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España: El internado franquista «del horror» donde se prohibía beber agua a las niñas

Fuente: el diario.es / 4 de julio de 2016

Al menos una veintena de mujeres han denunciado vejaciones y malos tratos por parte del cura y las cuidadoras de un centro de Guadarrama para niñas en la década de los sesenta y setenta

El espacio entonces pertenecía al Patronato Antituberculoso y hoy está en manos del Instituto Armado, que tiene una residencia de ancianos en ese local

Paloma tenía 11 años cuando llegó a esta colonia de verano: «Me desnudaron, me ducharon y me quitaron la ropa de la maleta». Se alimentaban a base de «pasta blanca» y algunas niñas comían pasta de dientes por la sed

La fachada de piedra está intacta. Los cambios en el interior no han conseguido despojar al edificio de ese halo hostil, frío, casi fantasmagórico. Lo que hoy es la residencia de ancianos Virgen de la Cabeza, perteneciente a la Guardia Civil, fue durante tres décadas un internado franquista al que las familias enviaban a sus hijas para las colonias de verano en la sierra de Guadarrama, en Madrid. Al menos veinte mujeres que pasaron por allí de niñas relatan vejaciones y malos tratos por parte de las cuidadoras y el cura en la década de los sesenta y setenta. Once de ellas se personaron en la querella argentina contra los crímenes del franquismo y pretenden hacerlo en septiembre como asociación de víctimas del Preventorio Doctor Murillo de Guadarrama.

 La declaración de Paloma Fernández viajó de España a Argentina y llegó a las manos de la jueza instructora María Servini de Cubría. En un papel volcó los recuerdos del preventorio «del horror», donde se sentía «como una presa». Paloma tenía 11 años en el verano de 1971. La ilusión de pasar un verano divertido en lo que a priori se vendía como un campamento de niñas desapareció en el mismo momento que entró por la puerta del preventorio: «me desnudaron, me ducharon y me quitaron toda la ropa que llevaba en la maleta», recuerda.
El padre de Paloma, médico de profesión, «se quedó aterrorizado cuando apareció por sorpresa a verme», cuenta ella. Gracias a esa visita inesperada, la niña solo estuvo 20 días en el internado; tiempo suficiente para ver, afirma, los insultos y malos tratos que proferían las cuidadoras a sus compañeras. «Yo iba de enchufada y jamás me tocaron», puntualiza.

Chus Gil fue una de esas compañeras. No se conocen, pero coincidieron en el preventorio en los meses estivales de 1971. Era el segundo verano que Chus pasaba allí. «Tenía pánico de hablar y de llorar, reprimía el llanto todo el tiempo. Recuerdo un dolor tremendo de garganta de contenerme. Me metí en mi mundo porque cada vez que miraba a mi alrededor veía el horror», relata. Las dos mujeres detallan «prácticas habituales» en el internado, como obligar a pasearse con la sábana a las niñas que se orinaban en la cama o pasarles una vela por sus genitales si no lograban contenerse por la noche.

Agua solo dos veces al día

Ni a Chus ni a Paloma se les olvida «la pasta blanca no identificada» que comían de lunes a domingo; y tampoco la disciplina de beber agua solo dos veces al día. «Había niñas que comían pasta de dientes de la sed que tenían», narra Paloma. Ambas recuerdan la ropa interior que les obligaban a llevar. «Eran una especie de pololos con una cuerda que se nos caían. Resultaba incomodísimo y viejo, como todo lo que nos ponían a pesar de que cada una traíamos nuestra ropa de casa».

Hubo un día, cuenta Chus, que no pudo quitarse la ropa interior en la ducha semanal. Tenía la piel repleta de llagas y ampollas «muy dolorosas». «Llevaba avisando varios días de lo que me estaba pasando, pero nadie me hizo caso». Según su relato, fue sacada inmediatamente del preventorio, a pesar de que las instalaciones contaban con una enfermería –»la casita», la llamaban– de la que nunca pudieron recuperar sus expedientes médicos.

Cuentan que se los tragó la tierra y, con ellos, las pruebas del delicado estado de salud de algunas niñas dentro del preventorio. De adultas recuerdan –y todas coinciden– unas inyecciones diarias de color amarillo y blanco cuyo contenido es imposible conocer sin esos documentos médicos.

El ministro responsable, imputado

El internado pertenecía al Patronato Nacional de la Lucha contra la Tuberculosis, un organismo creado en tiempos republicanos que se reconfiguró como un eje vertebral del régimen franquista ya en los años de la Guerra Civil. El Patronato gestionaba estos «campamentos de verano» para niños y niñas –separados– de entre 7 y 12 años a través del Servicio de Colonias Preventoriales.

Durante la contienda, el bando golpista se propuso construir 40 sanatorios, aunque no fue hasta 1940 cuando se aprobó un ambicioso plan con efecto de propaganda («La España sana habrá que sacrificarse por la España enferma») para abrir 20.000 camas: se destinó un presupuesto extraordinario de 178 millones de pesetas para este fin. La tuberculosis tardó años en erradicarse en España, pese al montaje de este escaparate –entre la beneficiencia y el adoctrinamiento– cuyos resultados, más que reales, fueron cosméticos

Blas Pérez González estaba entonces al frente del Ministerio de Gobernación, del que dependía la Dirección General de Sanidad, responsable del Patronato. El dirigente, fallecido en 1978, fue uno de los 35 altos cargos del franquismo imputados por la Audiencia Nacional en la causa instruida por Baltasar Garzón por delitos de detención ilegal y crímenes de lesa humanidad cometidos durante la Guerra Civil y en los primeros años de dictadura. Es también una de las personas a las que, post mortem, el Ayuntamiento de Madrid  ha retirado la medalla de honorde la ciudad.

El edificio, en el municipio de Guadarrama, sigue hoy en pie y pertenece a la Asociación Pro-Huérfanos de la Guardia Civil, una organización subvencionadapor la Comunidad de Madrid. La asociación amplió las instalaciones y creó un bloque anexo para reconvertir el antiguo preventorio en una residencia de ancianos cuyas plazas están reservadas para personal del Instituto Armado y sus familiares.

El PP defiende la»inocencia de las cuidadoras»

El programa de Antena 3 Espejo Público reunió en el mismo plató en 2012 a mujeres denunciantes de malos tratos y vejaciones en el preventorio con sus cuidadoras. Las víctimas relataron entre acusaciones de mentira y falsedad vivencias traumáticas que alcanzan a delitos tan graves como el de abusos sexuales a menores. Dolores Zamorano contó que fue violada por el cura del internado cuando se quedaba a solas con él para preparar la primera comunión.

Tras la emisión –en la que algunas ex cuidadoras defendieron que «si tienes que lidiar con 600 personas, me imagino que tendrás que tener una disciplina»–, el PP presentó una moción urgente en el pleno del Ayuntamiento de Guadarrama para solicitar una declaración del consistorio y el resto de grupos políticos que mostrara el «apoyo unánime a la presunción de inocencia de las extrabajadoras». A su juicio, el testimonio de Dolores y otras mujeres perjudicaba a la imagen del pueblo y dañaba la «honorabilidad de muchas de sus familias». La moción fue aprobada gracias a los votos a favor de APPG, una escisión del PP que estaba y sigue estando en el gobierno municipal.

Las mujeres que acudieron al plató han ido encontrándose unas a otras estos últimos años a través de grupos de Facebook. Coinciden en lo mucho que les ayudó localizar a personas que tenían relatos similares y con quienes podían compartir las experiencias en Guadarrama sin ser señaladas, acusadas o juzgadas. Por primera vez.

Foto: Chus Gil estuvo en el preventorio y sostiene una foto de ella de niña. / Foto cedida

Enlace original: http://www.eldiario.es/sociedad/residencia-Guardia-Civil-subvencionada-Madrid_0_529147706.html

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La revuelta femenina televisada.

Celeste Murillo .

América del Sur/Argentina/Fuente:http://www.laizquierdadiario.com/

Un documental recorre el movimiento por la liberación de las mujeres. La historia de un movimiento que cuestionó la opresión de la mitad de la población antes de que ser feminista estuviera de moda.

La generación de mujeres que llegaba a la vida adulta a comienzos de la década de 1960 sospechaba que algo no andaba bien, era común que muchas fueran obligadas a hacer tratamientos psiquiátricos, incluido el electroshock, se las trataba de locas y deprimidas por no abrazar el sueño del matrimonio y el hogar.

Lo personal y lo político:

En 1963, Betty Friedan escribe sobre el “malestar sin sombre” en su libro The Feminine Mystique (Mística de la feminidad), que se transformaría en un texto clave del estallido de la segunda ola feminista en Estados Unidos (se considera a las sufragistas de comienzos de siglo XX la primera). Para muchas, ese fue el punto de partida del movimiento.

“No era yo, no era él, era la sociedad” dice una de las fundadoras de NOW (por sus siglas en inglés, Organización Nacional de Mujeres), al recordar el momento en que se había dado cuenta de que ella no era el problema, y cuenta cómo renuncia las garantías de una vida de clase media acomodada para pelear por los derechos de las mujeres. El público que la escucha estalla en aplausos.

Para mediados de los años 1960 ya no había vuelta atrás. Las mujeres fueron por todo. Las protestas de mujeres se expandían como una epidemia. El documental hace una buena selección de las acciones del movimiento: quema de títulos universitarios, mientras una joven graduada dice a cámara “Soy historiadora y no sé nada de la historia de las mujeres”, el público aplaude. “Qué cuerpo, papito”, le grita una estudiante a un ejecutivo en pleno Wall Street, en medio de una acción directa contra el acoso en los lugares públicos, seguida con atención (y algunas miradas atónitas).

Muchas mujeres que habían participado del movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos, el movimiento antiguerra y en el movimiento estudiantil universitario salieron a la calle a reclamar para sí los derechos que sabían propios: derechos reproductivos, aborto legal, igual salario a igual trabajo y el fin de la segregación por género que regía en casi todas las actividades económicas. La mecha que se había encendido no se apagaba con nada.

El movimiento no estuvo exento de contradicciones, con su enorme repercusión empezaron las discusiones: ¿Quién decide qué tema es importante? ¿Por qué se discute tan poco lo que piensan las mujeres negras? ¿El movimiento feminista le da suficiente importancia a los problemas de las trabajadoras? ¿Qué pasa con las lesbianas, por qué no está en cuestión la heteronorma?

Nada está fuera de discusión:

El documental incluye entrevistas con activistas de la época, muchas de ellas autoras de textos clave de diferentes corrientes como Kate Millet (Sexual Politics) o Jo Freeman (The Politics of Women’s Liberation). Sus experiencias y discusiones son recorridas, a veces con la urgencia de la fascinación de poder casi “televisar” el avance de un movimiento que parecía irrefrenable. Quizás sus poco más de 90 minutos no son suficientes para brindar una imagen acabada de las múltiples facetas y corrientes políticas.

Uno de los aspectos interesantes del documental es que aborda sin pruritos la existencia de diferentes alas (si cabe una crítica es quizás la superficialidad de algunos debates clave que marcaron al feminismo como aquellos sobre género, clase y raza). Una activista afroamericana narra en primera persona las contradicciones de ser un ala de un movimiento mayoritariamente blanco. Otra señala la poca atención a los problemas de las mujeres trabajadoras y alerta sobre el problema de tener una visión exclusiva de la clase media.

La sexualidad fue uno de los temas fundantes del movimiento. Por primera vez, las mujeres discutían su sexualidad fuera del matrimonio: el sexo no reproductivo (la píldora anticonceptiva era reciente), el deseo y la homosexualidad femenina. Las lesbianas fueron unas de las primeras en hacer tambalear la principal organización y llamó a discutir la sexualidad femenina sin prejuicios ante la mirada preocupada de Friedan y otras fundadoras que creían que era “demasiado pronto”.

El documental brinda un buen panorama de las diferentes agrupaciones e iniciativas del movimiento, como Jane Collective (una red de apoyo cuya acción fue vital para que miles de mujeres trabajadoras y pobres accedan a los servicios de salud reproductiva), las editoras del mítico libro Nuestros cuerpos, nosotras mismas que fue para millones de mujeres el primer acercamiento a la educación sexual y el autoconocimiento.

Testimonios valiosos como los de las activistas negras, que hablan de las dificultades de plantear el derecho a decidir sobre el cuerpo, cuando el movimiento negro veía en la reproducción de la vida una “forma de resistencia” ante la dominación blanca. Las afroamericanas enfrentaron el desafío doble: ir contra a los prejuicios racistas dentro del movimiento de mujeres y contra los prejuicios machistas en el movimiento negro, incluso en sus alas más radicales.

Otro de los episodios narrados en She is beautiful… es un acto del movimiento antiguerra donde un grupo de mujeres de la SDS (una agrupación estudiantil de la llamada Nueva Izquierda) decide hacer su primera aparición. Ni bien la oradora comenzó a hablar, los militantes varones empezaron a abuchearla, a pedir que se vaya diciendo que era una mujer y no podía estar al frente de un acto político. Esto abrió un amplio debate sobre la participación de las mujeres en los movimientos políticos.

¿Soluciones de los años ’60 para los problemas de 2016?

Una de las reflexiones más interesantes está tanto al inicio como al final. Las primeras imágenes se ubican en una manifestación en Texas (Estados Unidos) en 2014 que exige el fin del ataque al derecho al aborto, conquistado por las mujeres en 1973 (mediante el fallo de la Corte Suprema Roe vs. Wade) luego de años de lucha. Hacia el final, una de las activistas reflexiona sobre el estado del movimiento de mujeres, los desafíos actuales: “Ninguna victoria es permanente”.

Es imposible separar el movimiento de liberación femenina de su época, que le imprimió una perspectiva de crítica social y revolucionaria, lo que no significó homogeneidad ni monolitismo. Ante la reacción social y política de los años 1980 que significó la restauración conservadora, encabezada por Margaret Thatcher en el Reino Unido y Ronald Reagan en Estados Unidos, una gran parte del movimiento feminista renunció a la transformación de la sociedad como vía para terminar con la desigualdad y se refugió en los pasillos de los parlamentos y agencias gubernamentales.

Ese abandono de las calles tuvo como consecuencia la institucionalización e integración del feminismo a las agendas oficiales. Vía esta integración, gran parte del feminismo se centró en transformar la cultura, una empresa que hoy podemos decir que el alcance de esa batalla cultural es, como mínimo, contradictorio. Es en gran parte cierto lo que dice una de las protagonistas, “Ya no se puede volver atrás, es imposible restablecer la segregación por género en el mundo laboral, que la mujer vuelva a trabajar exclusivamente en el hogar”.

El mayor desafío que enfrenta el movimiento de mujeres es la sorda convivencia de la ampliación de derechos (de alcance restringido y condicionado en la mayoría de los casos) con el crecimiento de la violencia machista y el avance reaccionario contra los derechos conquistados por la generación que protagoniza el documental. Ante este desafío urgente, las mujeres no necesitan volver al pasado, pero sí recuperar las banderas de la transformación social, para conquistar su emancipación y el fin de toda opresión. “Nadie nunca nos regaló nada”, una reflexión de los años 1960 que bien vale recordar en 2016.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/La-revuelta-femenina-televisada

Imagen: http://www.laizquierdadiario.com/local/cache-vignettes/L653xH447/arton42835-29b99.jpg?1466891162

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Reseña del libro: Mujeres, raza y clase

Por Mujer Fariana

Estados Unidos tiene una tradición feminista amplia. Las luchas contra el patriarcado no marchan aisladas, sino que se mezclan con las que atacan otras formas de opresión. Conocer las maneras en las que el racismo, el patriarcado y el capitalismo se complementan como parte del llamado Sistema de Dominación Múltiple es fundamental para reconocer las claves de la liberación.

La luchadora comunista Angela Davis nos propone en “Mujeres, raza y clase” un recorrido histórico que nos lleva a través de la esclavitud y sus huellas en la construcción de la feminidad, las polémicas entre el movimiento antiesclavista y la lucha de las mujeres; la cuestión racial y de clase en el movimiento feminista, las formas de organización de las mujeres negras, etc.

En cada uno de los temas ahonda en la perspectiva de las mujeres negras de las clases populares por una razón fundamental: han sido marginadas no solo por el sistema, sino también por las luchas que no asumen la liberación que incluya las demandas de todos los sectores oprimidos.

Analiza las demandas específicas de estas mujeres y sus aportes a los movimientos comunista, feminista y antirracista, no para robarle espacio a otros sectores, sino para legitimar a quienes han sido invisibilizadas desde varios puntos.

Esta es una investigación amplia, aplicable en esencia a los contextos más diversos. Es una herramienta que no debemos dejar de lado.

Para leer y descargar el texto hacer clic aqui

Fuente: http://www.mujerfariana.org/creativs-2/biblioteca/594-mujeres-raza-y-clase-angela-davis.html

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Los amores swinger

Por Coral Herrera Gómez

 Debido a la doble moral de la cultura patriarcal, tradicionalmente los hombres han podido tener relaciones sexuales al margen del matrimonio frecuentando prostíbulos, burdeles, mancebías, casas de citas, puticlubs, etc. en los cuales podían satisfacer sus fantasías sexuales con una o más mujeres a cambio de dinero. Nunca ha existido un lugar semejante para las mujeres, a excepción de las cortes faraónicas o reales en las que las reinas y las mujeres de la nobleza tenían sus harenes masculinos más o menos encubiertos.

Sin embargo, en la posmodernidad existen espacios para el placer compartido en los que las mujeres pueden desarrollar prácticas sexuales alejadas de la norma y de la moral sexual tradicional. Estos lugares de encuentro (chalés, casas particulares, hoteles, discotecas o bares) son utilizados por mujeres que llevan a cabo sus fantasías sexuales, a solas o con sus compañeros, en un ambiente liberal.

En las ciudades occidentales proliferan este tipo de espacios normalmente enfocados a los intercambios de pareja, en los que su máxima ley es el consentimiento mutuo y la libertad de elegir el número de personas o el tipo de prácticas sexuales que se  prefieren. En ellos se cuida al máximo la higiene y la seguridad (por un lado, la sexual –se fomenta el uso de preservativos- y por otro la seguridad de las personas ante situaciones conflictivas).

Su norma básica es el respeto: “No” significa siempre “no”, y no suele ir seguido de un “¿Por qué?”, de modo que las relaciones entre las personas que se encuentran allí no se tensen ni se produzcan malentendidos. Dado que nuestra cultura amorosa está basada en la posesividad y la exclusividad sexual de la pareja, las personas que acuden a este tipo de locales, fiestas, festivales o encuentros cuidan al máximo sus comportamientos y modos de relacionarse,porque son conscientes de que es un mundo alternativo a la sexualidad hegemónica en el que pueden surgir emociones intensas (celos, miedo, inseguridades, y emociones contradictorias como excitarse por ver a su pareja disfrutar con otra persona y a la vez sentir celos). Por ello la cortesía, la educación y la elegancia en el trato son básicos.

Existen, además, las figuras de los mediadores, que vigilan la armonía del entorno y guían a las parejas en el funcionamiento del local. Una pareja puede elegir el grado de implicación y participación en los intercambios sexuales según sus apetencias. En España estos sitios proporcionan una pulsera de colores que marca ese grado de implicación: desde parejas que solo quieren mirar o que los demás les miren mientras practican sexo, hasta la forma de empezar por primera vez un intercambio con una pareja. Los mediadores pueden presentar a parejas que se gusten y no se atrevan a saludarse por miedo al rechazo, asesoran a las parejas para su actitud no presione a otras personas, y resuelven cualquier duda o conflicto que pudiera presentarse.

Existe una especie de manual de etiqueta para este tipo de contactos, aunque es un código no escrito y está normalizado más que nada por el uso y por la cortesía elemental.

  1. Amabilidad. Aunque no te interesara llevar a cabo algún encuentro sexual con otra pareja o persona, respeta sus sentimientos, sus deseos y sus gustos, aunque no coincidan con los tuyos.
  2. Contesta los mensajes. No dejes de contestar los mensajes que te envíen, aun cuando sea para decir simplemente «No, gracias»; de esa manera evitas que alguien pierda el tiempo esperando inútilmente.
  3. Prepárate. Si deciden con tu pareja concretar un encuentro con alguien, toma las previsiones del caso. No olvides JAMAS llevar encima la correspondiente cajita de preservativos.
  4. Toma en cuenta los sentimientos de los demás. Observa si tu pareja y la otras personas actúan de un modo relajado o tenso, e intenta, si algo anda mal, disipar el mal momento con un gesto afectuoso o de confianza.
  5. No seas insistente. Si alguien te dice NO, no es válido preguntar POR QUÉ, porque después de todo, el ser swinger significa también la libertadde decisión y de elección para todos. Aquí en todos los caso NO significa NO.
  6. Sólo acepta lo que sea divertido para tod@s. Recuerda, ésa es la idea, divertirse y pasar un rato agradable.

Lo curioso del fenómeno es que el perfil de este colectivo de personas es de clase media-alta y profesiones liberales: jueces, profesoras, ejecutivos, empresarias, académicos, funcionarias, médicos, etc. En las páginas webs de los locales de encuentros de parejas existen guías y recomendaciones para las personas que quieran abrir su intimidad sexual para compartirla con más gente. Todas ellas recomiendan tener tacto, actuar con sinceridad, honestidad, y propiciar la comunicación. Normalmente son los hombres quienes introducen a sus parejas femeninas en este mundo. Sin embargo, cada vez es más común que las mujeres tomen la iniciativa o que incluso acudan solas a fiestas de este tipo donde son bienvenidas.

Estas prácticas sexuales se engloban bajo el término swinger, que deriva del inglés to swing (balancearse, oscilar). El movimiento swinger incide en el hecho de que las parejas que practican el libre intercambio se quieren, se respetan y poseen una profunda complicidad entre ellos. Nunca recomiendan entrar en el mundo swinger cuando la pareja sufre problemas graves, porque suponen que empeorarán sus problemas y su falta de confianza, inseguridad, miedos o contradicciones. El movimiento swinger en cambio es apta para parejas que se quieren, que se comunican entre sí con fluidez y que son capaces de compartir y expandir su sexualidad sin miedo a perder a su pareja.

Según el estudio de Mcginley  (1979), las parejas swinger:

1.- Disfrutan y están más satisfechos con su actual relación emocional.

2.- Se comprenden mejor a sí mismos y a su pareja.

3.- Tienen una comunicación más íntima y eficaz con su pareja.

4.- El sexismo es menor en su relación de pareja.

La tolerancia, el respeto y la sinceridad mutua eliminan la doble moral y la hipocresía, y supone un trato igualitario entre los miembros de la pareja, que se sienten libres para compartir sus fantasías con su pareja y con más gente afín. El movimiento swinger, en este sentido, separa la fidelidad sexual de la afectiva: se trata de divertirse y disfrutar en colectividad pero manteniendo la relación afectiva con su pareja como algo valioso e indispensable. De algún modo, creen en la fidelidad sentimental aunque no en la sexual, y se les ha criticado precisamente porque no rompen con la estructura de pareja de dos, ni con la heterosexualidad ni el matrimonio. Sólo rompen con la hipocresía burguesa del binomio matrimonio-adulterio. Los swingers, como principio teórico, no tienen sexo al margen de la pareja, por lo cual no mienten ni traicionan a su cónyuge, ya que lo hacen con su propio compañero o compañera.

A pesar de esta fidelidad sentimental, entienden que se exponen al riesgo de que su pareja se fascine con otra persona, pero al final ese riesgo es el mismo que corren las personas que practican la monogamia y el adulterio clandestino. Según Daniel Bracamonte, de la Asociación Argentina de Swingers, la gran mayoría de las parejas se iniciaron estando muy bien en su sexualidad íntima e, incluso, fue el alza del deseo el que los llevó a buscar “nuevos horizontes”.

Para Bracamonte el sexo swinger no reemplaza al sexo en pareja porque en realidad distinguen muy bien entre las relaciones fugaces y descomprometidas que establecen con otros y otras, y su relación, que es más compleja, más profunda y duradera. Practicar los intercambios, los tríos y las orgías comunales no empobrece el sexo dentro de la pareja, sino que lo enriquece: “Podemos hablar de una interacción entre ambas variantes: el intercambio eleva el morbo junto a las fantasías de la pareja, y generan una complicidad sexual que estimula genitalmente. Es por esta razón que muchas parejas ven incrementada su sexualidad de pareja después del primer intercambio”.

Los swingers entienden que la fidelidad es una cuestión que tiene que ver con la función reproductora de la sexualidad. Sin embargo, la sexualidad va más allá de la reproducción porque se convierte en un instrumento de placer y un modo de relacionarse eróticamente con otras personas; por eso creen que el placer debe ser algo libre y múltiple, no constreñido socialmente. Los swinger son conscientes de la contradicción de sus planteamientos, porque por un lado defienden la pareja clásica heterosexual y por otro, a la vez, defienden la libertad sexual (pero compartida con el otro)

Daniel Bracamonte, por ejemplo, admite que el miedo es el trasfondo de la contradicción que sentimos las personas al ver gozar a nuestra pareja con un tercero. Los swingers transforman el miedo en confianza, y transforma “la aterradora imagen de que nuestra pareja goce con otros en una placentera forma de compartir fantasías y placer mutuo. Lo contradictorio es en general dialéctico: negamos lo que aceptamos y aceptamos lo que supuestamente negamos. El swinger es en sí una contradicción: puede ser placentero y nocivo, conveniente e inconveniente, todo depende de cómo se viva”.

Los swingers no necesitan, para sentirse seguros y amados, tener la exclusividad sexual, y declaran sentir el amor de una forma más profunda, menos posesiva: “Vemos a la pareja no como una unidad reproductiva sino como la unión de aspiraciones, proyectos y fantasías, y entendemos que acompañarnos es a la vez comprendernos y ayudar al otro a realizar aquellas cosas que lo hacen feliz o le aportan placer. No hay en la posesividad ni en los celos nada que nos asegure amor, más bien hay mucho de un individualismo no elaborado”.

Este individualismo además conlleva un egoísmo y una serie de mentiras que convierten las relaciones monogámicas heterosexuales en una institución hipócrita en el que cada uno de los miembros puede llevar una doble vida: actuar como una perfecta casada o casado y tener amantes sin problemas, y con mucha discreción. Los swinger entienden que mentir, ocultar o reprimirse no es sano para la salud física y mental de las personas, y además conlleva multitud de problemas asociados. El adulterio supone traicionar un pacto o contrato de fidelidad y sinceridad, hace mucho daño a las personas que lo practican y a los terceros protagonistas. En cambio, las prácticas swinger no socavan la confianza del otr@, sino que refuerza la unión de la pareja porque entre sus miembros no hay mentiras ni secretos.

El swinger es una actividad de parejas que nace de una relación estable, crece como fantasía de ambos, recorre el proceso de construcción de la confianza mutua, de la caída de los prejuicios y, superado ese momento, comienza el juego en la búsqueda de la primera experiencia”. La ley mayor del swinger es oscilar. Pasamos fugazmente por la cama de los otros, no nos quedamos en ella ni buscamos más atención que la genital en ese momento concreto. Si esto se respeta -y la mayoría de los swingers lo hacemos-, no hay otras historias que lamentar. Cuando, por el contrario, nos aferramos a otra pareja o a un solo o sola en el caso de los tríos, la cuestión comienza a tener sus riesgos. Somos ¨osciladores¨, vamos del placer hacia lo nuevo. Sólo tenemos un puerto fijo en nuestro constante navegar: nuestra pareja«

Daniel Bracamonte Los swingers

Según Terry Gould  en “The Lifestyle: A Look at the Erotic Rites of Swingers”, el intercambio de parejas comenzó entre los pilotos de su fuerza aérea y sus esposas durante la Segunda Guerra Mundial. A partir de los años 60, la práctica se ha extendido por E.E.U.U y Europa principalmente, y de ahí a muchos otros países. En la España de los años setenta fue conocido en círculos restringidos un lujoso chalé de la sierra madrileña donde se organizaban reuniones de pequeños grupos de parejas no profesionales. También por la misma época se habría dado actividad swinger con cierta asiduidad en determinados campings, entre clases sociales más modestas. Revistas como la histórica Lib fueron uno de los pocos canales de contacto entre parejas a finales de los setenta y durante la década de los ochenta.

En Estados Unidos existen al menos 400 clubes de intercambio de pareja y en Europa más de 600. Los clubes se dividen típicamente en clubes “internos” o «On premise», donde la actividad sexual puede ocurrir dentro del local, y clubes “externos” » Off premise» donde la actividad sexual no está permitida en el interior del local pero se puede concertar en un lugar cercano.

En Europa existen tres formatos de clubes estándar:

  • el bar / club nocturno, usualmente pequeño, ubicados en los centros de las ciudades, y enfocado alrededor de la pista de baile;
  • el formato de Spa en ambiente nudista, con piscinas, piscinas de hidromasaje, saunas, cuartos de vapor;
  • el formato de club de campo, fuera de las ciudades, que incluyen elementos de los dos anteriores, ofrece además amplias áreas recreativas y usualmente los alimentos se sirven a manera de buffet.

Existen algunas organizaciones nacionales que organizan el intercambio de sus miembros, convenciones y vacaciones grupales. En Europa, los intercambiadores de todo el continente se congregan en julio y agosto en el pueblo nudista de Cap d’Agde en el sur de Francia donde existen cerca de 8 clubes de intercambiadores de pareja. En su temporada alta, Cap d’Agde alcanza una población de 30.000 personas.

 En España proliferan chalés de encuentro swinger en la costa, o clubs cada vez más exitosos, como Momentos Club, Encuentros, o Satén en Madrid, o Training Events(*) en Barcelona.

Al margen de los organizadores empresariales que ven el movimiento swinger como un negocio, existen organizaciones autogestionadas que ven el swigerismo como un modo de vida y que tratan de no mercantilizar el sexo. Así que otras formas de conocer gente swinger es a través de anuncios personales, fiestas caseras de intercambio y principalmente Internet.

“Te amo, te comparto” es una contradicción, pero como toda contradicción respeta las generales de la evolución. Compartir no es entregar, dar un paso al costado ni perder nuestra posición dominante en el plano del amor, único sustento de la pareja. Compartir es más precisamente dejar hacer en comunidad para el placer mutuo. Esto parece muy filosófico, pero es esencial. También se ve como una contradicción aun más compleja el hecho de que los swingers gocemos viendo al otro gozar con un tercero. Allí lo que se expresa es el principio de la omnipotencia genital: si ella o él me ama, nadie le podrá dar placer sexual. Nada más inexacto. Quizás el amor nos asegure el lugar más cálido y requerido en la sexualidad del otro, pero no inhibe su capacidad natural para gozar. Podemos gozar con otros sexualmente y amar en exclusividad, esto es así, podemos aceptarlo o mirar para otro lado. Y si es así, ¿por qué no dejar que esa capacidad fluya y no mentirnos con la idea de que somos los únicos que excitamos a nuestra pareja?” 

Si las bodas son actos luminosos celebrados a plena luz del día, los intercambios de pareja pertenecen al lado oscuro de nuestra realidad, porque transgreden la monogamia y abren otras formas de relacionarse eróticamente. Sin embargo, gracias a Internet, este fenómeno invisibilizado por los grandes medios está experimentando un fuerte desarrollo; existen numerosos blogs, webs y redes sociales de swingers como Vidas Libres (*) en el que las parejas pueden conocerse, quedar, intercambiar fotos, vídeos, etc.

Coral Herrera Gómez

Fuente: http://haikita.blogspot.com/2010/11/los-amores-swingers.html

(*) El artículo original cuenta con varios enlaces rotos o ya no disponibles.

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Dirección de Educación y Desarrollo Humano de la Ciudad de Maputo Mozambique capacita a estudiantes y profesores en materias de Equidad de Género y Salud Sexoafectiva

DEDHCM FORTIFICA LOS CÍRCULOS DE INTERÉS EN LAS ESCUELAS DEL DISTRITO 6

Prensa Ministério da Educação Moçambique / 8Junio2016
El 6 y 7 de junio, la Dirección de Educación y Desarrollo Humano de la Ciudad de Maputo (DEDHCM) capacitó a 35 personas entre estudiantes, profesores y estudiantes de seis escuelas en el Distrito KaMubukwana Municipal en materia de higiene personal y colectiva, la equidad de género, prevención de enfermedades, la violencia, la deserción escolar, el acoso sexual y habilidades para la vida en el marco del Programa de apoyo para el cuidado de Enseñanza y aprendizaje – (CSTL).

Los estudiantes y profesores que participan en el evento son de las escuelas primarias: Magoanine Un Magoanine B, 10 de enero, 1 de junio y 19 de octubre Malhazine quienes toman este programa con la misión de fortalecer los círculos de intereses en sus escuelas y difundir este conocimiento a los estudiantes que no participaron en el entrenamiento.

Al preguntarle acerca de la importancia de esta actividad, María Presentina X. Checa, coordinadora de Género y Participación de la Comunidad en la Dirección de Educación y Desarrollo Humano de la Ciudad de Maputo y Formador de CSTL dijo que las actividades de este tipo son relevantes porque, abre el horizonte de los estudiantes y la coordinación de los profesores, toma a los estudiantes con actividades útiles, contribuye a la mejora del rendimiento de los estudiantes, ayuda en la elección de la profesión en el futuro, se enteran de que pueden divertirse de una manera positiva, y se preparan para ser ciudadanos honestos, la solidaridad y los trabajadores.

Emilita Mateo Coordinador de salud sexual reproductiva de los adolescentes y jóvenes quien curso el nivel básico de la Formación de Formadores en cuestiones transversales, dijo que le gustaba la capacitación dada su dinamica participativa y la importancia de la formación para dotar de estrategias de enseñanza que generen habilidades para la vida de los adolescentes. El objetivo se ha logrado en la existencia de un gran interés de los participantes quienes se han comprometidos a llevar el mensaje a sus escuelas. Como orador sentí el deseo de haber utilizado métodos participativos para la búsqueda de los conocimientos existentes en los estudiantes, esta formación es parte de las recomendaciones del ministerio en el contexto de la creación de círculos de interés para la ayuda mutua entre los estudiantes, tanto como los materiales escolares aumentan el rendimiento escolar y otras habilidades.

Ignacio Armindo Gavumenda, profesor de escuela primaria Magoanine B dijo que su escuela ha estado llevando a cabo actividades en este programa desde el 2013, pero con la creación del círculo de interés  las actividades será más integradas y extendidas a mayor cantidad de estudiantes y profesores. También dijo que esta formación trata de involucrar a más niños en el 5º grado porque todavía tienen más años en la escuela para trabajar en estos temas con otros estudiantes.

Para el profesor Isaías Teresa de humo, de la escuela primaria del 10 de enero, los niños que acompañan a 5º grado, con esta formación  obtendrán un cambio de actitud con respecto a las relaciones de género, aprenderán a saber estar, ser y hacer. Hizo hincapié en que la coordinación de estos niños va a difundir la información adquirida a los colegas en la escuela y en la familia porque también hay niños de la misma edad que pueden hablar de estas cuestiones. Debido a su relevancia, el maestro alabó la inclusión de temas sobre «violencia» en esta capitación, porque en estos días se han presentado en la comunidad muchos actos de violencia contra los niños y especialmente las niñas.

El profesor Eurico John Chamusse aseguró que en su escuela EPC 1 de junio, los niños que recibieron esta formación impartirán lo que han aprendido a los jefes de los grupos acompañados por él como coordinador de las actividades que llevará a cabo los sábados. «Siento que hubo un buen aprendizaje ya que los estudiantes participaron activamente respondiendo positivamente a las preguntas que se pusieron en marcha y los grupos de trabajo que han hecho. Como elogio indicó el coordinador de formación, que «con ellos aprendí nuevas técnicas para la transmisión de estas cuestiones en la actualidad la sociedad apoquentam «.

Durante la realización de la formación Adamu Faquira Nunu, Director de la Escuela de la actividad realizada el 1 de junio dio las gracias al hecho de que este evento ha pasado en su escuela y dijo que con los conocimientos adquiridos, los estudiantes deben agilizar la creación de los círculos de interés en sus escuelas, periodizando el estudio colectivo de estos temas para mejorar su utilización, evitar la deserción y discutir sus deberes, derechos y prácticas que discriminan o perjudican a la niña.

Fuente: http://www.mined.gov.mz/Pages/Comentarios.aspx?listName=NoticiasMined&newsId=264

Imagen tomada de: http://www.sodi.de/uploads/pics/Mosambik_Staepa_Schuelerinnen_Aufmacherbild_01.JPG

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Cuba: concluye el evento regional de mujeres líderes con discapacidad de México, Centroamérica y el Caribe

Prensa Latina/ 9 Junio 2016

El Primer seminario taller de mujeres líderes con discapacidad de México, Centroamérica y el Caribe concluirá hoy en La Habana, luego de tres intensas jornadas para la promoción de herramientas contra la discriminación.

Bajo el lema Por una región inclusiva, la cita cuenta con la participación de más de un centenar de delegados, provenientes de 12 países latinoamericanos, según datos aportados por el Comité organizador.

En esta última jornada, se dará a conocer la declaración de la Red Latinoamericana de Organizaciones de Personas con Discapacidad y sus Familias (Riadis), que reunió a su junta directiva.

Asimismo propiciará el debate de las experiencias de mujeres y hombres con discapacidad de diferentes comunidades rurales e indígenas.

También se conocerán programas exitosos de América Latina y El Caribe que incluyen la atención integral a las personas con algún tipo de inhabilidad.

La ponencia Mujeres cubanas y discapacidad intelectual, de Mayelín Oliva Rodríguez, y la Conferencia sobre sexualidad, del doctor José Julián Castillo, aportarán ideas para el emprendimiento de estrategias efectivas.

El evento regional contribuye, además, a impulsar nuevos mecanismos en la lucha por una América Latina solidaria, justa e inclusiva, afirmaron sus participantes.

A la cita en La Habana asisten representantes de prestigiosas organizaciones e instituciones relacionadas con las ideas que se promueven en países del área.

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Otras formas de quererse son posibles

Por Coral Herrera Gómez

El amor es una construcción (cultural, social, política), y por eso, lo mismo que se construye, se puede deconstruir, reformar, eliminar, reconstruir, y transformar.  El amor es una energía que mueve el mundo, y cambia con las épocas históricas y las culturas que se expanden a lo ancho del planeta, de modo que cambia, muta y se transforma como cualquier otra construcción humana. Otras formas de relacionarnos son posibles: ya es hora de que asumamos el reto colectivamente, con alegría y desparpajo, que liberemos al amor del patriarcado y del capitalismo, que inventemos otras formas de querernos, que reivindiquemos los afectos y los sentimientos como un espacio político, y que nos permitamos explorar otras formas de organizarnos.

Pese a que nos quieren hacer creer que el romanticismo es un asunto privado e individual, lo cierto es que el amor no es un virus ni una enfermedad a la que una ha de enfrentarse en solitario. No estamos condenados a padecer el hechizo del amor que nos roba el juicio y la sensatez, que nos quita horas de sueño, que nos hace infelices y desgraciados, que nos enloquece y nos enajena sin que podamos hacer nada por evitarlo.  Se puede sufrir menos y disfrutar más del amor, es cuestión de ponerse manos a la obra.

Tenemos que desmontar el amor para volver a reinventarlo, y así transformar también nuestra forma de organizarnos y de relacionarnos. Para acabar con este sistema jerárquico basado en la explotación de la naturaleza, los animales y las personas, y en la violencia de todos contra todos, necesitamos una transformación política, económica, social, afectiva, sexual, y cultural.

Necesitamos un cambio radical profundo en nuestras formas de relacionarnos con las personas, con los animales, con la naturaleza, con los pueblos y los países. Para lograrlo, necesitamos crear redes de solidaridad y ayuda mutua, acabar con la cultura del “sálvese quien pueda”, y trabajar colectivamente para mejorar las vidas de todos y todas.

Necesitamos derribar la desigualdad de género para poder construir relaciones basadas en la libertad, no en la necesidad y el interés egoísta de cada sexo.  Tenemos que desaprender lo que significa ser mujer o ser hombre, para poder ser como queramos sin tener que someternos a las “normas de género” que nos imponen un estilo de vida, unos estereotipos y unos roles, y nos encierran en una identidad inmutable.

Despatriarcalizar el amor nos permitirá amarnos y querernos de tú a tú, sin jerarquías, sin dominación y sin violencia. Desmitificar todas nuestras historias de amor nos permitirá querernos los unos a los otros tal y como somos. Para poder desmontar el romanticismo patriarcal y capitalista, tenemos que ensanchar el concepto de amor a toda la comunidad, sin reducirlo a una única persona.

Tenemos que contarnos otros cuentos e inventar otros finales felices, mostrar la diversidad amorosa y sexual del mundo real, construir protagonismos colectivos y crear personajes capaces de salvarse a sí mismos, alejados de la masculinidad o la feminidad hegemónica.

Es necesario derribar las antiguas estructuras de dependencia e inventarnos otras formas de relacionarnos basadas en la solidaridad, la empatía, la libertad y la ternura social. Así podremos acabar con las guerras románticas, aprender a juntarnos y a separarnos con cariño, relacionarnos con amor con todo el mundo, y diversificar afectos.

Queriéndonos bien podremos acabar con las fobias y las enfermedades sociales como el machismo, la misoginia, el racismo, la xenofobia, la homofobia, o el clasismo. Con las guerras que hacemos contra los vecinos o los compañeros de trabajo, contra los raros y los diferentes… con más amor común, tendremos más herramientas para construir un mundo más pacífico y habitable.

Para aprender, organizarnos, celebrar, y transformar colectivamente el mundo que habitamos necesitamos mucho amor del bueno: es un asunto político que nos concierne a todos y todas, por eso es tan importante sacar el debate a las calles y a las plazas, a los congresos y las academias, a las asambleas y a los bares, a los medios de comunicación y a los espacios de discusión pública. Ya es hora de reivindicar el buen trato, el derecho al placer y al gozo, el respeto mutuo, las relaciones entre iguales, la expresión de nuestras emociones, la alegría de vivir y construir con más gente.

Tenemos que repensar colectivamente el amor, liberarlo de las estructuras que lo constriñen, romper con las normas del romanticismo tradicional y la doble moral sexual, derribar el régimen heterosexual, acabar con la sacralidad del dúo, cuestionar todos nuestros tabúes.

El reto es apasionante, porque una vez analizado y desmontado el amor, tenemos que lanzarnos sin referencias ni fórmulas mágicas a construirlo de nuevo, a probar nuevas vías de relacionarnos sexual, afectiva  y sentimentalmente, a crear otros romanticismos que nos permitan sufrir menos, y disfrutar más.

Sí, otras formas de querernos son posibles… hay que lanzarse sin miedo, apostar por la revolución de los afectos y las emociones, construir nuestras propias utopías para querernos bien, más y mejor.

Coral Herrera Gómez

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Este post es un fragmento del capítulo que Coral ha escrito para el libro colectivo (H)amor, de la editorial Con Tinta Me Tienes. Puedes leer el texto completo aquí.

Fuente: http://haikita.blogspot.com/2015/06/otras-formas-de-quererse-version-corta.html

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