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El futuro de 500.000 niños rohinyás está en peligro si no se invierte en su educación (Audio)

Bangladesh / 26 de agosto de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Noticias ONU

Los niños y niñas que viven en los hacinados campamentos de refugiados del distrito de Cox’s Bazar en Bagladesh afrontan un futuro sombrío, con pocas oportunidades para aprender y sin saber cuándo podrían regresar a sus hogares en Myanmar.

A más de medio millón de niños rohinyás refugiados en el sur de Bangladesh se les niega una educación adecuada. Para evitar que caigan presa de la desesperación y la frustración es necesario el compromiso activo de la comunidad internacional, según indica un nuevo informe del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) publicado este jueves.

«Si no invertimos ahora en educación, corremos el peligro de ver a una «generación perdida» de menores rohinyás, niños y niñas que carecen de las aptitudes que necesitan para hacer frente a su situación actual, y que serán incapaces de contribuir a la sociedad cuando puedan regresar a Myanmar», dijo Edouard Beigbeder, representante de UNICEF en Bangladesh.

El informe destaca el importante desafío en materia de educación que supuso para UNICEF y sus socios la repentina llegada de un gran número de menores rohinyás.

Además, subraya que, gracias a un gran esfuerzo de ayuda internacional liderado por el Gobierno de Bangladesh, se ha logrado establecer los servicios básicos para los refugiados y se han disipado los temores del contagio de enfermedades.

El temor a un futuro incierto

Según las cifras de UNICEF, en julio de 2018, estaban activos unos 1200 centros de aprendizaje y se había matriculado a casi 140.000 niños. Sin embargo, no había un plan de estudios común, las aulas a menudo estaban saturadas y carecían de agua y otros servicios básicos.

Actualmente se está elaborando un nuevo programa de aprendizaje que busca elevar su nivel de lectura, escritura, lenguaje y aritmética, así como competencias básicas para la vida cotidiana.

El asesor principal de comunicaciones de UNICEF, Simon Ingram, describió los temores de los menores.

“En este momento empiezan a mirar hacia el futuro y se preguntan: ¿Y ahora qué? Están empezando a pensar qué clase de futuro les espera y aquí es donde aparece un nuevo nivel de ansiedad y miedo”.

El estudio destaca la necesidad de que la comunidad internacional invierta para conseguir una educación de calidad para todos los menores rohinyás, especialmente las niñas y los adolescentes que corren un mayor riesgo de quedar excluidos.

También pide al Gobierno de Myanmar que proporcione acceso a la educación preescolar, primaria y secundaria de calidad y en las mismas condiciones a todos los niños en el estado de Rakhine, donde aún hay más de medio millón de rohinyás.

De los poco más de 28 millones de dólares que el Fondo de la ONU para la Infancia pidió este año para financiar la labor educativa con los refugiados rohinyás, solamente ha conseguido recaudar una cifra ligeramente superior al 50%.

Fuente de la Noticia:

https://news.un.org/es/story/2018/08/1440102

ove/mahv

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IRETECHERI K’ÉRENCHEKUA KA TSINAJPEKUA La salud y la educación de los pueblos indígenas de México en el Plan Nacional de Desarrollo (2018-2024): Apuntes de propuestas de acción

Por: Bertha Dimas Huacuz

I. SALUD PÚBLICA Y MEDICINA
INTERCULTURAL COMUNITARIA

Un elemento básico del perfil poblacional y sociocultural del México indígena actual consiste en que un número creciente de familias indígenas viven en entornos urbanos severamente marginales y sin servicios básicos. Más de la mitad de los indígenas de México habitan, ya, en zonas urbanas y no en el campo (54 por ciento). Además, la población indígena estimada (2010) es de alrededor de 17 millones (INEGI); es decir, 15 por ciento de la población total, y no el 10 por ciento, o menos, que todavía se maneja en muchas esferas de la administración pública, con implicaciones que resultan en una menor asignación de recursos gubernamentales a regiones indígenas.

La situación de la salud y la enfermedad en los pueblos indígenas de México y Michoacán se debe abordar desde la perspectiva del nexo de la pobreza, la inseguridad alimentaria, la desnutrición, la degradación del medio ambiente, la insalubridad y la enfermedad. Se deben considerar igualmente la precariedad de los servicios médicos y las brechas de atención a la salud existentes en las comunidades indígenas del país, a la vez que las limitaciones del “Modelo Intercultural” aplicado por los servicios institucionales de salud.

Consecuentemente, en un marco conceptual del derecho a la salud, a la alimentación y a un ambiente saludable se propone la necesidad del establecimiento de un sistema integral de salud comunitaria para los pueblos indígenas, cimentado en: [a.] el ejercicio de las autonomías jurisdiccionales locales y la revalorización de las estructuras de convivencialidad comunal, culturalmente pertinentes en la atención a la salud; [b.] la investigación/ promoción y aplicación de saberes tradicionales y etnoprácticas de medicina y salud pública; y [c.] la formación (y contratación por el sistema) de médicos indígenas, bilingües, en un contexto de educación universitaria intercultural.

PROPUESTA: ACCIÓN COMUNITARIA Y EDUCATIVA EN SALUD

Los elementos de una nueva estrategia y de programas de acción en salud indígena intercultural, de la manera como se proponen en este documento, tienen como punto de partida el necesario reconocimiento, por parte los gobiernos estatal y federal:

Primero. De que la salud integral y de calidad es un derecho universal y constitucional— exigible hoy. No es un regalo que no llega.

Segundo. De la autonomía y ejercicio de la jurisdicción y atribuciones de gestión local, en base a los preceptos constitucionales y los convenios internacionales; y

Tercero. De la necesidad de nuevas iniciativas de intervención en salud y educación, mismas que deben contar con la jerarquía, capacidad de decisión y participación directa de profesionistas indígenas, involucrados desde la planificación y el diseño de estrategias, además de que a los programas se les asignen los recursos materiales y presupuestales suficientes.

Estas condiciones nos llevan a la necesidad de actuar, en:

La recuperación de las jurisdicciones y consolidación de la gestión del desarrollo de nuestros territorios e instituciones. Particularmente en los aspectos de la salud, para lo cual es esencial, indispensable, la participación directa de personal indígena de salud, bilingüe, bien calificado, incluyendo médicos generales y especialistas (mujeres y hombres) en cada una de las clínicas y hospitales que se encuentren ubicados en las zonas de influencia indígena.

Consecuentemente, se hace necesaria la educación en el área de las ciencias de la salud, misma que deberá ser de calidad, además de congruente, pertinente e intercultural. Esta educación demanda atender de manera específica nuestras necesidades médico-sociales y, por ende, de comunicación bilingüe e intercultural médico-paciente y médico-comunidad. Dentro de un programa integral de salud, se debe asegurar el acceso a las prácticas, capacitación y servicio social, además del empleo de los nuevos profesionistas indígenas.

La exigencia para la creación de un modelo complementario, nuestro, de centros comunitarios de salud basado en los principios originales de hospitalidad y atención integral (hospitales-pueblo; hospitales-escuela; clínica-hospital intercultural), que involucre al paciente y a la familia en una atención intercultural médica y social completa.

La validez de la medicina tradicional, la cual debe recibir el más decidido apoyo, fomento y promoción, además de facilitar su enseñanza y aplicación en el ámbito comunitario y por la educación formal.

La urgencia de la creación de un sistema integral de salud comunitaria el cual sirva, además de la atención primaria, de mecanismo de referencia, apoyo, monitoreo y evaluación permanente del estado de la salud familiar y comunitaria, incluyendo: compilación y reporte de nuestros datos estadísticos; promoción de la nutrición y el cuidado de los ancianos así como de los individuos con necesidades especiales de atención. Un abordaje más allá de las ‘pensiones’ de los adultos mayores.

El Papel de las Universidades Interculturales. Esta vertiente educativa de la medicina y la salud pública indígena, urbana/periurbana y rural, de la manera delineada en esta propuesta, tendrá que promoverse desde los espacios ya conquistados de las establecidas y, así nombradas, universidades interculturales. La aportación de estas instituciones de educación —debemos resaltar— comienza con la formación de médicos indígenas, bilingües (mujeres, hombres) —y de la formación de los maestros de los estudiantes de medicina— en un contexto de consolidación de las estructuras de acción-investigación y de formación universitaria intercultural, con pertinencia social, compromiso comunitario y calidad académica y profesional.

II. EDUCACIÓN INDÍGENA
INTERCULTURAL

Para la mejoría que se requiere en el sistema educativo nacional, por lo que corresponde a la formación integral de los jóvenes indígenas de educación media superior y superior, se debe partir de un conocimiento de las brechas educativas a las que estos se enfrentan (mujeres, hombres), en base a un marco conceptual del derecho a la educación. Esto es, bajo los lineamientos constitucionales de educación gratuita, laica, culturalmente relevante y de calidad, en un contexto de diálogo (intercultural) equitativo de saberes.

Para el caso de Michoacán, se deben considerar: [a.] la situación de discontinuidad estructural de la educación intercultural bilingüe (EIB) que se ofrece en la entidad (i.e., la falta de educación media superior intercultural); y [b.] los elementos de diagnóstico/ desempeño de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán (UIIM), tendientes a la definición de un modelo renovado de educación superior intercultural-indígena para la entidad, a la vez que a la reforma y consolidación de la UIIM.

ESTADÍSTICAS BÁSICAS

Mientras que en México un joven hablante de alguna lengua indígena, alcanza solamente 6.6 años de escolaridad (en promedio), la educación de un joven no indígena es de 9.4 años (INEE, 2016, 25). A su vez, el 60 por ciento de la población de hablantes indígenas de México —mayor de 24 años de edad—, no terminó su educación primaria, en tanto que apenas 33 por ciento cuenta con la primaria completa. Por su parte, solo el 5 por ciento de este mismo universo poblacional terminó la secundaria; y, aproximadamente, solo el 2 por ciento alcanzó estudios completos de educación superior (INEGI, 2015).

Educación Media Superior y Superior. Debe subrayarse que el eslabón más débil del Sistema Educativo Nacional (SEN), en su totalidad, y de la educación intercultural bilingüe (EIB) del país, en particular, radica en el nivel de la Educación Media Superior (EMS). Es así que, solo el 51.0 por ciento de la población nacional cuenta con EMS completa (segmento poblacional de 20-24 años de edad), i.e., muy limitado, en sí; comparativamente es también muy bajo frente a otros países de la OCDE y de Latinoamérica.

Para los indígenas de México, este indicador es de 35.5 por ciento; para los no indígenas, es de 52.7 por ciento. Entre los habitantes de Michoacán (indígenas y no indígenas), solo el 38.4 por ciento cuentan con la EMS completa: el más bajo en el ámbito de las entidades federativas (INEE) (¡!).

Estas brechas se amplían significativamente en el ámbito de la educación superior (ES). Continuando con datos del INEE: Sólo el 20.4 por ciento de los mexicanos (segmento 30-34 años de edad) cuenta con (al menos) la licenciatura. En Michoacán este indicador es del 15.1 por ciento. Diferenciando en base a la adscripción étnica, para los mexicanos no indígenas este porcentaje alcanza el 21.7 por ciento; para los indígenas del país es apenas del 8.1 por ciento. La proporción de mujeres rurales, indígenas y pobres, que tienen acceso a las aulas universitarias, es todavía menor como consecuencia de las barreras sociales y de género existentes.

Es evidente, por lo tanto, que el subsistema de educación intercultural bilingüe del país no ha logrado eliminar las brechas sociales y regionales; ni ofrecer educación de suficiente calidad, en general, y con pertinencia lingüística-cultural, en particular. La situación de acceso extremadamente limitado de los indígenas a la educación superior todavía se presenta en nuestros días cuando se ha cumplido más de la primera década de la creación de las universidades de vocación intercultural e indígena en México.

LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL EN MICHOACÁN

Discontinuidad Estructural. Michoacán cuenta con una estructura mínima establecida de EIB que abarca de preescolar a la secundaria. La entidad cuenta también con algunas instituciones de educación superior intercultural (Normal Indígena de Cherán, Tecnológico Superior P’urhépecha-Cherán, Universidad Intercultural Indígena de Michoacán-UIIM), pero la educación de nivel medio superior intercultural no está contemplada en los programas oficiales, ni opera una sola escuela oficial “intercultural” del nivel EMS.

En relación a la educación superior que se ofrece en el ámbito regional de Michoacán, es común que se presente un movimiento anual de estudiantes “rechazados”. Esto es por falta de cupo suficiente en la principal universidad estatal (Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo). Paradójicamente, por otro lado, la matrícula de la UIIM ha disminuido de manera pronunciada en los últimos años, ‘fenómeno’ que se está buscando revertir con la creación de carreras ‘calcadas’ de otras universidades, sin atención a los intereses y expectativas de desarrollo profesional de los jóvenes indígenas de la entidad. La UIIM opera desde 2006, al igual que la mayoría de la universidades interculturales oficiales de México, y sus carreras se derivan, genéricamente, del “Modelo Educativo de Universidad Intercultural” (CGEIB-SEP).

PROPUESTAS: EDUCACIÓN INTERCULTURAL

La educación intercultural debe valorarse como lo que es: un instrumento de integración social, pluricultural, reconquista (recuperación) de los pueblos indígenas; elemento cardinal de equidad étnica, intergeneracional y de género. En consecuencia, la educación de los jóvenes indígenas (mujeres, hombres), no puede continuar siendo incompleta ni de segunda calidad. La educación indígena intercultural bilingüe, en todos los niveles, debe, por lo tanto:

Primero. Expandirse —con impacto nacional—, como vertiente principal del sistema educativo, bajo un ejercicio efectivo del marco constitucional ampliado de pluriculturalidad, atendiendo el “Convenio 169” de la Organización Internacional del Trabajo, y otros compromisos internacionales (OIT, 1989) (ONU, 2007);

Segundo. Proyectarse como el derecho a una educación integral, dotada con toda la infraestructura/ equipamiento necesarios; y, sobre todo,

Tercero. Involucrar a los indígenas en el diseño/ejecución de planes educativos propios, como ejercicio de jurisdicción indígena, respecto de una educación pública, laica, gratuita, además de distintiva en abordaje, forma y contenido.

Por lo que corresponde a la educación superior se tendrán que hacer válidos de forma explícita, en el quehacer universitario cotidiano, los enfoques distintivos de una auténtica “educación universitaria indígena intercultural”, por nosotros identificados. Entre estos se encuentran: [a.] el aprendizaje activo a través del uso/ aplicación de la biodiversidad presente en los territorios indígenas; [b.] la apreciación, vivencia y enriquecimiento del patrimonio biocultural heredado (tangible, intangible); [c.] el ejercicio de la lengua materna, dentro y fuera del campus, y su proyección verbal y escrita por medio de las nuevas tecnologías; y [d.] la aplicación de los saberes tradicionales, conjuntamente con el conocimiento científico, en la enseñanza y acción-investigación interdisciplinaria, con impacto recíproco/ transformacional de la universidad en el entorno social comunitario y con proyección al resto de la sociedad.

Planificación de la Educación Superior. Con estos fines, se propone que en los ámbitos estatal y nacional (antes de que se inicie la creación de “100 Universidades” nuevas) se formule una estrategia integral de educación superior. Esta estrategia, la cual debería elaborarse para toda el país y para las distintas regiones, con enfoque intercultural: [a.] consistiría de mecanismos bien fundamentados, con objetivos claros, metas definidas, además de la estimación de los recursos requeridos para incrementar significativamente, ambas, cobertura y calidad…’calidad’ por definir; y [b.] contaría con un sistema de seguimiento, evaluación y aprendizaje institucional, de modo de que se den a conocer los avances efectivos de resultados e impacto, en un periodo de tiempo determinado, y no solo cifras de número de escuelas/carreras creadas, presupuestos asignados, y gastos efectuados.

Garantía de Educación Media Superior Intercultural. La educación media-superior es el eslabón más débil de la cadena escolar y educativa en México y el estado de Michoacán, en general, por lo que corresponde a la calidad/ relevancia educativa y eficiencia terminal. Los “tele-bachilleratos”, intrínsecamente de baja calidad pedagógica, no podrán responder efectivamente a la reducción del rezago y la deserción al no contar con el abanico de instrumentos potenciales de la educación presencial.

Además, por lo que concierne a la educación indígena intercultural, en este nivel, no existe una sola escuela pública, oficial, en Michoacán. De ahí la necesidad que se presentó de la creación de la Escuela Preparatoria Indígena Intercultural de Santa Fe de la Laguna; una iniciativa independiente, comunal. Esta experiencia de bachillerato indígena tendría que tomarse en cuenta en la instauración de un programa de escuelas preparatorias indígenas interculturales en las diversas regiones socioculturales del país y la entidad.

Reforma de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán. Las acciones requeridas de reforma universitaria también incluyen el propiciar que se realice, dentro de la UIIM:

Una reforma académica integral, incluyendo la redefinición de oferta educativa relevante;

Un reordenamiento consistente, estructural y de gestión interna;

Un rectorado de miras estratégicas, maduro y de respeto académico, además de que el nombramiento de la persona idónea para ocupar el cargo surja de un proceso transparente de selección; y,

La refundación, con autonomía, de esta institución cardinal.

III. ACERVO CULTURAL
COMUNAL

Finalmente, el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024 deberá apoyar la gestión autónoma de los aspectos culturales, científicos, de creación y comunicación de los pueblos indígenas. Esta acción es para la preservación de la sabiduría de nuestros hombres y mujeres mayores, y para enriquecer nuestro patrimonio cultural (físico, material, tangible e intangible), a fin de facilitar el surgimiento de un nuevo arte comunal y popular; gráfico, digital y, en todos los aspectos, manteniendo la propiedad intelectual en el ámbito interno de los pueblos y comunidades indígenas.

Las manifestaciones de la cultura indígena de los pueblos originarios, tangibles e intangibles, deben reapropiarse como lo que son, elementos de propiedad comunal, antes que “patrimonio de la humanidad”.

Barrio de San Pedro Urhépati, comunidad p’urhépecha
de Santa Fe de la Laguna, Michoacán, México.
Agosto de 2018

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Asistir a la escuela: sueño imposible de millones de mexicanos

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

De manera contradictoria, la educación obligatoria dista de ser universal. Si bien es un mandato constitucional que todo mexicano curse desde la educación preescolar hasta la educación media superior, según datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE,2018a, p. 282), para el ciclo escolar 2016-2017 existían más de tres millones de niños y jóvenes que no estaban matriculados en su nivel correspondiente dentro de los que comprende el tramo educativo obligatorio. Así pues, por diversas razones, había una gran cantidad de niños y jóvenes que no tenían las posibilidades de ejercer su derecho a la educación. La presencia y ausencia de alumnos en la escuela se resume en la siguiente proporción: por cada alumno fuera de la escuela (3,325,310 en total) existen diez dentro de ella (30,112,010 en total) (INEE,2018a, p. 282).

A nivel nacional, se puede afirmar que conforme se avanza en edad típica para ejercer la educación obligatoria (3 a 17 años), la población va dejando de asistir a la escuela. Si bien en el primer año de este trayecto la población no matriculada es considerable (56.5%), de los cinco a los 11 años la matriculación es prácticamente universal. El drama inicia a partir de la edad típica para educación secundaria y hasta media superior, pues el porcentaje de no matriculados comienza un crecimiento sostenido y vigoroso que lleva del 2% a los 12 años al 42.4% a los 17 (INEE, 2018b, p.286). La crisis se hace aún más aguda al ingresar al nivel superior: la tasa de matriculación de alumnos en edades típicas para este nivel supera en todos los casos el 60% de la población nacional.

Las posibilidades de tener acceso a una escuela se ven afectada, además, por una serie de variables que reafirman la naturaleza discriminatoria del Sistema Educativo Nacional. Por ejemplo, situándonos en el tramo final de la educación obligatoria (bachillerato o edad típica de 15 a 17 años), los hablantes de lenguas indígenas tienen una tasa de asistencia casi 20% menor que los no hablantes de lenguas indígenas (56.7% de los primeros, por 74.4% de los segundos); quienes provienen de hogares cuyo jefe no tiene instrucción tienen casi la mitad de tasa de asistencia (53.1%) de aquellos en los que el jefe tiene escolaridad superior (94.7%); así como los casos anteriores, la asistencia a un centro escolar se ve seriamente afectada en función de la presencia de otros rasgos, tales como el grado de marginación las condición de discapacidad o de pobreza (INEE, 2018a, p. 113). Lo anterior quiere decir que el problema para poder asistir a una escuela no es generalizado entre la población nacional, sino que se ensaña precisamente en aquellos grupos poblacionales que de por sí ya se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. De este modo, al no ser capaz de retener a alumnos de este tipo de grupos poblacionales, el sistema educativo hace eco de la enorme injusticia y desigualdad social que imperan en nuestro país.

Una vez que los alumnos son capaces de matricularse en el nivel educativo que les corresponde surge un nuevo reto: la permanencia en el mismo. Si bien el INEE (2018b, p. 336) destaca que los índices de abandono han disminuido levemente desde el ciclo escolar 2001-2002, aun se sitúan en niveles preocupantes, sobre todo en la educación secundaria y media superior. De acuerdo con la misma fuente, durante el ciclo escolar 2015-2016 abandonaron la escuela 1,180,500 alumnos desde educación primaria hasta educación media superior. ¿Qué tanto representa esto? Si consideramos que el calendario escolar de aquel entonces comprendía 200 días, esto quiere decir que por cada día escolar 5,902.5 estudiantes se dieron de baja en todo el país. Dicho de otra forma, por cada hora transcurrida durante los días escolares, ¡se dieron de baja cuatro alumnos! Así pues, concluido el primer día del ciclo escolar, se podría estimar que ya se han ido de la escuela casi seis mil alumnos: ¿cuántas escuelas vacías significará esto? Tan solo imaginarlo resulta escalofriante.

Ya sea por desafiar y burlar a la autoridad o por experimentar aventuras peligrosas, deseos típicos de la adolescencia, muchos estudiantes de secundaria y bachillerato alguna vez llevaron a cabo la fuga de clases. Desafortunadamente, tal acción no sólo representa una anécdota entre quienes la practicaron, sino que, revisando las estadísticas, se observa que existe una fuga masiva  de estudiantes en tales niveles educativos: para el ciclo escolar 2015-2016, “se fugaron”, pero no regresaron nunca, 310,893 estudiantes de secundaria y bachillerato (INEE, 2018b, p. 336). Desafortunadamente, quienes conforman tal fuga masiva no tendrán motivos para compartir este hecho como una anécdota divertida y memorable entre sus compañeros de clase, sino que se verán condenados a  sufrir las consecuencias del alejamiento de la vida escolar. La falta de oferta educativa y las adversas condiciones sociales conforman un coctel que hace difícil el acceso y la permanencia en la educación secundaria y media superior.

Ante los escandalosos datos que se han escrito surgen algunos cuestionamientos: si el Sistema Educativo no es capaz de asegurar con firmeza el primer paso al ejercicio del derecho a la educación (el acceso físico a una escuela), ¿será capaz de garantizar que quienes lograron ingresar a una escuela ejerzan este derecho recibiendo un servicio de calidad? Si entre no matriculados y “desertores” (término por demás injusto) hay más de cuatro millones de niños y jóvenes , ¿se debe pensar en el servicio educativo que se ofrece en México como un medio para propiciar la movilización social o, por el contrario, para perpetuar las desigualdades sociales? ¿Es realista y viable pensar en aspirar a mejores resultados de aprendizaje  cuando las condiciones sociales ni siquiera dejan que millones de alumnos tomen sus clases diariamente? En tiempos de cambios políticos en que se discuten ampliamente temas como las condiciones laborales del magisterio o la pertinencia de los programas de estudio, es urgente que el debate público se centre también en otras asignaturas pendientes, tales como la cobertura y la matriculación, junto con muchas otras que laceran gravemente el derecho consagrado en el artículo tercero constitucional.

Referencias

INEE. La Educación obligatoria en México. Informe 2018. México: autor, 2018a.

INEE. Panorama educativo de México 2017. Indicadores del Sistema Educativo Nacional. Educación Básica y Media Superior. México: autor, 2018b.

SEP. Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2015-2016. México: autor, 2017.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/asistir-a-la-escuela-sueno-imposible-de-millones-de-mexicanos/

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Promoviendo la Inclusión y la Equidad en la Educación: Avances y Retos en América Latina y el Caribe

Por UNESCO Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe

 

Promoviendo la Inclusión y la Equidad en la Educación: Avances y Retos en América Latina y el Caribe

Luis Eduardo Pérez Murcia
Consultor

 

Fuente del documento: http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/12-Murcia-Equidad-Inclusion-HighLevel-Cochabamba-2018-ES.pdf

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La educación y el sujeto de la acción educativa

Por Guillermo Dávalos

En Bolivia aún el carácter universal y gratuito de la educación postulado por la CPE es una aspiración que contrasta sobre todo con la exclusión del sistema educativo de los adolescentes.

En Santa Cruz solo algo más de tres de cada diez adolescentes del nivel más pobre están escolarizados, subiendo a seis de cada diez en los tres siguientes niveles socioeconómicos y a ocho en los del nivel de mayores ingresos; por el otro lado, cerca de siete de cada diez de los del nivel más bajo de pobreza están incorporados al mercado laboral poniendo en evidencia que a mayores niveles de pobreza, mayor inserción temprana al mercado laboral y por tanto, mayor exclusión del derecho a la educación, reproduciendo el círculo vicioso de pobreza e inequidad.

Este es el contexto que explica la privación de libertad de 183 adolescentes varones y 18 mujeres menores de 18 años, además de 115 bajo medidas socioeducativas en los centros dependientes de la Gobernación de Santa Cruz y el Centro Fortaleza de la iglesia católica, quienes están asumiendo de manera auspiciosa la educación como derecho humano en contextos de privación de libertad.

La educación de las personas menores de 18 años en el encarcelamiento se presenta como un escenario altamente complejo, por la escasa pertinencia dado el carácter burocrático centralista de la gestión educativa en Bolivia, que junto la escasez de ítems se tradujeron en un viacrucis de cerca de dos años para obtener la autorización del Ministerio de Educación e instalar el Centro de Educación Alternativa Amboró en el Centro de privación de libertad de El Torno con escasos tres ítems, que son complementados con media docena de profesores voluntarios y los técnicos del centro.

Más aún se tiene que recurrir a formas poco convencionales logrando que una unidad educativa permita de manera excepcional el acceso a la educación regular inscribiendo a 38 adolescentes, quienes pasan clases a distancia con apoyo del equipo interdisciplinario de los centros de privación de libertad y figuran como alumnos de la unidad educativa solidaria, puesto que no pueden acceder al CEA por restricciones de edad. Como corolario de este persistente empeño se logró la promoción de una docena de bachilleres a los que sumará otro tanto esta gestión, los que a la fecha carecen de oportunidades de profesionalización.

Está claro, por tanto, que el primer reto para asegurar el derecho a la educación pasa por romper con el secante centralismo de la gestión educativa de manera que la misma sea pertinente a los sujetos poseedores de este derecho que, en el caso de adolescentes menores de 18 años privados de libertad, debe darse en el marco de una inserción o inclusión social que fortalezca sus capacidades en la construcción de planes de vida y de compromiso frente al mundo en el que viven pugnando por integrarse al mundo adulto y por el otro se oriente a la tecnificación y apropiación de conocimientos y herramientas a través de un plan de capacitación para el trabajo.

A los jóvenes que salen de las cárceles sin educarse, además se le suman las condiciones deficitarias e inferiores que suelen impactar en la subjetividad por estar en el encierro, transformándolos en personas frustradas, con más resentimiento, más hostilidad, más violencia, más vulnerabilidad. Este contexto los suele hacer volver al circuito de violencia y delito que sumado a las condiciones sociales y económicas, la estigmatización y las familias que los reciben con una alta vulnerabilidad, solo logran profundizar los procesos de exclusión.

Fuente del artículo: https://www.eldeber.com.bo/opinion/La-educacion-y-el-sujeto-de-la-accion-educativa-20180814-0007.html

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Resaltan importancia de derechos a la educación en Bolivia

América del sur/Bolivia/16 Agosto 2018/Fuente: Prensa Latina

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, resaltó hoy la importancia de defender los derechos básicos a la educación en el país, durante la entrega aquí de la Escuela Modelo Villa Libertad.
Durante el acto inaugural, en el municipio Licoma Pampa de la provincia de Inquisivi, del departamento de La Paz, García Linera expresó la necesidad de contar con una buena educación y de ser más exigentes en el estudio.

Precisó que el gobierno nacional ha construido unos cinco mil colegios en todo el país, infraestructuras educativas creadas por la gestión del presidente Evo Morales que contribuyen a la formación de mejores estudiantes, técnicos y profesionales.

‘Ahora en Bolivia todos somos iguales (…) Hoy cuentan con un colegio que les permiten ser los mejores (…) Antes a la gente del campo no se le permitía estudiar’, agregó el vicepresidente.

El centro educativo modelo Villa Libertad cuenta con un bloque de 12 aulas, salas de reuniones, de computación, talleres, laboratorios, oficinas y cancha con graderías.

La construcción de la escuela demandó una inversión de 7,6 millones de bolivianos (un millón 99 mil 958 dólares), financiada por el programa Bolivia cambia, Evo cumple.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=203010&SEO=resaltan-importancia-de-derechos-a-la-educacion-en-bolivia

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El 61 % de los niños y adolescentes de Brasil vive en la pobreza, dice Unicef

América del sur/Brasil/16 Agosto 2018/Fuente: La vanguardia

El 61 % de los niños y adolescentes en Brasil vive en la pobreza, según un informe publicado hoy por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que tiene en cuenta factores que van más allá de la renta.

En el estudio «Pobreza en la infancia y en la adolescencia», Unicef resalta que, al hablar de pobreza, es necesario observar el conjunto de privaciones de derechos a los que son sometidos los menores en Brasil.

En el documento se analiza la renta de los niños y adolescentes y su acceso a seis derechos: educación, información, protección contra el trabajo infantil, vivienda, agua y saneamiento básico.

Los resultados revelan que en Brasil 32 millones de niños y adolescentes (61 %) viven en la pobreza, teniendo en cuenta sus múltiples dimensiones.

Dieciocho millones de niños y adolescentes están en situación de pobreza monetaria, mientras que otros catorce millones, a pesar de alcanzar los niveles mínimos de renta, están privados de uno o más derechos, según Unicef.

La falta de saneamiento básico es uno de los principales problemas y afecta a 13,3 millones de niños y adolescentes, seguido de educación (8,8 millones), agua (7,6 millones), información (6,8 millones), vivienda (5,9 millones) y trabajo infantil (2,5 millones).

De acuerdo con Unicef, los negros sufren más que los blancos, lo que considera «reflejo de la discriminación racial y la exclusión que muchos niños y muchos adolescentes sufren en Brasil», en especial en las zonas rurales.

Por regiones, los habitantes del norte y noreste del país, las más pobres de Brasil, afrontan más dificultades que los del sur y el sureste.

Para Unicef, «comprender cada una de esas dimensiones es esencial para diseñar políticas públicas capaces de revertir la pobreza en la infancia y en la adolescencia».

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20180814/451325652832/el-61–de-los-ninos-y-adolescentes-de-brasil-vive-en-la-pobreza-dice-unicef.html

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