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Libro(PDF): La in-disciplina de Caliban. Filosofía en el Caribe más allá de la academia

Reseña: CLACSO

Muchos siglos debieron pasar para que la normalidad se tornara sospechosa y la indisciplina fuera entendida como sesgo distintivo existencial. Una historia de herejes, cimarrones y malditos ha empedrado el camino hacia la inclusión, aún por concluir. Muchas palabras tuvieron que desoírse, -bárbaros, desafectos, inmorales, subdesarrollados- y muchos significados negativos reconvertirse en valores. El lenguaje, ese don performativo, formó parte de los dispositivos simbólicos utilizados por el poder para legitimarse y su eficacia en estas lides ha resultado incuestionable. En esa facultad suya de crear mundos, las formas de nombrar han ejercido una poderosa influencia en todo el proceso de constitución de lo humano, especialmente como parte del suceso de «violencia irredimible» del que nos habló Martí.

Este libro resulta por ello muy necesario y bienvenido. Se integra, por derecho propio, a ese acto de justicia de renombrarnos, que ya dura más de un siglo. De mansos «arieles» a indomables «calibanes», nuestra fisonomía se perfila en este contundente cuerpo ensayístico, desde una hipótesis trascendental: la necesidad de reconocernos a contrapelo de los límites geopolíticos de una filosofía que se postuló a sí misma como omnipotente, cuya fragilidad se desnuda en manos de Félix Valdés García, cuando nos muestra caudales culturales de inobjetable densidad y holgura.

Autor (a): Félix Valdés García.

Editorial/Edición: CLACSO. Instituto de Filosofía de Cuba.

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-722-766-6

Idioma: Español

Descarga: La in-disciplina de Caliban. Filosofía en el Caribe más allá de la academia

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2283&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1461

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UNESCO pide a EEUU “renovar su compromiso” con la ciencia, la educación y la cultura

Audrey Azoulay, directora general de la organización, felicitó a Joe Biden y Kamala Harris por el triunfo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. También se manifestó muy contenta por la llegada de una profesora como primera dama.

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, saludó el lunes la elección de Joe Biden como presidente de Estados Unidos, y expresó su deseo de que regrese la primera potencia mundial a las instituciones abandonadas por la administración Trump, especialmente la Unesco.

“Felicitaciones al presidente electo @joebiden y a la vicepresidenta electa @KamalaHarris. Los desafíos internacionales hoy piden un compromiso renovado de Estados Unidos a favor de los bienes comunes #Science #Education #Culture”, señaló por tweet Azoulay y agregó, refiriéndose a la esposa de Joe Biden: “Muy contenta de ver a una profesora @DrBiden llegar a la Casa Blanca”.

Estados Unidos abandonó la agencia de la ONU para la educación, la ciencia y la Cultura con sede en París a fines de 2018, como fue anunciado en octubre de 2017 en una conferencia general que eligió a Azoulay como jefe de la organización.

Estados Unidos le reprocha haber tomado un partido antiisraelí. Ya en 2011 había suspendido el pago de sus cotizaciones cuando los palestinos ingresaron a la Unesco.

Esta retirada estadounidense de la Unesco decidida por la administración de Donald Trump se inscribe en un movimiento de fondo de cuestionamientos de las instituciones multilaterales heredadas de la postguerra por parte de Estados Unidos.

La Unesco había lamentado a nombre de su ideal de “universalidad” la decisión estadounidense.

Pero no era la primera vez que se retiraba, pues Estados Unidos lo hizo entre 1984 y 2002, para protestar contra una gestión que para ellos era fallida.

Desde la elección de Joe Biden “se perciben en la Unesco signos positivos”, indicó antes una fuente cercana al caso.

La esperanza podría venir también de la esposa de Joe Biden, que Azoulay saludó en su tuit, una maestra comprometida en los asuntos educativos, que estuvo dos veces en la Unesco.

Fuente: http://www.lanacion.cl/unesco-pide-a-eeuu-renovar-su-compromiso-con-la-ciencia-la-educacion-y-la-cultura/

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Paisajes sonoros para aprender desde la primera infancia

‘Primera Escucha, paisajes sonoros y canciones para niñas y niños’ es una invitación para disfrutar y reunirse en familia junto a los más pequeños, a través de sonidos que los lleven a explorar, descubrir y soñar, mientras aprenden de su entorno.

La iniciativa ‘Primera Escucha’ consiste en un repertorio de paisajes sonoros y canciones creadas especialmente para niños y niñas, basado en el transcurso de un día en la vida de un niño, invitándolos a explorar y descubrir el mundo desde un dispositivo de audio. Asimismo, cada canción o paisaje sonoro viene acompañado de unas recomendaciones sugeridas, mientras que las preguntas son una invitación para que los niños establezcan una comunicación.

“Entendemos que los adultos siempre van a ser los mediadores de los contenidos de las niñas y los niños. Por ello, los materiales sonoros que van a encontrar tendrán una guía pedagógica para el uso del material como una invitación a que los papás y los niños establezcan un vínculo y un espacio creativo a partir de la escucha”, explica Leon David Cobo, músico y artista sonoro.

Ésta escucha de sonidos y música se realizará con un recorrido por el transcurso del día y todos sus momentos. Desde despertarse, pasando por otras actividades de la cotidianidad de los niños, hasta comer e irse a dormir. Esto, con el objetivo de expandir su universo sonoro e invitarlos a jugar y a dejar volar su imaginación.

‘Primera Escucha’ fue la iniciativa ganadora de la Beca de Creación de Repertorios Sonoros para la Primera Infancia 2020 del Programa Distrital de Estímulos, a través del Programa Nidos, arte en primera infancia, establecido por el Instituto Distrital de las Artes, Idartes.

Lo que busca el Programa Nidos es generar oportunidades de creación e implementación de experiencias artísticas, que aporten a la formación integral de la primera infancia junto a sus familiares y demás actores que los rodean, por medio de la generación de espacios innovadores que fortalezcan y promuevan el emprendimiento.

A causa de la pandemia, el único acceso que tienen las niñas y los niños en contenidos sonoros y musicales está situado en el mundo de la virtualidad. Por eso, nació la idea de crear una página web donde los papás y los niños puedan encontrar materiales que les permitan, a través de canciones y paisajes sonoros, desarrollar la imaginación, jugar y acceder a un universo sonoro distinto al de la casa.

La página contiene audios que vienen acompañados de unas ilustraciones realizadas por el ilustrador Geison Castañeda, junto a la letra de este y el preguntario, diseñado para que los padres compartan con los niños y establezcan una comunicación con las preguntas sugeridas.

“Las niñas y los niños en etapa de desarrollo están descubriendo el mundo. Escuchar es una manera de aportar al desarrollo integral en la primera infancia, ya que generar espacios de escucha en ellos les va a permitir explorar y abrir sus posibilidades cognitivas para desarrollar todo su potencial”, comenta Cobo.

La iniciativa está conformada por un grupo de músicos, artistas, psicólogos, ingenieros de sonido y audio, pedagogos, comunicadores, entre otros, que, desde su experiencia, aportan al desarrollo y producción de contenidos sonoros y digitales a través de lenguajes artísticos.

“A partir de diciembre estaremos en plataformas como Spotify, y seguramente el otro año, si las condiciones lo permiten, haremos conciertos en vivo. El futuro es encontrar la manera de poder dar a conocer el proyecto, que llegue a mucha gente, y a muchos niños y niñas”, concluye Cobo.

Fuente: https://www.radionacional.co/noticias/cultura/paisajes-sonoros-para-ninos-infancia

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México: Reconocen a la escritora Nadia López por preservar las lenguas originarias

Texto:  Fabiola Méndez / Damián Mendoza

Ganó el Premio Casa de Literatura para niños

Nadia López García, pedagoga de la UNAM y poeta, es una promotora incansable por lograr que las lenguas originarias “nunca mueran”.  A través de su trabajo literario ha logrado promover y difundir  la suya: la lengua mixteca.

Este 2020 su trabajo fue reconocido con el Premio CaSa de Literatura para niños,  promovido por el Gobierno de México, la Secretaría de Cultura, Secretaría de Cultura y Artes de Oaxaca y la Secretaría de Cultura de Guerrero, en la categoría tu´un savi (mixteco).

El premio instituido por el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) busca promover la creación literaria en lenguas originarias y la lectura entre la niñez en Oaxaca.

En entrevista con UNAM GLOBAL, la poeta  detalló que el premio lo recibió por el poemario que hizo para niños, donde aborda cómo hablar con ellos sobre la desaparición forzada. “En nuestro país no es algo lejano, está lleno de personas que han desaparecido. Y con estos poemas le hacemos ver a los niños cómo de alguna forma siguen esperándolos y buscándolos”.

Los pájaros han sido un personaje que ha tomado protagonismo en sus libros, de alguna manera va consolando a esos niños sobre las ausencias, sin embargo, “lo más importante  es trabajar para que haya un público que los lea y los escuche, hacer visible los esfuerzos por escribir y publicar”.

Nadia comentó que hablar sobre la premiación es incierto, está planeada para noviembre pero “con la pandemia ya no se sabe”.

La  contingencia le ha demostrado que se crece y se hace en colectivo, “la otra persona necesita de nosotros y viceversa”.

Y aunque ahora los esfuerzos son individuales, se necesita caminar junto a otros, “la pandemia nos ha mostrado la desigualdad que hay, hay que trabajar primero  para llevar el trabajo a las comunidades en las que no hay ni luz eléctrica. Es un tiempo para repensar y de darnos cuenta de las necesidades que hay, ya que el reforzamiento de las lenguas no se dará si no se trabaja y se satisfacen las necesidades básicas de los hablantes de esas lenguas: si ya comieron, tienen problemas de salud y si están bien en esta contingencia”.

Para Nadia, estos meses le han traído un gran aprendizaje, ya que aun con pandemia las lenguas siguen muriendo, sigue habiendo racismo y discriminación, pero hay que cambiar las formas para no dejar de hacer su labor. Este año aprendió que la salud es muy importante.

 “La contingencia vino a reforzar la clasificación y separación de las personas, la discriminación y la violencia.  A veces queremos que lo que sembramos  dé frutos rápido pero es como sembrar, todo lleva su tiempo. Nada es de la noche a la mañana y este año nos está enseñando nuevas formas para sembrar y cosechar”.

La Dirección de Literatura de la UNAM editó su libro “Isu ichi. El camino del venado” (Ediciones de Punto de Partida 20, Poesía). Es una edición bilingüe en español y mixteco que incluye poemas en los que la autora sigue las huellas de sus ancestros.

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/reconocen-a-la-escritora-nadia-lopez-por-preservar-las-lenguas-originarias/

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México: Cultura y Ciencia, con presupuestos bajos en 2021

La propuesta del Ejecutivo para estos sectores se aprobó sin modificaciones; sin sorpresas, coinciden especialistas.

Los presupuestos para los sectores de Cultura Ciencia que propuso el Ejecutivo Federal en septiembre fueron aprobados sin cambios. El martes fue votado a favor, en lo general, y hasta anoche se discutían alrededor de mil reservas.

Para el sector Cultura los recursos ascienden a 13 mil 985 millones de pesos, y en el caso de ciencia el presupuesto para el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología es de 26 mil 573 millones de pesos. Tanto en Cultura como en Ciencia se espera que Hacienda dé a conocer los mecanismos cómo recibirán los recursos que antes se tenían con los fideicomisos que ordenó desaparecer el Presidente en abril pasado, a través de un decreto que determinaba la extinción de fondos y fideicomisos sin estructura orgánica.

Ayer en el Congreso, las reservas para que mil millones de los recursos programados en 2021 para el proyecto Chapultepec se destinaran  a Desarrollo Cultural  –propuesta hecha por la diputada panista Annia Sarahi Gómez, del PAN–, así como la de hacer una ampliación de recursos al INAH, INBAL, Indautor y CCC -reserva interpuesta por la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara–, fueron desechadas.
El especialista en política cultural, Eduardo Cruz, advierte que por tercer año consecutivo la 4T ha dado muestra de que los temas culturales no forman parte de sus ejes prioritarios, y que nos guste o no, Chapultepec será la apuesta cultural del sexenio.

«Es la tercera dosis que nos receta este régimen, en relación a cómo construyen el presupuesto, en 2019, 20 y ahora para el 21. De modo que estamos ante una ruta que no tiene reverso. En primera instancia está la concepción del ramo 48 que tiene no sólo Cultura, también Hacienda; en segundo lugar está la composición del gasto. No podemos darnos por sorprendidos, por el contrario, vemos el énfasis en el Proyecto Chapultepec y hemos visto que en esta etapa de México, el Presidente ha mostrado su fiereza sobre sus decisiones personalísimas, y entre esas está Chapultepec”, explica.

Cruz indica que además se tiene que considerar que si bien hay un presupuesto aprobado, a lo largo del año es sujeto a modificaciones. «Lo que se dispone queda sujeto a los ajustes que la norma permite. De modo que queda pendiente asuntos como el esquema financiero del FONCA y ya vendrán las precisiones sobre cómo se operarán los recursos de los fideicomisos, especialmente los de cine y que causaron tanta controversia», ataja.

Y añade: «Hay dudas sobre temas como Cultura Comunitaria, el cine y el FONCA, pero en el fondo es que tenemos la certeza de que el gasto se hace de manera discrecional, incluso con más fuerza que en el periodo neoliberal. Había una expectativa sobre este gobierno y aun queda pendiente que la Secretaría Cultura ofrezca un proyecto de aplicación de los recursos de los que dispone. La comunidad tendrá que seguir insistiendo en conocer cómo se realiza el gasto».

Por su parte, el también especialista en políticas culturales, Carlos Villaseñor asegura que pareciera que hay un incremento del 3% entre el presupuesto para el 2021 si se compara con este año, pero la realidad es que aunque el monto es relativamente similar, el presupuesto destinado a Chapultepec se incrementó al doble y para 2021 representa el 25% del presupuesto de la Secretaría de Cultura.

“Este 25% fue en detrimento de su gasto operativo, de los subsidios y de otros gastos, la realidad es que prácticamente todas las instituciones ven reducido su presupuesto respecto del año pasado, realmente si lo vemos con detalle todas las instituciones tienen una reducción salvo la Subsecretaría de Desarrollo Cultural que tiene un incremento de mil 800 millones pero que en realidad es porque ahí es donde se radica todo el recurso para Chapultepec, y a la subsecretaría le quedan 118 millones”, afirma Villaseñor.

El analista destaca que el presupuesto que fue aprobado en lo general muestra que hay bajas brutales de hasta un 86%, por ejemplo, para la Dirección General de Vinculación Cultural, que pierde 600 millones, que prácticamente es lo que destinaban al Programa de Cultura Comunitaria.

Puesto así, dice Carlos Villaseñor, el impacto es tremendo. “No tenemos recursos para los fondos mixtos, no tenemos apoyos para las instituciones estatales de cultura, hay incertidumbre en cuanto a los fondos que serán destinados al Pacmyc, al Paice, al Fomeroba y a los fondos de becas y pues prácticamente el Programa de Cultura Comunitaria que era la estructura paralela que contrataba de alguna manera a los artistas locales y que realizaba actividades en los municipios pues en los hechos no cuenta con recursos y prácticamente desaparece, la situación para los estados y para los artistas es muy delicada”.

Villaseñor puntualiza que la situación es terrible y aunque hay al menos una reserva planteada por la Comisión de Cultura y Cinematografía, ve muy difícil que surja un milagro pues tendría que haber una reasignación de cuando menos mil 372 millones para que quedaran las instituciones como el año pasado.

“De ese tamaño es el boquete, son mil 372 millones lo que tendría que haber de reasignación para que las instituciones queden igual que el año pasado sin contar inflación ni nada. Y es solo para las instituciones, no estamos hablando de los recursos para ciudades patrimonio, no estamos hablando de los recursos para las instituciones estatales de cultura a las que se les daban mil 100 millones, y no estamos hablando de Paice, Pacmyc y Fomeroba que no sabemos cuánto van a tener este año. Visto así estaríamos hablando de 2 mil 400 millones para que más o menos estuviéramos sacando la cabeza”, advierte Villaseñor.

Sobre el tema de los fideicomisos, Carlos Villaseñor coincide con Cruz al advertir que no hay todavía una claridad de cuál va a ser el mecanismo de administración de esos programas “y tengo dudas de que existan los mecanismos para ello”, dice, y sus dudas responden a que no hay recursos asignados para programas como Pacmyc, Paice, Fomeroba y Ciudades patrimonio, con lo cual no se sabe si la Secretaría de Cultura va a destinar recursos a esos programas ni de cuánto.

“Sucede lo mismo con los fondos de becas y fondos mixtos que se administraban a través de subcuentas del Fonca. El Fonca no es solamente los recursos para becas de los creadores eméritos, jóvenes creadores y creadores con trayectoria, sino también era el mecanismo financiero donde se establecían las subcuenta para los fondos mixtos, hoy no vemos claramente en el presupuesto la existencia de recursos para los fondos mixtos, ni tampoco tenemos claridad de cuál será el mecanismo para su administración”, concluye.

La mañana de ayer, la Unión de Sindicatos del Insituto Nacional de Antropología e Historia (USINAH) conformada por diferentes sindicatos de la dependencia, así como por dos sindicatos de la Secretaría de Cultura, ofrecieron una conferencia de prensa  para incrementar el presupuesto del sector cultura con el fin de garantizar la continuidad de las tareas sustantivas de las distintas dependencias que lo conformen. Entre sus propuestas estaba la transferencia de 198 millones de pesos del presupuesto asignado al Proyecto Cultural Chapultepec.

Sin embargo, las reservas que presentó la Comisión de Cultura y Cinematografía, que proponía, entre otras cosas, una revisión del presupuesto para Chapultepec y un aumento para dependencias como el INAH, fue deshechada por los legisladores.

El pasado  4 de noviembre la USINAH sostuvo una reunión con el presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía, para entregarle entrega de más de 54 mil firmas recabadas a través de la plataforma change.org, por iniciativa de investigadores y docentes del INAH y la ENAH, pidiendo suficiencia presupuestal para estas instituciones.

El recorte al INAH, cuyo prespuesto quedaría en 3 mil 820 millones, a diferencia de este año que fue de 3 mil 919, provocará, entre otras cosas, deterioro de los monumentos paleontológicos, arqueológicos, artísticos e históricos del país, así como la red de museos y otras infraestructuras culturales dependientes del Sector Cultura y del INAH en particular. La gran mayoría de las zonas arqueológicas, museos y monumentos históricos del país, aseguraron, se encuentran en un avanzado estado de deterioro y requieren de mantenimiento urgente.

En el caso de Ciencia, aunque se recomendó hacer adecuaciones en los recursos del Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación –que es parte del Ramo 11 de Educación Pública– y que recibe la mayoría de los recursos, no se había aprobado esa recomendación. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología contará en 2021 con recursos por 26 mil 573 millones de pesos, mientras que en 2020 su presupuesto ascendió a  25 mil 658 millones de pesos.

La noche de este miércoles continuaba la discusión de otras reservas.

Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/cultura/cultura-y-ciencia-con-presupuestos-bajos-en-2021

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Ecuador: Biodiversidad, sustento y culturas

Poco a poco podremos reactivar nuestras posibilidades creativas comunes pese a la crisis generalizada en que nos metió la pandemia del Covid-19, sólo si entendemos las condiciones que nos pusieron en esta situación. Son muchos los momentos, los procesos, las estructuras que se impuesto, con engaños y por la fuerza, a un sin fin de poblaciones por todo el planeta. Pero comenzar a prestar atención a nuestras propias condiciones, comenzar a entenderlas y buscarles sentido en nuestra experiencia acumulada común, es fundamental para construir un futuro con otras posibilidades de respeto, justicia, equidad y alegría compartida.

Biodiversidad, sustento y culturas abre su abanico a lo que la gente que habita Ecuador pueda decir de sí misma y su condición. De las interrogantes, las incertidumbres y los agravios que le muerden el alma, y de las certezas y logros acumulados. Ecuador dibuja un autorretrato del pueblo en lucha que lo configura y reconfigura para alojar las tradiciones ancestrales y los vuelcos del futuro.

CONTENIDOS

* Durante los próximos días estaremos subiendo todos los artículos en formato digital.

– Editorial #106

– Ecuador entre mascarillas

– La responsabilidad de actuar

– La pandemia y el doble discurso de la minería como sector estratégico

– Ríos represados, pueblos movilizados

– Soberanía alimentaria, una alternativa desde la agricultura campesina en tiempos del Covid-19 en el Ecuador

– Colectivo YASunidos y el futuro del Yasuní

– Un vistazo, muchas aristas #106 – Autorretrato de un Ecuador en Lucha

– Es necesaria la soberanía alimentaria en el territorio y el espacio político

– Acaparamientos mediante fondos privados y cercas digitales en el Brasil de Bolsonaro Descargar la revista en PDF (6,60 MB)

Fuente e imagen: Biodiversidad América Latina

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Libro (PDF): En torno a una filosofía americana

Fuente: Biblioteca/Clacso


Reseña de: Leopoldo Zea


Autor(a): Zea, Leopoldo

Editorial/Edición: El Colegio de México

Año de publicación: 1945

País (es):  México

Idioma: Español

Descarga el libro en PDF:  En torno a una filosofía americana

Fuente e Imagen:  http://biblioteca.clacso.edu.ar


Reseña:

Hace algunos años un joven maestro mexicano lanzaba al público un libro que causó expectación. Este joven maestro es Samuel Ramos y el libro es El Perfil del Hombre y la Cultura en México. En este libro se hacía un primer ensayo de interpretación de la cultura en México. La cultura mexicana era motivo de una interpretación filosófica. La filosofía descendía del mundo de los entes ideales hacia un mundo de entes concretos como lo es México, símbolo de hombres que viven y mueren en sus ciudades y sus campos. Esta osadía fue calificada despectivamente de literatura. La filosofía no podía ser otra cosa que un ingenioso juego de palabras tomadas de una cultura ajena, a las que por supuesto faltaba un sentido, el sentido que tenían para dicha cultura.

Años más tarde otro maestro, esta vez un argentino, Francisco Romero, hacía hincapié en la necesidad de que Iberoamérica se empezase a preocupar por los temas que le son propios, por la necesidad de ir a la historia de su cultura y sacar de ella los temas de una nueva preocupación filosófica. Sólo que esta vez su exhortación se apoyaba en una serie de fenómenos culturales que señala en un artículo titulado Sobre la Filosofía en Iberoamérica. En este artículo nos muestra cómo el interés por los temas filosóficos en Iberoamérica ha ido creciendo día a día. El gran público sigue y solicita con interés los trabajos de tipo o índole filosófica, de donde han surgido numerosas publicaciones: libros, revistas, artículos de periódico, &c.; así como la formación de institutos o centros de estudios filosóficos donde se practica tal actividad. Este interés por la filosofía aparece en contraste con otras épocas en las cuales dicha actividad era labor de unos cuantos e incomprendidos hombres. Labor que no trascendía el cenáculo o la cátedra. Ahora se ha llegado a lo que Romero llama una “etapa de normalidad filosófica”, es decir, a una etapa en que el ejercicio de la filosofía es visto como función ordinaria de la cultura al igual que otras actividades de índole cultural. El filósofo deja de ser un extravagante que nadie pretende entender para convertirse en un miembro de la cultura de su país. Se establece una especie de “clima filosófico”, es decir, una opinión pública que juzga sobre la creación filosófica, obligando a ésta a preocuparse por los temas que agitan a quienes forman la llamada “opinión pública”.

Ahora bien, hay un tema que preocupa no sólo a unos cuantos hombres de nuestro Continente, sino al hombre americano en general. Este tema es el de la posibilidad o imposibilidad de una Cultura Americana, y como aspecto parcial del mismo, el de la posibilidad o imposibilidad de una Filosofía Americana. Podrá existir una Filosofía Americana si existe una Cultura Americana de la cual dicha filosofía tome sus temas. De que exista o no una Cultura Americana, depende el que exista o no una Filosofía Americana. Pero el plantearse y tratar de resolver tal tema, independientemente de que la respuesta sea afirmativa o negativa, es ya hacer filosofía americana puesto que trata de contestar en forma afirmativa o negativa una cuestión americana. De donde trabajos como el de Ramos, Romero y otros que sobre tal tema se hagan, cualesquiera que sean sus conclusiones, son ya filosofía americana.

El tema de la posibilidad de una Cultura Americana, es un tema impuesto por nuestro tiempo, por la circunstancia histórica en que nos encontramos. Antes de ahora el hombre americano no se había hecho cuestión de tal tema porque no le preocupaba. Una Cultura Americana, una cultura propia del hombre americano era un tema intrascendente, América vivía cómodamente a la sombra de la Cultura Europea. Sin embargo, esta cultura se estremece en nuestros días, parece haber desaparecido en todo el Continente Europeo. El hombre americano que tan confiado había vivido se encuentra con que la cultura en la cual se apoyaba le falla, se encuentra con un futuro vacío; las ideas a las cuales había prestado su fe se transforman en artefactos inútiles, sin sentido, carentes de valor para los autores de las mismas. Quien tan confiado había vivido a la sombra de un árbol que no había plantado, se encuentra en la intemperie cuando el plantador lo corta y echa al fuego por inútil. Ahora tiene que plantar su propio árbol cultural, hacer sus propias ideas; pero una cultura no surge de milagro, la semilla de tal cultura debe tomarse de alguna parte, debe ser de alguien. Ahora bien –y éste es el tema que preocupa al hombre americano– ¿de dónde va a tomar esta semilla? Es decir, ¿qué ideas va a desarrollan? ¿a qué ideas va a prestar su fe? ¿Continuará prestando su fe y desarrollando las ideas heredadas de Europa? o ¿existe un conjunto de ideas y temas a desarrollar propios de la circunstancia americana? O bien, ¿habrá que inventar estas ideas? En una palabra, se plantea el problema de la existencia o inexistencia de ideas propias de América, así como el de la aceptación o no de las ideas de la Cultura Europea ahora en crisis. Más concretamente, el problema de las relaciones de América con la Cultura Europea, y el de la posibilidad de una americana. ideología propiamente

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Por lo anterior queda visto que uno de los primeros temas para una filosofía americana es el de las relaciones de América con la Cultura Europea. Ahora bien, lo primero que cabe preguntarse es el tipo de relación que tiene América respecto a dicha cultura. No ha faltado quien compare esta relación a la que tiene el Asia frente a la misma Cultura Europea. Se considera que América, como Asia, no ha asimilado de Europa más que la técnica. Pero de ser así ¿cuál sería lo propio de la Cultura Americana? Para el asiático lo que de la Cultura Europea ha adoptado es considerado como algo superpuesto, que ha tenido necesariamente que adoptar debido a la alteración de su circunstancia al intervenir en ella el europeo. Pero lo que de la Cultura Europea ha adoptado no es propiamente la cultura, es decir, un modo de vivir, una concepción del mundo, sino únicamente sus instrumentos, su técnica. El asiático se sabe heredero de una cultura milenaria que ha ido pasando de padres a hijos, de donde se sabe dueño de una cultura propia. Su concepción del mundo es prácticamente opuesta a la del europeo. Del europeo no ha adoptado sino su técnica, y esto, obligado por el mismo europeo al intervenir con su técnica en lo que era circunstancia propiamente asiática. Nuestros días están mostrando lo que puede hacer un asiático con una concepción del mundo propia sirviéndose de una técnica europea. A tal hombre le tiene muy sin cuidado el porvenir de la Cultura Europea y sí tratará de destruirla si se interpone o sigue interviniendo en lo que considera su propia cultura.

Ahora bien, ¿podemos pensar nosotros los americanos lo mismo respecto a la Cultura Europea? Pensar tal cosa es considerar que somos poseedores de una cultura que nos es propia y que acaso no ha alcanzado expresión porque Europa nos ha estorbado. Entonces sí, cabría pensar que este es el momento oportuno para liberarnos culturalmente. De ser así la crisis de la Cultura Europea nos tendría sin cuidado. En vez de que tal crisis se nos presentase como problema se presentaría como solución. Pero no es así, la crisis de la Cultura Europea nos preocupa hondamente, la sentimos como crisis propia.

Y es que el tipo de relación que como americanos tenemos con la Cultura Europea es distinto del que tiene el asiático con la misma. Nosotros no nos sentimos, como el asiático, herederos de una cultura propia autóctona. Existió, sí, una cultura indígena –azteca, maya, inca, &c.–, pero esta cultura no representa para nosotros, americanos actuales, lo que representa la antigua Cultura Oriental para los actuales asiáticos. Mientras el asiático continúa sintiendo el mundo como lo sintieron sus antepasados, nosotros, americanos, no sentimos el mundo como lo sintió un azteca o un maya. De ser así, sentiríamos por las divinidades y templos de la cultura precolombina la misma devoción que siente el oriental por sus antiquísimos dioses y templos. Un templo maya nos es tan ajeno y sin sentido como un templo hindú.

Lo nuestro, lo propiamente americano, no está en la cultura precolombina. ¿Estará en lo europeo? Ahora bien, frente a la Cultura Europea nos sucede algo raro, nos servimos de ella pero no la consideramos nuestra, nos sentimos imitadores de ella. Nuestro modo de pensar, nuestra concepción del mundo, son semejantes a los del europeo. La Cultura Europea tiene para nosotros el sentido de que carece la cultura precolombina. Y sin embargo, no la sentimos nuestra. Nos sentimos como bastardos que usufructúan bienes a los que no tienen derecho. Nos sentimos igual al que se pone un traje que no es suyo, lo sentimos grande. Adaptamos sus ideas pero no podemos adaptarnos a ellas. Sentimos que debíamos realizar los ideales de la Cultura Europea, pero nos sentimos incapaces de tal tarea, nos basta admirarlos pensando que no están hechos para nosotros. En esto está el nudo de nuestro problema: no nos sentimos herederos de una cultura autóctona, ésta carece de sentido para nosotros; y la que como la europea tiene para nosotros sentido, no la sentimos nuestra. Hay algo que nos inclina hacia la Cultura Europea, pero que al mismo tiempo se resiste a ser parte de esta cultura. Nuestra concepción del mundo es europea pero las realizaciones de esta cultura las sentimos ajenas, y al intentar realizar lo mismo en América, nos sentimos imitadores.

Lo que nos inclina hacia Europa y al mismo tiempo se resiste a ser Europa, es lo propiamente nuestro, lo americano. América se siente inclinada hacia Europa como el hijo hacia el padre; pero al mismo tiempo se resiste a ser su propio padre. Esta resistencia se nota en que a pesar de que se siente inclinada hacia la Cultura Europea al realizar lo que ella realiza se siente imitadora, no siente que realice lo que le es propio, sino lo que sólo puede realizar Europa. De aquí este sentirnos cohibidos, inferiores al europeo. El mal está en que sentimos lo americano, lo propio, como algo inferior. La resistencia de lo americano a ser europeo es sentido como incapacidad. Pensamos como europeos, pero no nos basta esto, queremos además realizar lo mismo que realiza Europa. El mal está en que queremos adaptar la circunstancia americana a una concepción del mundo que heredamos de Europa, y no adaptar esta concepción del mundo a la circunstancia americana. De aquí que nunca se adapten las ideas y la realidad. Necesitamos de las ideas de la Cultura Europea pero cuando las ponemos en nuestra circunstancia las sentimos grandes porque no nos atrevemos a adaptarlas a esta circunstancia. Las sentimos grandes y no nos atrevemos a recortarlas, preferimos el ridículo de quien se pone un traje que no le acomoda. Y es que hasta hace muy poco el americano quería olvidar que lo era para sentirse un europeo más. Lo que equivale a que un hijo olvidase que es hijo y quisiese ser su propio padre, el resultado tenía que ser una burda imitación. Y esto es lo que siente el americano, que ha tratado de imitar y no de realizar su personalidad.

Alfonso Reyes nos dibuja con mucha gracia esta resistencia del americano a ser americano. El americano sentía “encima de las desgracias de ser humano y ser moderno, la muy específica de ser americano; es decir, nacido y arraigado en un suelo que no era el foco actual de la civilización, sino una sucursal del mundo”.{1} Ser americano había sido hasta ayer una gran desgracia, porque no nos permitía ser europeos. Ahora es todo lo contrario, el no haber podido ser europeos a pesar de nuestro gran empeño, permite que ahora tengamos una personalidad; permite que en este momento de crisis de la Cultura Europea sepamos que existe algo que nos es propio, y que por lo tanto puede servirnos de apoyo en esta hora de crisis. Qué sea este algo, es uno de los temas que debe plantearse una filosofía americana.

3

América es hija de la Cultura Europea, surge en una de sus grandes crisis. Su descubrimiento no es un simple azar, sino el resultado de una necesidad. Europa necesitaba de América; en la cabeza de todo europeo estaba la Idea de América, la idea de una tierra de promisión. Una tierra en la cual el hombre europeo pudiese colocar sus ideales, una vez que no podía seguir colocándolos en lo alto. Ya no podía colocarlos en el cielo. Gracias a la nueva física, el cielo dejaba de ser alojamiento de ideales para convertirse en algo ilimitado, en un infinito mecánico y por lo tanto muerto. La idea de un mundo ideal descendió del cielo y se colocó en América. De aquí que el hombre europeo saliese en busca de la tierra ideal y la encontrase.

El europeo necesitaba desembarazarse de una concepción de la vida de la cual se sentía harto, necesitaba desembarazarse de su pasado, iniciar una vida nueva. Hacer una nueva historia, bien planeada y calculada, en la que nada faltase ni sobrase. Lo que el europeo no se atrevía a proponer abiertamente en su tierra, lo daba por hecho en esta tierra nueva llamada América. América era el pretexto para criticar a Europa. Lo que se quería que fuera Europa fue realizado imaginariamente en América. En estas tierras fueron imaginadas fantásticas ciudades y gobiernos que correspondían al ideal del hombre moderno. América fue presentada como la Idea de lo que Europa debía de ser. América fue la Utopía de Europa. El mundo ideal conforme al cual debía rehacerse el viejo mundo de Occidente. En una palabra: América fue la creación ideal de Europa.

América surge a la historia como una tierra de proyectos, como una tierra del futuro, pero de unos proyectos que no le son propios, y de un futuro que tampoco es suyo. Estos proyectos y este futuro son de Europa. El hombre europeo que puso sus pies en esta América –confundiéndose con la circunstancia americana y dando lugar al hombre americano– no supo ver lo propio de América, sólo tuvo ojos para lo que Europa había querido que fuera. Al no encontrar lo que la fantasía europea había puesto en el Continente Americano, se sintió decepcionado; dando esto lugar al desarraigo del hombre americano frente a su circunstancia. El americano se siente europeo por su origen, pero inferior a éste por su circunstancia. Se transforma en un inadaptado, se considera superior a su circunstancia e inferior a la cultura de la cual es origen. Siente desprecio por lo americano y resentimiento contra lo europeo.

El americano, en vez de tratar de realizar lo propio de América se ha empeñado en realizar la Utopía europea, tropezando como es de suponer con la realidad americana que se resiste a ser otra cosa que lo que es, América. Esto ha dado lugar al sentimiento de inferioridad del que ya hemos hablado. La realidad circundante es considerada por el americano como algo inferior a lo que cree su destino. Este sentimiento se ha mostrado en la América Sajona como un afán por realizar en grande lo que Europa ha proyectado para satisfacer necesidades que le son propias. Norte-América se ha empeñado en ser una segunda Europa, una copia en grande. No importa la creación propia, lo que importa es realizar los modelos europeos en grande y con la máxima perfección. Todo se reduce a números: tantos dólares o tantos metros. En el fondo lo único que se quiere hacer con esto es ocultar un sentimiento de inferioridad. El norteamericano trata de demostrar que tiene tanta capacidad como el europeo, y la forma de demostrarlo es haciendo, en grande y con mayor perfección técnica, lo mismo que ha hecho el europeo. Pero con esto no ha demostrado capacidad cultural, sino simplemente técnica; puesto que la capacidad cultural se demuestra en la solución que se da a los problemas que se plantean al hombre en su existencia, y no en la imitación mecánica de soluciones que otros hombres se han dado a sí mismos en problemas que les son propios.

En cuanto al hispanoamericano, se ha conformado con sentirse inferior no sólo al europeo, sino también al norteamericano. No sólo no trata de ocultar su sentimiento de inferioridad, sino que lo exhibe autodenigrándose. Lo único que ha tratado hasta hoy ha sido vivir lo más cómodamente a la sombra de ideas que sabe que no le son propias. Lo que ha importado no han sido las ideas sino la forma como vivir de ellas. De aquí que nuestra política se haya transformado en burocracia. La política deja de ser un fin y se convierte en un instrumento para alcanzar un determinado puesto burocrático. No importan las banderas ni los ideales, lo que importa es que estas banderas o ideales permitan alcanzar un determinado puesto. De aquí esos milagrosos y rápidos cambios de bandera y de ideales; de aquí también ese estar siempre proyectando, planeando, sin alcanzar nunca resultados definitivos. Continuamente se está ensayando y proyectando de acuerdo con ideologías siempre cambiantes. No hay un plan a realizar por todos los nacionales, porque no hay sentido de Nación. Y no hay sentido de Nación por la misma razón por la cual no ha habido sentido de lo americano. Quien se siente inferior como americano se siente también inferior como nacional, como miembro de una de las naciones del Continente Americano. Y no se piense que tiene sentido de Nación el nacionalista rabioso que habla de hacer una Cultura Mexicana, Argentina, Chilena o de cualquier otro país americano, excluyendo todo cuanto huela a extranjero. No, en el fondo no tratará sino de eliminar aquello frente a lo cual se siente inferior. Este es el caso de quienes consideran que éste es el momento oportuno para eliminar de nuestra cultura todo lo europeo.

Esta sería una postura falsa. Queramos o no, somos hijos de la Cultura Europea. De Europa tenemos el cuerpo cultural, lo que podemos llamar el armazón: lengua, religión, costumbres; en una palabra, nuestra concepción del mundo y de la vida es europea. Desprendernos de ella sería desprendernos del meollo de nuestra personalidad. No podemos renegar de dicha cultura, como no podemos renegar de nuestros padres. Pero así como sin renegar de nuestros padres tenemos una personalidad que hace que ninguno nos confunda con ellos, así también tendremos una personalidad cultural sin renegar de la cultura de la cual somos hijos. El ser conscientes de nuestras verdaderas relaciones con la Cultura Europea, elimina todo sentimiento de inferioridad, dando lugar a un sentimiento de responsabilidad. Es este el sentimiento que anima en nuestros días al hombre de América. El americano considera que ha llegado a su “mayoría de edad”; como todo hombre que ha llegado a su mayoría de edad, reconoce que tiene un pasado sin renegar de él, de la misma forma que ninguno de nosotros se avergüenza de haber tenido una infancia. El hombre americano se sabe heredero de la Cultura Occidental y reclama su puesto en ella. El puesto que reclama es el de colaborador. Hijo de tal cultura no quiere seguir viviendo de ella sino trabajando para ella. A nombre de esta América que se siente responsable, un americano, Alfonso Reyes, reclama a Europa “el derecho a la ciudadanía universal que ya hemos conquistado” considerando que ya “hemos alcanzado la mayoría de edad”.{2} América se encuentra en el momento histórico en que tiene que realizar su misión cultural. Cuál sea esta misión, es otro tema más a desarrollar por lo que hemos llamado Filosofía Americana.

4

Conocidas nuestras relaciones culturales con Europa, una más de las tareas de esta posible Filosofía Americana sería la de continuar el desarrollo de los temas de la filosofía propios de esa cultura; pero en especial los temas que la Filosofía Europea considera como temas universales. Es decir, temas cuya abstracción hace que valgan para cualquier tiempo o lugar. Tales temas son los del Ser, el Conocimiento, el Espacio, el Tiempo, Dios, la Vida, la Muerte, &c. Una Filosofía Americana colaboraría en Ja Cultura Occidental tratando de resolver los problemas que tales temas planteasen y que no hubiesen sido resueltos por la Filosofía Europea, o cuya solución no fuese satisfactoria. Ahora bien, se podría pensar –aquellos a quienes interese hacer una filosofía con un sello americano– que esto no puede interesar a una filosofía que se preocupe por lo propiamente americano. Sin embargo, no sería así. Porque tanto los temas que hemos llamado universales como los temas propios de la circunstancia americana se encuentran estrechamente ligados. Al tratar unos tenemos necesidad de tratar los otros. Los temas abstractos tendrán que ser vistos desde la circunstancia propia del hombre americano. Cada hombre verá de estos temas aquello que más se amolde a su circunstancia. Estos temas los enfocará desde el punto de vista de su interés, y este interés estará determinado por su modo de vida, por su capacidad o incapacidad, en una palabra, por su circunstancia. En el caso de América, su aportación a la filosofía de dichos temas estará teñida por la circunstancia americana. De aquí que al proponernos temas abstractos, los enfocaremos como temas propios. El Ser, Dios, &c., aunque temas válidos para cualquier hombre, serán temas cuya solución se daría desde un punto de vista americano. De estos temas no podríamos decir lo que son para todo hombre, sino lo que son para nosotros hombres de América. El Ser, Dios, la Muerte, &c., serían lo que tales abstracciones representan para nosotros.

No se olvide que toda la filosofía europea ha trabajado en torno a los mismos temas pretendiendo ofrecer soluciones de carácter universal. Sin embargo, el resultado ha sido un conjunto de filosofías que se diferencian unas de otras. A pesar del afán de universalidad de todas ellas, ha resultado una filosofía griega, una filosofía cristiana, una filosofía francesa, una filosofía inglesa y una filosofía alemana. En la misma forma, independientemente de que intentásemos realizar una filosofía americana. A pesar de que tratásemos de dar soluciones de carácter universal, nuestras soluciones llevarían la marca de nuestra circunstancia.

Otro tipo de temas a tratar por nuestra posible filosofía serían los temas propios de nuestra circunstancia. Es decir, que esta nuestra posible filosofía debe tratar de resolver los problemas que nuestra circunstancia nos plantea. Este punto de vista es tan legítimo como el anterior y válido como tema filosófico. Como americanos tenemos una serie de problemas que sólo se dan en nuestra circunstancia y que por lo tanto sólo nosotros podemos resolver. El planteamiento de tales problemas no amenguaría el carácter filosófico de nuestra filosofía; porque la filosofía trata de resolver los problemas que se plantean al hombre en su existencia. De donde los problemas que se plantean al hombre americano tendrán que ser propios de la circunstancia en donde existe.

Dentro de estos temas está el de nuestra historia. La historia forma parte de la circunstancia del hombre: le configura y le perfila, haciéndole capaz para unas determinadas tareas e incapaz para otras. De aquí que tengamos que contar con nuestra historia, pues en ella encontraremos la fuente de nuestras capacidades e incapacidades. No podemos continuar ignorando nuestro pasado, desconociendo nuestras experiencias, pues sin su conocimiento no podemos considerarnos maduros. Madurez, mayoría de edad, es experiencia. Quien ignora su historia carece de experiencia, y quien carece de experiencia no puede ser hombre maduro, hombre responsable.

Por lo que se refiere a la historia de nuestra filosofía, se pensará que en ella no podemos encontrar otra cosa que malas copias de los sistemas de la filosofía europea. En efecto, esto será lo que encuentre quien busque en ella sistemas filosóficos propios de esta nuestra América tan valiosos como los europeos. Pero esta sería una mala óptica, hay que ir a la historia de nuestra filosofía desde otro punto de vista. Este otro punto de vista debe ser el de nuestras negaciones, el de nuestra incapacidad para no hacer otra cosa que malas copias de los modelos europeos. Cabe preguntarnos el porqué no tenemos una filosofía propia, y la respuesta quizá sea una filosofía propia. Puesto que nos descubriría un modo de pensar que nos es propio que acaso no ha necesitado expresarse en las formas usadas por la filosofía europea.

También cabe preguntarnos el porqué nuestra filosofía es una mala copia de la filosofía europea. Porque en este ser una mala copia acaso se encuentre también lo propio de una filosofía americana. Porque el ser mala copia no implica que sea necesariamente mala, sino simplemente distinta. Acaso nuestro sentimiento de inferioridad ha hecho que consideremos como malo lo que nos es propio, únicamente porque no se parece, porque no es igual a su modelo. Reconocer que no podemos realizar los mismos sistemas de la filosofía europea, no es reconocer que somos inferiores a los autores de tal filosofía, es sólo reconocer que somos diferentes. Partiendo de este supuesto no veremos en lo hecho por nuestros filósofos un conjunto de malas copias de la filosofía europea, sino interpretaciones de esta filosofía hechas por americanos. Lo americano estará presente a pesar del intento de objetividad de nuestros filósofos. Lo americano estará presente independientemente de los intentos de despersonalización de tales pensadores.

5

La filosofía en su carácter universal se ha preocupado por uno de los problemas que más han agitado al hombre en todos los tiempos, el de las relaciones del hombre con la sociedad. Este tema se ha planteado como Política, preguntándose por la forma de organización de estas relaciones, la organización de la convivencia. El encargado de estas relaciones es el Estado, de aquí que la filosofía se haya preguntado por quién debe estar formado, quién debe gobernar. El Estado debe cuidar de que no se rompa el equilibrio que existe entre el individuo y la sociedad; debe cuidar de que no se caiga ni en la anarquía ni en el totalitarismo. Ahora bien, para poder obtenerse este equilibrio es menester una justificación moral. La filosofía trata de ofrecer esta justificación, de donde toda abstracción metafísica culmina en una ética y en una política. Toda idea metafísica sirve de base a un hecho concreto, de justificación a un tipo de organización política casi siempre propuesta.

Tenemos multitud de ejemplos filosóficos en los cuales la abstracción metafísica sirve de base a una construcción política. Un ejemplo lo tenemos en la filosofía platónica cuya teoría de las Ideas sirve de base y justificación a la República. En La Ciudad de Dios de San Agustín tenemos un ejemplo más; la Comunidad Cristiana, la Iglesia, se apoya en un ente metafísico que en este caso es Dios. Las Utopías del Renacimiento son otros ejemplos en los cuales el racionalismo justifica formas de gobierno de las cuales ha surgido nuestra actual Democracia. Algún pensador ha dicho que la Revolución Francesa encuentra su justificación en El Discurso del Método de Descartes. La dialéctica de Hegel invertida por el marxismo ha dado lugar a formas de gobierno como el Comunismo. El mismo Totalitarismo ha querido justificarse metafísicamente buscando tal justificación en las ideas de Nietzsche, Sorel o Pareto. Muchos otros ejemplos más se pueden encontrar en la historia de la filosofía, en los cuales la abstracción metafísica sirve de base a una práctica social o política.

Lo visto nos indica cómo la teoría y la práctica deben marchar juntas. Es menester que los actos materiales del hombre queden justificados por Ideas, pues es esto que le hace ser distinto a los animales. Ahora bien, nuestra época se ha caracterizado por la ruptura entre las Ideas y la realidad. La Cultura Europea se encuentra en crisis debido a tal ruptura. El hombre se encuentra falto de una teoría moral que justifique sus actos, de aquí que no haya podido resolver el problema de su convivencia, y lo único que ha logrado es caer en los extremos, en la anarquía y en el Totalitarismo.

Las diversas crisis de la Cultura Occidental han sido crisis por falta de Ideas que justifiquen los actos humanos, la existencia del hombre. Cuando unas Ideas han dejado de justificar dicha existencia, ha sido menester que el hombre busque otro conjunto de Ideas. La historia de la Cultura Occidental es la historia de las crisis que el hombre ha sufrido al romperse la coordinación que existía entre las Ideas y la realidad. La Cultura Occidental ha ido de crisis en crisis salvándose unas veces en las Ideas, otras en Dios, otras en la Razón, hasta nuestros días en que se ha quedado sin Ideas, Dios y Razón. La Cultura está pidiendo nuevas bases sobre las cuales apoyarse. Ahora bien, esta petición parece desde nuestro punto de vista casi prácticamente imposible. Sin embargo, este punto de vista es el de hombres en crisis, y no podía ser de otra manera, porque si nos pareciese fácil resolver tal problema no seríamos hombres en crisis. Pero el hecho de que estemos en crisis y no tengamos la solución anhelada, no quiere decir que no exista. Hombres que como nosotros se han encontrado en otras épocas de crisis han sentido el mismo pesimismo, sin embargo, la solución ha sido encontrada. No sabemos qué valores puedan sustituir a los que vemos hundirse, pero lo que sí es seguro es que surgirán, y a nosotros los americanos corresponde colaborar en tal tarea.

De lo anterior podemos concluir sobre otro tipo de tarea más para una posible Filosofía Americana. La Cultura Occidental de la cual somos hijos y herederos necesita de nuevos valores sobre los cuales apoyarse. Ahora bien, estos valores tendrán que ser abstraídos de nuevas experiencias humanas, de las experiencias resultantes al encontrarse el hombre en nuevas circunstancias como son las que ahora se ofrecen. América, dada su particular posición, puede aportar a la Cultura la novedad de sus experiencias todavía no explotadas. De aquí que sea menester que diga al mundo su verdad, pero una verdad sin pretensiones, una verdad sincera. Cuantas menos pretensiones tenga será más sincera y más propia. América no debe pretender erigirse en directora de la Cultura de Occidente, lo que debe pretender es hacer pura y simplemente Cultura. Y esto se hace tratando de resolver los problemas que se le planteen desde su propio punto de vista, el americano.

América y Europa se encontrarán después de esta crisis en situaciones semejantes. Ambas tendrán que resolver el mismo problema: el de qué forma de vida deberán adoptar frente a las nuevas circunstancias que se presenten. Ambas tendrán que continuar la tarea de la Cultura Universal que ha sido interrumpida, pero con la diferencia de que esta vez América no podrá seguir manteniéndose a la sombra de lo que Europa vaya realizando, porque ahora no hay sombra, no hay lugar donde apoyarse. Por el contrario, es América la que se encuentra en un momento privilegiado que acaso no dure mucho, pero que debe ser aprovechado para iniciar la tarea que le corresponde como miembro ya adulto de la Cultura Occidental.

Una filosofía americana deberá iniciar esta su tarea que consiste en buscar los valores que sirvan de base a un futuro tipo de Cultura. Y esta su labor tendrá como finalidad la de salvaguardar la esencia humana, aquello por lo cual un hombre es un hombre. El hombre es por esencia individuo a la vez que conviviente; de aquí que sea menester guardar el equilibrio entre estos dos componentes de su esencia. Es este equilibrio el que ha sido alterado llevando al hombre hacia sus extremos: Individualismo hasta la anarquía y una sociabilidad tan estrecha que se ha transformado en masa. De aquí que sea menester encontrar valores que hagan posible la convivencia sin menoscabo de la individualidad.

Esta tarea de tipo universal y no simplemente americano, tendrá que ser el supremo afán de esta nuestra posible filosofía. Esta nuestra filosofía no debe limitarse a los problemas propiamente americanos, a los de su circunstancia, sino a los de esa circunstancia más amplia, en la cual también estamos insertos como hombres que somos, llamada Humanidad. No basta querer alcanzar una verdad americana, sino tratar de alcanzar una verdad válida para todos los hombres, aunque de hecho no sea lograda. No hay que considerar lo americano como fin en sí, sino como límite de un fin más amplio. De aquí la razón por la cual todo intento de hacer filosofía americana con la sola pretensión de que sea americana, tendrá que fracasar. Hay que intentar hacer pura y simplemente Filosofía, que lo americano se dará por añadidura. Bastará que sean americanos los que filosofen para que la filosofía sea americana a pesar del intento de despersonalización de los mismos. Si se intenta lo contrario, lo que menos se hará será filosofía.

Al intentar resolver los problemas del hombre cualquiera que sea su situación en el espacio o en el tiempo, tendremos que partir necesariamente de nosotros mismos como hombres que somos; tendremos que partir de nuestras circunstancias, de nuestros límites, de nuestro ser americanos; al igual que el griego ha partido de una circunstancia llamada Grecia. Pero al igual que él, no podemos limitarnos a quedarnos en tal circunstancia, si nos quedamos será a pesar nuestro, y haremos filosofía americana como el griego ha hecho filosofía griega a pesar suyo.

Sólo partiendo de estos supuestos podemos cumplir nuestra misión en el conjunto de la Cultura Universal, colaborando en ella conscientes de nuestras capacidades y de nuestras incapacidades. Conscientes de nuestro alcance como miembros de esa comunidad cultural llamada Humanidad, y de nuestros límites como hijos de una circunstancia, que nos es propia y a la cual debemos nuestra personalidad, llamada América.

——

{1} Alfonso Reyes: Notas sobre la inteligencia americana. Revista Sur. Núm. 24. Septiembre de 1936. Buenos Aires.

{2} Opus. cit.

Fuente de la reseña:  http://www.filosofia.org/hem/194/ca03p063.htm

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