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Grynspan: El crecimiento incluyente de Iberoamérica pasa por el conocimiento.

www.eldia.es/14-04-2016/

Bogotá, EFE La titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Rebeca Grynspan, afirmó hoy en Bogotá que para que Iberoamérica tenga posibilidades de crecimiento económico incluyente es necesario apostar por el conocimiento, la innovación, la ciencia y la tecnología.

«Somos países que llaman de renta media, que hemos sacado 60 millones de personas de la pobreza durante los últimos quince años, 80 (millones) han entrado en clase media. Por primera vez Latinoamérica tiene menos personas en pobreza que en sectores medios», dijo Grynspan durante el XIV Pleno del Consejo Universitario regional que comenzó hoy en Bogotá.

En su opinión, la vinculación de la universidad y la educación superior con «las ideas mismas de progreso» es inevitable.

También destacó que «una de las tareas más importantes» que tiene ahora la región es lo que no hizo «en los años de bonanza», la diversificación de la matriz productiva.

«Lo vamos a tener que hacer ahora con menos recursos y solo se puede hacer con inversión en ciencia, tecnología, investigación, espacios para la creatividad de esos jóvenes que hoy están más educados y pueden dar más a la sociedad», razonó Grynspan.

Para la secretaria general de la Segib, la «complicada realidad» que atraviesa actualmente la región, que es «mucho más exigente», va a requerir el respaldo de las universidades y de instituciones de educación superior para poder enfrentar estos retos de una manera que permita un futuro promisorio.

«La cooperación universitaria es un punto muy importante», subrayó.

Grynspan señaló que la construcción del conocimiento «es una tarea colectiva», por lo que debe «estar vivo» el Espacio Iberoamericano del Conocimiento (EIC), proyecto orientado a la transformación de la educación superior, y articulado en torno a la investigación, el desarrollo y la innovación.

Asimismo, se refirió a la Alianza por la Movilidad Académica en Iberoamérica, que tiene un carácter similar al programa Erasmus de la Unión Europea (UE) y en el que avanzarán durante la reunión que concluye mañana.

En este sentido, dijo que al compararse con el resto de continentes se puede observar cómo en Asia un 7 % de los estudiantes universitarios estudia en un país que no es el propio, mientras que en América Latina es menos del 1 %.

«Esa posibilidad de movilidad académica va a estar disponible para los muchachos que tienen mejores condiciones económicas, eso va a sesgar sus posibilidades de inserción en el mercado laboral», comentó.

La costarricense aseguró que al preguntar a los empresarios qué habilidades necesitan en sus empleados, estos responden «que necesitan personal que sepa trabajar en equipo, en ambientes diversos y multiculturales».

Eso requiere de una experiencia educativa internacional para las dos terceras partes de los estudiantes universitarios iberoamericanos que son los primeros en su familia en acceder a la educación superior.

«Por eso nos empeñamos en las 200.000 movilidades en 2020, para poder dar una posibilidad a ese contingente universitario que tenga una experiencia educativa mas allá de su país», agregó.

El programa de intercambio, que todavía no cuenta con un nombre oficial para su lanzamiento, supone para Grynspan «una posibilidad de darles esa oportunidad» a los nuevos universitarios y «tiene que ver con los temas de acreditación, de calidad y políticas públicas», entre otros.

«Muchas veces se ha planteado un ‘Erasmus Iberoamericano’, lo que uno se pregunta no es si nadie lo ha planteado antes, sino por qué no se hizo antes», señaló.

Entre los principales obstáculos con los que ha contado en opinión de Grynspan es que la UE tiene un presupuesto comunitario e Iberoamérica no.

Durante los dos días de reuniones está prevista la adhesión de Andorra a la Alianza por la Movilidad Académica en Iberoamérica.

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Banco Mundial: América Latina el continente con 20 millones de jóvenes ‘ninis’

www.forbes.com.mx/13-04-2016/

1 de cada 5 jóvenes en la región ni estudian ni trabajan. Son los “Ninis” y tienen entre 15 y 24 años.

En América Latina alrededor de 20 millones de personas entre 15 y 24 años de edad no estudian ni trabajan, lo cual contribuye a la desigualdad, al tiempo en que está relacionado con la delincuencia y la violencia en algunos contextos, de acuerdo con un estudio del Banco Mundial.

El organismo señaló que las personas de esas edades que ni estudian ni trabajan son llamadas ninis, y actualmente representan uno de cada cinco jóvenes en el continente americano.

“Casi el 60% de los ninis de la región provienen de hogares pobres o vulnerables localizados en el 40% inferior de la distribución del ingreso, y el 66% son mujeres”, explica el estudio.

De acuerdo con el Banco Mundial, dicho fenómeno además de perjudicar en el largo plazo el desempeño en el mercado laboral, ocasiona la transmisión de la disparidad de género y de ingresos de una generación a otra, impidiendo la movilidad social y la disminución de la pobreza en la región.

“En Colombia, México y América Central, donde la proporción de ninis está por encima del promedio regional, el problema se agrava por la presencia generalizada del crimen organizado. En estos entornos, el problema de los ninis puede estar vinculado al crimen y la violencia, lo que aumenta los riesgos para los jóvenes y la sociedad en su conjunto”, añade el documento.

Datos del organismo señalan que en el mundo hay 260 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, lo cual representa el 22% de esa población.

Fuente de la imagen: http://envivo.bancomundial.org/ninis-en-america-latina

 

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Bachaqueando educación

Por Kenny García O

La vorágine neoliberal y capitalista que hoy está presente en la sociedad de consumo venezolana abarca todos los niveles incluyendo el educativo, donde universidades, colegios e instituciones de educación privada abren sus mandíbulas para devorar el poco dinero que aun queda en los bolsillos de los padres y representantes. La misma lógica del libertinaje capitalista que se observa en panaderías, fábricas, ventas de repuestos, ventas de hortalizas y víveres, etc. la vemos en los centros que forman parte del Subsistema de Educación.

Conceptos inexplicables surgen de la noche a la mañana y son reflejados, si acaso, en las estructuras de costos que los administradores o contadores presentan a representantes atónitos. Cualquier monto tiene como justificación la “situación país”, condicionante que cercena la posibilidad de queja porque hay que ser muy insensato para negar la “situación país”. Cobro de reservas de cupos, multas por pagos retardados, inscripciones en dólares, doble facturación, cobro de servicios que no se prestan en los centros educativos y un sinfín de argucias contables para sacarle mas dinero a quienes no manejan la jerga de los números.

La legislación venezolana es clara y establece el marco jurídico para ponerle coto a la usura de quienes hacen de un derecho un negocio. La Educación está garantizada en nuestra Carta Magna, pero a continuación coloco un compendio de leyes y artículos que nos ayudan a la hora de velar por ese derecho para nuestros hijos en instituciones privadas: Ley Orgánica de Educación (LOE) en sus artículos N° 6-1e, 6-2i, 25 y Disposiciones Transitorias Primera–2 y 3; el Reglamento de la LOE en sus artículos N° 57, 60, 72 y 139; la Lopna en sus artículo números 147-g y 186.

Norma fundamental a la hora de señalar irregularidades cometidas por los centros educativos privados en aumentos de matrículas y similares es la Gaceta Oficial N° 40.452, del 11 de julio de 2014: Resolución 114 del Ministerio del Poder Popular para la Educación. Hay que leerla toda y aprendérsela pero destacan los artículos números del 1 al 6, pero sobre todo el Art. 17.

La educación es un derecho, no una mercancía para que alguien se haga rico a costa de la necesidad de los demás. Nuestro deber como ciudadanos es velar por el respeto de las leyes que existen y protegen a nuestros niños y jóvenes, al futuro de nuestra Patria.

@CyberRevose

Se publico originalmente en: http://www.correodelorinoco.gob.ve/politica/bachaqueando-educacion-opinion/

Fuente de la imagen: http://www.laverdad.com/zulia/82997-chamos-dejan-el-liceo-por-bachaquear.html

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Instrucción sí, educación religiosa no

Por: Blog humanismo sin credos

Donde es un deber adorar al sol, es bastante seguro que sea un crimen investigar las leyes del calor, dijo John Morley. Esta frase nos sirve de punto de partida para las reflexiones que siguen.

¿Por qué hay que apartar la educación de los niños de la credulidad? Porque educación de la razón y educación en la credulidad se repugnan mutuamente.

Entiéndase que no negamos una instrucción acerca de los contenidos, logros, realizaciones… culturales de las religiones: abominamos lo que es catequesis religiosa. Nos referimos a esas aberraciones religiosas que se inculcan como reales y verdaderas a los niños.

El niño que aprende primero el mito de la creación del mundo o el del diluvio universal durante el periodo de su infancia o no tiene capacidad posterior para entender en toda su profundidad la evolución o tendrá que sacar el clavo del mito para introducir el de la ciencia; el niño que admira la muerte de los gigantes a manos de enanos, está marcado para entender la grandeza que existe en salvar la vida de otros, descubridores la penicilina, erradicadores de plagas, investigadores de nuevos alimentos, etc.; el niño al que se le enseña que es algo natural la ascensión de un mortal a los cielos, inconscientemente desdeña proezas científicas como la de la exploración de Marte; el niño que “se acostumbra” a los milagros, difícilmente valorará la heroicidad del trabajo constante y perseverante; el niño que sabe que todo se perdona al confesarse, difícilmente entenderá el sentido de la justicia…

Ya sabemos que la vida «corrige» esas tendencias que señalamos, pero las corrige precisamente porque el niño/joven/adulto progresa en inteligencia y juicio crítico y desliga unas cosas de otras. Los que no, continuarán sumidos en ese sentimiento mágico de la vida que se prolonga hasta la senectud.

Lo verdaderamente fundante y medular es que el niño aprende a aceptar verdades “porque sí”, verdades sin evidencia racional, verdades no demostradas, lo cual insensiblemente le induce a despreciar el método científico en sus averiguaciones posteriores.

Está más predispuesto a admitir proposiciones sin fundamento que a buscar la certeza de las mismas. Está castrado mentalmente para la ciencia, algo que tardará muchos años en superar.

Publicado originalmente en:  http://blogs.periodistadigital.com/humanismo.php/2015/09/06/instruccion-si-educacion-religiosa-no-

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Radical Politics in the Age of American Authoritarianism: Connecting the Dots

The United States stands at the endpoint of a long series of attacks on democracy, and the choices faced by many in the US today point to the divide between those who are and those who are not willing to commit to democracy. Debates over whether Donald Trump is a fascist are a tactical diversion because the real issue is what it will take to prevent the United States from sliding further into a distinctive form of authoritarianism.

The willingness of contemporary politicians and pundits to use totalitarian themes echoes alarmingly fascist and totalitarian elements of the past. This willingness also prefigures the emergence of a distinctive mode of authoritarianism that threatens to further foreclose venues for social justice and civil rights. The need for resistance has become urgent. The struggle is not over specific institutions such as higher education or so-called democratic procedures such as elections but over what it means to get to the root of the problems facing the United States and to draw more people into subversive actions modeled after both historical struggles from the days of the underground railroad and contemporary movements for economic, social and environmental justice.

If progressives are to join in the fight against authoritarianism in the US, we all need to connect issues.

Yet, such struggles will only succeed if more progressives embrace an expansive understanding of politics, not fixating singularly on elections or any other issue but rather emphasizing the connections among diverse social movements. An expansive understanding such as this necessarily links the calls for a living wage and environment justice to calls for access to quality health care and the elimination of the conditions fostering assaults by the state against Black people, immigrants, workers and women. The movement against mass incarceration and capital punishment cannot be separated from a movement for racial justice; full employment; free, quality health care and housing. Such analyses also suggest the merging of labor unions and social movements, and the development of progressive cultural apparatuses such as alternative media, think tanks and social services for those marginalized by race, class and ethnicity. These alternative apparatuses must also embrace those who are angry with existing political parties and casino capitalism but who lack a critical frame of reference for understanding the conditions for their anger.

To read more articles by Henry A. Giroux and other authors in the Public Intellectual Project, click here.

What is imperative in rethinking the space of the political is the need to reach across specific identities and stop mobilizing exclusively around single-issue movements and their specific agendas. As the Fifteenth Street Manifesto Group expressed in its 2008 piece, «Left Turn: An Open Letter to US Radicals,» many groups on the left would grow stronger if they were to «perceive and refocus their struggles as part of a larger movement for social transformation.» Our political agenda must merge the pedagogical and the political by employing a language and mode of analysis that resonates with people’s needs while making social change a crucial element of the political and public imagination. At the same time, any politics that is going to take real change seriously must be highly critical of any reformist politics that does not include both a change of consciousness and structural change.

If progressives are to join in the fight against authoritarianism in the United States, we all need to connect issues, bring together diverse social movements and produce long-term organizations that can provide a view of the future that does not simply mimic the present. This requires connecting private issues to broader structural and systemic problems both at home and abroad. This is where matters of translation become crucial in developing broader ideological struggles and in fashioning a more comprehensive notion of politics.

There has never been a more pressing time to rethink the meaning of politics, justice, struggle and collective action.

Struggles that take place in particular contexts must also be connected to similar efforts at home and abroad. For instance, the ongoing privatization of public goods such as schools can be analyzed within the context of increasing attempts on the part of billionaires to eliminate the social state and gain control over commanding economic and cultural institutions in the United States. At the same time, the modeling of schools after prisons can be connected to the ongoing criminalization of a wide range of everyday behaviors and the rise of the punishing state. Moreover, such issues in the United States can be connected to other authoritarian societies that are following a comparable script of widespread repression. For instance, it is crucial to think about what racialized police violence in the United States has in common with violence waged by authoritarian states such as Egypt against Muslim protesters. This allows us to understand various social problems globally so as to make it easier to develop political formations that connect such diverse social justice struggles across national borders. It also helps us to understand, name and make visible the diverse authoritarian policies and practices that point to the parameters of a totalitarian society.

There has never been a more pressing time to rethink the meaning of politics, justice, struggle, collective action, and the development of new political parties and social movements. The ongoing violence against Black youth, the impending ecological crisis, the use of prisons to warehouse people who represent social problems, and the ongoing war on women’s reproductive rights, among other crises, demand a new language for developing modes of creative long-term resistance, a wider understanding of politics, and a new urgency to create modes of collective struggles rooted in more enduring and unified political formations. The American public needs a new discourse to resuscitate historical memories and methods of resistance to address the connections between the escalating destabilization of the earth’s biosphere, impoverishment, inequality, police violence, mass incarceration, corporate crime and the poisoning of low-income communities.

Not only are social movements from below needed, but also there is a need to merge diverse single-issue movements that range from calls for racial justice to calls for economic fairness. Of course, there are significant examples of this in the Black Lives Matter movement (as discussed by Alicia Garza, Keeanga-Yamahtta Taylor andElizabeth Day) and the ongoing strikes by workers for a living wage. But these are only the beginning of what is needed to contest the ideology and supporting apparatuses of neoliberal capitalism.

The call for broader social movements and a more comprehensive understanding of politics is necessary in order to connect the dots between, for instance, police brutality and mass incarceration, on the one hand, and the diverse crises producing massive poverty, the destruction of the welfare state and the assaults on the environment, workers, young people and women. As Peter Bohmer observes, the call for a meaningful living wage and full employment cannot be separated from demands «for access to quality education, affordable and quality housing and medical care, for quality child care, for reproductive rights and for clean air, drinkable water,» and an end to the pillaging of the environment by the ultra-rich and mega corporations. He rightly argues:

Connecting issues and social movements and organizations to each other has the potential to build a powerful movement of movements that is stronger than any of its individual parts. This means educating ourselves and in our groups about these issues and their causes and their interconnection.

In this instance, making the political more pedagogical becomes central to any viable notion of politics. That is, if the ideals and practices of democratic governance are not to be lost, we all need to continue producing the critical formative cultures capable of building new social, collective and political institutions that can both fight against the impending authoritarianism in the United States and imagine a society in which democracy is viewed no longer as a remnant of the past but rather as an ideal that is worthy of continuous struggle. It is also crucial for such struggles to cross national boundaries in order to develop global alliances.

Democracy must be written back into the script of everyday life.

At the root of this notion of developing a comprehensive view of politics is the need for educating ourselves by developing a critical formative culture along with corresponding institutions that promote a form of permanent criticism against all elements of oppression and unaccountable power. One important task of emancipation is to fight the dominant culture industry by developing alternative public spheres and educational institutions capable of nourishing critical thought and action. The time has come for educators, artists, workers, young people and others to push forward a new form of politics in which public values, trust and compassion trump neoliberalism’s celebration of self-interest, the ruthless accumulation of capital, the survival-of-the-fittest ethos and the financialization and market-driven corruption of the political system. Political responsibility is more than a challenge — it is the projection of a possibility in which new modes of identification and agents must be enabled that can sustain new political organizations and transnational anti-capitalist movements. Democracy must be written back into the script of everyday life, and doing so demands overcoming the current crisis of memory, agency and politics by collectively struggling for a new form of politics in which matters of justice, equity and inclusion define what is possible.

Such struggles demand an increasingly broad-based commitment to a new kind of activism. As Robin D. G. Kelley has recently noted, there is a need for more pedagogical, cultural and social spaces that allow us to think and act together, to take risks and to get to the roots of the conditions that are submerging the United States into a new form of authoritarianism wrapped in the flag, the dollar sign and the cross. Kelley is right in calling for a politics that places justice at its core, one that takes seriously what it means to be an individual and social agent while engaging in collective struggles. We don’t need tepid calls for repairing the system; instead, we need to invent a new system from the ashes of one that is terminally broken. We don’t need calls for moral uplift or personal responsibility. We need calls for economic, political, gender and racial justice. Such a politics must be rooted in particular demands, be open to direct action and take seriously strategies designed to both educate a wider public and mobilize them to seize power.

The left needs a new political conversation that encompasses memories of freedom and resistance. Such a dialogue would build on the militancy of the labor strikes of the 1930s, the civil rights movements of the 1950s and the struggle for participatory democracy by the New Left in the 1960s. At the same time, there is a need to reclaim the radical imagination and to infuse it with a spirited battle for an independent politics that regards a radical democracy as part of a never-ending struggle.

None of this can happen unless progressives understand education as a political and moral practice crucial to creating new forms of agency, mobilizing a desire for change and providing a language that underwrites the capacity to think, speak and act so as to challenge the sexist, racist, economic and political grammars of suffering produced by the new authoritarianism.

The left needs a language of critique that enables people to ask questions that appear unspeakable within the existing vocabularies of oppression. We also need a language of hope that is firmly aware of the ideological and structural obstacles that are undermining democracy. We need a language that reframes our activist politics as a creative act that responds to the promises and possibilities of a radical democracy.

Movements require time to mature and come into fruition. They necessitate educated agents able to connect structural conditions of oppression to the oppressive cultural apparatuses that legitimate, persuade, and shape individual and collective attitudes in the service of oppressive ideas and values. Under such conditions, radical ideas can be connected to action once diverse groups recognize the need to take control of the political, economic and cultural conditions that shape their worldviews, exploit their labor, control their communities, appropriate their resources, and undermine their dignity and lives. Raising consciousness alone will not change authoritarian societies, but it does provide the foundation for making oppression visible and for developing from below what Étienne Balibar calls «practices of resistance and solidarity.» We need not only a radical critique of capitalism, racism and other forms of oppression, but also a critical formative culture and cultural politics that inspire, energize and provide elements of a transformative radical education in the service of a broad-based democratic liberation movement.

 

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España: La UAL aborda estrategias internacionales de Educación con personal universitario de diferentes países.

www.teleprensa.com/11-04-2016/

ALMERÍA.-El rector de la Universidad de Almería, Carmelo Rodríguez y el vicerrector de Internacionalización, Julián Cuevas, han dado esta mañana la bienvenida a los participantes en la VII International Staff Week, que se celebra hasta el viernes, 15 de abril, en la UAL. El personal docente y administrativo de otras universidades europeas tendrá la oportunidad de conocer el campus universitario almeriense, acercarse al español y participar en diferentes talleres. En su séptima edición, abordarán estrategias internacionales de Educación y situará a Almería en el mapa mundial de los campus universitarios.

Tras la recepción, los asistentes han recibido una charla informal de introducción a la cultura y lengua española, sobre la oficina internacional y otras acciones internacionales. Esta tarde está previsto que hagan una ruta guiada por el centro de la ciudad. Mañana, martes 12 de abril, por la mañana, tras una charla,  tendrán la oportunidad de conocer la biblioteca de la UAL y su invernadero tecnológico. Después visitarán Cabo de Gata. Las jornadas del miércoles y jueves se centrarán fundamentalmente en abordar estrategias internacionales de Educación, a través de talleres en los que se hablará de las tendencias y desafíos a los que se enfrentan las universidades. La noche del jueves disfrutarán de una cena con platos típicos almerienses. Ya el viernes, tras la recogida de los certificados de asistencia, cerrarán su estancia en Almería con una visita guiada a la Alcazaba

La séptima edición de la International Staff Week es una firme apuesta del equipo de gobierno de la UAL por abrir sus puertas a estudiantes y docentes de todo el mundo. La Universidad de Almería es elegida cada año por alrededor de medio centenar de estudiantes de unos 30 países diferentes de todos los continentes para llevar a cabo su periodo de movilidad. Estas cifras son el resultado de una larga tradición de cooperación con instituciones de educación superior, no sólo desde Europa a través del programa Erasmus, sino también de América Latina, EE.UU., África y Asia a través programas de movilidad como ISEP, PIMA, o ANUIES CONAHEC.

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Argentina: Protesta de auxiliares de Educación durante la visita de Vidal a Bahía Blanca

www.diariohoy.net/11-04-2016/

Durante la visita que la gobernadora María Eugenia Vidal  realizó en la jornada de hoy con motivo del aniversario de Bahía Blanca, auxiliares de la Educación enrolados en Soeme de esa región, se manifestaron masivamente en el centro de esa ciudad.

La protesta se realizó en el marco de lo ocurrido en las últimas horas en Mar del Plata, donde una auxiliar docente de la escuela especial 506 falleció de un ataque al corazón, al advertir que en su cuenta bancaria sólo había $40, producto de un descuento de $6.000 sobre su salario. El hecho derivó en una denuncia penal contra el gobierno Provincial.

A su vez los auxiliares se manifestaron en reclamo del salario mínimo de 10 mil pesos en el marco del conflicto salarial que ocurre con el sector en las negociaciones paritarias.

Hay que recordar que el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº1 de La Plata, a cargo de Luis Federico Arias, hizo lugar a la presentación realizada por Soeme y dispuso el cese y la devolución de los descuentos indiscriminados aplicados por el gobierno bonaerense.

Además, la semana pasada el gremio firmó la conciliación obligatoria con el Ministerio de Trabajo para volver a discutir la situación salarial. Ahora, las partes en conflicto se sentarán a dialogar. De esta manera, el SOEME se comprometió a suspender todas las medidas de fuerza, mientras que las autoridades provinciales deberán hallar respuestas a los legítimos reclamos de los trabajadores.

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