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Guía para el “golpe blando”

Por Atilio A. Boron

24.4.2016

Hola, comparto una reflexión, en tono satírico, sobre los «golpes blandos». Espero que les guste.

Washington ha modernizado sus prácticas intervencionistas. La vieja metodología de lanzar a sus carniceros de uniforme y charreteras para acabar con los gobiernos que no eran de su preferencia ha sido declarada obsoleta y, por lo tanto, fue discontinuada. En consonancia con las nuevas teorizaciones de Joseph Nye y sus discípulos ahora la Casa Blanca apuesta por la eficacia del “poder blando”. Los viejos golpes de estado con sus militares de torva mirada y métodos brutales han cedido lugar a formas más sutiles pero no por eso menos eficaces de ejercer la violencia contra sus enemigos. La extensa nómina de líderes de movimientos sociales, campesinos e indígenas; de militantes de base y de periodistas muertos y desaparecidos después de los “golpes blandos” en Honduras (2009) y Paraguay (2012) o como práctica sistemática en países con gobiernos de derecha, como México, Colombia y Perú demuestra con elocuencia que el soft power es apenas otra manera de reprimir a los disconformes. El carnicero abandona su delantal ensangrentado y se viste con un traje de colección para continuar con su faena.

Estados Unidos tiene, como es sabido, muchas agencias de inteligencia. Tan es así y tan secretas son ellas que uno de los debates más tórridos (no álgidos, porque no son fríos sino bien calientes) que alteran los nervios de los burócratas, militares y políticos de Washington es si su número es 16 o 17. Aunque parezca increíble ni ellos parecen saber a ciencia cierta cuantas son. En todo caso, en lo que a los ciudadanos comunes y corrientes nos concierne, las chances de que haya alguna filtración de las agencias de seguridad se multiplican por 16 o 17. Antes había que esperar alguna falla en los dispositivos de seguridad de la CIA; hoy son muchas las que pueden experimentar filtraciones, con lo cual las probabilidadades de acceder a información antaño rigurosamente vigilada se acrecientan significativamente.

La sátira política es casi tan vieja como la política. Allí donde el gobernante o los dominadores oprimían a sus pueblos o acallaban las voces del disenso la sátira era el camino por el cual se abría camino la resistencia y la protesta. En la Grecia clásica las obras  de Aristófanes, comenzando por “Las Nubes”, marcan el glorioso inicio de una larga tradición que llega hasta nuestros días. Maquiavelo y Tomás Moro apelaron también a este artificio para decir y nombrar lo que no podía ser dicho o nombrado. Lo que sigue es una tentativa de transitar por ese mismo camino para entender, con la ayuda del humor, lo que está sucediendo en América Latina.

Días atrás la suerte me sonrió: recibí una comunicación de un hacker que, compadecido ante las persistentes intrusiones en mi cuenta de correo electrónico y en las redes sociales, me hizo llegar una filtración de una de aquellas agencias de inteligencia, pero sin decirme de cual. Se trataba de un breve pero muy didáctico compendio con las instrucciones que uno de los jefes le envió a un agente destacado en algún país de la región para destituir a un gobierno desafecto a Washington, seguramente una feroz dictadura. Su contenido resumía el voluminoso manual operativo (en la jerga de la Comunidad de Inteligencia esto se llama S.O.P., por  standard operating procedures ) con el que esas instituciones instruyen a sus agentes y al cual estos deben ceñirse para cumplir con la misión de sembrar la libertad y la democracia que Dios le encomendó al pueblo de los Estados Unidos. A continuación glosaré sus principales directivas.

Primero -decía el mensaje al agente- no se equivoque. Como por razones de seguridad no lo enviamos directamente a su país “target” sino que lo hacemos circular por varios para confundir a los agentes de la contrainteligencia comunista al llegar asegúrese bien que está en el país correcto y frente al gobierno que tiene que ayudar a derrocar. Si no conoce bien la región podría debilitar a un gobierno amigo de Estados Unidos y eso sería imperdonable para la agencia. Si tal cosa llegara a ocurrir tendría suerte si para castigarlo lo enviasemos a Corea del Norte a seguir los pasos de Kim Jong-un, un “mother fucker” que despacha a quienes le caen mal tirándolos a una jaula repleta de perros hambrientos. Recuerde que nuestros vecinos del sur son muy complicados. Hubo uno que dijo que “en América Latina lo que es no parece, lo que parece no es, y todo es como si lo fuera”. (Nota de AB: el remitente del mensaje ignoraba que quien acuñó esa frase fue el sociólogo y economista brasileño Ruy Mauro Marini). Por eso –sigue el mensaje- tenga cuidado. Desconfíe de los discursos. Los latinos son buenos para discursear. No se asuste si escucha a un jefe o jefa de estado pronunciar un discurso virulentamente antinorteamericano. Es muy probable que sea un buen amigo nuestro que, por debajo de la mesa, esté negociando con Washington alguna prebenda o un acuerdo que precisa ser cubierto por una espesa cortina de altisonantes ataques verbales a nuestro país. Ha habido muchos casos de esos. Y no confíe en los que  se deshacen en elogios a nuestro modo de vida y nuestras instituciones. Si sobreactúan su admiración es porque la DEA les descubrió un chanchullo, están a punto de perder las elecciones o ser derrocados por una revuelta popular y están preparando su dorado exilio en nuestro país.

Para no equivocarse siga estas pocas reglas: fíjese si el gobierno que le fue asignado para destituir se adhirió al ALBA, versión tropical de la Internacional Comunista de Stalin; averigüe como votó en Mar del Plata cuando hundieron el ALCA en el 2005. Si se plegó a la arenga antinorteamericana de Chávez es el enemigo a vencer; si no lo hizo es uno de los nuestros. Otro criterio: fíjese si el gobierno ha desarrollado un programa nuclear. Los latinos son muy vengativos y traicioneros, y lo más probable es que algo aparentemente inocente, concebido supuestamente para usos pacíficos, sea una pantalla para cubrir un acuerdo bélico con países como Irán o Corea del Norte. Por eso: si tiene un programa nuclear usted está en el lugar correcto y póngase a trabajar de inmediato. Si no lo tiene conecte su GPS y recalcule su trayectoria. Otro: vea si ese país lanza o no satélites al espacio exterior. Si lo hace, como lo hizo la Argentina hace poco, su inconfesable finalidad es facilitar a rusos y chinos el monitoreo satelital de los desplazamientos de la Cuarta Flota por el litoral latinoamericano.

Ultimo criterio: abra bien los ojos y vea si hay un número inusual de chinos o rusos en el lugar en que se encuentra. En Latinoamérica hay negros, indios y mestizos, y unos pocos blancos que quieren ser como nosotros, como lo comprobó uno de nuestros asesores: Samuel P. Huntington, de Harvard. Si hay muchos chinos estamos en problemas. Son muy ladinos y arteros, y dan cobertura a sus tropas tras fachadas aparentemente inocentes. Por ejemplo, pequeños supermercados barriales cuya finalidad bélica se oculta contratando paraguayos, bolivianos y peruanos supuestamente encargados de la venta de frutas, hortalizas y carnes. Ingénieselas para penetrar en la trastienda de esas pequeñas fortalezas y seguramente encontrará un impresionante arsenal militar de última generación destinado a abastecer a la base que ya han instalado en el sur de la Argentina.

En Perú la soldadesca china se esconde tras una sospechosa cantidad de “chifas”, restaurantes que ofrecen una comida china barata mezclada con exóticos e indigeribles productos de la gastronomía local. Los chifas parecen inofensivos pero no lo son: toda esa gente, desde los cocineros a los meseros, sacarán a relucir sus armas ni bien Beijing dé la voz de mando para atacrnos. Por eso, ni se le ocurra ir a comer allí. En Lima hay muchos Kentucky Fried Chicken y McDonald’s como para arriesgarse a morir envenenado o apuñalado en caso de que la contrainteligencia de los asiáticos haya detectado sus movimientos. En estos dos países, Argentina y Perú, los chinos aplicaron la metodología insurreccional de un resentido social italiano que aconsejaba destruir nuestras sociedades mediante la estrategia de guerra de posiciones: en la política, la cultura y también en el comercio minorista. Los supermercados o los chifas son la fachada que oculta un plan siniestro de dominación mundial.

 Con los rusos su tarea será más difícil, porque a diferencia de los chinos, que son amarillos, los ruskies son blancos y por afuera se parecen mucho a nosotros. Por adentro no, porque son colectivistas (por eso Lenin y su pandilla pudieron destruir al zarismo que nos había vendido a precio razonable Alaska), borrachines y holgazanes y no creen en la democracia, la libertad  y los derechos humanos. Su única chance para descubrir a los rusos es hacerlos hablar: párelos en las calles, hágase el turista confundido y tome nota de su habla. Recuerde que Rusia es el primer gran enemigo a vencer, por su temible arsenal atómico. Cuando se desintegró la URSS gracias a la valentía de Ronald Reagan que los obligó a batirse en la “guerra de las galaxias” y a Juan Pablo II, que movilizó la religiosidad de los polacos y los convirtió en el ariete que perforó las murallas del Kremlin,  muchos creímos que habíamos derrotado a los rusos definitivamente. Nos equivocamos y como la yerba mala que renace con renovados bríos reaparecieron con más fuerza que antes de la mano de un comunista disfrazado de demócrata pero que hasta lleva el nombre de Lenin. Tenga esto en cuenta. Y una vez liquidados los rusos nos encargaremos de los fucking chinos. Para resumir: si en el país nota que hay demasiados rusos es mala señal y quiere decir que tendremos que extremar nuestros recursos para operar allí. Ponga manos a la obra siguiendo al pie de la letra estas instrucciones.

Segundo: no se deje llevar por sus impulsos mesiánicos, a pesar de la  indignación que le produzca comprobar la malignidad de los planes antinorteamericanos en ese país. Cálmese y repórtese de inmediato a nuestra embajada: allí encontrará una fenomenal base de operaciones: comunicaciones, logística, armas, contactos, informantes, vehículos, disfraces, drogas, todo lo necesario. Pero tenga cuidado al interactuar con los nativos: cuando ellos hablan de “la embajada”, o cuando escuche que la insultan, tenga presente que sólo se refieren a la nuestra y a ninguna otra. A ella le achacan las culpas de todos los males producto de su indolencia e irresponsabilidad. En su insalubre mezcla de envidia y resentimiento, los latinos no conciben otra embajada que no sea la de Estados Unidos. Evo ha elevado la crítica a “la embajada” al rango de un onceavo mandamiento de la ley de Dios, pero no le haga caso. Nuestras embajadas son indispensables para nuestra misión civilizadora. Pese a que la cobardía de Obama nos hizo retirarnos de Irak los boys de la comunidad de inteligencia y los del Pentágono lo obligaron a dejar nuestra embajada en Bagdad, con 15.000 diplomáticos. ¿Diplomáticos? En realidad el 95 por ciento de ellos son militares, mercenarios (no usamos esa palabra cargada de malos recuerdos; los llamamos “asesores”) y agentes de inteligencia como usted. En los tiempos actuales los diplomáticos valen poco o nada, son dinosaurios incapacitados de actuar en un mundo en donde lo único que cuenta es el lenguaje disuasivo de las armas.

Nuestras embajadas tienen como finalidad dar cobertura al ejército de espías, asesores, consultores políticos, neuromarketineros y activistas antigubernamentales, disimulados las más de las veces como “agregados culturales”, en realidad agitadores de la “sociedad civil” y cuya tarea es organizar la oposición. Por eso, apenas el 5 por ciento de los funcionarios que tenemos en “la embajada” son diplomáticos. El resto es gente de acción, como usted, o personal de apoyo para su labor que hablan su lenguaje y con los cuales se entenderá inmediatamente. El eclecticismo y la cobardía de nuestros diplomáticos nos costaron muy caro: perdimos la China a manos de Mao y a buena parte de Europa, por casi medio siglo, después de la Segunda Guerra Mundial. Por eso mismo perdimos Cuba a fines de los cincuenta, y de milagro no se nos fueron Indonesia y las Filipinas. Todo gracias a esos afeminados del Departamento de Estado. Por suerte Trump y la Clinton entienden esto y ya nos aseguraron un refuerzo presupuestario para enfrentar a nuestros enemigos de la única manera posible: con la fuerza.

Tercero, “la embajada” tiene muchos amigos en el país. Échele una miradita a los Wikileaks y verá como aún sin la invitación de nuestros embajadores los admiradores de Estados Unidos se desviven por ir en tropel a “la embajada” para hablar mal de su propio país y sus gobernantes, y para urdir planes sediciosos; o para rogarnos que los invadamos para acabar con la peste populista y comunista. En cada país esa lista es enorme, y puede elegir entre gente muy calificada para pasar a la acción. Acuerde con ellos y comience por lanzar una campaña de rumores. Esto es muy efectivo allá: denuncie la insoportable corrupción del gobierno y hágalo sistemáticamente y sin pausas. Promueva también una campaña denunciando el fraude de la última elección o la incompetencia de sus funcionarios. Colegas suyos están organizando el desabastecimiento de bienes esenciales para provocar el malhumor de la población.

Los latinos adolecen de un cierto fatalismo en relación al tema de la corrupción y dicen que desde 1492 en adelante todos los gobiernos fueron corruptos, salvo unas pocas excepciones (que no eran precisamente nuestros amigos). Pero si insiste con el tema y planea una buena ofensiva mediática con los principales medios de comunicación (que son todos nuestros y los coordinamos desde Washington a través del Grupo de Diarios de América, donde están los grandes baluartes de la libertad de prensa como O Globo, El Mercurio, La Nación, El Tiempo y otros) comprobará que al cabo de un tiempo se producirá una formidable mutación en la opinión pública. Mire lo que logramos en Brasil, donde uno de los principales corruptos del país, procesado y todo, con cuentas ilegales en Suiza alimentadas por el dinero sustraído a Petrobrás, es presidente de la Cámara de Diputados y encabezó la ofensiva para sacarnos de encima a una guerrillera comunista disfrazada de demócrata que desvió fondos públicos para ayudar a la tiranía de los Castro construyéndoles el megapuerto de Mariel.

Este éxito hubiera sido impensable sin la actuación constante de nuestros agentes en Brasil, apoyándose en una red de jueces y fiscales corruptos, políticos corruptos y medios de comunicación corruptos, todos ellos coordinados desde Washington. Si esto le suena mal y no le gusta la palabra “corruptos” acuérdese del filocomunista Franklyn D. Roosevelt -que creó el IRS, Internal Revenue Service, la oficina de impuestos internos para hacer lo mismo que Lenin: expropiar a los propietarios- aunque debemos reconocer que en los asuntos hemisféricos manejó la cosa con mano de hierro. Él hablaba de la “política del buen vecino” pero apoyó a todos nuestros amigos en Centroamérica, especialmente a Anastasio Somoza en Nicaragua. Y cuando algunos blandengues de esos que nunca faltan se lo reprochaban diciendo que cómo apoyaba a Somoza, que era “un hijo de puta” él replicaba diciendo: “sí, pero es nuestro hijo de puta.” Usted siga este luminoso consejo: localice a nuestros hijos de puta de hoy y trabaje codo a codo con ellos. Ningún escrúpulo moral o chicana leguleya debe obstaculizar nuestra lucha por la libertad, la justicia y la democracia.

Cuarto, piense globalmente y actúe localmente. Para lo global (no para pensar, que eso lo hacemos aquí) contáctese con José María Aznar en España y Álvaro Uribe Vélez en Colombia. El español nos prestó un enorme servicio al acompañarnos en la decisión de invadir Irak en el 2003, pese a que algo más del 90 por ciento de los españoles estaba en contra. Bush le preguntó si ese desprecio por la opinión pública podría ser un problema para él y respondió que no, que en España las encuestas tienen un margen de error muy grande, superior al de Estados Unidos, y además a los españoles les encanta que quien ejerce el poder lo haga sin retaceos, que adoran a los caudillos y les gusta la mano dura, que por eso Franco fue tan popular. Por eso se reunió con Bush en las Azores, junto al charlatán de feria Tony Blair, uno de los mentores de la “tercera vía”, y entre los tres se sacaron una foto que dio la vuelta al mundo anunciando la buena nueva: que una coalición internacional de países democráticos invadiría Irak y enviaría al verdugo de Saddam Hussein a la justicia. A diferencia de Aznar, que siguió siendo nuestro fiel amigo hasta el día de hoy y maneja los dineros de la USAID y la NED destinados a Latinoamérica, Blair parece que procesó mal lo de Irak, abandonó la política y tuvo un inesperado quiebre religioso: abandonó la Iglesia Anglicana y buscó refugio y consuelo en la Iglesia Católica. Un agente nuestro “estacionado” en la Biblioteca Vaticana asegura que la razón de la insólita renuncia del Papa Benedicto XVI fue el arrepentimiento del pontífice alemán al haber formalizado el ingreso a la Eclesia del ex premier británico.

Volviendo a lo global, Aznar y su compadre Uribe son maestros consumados en eso de mover fondos de la NED y la CIA e influenciar a la opinión pública internacional. No se deje amedrantar por lo que dicen los National Archives de la George Washington University que el colombiano es uno de los cien mayores narcotraficantes de su país, que colaboró con el Cartel de Medellín, que era muy amigo de su capo, Pablo Escobar Gaviria, y que por eso, desde su banca en el Senado, se opuso a cualquier tipo de tratado de extradición que permitiera enviar a los narcos a nuestro país para someterlos a las leyes y la justicia estadounidenses. Esa información la discontinuamos en 1993 cuando advertimos que era falsa y que la había suministrado un agente cubano infiltrado en la DEA. Poco después comprobamos que la data era irrefutable pero desde arriba se nos dijo que nos olvidáramos del tema y que el hombre podría sernos útil en el futuro. ¡Y vaya si nos fue útil! Estaba predestinado a servirnos: ¡si hasta nació un 4 de Julio! En suma: cuente con ambos, con Aznar y Uribe, para lo que necesite. El español es un poco timorato, aunque rapidísimo para los negocios y para trasladar nuestros dineros de aquí para allá. Uribe, en cambio, es un hombre de acción, y si necesita ayuda tiene un verdadero ejército de combatientes por la libertad dispuestos a todo y que por eso la prensa comunista del continente los difama llamándolos “paracos” o “paramilitares.”  Y en lo que hace a la campaña en los medios avísele a Aznar o Uribe que le pidan a Don  Mario (Vargas Llosa, se entiende) que fulmine al gobierno que hay que tumbar con una de sus habituales filípicas comparando su corruptela y su despotismo con la democracia y la libertad que florece entre nosotros. Sus palabras, y hay que reconocer que el hombre habla lindo, producirá una reacción en cadena de comentarios y acotaciones en los medios, lo que rápidamente será reproducida y su impacto agrandado por toda la prensa libre de las Américas.

Don Mario es un figurón infumable, con un ego de dimensiones descomunales que ni siquiera el Premio Nobel de Literatura alcanzó a aplacar, pero es increíblemente llano y accesible a la hora de criticar a nuestros enemigos. Nomás dígale que tal o cual gobierno es populista o se reconoce como socialista para que el peruano salte al ruedo con toda la furia de su prosa. Tras él entrarán en combate peones menos brillantes, flojos de palabras pero visceralmente nuestros como su hijo Álvaro, Carlos Alberto Montaner y toda la nómina de empleados de nuestro gobierno, que muy generosamente los recompensa por su defensa de las libertades y la democracia. Del dinero no se preocupe: el Congreso aprueba anualmente partidas de varios centenares de millones de dólares que Aznar y Uribe canalizan hacia sus asociados latinos para ayudarles a crear un clima de opinión propicio al “golpe blando.”

Aparte están los dineros que aportan las transnacionales, o sea que aquí lo que sobra es el dinero y lo que falta es voluntad política para deshacernos de esos bribones. El  tono general en esta fase del proceso debe girar en torno a esta consigna: “la comunidad internacional está consternada por los ataques al periodismo independiente y a la oposición democrática.” Si la campaña prende en la opinión pública lance, siempre con sus socios locales, una segunda consigna “exigiendo la liberación de todos los presos políticos.” Entre nos le digo que no los hay porque los presos son algunos de nuestros amigos que por su afán de hacer méritos ante el Tío Sam y figurar como héroes del derrumbe del totalitarismo cometieron crímenes y los muy idiotas lo hicieron a cara descubierta, desoyendo nuestros consejos. Fueron muy estúpidos, pero la verdad es que en las cárceles nos son más útiles.

De todos modos no conviene menear demasiado el asunto de los venezolanos porque si lo que hicieron allá lo hubieran hecho en Estados Unidos –tentativa insurreccional, 43 muertos, centenares de millones de dólares en destrucción de vehículos e instalaciones públicas- ya habrían recibido una inyección letal en una cárcel de máxima seguridad de Alabama. ¡Ah, me olvidaba! Asegúrese que nuestros medios en la televisión saquen a TeleSUR de todas las grillas de las cableras. Nada menos que La Nación de Buenos Aires, uno de los decanos de la prensa seria a nivel mundial, dijo en un memorable editorial que el “modus operandi” de Telesur es “malicioso” y que el problema esencial con esa señal “no es su ideología, sino su rancio primitivismo panfletario para procesar las noticias.” Si lo dice La Nación, que de esto sabe mucho y ha sentado cátedra en materia de procesamiento de noticias, hay que creerle. Esos canallas de TeleSUR ya nos hicieron quedar como unos impostores cuando revelaron lo del relevo de Mel Zelaya, que los de la CNN y los medios amigos (entre ellos La Nación) habían ocultado cuidadosamente; y también con el affaire de Bengasi cuando liquidamos a Gadaffi, porque ellos pusieron en evidencia que no hubo bombardeo alguno de la aviación libia sobre nuestros muchachos en aquella ciudad. Si tiene dudas de cómo hacerlo hable con uno de sus colegas en Buenos Aires. Allá lo convencieron rápido a Macri y ahora las cosas están mucho mejor y los argentinos informados con objetividad e imparcialidad.

Quinto: identifique cuidadosamente a sus peones en la fase final de la campaña. ¡Aléjese de los cuarteles, olvídese de los militares! Recuerde que hace veinte años empezamos a ofrecer cursos de formación en Derechos Humanos y Democracia a jueces y fiscales de todos los países latinoamericanos. ¡Si viera lo bien que nos fue! Nos sacamos de encima a Mel Zelaya con una trapisonda de libro, y tres años después la repetimos con Fernando Lugo, un obispo tan libidinoso y mujeriego que nuestro Bill Clinton y su Mónica Lewinsky quedan reducidos a figuras como la Madre Teresa por comparación al marxista-leninista de sotana. Reclute los jueces y fiscales y también a los políticos en el congreso para organizar el juicio político. La cosa pasa por ahí: búsquenle la vuelta al presi, que algún muerto debe ocultar en su closet, alguna cuentaoffshore debe tener en algún paraíso fiscal, algunos milloncitos habrá fugado del país. La mayoría de los políticos latinos dejarían a Frank Underwood y los guionistas deHouse of Cards como inofensivos niños de pecho.

Busque en los Panamá Papers, pero tenga cuidado porque algunos de los nuestros fueron tan descuidados, para no decir estúpidos, como para dejar sus huellas digitales allí. Ningún latino, pobre o rico, es trigo limpio. No se olvide que son racialmente inferiores y por eso mismo propensos al desorden y al delito. Y cuanto más ricos y poderosos más tentados estarán en acrecentar sus fortunas por cualquier medio. Cuando los capitostes del Poder Judicial se alían con diputados y senadores, habiendo una jugosa recompensa material en el medio (que ya en parte hemos anticipado) los resultados son más devastadores de los que puedan lograr miles de soldados dirigidos por un estado mayor de ladrones incompetentes. Tampoco se olvide que hemos venido entrenando a militares y policías en Derechos Humanos y Democracia. Esta gente sabe muy bien lo que esto significa y arden en deseos de cooperar con nosotros.

No sólo nos fue muy bien en Honduras y Paraguay. Estamos a punto de obtener el premio mayor: Brasil, ¡y sin disparar un solo tiro! Sus colegas en ese país hicieron una obra maestra: sin tener nada concreto, ninguna prueba, nada, sacan del juego a dos castro-comunistas irreductibles como Lula y Dilma. Y los que tenemos en la Argentina la tuvieron todavía más fácil porque nuestros enemigos perdieron el gobierno a manos de uno de nuestros mejores amigos, pero en quién jamás habíamos pensado para la presidencia. El hombre habla muy bien el inglés, cree en la magia de los mercados pero no parece estar preparado para dirigir un país tan exótico como la Argentina, en donde gobernar no es imposible pero es inútil. Para eso se requiere de alguien con un perfil diferente y una dicción comprensible para el vulgo.

Pero Macri consiguió un buen marketinero político y llegó a la Casa Rosada y nos está dando una mano más que necesaria, como la tuvimos en la época de Menem, que nos ayudó a ganar la primera guerra del Golfo. Por eso le dijimos a Obama que ya que iba a Cuba y se desviara un poco y fuera a visitarlo, con suegra y todo. Los maricones del Departamento de Estado trataron de bloquear esta decisión diciendo que ningún presidente de Estados Unidos debe visitar a un gobierno instalado hacía pocos meses. Pero los chicos de la comunidad de inteligencia y del Pentágono les quebramos la mano a aquellos afeminados derrotistas y el presi nos hizo caso. Le dijimos que la Argentina bien valía una misa, que con el temita este de los narcos y los “paracos” Uribe se estaba desprestigiando demasiado y ya no nos servía, y que por eso Macri se había convertido en nuestro principal ariete contra el régimen dictatorial de Maduro. También le dijimos que para ganarse la simpatía de los nativos tenía que bailar un tango y tomar esa horrible y antihigiénica infusión llamada mate que aquellos bárbaros sorben todos de una misma “bombilla” rebosante de gérmenes y bacterias que se pasan unos a otros. La verdad es que los chicos de la comunidad de inteligencia todavía no se ponen de acuerdo sobre si Obama es estadounidense o keniano; o si es cristiano o un  musulmán vergonzante dispuesto a traicionarnos en cualquier momento. Pero es un actorazo, siguió nuestro guión al pie de la letra ¡y los argies quedaron fascinados con él!

Sexto: ya tiene al gobierno enemigo sitiado. Desde Washington la oposición cosechó una interminable secuencia de declaraciones manifestando la “preocupación” de nuestras autoridades y de los politiqueros del Congreso por la gravedad de los problemas que afligen al país y la necesidad de un radical cambio de rumbo. El FMI y el Banco Mundial lanzaron serias advertencias de la profundidad del abismo en que se caería a causa de la obstinación del gobierno en seguir aplicando sus políticas populistas y anti-mercado. La Unión Europea se manifestó en el mismo sentido y envió reiterados mensajes exigiendo redefinir los acuerdos comerciales desechando los residuos estatistas de los acuerdos iniciales. La SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) emitió rotundos comunicados denunciando los múltiples atropellos que sufre el “periodismo independiente” a manos del gobierno. Las federaciones económicas (industriales, agrarias, etcétera) claman al cielo exigiendo una rectificación de las políticas oficiales. Denuncie el carácter ilegítimo del gobierno y su incorregible ineficiencia, paralizado como está por el torrente de ataques procedentes desde el exterior y la creciente belicosidad de sus enemigos internos. Los gobiernos de los países vecinos hacen saber de su preocupación por los acontecimientos y la situación se descontrola por completo. Pero un gobierno, sobre todo un gobierno como el que usted debe ayudar a eliminar, no cae si  no se lo hace caer. Y para eso tiene que ganar la calle.

Repase cuidadosamente los manuales golpistas de Eugene Sharp, uno de nuestros teóricos disfrazado de académico, que codificó las  acciones desestabilizadoras de gobiernos enemigos a las que, burlonamente, bautizó como  “no violencia estratégica”. El bueno de Sharp hizo honor a su apellido y expuso en varios de sus informes para la CIA y la OTAN nada menos que 197 tácticas  “no violentas” con las cuales poner a un gobierno enemigo de rodillas. Entre ellas incluye iniciativas tan pacíficas como “establecer doble soberanía y gobierno paralelo”, acosar y abuchear a funcionarios en la vía pública, desobediencia civil y el boicot sexual y la suspensión de las relaciones sexuales habituales hasta que no caiga el gobierno y, de este modo, promover la militancia rebelde. Recuerde que la lucha contra el comunismo también se libra en la cama, y explote esa muy sensible faceta de nuestra batalla por la libertad.

Cuando todas estas condiciones están presentes la mesa está servida para la remoción del gobernante indeseable. Pero asegúrese que sus comensales tengan el aspecto apropiado. Tiene que crear un clima de derrumbe con multitudes saliendo a la calle a exigir “la salida” del gobierno enemigo. Asegúrese que  muchedumbre no esté formada sólo por nuestros amigos. Es más, dígales que se queden en casa. No sería demasiado creíble si el “tono plebeyo” que debemos darle a la destitución del gobierno (y para que el Congreso y la opinión pública en Estados Unidos aplauda nuestras acciones) fuese personificado por un prolijo y elegante desfile callejero de los ricachones de Barrio Parque y Recoleta en Buenos Aires; Vitacura y Las Condes en Santiago; Leblon e Ipanema en Río de Janeiro; o Villa Mariana en Sao Paulo; Pocitos y Carrasco en Montevideo; San Isidro y Miraflores en Lima o Tecamachalco y Las Lomas en ciudad de México. Es preciso darle calor y color populachero, y eso no se consigue con la gente de esos barrios. Si tiene dudas hable con sus colegas en la Argentina, que allá son expertos en eso.

Haga que nuestros amigos digan que el afán expropiatorio del gobierno no dejará títere con cabeza. Consulte a los de Ecuador, que hicieron un trabajo notable al movilizar al pobrerío ¡en contra de la Ley de Herencia! Fue una obra maestra de nuestros agentes y sus amigos ecuatorianos, que inundaron las calles de desheredados y desposeídos, que nada heredaron y nada pueden heredar, en contra de una ley propuesta por el castro-chavista Rafael Correa que afectaba sólo a los muy ricos del Ecuador. ¡Haga lo mismo! La estocada final contra la tiranía que estamos combatiendo tiene que ser dada por grandes movilizaciones callejeras pero para eso tiene que atraer a las clases medias, siempre propensas a actuar contra gobiernos que la han beneficiado, y al “pobretariado”, como dice el cura comunista Frei Betto.

Para eso es necesario una eficaz campaña de los medios de comunicación -que nuestros enemigos llaman “terrorismo mediático” y la verdad que no se equivocan, sólo que no toman en cuenta nuestras intenciones redentoras- mediante la cual se convenza a esos sectores desposeídos y desinformados que la voracidad del gobierno acabará por expropiarlos de sus miserables propiedades. No es sencillo pero, como lo prueba la experiencia del Ecuador, no es imposible. Una vez que tenga esa gran manifestación populachera en las calles el derrumbe del gobierno será inevitable, sometido a la doble presión de la conspiración judicial-parlamentaria y al descontento callejero de las masas. Una vez caído asegúrese que prosiga la persecución judicial y la campaña de difamaciones en contra de los personeros del anterior gobierno. No sólo hay que derrocarlos sino también mandarlos a la cárcel y humillarlos. Como hicimos con Jacobo Arbenz en la primera experiencia latinoamericana de la CIA, en la Guatemala de 1954, cuando lo hicimos desfilar por el aeropuerto en calzoncillos. Zelaya estaba sobreaviso y por eso siempre dormía con pijama y tenía el sombrero a mano, pero igual lo sacamos de la cama sin darle tiempo a que se vistiera. Como haremos con todos. El mundo libre no espera otra cosa de nosotros.

Fuente del artículo: http://www.atilioboron.com.ar/

Fuente de la imagen: http://www.contrainfo.com/wp-content/uploads/2015/02/golpes_de_estado_en_nuestra_america.jpg

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Dilma, inquebrantable 

Ilka Coronado

14 de mayo de 2016

Debimos haberla matado, se habrán repetido cientos de veces sus torturadores cuando la vieron convertirse en la primera mujer presidenta de Brasil.  O hubieran querido que también como a Evita, el cáncer la desapareciera (momentáneamente, porque es inmortal) del escenario político. Hay un antes y un después de Dilma en Brasil y en América Latina.  Una mujer presidente venciendo al patriarcado. A la inequidad de género. Una mujer que desde el gobierno ha creado políticas de inclusión de género. Políticas sociales que han beneficiado a millones de parias que la oligarquía solo puede ver como peones y a los que ha explotado durante siglos y quiere seguir explotando.

La vida de las mujeres  siempre ha sido cuesta arriba, seguimos luchando contra el peor de los enemigos: el patriarcado, de donde se deriva la misoginia y el machismo que tanto daño nos hace como sociedad y género.  Mucho más difícil aún es para las mujeres que se atreven a desafiar los límites y las normas impuestas y participan activamente en política. Ser mujer, tener arrestos y la dignidad y  la capacidad de dirigir una nación se paga caro en América Latina, si lo sabrán Cristina y Dilma.

Ambas mancilladas. Muchos de los análisis post golpe a Dilma, escritos por intelectuales y analistas políticos internacionales  la condenan y la culpan por ser mujer.

Análisis hechos desde el patriarcado, subjetivos, con un alto nivel de misoginia y estereotipos. Con todo tipo de insultos, menosprecio y falacias.

A Dilma este golpe fraudulento se le ha dado desde la traición, el odio, el celo, desde el sentimiento de inferioridad por esa razón ha sido con saña. Un ataque contra el progresismo y la democracia que se gestó desde que Lula llegó a la presidencia y que aumentó la dosis de odio cuando fue Dilma la que tomó la batuta: demasiadas mujeres en el gobierno, demasiados afro descendientes, algo que no soportó el clasismo y la oligarquía y mucho menos el patriarcado.

Demasiados beneficios para los más golpeados del sistema, olvidados y  explotados.  Demasiada plusvalía para los parias, demasiada vida para las favelas.  Demasiada visibilidad para las mujeres y demasiados derechos para la comunidad LGBTI.  Desde ningún punto de las ideologías, del clasismo, de la opresión, de la visión neoliberal o de la democracia se puede negar el avance que ha tenido Brasil con Dilma como presidenta.

Su gestión  ha sido respaldada por 54 millones de brasileños y, golpeada por 50 votos a traición de peones del capitalismo. Una de las nuevas modalidades del Plan Cóndor: golpes a dedazo con el apoyo de medios de comunicación que manipulan y juegan el papel de entes políticos.

No existe una sola prueba que la implique y, que busquen hasta por debajo de las piedras si quieren. Su pecado capital ha sido gobernar para los mancillados y crear políticas de inclusión, desarrollo e  igualdad social.  Buscar hacer valer la justicia en materia de Derechos Humanos.  Dar voz a los invisibles y sueños a los nadies;  eso no hay oligarquía, neoliberalismo y clasismo que lo perdone y lo permita.

Cortando la cabeza de Dilma llegan al corazón de los parias, por esa razón el ataque feroz desde la traición. Porque de frente perdieron en las urnas.

No pudieron con quien ha dado techo y ha puesto un plato de comida en las mesas de millones de marginados. Quien ha creado fuentes de trabajo, invertido en educación, salud e infraestructura.  Con quién ha llenado de utopías las periferias antes oprimidas.  Quien le apostó a los BRICS antes que al capital estadounidense y oligárquico de la región.

Quien no ha vendido el petróleo a manos azadonas. Con quien tiene una visión futurista de integración regional. Quien quiere  para la infancia brasileña un desarrollo integral en su propio país para que no se vea obligada a migrar como en  países de corte neoliberal, hacia la explotación estadounidense.

Quien quiere y pelea por los  derechos para las mujeres  para que dejen de ser vistas como seres humanos de tercera categoría.

Los 54 millones de brasileños tienen la obligación política y humana de tomar las calles y manifestarse pacíficamente defendiendo sus derechos, Dilma no lo puede hacer sola, Dilma los ha defendido durante su mandato,  con su vida desde su adolescencia: ¡que no se  olvide nunca que fue torturada por los mismos que ahora la quieren destituir!

Ahora les toca hacer valer ese voto y hacer escuchar sus voces. Nadie  puede defender los derechos de los parias, más que los parias mismos. Por Dilma, por Brasil, por las favelas. Por el derecho a vivir en un país que se merece florecer. Por le memoria histórica, la dignidad,  la identidad, por los Derechos Humanos y laborales. Por la plusvalía. Por la justicia, por la integridad y por el amor.  Por los que estuvieron, por los que están y por los que estarán.

Dilma es inquebrantable, con ella no podrán. Pero no van por ella, van por los logros del gobierno progresista, van por los sueños de los parias. Van por la belleza inaudita de un Brasil floreciente. Ningún capital, ningún  opresor, ningún poderío traidor ha podido nunca con la fuerza descomunal de un pueblo herido y honrado. Brasil, tiene que demostrar de qué está hecho. Es ahora. La lucha es hoy.

Hoy y siempre, mi amor  y mi respaldo a mi presidenta Dilma y  a mi patria Brasil.

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado  contacto@cronicasdeunainquilina.com

Blog de  la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/05/14/dilma-inquebrantable/

Fuente de la imagen: https://i.ytimg.com/vi/0XESOb_bjfg/maxresdefault.jpg

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Papa recebe Letícia Sabatella e a juíza Kenarik B.Felippe para falar de golpe no Brasil

Fuente: Blog de Leonardo Boff

O Papa Francisco se reuniu nesta segunda-feira (9) com a atriz Letícia Sabatella e a juíza Kenarik Boujikian Felippe, do Tribunal de Justiça paulista, para tratar da crise política brasileira. Letícia e Kenarik têm se posicionado contra o impeachment da presidenta Dilma Rousseff, classificado como golpe.

“Ele nos ouviu atentamente, nos disse que irá orar pelo povo brasileiro, que se preocupa com o Brasil. E perguntando a ele sobre a postura de diálogo necessário sobre o nosso ponto de vista, ele reiterou que o diálogo é uma necessidade para a construção de um mundo melhor para todos”, afirmou a magistrada em entrevista à Rádio França Internacional (RFI). Segundo a Kenarik – que é co-fundadora da Associação de Juízes para a Democracia – , a intenção do encontro privado foi levar ao papa a perspectiva dos movimentos populares sobre o atual cenário político.

Também em entrevista à RFI, Leticia Sabatella destacou: “Esse clima de intolerância é como uma doença, acho que é pertinente pedirmos o auxílio e levar ao papa o que está acontecendo. Existe uma sombra, um ódio, uma busca pelo bode expiatório que não vai resolver a situação sistemática do país”.

No encontro, foi entregue uma carta do advogado Marcelo Lavenere, membro da Comissão Brasileira de Justiça e Paz da Conferência Nacional de Bispos do Brasil (CNBB) e autor do pedido de impeachment do ex-presidente Fernando Collor de Mello em 1992. No documento, Lavenere denuncia que o Brasil “se encontra na iminência de sofrer um ‘golpe de estado’” e que o processo de impeachment contra Dilma é “desprovido de fundamento legal”. Ele relata a articulação política de parlamentares e partidos polítocos de oposição, envolvidos em corrupção, para deslegitimar o voto de 54 milhões de brasileiros.

O advogado destaca ainda que o golpe no Brasil terá impacto nos países da América Latina. “Esta conjuntura tem réplicas em outros países sul-americanos em que governos com a mesma orientação contrária à visão neoliberal e em favor de políticas de inclusão foram ou estão na iminência de serem desestabilizados”. Segundo o texto da carta, ela foi redigida a pedido de João Pedro Stedile, da direção nacional do Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST). Segue no link abaixodo documento entregue ao pontífice.

https://www.brasildefato.com.br/2016/05/10/papa-recebe-leticia-sabatella-para-falar-de-golpe-no-brasil/

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CEAAL apoya al FREPOP en su lucha por la democracia y no al golpe en Brasil

Fuente: Almanaque del FME / 5 de Mayo de 2016

FREPOP – Fórum de Educação Popular, comprometido com a história de lutas das camadas populares em suas doze edições nacionais e nove internacionais, não abriu mão de estabelecer a critica dialógica sobre os limites e desafios que os setores populares enfrentam, frente aos governos progressistas e de esquerda na América Latina.

Neste treze anos, educadores e educadoras populares pautaram no FREPOP temas vinculados as conquistas democráticas, aos avanços e recuos nos Direitos Humanos, as organizações e lutas das camadas populares por garantia e ampliação de direitos e contra toda toda forma de discriminação.

Estamos em um momento particular que nos impõe a tarefa de interpretarmos o atual contexto histórico e os desafios das lutas sociais na construção da sociedade que queremos.

No atual contexto historico da América Latina governos eleitos pelo voto popular estão sob forte ataque conservador, colocando em xeque as conquistas sociais e a democracia conquistada em outras batalhas.

O espetáculo midiático deste dia 4 de março com a condução coercitiva do ex-presidente Lula seus familiares e pessoas próximas para depoimento na Policia Federal, demonstrou a fragilidade das instituições democráticas e a articulação entre setores da Policia Federal, Ministério Publico Federal, meios de comunicação de massa como a rede Globo, setores do poder judiciário e a oposição, para encerrar precocemente o mandato do governo Dilma com um golpe institucional, além de inviabilizar a candidatura de Lula para as eleições de 2018.

É o momento de avançarmos! A luta pela democracia não se encerrou com o direito ao voto popular para eleger representantes a cargos públicos. Faltam a democratização do acesso a terra, aos meios de comunicação de massa, ao espaço publico nas cidades, ao controle social dos aparatos repressivos do Estado. Falta ainda a participação direta nas decisões de interesse popular, entre estes o destino das riquezas naturais como o pré-sal e a defesa da soberania nacional frente aos interesses dos grandes conglomerados internacionais.

Neste sentido, conclamamos aos educadores e educadoras populares para somarem esforços pela defesa e aprofundamento da democracia e contra o golpe!

FREPOP em defesa da democracia e contra o golpe!

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“Un golpe de misóginos y reaccionarios”

* Por Pablo Gentili
Desde Río de Janeiro.

Se ha consumado un paso decisivo en la destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff. Un paso más del golpe que comenzó a gestarse el día siguiente del triunfo electoral del PT, en octubre de 2014, cuando la oposición impugnó el resultado de las elecciones nacionales. Pues los gobiernos y los partidos populares, cuando pierden, se retiran. La derecha no se retira nunca, no retrocede, redefine la ruta para llegar al poder, por la vía del voto popular o por la vía del golpe.

Dilma será destituida, a no ser que un milagro político sea perpetrado, mágicamente, por el único político que ha sido capaz de interpretar la voluntad de justicia social y las aspiraciones de igualdad del pueblo brasileño: Luiz Inácio Lula da Silva. Sin embargo, las chances son bajísimas. El trámite sigue ahora al Senado y, si los senadores lo aprueban por mayoría simple, Dilma será licenciada por 180 días, esperando la decisión de la Corte Suprema, ya en la presidencia Michel Temer, su vice, un oscuro conspirador a quien el despreciable Julio Cobos nunca supo imitar. Temer ha sido uno de los arquitectos del golpe, en alianza con Eduardo Cunha, quien será ahora su vice si avanza el impeachment. Cunha es uno de los políticos más corruptos del Brasil, un mérito ciertamente notable, en una institución donde más de 50% de los diputados están procesados o tienen causas pendientes en la Justicia.

Si alguien tuvo el coraje de asistir a la sesión de votación que acaba de terminar en Brasilia, quizá le habrá llamado la atención que, en sus intervenciones, menos del 3% de los más de 350 diputados que votaron a favor de la destitución de Dilma siquiera mencionaron las causas que motivaron el juicio político (una discutible gestión del presupuesto nacional). Y en cambio sí, su exigencia de acabar con el PT, con la CUT (la central de trabajadores), con la izquierda, con la educación sexual y con el comunismo. Uno llegó a decir que, incluso, “con el comunismo en Corea del Norte”.

El Congreso brasileño es simplemente repugnante, misógino, machista y reaccionario. Como con la prensa, todo el mundo piensa que el congreso de su país es el peor del mundo. Desconozco si existe un termómetro de repugnancias, pero la del Congreso brasileño quizás sea imbatible.

Durante las intervenciones de los diputados golpistas, Dios, la familia (incluidos hijos, tíos, primos, sobrinos, nietos y esposas) y la Biblia fueron 70 veces más mencionados que la Constitución Nacional. Ninguno de los que votó por la destitución de Dilma citó la soberanía popular, base y fundamento de la democracia. ¿Democracia? No, de eso no se ocupa este enjambre de degradadas figuras casi clandestinas, cuyo único objetivo ha sido perpetuar la corrupción y destruir las conquistas sociales y políticas de la última década.

Un nuevo golpe se ha perpetrado en América Latina.

Hace pocos días, Pepe Mujica le decía a La Garganta que no hay derrotas definitivas, que la lucha siempre continúa y que retroceder no significa rendirse. Tiene razón. Y eso lo saben bien Lula y Dilma. Él sobrevivió al hambre, al abandono y a la miseria absoluta que viven los hijos de los campesinos en el Nordeste brasileño. Ella sobrevivió a las torturas y al encierro de la dictadura militar. No será este el golpe que los vencerá. Tampoco, el que debilitará a los que militan junto con ellos, por la construcción de un nuevo Brasil.

Eduardo Galeano ha dicho alguna vez que la única cosa que se construye de arriba hacia abajo, son los pozos. Habrá entonces que seguir luchando, desde abajo, juntando fuerzas y articulando energías, en Brasil y en Argentina, juntos, construyendo los sueños que 342 diputados golpistas jamás podrán impedirnos soñar.

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* Director Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).

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CLACSO apoya y se suma a las declaraciones de la OEA y UNASUR sobre el proceso de desestabilización democrática en Brasil

El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO, apoya y se suma a la amplia divulgación de las declaraciones de la OEA yUNASUR sobre el proceso de desestabilización democrática en Brasil.

Elogiamos la firmeza y la claridad del compromiso que ambos organismos han asumido con la defensa del estado de derecho y la seguridad jurídica en la nación brasileña.

Si el golpe prospera, CLACSO se sumará a todas las organizaciones internacionales que exijan el cumplimiento de las cláusulas democráticas en los acuerdos y tratados de los que Brasil participa, lo que constituirá una vergonzosa y dura condena al nuevo gobierno golpista.

Más abajo, las declaraciones del Secretario General de UNASUR y del Secretario General de la OEA.

Pablo Gentili

Secretario Ejecutivo, CLACSO
………………………..
 

Secretaría General de UNASUR – Comunicado oficial sobre el proceso de destitución de la Presidenta Dilma Rousseff

La decisión adoptada ayer por la Cámara de Diputados de Brasil de continuar el proceso de destitución de la Presidenta Rousseff, sin que haya existido indicio o discusión de fondo durante el debate sobre supuestos delitos, constituye un motivo de seria preocupación para la región.

La elección democrática y mayoritaria de Dilma Rousseff como Presidenta Constitucional, no puede ser derogada en un juicio político por una mayoría parlamentaria a menos que exista una prueba que la vincule de manera directa y dolosa con la Comisión de un delito común, hecho que hasta el momento no ha sucedido.

Confiamos en que el Senado de la República actuando en conciencia como juez y después de evaluar la firmeza y pertinencia legal de las pruebas aportadas detenga este proceso que puede llegar a afectar seriamente la democracia regional y la seguridad jurídica hemisférica.

Quito, Mitad del Mundo, 18 de abril de 2016
Fuente:

http://www.unasursg.org/es/node/658

……………………
Declaración del Secretario General de la

OEA

, Luis Almagro, tras reunión con la Presidente Constitucional del Brasil, Dilma Rousseff

En el día de hoy dialogué en Brasilia con la Presidente Dilma Rousseff sobre la coyuntura actual del país, algunos temas regionales y el papel que viene desempeñando la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Asimismo, la Presidente Rousseff se refirió a la situación política de Brasil y al juicio de destitución que es posible deba enfrentar.

Nuestra Organización ha hecho un detallado análisis sobre el juicio político iniciado contra Dilma, y ha concluido que no se encuadra dentro de las normas que sustentan dicho procedimiento.

No existe una acusación de carácter penal contra la Presidente, sino que se la acusa de mala gestión de las cuentas públicas en 2014. Esta es en todo caso una acusación de carácter político, que no amerita un proceso de destitución.

Este análisis nos genera unas dudas que hemos visto reflejadas, por otra parte, también en la sociedad brasileña e incluso dentro del propio sistema de acusación pública, como se señaló en una carta firmada por 130 miembros del Ministerio Publico de Brasil:

(…)2. Es sabido que el juicio de «impeachment» sobre el delito de responsabilidad atribuido a la Presidenta de la República es en realidad un juicio jurídico-político, que no exime la caracterización de certeza de los hechos que se le imputan a la autoridad en cuestión.

3. Ausente el juicio de certeza, la resolución positiva del «impeachment» constituye un acto de flagrante ilegalidad, por significar una finalización sin motivo, por ende arbitraria, basado en conclusiones opinativas que, obviamente, carecen de demostración limpia y clara.

4. Los hechos articulados en el procedimiento preliminar de «impeachment» en curso, y cómo fueron tratados en el comité preparatorio para apoyar la decisión plenaria de las señoras y señores diputados, con el debido respeto, están lejos de dar lugar a un juicio por indicios de delito de responsabilidad, y aún menos por certezas.

5. De hecho, el tema de los decretos de crédito adicionales para reasignar los límites de gasto en ciertas políticas públicas autorizadas por la ley, y los retrasos en las transferencias de subsidios de la Unión a los bancos públicos para cubrir los gastos de las instituciones con préstamos realizados a terceros a través de programas de gobierno, son los dos procedimientos contemplados en la ley, en opiniones legales y en entendimientos del TCU [Tribunal de Cuentas de la Unión], que siempre consideró tales medidas legales, hasta finales de 2015, cuando hubo un cambio de entendimiento de tal Tribunal.

6. Asimismo, no hay delito sin ley anterior que lo defina, y mucho menos sin la comprensión de la jurisprudencia previamente creada. De lo contrario, la inseguridad jurídica sería absurda, incluso con respecto a más de la mitad de los gobernadores e innumerables alcaldes que siempre han utilizado y siguen utilizando las mismas medidas que supuestamente sustentan el proceso de impedimento de la Presidenta.

7. Por lo tanto, no existe prueba de la práctica de un delito de responsabilidad, de acuerdo al artículo 85 de la Constitución Federal

Además, es necesario resaltar que un régimen presidencial como el brasileño -y la gran mayoría de los de nuestro hemisferio, salvo el Caribe anglófono-, no puede operar de buenas a primeras como si fuese un régimen parlamentario, intentando la destitución, en este caso de la primera mandataria, por un cambio en la correlación de fuerzas políticas en la coalición gubernamental.

En efecto, la sostenibilidad del sistema presidencial no pasa exclusivamente por el Poder Legislativo y las alianzas que se generen en ese entorno. Esta es una realidad que es útil en materia de eficiencia para legislar y gobernar, pero que no sustituye el apoyo popular y soberano generado en el momento del voto a la actual Presidente. No se puede alterar esa ecuación de soberanía popular por variables de carácter político partidario de oportunidad. Si el constitucionalista hubiera deseado establecer un tipo de solución parlamentaria o semi-parlamentaria, entonces la hubiera estructurado de esa forma y serían completamente diferentes las lógicas de formación de Gobierno, la conformación de gabinete, la responsabilidad política y la salida del Gobierno, por ejemplo.

No emitimos un juicio de cual sistema –presidencial o parlamentario- es mejor, porque ello depende del pacto social y político de cada sociedad. Pero la organización del sistema constitucional brasileño es clara y, por esa razón, ha establecido los límites constitucionales para el ejercicio de un juicio de destitución. Desconocer esos límites afecta a la propia estructura de funcionamiento del sistema, así como distorsiona la fuerza y operatividad que deben tener la Constitución y las leyes.

Nuestra preocupación no es aislada, porque el sistema de Naciones Unidas y la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) la han hecho suya. El sistema de Naciones Unidas ha señalado:

«Brasil es un país muy importante y cualquier inestabilidad política es una preocupación social para nosotros», dijo el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, a la prensa brasileña la semana pasada.»Renovamos el pedido para garantizar que el Poder Judicial sea respetado, que las instituciones democráticas por las cuales Brasil luchó tanto sean respetadas y no sean minadas por el proceso», dijo Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Por su parte, UNASUR destacó que:

«

La Presidenta solo puede ser procesada y destituida – revocando el mandato popular que la eligió- por faltas criminales en las cuales se compruebe su participación dolosa y activa. Aceptar que un mandatario puede ser separado de su cargo por supuestas fallas en actos de carácter administrativo llevaría a la peligrosa criminalización del ejercicio del gobierno por razones de índole simplemente política

«

.

Brasil ha sido ejemplo de democracia en el continente y todos necesitamos que lo siga siendo. Por ello es que la comunidad internacional hace un llamado en esa dirección.

Se debe juzgar desde la decencia y la probidad pública actos indecentes y criminales y no al revés.

Ese principio, además, será esencial para la lucha contra la corrupción que azota al país y que deberá ser combatida hasta el final. Es de interés de todos que la investigación llegue al final y hasta las últimas consecuencias.

15 de abril de 2016
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Internacional de la Educación: Situación política de Brasil

Frente al escenario político que viene viviendo Brasil en el último periodo, las organizaciones han manifestado interés en recibir más información sobre la coyuntura del país sudamericano, incluso para poder tomar una posición e informar a sus afiliados desde una perspectiva de defensa de la democracia en el continente latinoamericano.

Con el propósito de brindar la información necesaria para que nuestras afiliadas comprendan la situación de Brasil, la Confederação Nacional dos Trabalhadores em Educação (CNTE), afiliada a la Internacional de la Educación para América Latina, realizó un documento de coyuntura que les compartimos a continuación:

documento en español

documento en francés

documento en inglés

 

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