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África: Literatura por Los Africanos En La Diáspora Puede Ayudar a Crear Narrativas Alternativas

 www.theconversation.com/Por: Aretha Phiri/Junio 26, 2016 3.53pm SAST

Resumen:

Se hace referencia a  que el escritor de Ghana y célebre académico no tiene tiempo para»Afropolitans». Es una noción este expresó  que, Afropolitans son una generación actual y cosmopolita de «africanos del mundo». En este sentido Aidoo cree que Afropolitanism es «evidencia de odio a sí mismo». Sus defensores, que cobra, lo utilizan como un «apodo de lujo» que trata «para enmascarar el terror asociado con África». En Sudáfrica, un aspecto crucial y complejo de este proceso es una llamada a africanizar planes de estudios universitarios. Un elemento de esta «africanización» implico debate que evalúa el valor de la literatura contemporánea escrita por africanos que viven en la diáspora. Sus críticos se quejan de que la literatura Afrodiasporic actual no está en sintonía con la vida cotidiana en el continente. Ellos ven sus versiones de África, higienizado y occidentalizadas. Más allá de las fronteras nacionales y la Universidad de Rhode en Grahamstown, Sudáfrica, organizó recientemente una conferencia en la que se refería a los académicos se reunieron para examinar de nuevo las ideas establecidas sobre la literatura y la filosofía africana. Flujo cultural global. Existimos en un momento de profunda flujo cultural global. En este contexto, las lecturas inflexibles e insulares de ambos África y los africanos no interpretan adecuadamente la diversidad y complejidad de sus propias realidades subjetivas. Reinterpretación de la literatura mundana Afrodiasporic contemporánea de África y los africanos presenta visiones con imaginación incluido. Su capacidad de respuesta a la A-jamás ‘s cambio de contextos y realidades, se ha comprometido a revelar lo que el autor Ben Okri  las «esquinas extrañas de lo que significa ser humano».

Fuente: https://theconversation.com/literature-by-africans-in-the-diaspora-can-help-create-alternative-narratives-60941

 

 

 

 

Africa. Literature by Africans in the diaspora can help create alternative narratives

By: Aretha Phiri

Lecturer in English, Rhodes University

June 26, 2016 3.53pm SAST

Celebrated Ghanaian writer and academic Ama Ata Aidoo has no time for “Afropolitans”. This is a notion popularised by the self-described “multi-local” author Taiye Selasi. Afropolitans are a current, cosmopolitan generation of “Africans of the world”.

But Aidoo believes that Afropolitanism is “evidence of self-hatred”. Its proponents, she charges, use it as a “fancy moniker” that tries “to mask the terror associated with Africa”.

Her objections speak to widespread, global calls for the decolonisation of institutionalised cultures. This is of particular interest to university communities at large right now. In South Africa, one crucial and complex aspect of this process is a call to Africanise university curricula. This is certainly necessary. But, as ongoing debates around African literature reveal, it must be done cautiously.

One element of this “Africanisation” debate involes assessing the value of contemporary literature written by Africans who live in the diaspora. Its critics complain that current Afrodiasporic literature is not in tune with everyday life on the continent. They see its versions of Africa as sanitised and Westernised.

I disagree. These works take students beyond their national and personal borders. This is crucial in these times of global cultural flux.

Beyond national and personal borders

The notion that contemporary Afrodiasporic fiction is socially and culturally inapplicable is typically couched in racialised and nativist interpretations about what is or who isn’t African. This highlights the ideologically safe and unimaginative spaces that many still occupy. It also reveals something about how deeply ingrained colonising structures are.

The question of who writes, and what is written, about Africa is both pre- and over-determined. The emphasis on ethnic and cultural distinctiveness risks reestablishing exclusionary inter- and intra-racial hierarchies.

Contemporary black African writers in the diaspora are contesting precisely this imposition of culturally representative literature. Some examples include Maaza Mengiste’s cynical article “What makes a ‘real African’?” and Binyavanga Wainaina’s sarcastic instructions on “How to write about Africa”. Chimamanda Ngozi Adichie’s novel, “Americanah”, is a fictive caution about an issue she first raised in her 2009 TED Talk, “The Danger of a Single Story”.

As novels such as Selasi’s “Ghana Must Go” reveal, contemporary Afrodiasporic writing expresses less explicitly politicised, ambiguous versions and visions of Africa and the African diaspora. In doing so, it transgresses what Helon Habila describes as “pass-laws” that seek to restrict where “African literature can go”.

No need to reinvent the wheel

Rhodes University in Grahamstown, South Africa, recently organised a conference at which concerned scholars gathered to reexamine established ideas about African literature and philosophy.

We weren’t trying to reinvent the wheel. This issue is not new, after all. The first African Writers’ Conference was held at Uganda’s Makerere University in 1962. There, scholars debated the significance and place of African literature written in English for nation states on the cusp of independence. More than five decades on, the conference offers valuable lessons to universities trying to critically reconceptualise educational curricula for post-colonial subjects.

But the wheel must be modified. It needs to reflect and engage South Africa’s own post-traumatic, post-apartheid landscape. In this respect, two recurring challenges emerge: first, what exactly is (black) Africa(n) in this fragile, shifting global village? Second, how does a university “Africanise” its curricula in the face of different ideologies and realities?

Global cultural flux

I teach contemporary Afrodiasporic literature to undergraduate students. In my experience, these works speak to their encounters with subjectivities beyond their national and personal borders. We exist in a time of profound global cultural flux. Against this backdrop, inflexible and insular readings of both Africa and Africans do not adequately interpret the diversity and complexity of their own subjective realities.

Contemporary Afrodiasporic literature’s worldly reinterpretation of Africa and Africans presents imaginatively inclusive visions. In its responsiveness to ever-shifting contexts and realities, it is committed to revealing what author Ben Okri calls the “strange corners of what it means to be human”.

Universities envisaging getting closer to what writer Ngũgĩ wa Thiong’o called “decolonising the mind” could stand to take current Afrodiasporic literature seriously. These works can help in the push to realise genuinely transformed, revitalised and reflective, alternative narratives of África.

Fuente: https://theconversation.com/literature-by-africans-in-the-diaspora-can-help-create-alternative-narratives-60941

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Argentina. Entrevista a Chelo Candia : lucha, memoria y tinta china

por: Gastor Spur

Domingo 26 de junio

A principios de junio salió POW! 20 años de historieta social y política, un libro de historietas e ilustraciones a color que narran los últimos veinte años de la historia argentina de manera crítica.

Marcelo «Chelo» Candia, nacido en Allen, actualmente reside en Fiske Menuco (General Roca) en el valle manzanero de Río Negro, es un autor de historietas que presentó a principios de junio su nuevo libro POW! 20 años de historieta social y política, editado por Maten al Mensajero, actualmente en venta en el sitio de la editorial.

Dialogamos con Candia para que nos cuente de este libro y de otras obras suyas.

Me gustaría que te presentes vos como artista, sos conocido como historietista, muralista, poeta, locutor y escritor.

Desde chico, a partir de los 18 años me empezaron a decir Chelo, que coincide con mis estudios universitarios y de ahí quedé Chelo Candia, y en esos años comencé incluso a firmar como Chelo. Soy historietista, básicamente dibujante. Empecé a dibujar desde muy chico, desde la edad en la que todos empezamos a dibujar y nunca dejé de hacerlo, lo que me hace dibujante. Cuando aprendí a leer me gustó la historieta también, como medio de comunicación sobre todo. Eso me define a mí, yo creo que el dibujo y la historieta son medios de comunicación y una forma de establecer una comunicación, una forma de dar un mensaje a alguien.

Puede decirse que también que soy muralista. También tiene que ver mucho el hecho de buscar distintas formas de comunicarme y de encontrar nuevos medios de comunicación y el muralismo es uno de ellos. Así que se podría decir que soy dibujante, historietista y muralista. Capaz definiría mejor decir que soy comunicador y que utilizo esos medios para hacer llegar un mensaje a la gente.

Ya tenés dos libros publicados, dos historietas. La primera es Rigor Mortis, una historieta de humor negro protagonizada por la misma muerte.

Sí , ese fue mi primer libro con la editorial La Duendes que publiqué primero en un blog, el blog de Historieta Patagónica(HP) y luego lo reunimos en un libro que salió en el 2009. Un libro que empecé a hacer pensando en mi propia muerte. Digamos que uno cuando llega a los cuarenta años, normalmente, se empieza a preguntar sobre la muerte, se empieza a morir gente conocida, amigos. Uno empieza a tener algunos pensamientos extraños con respecto a la muerte. Uno va al médico, se hace un chequeo para ver cómo anda su corazón, cómo anda de colesterol. Bueno, yo a esa edad me puse a hacer historieta, a sacarme la historia de la muerte de mi cabeza y reírme de ella o con ella. Y entonces empecé a hacer chistes o incluso reflexiones acerca de la muerte, todo lo que se me ocurrió alrededor de ella y lo metí en esa serie. Todo lo que se me ocurrió tiene que ver con chistes estúpidos y humor negro, reflexiones, todo acerca de la muerte, lo reuní en ese libro que se puede considerar de humor gráfico más que de historieta y se llamó Rigor Mortis y ese fue mi primer libro.

Rigor Mortis

Después sacaste El Bondi, un policial negro que transcurre arriba de un colectivo.

A mí me gusta mucho el policial negro, me encanta verlo en cine y leerlo, pero sobre todo verlo en cine. Cuando salió el libro de Rigor Mortis, sentí que ya no tenía más nada que decir sobre el tema de la muerte y me dije me voy a meter con algo que a mí me gusta mucho, que es un policial negro. Entonces lo fui construyendo lunes a lunes, una página por lunes, durante el 2010 en el blog de HP. Construyendo una historia que no sabía cómo iba a terminar y casi, a veces, no sabía cómo seguía la próxima página, entonces me hacía unos desafíos a mí mismo, de terminar la página y la última viñeta de esa página, terminarla de una forma que me pedía a mí mismo: cómo voy a resolver, cómo voy a seguir esto. Entonces el sábado o el domingo, que yo utilizaba para hacer esa página para ser publicada el lunes, me metía en la historia y me decía :¿ A ver cómo lo resuelvo, cómo lo resuelvo? y ¡Tun! lo resolvía. Y cada página de esa historieta tiene un gancho para la siguiente porque yo tenía que mantener a un lector enganchado durante una semana. Al publicarse todo eso en el libro, el gancho es sólo de página a página, entonces es una historia que la leés bastante rápido, porque está pensada para enganchar de página a página. Bueno en algunos casos funciona, la mayoría que lo ha leído dice que sí, que funciona y que es de lectura rápida. La fui siguiendo dándole mucha pelota a los comentarios de los lectores del blog, y algunos arriesgaban cómo iba a seguir la próxima semana la historia y yo obviamente, cambiaba eso. Si me decía «seguramente va a haber un choque», yo no hacía un choque y me tomaba el desafío de tratar de cambiar y que nadie de los comentaristas adivine cómo iba a continuar esa historia. Imaginate, se armó un bolonqui de líneas argumentales que yo al principio no sabía cómo iba a terminar y así terminó en un libro con varios giros en el argumento en donde vos creés que va a pasar una cosa y pasa otra. Por lo menos es lo que intenté hacer, y contada desde varios puntos de vistas de los personajes que están dentro de ese colectivo( es un robo en un colectivo que sale mal). Y se arma lío, tiros, sangre, muerte … mueren todos, o casi todos. Desde la primer página sabés que mueren todos, lo que no sabés es cómo mueren y por qué. Entonces eso es lo que fui construyendo lunes a lunes, y que luego quedó en un libro que se llama El Bondi también editado por la editorial La Duendes.

El Bondi

POW!

Ahora quisiera que me cuentes sobre POW!, el libro que estás sacando con la editorial Maten al Mensajero.

POW! es una onomatopeya del sonido de un bombo, de cuando le pegamos a un bombo. Mientras yo hacía Rigor Mortis, hacía El Bondi y trabajaba para algunas pequeñas revistas de aquí, locales, regionales haciendo historietas. Mientras tanto, yo hacía otras historietas, que eran un poco con las que empecé. Eran historietas de corte social y político. Por eso el libro se llama POW! 20 años de historieta social y política, porque así un poco empecé yo en los 90 haciendo historietas que tenían que ver con denuncias, con cuestiones que tiene que ver con la injusticia, historietas de la dictadura, historietas que hablaban de las Madres de Plaza de Mayo, de los Nietos, historietas que hablan del SIDA, de la discriminación, de los chicos de la calle, muchas que tenían que ver con derechos humanos. Eran historietas cortas, de una página que se publicaban en muchos lugares o giraban por internet, cuando existió internet. Pero al principio yo las exponía en los pasillos de la universidad, yo estudié comunicación social, entonces cuando se hacían actividades universitarias, iba con mis historietas, en muchos casos iba con los originales, los pegaba en cartones y los colgaba en tendales con broches, todas pensadas para la persona que va caminando por un pasillo. A veces íbamos a las plazas o a algún recital de rock y yo atrás iba con mis historietas y las colgaba en hilos, en los árboles y en general eran historietas pensadas de una o dos páginas, pero sobre todo de una página con pocas viñetas, con un mensaje contundente o yo al menos intentaba que así lo sea, para que vos pases, la leas rápido, te vayas y te quede. Eran historietas pensadas para el ojo que pasa, y todo eso, como no había mucha posibilidad de publicar aquí en donde vivo Fiske Menuco (General Roca), entonces yo exponía, hacía historietas para exponer más que para publicar en una revista. Todo ese trabajo es lo que este libro reúne. Durante veinte años y de un poquito más, hay algunas de los 90, firmadas en los 90, dejé la firma para que se vea la diferencia de estilo, de dibujo, los mensajes, hasta el año pasado.

Hay una que es muy famosa que por ahí circuló mucho, una historieta que se llama «¡Griten!» por Julio López. Hay una de las Madres de Plaza de Mayo, donde una madre baila con alguien que vos todavía no sabés y que al final te das cuenta que es un desaparecido que está bailando con su mamá. Hay historietas sobre Carlos Fuentealba cuando fue asesinado, historietas por Daniel Solano, un trabajador golondrina, un trabajador que vino a Río Negro y que fué asesinado por la policía. Su papá está esperando que le den el cadáver de su hijo. Hugo Alberto está ahí acampando en Choele Choel, hoy mismo lo está haciendo, hace unos cuantos años, bueno hay una historieta de Hugo Alberto. Hay mucho que tiene que ver con este tipo de temática fuerte, de injusticias, de gatillo fácil. Todo eso está reunido en este libro pesadito, digamos de lectura pesada, pero necesaria, me parece, sobre todo este año.

El mural en homenaje a Carlos Fuentealba y la censura

El caso de Daniel Solano y el caso de Carlos Fuentealba, son casos que sucedieron allí en la zona del valle de Río Negro y Neuquén. Me gustaría que cuentes un poco la historia del mural de Carlos Fuentealba, ¿lo hiciste y te lo taparon?

Bueno la historia nace de una historieta, que justamente está publicada en este libro POW!, que la hice cuando los docentes estaban cortando el puente(Neuquén) cuando Carlos todavía no sabíamos si iba a morir o no, fue tan ahí, tan sobre el filo de la situación, que realmente apabulla. A mí me dio mucha bronca, es una historieta que si vos la lees, casi ni es una historieta. Es un vómito. Es una lámina así, está Carlos con la cabeza explotándole, una cosa muy fuerte, lo sentí así, lo hice y lo eché a rodar por las redes sociales, en realidad por mail, porque en ese momento las redes sociales no estaban, no las utilizábamos. Y fue ese día, fue un viernes, un viernes santo, los docentes cortando el puente y yo no pudiendo ir al puente, escuchando por radio me puse a hacer eso, que me salió así. Y es una historieta bastante fuerte, por la imagen, que no es un homenaje a Carlos sino que es el asesinato a Carlos hecho en historieta, y es lo que se me ocurrió en ese momento. Por ahí ahora haría otra cosa pero en ese momento salió ¡Púm! y lo eché a rodar, incluso no había fotos de Carlos, no sabía cómo era Carlos, no lo conocía, me puse a buscar para ver cómo era, para dibujarlo y no había fotos de Carlos Fuentealba y lo único que encuentro, mirá vos cómo es la paradoja, un video que estaba publicando TN, que creo yo que fueron los primeros que tuvieron acceso, no sé por qué, ni cómo, a un video en donde había una foto de él, que es la foto que todos conocemos hoy, pero que en ese momento era la única que había en la red y porque fue a los dos días hacía que había pasado. Entonces yo ahí dibujé eso, con la foto que encontré, la hice y finalmente fue la foto que todos conocemos, la de barbita. Está Carlos ahí, una foto bastante oscura, que es la fotos que todos conocemos, la que empezó a circular.

Hice esa historieta, bueno salió, se leyó y me llaman de la Comisión Carlos Presente (CoCaPre) de San Martín de los Andes y me dicen :»¿ Cómo podemos hacer esa historieta pero en un mural?» Eso es el mural, un mural pintado en frente a la municipalidad de San Marín de los Andes y es el mural en donde está Carlos, con su cabeza que explota pero en este caso salen flores y pinceles y mucha lucha a partir de este asesinato tan terrible y bueno, hice ese mural que nació de la historieta y luego manos anónimas lo pintaron, lo blanquearon todo, porque no se dijo nunca quienes fueron, pero yo supongo que eran sobichistas, a oscuras, en la clandestinidad, al otro día apareció totalmente blanqueado. La CoCaPre de ahí me avisa y yo les digo» vamos a hacerlo de nuevo» y lo hicimos de nuevo, lo pintamos y quedó mucho mejor. Porque el primero lo habíamos hecho con mucha bronca, era un mural muy oscuro y que estábamos alejados un poco del suceso en sí y ya con Poblete preso, el que disparó y en la búsqueda de que estén presos todos, incluso Sobich(ex gobernador de Neuquén ), el autor intelectual de todo esto, entonces el mural salió de otra forma, salió mejor, más lindo, más colorido y es ese el que aún hoy está ahí, solamente un poco descascarado por la acción del tiempo pero no por la acción de ningún maldito que quiera borrar la memoria, el mural todavía está, seguramente lo vamos a restaurar dentro de poco. Así fueron como todos estos sucesos, que nacen a partir de esa historieta que te cuento que hice aquella vez, con mucha bronca.

Julio Lopéz y el eternauta

La historieta de Julio López salió al poco tiempo de que desapareció. Con el tiempo se ha ido viralizando y se ha convertido en un panfleto, en un ícono de lo que fue esta desaparición en democracia, y lo he visto transformado en afiches, en grafitis, creo que vos mismo dijiste que lo hicieron en murales otros artistas.

Sí, hay un mural en La Plata, hay otro mural en Mar del Plata de los que sé. Hay alguno ahí donde nació Julio, en Ensenada, creo que es. Se ha transformado en muchas cosas esa historieta.

La historieta del eternauta que viene a buscar a Oesterheld. ¿Está incluido en el libro?

La historieta de Oesterheld en la cual Salvo (el eternauta) lo viene a buscar a Oesterheld, eludiendo la muerte de Oesterheld, y le dice que no va a morir nunca mientras él esté vivo, una obviedad me parece:, mientras recordemos al eternauta, Oesterheld va a estar vivo ahí en su obra. Esta historieta se coló un poco en este libro POW!, en realidad se coló en el libro Rigor Mortis, porque es una historieta que yo siento que está más cómoda en este libro, en el cual reúne todo lo que yo fui haciendo durante estos veinte años que tenían que ver con la historieta social y política, básicamente derechos humanos, momentos de dictadura y desaparecidos. Yo digo que se coló en Rigor Mortis pero que ahora está más cómoda aquí, junto a otras historietas que tienen que ver con la dictadura militar que vivimos en este país.

Ojalá que se venda bien el libro porque está bueno, está interesante.

Este es el libro que yo siempre quise sacar, el libro que yo quería, reunir todo en una cajita y que quede y luego seguir para adelante. Porque hay muchos proyectos con esta editorial, ellos me pidieron un libro, y yo le dije primero lo que quiero editar es esto, lo viejo mío para que quede junto en un lugar y después vamos para adelante. Yo estoy publicando una historieta en la revista Maten al Mensajero, que se llama El bar de la mesa 3, que seguramente saldrá el libro más adelante.


Chelo Candia es un autor de historieta que ha sabido transcender los límites de la región Patagónica y ha sabido tratar la tématica social y política Argentina y Latinoamerica como pocos, en su estilo reúne la crudeza de Roberto Arlt, la dureza y la urgencia periodística de Rodolfo Walsh , la potencia narrativa e imaginativa de Germán Oesterheld junto a un dibujo que bebe tinta china a litros y reconoce la influencia de Alberto Breccia y Solano López. También logra sacar la belleza del dolor y la muerte a través de la poesía, pequeños descanso dentro de un libro de historietas duras y ásperas, pero necesarias. Un combo que sacude con fuerza y muestra sin tapujos la historia de injusticias sociales y políticas de los últimos veinte años en la Argentina.

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Libro: Pobreza, ambiente y cambio climático

Colección CLACSO-CROP.
ISBN 978-987-1891-40-5
CLACSO.
Buenos Aires.
Marzo de 2013

El llamado a un análisis integral de las relaciones entre las sociedades y el cambio climático, planteado en todos los textos, se corresponde con el hecho de que el ambiente es el resultado de las interacciones entre los sistemas sociales y los naturales a lo largo del tiempo y que, por lo mismo, la aspiración a un ambiente distinto nos remite por necesidad a la construcción de sociedades diferentes. Trascender el venerable ordenamiento del conocer en las esferas separadas de lo social, lo natural y lo cultural, asumir la necesidad de encarar a la humanidad como especie en una naturaleza humanizada por el trabajo de la especie que somos es el desafío mayor de la reforma cultural y moral que reclama nuestro tiempo. Esta compilación ofrece algunas respuestas a ese reto. De la Presentación de Guillermo Castro

fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=760&campo=titulo&texto=ambiente

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Venezuela: Poetas internacionales exaltan la palabra como herramienta de educación

Noticias

26 de Junio 2016

 

Este domingo se inauguró la décima tercera edición del Festival Mundial de Poesía, en Coro, capital de Falcón, en el que poetas internacionales exaltaron el uso de esta herramienta artística como un mecanismo de formación y educación de los pueblos.

Samuel Bossini, poeta argentino invitado, precisó que la poesía es un vínculo afectivo del ser humano.”La poesía es una vocación es una arma de educación, de transformar al mundo”, expreso.

Para el argentino, todas las expresiones artísticas “trabajan muy bien en medio de la crisis”, apunto.

Sobre los aportes de la poesía a la coyuntura nacional, también opinó y refirió que “estamos en el proceso de creación de una nación, la crisis la viven quienes no tienen procesos, los que tenemos procesos construimos naciones en medio de las transformaciones. El arte participa en todo eso, en el caso de la poesía acompaña estos procesos, porque la poesía nunca está en crisis “, concluyo.

Bossini, nacido en 1957 en Santiago del Estero, Argentina, ha participado desde 1992 en importantes encuentros con textos propios como el III Festival de Poesía de Rosario, el Festival Internacional de Poesía de Medellin y otros tantos encuentros artísticos.

La gala inaugural del decimo tercero Festival de Poesía, en Falcón, se celebró este domingo en la Casa del Sol de Coro, en la zona patrimonial de la capital falconiana, a cargo de la presidenta de la Casa del Artista, Lisett Torres.

En la apertura del evento los poetas invitados, entre ellos el argentino Samuel Bossini y la peruana Denisse Vega e invitados nacionales de la talla de Magda Sivira, debatieron en conversatorio acerca de La Poesía como instrumento de lucha de los pueblos.

La programación del festival se extenderá desde el Centro Histórico de Coro a comunidades organizadas, bases de misiones, plazas, universidades y diferentes espacios. Culminará el sábado 2 de julio con el encuentro de escritores falconianos en la Casa del Sol.

Fuente: http://rnv.gob.ve/poetas-internacionales-exaltan-la-palabra-como-herramienta-de-educacion/

Fuente: Imagen RNV/

 

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Venezuela: Italia se rindió ante el Sistema de Orquestas

América del Sur/Venezuela/26 Junio 2016/Fuente y Autor: Correo del Orinoco

Entre los actos realizados se tocó el tema Cuando la música cambia la vida: conocer e interactuar con el Sistema Abreu

Como parte de las actividades realizadas por la Fiesta Europea de la Música 2016, Italia rindió honores a la labor desempeñada por el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, dirigida por el José Antonio Abreu.

En la sede del Senado italiano, ubicada en Roma, representantes políticos y culturales se dieron cita bajo el tema Cuando la música cambia la vida: conocer e interactuar con el Sistema Abreu, título que reconoció también al maestro Abreu, quien con su gestión y apoyo del Estado ha logrado convertir el Sistema en un referente internacional.

Durante el evento, el presidente del ente legislativo, Pietro Grasso, exaltó el valor de la música y la labor del sistema de orquestas como un medio fundamental para contribuir con el desarrollo de las sociedades, refirió nota de prensa de la embajada venezolana en Italia.

Por su parte, Alejandra Abbado, hija del maestro Claudio Abbado, destacó el sentido de identidad y solidaridad que promueve la música, valores que considera han sido base para la tarea de Abreu.

“Si la educación y la cultura es la base de aquello que somos, la música nos permite cambiar la sociedad. No existe el color diverso de la piel, existe solo la voz, que se une a todas las voces, al sonido y a un único canto sobre la unidad y la soberanía” expresó Alejandra Abbado, citada por el boletín.

El Sistema es un programa impulsado por el músico venezolano José Antonio Abreu, desde 1975, con el principio de acercar a niños y jóvenes del país en la ejecución de la música académica. Hoy atiende a más de 787.189 niños y jóvenes, a través de las 1.681 orquestas juveniles, infantiles y pre-infantiles; 166 agrupaciones del Programa Alma Llanera; 1.389 coros infantiles y juveniles; 1.983 agrupaciones de iniciación musical, para lo cual se cuenta con un personal docente de más de 10.000 profesores en los 24 estados de Venezuela.

El impacto social y cultura ha sido importante, además si se considera incluye a niños y jóvenes de zonas precarias. Esta labor ha sido reconocida por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), instancia que este año le renovó la distinción de Embajador de la Unicef al ente musical.

Fuente de la noticia: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/italia-se-rindio-ante-sistema-orquestas-venezuela/

Fuente de la imagen: http://www.correodelorinoco.gob.ve/wp-content/uploads/2016/06/Sistema-Orquesta-de-Venezuela.jpg

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Entrevista a Edgardo Álvarez:“Es necesario visibilizar en los estudiantes, la dimensión de ciudadano»

26 Junio 2016/Fuente y Autor: Revistadocencia

Edgardo Álvarez : Sociólogo, Planificador Social y Educador Popular. Desde 1996 es Investigador del Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE). Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo de Educación Popular de América Latina y El Caribe (CEAAL). Cuenta con diversas publicaciones sobre educación y desarrollo, escuela y comunidad, educación popular, educación de jóvenes y adultos, violencias urbanas y derecho a la educación, convivencia y ciudadanías.

La diversidad de las culturas juveniles y la generalmente homogeneizadora cultura escolar parecen dos mundos opuestos. Sin embargo, una escuela que aspira a formar ciudadanos activos y comprometidos necesita reconocer las propias formas de organización y participación de los jóvenes, a través de las cuales construyen una mirada crítica hacia la sociedad y articulan sus propuestas y demandas. Sobre la amplitud de estos desafíos en el marco de la nueva política de formación ciudadana, conversamos con Edgardo Álvarez, educador popular e investigador.

A partir de su larga experiencia de trabajo con organizaciones juveniles comunitarias, ¿qué opina de este diagnóstico que se repite acerca de una baja participación juvenil frente a lo político?

No lo comparto, creo que es un diagnóstico construido en oficina, que se hace sobre una estigmatización del mundo juvenil, es un diagnóstico que tiende a homogeneizar y no ver la diversidad que tienen las culturas juveniles. Una mirada muy “ochentera”, digo yo, porque en la década de los ochenta, en dictadura, si hay algo que se hizo, fue homogeneizar el mundo juvenil, cuando ese mundo es todo lo contrario. Esto genera una fuerte tensión en la escuela; mientras la cultura juvenil es diversidad, la cultura escolar es precisamente homogeneidad.

Lo que hacen los jóvenes en su territorio, en su espacio, son construcciones de ciudadanía autónoma, autogestionada, que tienen que ver con una noción de la ciudadanía que va más allá de un enfoque cognitivo sobre ciertos contenidos jurídicos, es decir, no estamos hablando de educación cívica, estamos hablando de una noción de ciudadanía mucho mayor. En las comunidades ves colectivos de jóvenes absolutamente movilizados, articulados, pero por fuera de este sistema político del cual desconfían y que está completamente desacreditado para ellos. No olvidemos que nosotros tenemos como país una deuda histórica con los jóvenes, porque hemos construido una noción de participación social bastante ficticia, bastante simbólica. No hemos construido políticas públicas desde las prácticas, experiencias y acumulados que tienen los jóvenes, sino que se les invita a participar con restricciones, con programas y proyectos que no promueven, sino que contienen, o se les invita cuando ya está todo decidido previamente.

Los jóvenes tienen nociones de construcción de democracia y de ciudadanía que se desprenden de una epistemología mucho más crítica; ellos tienen una visión, Chile les interesa (ese es precisamente el título de nuestro proyecto1, que tiene que ver con reivindicar la mirada política que tienen los jóvenes del país), es decir, ellos tienen narrativas, tienen imaginarios sobre el Chile que les gustaría construir y vivir. Y esa mirada, claro que es contrahegemónica y por lo tanto aparece en una marginalidad, no solamente territorial, sino también marginal desde el plano de las ideas. En definitiva, la exclusión no solo es territorial y socioeconómica, también es política.

Al respecto, quizás sería atingente hacer la distinción entre “la política” y “lo político”. Para estas culturas juveniles de organización comunitaria, ¿qué es lo político?

Para ellos lo político es entendido como acción colectiva destinada a la construcción de una capacidad local, esa es la acción política que realizan en sus territorios y por eso yo la asimilo mucho a esta idea de la dimensión política que tienen los movimientos sociales y las ciudadanías activas, que no es la que tiene el sistema político de representación tradicional, a través de los partidos, por ejemplo. Ellos tienen militancia activa en colectivos y movimientos sociales, en los cuales lo político tiene que ver con una acción concreta que tiene objetivos colectivos y que está orientada a la construcción de una capacidad local.

Para los jóvenes lo político es entendido como acción colectiva destinada a la construcción de una capacidad local, esa es la acción política que realizan en sus territorios.

¿A qué se refiere con capacidad local?

La capacidad local son aquellas habilidades, conocimientos, destrezas, competencias, que tienen las comunidades en el plano político, administrativo, territorial, para gestionar y efectivamente mejorar sus condiciones de vida; y esa capacidad local que se va construyendo es la que te permite entrar en diálogo con otros actores, sociales y políticos, con los cuales hay que interactuar. Entonces, cuando los jóvenes se entienden con el municipio, por ejemplo, se entienden desde una dimensión territorial y autónoma muy potente; al contrario, ¿cuál es la oferta de los municipios para los jóvenes? Los típicos talleres, una oferta muy limitada y vinculada al uso del tiempo libre, pero que no recoge efectivamente un sentido político de lo que es la participación social real que tienen los jóvenes en sus comunidades y en sus territorios.

Estamos en un escenario en que debemos replantearnos la relación entre lo social y lo político, eso es un elemento sustantivo para poder incluso pensar el diseño de políticas públicas, porque si no, seguimos teniendo un actor invisibilizado como han sido los jóvenes, que en términos de política pública tienen un bajo estatus. El tema juventud, desde la política pública, es una de las mejores expresiones de intersectorialidad, pues permite realizar política pública hacia los jóvenes desde un arco de organismos que van desde el Ministerio de Educación hasta el del Trabajo. Sin embargo, por ejemplo, el Instituto Nacional de la Juventud es muy débil, hay que ser honestos, no es una instancia institucional que pueda articular mesas ministeriales para poder accionar desde la intersectorialidad y la especificidad del mundo de los jóvenes.

Entonces, no solo desde el Estado, también desde la sociedad civil, desde el mundo de la investigación y de las organizaciones no gubernamentales, es un desafío replantearse los modelos de articulación con los movimientos sociales, con la comunidad y con las ciudadanías activas, es un desafío entrar en este mundo porque la desconfianza y la falta de credibilidad es hacia la institucionalidad en general, los jóvenes no solamente desconfían del Gobierno.

Para estas formas de organización juvenil, ¿qué sería la ciudadanía?

Cuando empiezas a explorar en las comunidades te encuentras con un sinnúmero de esfuerzos y de experiencias que despliegan ciudadanías de manera muy potente. Yo diría que los ejes de esa construcción de ciudadanía entre las organizaciones comunitarias juveniles tienen que ver con autonomía, identidad, gestión territorial, proyecto de vida y lazos afectivos. Esas cinco ideas centrales sostienen las experiencias que hemos sistematizado.

Los ejes de esa construcción de ciudadanía entre las organizaciones comunitarias juveniles tienen que ver con autonomía, identidad, gestión territorial, proyecto de vida y lazos afectivos.

Entonces, cuando hablo de ciudadanía, estoy hablando de la capacidad que tienen los jóvenes de apropiarse de su realidad, de apropiarse de su entorno y transformarlo. Tú no puedes incidir en la política pública si no lo haces en tu territorio, los profesores no pueden incidir solamente en la política pública educativa si no son capaces de transformar los proyectos educativos en su escuela, y es lo mismo que sucede con los jóvenes, ellos/as inciden políticamente transformando los contextos en los cuales se desenvuelven. Es una política que se hace desde lo cotidiano, de manera colectiva.

¿Qué tipo de prácticas de construcción ciudadana desde la juventud ha investigado usted?

Actualmente, estamos sistematizando cinco experiencias de trabajo juvenil colectivo en sectores populares con un fuerte componente de autonomía y de historia barrial. En Peñalolén, principalmente en Lo Hermida, tomamos tres experiencias de jóvenes: las “Kolor Crew”, un grupo de chicas que bailan caporal (bailes nortinos) y preparan carnavales, murgas y batucadas, pero fundamentalmente bailan, y su apuesta es recoger el mundo cultural de los carnavales. Ahí mismo en Lo Hermida, una segunda experiencia que estamos acompañando son “Los maestros del subsuelo”, bailarines de break dance, de baile callejero. Y la tercera es un colectivo de cultura hip-hop con una fuerte apuesta artística y política a la vez. Ahí hay un claro ejemplo de que ellos tienen posiciones políticas, porque cuando escuchas sus letras hablan de lo cotidiano, del país, de la sociedad chilena, con una mirada no solo crítica, sino también bastante propositiva.

Además, en La Pintana, nos encontramos sistematizando dos experiencias, una del sector nororiente, Santo Tomás, donde estamos acompañando –en esta idea de buscar ciertas diversidades de experiencias juveniles– al “Grupo Yaganes”, un colectivo de jóvenes que juegan básquetbol con una mirada muy interesante de lo que significa el espacio público para el desarrollo comunitario. La última experiencia es en El Castillo, La Pintana, un sector histórico hacia el suroriente de la comuna, y se trata de un colectivo de rap que se llaman LSD, con una propuesta cultural y social que expresan en sus composiciones musicales.

Lo interesante de las cinco experiencias, es que tienen una posición política, que se expresa en su mirada sobre cómo gestionar los espacios públicos y cómo ellos entienden su posicionamiento en el espacio público desde el punto de vista de la construcción de esta ciudadanía.

Ahora, considerando estos aspectos que caracterizan las prácticas de lo político en las organizaciones comunitarias juveniles, ¿cómo se relacionan con la cultura escolar o cómo la interpelan?

Yo creo que el problema es que no hay relación, es decir, lo que ha hecho la escuela durante los últimos años es hacer educación a espaldas de la comunidad, y hoy día estamos pagando ese costo. Por un lado, está la fuerte tendencia de entender la calidad de la educación desde una perspectiva solamente cognitiva y no de esta otra dimensión más formativa, priorizando la instrucción por sobre la formación. Por otro lado, se percibe la ausencia de la dimensión comunitaria en los proyectos educativos de nuestras escuelas, que cuando están, aparecen solamente de una manera declarativa, es decir, no hemos logrado que los proyectos educativos en nuestras escuelas desarrollen el componente comunitario desde una gestión escolar integral. Y por último, hemos ido construyendo una cultura escolar que es la negación de la diversidad. La cultura del mundo juvenil que se sostiene en la diversidad irrumpe al interior de la escuela y se enfrenta con la cultura escolar, y es por ello que nuestros profesores se ven desafiados por una realidad que los desborda, y no hemos sido capaces de entender que los procesos formativos también tienen un fuerte componente de convivencia democrática.

De allí la importancia de la escuela, la defensa de la educación pública y el derecho a la educación tiene que ver con que efectivamente recuperemos el espacio de la escuela como la construcción de lo público, desde la diversidad.

A partir del segundo semestre de 2016 las escuelas deben implementar planes de formación ciudadana, ¿cómo debiera preparase la escuela para este desafío?

La defensa de la educación pública y el derecho a la educación tiene que ver con que efectivamente recuperemos el espacio de la escuela como la construcción de lo público, desde la diversidad.

Me parece que es un proceso en que hay que acompañar a la escuela, no quedarse solamente con estas nuevas orientaciones que entrega el Ministerio de Educación. A la escuela van llegando siempre programas a implementar, pero todavía no se termina de ejecutar uno cuando ya está llegando otro, no cerramos procesos. Mi temor y mi preocupación es que esta sea una anécdota más, y la escuela está llena de anécdotas, está demandada permanentemente.

Creo que hay que hacer apuestas muy concretas y acompañadas. Preguntarse: ¿qué significa hacer formación ciudadana desde el currículum?, ¿qué significa hacer formación de formadores para preparar estos temas?, ¿qué significa la convivencia democrática y la educación para la paz en la escuela? Y eso asumirlo como un desafío didáctico, un desafío estratégico.

Y lo último que yo señalo con mucha fuerza, es que la formación ciudadana no se enseña, la ciudadanía es una experiencia de vida, por lo cual sería adecuado pensar cómo generamos las condiciones en la escuela para que, a través de lo que desarrollan, y sin pedirles más cosas, puedan generar condiciones para que nuestros estudiantes vivan experiencias ciudadanas al interior de la escuela. Se trata de cómo la escuela genera condiciones y se adecúa, para que esa ciudadanía se viva.

Desde la micro política de la escuela –que es el proyecto educativo institucional (PEI)–, hay que hacer de la formación ciudadana un elemento sustantivo, es decir, si no está en la propuesta educativa de la escuela, va a estar rondando entre una actividad marginal o se ubicará en lo extraprogramático. Hay que vivir la ciudadanía desde el quehacer de la escuela, no hay que hacer ningún proceso de instalación formal, pues la ciudadanía se vive desde lo cotidiano; y aquí es necesario visibilizar en los estudiantes no solamente la dimensión de alumno, sino también la de ciudadano, de manera que efectivamente, bajo un enfoque de derechos, nuestros estudiantes se transformen en sujetos críticos.

Las condiciones están. Por ejemplo, existen los planes de mejoramiento, la dimensión de convivencia; puedes desarrollar y visibilizar los gobiernos escolares, los centros de alumnos. Es decir, adaptar lo que existe en una sintonía que dé cuenta de la cotidianidad de la escuela, no se trata de incluir más cosas al currículum, ni de tener más actividades extraprogramáticas, porque la escuela ya no aguanta más, está colapsada. La apuesta tiene que ser una concepción nueva de escuela pública donde se entienda que la calidad educativa también tiene que ver con estas vivencias. Hay calidad educativa cuando hay convivencia democrática en la escuela, cuando hay educación para la paz, cuando hay inclusión, y eso también es ciudadanía.

Un proyecto que realmente se proponga formar ciudadanos en la escuela tiene que generar una transformación en las relaciones entre todos los actores. ¿Cómo generar un proceso que involucre a la comunidad completa?

Yo creo que en esto hay que ser bastante subversivo y atreverse, en el sentido de romper con un esquema de gestión escolar poco participativa y centralizada, y apostar por que la articulación entre los actores que conviven al interior de la escuela tenga que ver con un proyecto educativo colectivo y no de unos pocos; es un cambio cultural que requiere transformación de las prácticas y de los quehaceres instalados históricamente en la escuela.

Por ejemplo, necesitamos equipos directivos que realmente efectúen liderazgo pedagógico −que concentren su gestión en el involucramiento y participación colectiva− y no “patrones de fundo” que todavía gestionan la escuela de manera autoritaria e individualista. También sugeriría darles más importancia a los asistentes de la educación, que generalmente son olvidados en todas las dinámicas y planificaciones, a pesar de que son actores educativos clave, pues manejan una cantidad de información increíble, son los que más cerca están de los estudiantes, un porcentaje importante de ellos vive en el barrio, y por lo tanto conocen el territorio. Además, hay que sacar provecho de la misma capacidad que tienen los estudiantes, muchos son líderes comunitarios que desarrollan actividades muy importantes y potentes, y que la escuela no considera, pues mira muy poco hacia la comunidad. Este joven cuando entra a la escuela es un alumno, pero cuando sale de la escuela es un líder comunitario.

Yo creo que el desafío supone una escuela que recupere su rol de espacio donde se forma lo público, y desde ese punto de vista transitar desde la integración a la inclusión, construir colectivamente un espacio educativo a la luz de esta diversidad. ¿Cómo ser innovador en estos contenidos, en estos campos? Abrir la escuela a la comunidad, articularse, trabajar en redes con otras organizaciones, no todo es soporte y resolución al interior de la propia escuela, porque son escenarios en los cuales aún no se han desarrollado ni acumulado competencias. La escuela puede articularse con otros actores en sus territorios para mejorar su propuesta educativa.

Por otro lado, el profesor está inserto en una institución que legitima relaciones de poder y subordinación como su forma normal de funcionar, y sin embargo se le está pidiendo que sea un agente formador de ciudadanos en ese mismo contexto. ¿Cómo hacer esa transformación cuando están estas condiciones?

Yo comparto que las condiciones y la estructura no es facilitadora de procesos de formación ciudadana y menos del protagonismo del profesor en este tránsito que estamos conversando. Siempre he pensado que lo primero es recuperar la idea del profesor como un formador, quebrar con esta lógica de profesor relator (el sistema efectivamente te invita a hacer solamente relatoría, porque además tienes que estar en una escuela y después irte a otra, y a otra), pues un profesor que está en esas condiciones no va a tener nunca adhesión, pertenencia o involucramiento con un proyecto educativo. Ahí hay un elemento que debiera variar a partir de la Carrera Docente y otras políticas que se están haciendo actualmente en el marco de la reforma educacional que estamos viviendo.

Lo segundo es comprender que el profesor es un investigador, es decir, debe tener capacidad de “sorpresa epistemológica”; un profesor que está abierto a sorprenderse epistemológicamente, que investiga desde su práctica, que sistematiza su experiencia, es un profesor que produce conocimiento desde su quehacer. Ese es un elemento fundamental para la transformación, pero esto tampoco es facilitado por el sistema.

Un tercer elemento es que, finalmente, a pesar de todas las dificultades que existen estructuralmente, yo siempre les digo a los profesores que hay un nivel de libertad al que accedes cuando cierras la puerta en tu sala de clases, ahí eres tú y el colectivo de muchachos, ahí no hay nadie que te diga nada; es cierto que tienes ciertos parámetros con los cuales te tienes que mover, planificaciones que respetar, pero ahí estás tú y puedes ejercer un nivel de libertad que supone también tener una concepción del poder democrático, lo que a su vez supone asumir la construcción colectiva sobre un objetivo común. Yo invito siempre a los profesores a ser subversivos en ese sentido, a que rompan, a que busquen los espacios de libertad que, por muy mínimos que sean, todavía existen.

Por otro lado, hay que mirar cómo los profesores gestionan el poder al interior del aula, es un elemento sustantivo para entender su percepción de calidad. Es decir, los estudiantes, más allá de sus condiciones sociales o económicas específicas, son sujetos de derecho, y tú como docente debes partir de esa base; respetar sus conocimientos acumulados, las historias personales, sus prácticas y experiencias son también puntos de entrada para desarrollar currículum.

¿Nos puede describir alguna experiencia concreta al interior de la escuela de formación ciudadana transformadora e innovadora en que ustedes hayan trabajado?

Claro, hemos ido desarrollando algunas experiencias piloto preparándonos para este escenario 2016 de formación ciudadana, de una manera bastante flexible y poco formal. Por ejemplo, experiencias de participación ciudadana vinculada al deporte con la realización de un campeonato de “baby futbol sin reglas”, donde no solamente se gana por los goles, sino que también por el nivel de convivencia en el respeto, pues no hay árbitros. Se pone énfasis en la construcción de valores colectivos, de un quehacer que se sostiene en el respeto y reconocimiento del otro.

Otra experiencia se ha dado en el marco de la educación para la paz que desarrollamos con una red de escuelas latinoamericanas, a propósito de un proyecto que realizamos hace un par de años con Unesco. Registramos acá en Chile un par de experiencias de cómo se podía desarrollar la paz desde el currículum, más específicamente desde las artes escénicas y artísticas como didáctica para la formación ciudadana, es decir, la convivencia democrática, el respeto por los derechos humanos y comprometidos con la paz.

Fuente de la entrevista: http://www.revistadocencia.cl/es-necesario-visibilizar-en-los-estudiantes-no-solamente-la-dimension-de-alumnos-sino-tambien-la-de-ciudadanos/

Fuente de la imagen:  http://www.revistadocencia.cl/new/wp-content/uploads/2016/05/04-58.jpg

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Los campos de refugiados franceses, un infierno para los niños

Francia/23 junio 2016/Fuente: Orain

Los niños sufren explotación sexual, tráfico y abuso en Calais y Dunkerque.

En los campamentos de refugiados y migrantes del norte de Francia, como Calais o Dunkerque, se están cometiendo verdaderas atrocidades contra los niños que esperan poder cruzar a Reino Unido. La explotación sexual, la violencia y los trabajos forzosos son una constante en sus vidas, así lo denuncia UNICEF en su último informe y coincidiendo con el Día Internacional de Refugiado que se ha celebrado este lunes.

Unos datos que se derivan de la respuesta de los propios niños que ocupan esos campamentos y que tanto las milicias civiles como las fuerzas de seguridad y los traficantes tiene como objetivo a los niños.
Violaciones y prostitución forzosa tanto a niños como a niñas. Además, algunas de las jóvenes aseguran haber intercambiado sexo por la promesa de un pasaje a Reino Unido o de acelerar su viaje. Casos de esclavitud por deudas y actividades criminales forzosas, como por ejemplo ayudar a los traficantes en los muelles.

Muchos de estos niños han huido solos de conflictos en países como Afganistán, Iraq o Siria y han llegado al norte de Francia tras pagar una cifra de entre 2.700 y 10.000 euros y atravesar un camino lleno de peligros.

Una mayor presencia de las fuerzas de seguridad empuja a los niños a manos de estos traficantes o les fuerza a asumir mayores riesgos para pasar sin pagar, en algunos casos escondiéndose en camiones frigoríficos.

Todos coinciden en que es una experiencia “traumática”. En la mayoría de los campamentos además los traficantes cobran una “cuota de entrada” para permitir que los menores se queden.

Las quejas por el frío y el cansancio son comunes, no hay acceso a educación regular pese a ser obligatorio y algunos niños han expresado su voluntad de ser hospitalizados en un centro psiquiátrico tras sufrir colapsos mentales y episodios agresivos y violentos.

La mayoría se encuentran literalmente atrapados. Permanecen unos cinco meses de media en estas “junglas”, aunque algunos llevan nueve meses y uno en concreto más de un año.

“Cuanto más tiempo tengan que esperar estos niños, más desesperados pueden llegar a estar y más fácil será que arriesguen sus vidas huyendo de las terribles condiciones de los campamentos, para reunirse con sus familias”, ha valorado la directora ejecutiva adjunta de UNICEF Reino Unido, Lily Caprani.

UNICEF reitera que la protección de los menores no acompañados es una obligación para los Estados, como queda establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño. Pero la respuesta que se está danto es muy limitada y los procesos no tienen como objetivo central el interés superior del niño.

En marzo de 2016 había 500 niños no acompañados viviendo en siete puntos del Norte de Francia, incluyendo Calais y Dunkerque, y unos 2.000 niños han atravesado solos el Canal de la Mancha durante el último año.

Fuente: http://www.orain.eus/los-campos-de-refugiados-franceses-un-infierno-para-los-ninos/

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