mandatario. Y los dirigentes del Cusco, que asistieron a la cita, ya habían suspendido su acción de fuerza, de modo que no cabía tratar con ellos el fin del conflicto.

La titular del portafolio de educación estaba obligada a dar la cara. Para no hacerlo –en el extremo- usó a 5 parlamentarios de diversas bancadas a fin de vertebrar con ellos un mecanismo de intermediación francamente ridículo. Esa «negociación» en «cuartos separados» se ha aplicado en otros escenarios y ha sido útil para otro tipo de conflictos –entre Israel y Palestina, por ejemplo; o Colombia, entre el gobierno y las FARC- pero no tiene el menor sentido en un conflicto sindical en el Perú.

El argumento que no se puede tratar con quien «no tiene reconocimiento» legal, es absurdo. Nunca las organizaciones sindicales tuvieron reconocimiento cuando iniciaron sus luchas. Precisamente ellas, les generaron el reconocimiento formal del Estado.

El Ministro Basombrío, tuvo un pésimo desempeño. Obsesionado por descalificar la lucha de los maestros, mantuvo un virtual veto contra el dirigente de la huelga –Pedro Castillo- sindicándolo como «terrorista» sin aportar ninguna prueba. Los «indicios» a los que aludiera el titular del MININTER, bien pudieran haber sido usados contra él mismo, cuando era dirigente del Partido Comunista Revolucionario en los años 70 y hablaba hasta por los codos de la necesidad de «tomar las armas» y calificaba de «reformistas» y «conciliadores», a quienes no suscribían sus diatribas violentistas

EL CUADRO POLITICO:

En este contexto es que hay que apreciar el cuadro político que perfila en el país Veamos:

El gobierno representa muy claramente los intereses de la clase dominante. Aplica con diligencia el «Modelo» Neo Liberal porque éste responde a sus intereses y a sus concepciones. Nada podemos, los trabajadores, esperar de él, salvo una lucha dura y constante, de nuestra parte; que será respondida por el de manera violenta y cruel. Es indispensable subrayar esto porque muchos de los que hoy combaten, sufragaron por PPK en los comicios del 2016. Al hacerlo, no incubaron ilusión alguna. Votaron por ese símbolo, porque objetivamente no existía otra opción. Al elegir a Kuczynski, no optaron por «el mal menor», ni por «alguien cercano». Puesto en la disyuntiva ineludible de elegir entre dos enemigos, el electorado optó por escoger a cuál de los dos enemigos era preferible enfrentar. Y se decidió por la derecha clásica y no por la Mafia porque a aquella posible enfrentarla mejor, como se está haciendo: con luchas, paros, huelgas, acciones de masas, movilización popular y ciudadana; denuncias públicas y combate callejero. Eso, lo dijimos oportunamente desde el CEDIS.

Optar por el otro enemigo, hubiera sido suicida. No se habría podido por ejemplo, desarrollar esta lucha. El medio social, seria adverso, porque estaría «ganado» por la frivolidad. Padres de familia y estudiantes habrían recogido los «mensajes» de Laura Bozzo, o de Magali Medina, de la prensa «Chicha» o de la Televisión Basura, y no habrían mostrado el menor interés en sumarse a una causa de este corte. Si se hubiese intentado una acción como la ocurrida, el gobierno habría acusado de «terroristas» a algunos de los dirigentes de la acción, pero no se hubiese limitado a ello: los habría hecho detener, juzgar por un Tribunal sin Rostro, y condenado a 20 años de cárcel -por lo menos-. A otros, sencillamente se los hubiese «comprado» con dinero y prebendas de uno u otro signo, envileciendo la causa.

No hay que amilanarse entonces. La situación habrá de continuar, y afectará a muchos otros miles de trabajadores de diversas áreas, que deberán combatir en las mismas condiciones en las que se batieron heroicamente los maestros

En medio del conflicto, asomó aviesa la mano de la Mafia Fujimorista. Ella quiso especular con la crisis y «poner de su lado» a los maestros. No lo consiguió porque finalmente, fue presa de sus propias limitaciones de clase. Aunque «hable» de los maestros nunca atenderá sus demandas. Y no sólo los reprimirá cruelmente, sino que envilecerá la carrera docente, como lo hizo ya en el pasado. El APRA tendrá el mismo juego. Fue dos veces gobierno, y nunca atendió las demandas de los maestros. Y cuando consideró preciso reprimirlo, lo hizo con igual salvajismo.

La Izquierda deberá asumir su responsabilidad, y formular un balance crítico y autocrítico. Es en buena medida responsable de hechos que aquí se subrayan y tiene el deber de admitirlo. Debe entender que la Unidad se construye para luchar, que su tarea es esencialmente política –y no electoral- y que su deber principal consiste en canalizar y atender las demandas de las masas populares.

«Patria Roja» cargará, sin embargo, con la principal de las culpas, no sólo porque no estuvo a la altura de sus responsabilidades como fuerza conductora del movimiento sindical del magisterio, sino porque, además, en el transcurso de la huelga asumió un comportamiento deplorable. Dijo lo mismo que Basombrío, lindó en las mismas acusaciones y cuestionamientos contra la lucha de los maestros y coincidió con la titular de educación arguyendo que los dirigentes de la acción no debían ser atendidos «porque no estaban legalmente reconocidos». En el extremo, a través de sus voceríos más calificados, aseveró que la huelga «ponía en riesgo la democracia» y aun más, individualizó a algunos dirigentes para que los reprimieran.

Hoy, PR parece no haber asimilado la experiencia. Insiste en considerar a MOVADEF y a CONARE «expresión del terrorismo» y no admite ningún error. Reitera su defensa del CEN del SUTEP como si éste hubiese cumplido con su deber. Pareciera carecer de una muy elemental voluntad autocritica, y «se cierra» en defensa de lo indefendible

LECCIONES Y EXPERIENCIAS RELEVANTES

Del conflicto magisterial se pueden extraer muchas lecciones. Podríamos resumirlas de la manera siguiente:

1.- La lucha, es indispensable herramienta para los trabajadores. Sin huelgas, los maestros no habrían alcanzado nada, ni en salarios ni en condiciones de trabajo. Nada ha sido otorgado por la » buena voluntad» de los gobiernos. Todo, ha sido arrancado por la lucha

2. La Unidad, es esencial, pero esa unidad, es la que se expresa en la acción. Muchas veces no es posible arribar a «acuerdos unitarios», pero si se puede lograr la unidad de acción en defensa de los demandas básicas de la población.

3.- Nunca hay que perder a ligazón con las bases. Lo ocurrido, ha sido producto de la realidad: Durante más de dos décadas, los dirigentes de los partidos de la izquierda procuraron la unidad no para luchar mejor por las demandas laborales; sino para participar en alecciones. Así ocurrió el 95, el 2000, el 2001, el 2006, el 2011 y hasta el 2016. Los «denodados esfuerzos unitarios» se circunscribieron al modo de participar en los comicios de esos años sin alcanzar nada, y no asumieron ninguna tarea de lucha.

4.- Las luchas hasta hoy fueron episódicas, desarticuladas. Conga, Bagua, Las Bambas, Tía María y otras, fueron acciones aisladas, que no recibieron apoyo ni solidaridad efectiva de las direcciones formales de la Izquierda. La Huelga del Magisterio marcó un salto cualitativo que hay que valorar. Se pudo apreciar el surgimiento de un nuevo criterio de unidad, esta vez horizontal. Las bases, coordinaron entre si, a espaldas de sus direcciones y concertaron una lucha ante la indiferencia letal de sus líderes formales.

5. Esto reivindica el papel y las tareas de las bases sociales en la lucha, y constituye un vigoroso llamado de atención a las cúpulas sindicales y políticas para que no persistan en las deformaciones de insensibilidad y burocratismo, que les han alejado de la realidad.

6.- La Vanguardia de un movimiento es la fuerza que realmente, y en los hechos, juega ese papel. La Vanguardia es la que organiza un movimiento, lo estimula, lo impulsa, marcha con él, juega ante él un rol dirigente, combate en todos los avatares de la contienda y lo conduce finalmente a la victoria.

7.- EL CONARE en los hechos, ha jugado el papel de Vanguardia. Ha sido objetivamente capaz de conducir el movimiento, y ha suspendido la lucha cuando ella ya resultaba estéril e improductiva. Debió percibirlo poco antes, en su descargo hay que admitir que era una Vanguardia nueva, joven, inexperta; que recién estaba haciendo realmente una experiencia de clase a nivel nacional. No podía estar exenta de errores.

8.- Ahora, tanto La Coordinadora Nacional de Regiones en Lucha, como sus bases, deberán procesar un debate constructivo que les permita deslindar responsabilidades y definir campos. Deben alejarse políticamente de quienes defraudaron y traicionaron la lucha pero además, ahuyentar a los grupos infantiles y a las variantes provocadoras y aventureras que surgen en estos conflictos.

9.- Depurar el movimiento, pasa por «limpiarlo» de elementos seudo clasistas que con discursos sonoros y grandilocuentes, se afanaban en llevar la lucha «hasta las últimas consecuencias», frase manida que carece totalmente de sentido y significado.

10.- Hay que ejecutar el deslinde con el Senderismo y la actividad terrorista que sirve a los dictados de la reacción y la Mafia. Ellos buscan «pescar a rio revuelto» para neutralizar y derrotar a los maestros y a sus luchas.

EL CAMINO HACIA ADELANTE

Más allá de sutilezas, hay que admitir que Pedro Castillo, el conductor real de la huelga, acertó al decir que la lucha no ha concluido y que -es más– recién comienza.

Y comienza en nuevas condiciones, con la experiencia acumulada y con las tareas planteadas. El primer objetivo del futuro entonces, no es dividir al magisterio sino unirlo más. Y afirmarlo a partir de concepciones de clase. Eso implica una gran batalla ideológica, que habrá que librar haciendo uso de todos los recursos a mano.

No se trata de destruir organizaciones, ni de consagrar el paralelismo sindical. Se trata de depurar el depurar el movimiento para que sus dirigentes –los verdaderos- cumplan cabalmente con sus responsabilidades.

Eso pasa por derrotar el sectarismo y el burocratismo, combatir la corrupción en todos los niveles. Y colocar las estructuras de los maestros –incluida la Derrama Magisterial- en su verdadera función, para que sirvan como corresponde, a los intereses y objetivos que les dieran origen.

Fortalecer la Unidad, consolidar la organización, forjar la conciencia de clase y alentar y promover las luchas, son las tareas del momento.

Y no perder de vista que la batalla esencial en el periodo nos obliga a enfrentar al Imperialismo y al «modelo» Neo Libera, derrotar la Constitución del 93 y abrir paso a un nuevo escenario verdaderamente democrático y popular.

*Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a252081.html

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Denuncian comunistas de Puerto Rico crisis en la educación pública de esa isla caribeña

Puerto Rico/21 de Agosto de 2017/Radio HC

l Partido Comunista de Puerto Rico atribuyó un ambiente nefasto al comienzo del año escolar, con un déficit de unos 300 maestros y el cierre de 163 escuelas públicas.

Esa fuerza partidista aseguró que la niñez puertorriqueña también es víctima de la opresión y las injusticias sociales impuestas por la junta de Uol Strit y el Ejecutivo de San Juan.

La Comisión Política del grupo comunista afirmó que cada niño en las escuelas públicas del país es otro signo de dólar para la ministra de Educación, Julia Kélejer, la junta de control fiscal y el gobernador Ricardo Roselló.

Explicó que el Departamento de Educación recibirá un reducción de 163 millones de dólares y que el presupuesto recién certificado por la Junta de Wall Street, como denominan los comunistas boricuas a la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico creada bajo la legislación Promesa, vislumbra recortes en las jornadas laborales, sistema de pensiones y la educación pública del país.

“En este año fiscal, hay un recorte de 950 millones de dólares en el gobierno, que incluye una reducción de 78 millones en nómina, gastos operacionales, municipios entre otros”, apuntó el PCPR.

Recordó que la Universidad de Puerto Rico (UPR) enfrentará un disminución de 204 millones de dólares en su presupuesto, mientras habrá otros 218 millones en recortes como resultado de la reducción de dos días mensuales de trabajo a partir del 1 de septiembre, lo que representa 10 por ciento del salario de los trabajadores.

El Partido Comunista recalcó que para las próximos años fiscales, se seguirán incrementando los recortes tal como lo dictamine la Junta de Wall Street.

“Actualmente, el país está en manos de quienes no les interesa ni el desarrollo educativo, ni cultural, ni económico de nuestra sociedad, (porque) solamente les interesa saquearnos y mejorar esas condiciones para hacerlo”, según la conducción comunista boricua.

La organización consideró que “todas estas medidas buscan poder reducir el valor de nuestro trabajo para así atraer a inversionistas”.

Como parte de este plan, reducir el acceso a la educación a todos sus niveles es una forma de reducir el valor de nuestro trabajo, adujo el Partido Comunista de Puerto Rico al sostener que “la clase trabajadora no podemos permitir estos ataques”.

La colectividad política instó a que “nos organicemos como clase trabajadora en consejos obreros en nuestros barrios y centros de trabajo”.

“No pongamos nuestras esperanzas en los tribunales y en la ley que ellos mismos han creado; pongamos nuestras fuerzas en organizarnos como clase productiva”, insistió.

Fuente: http://www.radiohc.cu/noticias/internacionales/138401-denuncian-comunistas-de-puerto-rico-crisis-en-la-educacion-publica-de-esa-isla-caribena

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Malala visita Nigeria por crisis educativa de las niñas

África/Nigeria/22 Julio 2017/Fuente: El heraldo del saltillo

Durante su visita a Nigeria, la activista por la educación Malala Yousafzai se reunió el pasado 18 de julio con las niñas desplazadas por la crisis de Boko Haram.

Mientras estaba en Maiduguri, epicentro de la crisis en el noreste de Nigeria, Malala visitó a escolares en un campamento para familias desplazadas y alumnas de la escuela secundaria estatal de Yerwa.

“Nigeria es el país más rico de África, pero tiene más niñas fuera de la escuela que cualquier país del mundo”, dijo Yousafzai. “Los estudios son claros: educar a las niñas favorece la economía, la reducción de los conflictos y mejora la salud pública. Por estas niñas y por el futuro de su país, los líderes de Nigeria deben dar prioridad inmediata a la educación”.

Más de 2 mil 295 docentes han sido asesinados, 19 mil personas desplazadas y casi mil 400 escuelas han sido destruidas desde el inicio de la insurgencia Boko Haram en 2009. Tres millones de niños y niñas en el noreste necesitan apoyo para seguir aprendiendo.

Mientras que los 90 campamentos y asentamientos en Maiduguri albergan a miles de familias, más de las tres cuartas partes de las más de 600 mil personas desplazadas viven con familias, familiares o amigos en las comunidades de acogida, lo que supone una carga adicional para las escuelas locales.

Más allá de la crisis en el noreste del país, Nigeria contaba ya con la mayor cantidad de niños y niñas fuera de la escuela del mundo – en torno a 10.5 millones. De quienes están en edad escolar primaria que no están en la escuela, solo 5 por ciento la han abandonado: tres cuartas partes nunca pisarán un aula, y la mayoría son niñas.

En toda África occidental, 46 por ciento de los niños y niñas en edad escolar primaria que no acude a la escuela son nigerianos. A nivel mundial, uno de cada cinco niños y niñas no matriculados son de Nigeria.

“Haremos todo lo posible para que todos los niños y niñas puedan seguir aprendiendo. Creemos que la educación, especialmente para las niñas, es la forma más importante de traer esperanza, paz y prosperidad no solo para esta generación, sino también para las generaciones futuras” dijo Mohamed Malick Fall, representante de UNICEF en Nigeria.

UNICEF está trabajando en estrecha colaboración con el gobierno y sus aliados para ofrecer entornos de aprendizaje a los niños y niñas en el noreste del país. Solo este año, más de 525 mil han tenido matrícula en la escuela, se han establecido más de 37 espacios de aprendizaje temporal y se han distribuido cerca de 92 mil paquetes de material de aprendizaje para ayudar a la infancia a continuar su educación en Nigeria.

La respuesta educativa de UNICEF en el noreste del país continúa gravemente infrafinanciada, habiendo recibido solo 54 por ciento de los 31.4 millones de dólares (27.16 millones de euros) del llamamiento, manteniendo un déficit de financiación de 14.4 (12.45 millones de euros) millones de dólares. (CIMAC NOTICIAS)

Fuente: https://elheraldodesaltillo.mx/2017/07/21/malala-visita-nigeria-por-crisis-educativa-de-las-ninas/

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Insumos para el debate educativo y la construcción colectiva (primera entrega)

Por: Fernando Filgueira

En esta y subsecuentes notas se discutirán cinco grupos de propuestas diferentes, pero que deben pensarse articuladamente, tanto con las entregas anteriores sobre la crisis educativa y sus principales causas como en las sinergias que las propuestas deben tener entre sí:

a. Las propuestas de cambios curriculares, de estrategias pedagógicas y de sistemas de evaluación considerando el perfil de egreso, esto es, lo que se espera que el estudiante logre al final del ciclo educativo en cuanto al desarrollo de conocimientos y competencias, como el eje vertebrador de la propuesta educativa en su conjunto.

b. Las propuestas de cambio en la organización de los ciclos, subsistemas y estructura de gobernanza del sistema para alinearlos con los perfiles de egreso.

c. La propuesta de cambio en los sistemas de asignación de recursos (materiales y humanos) alineados con la propuesta curricular y pedagógica.

d. Los cambios propuestos para los modelos de conformación de equipos de centro y gestión de centro alineados con la propuesta curricular y pedagógica. e. Las propuestas de cambio para la formación y carrera docente, que impliquen fortalecer el rol docente como el principal tomador de decisiones en el sistema educativo.

Esta nota se concentra en el primer conjunto de propuestas y se apoya en los documentos elaborados desde los grupos del comité académico de Eduy21. Uno de ellos, vinculado a los temas de evaluación, fue coordinado por Pedro Ravela, y el otro, relativo a los desafíos curriculares y de innovación pedagógica, por Ricardo Vilaró. Claro está que a ello le he sumado en algunos casos mis propias preferencias, por lo cual este no es un documento que refleje en el detalle posturas oficiales de Eduy21, pero sí en su orientación general.

a. El cambio curricular como proceso permanente

La autoridad central de la educación debe contar en su estructura con una unidad de desarrollo, gestión y evaluación curricular. Es esta unidad la encargada de generar un marco curricular común de los tres a los 18 años, estructurado sobre un conjunto fundamental de competencias y capacidades y con una detallada proyección cronológica de los logros esperables por parte de los alumnos. Las competencias y capacidades dan cuenta de lo que una persona requiere para un actuar de forma competente como persona, ciudadano y productor de valor, respondiendo efectivamente a diversos órdenes de desafíos. En un sentido abstracto se las puede definir como la conjunción del “saber aprender”, “saber hacer”, “saber ser” y “saber relacionarse”.

La literatura y las experiencias internacionales, de la región y de fuera de ella, nos permiten identificar tres grandes órdenes de tipos de competencias:

  • El uso competente en forma interactiva de los lenguajes, símbolos, instrumentos e información que conforman la sociedad digital (alfabetizaciones tradicionales, numéricas, digitales, etcétera, y su combinación creativa y crítica para plantearse problemas, resolverlos, aprender y hacer).

  • La competencia para un actuar competentemente como persona, ciudadano y trabajador en grupos diversos y complejos (relacionarse con otros, cooperar, resolver conflictos, impulsar proyectos colectivos de transformación o innovación, saber manejar las emociones, empatía con los otros).
  • La competencia del pensar y del hacer autónomo y creativo (definir y administrar proyectos personales, capacidad de pensamiento crítico, el cuidado personal, así como de la sociedad y del planeta).

Estas competencias, consideradas ciudadanas y de vida, dan cuenta de la visión educativa que se quiere forjar, así como orientan las decisiones en torno al currículo, la pedagogía y el centro educativo. Estas permean los planes de estudio, y críticamente a las áreas de conocimientos/ asignaturas entendidas como herramientas de pensamiento que contribuyen al desarrollo de las competencias seleccionadas. De ese conjunto de competencias se deriva un conjunto de habilidades específicas, a saber:

  • Lectoescritura, argumentación, capacidad expresiva y de comunicación.
  • Alfabetización numérica, razonamiento lógico y programación/pensamiento computacional.

  • Comprensión de la naturaleza y sus interrelaciones, alfabetización científica.
  • Comprensión del mundo social, alfabetización humanística.
  • Nuestro desarrollo y cuidado del cuerpo y de la mente, estilos de vida.
  • La creatividad y las capacidades críticas.

Es a partir del marco curricular de tres a 18 años, y de las competencias y habilidades específicas asociadas a su desarrollo, que se diseñan las especificidades curriculares de los niveles primario y medio. Es decir, el marco curricular orienta todo el proceso de especificación curricular. En suma, tendríamos un marco curricular madre, de todo el sistema educativo, con orientaciones curriculares por cada nivel, alineadas con ese marco curricular. No habría más currículos “autónomos” por nivel sin relación vinculante con el marco curricular.

En términos concretos, nuestro sistema educativo se movería progresivamente hacia contenidos curriculares por niveles primario y medio, cuyas razones de ser tendrían que estar alineadas con el marco curricular y con las competencias como el eje vertebrador de los perfiles de egreso. Se ganaría en claridad y profundidad respecto de la significación de lo que se quiere enseñar y lograr en términos de aprendizajes relevantes y sustentables.

Este esquema de organización curricular alternativo implicaría, por ejemplo, que una adecuada comprensión del rol de los ríos en el esquema de uso y de protección de la naturaleza es más significativo que recordar todos los ríos de un continente. O entender cómo se argumenta en un texto es más importante que la enumeración memorística de los adverbios. Que no se confunda esto con la idea de suprimir la adquisición de contenidos y de información y el ejercicio de la memoria. Pero todos estos elementos deben ser calibrados y trabajados mancomunadamente con un fin ulterior, que es la generación de las competencias que el sistema define como deseables y la progresión que espera de los niños/as, adolescentes y jóvenes en estas competencias.

Esta organización curricular supone también ampliar el abanico de instrumentos para el desarrollo de las competencias. Entre otros elementos, temas transversales a varias disciplinas, como por ejemplo el reconocimiento y las implicancias del cambio climático, pueden trabajarse a partir de proyectos interdisciplinarios y de talleres. La tendencia creciente en el mundo es que los currículos habilitan trabajar temas transversales a todas las disciplinas como módulos interdisciplinarios localizados en cada contexto educativo.

Esta transformación, que requiere tiempo, inversión en formación docente, producción de materiales de apoyo, cambio en los sistemas de evaluación –tanto de aula como estandarizados–, habilita a cuatro espacios de flexibilidad y creatividad que convierten al docente en un profesional cuya función pasa a ser mucho más desafiante y compleja que la de transmitir en forma clara y didáctica contenidos, información y rutinas para habilidades específicas.

Esencialmente los sistemas educativos progresistas en el mundo se estructuran en función del docente como un educador que orienta al alumno y los procesos de aprendizaje, y del alumno como el protagonista y el regulador de sus propios aprendizajes. Esto supone que los sistemas educativos tienen que direccionar sus recursos y orientar sus acciones a sostener a docentes y alumnos. Veamos en concreto los cuatro espacios.

En primer lugar, este modelo curricular disminuye la cantidad de contenidos prescriptivos permitiendo diversas combinaciones para llegar a forjar las competencias deseadas (flexibilidad curricular en el marco de orientaciones universales claras y potentes). En segundo lugar, libera al centro y a la comunidad educativa de la camisa de fuerza de asignaturas fijas y con cargas horarias idénticas –manteniendo troncos comunes básicos universales–, considerando los tiempos y los contenidos de instrucción como procesos que deben servir para personalizar los aprendizajes (los vestidos y los trajes a medida como tantos estudiantes haya en el centro educativo). En tercer lugar, permite evaluar al estudiante no contra la adquisición de tal o cual rutina o conocimiento prescriptivo, sino en torno a la adquisición progresiva de las competencias establecidas, entendiendo a la evaluación como aprendizaje y no como sanción y estigmatización. Finalmente, promueve y habilita estrategias pedagógicas y de evaluación mucho más diversas y adecuadas a los contextos, necesidades y posibilidades de los estudiantes y docentes en los diferentes entornos educativos.

La tragedia es que, si bien los diferentes subsistemas parecen estar avanzando en sus perfiles de logro específicos, repiten lógicas contenidistas en muchos casos; pero –lo que es más grave– no existe un marco común que dé consistencia a lo que los diferentes subsistemas están haciendo. En contraposición con lo que pasa en el mundo, que es progresar hacia sistemas educativos compactos en base al desarrollo de competencias y marcos curriculares comunes a varios niveles, se opta a nivel nacional por seguir una lógica de desarrollo autárquico por nivel.

El marco curricular de referencia nacional que impulsan las actuales autoridades no es un instrumento que oriente, ordene y mandate al sistema educativo en su conjunto. Más bien se trata de orientaciones genéricas que no son necesariamente vinculantes para los diferentes niveles. Se renuncia desde el inicio a su función fundamental: guiar, reordenar, revisar y redefinir los contenidos de los diferentes ciclos y asignaturas en función de las progresiones de competencias definidas.

Por su parte, la orientación general de menos listado de contenidos atiborrados de información y más profundidad de aprendizajes, si bien se menciona en algunos de sus documentos, no parece estarse plasmando como principio rector de reorganización de los contenidos curriculares y como norma para definir los objetivos curriculares.

b. Alinear las estrategias pedagógicas con el cambio curricular

Sin renunciar al trabajo por asignaturas y conocimientos, absolutamente necesarios para el desarrollo de las competencias, las estrategias pedagógicas deben incorporar en forma creciente lógicas de talleres, proyectos y situaciones problema como eje estructurador del proceso de enseñanza-aprendizaje. Esta es una transición que lleva tiempo y debe hacerse en forma planificada y paulatina, adecuando el uso de los tiempos lectivos, generando un sistema de desarrollo profesional docente y de formación en servicio, y aumentando las cargas horarias docentes para permitir labores de planificación y coordinación pedagógica. Los laboratorios tecnológicos del Plan Ceibal y los clubes de ciencia son buenas iniciativas en este sentido, así como las actividades adicionales que en la educación media se están desarrollando en las modalidades de tiempo completo extendido y de tiempo completo. Son pistas de por dónde podría ir el cambio, aun cuando su aislamiento como proceso de cambio (no son parte de un cambio del sistema) se transforma en su principal talón de Aquiles.

Es perfectamente posible definir que tanto en primaria como en la educación media una parte del tiempo lectivo y de trabajo con los estudiantes estará orientada al desarrollo de proyectos colectivos interdisciplinarios de duración semestral o anual, u otras modalidades innovadoras en torno a situaciones problema o lógicas de taller. Para ello es necesario definir recursos, tiempos y formatos alternativos de evaluación a los tradicionales. Se requiere un conjunto de cambios sistémicos y progresivos, anidados en una visión común transversal a todo el sistema educativo.

Las experiencias internacionales que pueden ayudar a pensar los formatos de cambio curricular y su articulación con la innovación pedagógica en Uruguay tienen orígenes en contextos muy variados. Por ejemplo, el documento que elabora Eduy21 señala:

En forma reciente, Perú ha diseñado un currículo para toda la educación básica que se caracteriza por baja densidad, gradualidad explícita y coherente, y claridad. El Marco Curricular Nacional es el eje que vertebra todos los componentes del sistema curricular de Educación Básica (Inicial, Primaria y Secundaria) y orienta a todos los niveles y modalidades de la educación básica. Al Marco Curricular Nacional se alinean los currículos regionales, los Mapas de Progreso, los recursos pedagógicos, las pruebas de evaluación, la formación del docente y la gestión escolar.

Particularmente rica es la experiencia de los centros educativos jesuitas de Cataluña, que retoma experiencias anteriores y donde se ha reorganizado la propuesta curricular de nivel inicial, y el tramo de transición entre el final de la educación primaria y la media básica. La propuesta modifica los contenidos programáticos, las prácticas de enseñanza de los docentes –colocando a la enseñanza por proyectos en el centro–, la estructura edilicia y los espacios educativos de manera radical, el lugar del alumno en el modelo educativo, y la relación con las familias. Se trata de un cambio sistémico y profundo, cuyos impactos habrá que ir aquilatando y de cuya implementación habrá que extraer lecciones.

Fiel a su historia, Uruguay fue pionero y se anticipó a los tiempos al plantear propuestas curriculares de contenido progresista. Por ejemplo, el Plan Piloto 1963 de Educación Media y el Plan 2002 de Educación Media Superior (TEMS) bebían de la necesidad de entender el currículo y la pedagogía como herramientas para potenciar y democratizar oportunidades, procesos y resultados de aprendizaje, apostando al trabajo colaborativo entre docentes y con los alumnos.

c. La evaluación alineada al currículo y la pedagogía

La necesidad de concebir y gestar un sistema que combine en forma inteligente la evaluación formativa (orientada no a certificar, promover o establecer premios, sino en tanto insumo para la mejora progresiva de los aprendizajes) que es parte intrínseca del currículo y de la propuesta pedagógica, y la evaluación sumativa (aquella que sí posee efectos más fuertes o moderados sobre las unidades evaluadas, sean estos estudiantes, docentes o centros) es aún una tarea pendiente en el sistema uruguayo. Existen avances interesantes, como la evaluación en línea de apoyo a la tarea docente, principalmente en primaria, pero inscripta en una propuesta curricular que acumula contenidos y que es poco estimulante para que los docentes desarrollen la creatividad.

Entendemos que la evaluación, tanto en su dimensión masiva y estandarizada como en la de aula, a partir de los docentes, debe modificarse. También se propone modificar el reglamento de pase de grado en el sistema en su conjunto, y en la educación media en particular. Como se ha indicado, la evaluación es parte medular de la concepción pedagógica y de su práctica.

No existe hoy un sistema integrado que, anclado en perfiles de logro, se refleje en un sistema nacional de evaluación estandarizada para los terceros, sextos, novenos y duodécimos grados en forma censal. Estas evaluaciones no tendrían efectos sobre la progresión de los estudiantes (aunque en noveno y duodécimo dicha posibilidad debe abrirse al debate), pero permiten devolver al sistema, al centro, al docente y al estudiante elementos útiles para la modificación y el ajuste de los procesos de aula, así como planificación y fijación de metas. Un sistema de evaluación formativa en línea para todos los grados y todos los años también es posible, dado el avance que ya presenta desde la ANEP, no como herramienta optativa, sino como política del sistema. Este modelo no tiene control de aplicación –lo aplican los propios docentes– ni posee efecto alguno sobre la progresión del alumno, certificación de ciclos o evaluación docente. Su rol es puramente formativo y su uso variado entre centros y docentes.

Pero el corazón del cambio en el sistema de evaluación se encuentra en la forma (el qué, el cómo y el para qué) en que los propios docentes evalúan a sus estudiantes. Hoy los docentes evalúan sin una guía clara sobre cuáles son los niveles comunes básicos de desempeño que se espera a lo largo del ciclo de cada estudiante. También se debe señalar que las experiencias de aprendizaje deben diversificarse para que los alumnos puedan elegir diversas oportunidades de aprendizaje en función de sus motivaciones y fortalezas. La tríada currículo-pedagogía-evaluación debe incentivar al estudiante a optar por vocación e interés propio.

En ausencia de perfiles de egreso y progresión claros, lo que queda es una evaluación con altos grados de discrecionalidad sobre una interminable lista de contenidos y rutinas que cada curso/ asignatura presenta. Lo hacen además en general indicando la nota, pero sin una explicación detallada de los niveles de desempeño y las razones que llevan a esa calificación. Finalmente, los docentes se ven obligados, por las rigideces curriculares y pedagógicas del sistema educativo, a evaluar con alta intensidad y asignación de nota sobre la base de pruebas que se centran en la memoria y rutinas automatizadas, antes que en la comprensión y demostración de capacidades. No existe orientación ni apoyo al docente para que amplíe el portfolio de propuestas de evaluación.

Por ejemplo, cada programa debería obligatoriamente incluir una descripción de niveles de desempeño vinculados a la escala de calificaciones, en cuatro grandes categorías: qué es lo que sabe y es capaz de hacer un estudiante para obtener una nota insuficiente, aceptable, muy buena o destacada. Debería incluir además ejemplos del tipo de tareas y desempeños que ilustran el logro en cada nivel. Las formas e instrumentos de la evaluación pueden ser también transformados, incluyendo no sólo la evaluación del escrito tradicional y los parciales, sino proyectos colectivos e individuales, portafolios, diarios, trabajo en talleres, proyectos, etcétera. Esto es transformar la evaluación en un rutero y un instrumento amigable, sustantivo y claro, que permite la progresión de los aprendizajes sin dejar a nadie sin oportunidades reales de aprender.

Finalmente es necesario reformar el sistema de regulación del pase de grado en el sistema en su conjunto y en la educación media en particular. Las dos propuestas concretas en este sentido implican modificar el sistema en el que la evaluación posee efectos de progresión en cada curso/grado para hacerlo al final de los grandes ciclos curriculares (tercero, sexto, noveno, duodécimo). Segundo, y en forma aun más modesta: suprimir el artículo que determina que si un estudiante en la educación media presenta, luego de febrero, tres asignaturas insuficientes debe repetir el grado entero. Lo razonable es que pase con su cohorte en las asignaturas en que ha sido suficiente y asista a cursos de apoyo en las que no lo fue. Estas propuestas serán afinadas bajo el precepto de dar siempre una oportunidad más de aprendizaje.

A modo de cierre

Las propuestas aquí planteadas requieren más trabajo: para especificarlas mejor, para definir el modelo de cambio deseable y posible, y para establecer los tiempos y secuencias que requerirían. En muchos casos esto se está desarrollando en otros documentos o ya está documentado, pero el espacio inhibe su tratamiento pormenorizado en este medio. En otros, efectivamente se requiere trabajo adicional. En todos los casos se trata de propuestas abiertas, sujetas a refinamiento y a corrección a partir del debate. Eduy21 propondrá para el segundo semestre de este año un conjunto de mesas redondas sobre las propuestas que se están elaborando y difundiendo. Esperamos que tanto las autoridades educativas, los actores políticos y sociales, así como investigadores y educadores de diversos ámbitos y posturas se sumen a un debate constructivo y propositivo.

 Fuente: https://findesemana.ladiaria.com.uy/articulo/2017/7/insumos-para-el-debate-educativo-y-la-construccion-colectiva-primera-entrega/

 

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La crisis financiera en Puerto Rico acosa a la educación pública

Puerto Rico/13 de junio de 2017/Autor: AFP/Fuente: https://udgtv.com

Beraliz Germocén aún no puede creer que haya ganado una beca para estudiar en la universidad. Criada en un barrio pobre de San Juan, éste era el sueño de su vida. Pero quizás tenga que esperar: huelgas y recortes presupuestarios amenazan la educación en Puerto Rico.

Siempre ha habido un problema de pobreza”, dice la joven de 17 años. ¿La crisis? “La noto desde hace años, la noto desde que tengo conciencia“.

Beraliz soñaba con ir a la Universidad de Puerto Rico desde que era pequeña. Pero la institución está paralizada desde hace semanas por huelgas en reclamo de los cortes presupuestarios requeridos para superar la crisis de la isla, declarada en quiebra a principios de mayo.

Si los cursos siguen suspendidos, Beraliz estaría malgastando un beca necesaria para su familia monoparental de tres hijos y bajos ingresos. Pero decidió inscribirse de todos modos para estudiar recursos humanos.

Mi decisión fue matricularme y, aunque no empiece los estudios en agosto, voy a ser parte de esa lucha, porque yo estoy con ellos“, cuenta a la AFP.

Es tiempo y quizás dinero que estoy perdiendo, pero yo tengo mucha fe y mucha pasión de lo que estos estudiantes están haciendo“.

Vive en Luis Llorens Torres, un complejo a unos minutos a pie de la playa turística de Ocean Park, donde los ingresos medios de una familia llegan a 3.650 dólares por año. El ingreso medio en Puerto Rico es de 20.500 anuales, según estadísticas del Instituto de Desarrollo de la Juventud (IDJ).

Tuve que madurar antes de tiempo“, dice Beraliz. “Mi mamá siempre ha sido una persona con problemas de salud“.

Puerto Rico es un estado libre asociado de Estados Unidos. El español es su lengua oficial, pero las personas con mayores recursos suelen hablar inglés fluidamente. Beraliz dice, riendo, que ella en cambio aprendió a hablar con el acento estadounidense viendo los clips de MTV.

A pesar de las dificultades, la joven no piensa abandonar la isla ni migrar a Estados Unidos, como sí han hecho uno de cada diez boricuas en la última década, huyendo de la crisis financiera. “Mi corazón está aquí”, dice.

– ‘La otra cara’ –

El IDJ, que depende de la ONG de ayuda a la infancia Boys & Girls Clubs de Puerto Rico, fue desarrollado con la intención de poner de relieve realidades como la de Beraliz.

Con nuestros datos queremos presentar la otra cara de Puerto Rico, que realmente hay una desigualdad económica“, dice Eduardo Carrera, presidente del IDJ.

En la isla de 3,5 millones de habitantes, casi la mitad (46%) vive por debajo del umbral de la pobreza, de acuerdo con el censo de Estados Unidos.

Pero en lugar de hundirse en el pesimismo, Carrera estima que la crisis ofrece una oportunidad para cambiar el modelo de negocios de Puerto Rico. Hasta ahora, se había enfocado en las grandes empresas que se instalaban en la isla atraídas por las exenciones de impuestos, pero ese beneficio fue abolido en 2006.

El sistema económico de Puerto Rico, basado en grandes empresas, lo que hace es perpetuar que el 57% de nuestros niños vivan bajo el nivel de pobreza”, dice Carrera. “Pero en esta crisis hay un espacio para un Puerto Rico diferente“.

El modelo económico no solamente se puede beneficiar del gran capital, sino que tiene que pensar en las pequeñas empresas, en el sistema de educación“, propone.

Una visión que suena optimista en momentos en que severos cortes presupuestarios amenazan con profundizar aún más la crisis en la educación pública, un sector ya afectado por la austeridad y por el éxodo de los puertorriqueños.

Con sus salarios congelados desde 2008, miles de docentes abandonaron la isla y el número de alumnos se redujo a casi la mitad desde los años 1980, explica Aída Díaz, presidente de la Asociación de Maestros de Puerto Rico.

Y las autoridades prevén cerrar varias decenas de escuelas debido a la crisis fiscal.

Esta isla no tiene minas, esta isla no produce petróleo”, dice Díaz. “Su riqueza estriba en el valor humano (…) Si no educamos a nuestra gente, estamos matando la isla“.

Fuente de la Noticia:

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Argentina. Enfoques cooperativos; Hoy: Los límites de una educación en crisis

Por José Yorg, el cooperario

La conclusión es que la actual educación no resuelve esta cuestión fundamental, referida a su orientación formativa, hablamos de que se forjan mentalidades, diríamos directamente, de “buscadores de empleos” y no de “generadores de empresas”.

sistema educativo

El sistema educativo argentino no está concebido ni estructurado para desarrollar procesos de enseñanza-aprendizaje para lograr mentalidad emprendedora.

“La única persona que esta educada es la que ha aprendido cómo aprender y cambiar”. Carl Rogers

Sabemos y celebramos todos los intentos y diversas prácticas desenvueltas en el ámbito educativo argentino tendientes a propiciar educación emprendedora. Sin embargo, nosotros mantenemos una visión crítica y más amplia de la cuestión, más global, más sistémica.

Ponemos nuestra mirada en lo profundo de la crisis educativa y encontramos en nuestras indagaciones muchas causas que explican las razones de tal crisis, pero nos detenemos en una: en la esencia que nos evoca  Adriana Puiggrós sobre la crítica que realizó Juan Bautista Alberdi (1810-1884) a la concepción pedagógica rivadaviana (B.R. 1780 -1842) como “enciclopedismo, abstracción estéril y la renuencia a vincular el trabajo con la educación”.

Han transcurrido más “de ciento cincuenta años de aquella crítica breve pero demoledora” en que el  sistema educativo argentino no está aún concebido ni estructurado para desarrollar procesos de enseñanza-aprendizaje para lograr mentalidad emprendedora, son los límites de una educación en crisis y acotada.

La conclusión es que la actual educación no resuelve esta cuestión fundamental, referida a su orientación formativa, hablamos de que se forjan mentalidades, diríamos directamente, de “buscadores de empleos” y no de “generadores de empresas”.

La pedagogía y didáctica cooperativa posee los atributos que envuelven lo solidario, lo fraterno, lo social, la forja del trabajo en equipos, el desarrollo de habilidades, destrezas y capacidades de gestión y administración empresarial, va más allá de la vinculación educación-trabajo, va hacia la mentalidad empresarial.

La educación cooperativa se concreta de manera teórica y práctica.

Siguiendo a Adriana en su libro “Qué pasó en la educación: Breve historia desde la conquista hasta el presente”, además de deleitarnos, aprendemos que Alberdi reprochó no “haberse creado un “Colegio de Ciencias Exactas y Aplicadas a la Industria”. Hay que formar al productor, meter la modernización en las costumbres de la gente, imbuirla de la fiebre de actividad y de empresa de los yanquis, hacer obligatorio el aprendizaje del inglés en lugar del latín, multiplicar las escuelas de industria y de comercio, desplazar al clero del lugar de los educadores”.

Compartimos con la apreciada y valorada autora de que “Alberdi ha sido criticado por el nacionalismo popular y por algunos sectores de izquierda por su desvalorización de las cualidades argentinas para producir el progreso. Hay, sin embargo, elementos de enorme lucidez y previsión prospectiva que hoy no podemos dejar de resaltar. Lo que reclamaba Alberdi era cierto sentido de realidad, cierta renuncia a la soberbia, cierta comprensión de que para levantar, unir y hacer prosperar a la sociedad que amparaba a todos los argentinos, era necesario invertir trabajo y esfuerzo”.

Pero la concepción de Alberdi tuvo un tope, un obstáculo lamentable: sólo concibió al sujeto pedagógico como una proyección de la cultura francesa, de la laboriosidad inglesa, de la eficiencia norteamericana. Igual que Sarmiento,( 1811-1888) borró al sujeto social real y volvió abstracta su propuesta educativa, que podría haber sido democrática y vinculada con la realidad nacional”.

Entonces, en pleno  siglo XXI es, a nuestro modesto criterio, hora de pensar y plasmar una educación que resuelva amigablemente esta crisis sistémica, dañina socialmente.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

 Fuente del Artículo:

Argentina. Enfoques cooperativos; Hoy: Los límites de una educación en crisis

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¿Deben existir los programas especiales en la educación? Hablemos sobre desigualdades educativas

Por: Baldemar González

Desde hace ya muchos años me hago cuestionamientos sobre la situación educativa en Uruguay. Y más allá de sobre si hay crisis en la educación o no, hoy deseo enfocarme en las desigualdades del sistema educativo uruguayo. A lo mejor, luego podremos determinar en dónde se visualizan las crisis.

Desde hace más de una década trabajo en La Cruz de Carrasco, un barrio que me ha hecho sentir cómodo, aceptado. Un barrio donde siento que el trabajo educativo que realizamos un conjunto de personas rinde. Afiliado fuertemente a la propuesta pedagógica de Paulo Freire y José Luis Rebellato, la Educación Popular Liberadora me ha llevado a aprender de niños, adolescentes y vecinos del barrio. Junto a varios equipos de trabajo, en el Centro Educativo La Pascua llevamos adelante nuestra tarea, siempre comprometida con los demás y siempre edificante. También trabajamos en conjunto con los compañeros maestros de las escuelas del barrio y los profesores, que quieren a este país y lo reflejan en actos cotidianos, con acciones, con los compromisos que requiere la educación.

Desde hace más de una década visualizo el deterioro que nuestros niños y adolescentes viven en su proceso educativo. Se trabaja duro para lograr que los adolescentes logren avanzar en estos procesos; sin embargo, se les torna muy difícil. El rezago pedagógico, las “dificultades de aprendizaje”, así como todas estas “distancias” respecto de las demandas establecidas (que llevan, entre otras cosas, a la deserción), han ido en aumento año a año, y es muy difícil revertirlo. Es complicado nivelarlo siquiera acercándose un mínimo a los estándares. Niños que obtuvieron calificaciones con matices de sobresaliente en la escuela no logran culminar el ciclo básico liceal. ¿Por qué ocurre esto? ¿En todos lados suceden estas cosas? ¿Se podría afirmar que si realmente existiera la crisis educativa es para algunos nada más? Las crisis de cualquier tipo, ¿las pagan siempre los más pobres?

En el Aula Comunitaria que tenemos en el Centro Educativo La Pascua, que cuenta con 65 adolescentes, sólo 5% de la población que asiste logra cumplir con el perfil de egreso de sexto año que diseñó el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP). Y lo que despierta alarma: tan sólo 30% de los adolescentes en cuestión logran cumplir con el perfil de egreso de tercer año de primaria. Es realmente alarmante.

Evidentemente, frente a estas situaciones hay que diseñar estrategias que puedan dar respuestas. Las autoridades de la educación lo hicieron, y lanzaron una serie de programas especiales entre los que podemos encontrar a las Aulas Comunitarias, Áreas Pedagógicas, Formación Profesional Básica (FPB) y, por lo menos, una veintena más de estos dispositivos, que intentan revitalizar un sistema educativo que hace agua, al menos en los sectores más vulnerados socioeconómicamente. Que se trabaja es cierto, y fuertemente. Lo veo, recorro escuelas, liceos y UTU casi a diario. También veo que, salvo raras excepciones (que por serlo confirman la regla), los niños y adolescentes de los barrios en cuestión no tendrán muchas posibilidades en relación con otros que están en mejor posición social y económica. Y que no me vengan con que las condiciones económicas no tienen nada que ver con la educación, porque la vivienda, la alimentación y la vestimenta, son un desvelo continuo para los chiquilines y sus familias. Es debido a estos desvelos y a esas necesidades descubiertas que muchas veces la contención familiar y hasta el apoyo educativo que le puedan brindar las familias a sus hijos son escasos o nulos, y esto influye directamente en los resultados educativos.

Serían muchos los ejemplos, pero, por acercar sólo uno, el otro día le pregunté a Nahuel por qué siendo tan buen estudiante y teniendo tantas ganas de progresar, había llegado al Aula Comunitaria a cursar primer año con 16 años. No me sorprendió lo que me dijo: “Es que tengo que cuidar a mis hermanos: llevarlos a la escuela, ir a buscarlos, y eso hace que llegue tarde a los centros de estudio. Se me acumulan muchas faltas, y otros años he dejado de estudiar”. Entonces aparecen los programas especiales, más contenedores, más amables con estos adolescentes, más entendedores de las problemáticas cotidianas que viven los chiquilines, y con grandes resultados en la elevación de la autoestima y en la sociabilización; pero en términos académicos, no llegan a conformar.

Me generan cierta contradicción. Por un lado, se tornan “un mal necesario”, porque estos chicos no podrían tolerar el formato liceal clásico que nos proponen en secundaria. Los niveles con los que llegan a los centros educativos se vuelven difíciles de sobrellevar para equipos de dirección y docentes, y sobreviene el conocido final: abandono precoz (por usar un término delicado). Llegados a mayo –en el mejor de los casos–, o luego de las vacaciones de julio, tenemos a los muchachos en las esquinas, en la plaza o en la puerta del centro educativo, pero del lado de afuera, engrosando la larga lista de abandonos de nuestro sistema educativo.

Entonces no tengo dudas: opto por el programa especial, contenedor y tolerante con el problemático círculo vicioso que se cierra y que encierra a un gran porcentaje de nuestros adolescentes, aunque dé magros resultados académicos.

Al leer esto alguno podrá decir: “Este docente hace la clásica: critica mucho y aporta poco”. Podría ser, pero nosotros, desde el Centro Educativo La Pascua, hemos llevado adelante algunas propuestas que nos dieron resultados, con presupuesto cero proveniente de Secundaria. “Está bueno lo que proponen, pero recursos no hay”, se suele obtener como respuesta. Pero hay ganas y compromiso, y nos pusimos a pensar y luego a trabajar. Tenemos nuestra propuesta aplicada. En el área de la educación formal, en Aulas Comunitarias, hemos implementado dispositivos que ayudan a nivelar, a traer al alumno un poco más cerca del grado que está cursando. Le llamamos “Complementaria”. Entendemos que si nos llegaron con rezago pedagógico desde la escuela, con maestros tenemos que solucionar el problema. Así pusimos maestros a trabajar sobre temas escolares. Nos pareció que necesitábamos profundizar más y creamos “Individualizada”, que es el clásico mano a mano: docente y alumno. Vimos los avances.

En referencia a la educación no formal, implementamos los programas “Conocer”. Un sistema alternativo de enseñanza de varios niveles (local, nacional y regional), donde los niños y adolescentes del Club de Niños y del Centro Juvenil recorren y estudian su barrio y otros barrios de la ciudad (“Conocer Montevideo”); en tres recorridas al año y durante tres años recorremos el país y lo conocemos geográfica e históricamente en sus espacios más representativos, en sus fiestas, sus costumbres, su gente, sus actividades productivas (“Conocer el Uruguay”), y finalmente viajamos al exterior, recorriendo la región, descubriendo otros paisajes, otras comunidades y otras mujeres y hombres, con otras costumbres, con otras actividades productivas y con otras religiosidades, que nos permiten acrecentar nuestro acervo cultural y académico. Este último nivel, pergeñado por los propios chiquilines, ya que muchos de ellos ya conocían todo el país, era una locura, un sueño, pero terminó siendo una realización que ha pasado por cuatro etapas: “Tras los pasos de Artigas”, a Paraguay; “Por el camino del inca”, a Machu Picchu; “Por tierras mapuches”, bordeando el cono sur, y “Hacia la mitad del mundo”, llegando hasta el Ecuador (“Conocer Latinoamérica”).

Estos programas, además del estímulo que generan por sí mismos desde el punto de vista educativo y de crecimiento personal, sobre todo teniendo en cuenta que nuestra población se caracteriza por una escasa movilidad territorial, son utilizados pedagógicamente para acercarse al conocimiento formal y curricular, incluidas las ciencias lógicas o duras como las matemáticas, la física o la biología.

Sumado a esto, en La Pascua tenemos como actividad central y que atraviesa a la institución la escucha de los niños y adolescentes, que toman decisiones mediante un método asambleario y de autogestión. Apostamos a la ética de la participación, a la ética autónoma, contraponiéndola a la ética heterónoma (al decir de Rebellato), logrando desarrollar adolescentes críticos, participativos y autónomos, que opinen y reflexionen, que argumenten, que digan.

Así establecemos una práctica pedagógica y una lucha sin cuartel contra la desigualdad, que entendemos anterior y causal de las problemáticas que intentamos resolver. Porque están arraigadas en el sistema que nos rige y son la expresión de una crisis mucho más amplia y profunda que la que refiere sólo a la educación. Una crisis social tan amplia requiere soluciones igualmente amplias de cambio social. Y sí, aunque nos digan sesentistas, seguimos apostando a la utopía. Aunque ella, como dice Eduardo Galeano: “Está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos más. Camino diez pasos y ella se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la voy a alcanzar. ¿Para qué sirve la utopía? Sirve para eso: para caminar”.

 Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2017/6/deben-existir-los-programas-especiales-en-la-educacion-hablemos-sobre-desigualdades-educativas/
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