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España: Medidas urgentes frente a la LOMCE

Europa/España/24 de Julio de 2016/Fuente: Por Otra Política Educativa

Medidas urgentes que proponen la comunidad educativa y organizaciones sociales y políticas para el curso 2016/2017, con el objetivo de evitar la expulsión de alumnos/as del sistema educativo y la pérdida de democracia en los centros escolares.

Ante las negociaciones para la formación de un nuevo gobierno, la comunidad educativa y organizaciones sociales, políticas, de padres y madres y estudiantes exigen un acuerdo que evite el aumento del fracaso escolar y restituya la democracia y la equidad en el sistema educativo. Se trata de una serie de medidas urgentes para el próximo curso, para las que pedimos el compromiso de los partidos políticos para su inmediata puesta en práctica, considerándolas claves en el acuerdo de una nueva ley educativa, cuyas bases deberán establecerse mediante el diálogo y la participación de la comunidad educativa.

No se trata de un acuerdo definitivo por la educación sino medidas de urgente aplicación para el curso próximo que frenen el desastre en que se está convirtiendo el sistema educativo a juicio de la comunidad escolar. La reforma de Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) no se puede pactar con unas pocas medidas superficiales realizadas con prisas para formar gobierno cuando la comunidad educativa y la mayoría de fuerzas políticas están pidiendo su derogación. Una ley que dé estabilidad al sistema educativo necesita participación, debates y consensos que consigan cambiar la inercia que han tenido las últimas leyes educativas.

1. Frenar el aumento del fracaso escolar, la segregación temprana y la expulsión del alumnado de los centros.

  • Evitar la doble vía en el cuarto curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), que impide para muchos alumnos/as la posibilidad de cursar bachillerato.
  • Recuperar la diversificación curricular (prolongación del programa de mejora del aprendizaje y rendimiento -PMAR-) en cuarto de la ESO con la posibilidad de titulación.
  • Posibilitar la titulación de quienes sigan o hayan seguido los programas de formación profesional básica y paralización de la misma.
  • Derecho a la educación de los/as jóvenes con diversidad funcional, aunque hayan cumplido veintiún años, para que no queden fuera del sistema educativo.
  • Eliminar las Evaluaciones finales de etapa de la LOMCE y los rankings.
  • Supresión de las subidas de tasas universitarias, realizadas a partir de 2012 y modificación de la política de becas con el aumento de las mismas.
  • Paralización del 3+2 en las universidades.

2. Restituir la democracia en los centros escolares.

  • Eliminar el modelo de nombramiento de directores y directoras LOMCE.
  • Restituir las competencias de los consejos escolares.

3. Apuesta por la equidad.

  • No más recortes en la escuela pública y reversión de los que se han hecho.
  • No a la supresión de líneas en los centros educativos públicos para favorecer la educación privada-concertada.
  • No más recortes en universidades públicas y reversión de los que se han hecho.
  • Detener la privatización.
  • Paralización de la aplicación del Real Decreto de creación, reconocimiento, autorización y acreditación de universidades y centros universitarios.
  • En tanto que el sistema de conciertos siga existiendo, retirada inmediata de los mismos a los centros que incumplan las exigencias establecidas.
  • Apoyo a universalización de la educación infantil pública y a la educación compensatoria.
  • Restituir los servicios complementarios de comedores, transporte, etc.
  • Religión fuera del currículo y del horario escolar y como medida urgente que sea considerada no evaluable y sin valor académico.
  • Frenar los recortes en profesorado y restituir sus condiciones laborales: restituir las ratios, horarios y condiciones de trabajo para todo el profesorado.
  • Estabilidad laboral e igualdad de derechos laborales del profesorado interino, de educación de adultos y de educación a distancia y del personal no docente (fisioterapeutas, auxiliares técnicos-educativos, intérpretes de lengua de signos, etc.): reconocimiento de su experiencia como criterio preferente, garantizar su estabilidad laboral incluido el pago de sus vacaciones, teniendo en todo momento las mismas condiciones que sus compañeros/as.
  • Paralizar el Real Decreto por el que se regula la acreditación nacional para el acceso a los cuerpos docentes universitarios.

COLECTIVOS Y ORGANIZACIONES sociales, sindicales y políticas que apoyan el “Documento de bases para una nueva Ley de Educación” y respaldan esta declaración.

Colectivos Sociales
Amesti Educació (Associació de Mestres Grup de Treball per la Infancia), Asamblea Marea Verde Madrid, Colectivo Infancia, Foro de Sevilla, Europa Laica, Junta de Portavoces de Educación Infantil, Mareas por la educación pública, Ciudadan@s en defensa de la Escuela Pública, Proyecto Roma, Plataforma Crida de las Illes Balears (madres, padres, estudiantes y profesorado) y Stop Ley Wert/La educación que nos une, conformada por colectivos y plataformas como: %ATTAC España (Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana), OXFAM Intermón, Confederación Estatal de Movimientos de Renovación Pedagógica, Europa Laica, Plataforma en Defensa de la Educación Infantil 0-6, Ecologistas en Acción, Foro Mundial de Educación, Juventud Sin Futuro, Red IRES (Investigación y Renovación Escolar), Rosa Sensat, Yo Estudié en la Pública.

Sindicatos de Estudiantes
Sindicato de estudiantes, Federación de estudiantes progresistas del Estado y Colectivo Estudiantil Salmantino.
Asociaciones de Madres y Padres

Confederación Española de Padres y Madres del Alumnado.
Organizaciones Sindicales

Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras , Confederación Stes-intersindical y Sindicato de Enseñanza de Madrid de la CGT.
Partidos Políticos

Partido Socialista Obrero Español, Izquierda Unida, Podemos y Esquerra Republicana

Fuente de la noticia: https://porotrapoliticaeducativa.org/2016/07/24/medidas-urgentes-frente-a-la-lomce/

Fuente de la imagen: https://porotrapoliticaeducativa.files.wordpress.com/2016/07/80×80-impulse-20-lowres-1024×1024.jpg?w=525&h=525&crop=1

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Capitalismo casi antónimo de Democracia

Por Manuel E. Yepe

El orden socioeconómico capitalista es sinónimo de libertad… siempre que usted acepte que la primera de las libertades la disfrute el capital, y que el dinero pueda ser libre para comprarlo todo. Cuando se restringe la capacidad del dinero para adquirir los bienes que sustentan la vida en sociedad o se impide que éstos se comporten a la manera de una mercancía más, susceptible de ser comprados y vendidos, se restringe al capitalismo.

Por eso es tan importante para el capitalismo que la conciencia ciudadana sea manipulada para fijar la idea de que capitalismo es igual a democracia y que cualquier atentado contra la libertad del dinero para adquirir cualquiera de los bienes terrenales y morales del hombre es una agresión contra la democracia.

Lamentablemente, la organización social en que vive el mundo es el capitalismo y son pocos los países cuyos pueblos han logrado- o luchan aun por hacerlo- que no sean las clases adineradas las que detenten el poder político y hayan emprendido, con dificultades enormes, rutas distintas a ese orden económico, político y social.

Por ese motivo, las reglas de juego que rigen las relaciones internacionales en el planeta en forma de leyes, prácticas sociales y tradiciones, tienen todas -o casi todas- una fundamentación conveniente al orden burgués.

Hay veces que la dictadura global capitalista se ejerce con mayor violencia que otras, pero siempre subyace una lucha entre los ricos empoderados y los pobres que sufren las consecuencias de tal prerrogativa ajena.

Cuando las condiciones lo permiten, las oligarquías se obligan a hacer concesiones a sus “sometidos” en aras de evitar que éstos se vean estimulados a recurrir a su ventaja numérica y se organicen para un enfrentamiento que perturbe de alguna manera su orden.

Pero, con igual o mayor prontitud, suelen reaccionar las clases adineradas cuando su hegemonía se encuentra en peligro y acuden al recurso de apoyarse recíprocamente en defensa de sus espurios intereses explotadores.

Los privilegiados se preguntan cómo sería un país donde los médicos, los educadores, los tribunales, los gobiernos, los medios de producción y de servicios, los medios de información, las expresiones culturales y hasta las condiciones para hacer el amor estuvieran al servicio de todos por igual en una sociedad en la que el dinero no pueda determinar diferencias en la calidad y urgencia de las prestaciones.

Algo así, consideran, distorsionaría el precario y asimétrico equilibrio actual de casi todas las sociedades nacionales; el capitalismo precisa que tales ideas continúen al margen de las aspiraciones ciudadanas.

¿Por qué aceptar que, en caso de enfermedad, una persona con recursos económicos se vea condenada a la misma calidad de atención e iguales condiciones de tratamiento y posibilidades de curación que los que carecen de ellos?
¿Es lógico que los descendientes de personas adineradas deban compartir las mismas aulas y calidad de educación con los hijos e hijas de las familias pobres?

¿Es racional que pobres y ricos sean juzgados, si delinquen, con el mismo rasero, o que compartan galeras en prisión cultos millonarios corruptos con rústicos y hambrientos delincuentes comunes?

¿Por qué candidatos a cargos de gobierno, en sus campañas electorales, han de prescindir de las donaciones que les hagan las personas más ricas, influyentes y responsables de la sociedad, a fin de que, en su futuro desempeño como dirigentes, se consideren obligados a proteger prioritariamente la seguridad de los capitales de las corporaciones y los del segmento más importante y poderoso de la nación?

Para el capitalismo internacional, la prensa sólo se considera democrática en un país donde esté permitido al capital privado comprar emisoras de radio y de televisión, periódicos, revistas, agencias de noticias o cualquier otro medio para así cuidar que lo que se publique sirva a sus intereses, que son los determinantes en el conjunto de la sociedad.
El orden burgués valora también como lícito que el disfrute de lo mejor del arte y la cultura nacional e internacional esté limitado a la élite culta de la sociedad que es capaz de sufragar, mediante la publicidad, el precio de sus costosas realizaciones, o de pagar onerosos billetes de entrada a los espectáculos.

¿Acaso no considera natural y lógico que todo en la sociedad esté estructurado de modo que el atractivo principal para la relación de géneros sea el dinero y la posición económica, y que la competitividad y la lucha por la ganancia sean los motores del progreso en cualquier nivel?

La historia registra la existencia de una supuesta democracia esclavista en Grecia y los capitalistas han pretendido apropiarse del término cual si fuera privativo de su ordenamiento socioeconómico, pese a ser el vocablo “capitalismo” casi antónimo de “democracia”, un término sólo reclamable etimológicamente por el “socialismo”.

*Fuente: https://manuelyepe.wordpress.com/2016/06/14/capitalismo-es-casi-antonimo-de-democracia/

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Entrevista a Boaventura de Sousa Santos: “Los más poderosos son quienes más salen del juego democrático para después imponerlo a los de abajo”

10 Julio 2016/Fuente: Pagina 12 /Autores: Natalia Aruguete y Bárbara Schijman
En medio del actual proceso de transición regresiva en varios países de la región, como Argentina y Brasil, el reconocido jurista y sociólogo propone continuar con la lucha por la igualdad para impulsar un nuevo ciclo constituyente que haga frente a los intentos destituyentes. Los logros alcanzados en los últimos años y sus límites. Los errores de los gobiernos progresistas.Los logros en el nivel de consumo alcanzados en los últimos años en la región no se han podido sostener en el tiempo. La embestida de los sectores de derecha en distintos países de América Latina, asume el investigador portugués Boaventura de Sousa Santos, pone de manifiesto la “fragilidad” de tales conquistas. Frente al actual proceso de transición regresiva en países como Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela, el reconocido jurista y sociólogo propone continuar con la lucha por la igualdad. No una igualdad clásica, sino una agiornada, que define como “igualdad con diferencias”.

–¿Qué nuevas formas cree que toman las luchas por la igualdad en América Latina?

–Las luchas por la igualdad han sido luchas tradicionales en este continente, ya que es un continente muy desigual. Las desigualdades se han profundizado a lo largo de las últimas décadas, excepto quizás en los últimos 12 o 15 años, dependiendo de los países. Algunos gobiernos, salidos muchas veces de movimientos populares, lograron realizar alguna redistribución social aprovechando el boom de los commodities y el alza de precio de los productos primarios; con eso integraron en el consumo –aunque no en términos de ciudadanía, por lo menos en el consumo–, a millones de personas en el continente. Claro. Se está demostrando que estos logros son frágiles y reversibles. De hecho están siendo ya puestos en cuestión en varios países: Argentina es uno de ellos, Brasil puede ser el próximo, Ecuador también, y Venezuela. Dado que no ha sido un proceso sostenible, la lucha por la igualdad debe continuar. No se trata de una lucha clásica por la igualdad entre clases, sino que se trata de una “igualdad con diferencias”.

–¿En qué sentido “igualdad con diferencias”?

–Desde los años 90, pero sobre todo después de 2000, hay una lucha muy fuerte por el reconocimiento a la diversidad protagonizada, sobre todo, por los movimientos indígenas y afrodescendientes. Ya había obviamente una lucha de las mujeres por la diferencia, por la diversidad, pero estos dos movimientos –el afrodescendiente y el indígena–, tuvieron un impacto enorme sobre todo en algunas de las constituciones, como las de Bolivia y de Ecuador, para mostrar que la igualdad para ser incluyente debe tomar en cuenta las diferentes maneras de pertenecer a una cierta comunidad política que es el Estado. Esos fueron logros. Ahora, en este momento, estamos en un proceso de reversión, de transición regresiva.

–¿A qué se refiere cuando habla de que “asistimos a un nuevo ciclo constituyente”?

–Cuando hablo de procesos constituyentes me refiero a procesos que buscan intentar ver de qué manera se puede abrir otro ciclo una vez que éste está agotado o que se presenta como un proceso destituyente, en la medida en que los derechos conquistados se están destituyendo, a veces a través de cambios constitucionales, otras veces sin cambios constitucionales. Por eso también es que las constituciones se están revelando como un papel mojado y con poca eficacia; ellas, que fueron creadas fundamentalmente para crear la idea de seguridad y que podrían aguantarse momentos cíclicos complicados. Pero no es así. Tenemos un tipo de estado de excepción en el que no hay suspensión de las constituciones, no hay dictadura, todo parece hecho dentro de una normalidad democrática pero el hecho es que la democracia se está espaciando. Por eso el apego a un proceso constituyente es a un nuevo proceso que pueda blindarse en relación a las debilidades del proceso anterior.

–¿A qué atribuye el cambio de signo político de algunos gobiernos de la región?

–Creo que es producto de muchos errores por parte de algunos gobiernos, que en su parte final y producto de la degradación del ánimo político, tenían casi actitudes suicidas. Todos sabemos que quizás la presidenta Dilma Rousseff no fue necesariamente la mejor opción para suceder a Lula.

–¿Por qué lo cree?

–Fue una decisión personal suya postular a una persona que nunca se había presentado a elecciones en ninguna parte. Una buena técnica, pero quizás buena para gobernar en períodos de bonanza y no en períodos de turbulencia. Por eso digo que hubo un casi suicidio. Pienso que los gobiernos progresistas no prestaron la atención necesaria para ganar victorias contundentes. Para eso era necesario mantener una lealtad con los grupos sociales con los cuales trabajaron durante años; lealtad que no mantuvieron. Al final de sus mandatos implementaron políticas casi ofensivas.

–¿Por ejemplo? ¿A cuáles se refiere concretamente?

–Por ejemplo, en el caso de Dilma, el hecho de nombrar para ministra de agricultura a Kátia Abreu, la gran mujer representante de los agronegocios. Y así tantas otras cosas ocurrieron en otros países que hicieron parecer que se estaba traicionando todo lo que se había prometido en la campaña electoral. Fueron muchos errores. La gente no es estúpida. La gente quería esta redistribución, ¿quién no? Solamente la clase media puede ser muy crítica por temor a que se le recorte algún beneficio, pero sigue teniendo su salario, su coche… Pero la gente que estaba muy abajo y que finalmente pudo comer, ir al colegio, ir al supermercado… a esa gente le gustaría poder sostener esa política. El caso es que los gobiernos no fueron lo suficientemente elocuentes para que la gente pudiera advertir que lo que la derecha y los medios de comunicación decían era realmente falso.

–Usted atribuye estos cambios de signo político a la fragilidad de los logros alcanzados en los últimos 15 años. Sin embargo, en algunos países los cambios se dieron por la voluntad popular…

–Es una buena pregunta pero complicada de responder. Estos cambios de transformación y de políticas de redistribución social están siendo eliminados a través de procesos democráticos. Por eso puede decirse que es el pueblo el mayor beneficiario de estas políticas, el que se muestra ingrato y vota en contra. En ese sentido habría varias cosas que decir.

–¿Cómo cuáles?

–Primero, es claro que estos gobiernos progresistas cometieron muchos errores; hay quienes no consideran a estos gobiernos progresistas, yo los sigo denominando así en el sentido de que buscaron una redistribución social en un continente marcado por las desigualdades que venían desde la Colonia. Uno de esos errores fue no aprovechar la gran oportunidad que se les dio para transformar políticamente la sociedad: hacer reformas políticas, reformas del sistema fiscal, de los medios de comunicación, de la economía. Y al contrario, de una manera perezosa, aprovecharon el aumento de los commodities y el alza de precios de las materias primas para permitir, a partir de esto, una redistribución social que era dependiente de los precios. Al mismo tiempo, permitieron a las clases oligárquicas, a los sistemas financieros, a los ricos, enriquecerse como nunca. No aprovecharon la gran aceptación, casi hegemónica, que tuvieron en algún tiempo para transformar la política de manera de poder resistir a una situación más adversa. Por eso es que estas formas de inclusión no fueron realmente formas de inclusión democrática y ciudadana.

–¿Qué tipo de inclusión observa en estos procesos?

–Fueron formas de inclusión por el consumo. En ese sentido, estos nuevos sujetos políticos, que en muchos casos por primera vez podían comer tres veces al día, no fueron invitados a ejercer el control sobre las políticas públicas mediante mecanismos de democracia participativa, tampoco fueron invitados a debatir sobre el servicio que se daba en los hospitales y se quedaron, por así decirlo, como pasivos recipientes de un consumo que ahora les era permitido. Por eso esta inclusión es frágil, por eso permite que esta población que fue realmente beneficiada esté sujeta a influencias que pueden de alguna manera disfrazar y pervertir todo lo que se hizo.

–Puntualmente, ¿a qué influencias se refiere?

–Hay influencias sin las cuales no podemos entender qué está pasando. En primer lugar, la presencia de un fascismo mediático. En mi trabajo he distinguido diferentes formas de fascismo: el fascismo del apartheid social, el fascismo territorial, el fascismo paraestatal, el financiero y, obviamente, el fascismo mediático. El fascismo mediático es aquel que permite a los medios, a través de la concentración mediática, manipular de una manera grosera la realidad y las percepciones de la vida cotidiana, de la vida política, de manera que la gente se sienta traicionada por los que apoyó anteriormente y que piense que los que le dieron una nueva vida a través de la inserción en el consumo son los responsables de la crisis. Eso fue lo que ocurrió a través de una manipulación mediática muy inteligente y poderosa que se hizo en todo el continente.

–¿Qué otros elementos coadyuvaron a este tipo de influencias?

–El segundo factor es la presencia del imperialismo norteamericano. No se puede ocultar más que los errores internos que cometieron los gobiernos progresistas no serían tan graves si no hubiera una fuerza internacional muy fuerte proveniente del imperialismo norteamericano que opera por diferentes mecanismos, que por supuesto ahora no son las dictaduras militares pero que son las presiones del sistema financiero internacional y la financiación de organizaciones democráticas en varios países que son democráticos desde la fachada pero que aplican condiciones hostiles a los gobiernos progresistas. Sin ir más lejos, en Brasil está absolutamente documentada la presencia de los hermanos Koch, muy conocidos en Estados Unidos por ser de los más ricos y de los que más promueven políticas de derecha.

–¿En qué consistió el rol de los hermanos Koch en el impeachment llevado a cabo contra Dilma?

–Los Koch Brothers han financiado muchas organizaciones que están hoy en la calle pidiendo el impeachment de Dilma. El imperialismo norteamericano aprovechó los errores cometidos por los gobiernos progresistas para atacar con una violencia sin precedentes. Empezaron por los pequeños países: primero Honduras, luego Paraguay con el golpe parlamentario a Fernando Lugo. Y ahora están intentando con los grandes países: Venezuela, Brasil y Argentina, y debemos decir que lo están haciendo con bastante éxito y que por eso hay que empezar de nuevo.

–¿En qué consiste el “fascismo financiero”?

–Todas las formas de fascismo son formas infra-políticas, no son parte del sistema político, que es democrático, pero condicionan las formas de vida de los que están abajo a través de desigualdades de poder que no son democráticas, que son inmensas y permiten que los grupos que tienen poder casi obtengan un derecho de veto sobre las oportunidades de vida de quienes están más abajo. Si eliminan la escuela pública y la salud pública la gente con bajos recursos podrá enviar a sus hijos a la escuela si es que tiene un amigo o padrino. Ahora, si el padrino no quiere pagar entonces sus hijos ya no irán a la escuela. Es la filantropía: el veto sobre la oportunidad. Es la discrecionalidad, que ocurre de diferentes formas. Por ejemplo, la discrecionalidad de la policía ante los pibes que son negros o que usan gorra. Y que llaman “leyes de convivencia”, pero que no tienen nada de convivencia sino que cuestiona a cualquiera que tenga un comportamiento apenas distinto. Eso es fascismo. Es arbitrariedad. Lo mismo el fascismo del apartheid social. En todas partes hay zonas salvajes de la ciudad y zonas civilizadas, donde existen todos los requisitos de urbanidad, de seguridad y saneamiento básico, y otras zonas donde no hay electricidad, donde el agua está contaminada, etc. Todo esto en un marco de la legalidad. Una discrecionalidad por debajo de los procesos políticos, y por eso digo que vivimos en sociedades que son políticamente democráticas y socialmente fascistas.

–¿Qué rasgos distintivos encuentra en el fascismo financiero?

–El fascismo financiero tiene una característica especial: permite salir del juego democrático para tener más poder sobre el juego democrático. O sea, alguien con muchísimo dinero puede ponerlo en un paraíso fiscal. De este modo sale del juego democrático de los impuestos, pero al salir se queda con más dinero y más poder para poder influenciar el juego democrático y además darles consejos a los ciudadanos de que no deben gastar tanto, que están viviendo por encima de sus posibilidad, que el Estado está gastando más en salud, por supuesto, porque el Estado no está siendo financiado con los impuestos que podría recibir si esta plata estuviera en el país. Se crea una corrupción de la democracia a través de la cual hay dos reglas: los que huyen de las reglas democráticas son los que se quedan con más poder para imponer las reglas democráticas a los otros. Esa es la perversidad del fascismo financiero. Claro que también tiene otras formas como las “agencias de rating” y la especulación.

–¿Qué hay del fascismo político?

–Justamente, el problema radica en ver hasta cuándo se mantiene como fascismo social y cuándo se transforma en fascismo político. Porque hasta ahora, políticamente, las sociedades son democráticas. Hay libertad de expresión, relativa pero existe. Hay elecciones libres, por así decirlo, con toda la manipulación. Hay un mínimo de credibilidad democrática, pero los asuntos de los que depende la vida de la gente están cada vez más sustraídos al juego democrático y los más poderosos son quienes más salen de ese juego democrático para después imponerlo a los que están abajo. Esto a mi juicio es la situación en la que estamos y donde surge la necesidad de un otro proceso constituyente.

–El acceso al saber también es desigual. ¿Se puede hablar de un fascismo del conocimiento?

–Lo que diría es que estamos asistiendo a la mercantilización del conocimiento. Durante mucho tiempo el conocimiento científico valió por su rigor y por la curiosidad de los cientistas que se decidieron a investigar un tema y que llegaban a conclusiones útiles para los países. Hoy ya no es así. El valor del conocimiento es un valor de mercado: el conocimiento contribuye a la innovación, genera patentes. Las universidades están ante una presión enorme por generar recetas propias del conocimiento. Se mercantiliza el conocimiento y por eso las propias universidades están cada vez forzadas a funcionar como corporaciones mercantiles, como empresas, los profesores como proletarios que producen para revistas de impacto, y los estudiantes como consumidores. Hay una mercantilización general del conocimiento y es esto que ha dado impulso al trabajo que me domina hoy sobre las “epistemologías del sur”: intentar llevar a cabo una lucha radical en todo el conocimiento. Por eso trabajo tanto con los movimientos sociales, para mostrar que el conocimiento científico es importante y no se puede demonizar, que la ciencia demuestra que los transgénicos o los insecticidas contaminan el agua y destruyen la vida, que debemos usar esa ciencia, pero tener en cuenta que esa ciencia no es la única válida. En este sentido es necesario descolonizar el saber para poder democratizar la sociedad, despatriarcalizarla y desmercantilizarla.

–¿Es posible aplicar su concepto de “apartheid social” a las políticas segregacionistas hacia los refugiados que se despliegan en varios países europeos?

–Toda la razón en mencionar a Europa, que está bajo la misma presión. Los refugiados son un caso extremo de una política de exclusión, pero lo más significativo es todo el sistema de fascismo financiero, disciplinario, que se aplicó en Grecia, Portugal, España, y que se está aplicando en otros países para intentar exigir que todos los países sigan la misma línea conservadora, de privatización, de liberalización, de destrucción de servicios públicos como salud y educación, de privatización de los servicios que son rentables para el capital. Europa puede hoy con menos arrogancia reconocer y entender mejor lo que pasa en América Latina.

–¿Por qué?

–Porque durante mucho tiempo pensó que ciertas situaciones sólo sucedían en países menos desarrollados, pero hoy Europa está pasando por un proceso de subdesarrollo: algunos países que estaban más desarrollados ahora están siendo subdesarrollados (el caso de Grecia es muy dramático y, desde el año 2000, el caso de Portugal también). Portugal es el único país de la Unión Europea que tiene un gobierno de izquierda que puede ser destruido en cualquier momento por Bruselas porque no está muy interesada en gobiernos de izquierda. Pero es una lucha cada vez más común entre países latinoamericanos y europeos.

–¿Cuál es su mirada hacia los partidos de izquierda?

–Creo que es necesario que redefinamos qué son las izquierdas y cuál es su forma política. Primero, no se puede decir que las izquierdas no aprendan. Voy a dar el ejemplo de la izquierda portuguesa. Durante mucho tiempo los comunistas pensaron que jamás podrían aliarse a los socialistas porque los consideraban de derecha. Ante la posibilidad de que una derecha siguiera gobernando Portugal por cuatro años más decidieron unirse al partido socialista.

–¿Por qué las izquierdas tienden a la fragmentación?

–El problema es que la izquierda partidaria hizo lo que yo llamo “una sociología de ausencias”. Invisibilizó todo lo que no se designaba como izquierda y que no tenía la forma de partido. Por eso lo que falta, a mi juicio, es juntar estas diferentes dinámicas y, para eso, es necesario que las izquierdas abandonen la idea de que los partidos son la única forma de representación política. Los partidos tienen que pasar por una refundación donde la democracia participativa sea constitutiva de la formulación de las políticas, de los partidos, y de las elecciones de los candidatos.

 

Fuente de la entrevista: http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-303326-2016-07-04.html

Fuente de la imagen: http://www.pagina12.com.ar/fotos/20160704/notas/na17fo01.jpg

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Venezuela: Avanzando hacia la paz necesaria en Nuestra América

AgenciaPrensaRural/25 de junio de 2016

“Sólo un pueblo escéptico de la guerra y maduro para el conflicto es un pueblo también maduro para la paz” Estanislao Zuleta

Desde la Venezuela Bolivariana, tierra de libertadores, con alegría recibimos la noticia del acuerdo para el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo. Saludamos este firme paso dado en La Habana hacia la terminación de la guerra. El comandante Chávez fue enfático y consecuente en predecir que el conflicto armado no podía ser eterno en Colombia, y fue solícito en prestar todos los apoyos para la concreción de la solución pacífica que hoy se muestra cercana. La Paz en Colombia, es obra colectiva, también se debe en gran parte a los esfuerzos de la Revolución Bolivariana. Desde el movimiento popular Venezolano consideramos lo siguiente:

1. Este importante acuerdo marca el inicio de una nueva etapa en la región ya que la guerra en Colombia ha servido de excusa para el intervencionismo norteamericano y sus planes desestabilizadores en contra de los gobiernos democráticos no alineados a la política neoliberal.

2. Mientras se forja la paz en Colombia, los enemigos de los pueblos, en la OEA y otros escenarios, claman por sumir en violencia y aislamiento a Venezuela. Nuestro bravo pueblo resiste y sabrá afrontar las adversidades impuestas, ¡para los guerreristas: el basurero de la historia!

3. La paz en Colombia es un triunfo contra el imperialismo, guerrerista en esencia. Ellos han intentado, por todos los medios, ponernos a pelear, pero nosotros somos pueblos hermanos, hijos de Bolívar y Chávez. Por eso Nuestra América debe ser por siempre región de paz con justicia social.

4. La paz en Colombia le quita el negocio a los que se lucran con la guerra y la muerte. La salida política al conflicto armado que azotó la hermana República por más de 60 años configura una verdadera apertura democrática que permite desatar, efectivamente, todos los poderes creadores del pueblo, de los que nos hablaba Aquiles Nazoa.

5. Sabemos que este acuerdo no se trata del fin de los conflictos sociales, pero estamos esperanzados en que de una vez por todas se abran las compuertas para una democracia cabal, donde los argumentos sean respondidos con argumentos y se erradique de una vez por todas la práctica represiva de la eliminación física de los adversarios y contradictores políticos. Que se difumine el estruendo de la guerra, para que suene la inmensa polifonía de las voces populares. En la mesa de diálogo se delinean acuerdos programáticos para transformar a Colombia, en calles y campos tocará hacerlos realidad.

6. Exigimos al gobierno colombiano que se asuma con seriedad la palabra empeñada. Qué cumpla los compromisos adquiridos, producto de las recientes movilizaciones a lo largo y ancho del país, con la Cumbre Agraria, Étnica y Popular espacio de convergencia del movimiento popular colombiano. También exigimos el inicio inmediato, sin más dilaciones, del proceso de paz con el ELN.

7. Que este acuerdo sirva para cerrar de una vez y para siempre el ciclo de violencia que ha sumido a nuestra Colombia en “100 años de soledad” para que, al vuelo de la vida, el pueblo pueda continuar en la construcción -y lucha- por la suprema felicidad posible.

Con el bolivarianismo y la solidaridad que nos inculcó el comandante Chávez, decimos al pueblo colombiano y a sus organizaciones: sigan contando con nosotros para las adversidades que nos depara el futuro, para seguir andando, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los andes, a decir del buen Martí. Para Colombia y nuestra América ¡‪#‎SonHorasdePaz‬!

Suscribimos:
Articulación de Movimientos Sociales hacia el Alba – Capítulo Venezuela
Alba TV
Iniciativa Cultural Colombia no está sola
Ejercito Comunicacional de Liberación
Colectiva de Comunicación Popular Feminista Las Hijas de Eva
Congreso de los Pueblos -Capitulo Venezuela
Movimiento de Pobladores y Pobladoras
Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora
Escuela de Feminismo Popular, Identidades y Sexualidades Revolucionarias
Eppoca
Frente Cultural de Izquierda
Campaña Venezuela Libre de Transgénicos
Foro Internacional de Victimas – Capitulo Venezuela
Taller de Arte Murachi -Mérida
Diversa Escuela Revolucionaria
Escuela Popular de Agricultura Urbana
Comuna Comandante Eterno
Colectivo Taime Teatro
ASGDRe
Colectivo Cimarrón
Tatuy TV

Tomado de: http://prensarural.org/spip/spip.php?article19669

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En la mira de una “intervención humanitaria”

Por Alejandra Laprea

TINTA VIOLETA

Desde que decidimos avanzar en la construcción de una soberanía no condicionada por intereses externos o tarifas, nuestro país y nuestras vidas están en la mira de muchos.

Hace poco hemos superado una embestida. Las fuerzas de la razón se impusieron temporalmente y la petición del secretario general de la OEA quedó desmontada y desenmascarada, sin embargo aún no podemos celebrar… somos víctimas de una campaña sostenida en el tiempo y en el globo terráqueo que pretende hacer del “sentido común” la necesidad de una intervención humanitaria internacional.

La intervención internacional, injerencia, ayudas humanitarias o, como lo quieran llamar, si no está solicitada por los gobiernos legítimamente constituidos, va contra todo principio de soberanía y autodeterminación al que tenemos derecho como pueblo. Y es que detrás del término “humanitaria” está escondida la palabra militar. Todas estas acciones internacionales son llevadas a cabo por fuerzas militares, cuyo entrenamiento es para la guerra, y la presencia de estas fuerzas suele extenderse indefinidamente.

La historia de las intervenciones “humanitarias” es muy triste. A mí me ha sido imposible encontrar un ejemplo donde los países no hayan quedado sumidos en la más absoluta pobreza material y espiritual después de una de esas “intervenciones humanitarias”. Algunos tristes ejemplos de cuando los supuestos remedios son peores que cualquier enfermedad son: Bosnia y Kosovo, Servia y Montenegro, Afganistán e Irak, y en nuestra América: Haití, Nicaragua y Granada, entre otros.

Y esa historia se hace más cruda cuando la contamos desde el punto de vista de las mujeres, quienes, al ser los sostenes de las familias, las garantes de las tradiciones, las guardianes de la identidad y estar, además, simbólicamente ofrecidas por el patriarcado como territorio a ser conquistado y dominado, nuestras vidas se convierten en botines de guerra y aparecen a montones los casos de violaciones, esclavización sexual, trata, esterilizaciones forzadas, es decir, la guerra en su expresión más inhumana.

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La Araña Feminista teje la red de colectivos de mujeres socialistas de Venezuela. Este es un espacio reflexivo e informativo sobre nuestras luchas y conquistas. La unión de nuestras voces construye el socialismo feminista.

http://encuentrofeminista.weebly.comwebfeminista@gmail.com

Fuente: http://ciudadccs.info/alejandra-lapreala-arana-feministaen-la-mira-una-intervencion-humanitaria/

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Guía para el “golpe blando”

Por Atilio A. Boron

24.4.2016

Hola, comparto una reflexión, en tono satírico, sobre los «golpes blandos». Espero que les guste.

Washington ha modernizado sus prácticas intervencionistas. La vieja metodología de lanzar a sus carniceros de uniforme y charreteras para acabar con los gobiernos que no eran de su preferencia ha sido declarada obsoleta y, por lo tanto, fue discontinuada. En consonancia con las nuevas teorizaciones de Joseph Nye y sus discípulos ahora la Casa Blanca apuesta por la eficacia del “poder blando”. Los viejos golpes de estado con sus militares de torva mirada y métodos brutales han cedido lugar a formas más sutiles pero no por eso menos eficaces de ejercer la violencia contra sus enemigos. La extensa nómina de líderes de movimientos sociales, campesinos e indígenas; de militantes de base y de periodistas muertos y desaparecidos después de los “golpes blandos” en Honduras (2009) y Paraguay (2012) o como práctica sistemática en países con gobiernos de derecha, como México, Colombia y Perú demuestra con elocuencia que el soft power es apenas otra manera de reprimir a los disconformes. El carnicero abandona su delantal ensangrentado y se viste con un traje de colección para continuar con su faena.

Estados Unidos tiene, como es sabido, muchas agencias de inteligencia. Tan es así y tan secretas son ellas que uno de los debates más tórridos (no álgidos, porque no son fríos sino bien calientes) que alteran los nervios de los burócratas, militares y políticos de Washington es si su número es 16 o 17. Aunque parezca increíble ni ellos parecen saber a ciencia cierta cuantas son. En todo caso, en lo que a los ciudadanos comunes y corrientes nos concierne, las chances de que haya alguna filtración de las agencias de seguridad se multiplican por 16 o 17. Antes había que esperar alguna falla en los dispositivos de seguridad de la CIA; hoy son muchas las que pueden experimentar filtraciones, con lo cual las probabilidadades de acceder a información antaño rigurosamente vigilada se acrecientan significativamente.

La sátira política es casi tan vieja como la política. Allí donde el gobernante o los dominadores oprimían a sus pueblos o acallaban las voces del disenso la sátira era el camino por el cual se abría camino la resistencia y la protesta. En la Grecia clásica las obras  de Aristófanes, comenzando por “Las Nubes”, marcan el glorioso inicio de una larga tradición que llega hasta nuestros días. Maquiavelo y Tomás Moro apelaron también a este artificio para decir y nombrar lo que no podía ser dicho o nombrado. Lo que sigue es una tentativa de transitar por ese mismo camino para entender, con la ayuda del humor, lo que está sucediendo en América Latina.

Días atrás la suerte me sonrió: recibí una comunicación de un hacker que, compadecido ante las persistentes intrusiones en mi cuenta de correo electrónico y en las redes sociales, me hizo llegar una filtración de una de aquellas agencias de inteligencia, pero sin decirme de cual. Se trataba de un breve pero muy didáctico compendio con las instrucciones que uno de los jefes le envió a un agente destacado en algún país de la región para destituir a un gobierno desafecto a Washington, seguramente una feroz dictadura. Su contenido resumía el voluminoso manual operativo (en la jerga de la Comunidad de Inteligencia esto se llama S.O.P., por  standard operating procedures ) con el que esas instituciones instruyen a sus agentes y al cual estos deben ceñirse para cumplir con la misión de sembrar la libertad y la democracia que Dios le encomendó al pueblo de los Estados Unidos. A continuación glosaré sus principales directivas.

Primero -decía el mensaje al agente- no se equivoque. Como por razones de seguridad no lo enviamos directamente a su país “target” sino que lo hacemos circular por varios para confundir a los agentes de la contrainteligencia comunista al llegar asegúrese bien que está en el país correcto y frente al gobierno que tiene que ayudar a derrocar. Si no conoce bien la región podría debilitar a un gobierno amigo de Estados Unidos y eso sería imperdonable para la agencia. Si tal cosa llegara a ocurrir tendría suerte si para castigarlo lo enviasemos a Corea del Norte a seguir los pasos de Kim Jong-un, un “mother fucker” que despacha a quienes le caen mal tirándolos a una jaula repleta de perros hambrientos. Recuerde que nuestros vecinos del sur son muy complicados. Hubo uno que dijo que “en América Latina lo que es no parece, lo que parece no es, y todo es como si lo fuera”. (Nota de AB: el remitente del mensaje ignoraba que quien acuñó esa frase fue el sociólogo y economista brasileño Ruy Mauro Marini). Por eso –sigue el mensaje- tenga cuidado. Desconfíe de los discursos. Los latinos son buenos para discursear. No se asuste si escucha a un jefe o jefa de estado pronunciar un discurso virulentamente antinorteamericano. Es muy probable que sea un buen amigo nuestro que, por debajo de la mesa, esté negociando con Washington alguna prebenda o un acuerdo que precisa ser cubierto por una espesa cortina de altisonantes ataques verbales a nuestro país. Ha habido muchos casos de esos. Y no confíe en los que  se deshacen en elogios a nuestro modo de vida y nuestras instituciones. Si sobreactúan su admiración es porque la DEA les descubrió un chanchullo, están a punto de perder las elecciones o ser derrocados por una revuelta popular y están preparando su dorado exilio en nuestro país.

Para no equivocarse siga estas pocas reglas: fíjese si el gobierno que le fue asignado para destituir se adhirió al ALBA, versión tropical de la Internacional Comunista de Stalin; averigüe como votó en Mar del Plata cuando hundieron el ALCA en el 2005. Si se plegó a la arenga antinorteamericana de Chávez es el enemigo a vencer; si no lo hizo es uno de los nuestros. Otro criterio: fíjese si el gobierno ha desarrollado un programa nuclear. Los latinos son muy vengativos y traicioneros, y lo más probable es que algo aparentemente inocente, concebido supuestamente para usos pacíficos, sea una pantalla para cubrir un acuerdo bélico con países como Irán o Corea del Norte. Por eso: si tiene un programa nuclear usted está en el lugar correcto y póngase a trabajar de inmediato. Si no lo tiene conecte su GPS y recalcule su trayectoria. Otro: vea si ese país lanza o no satélites al espacio exterior. Si lo hace, como lo hizo la Argentina hace poco, su inconfesable finalidad es facilitar a rusos y chinos el monitoreo satelital de los desplazamientos de la Cuarta Flota por el litoral latinoamericano.

Ultimo criterio: abra bien los ojos y vea si hay un número inusual de chinos o rusos en el lugar en que se encuentra. En Latinoamérica hay negros, indios y mestizos, y unos pocos blancos que quieren ser como nosotros, como lo comprobó uno de nuestros asesores: Samuel P. Huntington, de Harvard. Si hay muchos chinos estamos en problemas. Son muy ladinos y arteros, y dan cobertura a sus tropas tras fachadas aparentemente inocentes. Por ejemplo, pequeños supermercados barriales cuya finalidad bélica se oculta contratando paraguayos, bolivianos y peruanos supuestamente encargados de la venta de frutas, hortalizas y carnes. Ingénieselas para penetrar en la trastienda de esas pequeñas fortalezas y seguramente encontrará un impresionante arsenal militar de última generación destinado a abastecer a la base que ya han instalado en el sur de la Argentina.

En Perú la soldadesca china se esconde tras una sospechosa cantidad de “chifas”, restaurantes que ofrecen una comida china barata mezclada con exóticos e indigeribles productos de la gastronomía local. Los chifas parecen inofensivos pero no lo son: toda esa gente, desde los cocineros a los meseros, sacarán a relucir sus armas ni bien Beijing dé la voz de mando para atacrnos. Por eso, ni se le ocurra ir a comer allí. En Lima hay muchos Kentucky Fried Chicken y McDonald’s como para arriesgarse a morir envenenado o apuñalado en caso de que la contrainteligencia de los asiáticos haya detectado sus movimientos. En estos dos países, Argentina y Perú, los chinos aplicaron la metodología insurreccional de un resentido social italiano que aconsejaba destruir nuestras sociedades mediante la estrategia de guerra de posiciones: en la política, la cultura y también en el comercio minorista. Los supermercados o los chifas son la fachada que oculta un plan siniestro de dominación mundial.

 Con los rusos su tarea será más difícil, porque a diferencia de los chinos, que son amarillos, los ruskies son blancos y por afuera se parecen mucho a nosotros. Por adentro no, porque son colectivistas (por eso Lenin y su pandilla pudieron destruir al zarismo que nos había vendido a precio razonable Alaska), borrachines y holgazanes y no creen en la democracia, la libertad  y los derechos humanos. Su única chance para descubrir a los rusos es hacerlos hablar: párelos en las calles, hágase el turista confundido y tome nota de su habla. Recuerde que Rusia es el primer gran enemigo a vencer, por su temible arsenal atómico. Cuando se desintegró la URSS gracias a la valentía de Ronald Reagan que los obligó a batirse en la “guerra de las galaxias” y a Juan Pablo II, que movilizó la religiosidad de los polacos y los convirtió en el ariete que perforó las murallas del Kremlin,  muchos creímos que habíamos derrotado a los rusos definitivamente. Nos equivocamos y como la yerba mala que renace con renovados bríos reaparecieron con más fuerza que antes de la mano de un comunista disfrazado de demócrata pero que hasta lleva el nombre de Lenin. Tenga esto en cuenta. Y una vez liquidados los rusos nos encargaremos de los fucking chinos. Para resumir: si en el país nota que hay demasiados rusos es mala señal y quiere decir que tendremos que extremar nuestros recursos para operar allí. Ponga manos a la obra siguiendo al pie de la letra estas instrucciones.

Segundo: no se deje llevar por sus impulsos mesiánicos, a pesar de la  indignación que le produzca comprobar la malignidad de los planes antinorteamericanos en ese país. Cálmese y repórtese de inmediato a nuestra embajada: allí encontrará una fenomenal base de operaciones: comunicaciones, logística, armas, contactos, informantes, vehículos, disfraces, drogas, todo lo necesario. Pero tenga cuidado al interactuar con los nativos: cuando ellos hablan de “la embajada”, o cuando escuche que la insultan, tenga presente que sólo se refieren a la nuestra y a ninguna otra. A ella le achacan las culpas de todos los males producto de su indolencia e irresponsabilidad. En su insalubre mezcla de envidia y resentimiento, los latinos no conciben otra embajada que no sea la de Estados Unidos. Evo ha elevado la crítica a “la embajada” al rango de un onceavo mandamiento de la ley de Dios, pero no le haga caso. Nuestras embajadas son indispensables para nuestra misión civilizadora. Pese a que la cobardía de Obama nos hizo retirarnos de Irak los boys de la comunidad de inteligencia y los del Pentágono lo obligaron a dejar nuestra embajada en Bagdad, con 15.000 diplomáticos. ¿Diplomáticos? En realidad el 95 por ciento de ellos son militares, mercenarios (no usamos esa palabra cargada de malos recuerdos; los llamamos “asesores”) y agentes de inteligencia como usted. En los tiempos actuales los diplomáticos valen poco o nada, son dinosaurios incapacitados de actuar en un mundo en donde lo único que cuenta es el lenguaje disuasivo de las armas.

Nuestras embajadas tienen como finalidad dar cobertura al ejército de espías, asesores, consultores políticos, neuromarketineros y activistas antigubernamentales, disimulados las más de las veces como “agregados culturales”, en realidad agitadores de la “sociedad civil” y cuya tarea es organizar la oposición. Por eso, apenas el 5 por ciento de los funcionarios que tenemos en “la embajada” son diplomáticos. El resto es gente de acción, como usted, o personal de apoyo para su labor que hablan su lenguaje y con los cuales se entenderá inmediatamente. El eclecticismo y la cobardía de nuestros diplomáticos nos costaron muy caro: perdimos la China a manos de Mao y a buena parte de Europa, por casi medio siglo, después de la Segunda Guerra Mundial. Por eso mismo perdimos Cuba a fines de los cincuenta, y de milagro no se nos fueron Indonesia y las Filipinas. Todo gracias a esos afeminados del Departamento de Estado. Por suerte Trump y la Clinton entienden esto y ya nos aseguraron un refuerzo presupuestario para enfrentar a nuestros enemigos de la única manera posible: con la fuerza.

Tercero, “la embajada” tiene muchos amigos en el país. Échele una miradita a los Wikileaks y verá como aún sin la invitación de nuestros embajadores los admiradores de Estados Unidos se desviven por ir en tropel a “la embajada” para hablar mal de su propio país y sus gobernantes, y para urdir planes sediciosos; o para rogarnos que los invadamos para acabar con la peste populista y comunista. En cada país esa lista es enorme, y puede elegir entre gente muy calificada para pasar a la acción. Acuerde con ellos y comience por lanzar una campaña de rumores. Esto es muy efectivo allá: denuncie la insoportable corrupción del gobierno y hágalo sistemáticamente y sin pausas. Promueva también una campaña denunciando el fraude de la última elección o la incompetencia de sus funcionarios. Colegas suyos están organizando el desabastecimiento de bienes esenciales para provocar el malhumor de la población.

Los latinos adolecen de un cierto fatalismo en relación al tema de la corrupción y dicen que desde 1492 en adelante todos los gobiernos fueron corruptos, salvo unas pocas excepciones (que no eran precisamente nuestros amigos). Pero si insiste con el tema y planea una buena ofensiva mediática con los principales medios de comunicación (que son todos nuestros y los coordinamos desde Washington a través del Grupo de Diarios de América, donde están los grandes baluartes de la libertad de prensa como O Globo, El Mercurio, La Nación, El Tiempo y otros) comprobará que al cabo de un tiempo se producirá una formidable mutación en la opinión pública. Mire lo que logramos en Brasil, donde uno de los principales corruptos del país, procesado y todo, con cuentas ilegales en Suiza alimentadas por el dinero sustraído a Petrobrás, es presidente de la Cámara de Diputados y encabezó la ofensiva para sacarnos de encima a una guerrillera comunista disfrazada de demócrata que desvió fondos públicos para ayudar a la tiranía de los Castro construyéndoles el megapuerto de Mariel.

Este éxito hubiera sido impensable sin la actuación constante de nuestros agentes en Brasil, apoyándose en una red de jueces y fiscales corruptos, políticos corruptos y medios de comunicación corruptos, todos ellos coordinados desde Washington. Si esto le suena mal y no le gusta la palabra “corruptos” acuérdese del filocomunista Franklyn D. Roosevelt -que creó el IRS, Internal Revenue Service, la oficina de impuestos internos para hacer lo mismo que Lenin: expropiar a los propietarios- aunque debemos reconocer que en los asuntos hemisféricos manejó la cosa con mano de hierro. Él hablaba de la “política del buen vecino” pero apoyó a todos nuestros amigos en Centroamérica, especialmente a Anastasio Somoza en Nicaragua. Y cuando algunos blandengues de esos que nunca faltan se lo reprochaban diciendo que cómo apoyaba a Somoza, que era “un hijo de puta” él replicaba diciendo: “sí, pero es nuestro hijo de puta.” Usted siga este luminoso consejo: localice a nuestros hijos de puta de hoy y trabaje codo a codo con ellos. Ningún escrúpulo moral o chicana leguleya debe obstaculizar nuestra lucha por la libertad, la justicia y la democracia.

Cuarto, piense globalmente y actúe localmente. Para lo global (no para pensar, que eso lo hacemos aquí) contáctese con José María Aznar en España y Álvaro Uribe Vélez en Colombia. El español nos prestó un enorme servicio al acompañarnos en la decisión de invadir Irak en el 2003, pese a que algo más del 90 por ciento de los españoles estaba en contra. Bush le preguntó si ese desprecio por la opinión pública podría ser un problema para él y respondió que no, que en España las encuestas tienen un margen de error muy grande, superior al de Estados Unidos, y además a los españoles les encanta que quien ejerce el poder lo haga sin retaceos, que adoran a los caudillos y les gusta la mano dura, que por eso Franco fue tan popular. Por eso se reunió con Bush en las Azores, junto al charlatán de feria Tony Blair, uno de los mentores de la “tercera vía”, y entre los tres se sacaron una foto que dio la vuelta al mundo anunciando la buena nueva: que una coalición internacional de países democráticos invadiría Irak y enviaría al verdugo de Saddam Hussein a la justicia. A diferencia de Aznar, que siguió siendo nuestro fiel amigo hasta el día de hoy y maneja los dineros de la USAID y la NED destinados a Latinoamérica, Blair parece que procesó mal lo de Irak, abandonó la política y tuvo un inesperado quiebre religioso: abandonó la Iglesia Anglicana y buscó refugio y consuelo en la Iglesia Católica. Un agente nuestro “estacionado” en la Biblioteca Vaticana asegura que la razón de la insólita renuncia del Papa Benedicto XVI fue el arrepentimiento del pontífice alemán al haber formalizado el ingreso a la Eclesia del ex premier británico.

Volviendo a lo global, Aznar y su compadre Uribe son maestros consumados en eso de mover fondos de la NED y la CIA e influenciar a la opinión pública internacional. No se deje amedrantar por lo que dicen los National Archives de la George Washington University que el colombiano es uno de los cien mayores narcotraficantes de su país, que colaboró con el Cartel de Medellín, que era muy amigo de su capo, Pablo Escobar Gaviria, y que por eso, desde su banca en el Senado, se opuso a cualquier tipo de tratado de extradición que permitiera enviar a los narcos a nuestro país para someterlos a las leyes y la justicia estadounidenses. Esa información la discontinuamos en 1993 cuando advertimos que era falsa y que la había suministrado un agente cubano infiltrado en la DEA. Poco después comprobamos que la data era irrefutable pero desde arriba se nos dijo que nos olvidáramos del tema y que el hombre podría sernos útil en el futuro. ¡Y vaya si nos fue útil! Estaba predestinado a servirnos: ¡si hasta nació un 4 de Julio! En suma: cuente con ambos, con Aznar y Uribe, para lo que necesite. El español es un poco timorato, aunque rapidísimo para los negocios y para trasladar nuestros dineros de aquí para allá. Uribe, en cambio, es un hombre de acción, y si necesita ayuda tiene un verdadero ejército de combatientes por la libertad dispuestos a todo y que por eso la prensa comunista del continente los difama llamándolos “paracos” o “paramilitares.”  Y en lo que hace a la campaña en los medios avísele a Aznar o Uribe que le pidan a Don  Mario (Vargas Llosa, se entiende) que fulmine al gobierno que hay que tumbar con una de sus habituales filípicas comparando su corruptela y su despotismo con la democracia y la libertad que florece entre nosotros. Sus palabras, y hay que reconocer que el hombre habla lindo, producirá una reacción en cadena de comentarios y acotaciones en los medios, lo que rápidamente será reproducida y su impacto agrandado por toda la prensa libre de las Américas.

Don Mario es un figurón infumable, con un ego de dimensiones descomunales que ni siquiera el Premio Nobel de Literatura alcanzó a aplacar, pero es increíblemente llano y accesible a la hora de criticar a nuestros enemigos. Nomás dígale que tal o cual gobierno es populista o se reconoce como socialista para que el peruano salte al ruedo con toda la furia de su prosa. Tras él entrarán en combate peones menos brillantes, flojos de palabras pero visceralmente nuestros como su hijo Álvaro, Carlos Alberto Montaner y toda la nómina de empleados de nuestro gobierno, que muy generosamente los recompensa por su defensa de las libertades y la democracia. Del dinero no se preocupe: el Congreso aprueba anualmente partidas de varios centenares de millones de dólares que Aznar y Uribe canalizan hacia sus asociados latinos para ayudarles a crear un clima de opinión propicio al “golpe blando.”

Aparte están los dineros que aportan las transnacionales, o sea que aquí lo que sobra es el dinero y lo que falta es voluntad política para deshacernos de esos bribones. El  tono general en esta fase del proceso debe girar en torno a esta consigna: “la comunidad internacional está consternada por los ataques al periodismo independiente y a la oposición democrática.” Si la campaña prende en la opinión pública lance, siempre con sus socios locales, una segunda consigna “exigiendo la liberación de todos los presos políticos.” Entre nos le digo que no los hay porque los presos son algunos de nuestros amigos que por su afán de hacer méritos ante el Tío Sam y figurar como héroes del derrumbe del totalitarismo cometieron crímenes y los muy idiotas lo hicieron a cara descubierta, desoyendo nuestros consejos. Fueron muy estúpidos, pero la verdad es que en las cárceles nos son más útiles.

De todos modos no conviene menear demasiado el asunto de los venezolanos porque si lo que hicieron allá lo hubieran hecho en Estados Unidos –tentativa insurreccional, 43 muertos, centenares de millones de dólares en destrucción de vehículos e instalaciones públicas- ya habrían recibido una inyección letal en una cárcel de máxima seguridad de Alabama. ¡Ah, me olvidaba! Asegúrese que nuestros medios en la televisión saquen a TeleSUR de todas las grillas de las cableras. Nada menos que La Nación de Buenos Aires, uno de los decanos de la prensa seria a nivel mundial, dijo en un memorable editorial que el “modus operandi” de Telesur es “malicioso” y que el problema esencial con esa señal “no es su ideología, sino su rancio primitivismo panfletario para procesar las noticias.” Si lo dice La Nación, que de esto sabe mucho y ha sentado cátedra en materia de procesamiento de noticias, hay que creerle. Esos canallas de TeleSUR ya nos hicieron quedar como unos impostores cuando revelaron lo del relevo de Mel Zelaya, que los de la CNN y los medios amigos (entre ellos La Nación) habían ocultado cuidadosamente; y también con el affaire de Bengasi cuando liquidamos a Gadaffi, porque ellos pusieron en evidencia que no hubo bombardeo alguno de la aviación libia sobre nuestros muchachos en aquella ciudad. Si tiene dudas de cómo hacerlo hable con uno de sus colegas en Buenos Aires. Allá lo convencieron rápido a Macri y ahora las cosas están mucho mejor y los argentinos informados con objetividad e imparcialidad.

Quinto: identifique cuidadosamente a sus peones en la fase final de la campaña. ¡Aléjese de los cuarteles, olvídese de los militares! Recuerde que hace veinte años empezamos a ofrecer cursos de formación en Derechos Humanos y Democracia a jueces y fiscales de todos los países latinoamericanos. ¡Si viera lo bien que nos fue! Nos sacamos de encima a Mel Zelaya con una trapisonda de libro, y tres años después la repetimos con Fernando Lugo, un obispo tan libidinoso y mujeriego que nuestro Bill Clinton y su Mónica Lewinsky quedan reducidos a figuras como la Madre Teresa por comparación al marxista-leninista de sotana. Reclute los jueces y fiscales y también a los políticos en el congreso para organizar el juicio político. La cosa pasa por ahí: búsquenle la vuelta al presi, que algún muerto debe ocultar en su closet, alguna cuentaoffshore debe tener en algún paraíso fiscal, algunos milloncitos habrá fugado del país. La mayoría de los políticos latinos dejarían a Frank Underwood y los guionistas deHouse of Cards como inofensivos niños de pecho.

Busque en los Panamá Papers, pero tenga cuidado porque algunos de los nuestros fueron tan descuidados, para no decir estúpidos, como para dejar sus huellas digitales allí. Ningún latino, pobre o rico, es trigo limpio. No se olvide que son racialmente inferiores y por eso mismo propensos al desorden y al delito. Y cuanto más ricos y poderosos más tentados estarán en acrecentar sus fortunas por cualquier medio. Cuando los capitostes del Poder Judicial se alían con diputados y senadores, habiendo una jugosa recompensa material en el medio (que ya en parte hemos anticipado) los resultados son más devastadores de los que puedan lograr miles de soldados dirigidos por un estado mayor de ladrones incompetentes. Tampoco se olvide que hemos venido entrenando a militares y policías en Derechos Humanos y Democracia. Esta gente sabe muy bien lo que esto significa y arden en deseos de cooperar con nosotros.

No sólo nos fue muy bien en Honduras y Paraguay. Estamos a punto de obtener el premio mayor: Brasil, ¡y sin disparar un solo tiro! Sus colegas en ese país hicieron una obra maestra: sin tener nada concreto, ninguna prueba, nada, sacan del juego a dos castro-comunistas irreductibles como Lula y Dilma. Y los que tenemos en la Argentina la tuvieron todavía más fácil porque nuestros enemigos perdieron el gobierno a manos de uno de nuestros mejores amigos, pero en quién jamás habíamos pensado para la presidencia. El hombre habla muy bien el inglés, cree en la magia de los mercados pero no parece estar preparado para dirigir un país tan exótico como la Argentina, en donde gobernar no es imposible pero es inútil. Para eso se requiere de alguien con un perfil diferente y una dicción comprensible para el vulgo.

Pero Macri consiguió un buen marketinero político y llegó a la Casa Rosada y nos está dando una mano más que necesaria, como la tuvimos en la época de Menem, que nos ayudó a ganar la primera guerra del Golfo. Por eso le dijimos a Obama que ya que iba a Cuba y se desviara un poco y fuera a visitarlo, con suegra y todo. Los maricones del Departamento de Estado trataron de bloquear esta decisión diciendo que ningún presidente de Estados Unidos debe visitar a un gobierno instalado hacía pocos meses. Pero los chicos de la comunidad de inteligencia y del Pentágono les quebramos la mano a aquellos afeminados derrotistas y el presi nos hizo caso. Le dijimos que la Argentina bien valía una misa, que con el temita este de los narcos y los “paracos” Uribe se estaba desprestigiando demasiado y ya no nos servía, y que por eso Macri se había convertido en nuestro principal ariete contra el régimen dictatorial de Maduro. También le dijimos que para ganarse la simpatía de los nativos tenía que bailar un tango y tomar esa horrible y antihigiénica infusión llamada mate que aquellos bárbaros sorben todos de una misma “bombilla” rebosante de gérmenes y bacterias que se pasan unos a otros. La verdad es que los chicos de la comunidad de inteligencia todavía no se ponen de acuerdo sobre si Obama es estadounidense o keniano; o si es cristiano o un  musulmán vergonzante dispuesto a traicionarnos en cualquier momento. Pero es un actorazo, siguió nuestro guión al pie de la letra ¡y los argies quedaron fascinados con él!

Sexto: ya tiene al gobierno enemigo sitiado. Desde Washington la oposición cosechó una interminable secuencia de declaraciones manifestando la “preocupación” de nuestras autoridades y de los politiqueros del Congreso por la gravedad de los problemas que afligen al país y la necesidad de un radical cambio de rumbo. El FMI y el Banco Mundial lanzaron serias advertencias de la profundidad del abismo en que se caería a causa de la obstinación del gobierno en seguir aplicando sus políticas populistas y anti-mercado. La Unión Europea se manifestó en el mismo sentido y envió reiterados mensajes exigiendo redefinir los acuerdos comerciales desechando los residuos estatistas de los acuerdos iniciales. La SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) emitió rotundos comunicados denunciando los múltiples atropellos que sufre el “periodismo independiente” a manos del gobierno. Las federaciones económicas (industriales, agrarias, etcétera) claman al cielo exigiendo una rectificación de las políticas oficiales. Denuncie el carácter ilegítimo del gobierno y su incorregible ineficiencia, paralizado como está por el torrente de ataques procedentes desde el exterior y la creciente belicosidad de sus enemigos internos. Los gobiernos de los países vecinos hacen saber de su preocupación por los acontecimientos y la situación se descontrola por completo. Pero un gobierno, sobre todo un gobierno como el que usted debe ayudar a eliminar, no cae si  no se lo hace caer. Y para eso tiene que ganar la calle.

Repase cuidadosamente los manuales golpistas de Eugene Sharp, uno de nuestros teóricos disfrazado de académico, que codificó las  acciones desestabilizadoras de gobiernos enemigos a las que, burlonamente, bautizó como  “no violencia estratégica”. El bueno de Sharp hizo honor a su apellido y expuso en varios de sus informes para la CIA y la OTAN nada menos que 197 tácticas  “no violentas” con las cuales poner a un gobierno enemigo de rodillas. Entre ellas incluye iniciativas tan pacíficas como “establecer doble soberanía y gobierno paralelo”, acosar y abuchear a funcionarios en la vía pública, desobediencia civil y el boicot sexual y la suspensión de las relaciones sexuales habituales hasta que no caiga el gobierno y, de este modo, promover la militancia rebelde. Recuerde que la lucha contra el comunismo también se libra en la cama, y explote esa muy sensible faceta de nuestra batalla por la libertad.

Cuando todas estas condiciones están presentes la mesa está servida para la remoción del gobernante indeseable. Pero asegúrese que sus comensales tengan el aspecto apropiado. Tiene que crear un clima de derrumbe con multitudes saliendo a la calle a exigir “la salida” del gobierno enemigo. Asegúrese que  muchedumbre no esté formada sólo por nuestros amigos. Es más, dígales que se queden en casa. No sería demasiado creíble si el “tono plebeyo” que debemos darle a la destitución del gobierno (y para que el Congreso y la opinión pública en Estados Unidos aplauda nuestras acciones) fuese personificado por un prolijo y elegante desfile callejero de los ricachones de Barrio Parque y Recoleta en Buenos Aires; Vitacura y Las Condes en Santiago; Leblon e Ipanema en Río de Janeiro; o Villa Mariana en Sao Paulo; Pocitos y Carrasco en Montevideo; San Isidro y Miraflores en Lima o Tecamachalco y Las Lomas en ciudad de México. Es preciso darle calor y color populachero, y eso no se consigue con la gente de esos barrios. Si tiene dudas hable con sus colegas en la Argentina, que allá son expertos en eso.

Haga que nuestros amigos digan que el afán expropiatorio del gobierno no dejará títere con cabeza. Consulte a los de Ecuador, que hicieron un trabajo notable al movilizar al pobrerío ¡en contra de la Ley de Herencia! Fue una obra maestra de nuestros agentes y sus amigos ecuatorianos, que inundaron las calles de desheredados y desposeídos, que nada heredaron y nada pueden heredar, en contra de una ley propuesta por el castro-chavista Rafael Correa que afectaba sólo a los muy ricos del Ecuador. ¡Haga lo mismo! La estocada final contra la tiranía que estamos combatiendo tiene que ser dada por grandes movilizaciones callejeras pero para eso tiene que atraer a las clases medias, siempre propensas a actuar contra gobiernos que la han beneficiado, y al “pobretariado”, como dice el cura comunista Frei Betto.

Para eso es necesario una eficaz campaña de los medios de comunicación -que nuestros enemigos llaman “terrorismo mediático” y la verdad que no se equivocan, sólo que no toman en cuenta nuestras intenciones redentoras- mediante la cual se convenza a esos sectores desposeídos y desinformados que la voracidad del gobierno acabará por expropiarlos de sus miserables propiedades. No es sencillo pero, como lo prueba la experiencia del Ecuador, no es imposible. Una vez que tenga esa gran manifestación populachera en las calles el derrumbe del gobierno será inevitable, sometido a la doble presión de la conspiración judicial-parlamentaria y al descontento callejero de las masas. Una vez caído asegúrese que prosiga la persecución judicial y la campaña de difamaciones en contra de los personeros del anterior gobierno. No sólo hay que derrocarlos sino también mandarlos a la cárcel y humillarlos. Como hicimos con Jacobo Arbenz en la primera experiencia latinoamericana de la CIA, en la Guatemala de 1954, cuando lo hicimos desfilar por el aeropuerto en calzoncillos. Zelaya estaba sobreaviso y por eso siempre dormía con pijama y tenía el sombrero a mano, pero igual lo sacamos de la cama sin darle tiempo a que se vistiera. Como haremos con todos. El mundo libre no espera otra cosa de nosotros.

Fuente del artículo: http://www.atilioboron.com.ar/

Fuente de la imagen: http://www.contrainfo.com/wp-content/uploads/2015/02/golpes_de_estado_en_nuestra_america.jpg

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Dilma, inquebrantable 

Ilka Coronado

14 de mayo de 2016

Debimos haberla matado, se habrán repetido cientos de veces sus torturadores cuando la vieron convertirse en la primera mujer presidenta de Brasil.  O hubieran querido que también como a Evita, el cáncer la desapareciera (momentáneamente, porque es inmortal) del escenario político. Hay un antes y un después de Dilma en Brasil y en América Latina.  Una mujer presidente venciendo al patriarcado. A la inequidad de género. Una mujer que desde el gobierno ha creado políticas de inclusión de género. Políticas sociales que han beneficiado a millones de parias que la oligarquía solo puede ver como peones y a los que ha explotado durante siglos y quiere seguir explotando.

La vida de las mujeres  siempre ha sido cuesta arriba, seguimos luchando contra el peor de los enemigos: el patriarcado, de donde se deriva la misoginia y el machismo que tanto daño nos hace como sociedad y género.  Mucho más difícil aún es para las mujeres que se atreven a desafiar los límites y las normas impuestas y participan activamente en política. Ser mujer, tener arrestos y la dignidad y  la capacidad de dirigir una nación se paga caro en América Latina, si lo sabrán Cristina y Dilma.

Ambas mancilladas. Muchos de los análisis post golpe a Dilma, escritos por intelectuales y analistas políticos internacionales  la condenan y la culpan por ser mujer.

Análisis hechos desde el patriarcado, subjetivos, con un alto nivel de misoginia y estereotipos. Con todo tipo de insultos, menosprecio y falacias.

A Dilma este golpe fraudulento se le ha dado desde la traición, el odio, el celo, desde el sentimiento de inferioridad por esa razón ha sido con saña. Un ataque contra el progresismo y la democracia que se gestó desde que Lula llegó a la presidencia y que aumentó la dosis de odio cuando fue Dilma la que tomó la batuta: demasiadas mujeres en el gobierno, demasiados afro descendientes, algo que no soportó el clasismo y la oligarquía y mucho menos el patriarcado.

Demasiados beneficios para los más golpeados del sistema, olvidados y  explotados.  Demasiada plusvalía para los parias, demasiada vida para las favelas.  Demasiada visibilidad para las mujeres y demasiados derechos para la comunidad LGBTI.  Desde ningún punto de las ideologías, del clasismo, de la opresión, de la visión neoliberal o de la democracia se puede negar el avance que ha tenido Brasil con Dilma como presidenta.

Su gestión  ha sido respaldada por 54 millones de brasileños y, golpeada por 50 votos a traición de peones del capitalismo. Una de las nuevas modalidades del Plan Cóndor: golpes a dedazo con el apoyo de medios de comunicación que manipulan y juegan el papel de entes políticos.

No existe una sola prueba que la implique y, que busquen hasta por debajo de las piedras si quieren. Su pecado capital ha sido gobernar para los mancillados y crear políticas de inclusión, desarrollo e  igualdad social.  Buscar hacer valer la justicia en materia de Derechos Humanos.  Dar voz a los invisibles y sueños a los nadies;  eso no hay oligarquía, neoliberalismo y clasismo que lo perdone y lo permita.

Cortando la cabeza de Dilma llegan al corazón de los parias, por esa razón el ataque feroz desde la traición. Porque de frente perdieron en las urnas.

No pudieron con quien ha dado techo y ha puesto un plato de comida en las mesas de millones de marginados. Quien ha creado fuentes de trabajo, invertido en educación, salud e infraestructura.  Con quién ha llenado de utopías las periferias antes oprimidas.  Quien le apostó a los BRICS antes que al capital estadounidense y oligárquico de la región.

Quien no ha vendido el petróleo a manos azadonas. Con quien tiene una visión futurista de integración regional. Quien quiere  para la infancia brasileña un desarrollo integral en su propio país para que no se vea obligada a migrar como en  países de corte neoliberal, hacia la explotación estadounidense.

Quien quiere y pelea por los  derechos para las mujeres  para que dejen de ser vistas como seres humanos de tercera categoría.

Los 54 millones de brasileños tienen la obligación política y humana de tomar las calles y manifestarse pacíficamente defendiendo sus derechos, Dilma no lo puede hacer sola, Dilma los ha defendido durante su mandato,  con su vida desde su adolescencia: ¡que no se  olvide nunca que fue torturada por los mismos que ahora la quieren destituir!

Ahora les toca hacer valer ese voto y hacer escuchar sus voces. Nadie  puede defender los derechos de los parias, más que los parias mismos. Por Dilma, por Brasil, por las favelas. Por el derecho a vivir en un país que se merece florecer. Por le memoria histórica, la dignidad,  la identidad, por los Derechos Humanos y laborales. Por la plusvalía. Por la justicia, por la integridad y por el amor.  Por los que estuvieron, por los que están y por los que estarán.

Dilma es inquebrantable, con ella no podrán. Pero no van por ella, van por los logros del gobierno progresista, van por los sueños de los parias. Van por la belleza inaudita de un Brasil floreciente. Ningún capital, ningún  opresor, ningún poderío traidor ha podido nunca con la fuerza descomunal de un pueblo herido y honrado. Brasil, tiene que demostrar de qué está hecho. Es ahora. La lucha es hoy.

Hoy y siempre, mi amor  y mi respaldo a mi presidenta Dilma y  a mi patria Brasil.

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado  contacto@cronicasdeunainquilina.com

Blog de  la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/05/14/dilma-inquebrantable/

Fuente de la imagen: https://i.ytimg.com/vi/0XESOb_bjfg/maxresdefault.jpg

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