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Libro: Historia de la educación

Argentina / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Marcela Ginestet (Coord.) / Fuente: Open Libra

Detalles del libro:

GLOBAL
CATEGORÍA
Año: 2016
Editor: Edulp
Páginas: 138 páginas
Idioma: español
Desde: 12/09/2017
Tamaño: 4.40 MB
Licencia: CC-BY

Contenido:

La primera parte de la obra aborda, desde diferentes dimensiones, los ejes culturas escolares, saberes y disciplinamiento de los cuerpos en la Europa Occidental. A lo largo de cuatro capítulos, se analizan los discursos y prácticas educativas a partir del siglo XV que generó la renovación laica y religiosa –Humanismo, Reforma y Contrarreforma– en el contexto de la gestación de un nuevo orden político y social. Atendiendo a las instituciones que regularon los comportamientos sociales, se describen y comparan los colegios productores de un nuevo programa disciplinar del cuerpo de los individuos. Se estudian los rasgos fundamentales de la cultura escolar y sus dimensiones de tiempo y espacio e inculcación de conductas en los cuerpos. Asimismo se analiza la emergencia de formas y métodos de conocimiento, que discuten la “autoridad” medieval y generan una nueva relación del sujeto con el saber.

En la segunda parte se desarrolla el legado de la Ilustración en las sociedades modernas y la conformación de un nuevo sujeto pedagógico, el nacimiento de las ideologías nazi-fascistas en Europa, el análisis de las culturas escolares juveniles y las formas de regulación y disciplinamiento de los cuerpos atravesados por estos regímenes.

Link de descarga:

https://openlibra.com/es/book/download/historia-de-la-educacion

Fuente:

https://openlibra.com/es/book/historia-de-la-educacion

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En Colombia el 40% de los jóvenes no terminan la educación media

Por: Ángel Pérez Martínez

Un estudio realizado por las Universidades Nacional y Andes muestra que en Colombia la proporción de jóvenes entre 16 y 24 años graduados en educación media es muy baja, con notables diferencias entre el sector urbano y rural.

Invitado por la Fundación Compartir a la presentación del estudio sobre Caracterización de la educación media en Colombia, allí se señalaron varios hechos que deberían preocupar a el gobierno nacional, a las entidades territoriales y la sociedad, por cuanto resultan definitivos para la calidad de vida y las posibilidades de desarrollo de los adolescentes y jóvenes del país.

La tasa de graduación de los jóvenes entre 16 y 24 años en Colombia, en el año 2014, alcanzó el 55.7 por ciento, para el sector urbano 63 por ciento, mientras que para el resto rural 31 por ciento. En el periodo 2008 – 2014 la tasa de graduación en la educación media para dicha población aumentó a nivel nacional, 0,92 en promedio por año, 1,51 puntos anuales en el área rural y 0,7 puntos en el área urbana, razón por la cual, los autores, Darío Maldonado y otros, estiman que a este ritmo solo alrededor del año 2042 estaremos en tasas cercanas al 80% (para el sector rural será menos del 70%).

La proporción de jóvenes graduados en educación media cambia entre entidades territoriales. En Bogotá en el año 2014, el 70 por ciento de sus jóvenes entre 16 y 24 años tenían grado en media, en Antioquia se reduce a 56%, Bolívar 53%, Sucre 47%, Córdoba 46%, Nariño 45%, Caquetá y Cauca 40%, Guajira 38% y Chocó 37%.  Además, el estudio señala que la tasa de inasistencia escolar en el 2014 para la población entre 14 y 24 años a nivel nacional fue del 50% (58% sector rural y 47 sector urbano).

Con seguridad leeremos las anteriores cifras y no haremos nada. Esta será una prueba más de una sociedad indolente con la inequidad, la exclusión social y de manera especial con los niños, los adolescentes y los jóvenes del sector rural (los resultados en las pruebas SABER son más bajos en el área rural). También, el estudio sobre la Caracterización de la educación media demuestra el fracaso de un sistema educativo cuya organización, financiación y resultados logra ampliar las brechas entre los jóvenes.

Insisto, en Colombia los jóvenes que no terminan la educación media son la materia prima para reproducir pobreza, ilegalidad y guerra. Mientras que en el año 2014 el 69 por ciento de los jóvenes entre 16 y 24 años se graduaron cuando provenían de un jefe de hogar con educación media, sólo el 30 por ciento lo hizo cuando el jefe de hogar no concluyó primaria. En anterior artículo cité que “entre 2007 y junio de 2013 ingresaron al Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente 130.298 menores. Más del 75 por ciento fue por penas menores y solo el 6 por ciento por homicidio, secuestro, extorsión y delito sexual”. También el DANE en el seguimiento que realiza al trabajo infantil (octubre – diciembre 2015) encontró que la tasa de trabajo para la población de 15 a 17 años era del 24,4 por ciento. La mayoría de los adolescentes y jóvenes que comenten delitos son hombres, lo que se correlaciona con las tasas de graduación en la educación media por género, para la población entre 16 y 24 años: el 60 por ciento de las mujeres se graduaron en 2014, frente al 51 por ciento de los hombres.

En el área rural existen colegios públicos con 10 o más sedes de primaria, distanciadas a más de 2 kilómetros de la sede educativa donde se ofrece el bachillerato y no existe transporte escolar. También, conozco varios colegios públicos y privados que inician el proceso educativo con 4 o 5 cursos (grupos) por grado, en preescolar y en los 2 o 3 primeros años de primaria; luego en la medida que los niños transitan por el sistema escolar, las instituciones escolares van reduciendo el número de cursos por grado, hasta que en la media (grados 10º y 11º) sólo la integran uno o dos cursos.

Lo anterior hace parte de la cultura escolar, cursos iniciales en preescolar y primaria de 20 a 25 estudiantes y luego en bachillerato, sexto grado en adelante, cursos de 40 o 45 estudiantes, con el cuento que ellos son “más grandes y controlables”, esta organización puede funcionar en un colegio con apoyo de padres de familia  y entornos sociales con riqueza económica y cultural (aun así será difícil), pero no en barrios pobres y con cabezas de hogar con escasa educación, allí pasa lo contrario, los adolescentes entre 11 y 16 años requieren cursos pequeños y necesitan más soporte y acompañamiento especializado.

En contravía de una política sería y coherente, en la educación oficial estamos amontonando a los adolescentes en los cursos de secundaria, con ello contribuimos a la infelicidad de los estudiantes y promovemos deserción y repitencia escolar. Las tasas de deserción más altas en Colombia ocurren en los grados sexto y séptimo, la mayoría de quienes desertan en estos grados ya no se graduarán en la educación media.  Necesitamos hacer algo extraordinario en política educativa para lograr que antes del año 2040, todos nuestros jóvenes sean bachilleres.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/en-colombia-los-jovenes-no-terminan-la-educacion-media-angel-perez/242654

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7 ideas para un compromiso por la educación. 4.Comprehensividad excepcionable

Por: Mariano Fernández Enguita
La comprehensividad de la enseñanza es la extensión del tronco común hasta el culminar la secundaria básica, etapa que típicamente coincide con el final de la escolaridad obligatoria, que suele estar en los 16 años –en la España actual, la ESO. Es el modelo predominante hoy en los países avanzados, desde hace mucho tiempo en Escandinavia, los Estados Unidos o la antigua URSS, no tanto en el sur de Europa, y minoritario en Alemania y su zona de influencia. Sin contar con los que podríamos llamar argumentos igualitarios perezosos (todo para todos), se han dado muchos motivos para las reformas comprehensivas, pero solo destacaré tres: primero, que, en conjunto, producen resultados académicos y competenciales mejores y más equitativos, como han mostrado reiteradamente los análisis de la OCDE sobre pruebas PISA y otros (una muestra); segundo, que un adolescente de menos de dieciséis años difícilmente puede estar en condiciones de elegir; tercero, que la economía del conocimiento y la sociedad del aprendizaje requieren una formación de base cada vez más sólida. Hay que añadir que, en su origen y, de manera reiterada, al inicio de cada reforma comprehensiva, al objetivo de reunir a los estudiantes en un tronco relativamente común ha ido unido siempre el de diversificar el contenido y las formas de aprendizaje, en particular  limitando el predominio de los contenidos puramente académicos y los métodos tradicionalmente escolares.
En España, estas reformas están lejos de ser una historia de éxito. Aunque suele identificarse la reforma comprehensiva con la LOGSE de 1990 (sobre todo para criticar a la izquierda), lo cierto es que comenzó con la LGE de 1970 (quizá la única ley progresiva de la dictadura), que amplió el tronco común de cuatro a ocho años. Ya entonces, no obstante, comenzó el problema del llamado fracaso escolar es decir, de la no graduación masiva al cabo de la enseñanza común. En el curso 1974-75, primero con datos netos de resultados bajo la LGE, solo graduó el 68.0% del alumnado. Este porcentaje cayó casi regularmente  hasta un mínimo del 62.4% en 1979-80, para luego ascender, también de manera casi regular, hasta el 82.5% en 1987-88 (volvería a caer hasta el 76.0 en 1989-90). El desempeño bajo la LOGSE no ha sido peor, sino algo mejor. En lo que va de siglo, el curso 1999-00 arrojó una tasa bruta de graduación del 73.4%, que fue descendiendo paulatinamente hasta el 69.0 en 2006-07 y luego se ha venido recuperando hasta el 76.8% en 2013-14, último dato publicado por las estadísticas del MECD.
Se puede discutir hasta el infinito y vale la pena estudiar más a fondo el papel de las políticas educativas, la innovación docente, el mercado de trabajo juvenil, etc., pero ni estos árboles ni otros deben ocultar aspectos evidentes del bosque: para empezar, que el porcentaje de fracaso es muy elevado, muy difícil de encontrar en nuestro entorno internacional homologable; además, que ni la extensión del tronco común de ocho a diez años, o de la edad obligatoria de los catorce a los dieciséis, ni un notable aumento de los recursos, ni una reforma tras otra han cambiado el orden de magnitud del problema, siempre entre dos y cuatro alumnos perdidos de cada diez; en fin, que bajo una ordenación u otra hemos conocido el mismo ciclo de aumento paulatino (del fracaso), punto de inflexión y descenso paulatino.
El espíritu de las políticas sí cambió, y mucho. La LGE daba por sentado que unos podían seguir estudios académicos y otros no, por lo que debían ser derivados a la formación profesional básica, entonces FP-I, como ahora vuelve a proponer la LOMCE (tras el intento frustrado de la LOCE). La LOGSE, por el contrario (así como después la LOE), dio más bien por sentado que todos podrían terminar con éxito el tronco común (la ESO) pero, paradójicamente, dejó en la cuneta a la misma proporción del alumnado, privándole además de una vía normal de continuidad y fomentando así el mal llamado abandono educativo temprano (que no es abandono, sino sobre todo expulsión; no es educativo, sino escolar; y no es temprano, sino prematuro). Desde la LGE, y más aún desde la LOGSE, vivimos un interminable debate sobre hasta dónde debe llegar el tronco común, o dónde debe dar comienzo la diferenciación. La comprehensividad tiende a ser más apoyada por la izquierda, los maestros y los pedagogos, mientras que la diferenciación suele serlo por la derecha, los profesores de secundaria y las disciplinas clásicas, si bien nada de esto es inevitable.
Lo que no parece haber cambiado antes, entre ni después de las mencionadas leyes es la cultura de la profesión, pues, al fin y al cabo, son los profesores, y solo ellos, quienes evalúan, califican y deciden el futuro escolar y académico de los alumnos. Tal producción masiva de fracasoescolar –que tan bien responde a lo que en Francia llaman la constante macabra– demanda por sí misma un contraste, una intervención externa en la evaluación, pero la recuperación de las antiguasreválidas puede desembocar en una piedra más en el camino del alumno. A la altura de la enseñanza obligatoria, la responsabilidad de la institución no es reforzar la selección (en sí de criterios más que discutibles), sino adoptar las medidas que haga falta para que el grueso del alumnado –es decir, la inmensa mayoría, digamos todos menos algún porcentaje de un solo dígito– la supere con éxito; en particular la flexibilidad suficiente en el tiempo, los recursos y las formas de enseñanza y aprendizaje y fijar unos criterios de evaluación más adecuados y homogéneos.
Siempre habrá, no obstante, alumnos que, por un motivo u otro, no vayan a alcanzar esos resultados o no puedan permanecer en las mismas condiciones de escolarización hasta hacerlo. Cualquier profesor podría invocar una lista casos que, aunque pudiera estar inflada, contendría siempre una buena dosis de realidad. Quizá donde mejor puede verse el papel contraproducente, en el extremo, de una política insensible a toda evidencia de fracaso (fracaso del alumno, si se quiere, por cómo se le empuja a vivirlo, pero sobre todo de una retórica ideológica, una política educativa y una cultura profesional) es en el caso del alumnado gitano. Desde el razonable cierre de las escuelas-puente no ha habido para este alumnado otra política que la del café para todos. Puede ser que eso mantenga impolutas la legitimidad de la institución y la conciencia de la profesión, pero el resultado, según la Fundación Secretariado Gitano, es que solo el 25% del grupo se gradúa en la ESO, algo más de la mitad abandona antes de los 16 años y, de los que lo hacen, seis de cada diez se van entre 6º curso de Primaria y 2º de Secundaria. Cuánto mejor sería que, en vez de escapar de las aulas sin nada de valor, pudieran orientarse antes hacia una preparación profesional seguramente más atractiva para ellos y sin duda más útil para su actividad laboral y su inserción social.
La comprehensividad es y debe seguir siendo el objetivo, pero convertirla en una norma absoluta, ciega a cualesquiera circunstancias y alternativas, es una forma segura de multiplicar las víctimas de una gran ficción. Por eso creo que debe considerarse excepcionable, en el sentido que se da al adjetivo en derecho: algo que, siendo en principio la norma, está abierto a objeción, sujeto a excepciones, es excusable en circunstancias especiales. No se trata de una disyuntiva entre dos opciones, como seguir hoy estudios académicos o profesionales al cabo de la ESO, sino de una norma, la comprehensividad, a la que pueden hacerse excepciones. Estas excepciones podrían consistir, básicamente, en proyectos educativos especiales, formación profesional básica y formación en alternancia.
Si se acepta esto, las preguntas son dos: en qué circunstancias y valoradas por quién. La respuesta a la primera sería: en aquellas circunstancias en las que se prevé, razonablemente, que el resultado de atenerse a la norma (comprehensividad) será peor para el alumno que ser exceptuado de ella (poder acudir, en el periodo obligatorio, a una formación más especializada). La respuesta a la segunda, más importante, es que estas circunstancias deben ser apreciadas por el alumno o por su familia (no entro a discutir a qué edades uno u otra), en ningún caso por profesores, orientadores ni otros educadores (que, incluso como asesores, deberían tener una intervención limitada, o al menos diversificada más allá del aula e incluso del centro). ¿Por qué el alumno, o su familia, y no el profesional? En negativo podríamos decir que ya hemos conocido el efecto de la segunda opción, con su tendencia recurrente a excluir a tres o cuatro de cada diez alumnos. En positivo hay que señalar que el alumno y su familia probablemente sean mejores jueces del alcance de su desajuste con el patrón común, aun cuando no siempre sepan diagnosticar la causa, y que, no se olvide, son los titulares del derecho a la educación, no simples reos de la escolarización obligatoria.

A centros y educadores les tocaría otro papel, bien distinto de limitarse a señalar quién puede seguir estudiando o no, o quién puede estudiar qué. En primer lugar, trabajar por el éxito de todos no solo en general sino, en particular, atendiendo a los alumnos con dificultades o con necesidades especiales con actividades de refuerzo y apoyo encaminadas a mantenerlos en el modelo comprehensivo. En segundo lugar, desarrollar, junto a las opciones normalizadas como la formación profesional básica, en alternancia o en combinación con el trabajo real, iniciativas y proyectos especializados, pero a la vez de valor propedéutico, que no solo podrían tener una orientación profesionalizante sino también artística, deportiva, comunitaria o incluso de ampliación y profundización académica. No me refiero a pequeñas iniciativas que recarguen a los profesores en cada centro, sino a proyectos en centros específicos que puedan interesar y captar a alumnos de zonas más amplias (como las escuelas-imán, o magnet schools, por ejemplo).

Publicado en El Diario de la Educación
Fuente: http://blog.enguita.info/2016/09/7-ideas-para-un-compromiso-por-la.html
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En Suiza, multas de 4.500 euros a los alumnos musulmanes que no den un apretón de manos a sus profesoras

Aunque se les había eximido, las autoridades consideran que la igualdad entre hombres y mujeres y la integración superan la libertad religiosa

CRISTINA ZUEGER-ALBUJAZúrich@crisalbujag/26/05/2016 /Elmundo.es

Desde esta semana y a pesar de la libertad religiosa en las escuelas y colegios de la región de Basilea Campiña, los estudiantes musulmanes que no quieran saludar a sus profesoras con un apretón de manos, deben contar con sanciones que pueden llegar a los 4.500 euros. A esta conclusión han llegado las autoridades del departamento de Educación, Cultura y Deportes (BKDS) después de que se eximiera a los alumnos de saludar en el instituto de secundaria Känelmatt en Therwil, Basilea Campiña. En un comunicado de prensa, las autoridades de la dirección de educación del cantón explican que «la igualdad entre hombres y mujeres y la integración de los extranjeros superan la libertad de conciencia (libertad de religión) de los estudiantes».

En el informe se suman también los derechos fundamentales de los maestros y los compañeros de clase. «El ejercicio de la propia libertad de conciencia está limitado por la libertad de religión de los demás», se explica en el documento. El texto distingue que el gesto social del apretón de manos es importante para la empleabilidad de los estudiantes más tarde en su vida profesional.

Lo que difiere del uso del velo o la ausencia de las clases de natación, casos para los que ya hay sentencias en los tribunales federales. La directora de Educación, Mónica Gschwind, ha informado personalmente a los directores de las escuelas e institutos del cantón Basilea Campiña que el apretón de manos puede ser reclamado por un profesor. De no ser correspondido, aparte de aplicarse las sanciones existentes en la Ley de Educación, se multará a las padres o responsables legales del menor, con multas de hasta 5.000 francos suizos (4.500 euros)Paralelamente a las medidas disciplinarias se aplicarán también otras disposiciones de carácter educativo como advertencias orales, debates con las personas responsables y amonestaciones por escrito.

Suspensión de la solución provisional

La polémica se produjo a inicios de abril cuando dos estudiantes musulmanes de este instituto se negaron a saludar con un apretón de manos a su profesora. Los alumnos argumentaron que de acuerdo a su creencia religiosa no podían mantener contacto físico con personas del sexo opuesto. Para garantizar las clases la Junta Ejecutiva de la escuela había eximido, temporalmente, a los estudiantes del apretón de manos. Eso sí, la medida se aplicaría a los profesores de ambos sexos. Sobre la base de los resultados actuales, la Escuela de Therwil cancelará esta solución provisional ahora y los estudiantes se deben comprometer al saludo con apretón de manos. Paralizado el proceso de nacionalización. El padre de los dos chicos I.S. (54 años) es imam radical en la mezquita del Rey Faisal. Llegó de Siria en 2001 a Suiza y obtuvo asilo como como refugiado político.

La familia acababa de solicitar la nacionalidad, proceso que fue suspendido debido a la polémica en torno al caso «apretón de manos». Sobre si el asunto tiene o no un impacto en la aplicación para la nacionalización, las autoridades no quieren pronunciarse y se acogen al secreto profesional. Según un informe de la Oficina para la Migración, las escuelas del cantón Basilea presentan altas probabilidades para futuros problemas de integración. Para evitarlos las autoridades piden al departamento de Educación, cultura y deporte trabajar más coordinadamente con la autoridades de migración.

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/05/26/5747036522601d4d598b4570.html

Imagen de uso libre tomada de: https://pixabay.com/static/uploads/photo/2014/12/30/16/00/handshake-584093_960_720.jpg

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En Vietnan: traje étnico se vuelve uniforme de una escuela secundaria en Quang Ngai

TUOI TRE NOTICIAS/ 17/03/2016 

Una escuela secundaria en la provincia costera de Quang Ngai, en el centro de Vietnam ha estado usando el traje tradicional de un grupo étnico local como su uniforme durante más de dos años con resultados positivos.

Los estudiantes que asisten a Tay Tra High School en el distrito rural de Tay Tra han estado usando trajes tradicionales CDR para asistir a la escuela todos los martes, jueves y viernes desde el curso 2013-14.

El CDR son un grupo étnico nativo de Vietnam que viven principalmente en las provincias de Quang Ngai y Quang Nam de la región central.

De acuerdo con el censo de 2009, hay aproximadamente 33.817 residentes en el país.

El uniforme Cor, una falda azul y camisa blanca de las niñas y el chaleco usado sobre una camisa de vestir de color blanco para los niños, está hecho de brocado tejido local y trata de ayudar a preservar la identidad tradicional de la etnia.

Vestido con uniforme de su escuela, estudiante Ho Thi Mien admitió que el nuevo diseño se sentía incómodo al principio, pero «ahora que hemos acostumbramos a ella, de hecho me siento hermosa y como un verdadero Cor en ella.»

La idea surgió por primera vez por el director Pham Cong Hoa de Tay Tra High School, en un esfuerzo por combatir la invasión de la ropa moderna de las tierras bajas en la vida cotidiana de Cor étnica.

De acuerdo con Hoa, en los últimos años, los trajes tradicionales Cor han perdido su atractivo para los jóvenes Cor y sólo son usados ​​por los ancianos.

Con esto en mente, al comienzo del año académico 2013-14, Hoa propuso a las autoridades locales, la junta escolar, y los ancianos del pueblo un nuevo uniforme escolar diseñado para representar los trajes tradicionales Cor. La idea recibió el apoyo unánime de todos los partidos.

«Yo estaba muy emocionado por la respuesta positiva,» dijo Hoa. «La educación orientada hacia la comunidad basado en la conciencia de su identidad de los estudiantes es el mejor método en mi opinión.»

El nuevo uniforme también es bien recibida por los residentes locales, que han sido muy contento al ver los trajes tradicionales en las actividades cotidianas.

«Desde la introducción del nuevo uniforme, he observado cambios notables en la conciencia de su identidad étnica de los jóvenes. Este fue un alivio para nosotros los ancianos que habían estado preocupados de que nuestras tradiciones se desvanecen en el olvido con la desaparición de nuestros trajes «, dijo el anciano de 78 años de edad Ho Van Keo.

Fuente de la noticia y de la foto: http://tuoitrenews.vn/education/33780/ethnic-costume-turns-high-school-uniform-in-central-vietnam

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