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El maltrato infantil que empieza con el primer azote

Por: Lola Hierro

Unos 300 millones de menores entre dos y cuatro años en el mundo sufren castigos físicos o psicológicos en casa. Un informe de Unicef desvela los tipos de violencia actuales contra la infancia y la adolescencia.

— «Una cosa es moler a palos a un crío y otra, pegarle un azote suave en el culo».

— «Hay veces en las que un bofetón a tiempo evita males mayores».

— «Creo que la violencia física debe usarse, pero como última opción».

¿Cuántas de estas afirmaciones se han escuchado en una conversación cualquiera con adultos? ¿Con cuántas ha estado de acuerdo? Si cree que con una, o con más de una, lea y piense en estas otras: 300 millones de niños de dos a cuatro años de todo el mundo —es decir, unas tres cuartas partes— sufren castigos físicos y/o psicológicos por parte de sus cuidadores en el hogar. En 30 países, otros seis de cada diez de un año de edad están sometidos a algún tipo de disciplina violenta de manera sistemática en casa. Y cerca de uno de cada 10 recibe un golpe o una bofetada en la cara, la cabeza o los oídos. Los adultos, parece ser, tenemos la mano muy larga y dan fe de ello niñas como Jenny, que son solo tres años vive en un hogar de acogida en El Alto (Bolivia) tras ser encontrada viviendo en las calles después de haber sido maltratada por sus padres.

Estos datos pertenecen, con otros muchos, al último informe mundial del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), publicado este miércoles. Su título es Una situación habitual: violencia en las vidas de los niños y los adolescentes e intenta arrojar luz sobre la magnitud de los distintos tipos de violencia que los menores sufren en todas las etapas de su infancia y en todos los entornos. Su contenido no da respiro. Lo que demuestra es un hecho rutinario y aceptado: según este estudio, al menos 1.100 millones de cuidadores —o algo más de uno de cada cuatro— creen que el castigo físico es necesario para criar adecuadamente a un pequeño pese a que la Convención de Derechos del Niño de las Naciones Unidas, de 1989, enfatiza que ninguna forma de violencia es admisible. Las metas 5 y 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible también mencionan la necesidad de acabar con el maltrato infantil.

MORIR EN BRASIL POR EL COLOR DE LA PIEL

PATRICIA PEIRÓ

El riesgo de ser asesinado en Brasil se multiplica por tres para los negros y mestizos, y es uno de los cinco países del mundo con la tasa de homicidios adolescentes más alta (59 muertes por cada 100.000 habitantes). En lo más alto de esta clasificación le acompañan otras cuatro naciones latinoamericanas: Venezuela (97), Colombia (71), El Salvador (66) y Honduras (65). La mitad de las muertes violentas de jóvenes entre 10 y 19 años que se registraron en 2015 en todo el mundo sucedieron en la región latinoamericana y caribeña, a pesar de que estos territorios comprenden tan solo un 10% de la población adolescente global. >>Sigue leyendo

Si la violencia en el hogar por parte de los cuidadores está a la orden del día, no es menos preocupante la que se ejerza en los centros escolares. Aún hoy, la mitad de la población de niños en edad escolar —732 millones— vive en países donde el castigo corporal en la escuela no está completamente prohibido. El bullying, por su lado, afecta a unos 130 millones de adolescentes de entre 13 y 15 años. En el último cuarto de siglo se registraron 59 tiroteos en las escuelas de 14 países y casi tres de cada cuatro fueron en Estados Unidos.

Las muertes violentas por homicidio o a consecuencia de un conflicto armado también se tienen en cuenta: cada siete minutos, un adolescente es asesinado en un acto violento en el mundo. Aunque las cifras globales disminuyen, en la región de América Latina y el Caribe la tendencia es la contraria, y en 2015 casi la mitad de todos estos homicidios se dieron allí. El estudio llama la atención sobre la importancia de la raza o el sexo a la hora de ser víctima de un asesinato. Ejemplo clarificador es el de Estados Unidos, donde los varones negros no hispanos de 10 a 19 años tienen casi 19 veces más probabilidades de ser asesinados que los blancos no hispanos de la misma edad. De hecho, en 2015, el riesgo que tenía un adolescente negro no hispano en Estados Unidos de ser asesinado por homicidio era el mismo que tenía un adolescente de Sudán del Sur de ser asesinado debido a la guerra que sufre el país.

Honduras es ejemplo paradigmático de los riesgos que sufren los adolescentes para ir a la escuela, que ya no son lugares de aprendizaje seguros sino que se han convertido en territorios de reclutamiento para las pandillas. Muchos menores corren el riesgo de ser reclutados, amenazados, maltratados, atacados e incluso asesinados. El ciclo de violencia aumenta las tasas de deserción escolar, ya que los niños temen continuar su educación. Javier y Jesús, ambos de San Pedro Sula, sufren a diario esta realidad. El primero, de 10 años, vive con su abuela después de que su padre y sus cinco tíos fueran asesinados por una banda. Él no ha sido amenazado pero tiene amigos que sí. Jesús, de 15 años, iba a un colegio situado en un barrio donde las peleas entre pandillas rivales son frecuentes. A los 12 fue agredido y eso le llevó a dejar los estudios. Poco después, su mejor amigo murió asesinado. Ahora asiste a un centro ubicado en el límite entre los dos territorios de estas bandas, donde puede aprender el currículo escolar a través de internet.

Estamos aún en proceso de asumir que un niño tiene que estar protegido de cualquier violencia, incluida la de la familia

BLANCA CARAZO, UNICEF

Por último, el informe se ocupa de la violencia sexual. En 38 países de ingresos bajos y medianos, 17 millones de mujeres adultas reconocieron haber sido forzadas a mantener relaciones cuando eran niñas. Y solo en 28 países europeos, alrededor de 2,5 millones de mujeres fueron violadas o agredidas antes de los 15 años. Nueve de cada diez, además, dijeron que habían sido forzadas por personas de su entorno (familiares, pareja…). También hay rostros y dolor real detrás de estos números. El de Rosie, nombre ficticio para una jovencita de la República Dominicana que sufrió abusos sexuales por parte del novio de su madre. Al cabo de los años, ya adolescente, tuvo valor para contarlo y hoy sigue tratándose sus heridas psicológicas. Ella al menos no quedó embarazada, como sí le ocurrió a la sierraleonense de 14 años Mery, nombre falso también. Fue violada por un hombre mayor de su pueblo y ha tenido que dejar la escuela hasta que dé a luz. «No me siento bien porque soy solo una niña pequeña», dice.

¿Por qué seguimos pegando a los niños?

Pegar es un problema de arraigo cultural y de reproducción de patrones experimentados en el seno familiar desde la infancia. «Aunque ahora haya otros mensajes, si los adultos actuales vivieron los castigos corporales como algo normal, sigue quedando esa pautas en el comportamiento», indica Blanca Carazo, del Comité Español de Unicef. Otro apunte: la madre de uno de cada cuatro niños —unos 176 millones— es víctima de violencia por parte de su pareja.

Además, apunta la experta, no en todos los países existen mensajes claros sobre la disciplina violenta. «El discurso es reciente, la declaración sobre los derechos del niño, también; estamos aún en proceso de asumir que un niño tiene que estar protegido de cualquier violencia, incluida la de la familia», denuncia la experta.

Sin datos del alcance real

El informe pone de relieve que se progresa en la concienciación y en la reducción de la violencia contra los niños. No obstante, la falta de información dificulta conocer el verdadero alcance del problema. Aunque aumenta, la disponibilidad de información sigue siendo muy baja, así que es difícil obtener una imagen fiable de la evolución. Para Carazo es algo que se retroalimenta: «Como no hay datos, no es fácil visibilizar la problemática y lograr que se destinen recursos a combatirla. Y como no está en las agendas políticas, no se prioriza y seguimos sin tener datos». «Se trata de un tema muy delicado, son  tabúes o a los que no se da importancia», explica otra de las expertas del Comité Español, Almudena Olaguibel. «A los niños no se les suele creer, o se minimiza lo que cuentan». Prueba de ello es que solo un 1% de las niñas que han sufrido violencia sexual se atrevieron a buscar ayuda. Al final, el resultado es que se justifican comportamientos hacia un menor que no se tolerarían en un adulto.

SIETE DE CADA DIEZ PADRES ARGENTINOS SON VIOLENTOS CON SUS HIJOS

MAR CENTENERA

Cada día se registran 85 denuncias por maltrato infantil de media en la provincia de Buenos Aires, donde se concentra el 40% de la población de Argentina. La mayoría son por casos graves —palizas, abusos sexuales y abandono— y no contemplan otras formas de violencia invisible, ejercida contra los niños en millones de hogares. Gritos, bofetones, insultos, azotes y sacudidas forman parte de los métodos de de disciplina aplicados por los padres a sus hijos en siete de cada diez familias argentinas. >> Sigue leyendo

¿Qué hacer?

Para paliar estas carencias, la organización ha desarrollado varias acciones en los últimos años, entre ellas la nueva #STOPViolenciaInfantil, y la más veterana #EndViolence, en la que han participado ilustres como David Beckham y que dispone de una herramienta en Internet para denunciar agresiones. En la actualidad, se ha logrado que el número de países con datos comparables sobre disciplina violenta haya aumentado de 39 a 79 desde 2005, por ejemplo.

Eliminar todas las formas de violencia contra los niños pasa por preguntarse si de verdad un castigo físico es efectivo. Para Carazo, sucede al contrario: «Las víctimas de castigos físicos no se desarrollan bien. Posteriormente sufrirán problemas para relacionarse y tenderán a replicar esos comportamientos violentos. Y no hay nada que avale que un castigo físico es más eficaz que otro».

Unicef aboga por cambiar las normas. Para ello es importante promover y dar a conocer a los padres otras formas de disciplina basadas en el refuerzo positivo y en transmitir lo que está bien y lo que está mal desde la no violencia. «También nos sirve a los mayores, pues en nuestra manera de resolver conflictos en la vida diaria no siempre es pacífica», opina Carazo. Una de las claves es el tiempo, tiempo para transmitir valores y conocimientos a los hijos y alumnos; para hablar, razonar, y crear un clima de intercambio de opiniones en el que los niños se puedan expresar.

Desde el punto de vista institucional, es importante fortalecer los marcos jurídicos promulgando nuevas leyes y haciéndolas cumplir para proteger a los niños. Unicef también destaca la necesidad de fijar estrategias de prevención, entre ellas la limitación del acceso a las armas de fuego, e implementar más servicios sociales para responder a las necesidades de niños y adolescentes.

Devuelven el optimsmo ejemplos como el de  Edward, de Uganda. Su padre no le prestaba ninguna atención y su madre era demasiado estricta. Él tuvo una infancia complicada pero, al menos, rompió la maldición y hoy es un solícito progenitor con su hijita Vera Edna, de siete años, y el resto de su prole. Cuando miro a mis hijos, los tomo como mi tesoro. Me aseguro de que su entorno en el hogar y la escuela sea seguro», afirma.

27.100 MENORES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA EN ESPAÑA

La violencia en España existe, igual que existe en el resto del mundo. Unicef maneja cifras del Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI), una base de datos en la que se recogen notificaciones de sospecha de violencia en el ámbito familiar por parte de profesionales que tienen contacto con menores, como servicios sociales, policía, educadores y sanitarios. En 2015 se notificaron 13.818. Más reciente es la información extraída del Ministerio de Interior: en 2016, 27.100 niños fueron víctimas de delitos que implican algún tipo de violencia, según las denuncias recogidas por los cuerpos de policía nacional y autonómicas y la Guardia Civil. De estas, 5.523 fueron víctimas de delitos graves en el ámbito familiar. «Hay que poner estos datos en relación con los del RUMI, que son sospecha, frente a estos que son denuncias firmes», detalla Almudena Olaguibel, del Comité Español de Unicef.

Otros 4.393 menores fueron victimas de delitos contra la libertad e indemnidad sexual en España, que engloba acoso, agresión, pornografía y otros a través de redes sociales con componente sexual. «Llama la atención que los niños y adolescentes suponen casi la mitad de todos los delitos contra la libertad sexual e indemnidad, cuando no son ni la mitad de toda la población española», resalta la experta. Por último, otros 26 menores murieron a causa de agresiones y otros 28 fueron localizados como víctimas de trata con fines de explotación sexual, dos de explotación laboral y tres que iban a ser casadas a la fuerza

Estas cifras aumentan con relación a las recogidas en periodos anteriores, pero para la experta de Unicef no es algo negativo. «Tenemos cada vez más datos, y aunque hay que cogerlos con pinzas, vemos que ocurre lo mismo que con la violencia hacia la mujer: tener más casos no significa que haya aumentado el maltrato, sino que los mecanismos de denuncia se van poniendo en marcha».

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/10/31/planeta_futuro/1509452811_194730.html

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Unicef: La población infantil de África aumentará 170 millones hasta 2030

30 octubre 2017/Fuente: El País

Unicef reclama un incremento de diez millones de profesionales de educación y la salud durante la próxima década. La población total de África sumará 2.500 millones en 2050.

La población infantil de África aumentará 170 millones entre este año y 2030, con lo que la cifra de menores en el continente ascenderá a 750 millones. Los datos han sido proporcionados este jueves por Unicef, en la presentación de su informe Generación 2030 África 2.0: priorizando la inversión en los niños para lograr el dividendo demográfico. Actualmente, casi la mitad de los que viven en el continente tienen menos de 18 años. El organismo ha reclamado mayor inversión en el continente, que se debería plasmar, según sus cálculos, en un incremento de diez millones de profesionales de educación y la salud durante la próxima década.

El documento señala que África tendrá que formar a 4,2 millones de médicos y enfermeros y 5,8 millones de docentes en los próximos trece años para cumplir con los estándares internacionales mínimos. Además de la sanidad y la educación, el otro ámbito fundamental en el que hace hincapié el informe es la protección y empoderamiento femenino. Unicef considera prioritario trabajar en la eliminación de las barreras que impiden a las mujeres y a las niñas participar plenamente en sus comunidades, sus lugares de trabajo y en la vida política y mejorar el acceso a los servicios de salud reproductiva.

MÁS CIFRAS DEL INFORME

  1. El documento señala que la población total de África se duplicará de 1.200 millones de 2016 a 2.500 millones en 2050.
  2. Nigeria representa en la actualidad el 20 % de todos los nacimientos en África y el 5 % del total mundial.
  3. Entre 2015 y 2030, la población en edad de recibir educación primaria en el continente aumentará en un 33 % (de 189 millones a 251 millones).
  4. En la actualidad, el 40 % de la población del continente vive en ciudad, en comparación con el 14 % que lo hacía en 1950.
  5. A finales de la década de 2030 la mayoría de la población vivirá en zonas urbanas, cifra que ascenderá hasta cerca del 60 % en 2050.

Asimismo, el informe señala que África puede cosechar un dividendo demográfico (potencial de crecimiento económico) que se multiplicará por cuatro en 2050 si las políticas de empleo van acompañadas de inversión internacional y nacional. Si no hay un plan interno y apoyo externo, muy probablemente se producirá un «desastre demográfico» caracterizado por el desempleo y la inestabilidad.

«Estamos en el momento más crucial para los niños de África. Hagamos las cosas bien y establezcamos las bases para un dividendo demográfico que podría sacar a cientos de millones de personas de la pobreza extrema y contribuir a una mayor prosperidad, estabilidad y paz», ha explicado Leila Pakkala, directora regional de Unicef para África Oriental y Meridional. Según las proyecciones actuales, el número de menores en África superará los mil millones en 2055. «Imaginemos el potencial de mil millones de niños», ha apuntado Marie-Pierre Poirier, directora regional de la organización para África Occidental y Central.

Las recomendaciones generales del informe son: mejorar los servicios de salud, bienestar social y protección para cumplir con los estándares internacionales, adaptar el sistema educativo a través de una reforma curricular, y asegurar y garantizar el derecho a la protección contra la violencia, la explotación, el matrimonio infantil y el abuso.

FIN AL MATRIMONIO INFANTIL

Los líderes de 24 países de África Occidental y Central acaban de finalizar una reunión de alto nivel en Senegal para hablar sobre los problemas de la región. Los delegados han acordado asumir nuevos compromisos para poner fin al matrimonio infantil, una práctica que afecta a una niña cada siete segundos. La reunión ha congregado a las primeras damas de Sierra Leona y Burkina Faso, al primer ministro de Senegal, a representantes de gobiernos y sociedad civil, a líderes religiosos y tradicionales y a grupos juveniles, entre otros. Los datos recién publicados del Banco Mundial revelan que para 2030 el beneficio anual de terminar con esta lacra podría llegar a ser muy superior a los 60 mil millones de dólares solo para África Occidental y Central, ha apuntado la organización Save the Children en una nota.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/10/26/planeta_futuro/1509011881_309237.html

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Víctimas del matrimonio infantil en África alzan su voz

África/30 octubre 2017/Fuente: La República

Sentada en el suelo y vestida de negro, la joven de 15 años sostenía a su bebé en brazos mientras lloraba de miedo. Su marido, dos décadas mayor que ella, podría matarla si descubría que estaba contando su historia, dijo.

 La adolescente se casó a los 13 años en Guinea, en el oeste de África, porque sus padres temían que pudiera empeorar sus perspectivas de matrimonio si tenía relaciones sexuales antes de casarse. En ese momento, explicó, ni siquiera se le habían desarrollado los pechos.

“Me entregaron a un hombre que no elegí antes siquiera de que mi cuerpo estuviera preparado para tener sexo”, dijo, hablando bajo condición de anonimato por miedo a represalias. “Después no me pude mover durante una semana porque estaba hinchada y sangraba”.

El matrimonio infantil sigue muy arraigado en el centro y oeste de África, donde se encuentran seis de los 10 países con las tasas más altas del mundo. Grupos de derechos y líderes políticos y religiosos de toda la región se reunieron en Senegal en la última semana para buscar formas de combatir esta práctica.

Varias sobrevivientes del matrimonio infantil les instaron a seguir trabajando.

En Guinea, más de la mitad de las niñas se casan antes de los 18 años. Aunque el país prohibió hace poco el matrimonio de menores, los observadores dicen que la práctica sigue siendo generalizada. Algunas niñas entran en matrimonios arreglados en momentos de inseguridad o cuando sus familias pasan apuros económicos.

“Esta es una cuestión compleja impulsada por la pobreza, las normas culturales y familias que intentan hacer lo mejor para sus hijas”, dijo la directora general de Save the Children, Helle Thorning-Schmidt.“Pero hasta que rompamos el ciclo en el que la única forma en la que una niña puede honrar a su familia es casándose y teniendo hijos, no cambiaremos esto”.

El matrimonio infantil afecta a casi 15 millones de niñas en todo el mundo. La tasa alcanza el 76% en Níger, mientras que en Chad y República Centroafricana es del 68%. Mali y Burkina Faso tienen tasas de más del 50%, según datos de Save the Children y Girls Not Brides.

Los expertos afirman que la educación de las menores es clave para darles oportunidades más allá del matrimonio y mejorar la prosperidad regional.

Musu Bakoto Sawo, de Gambia, que ahora es una abogada y activista de derechos humanos de 27 años, se casó a los 14 años. A los 21 se quedó viuda y no heredó nada.

La educación es el único motivo por el que salió adelante, afirmó, señalando que había sido “la única forma en la que pude ir contra el sistema”.

Incluso para las que evitan una boda temprana, las consecuencias sociales pueden ser inmensas.

Fatoumata, de 14 años, dijo que había sido “la pesadilla de mi vida” cuando su familia dijo que debía casarse con su primo de 39 años. Huyó esa noche en pijama para quedarse con un amigo de la familia.

“Mi padre dijo que si me negaba a esa boda, ya no era su hija”, dijo la joven, que solo dio su primer nombre por miedo a represalias. “Amenazó a mi madre también… ella ha sufrido mucho por mí”.

Algunas jóvenes podrían aceptar de buen grado esos matrimonios tempranos y considerarlos como una forma de protección en zonas en conflicto, explicó Zuwaira Bello, del grupo activista Girl Child Concerns. El grupo opera en el norte de Nigeria, donde se sabe que el grupo insurgente extremista Boko Haram secuestra a mujeres jóvenes y las obliga a casarse.

Implicar a antiguas novias niñas en el activismo comunitario ayudará a disuadir de nuevos matrimonios infantiles como protección, dijo Bello.

Algunas mujeres que huyeron de matrimonios forzosos hacen campaña ahora en contra de esta práctica.

Leila, que pidió que no se utilizara su apellido para proteger a su familia, dio que su tío en Níger la había obligado a casarse con un hombre a los 14 años porque él tenía una deuda que no podía pagar. Un año más tarde, estaba embarazada.

Dijo que su marido la había golpeado por negarse a mantener relaciones sexuales. Tras un segundo embarazo pudo escapar, divorciarse y volver a sus estudios.

Entre lágrimas, instó a las jóvenes novias a conservar la esperanza. “Yo les diría que sean pacientes y se mantengan valientes”, dijo. (I)

Fuente: https://www.larepublica.ec/blog/sociedad/2017/10/28/victimas-matrimonio-infantil-africa-alzan-voz/

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Aumentan cifras de matrimonios infantiles en África

África/26 octubre 2017/Fuente: Telesur

La mayor parte de los países con tasas altas de matrimonio infantil pertenecen a África, donde se celebran 1,7 millones de uniones de este tipo al año.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) manifestó este lunes su preocupación ante el aumento de matrimonios infantiles en África occidental y central, y reveló que con las tasas actuales tomará más de 100 años eliminar esta práctica en la región.

Mediante un informe, titulado «El logro de un futuro sin boda infantil: Enfoque en África Occidental y Central», la Unicef instó a no permitir que las niñas «pierdan su salud, educación e infancia».

«Llevar a las niñas a las escuelas debería ser nuestra principal prioridad. No solo porque ayuda a las niñas de por vida, sino que también ayuda a sacar a sus familias, sus comunidades y sus países de la pobreza», aseguró la directora ejecutiva adjunta de Unicef, Fatoumata Ndiaye.

Según el informe, «cuando los niños se casan, sus perspectivas de una vida saludable y exitosa disminuyen drásticamente, y a menudo desencadena un ciclo intergeneracional de pobreza».

El matrimonio infantil, el matrimonio o unión de niños menores de 18 años, es una práctica nociva que viola los derechos de los niños. Es menos probable que las novias menores terminen la escuela y es más probable que sean víctimas de violencia y VIH, advierte también el informe.

La prevalencia del matrimonio infantil en África occidental y central ha sido desigual, y aún se encuentra en la edad de 15 años.

Esas regiones africanas incluyen seis de los diez países con mayor prevalencia de matrimonio infantil en el mundo: Níger, República Centroafricana, Chad, Malí, Burkina Faso y Guinea.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/Aumentan-cifras-de-matrimonios-infantiles-en-Africa-20171023-0054.html

 

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Es difícil escapar de pobreza infantil en Alemania, señala estudioPo

Alemania/26 octubre 2017/Fuente: Spanish Xinhuanet

La pobreza infantil afecta a alrededor de una quinta parte de los niños alemanes y a menudo es difícil escapar de ella, advierte un estudio publicado hoy por la fundación Bertelsmann.

De acuerdo con el grupo de expertos con sede en Gueterslohe, 21 por ciento de los niños alemanes experimentan la pobreza durante más de cinco años. Otro 10 por ciento de niños en Alemania sufre privación material al menos un vez en la vida.

«La pobreza infantil es un estado permanente en Alemania. Quienes caen en la pobreza una vez, se mantienen pobres durante un tiempo», señaló en un comunicado el director de la fundación Bertelsmann, Joerg Draeger. Draeger indicó también que «muy pocas familias escapan de la pobreza» en su país.

El estudio define a un niño como pobre si el ingreso neto de su hogar es menor a 60 por ciento del promedio alemán.

Al hablar con Xinhua, la experta en educación de la fundación Bertelsmann, Sarah Menne, enfatizó que la investigación longitudinal realizada por Bertelsmann puede ofrecer ideas valiosas sobre la dinámica de la pobreza infantil.

«Desde nuestra perspectiva, es importante abrir caminos para salir de la pobreza para todos los niños con experiencia de privación material, sin importar su nacionalidad», señaló la experta en educación de Bertelsmann.

Como consecuencia, Menne pidió a los legisladores alemanes «evaluar (mejor) las necesidades de los niños» para participar con éxito en la sociedad y en el sistema de educación y crear un «nuevo beneficio de gobierno» para aliviar la privación material de los jóvenes.

Mientras la Oficina Federal de Estadísticas regularmente publica cifras que detallan el alcance de la pobreza infantil, el estudio de hoy ofrece nuevas perspectivas con el rastreo de la movilidad social de los individuos entre 2011 y 2015 para evaluar cuán difícil es escapar de la pobreza.

Los hallazgos publicados recientemente por la Oficina Federal de Estadísticas sugieren que la llegada de numerosas familias de países como Siria, Irak y Afganistán ha conducido a un incremento en la pobreza infantil alemana.

Menne indicó que por la naturaleza del diseño de investigación del estudio, las cifras publicadas no representan a la gran cantidad de refugiados que han llegado a Alemania desde 2015. «El impacto de los movimientos de refugiados de 2015 no pudo ser incluido en nuestro análisis».

Fuente noticia: http://spanish.xinhuanet.com/2017-10/24/c_136700723.htm

Fuente imagen: http://imgs.globovision.com/ox3_QMk7lRy4l4UYyT8GOMmQ-eU=/847×0/smart/dbc757eebba64f0e82c9ab53b15e3f6a

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HRW: Niñas luchan por sus derechos en todo el mundo

23 octubre 2017/Fuente: HRW

El matrimonio infantil y el acceso limitado a la educación, entre los mayores obstáculos.

El matrimonio infantil y la falta de acceso a educación de calidad constituyen serios obstáculos a la posibilidad de progreso de las niñas en todo el mundo, señaló hoy Human Rights Watch, en el Día Internacional de la Niña de las Naciones Unidas.

Millones de niñas en todo el mundo están casadas o expuestas a la posibilidad de matrimonio, y es lento el ritmo de los avances conseguidos mundialmente por los gobiernos para terminar con el matrimonio infantil y asegurar el acceso a educación primaria y secundaria de calidad. El matrimonio infantil es un fenómeno que ocurre en todas las regiones del mundo: una de cada cuatro niñas se casa antes de los 18 años.

“El matrimonio infantil frustra las vidas de millones de niñas, entre otras cosas, privándolas de recibir educación”, observó Liesl Gerntholtz, directora de derechos de la mujer de Human Rights Watch. “A menos que los gobiernos actúen con determinación, la cantidad de niñas casadas y mujeres que se casaron siendo niñas seguirá aumentando, y esto impedirá que tanto las niñas como sus países alcancen su pleno potencial”.

La pérdida de acceso a la educación es al mismo tiempo una causa y una consecuencia del matrimonio infantil. En todo el mundo, 32 millones de niñas en edad de asistir a la escuela primaria y 29 millones en edad de asistir a la escuela secundaria elemental no van a la escuela, y casi dos tercios de los adultos analfabetos del mundo son mujeres. Las niñas que no asisten a la escuela están expuestas a un mayor riesgo de contraer matrimonio durante la infancia.

Sudáfrica tiene la mayor prevalencia de matrimonio infantil: una de cada dos niñas se casa antes de los 18 años. En el África subsahariana, el 40 % de las niñas se casan antes de los 18 años, y entre los países africanos se encuentran 15 de los 20 países con las tasas más elevadas de matrimonio infantil. El matrimonio infantil también ocurre en países de altos ingresos, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido. Human Rights Watch ha documentado las consecuencias adversas del matrimonio infantil en NepalBangladeshMalawiTanzaniaZimbabweSudán del Sur y Yemen.

Aunque matrimonio infantil impide que las niñas participen en todos los ámbitos de la vida, tiene un impacto especialmente grave en su acceso a la educación. Las niñas que se casan suelen abandonar la escuela de manera prematura debido a la presión social, las responsabilidades domésticas, y el embarazo y la crianza de los hijos. En muchos países, hay creencias culturales o religiosas que estigmatizan a las niñas solteras embarazadas, y por consiguiente, las jovencitas embarazadas son obligadas a contraer matrimonio a temprana edad.

Políticas gubernamentales discriminatorias suelen prohibir que jovencitas casadas o embarazadas asistan a la escuela. En Tanzania, por ejemplo, Human Rights Watch comprobó que funcionarios escolares realizan pruebas de embarazo forzadas y expulsan a las estudiantes embarazadas. El gobierno también ha postergado su compromiso de elevar la edad legal para contraer matrimonio a 18 años para varones y mujeres.

Niñas en Malawi, Sudán del Sur, Nepal y Bangladés contaron a Human Rights que una vez que estaban casadas o daban a luz debían lidiar con presiones familiares para abandonar los estudios, la falta de opciones para el cuidado de los niños, la imposibilidad de pagar los costos relacionados con la educación y la necesidad de ocuparse de las tareas domésticas. Que el gobierno no brinde educación verdaderamente gratuita y accesible para todos contribuye a la presión sobre quienes están en mayor riesgo.

Todos los países miembros de la ONU han asumido un compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU de garantizar igualdad de género, terminar con el matrimonio infantil y proporcionar acceso universal a la educación primaria y secundaria gratuita a todos los niños para el año 2030.

Los gobiernos deberían adoptar —y aplicar plenamente— leyes que fijen en 18 años la edad mínima para contraer matrimonio, tanto para varones como mujeres, señaló Human Rights Watch. También deberían sancionar leyes que exijan el consentimiento libre y pleno de ambos cónyuges para contraer matrimonio y contemplen penas por violencia e intimidación ejercidas para obligar a las personas a casarse. Los gobiernos deberían educar a los padres, tutores y líderes comunitarios sobre los efectos perjudiciales del matrimonio infantil y establecer programas para proteger a las niñas en riesgo.

Los gobiernos también deberían garantizar que las niñas tengan igualdad de acceso a educación primaria y secundaria gratuita de calidad, observó, Human Rights Watch. Deberían procurar que las niñas obtengan el apoyo que necesitan para permanecer en la escuela y revertir las políticas y prácticas perjudiciales que discriminan a las niñas, incluidas las pruebas de embarazo forzadas y las reglamentaciones que contemplan la expulsión de niñas embarazadas o casadas. Asimismo, los gobiernos deberían brindar información a padres, tutores y líderes comunitarios sobre los beneficios de educar a las niñas, e intensificar los esfuerzos para retener a las jóvenes en las escuelas en zonas rurales y remotas donde el matrimonio infantil es más frecuente.

“Las niñas que asisten a la escuela no deberían temer que el matrimonio las prive de recibir educación”, manifestó Zama Neff, directora de derechos del Niño de Human Rights Watch. “Los gobiernos tienen que implementar leyes y políticas que prohíban el matrimonio infantil y aseguren que todas las niñas tengan acceso a educación primaria y secundaria gratuita”.

Fuente noticia: https://www.hrw.org/es/news/2017/10/11/ninas-luchan-por-sus-derechos-en-todo-el-mundo

Fuente imagen: https://www.hrw.org/sites/default/files/styles/16x9_small/public/multimedia_images_2017/201708wrd_india_menstrual.png?itok=Lg5OH6jX

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Uruguay invierte 3.500 dólares al año por niño

Uruguay/19 0ctubre 2017/Fuente: El País

El país destina US$ 1.000 menos en los menores de tres años que en los otros niños.

El futuro de Uruguay mide, en promedio, menos que 1,50 y su peso no alcanza los 45 kilos. En los niños del presente se le va la vida al país del mañana, y aunque suene a cliché, los demógrafos insisten en que invertir en los más pequeños es crucial para una sociedad que sigue envejeciendo. El Estado gasta unos 3.500 dólares al año por cada uruguayo menor de 18 años, según un estudio de la Cepal y Unicef al que accedió El País. ¿Es suficiente?

Los más optimistas dirán que el gasto público social en la infancia significaba el 3,1% del PBI uruguayo a comienzos de los 90, y que a fines de 2013 alcanzó el 5,7%. De hecho, entre los años 2010 y 2013 este tipo de «gasto» aumentó 21%. Los más críticos, por su lado, afirmarán que la inversión específica en los menores de 18 años creció menos en relación al resto de la sociedad (el gasto público social general se acrecentó 25% en esos mismos cuatro años), y que los más bebés son los más desfavorecidos entre los niños.

El Estado uruguayo gasta 1.000 dólares menos en un menor de tres años que en los niños de edades superiores, revela el informe redactado por Maira Colacce, Pilar Manzi y Victoria Tenenbaum. Esta diferencia, según la investigación, está basada en el peso que tiene el rubro educación en la infancia. Mientras que la enseñanza es el 18% de todo el gasto público que el país destina a los más pequeños, en la edad escolar esa categoría significa el 57%.

La mayoría de los Estados, como Uruguay, vuelcan más esfuerzo en los niños grandes y adolescentes que en la primera infancia. La excepción son los países nórdicos, sobre todo Suecia, en que el énfasis está puesto en los menores de tres años.

Cada tanto circula alguna noticia de que los escandinavos han aumentado el tiempo de licencia para lactancia, o que los hombres también gozan de meses enteros para cuidar a los recién nacidos, que inauguran centros para bebés, que la atención médica es de última generación y que a veces llegan a invertir hasta el 3% del PBI solo en la protección social y la salud de los más pequeños.

«La opción que hacen los nórdicos por proteger a la primera infancia es una apuesta», explicó Gustavo De Armas, especialista en Políticas Sociales de Unicef. «Ellos están apuntando a la formación de capital humano: son economías pequeñas, competitivas y que buscan la sustentabilidad a largo plazo».

Un país con las características de Uruguay —con un quinto de los niños viviendo en hogares cuyos ingresos están por debajo de la línea de pobreza— tiene que hacer cosas «parecidas a las políticas implementadas por los escandinavos», dijo De Armas. «Al invertir en los niños, mejoran las trayectorias educativas, los trabajadores del mañana rinden más en menos tiempo, la población activa tiene más chances de soportar el gasto de los pasivos y el país puede desarrollarse».

Desde fines de los 80, cuando surgió la política de CAIF y se consolidó el Instituto Nacional del Menor, el Estado uruguayo viene apostado a herramientas destinadas a los niños y adolescentes. En la última década la inversión se acentuó, sobre todo por tres elementos: la reforma de la salud que incluyó a todos los menores de 18 años en el Fonasa, el cambio en las asignaciones familiares y el aumento de las partidas para la educación (en buena medida por las luchas sindicales), señalaron las autoras.

Pese a ese esfuerzo, el gasto en la infancia que hace Uruguay «está por debajo» de lo que invierten otros países de altos ingresos, señaló De Armas. Esto debe leerse, según el sociólogo, como que «el país todavía tiene margen para destinar recursos a esta población específica».

A la inversa, en los adultos mayores el Estado destina un poco más de lo que ocurre en países con renta similar. La tercera parte del gasto público social de Uruguay va a parar a los mayores de 65 años, gracias a un potente sistema de jubilación y asistencia.

Esto hace que el gasto social en Uruguay tenga, desde el punto de vista gráfico, la apariencia de la letra «U». Entre los menores de 18 años es el 23%, baja a partir de la edad universitaria, y vuelve a crecer entre los adultos mayores superando el 34%.

Entre los más veteranos, la asistencia social es lo que más hace inclinar la balanza. En los niños, sin embargo, la educación es la mitad del esfuerzo específico que hace la sociedad uruguaya. Le sigue, en base al monto, el dinero destinado a la salud (26% de lo invertido en menores de 18 años) y más atrás queda la asistencia social con el 14% (aquí tiene peso el INAU, y las transferencias que hacen Mides y BPS).

Todas las restantes categorías, que representan menos del 9% del gasto público social en la infancia, son bienes públicos (acceso al agua potable, bibliotecas, museos) o gastos ampliados (como pensiones a personas con discapacidad).

La buena noticia, según la Cepal, es que la inversión en educación (el rubro más significativo para la población estudiada) sigue creciendo. Y como la cantidad de niños se está reduciendo, el gasto público en la infancia seguirá aumentando.

Aquí algunos menores «pierden su infancia».

Noruega es el mejor país para ser niño. Eslovenia, Finlandia, los Países Bajos y Suecia completan el quinteto en que la infancia está menos amenazada. En el polo opuesto, los menores de 18 años la tienen muy complicada en Níger, Angola, Malí, República Centroafricana y Somalia. Así lo revela el informe 2017 de la ONG Save the Children, el que ubica a Uruguay en el puesto 74 entre 172 países. El estudio entiende que «algunos niños pierden su infancia» en países con indicadores como Uruguay; sobre todo por el alto porcentaje de embarazos en adolescentes.

El foco entre los que aún no pueden ir a votar.

Como cantaba Joan Manuel Serrat: «A menudo los hijos se nos parecen»; salvo por algunos derechos. Son los que viven en los hogares más desfavorecidos, los que tienen mayores índices de subalimentación y menos posibilidad de reclamos. Durante el último año, la pobreza osciló entre el 21% (en niños de 0 a 3 años) y el 16% (15 a 17 años). Y salvo por herramientas educativas, como los CAIF, los más pequeños suelen recibir pocas políticas específicas. La excepción es Uruguay Crece Contigo, que nació en 2012 y atendió 13.735 niños.

Fuente: http://www.elpais.com.uy/informacion/uruguay-invierte-dolares-ano-nino.html

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