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Pueblos indígenas y gobiernos progresistas en América Latina

Por: Ollantay Itzamná

“Los pueblos indígenas hemos tenido los mayores beneficios durante los gobiernos social cristianos que durante gobiernos de izquierda”, afirma un hermano quichua ecuatoriano, al abordar la situación actual de las nacionalidades indígenas en dicho país.

Esta aseveración, por más trivial que parezca, debería ser motivo de reflexión y de auto crítica para los intelectuales y actores políticos de izquierda en Abya Yala. ¿Por qué en Ecuador, luego de una década de gobierno progresista, incluso con evidentes logros socioeconómicos, existe esta sensación indígena?

Los gobiernos progresistas, en su intento de superar el neoliberalismo y el intervencionismo norteamericano, estuvieron y están concentrados en el fortalecimiento de los estados nacionales (en algunos casos denominados plurinacionales). Pero descuidaron y descuidan el fortalecimiento de las autonomías indígenas.

En el caso del Ecuador, su Constitución Política (2008) no reconoce autonomías territoriales indígenas. Por tanto, la década del progresismo fue una década perdida para los pueblos en relación a sus derechos como la autodeterminación, restitución de territorios, consentimiento, etc.

La Constitución Política de Bolivia (2009) reconoce autonomías indígenas, pero su implementación aún es insuficiente, tanto por la inercia estatal, como por la apatía de los pueblos indígenas por ejercerlas.

En el imaginario colectivo de los pueblos indígenas, aún prevalece el culturalismo neoliberal consistente en las “demandas” de derechos culturales (idiomas, trajes, educación bilingüe “intercultural”, lugares sacros, etc.), mas no así la aspiración a la restitución de territorios, autodeterminación indígena, etc.

No se si fue una promesa de gobiernos progresistas el salto de los derechos culturales indígenas hacia el reconocimiento y fomento de los derechos políticos (restitución de territorios, autodeterminación, consentimiento, etc.) Pero, lo cierto es que esa transición aún sigue pendiente.

Más por el contrario, en el caso del Ecuador, al parecer, incluso se retrocedió en la implementación de derechos culturales para nacionalidades indígenas. Es con el actual gobierno que recién se crea la Secretaría de Educación Intercultural Bilingüe.

Rafael Correa no prometió la implementación de la agenda de los pueblos indígenas. En ese sentido es, hasta cierto punto, explicable la ausencia de políticas públicas sobre derechos colectivos indígenas durante su gobierno. Pero, fue injustificable su desdén hacia las organizaciones indígenas del país, sólo por el hecho que estas organizaciones se hayan declarado en oposición a dicho gobierno. En Correa, al parecer, pudo más el miedo a los movimientos sociales como fuerzas destituyentes de gobernantes que la posibilidad de encontrar en ellos un aliado para sostener los cambios emprendidos.

En el caso de Evo Morales, en Bolivia, la retardación en la implementación de los derechos políticos colectivos de los pueblos indígenas se debe, en buena medida, a la primacía del pensamiento de izquierda de clase media sobre el pensamiento indianista que encabezaba el ex Canciller Choquehuanca, dentro de dicho gobierno.

La aún vigencia de la creencia de: “Los sujetos de las revoluciones son los proletarios, y sus vanguardias” en el pensamiento y praxis de las izquierdas latinoamericanas, es otra de las razones de fondo del por qué no se promovió, ni impulsó lo suficiente los procesos emancipatorios de los pueblos durante los gobiernos progresistas. Los maoístas reconocen a los campesinos como sujetos revolucionarios, pero como individuos. Mas no como pueblos con autonomías.

De cualquier modo, la fase progresista fue un aprendizaje para todos. En especial para los pueblos indígenas. Pero, ello no significa que los pueblos hayan renunciado a sus agendas de emancipación e integración como pueblos a nivel regional. Más por el contrario, esta experiencia exige a los pueblos a transitar del culturalismo neoliberal hacia el ejercicio de los derechos políticos colectivos.

Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Pueblos-indigenas-y-gobiernos-progresistas-en-America-Latina-20181217-0004.html

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La educación intercultural y el futuro

Por Oscar Hugo López

Guatemala es un país con una riqueza en distintos ámbitos; su clima, flora, fauna, gente, cultura, idiomas; en tantas cosas somos extraordinarios. Cuando viajamos y vemos la realidad de otros países nos damos cuenta de que estamos sentados en el oro, y no lo creemos, o simplemente no lo sabemos. He oído comentarios relacionados con que algo que le hace mucho daño al país es la diversidad lingüística; dicen unos pocos, que no debemos enseñar en el idioma materno, que eso es atraso, que debemos educar en idioma español. Esa limitada visión ha calado en muchas personas.

Quienes conocen la historia –la verdadera– recordarán todas las atrocidades que se hicieron con los originales dueños de esta tierra, a quienes, además de despojarlos de sus pertenencias, les quitaron sus creencias y su idioma, recuerdan la castellanización en el currículo, y evidentemente los resabios todavía se expresan en
algunas personas.

En el marco de la búsqueda de la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas se han ido logrando algunas conquistas históricas, tales como la creación de la academia de lenguas mayas, los juzgados interculturales, los intérpretes en los juicios, el Viceministerio de Educación Bilingüe Intercultural, entre otros avances. La Usac debió pasar más de 300 años para crear la primera carrera con orientación bilingüe intercultural; ahora hay profesorados, licenciaturas y maestrías con orientación bilingüe intercultural, pero el paso costó darlo. El caso particular de la educación bilingüe intercultural ha estado presente, pero sin recursos, sin impulso, sin un verdadero compromiso. Hemos empezado algunas acciones clave; primero, poner en la agenda básica la educación bilingüe intercultural con acciones claras. Triplicar su presupuesto fue una de ellas, e iremos por más. Por primera vez, elaboración de textos en 7 idiomas, guías metodológicas para la concreción curricular; también la elaboración de sugerencias curriculares, entre otras. Sé que algunos criticarán sobre el tema, y respeto lo que digan, pero quiero cerrar esta columna tratando de hacer valer algunas reflexiones simples.

Imagínese que usted nació en Guatemala, vive en una comunidad rural, sus padres hablan el idioma del lugar, usted también, pero va a la escuela en su primer año, ve a un maestro a quien no le entiende nada, le habla en un idioma que no es el suyo, realmente tiene la opción de seguir con muchas dificultades o de salirse porque no aprueba y no entiende, no es porque no sea inteligente, es por otras condiciones y otras razones. Usted tiene el derecho de ser educado en su idioma, después aprender otros idiomas importantes, como el español, inglés u otros, pero es básico que sus primeros años –que son clave– los reciba en su idioma materno. Esto no es ideológico. Es por principio y por derecho.   

Fuente del artículo: https://dca.gob.gt/noticias-guatemala-diario-centro-america/la-educacion-intercultural-y-el-futuro/

 

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Inquietante balance de la ONU sobre derechos de pueblos indígenas

10 agosto 2017/Fuente: El Espectador

A diez años de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, expertos de 40 entidades de Naciones Unidas advirtieron que los indígenas siguen sufriendo el racismo, discriminación y desigualdad en el acceso a servicios básicos y educación.

Pese al reconocimiento internacional de sus derechos y ciertos progresos, los pueblos indígenas siguen siendo mayoritariamente objeto de discriminación, racismo y marginación, según advirtió este miércoles Naciones Unidas.

La organización conmemoró este 9 de agosto el Día Internacional de los Pueblos Indígenas y aprovechó para hacer balance de la situación de estas comunidades.

Diez años después de la histórica Declaración de la ONU que consagró los derechos indígenas, la realidad para la mayor parte de estos pueblos sigue siendo sombría.

«Aunque los pueblos indígenas han logrado avances significativos en la defensa de sus derechos en foros internacionales y regionales, la implementación de la Declaración se ve obstaculizada por una persistente vulnerabilidad y exclusión», advirtieron 40 entidades de Naciones Unidas y organizaciones internacionales.

Esa exclusión es aún mayor para «mujeres, niños, jóvenes y personas con discapacidades», según subrayaron en un comunicado conjunto.

La Declaración adoptada por la Asamblea General de la ONU el 13 de septiembre de 2007 estableció una serie de estándares mínimos para garantizar la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas.

«La Declaración, cuya negociación llevó más de 20 años, se consolida como una referencia de progreso y derechos, y un marco para la reconciliación», recordó la relatora especial de la ONU para los Pueblos Indígenas, Victoria Tauli-Corpuz.

Lo hizo en un escrito firmado junto a la presidenta del Foro Indígena de la ONU, Mariam Wallet Aboubakrine, y el Mecanismo de Expertos sobre sus derechos, en el que reconocieron, sin embargo, que una década después siguen existiendo «enormes desafíos».

«Los pueblos indígenas siguen sufriendo el racismo, la discriminación y la desigualdad en el acceso a los servicios básicos, incluidas la sanidad y la educación», señalaron los expertos.

«Cuando se dispone de datos estadísticos, se aprecia claramente que están excluidos en todos los aspectos, enfrentándose a niveles de pobreza desproporcionadamente mayores, una menor esperanza de vida y peores resultados educativos», insistieron.

Según la ONU, entre los grandes problemas de los indígenas figura la pérdida de sus tierras y los derechos sobre los recursos, que son «pilares centrales de sus medios de vida e identidades culturales».

El gran jefe Wilton Littlechild, de la tribu Cree de Canadá y miembro del Foro Indígena de Naciones Unidas, denunció este miércoles en una conferencia de prensa ciertos retrocesos en los últimos años, tras el impulso logrado anteriormente.

Entre los mayores problemas, Littlechild destacó que nuevamente se está cuestionando el derecho de las comunidades indígenas «a participar en la toma de decisiones», incluso dentro del sistema de la ONU.

La Declaración de 2007 reconocía, entre otras cosas, el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación y, dentro de él, el derecho a la autonomía y el libre gobierno en las cuestiones relacionadas con sus asuntos internos y locales.

La lucha de las comunidades indígenas por poder definir su futuro se ha podido visualizar recientemente, por ejemplo, en la fiera oposición de la tribu Standing Rock Sioux al el oleoducto Dakota Access en Estados Unidos.

El pasado mes de abril, el presidente boliviano, Evo Morales, hizo en la ONU un llamamiento a todos los pueblos indígenas a unirse frente a las políticas capitalistas que, a su juicio, están en la causa de guerras, desigualdades y daños al medio ambiente.

Morales, de la etnia aimara, se encargó de pronunciar entonces el discurso central del acto con el que la ONU conmemoró oficialmente los diez años de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/inquietante-balance-de-la-onu-sobre-derechos-de-pueblos-indigenas-articulo-707259

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¿Hacia dónde vamos los pueblos indígenas en Abya Yala?

Por: Itzamná Ollantay

A una década de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos, y a casi tres décadas de la aprobación del Convenio 169º de la OIT sobre el tema, el 9 de agosto (Día Internacional de los Pueblos Indígenas), es ocasión para reflexionar hacia dónde vamos los pueblos indígenas en América Latina.

Los diferentes derechos colectivos e individuales de los pueblos indígenas (derecho a la autodeterminación, a tierra y territorio, a la consulta previa y libre, a la identidad cultural, etc.) ya tienen mayoría de edad como normas jurídicas vigentes a nivel internacional y nacional.

Pero, las condiciones de vida y oportunidades no han mejorado para la gran mayoría de los pueblos indígenas. Los informes oficiales sobre condiciones de vida, tanto de entidades nacionales, como internacionales, en la región, muestran signos positivos a nivel global. Pero, en los diferentes países de la región, las poblaciones indígenas continúan con un promedio de 70 u 80% de empobrecimiento.

Es más, en países con mayoría demográfica indígena como Guatemala, Perú o Bolivia, las familias indígenas, en la actualidad, subsisten en peores condiciones que en épocas de la Colonia (cuando por lo menos tenían acceso a tierra-agua y disponibilidad de fuentes de vida). Ni hablar de las condiciones laborales de neoesclavitudes en las que jornalean en los monocultivos agrícolas de la región

¿Qué pasó con los derechos declarados entonces?

Los derechos declarados, mientras no haya sujetos que la ejerza y defiendan,  y autoridades que garantice su cumplimiento, no cambia casi en nada la realidad cotidiana de los pueblos.

Si bien, en los últimos años, la autodefinición de personas como indígenas cobró fuerza en segmentos demográficos crecientes de países multiculturales, en especial. Sin embargo, esa conciencia identitaria no necesariamente significó una clara conciencia política de “ser indígena” en países racializados. Y, en consecuencia, la emotiva autodefinición de las personas como indígenas no necesariamente implicó el ejercicio individual y/o colectivo de los derechos sociopolíticos indígenas. Somos sujetos “culturales” sí, pero aún siervos “apolíticos”.

A nivel general, en países multiculturales como Guatemala o Perú, la “lucha” de la gran mayoría de actores indígenas no ha superado el culturalismo folclórico “apolítico”. Permitido y aceptado por el hegemónico
sistema neoliberal.

Peor aún, en países como Perú, los aborígenes no se autodefinen como indígenas, sino como campesinos (una categoría social ideológicamente construida para implantar el mestizaje rural).

En países como Bolivia, Ecuador, México, algunos movimientos indígenas y/o núcleos organizados con conciencia política están o han dado saltos significativos del ejercicio de  los derechos culturales al ejercicio de los derechos sociopolíticos. Pero, incluso en dichos países los resultados evidentes para cambiar las condiciones de colonialidad y de dominación de los pueblos indígenas son aún insipientes.

En países como Nicaragua o Bolivia, los actuales gobiernos progresistas han logrado titular grandes extensiones de tierras para indígenas, bajo propiedad colectiva. Es más, en el caso de Nicaragua, el 33% del total del territorio nacional está legalmente reconocida como territorio autónomo indígena (con tierras tituladas), con sistemas de autogobierno propio. Pero, justamente son estas zonas autonómicas las más empobrecidas y marginadas del país. Entonces, al parecer, las autonomías indígenas tampoco son panaceas per se, para avanzar hacia el Buen Vivir.

Los derechos individuales y colectivos para las y los indígenas están reconocidos y declarados. Pero, hace falta que las y los indígenas organizados o no, demos el salto de la cómoda autodefinición indígena (que incluso nos da algunos privilegios en un mundo amante de lo exótico) hacia el ejercicio de los derechos sociopolíticos indígenas, de manera coherente.

Los bicentenarios estados criollos o mestizos no van a implementar más leyes a favor de pueblos indígenas. Es más, como en el caso de Guatemala o Perú, el derecho a la consulta  previa, ya fue manipulado para que las comunidades digan sí a las empresas (pero son pocos los indígenas que protestan).

Transitar del culturalismo al ejercicio de derechos políticos implica constituirnos en sujetos políticos para repensar los estados racistas y construir nuevos estados para todos/as. Estados plurinacionales lo llaman.

Esto implica que los movimientos y pueblos indígenas construyamos nuestros propios instrumentos políticos (organización política) incluyentes para disputar el poder electoralmente a los poderes oficiales, e impulsar procesos de asambleas constituyentes plurinacionales. Pero, con métodos y contenidos que superen el individualismo metodológico y el capitalismo suicida.

Los derechos de los pueblos indígenas tiene que ser el fundamento, argumento y horizonte que haga realidad las postergadas transformaciones estructurales en beneficio de los pueblos. No puede ser únicamente el vehículo discursivo o laboral para el ascenso socioeconómico de unos pocos indígenas. Y, en esto, la esponsabilidad mayor lo tenemos las y los indígenas que fuimos formados o malformados en la academia occidental, y todos cuantos ocupan responsabilidades en las academias y  en las ventanillas de los estados y de la cooperación internacional.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Hacia-donde-vamos-los-pueblos-indigenas-en-Abya-Yala-20170809-0004.html

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First Nations activist says education is critical for Canada’s next 150 year

América del Norte/Canada/WATERLOO

Resumen:

Reconciliación suena bien, pero ponerlo a la acción es lo que va a hacer una diferencia real para las comunidades indígenas de Canadá, fue una de las ideas compartidas por Roberta Jamieson, abogado y activista de las primeras naciones, a una multitud en la Universidad de Waterloo lunes por la noche como parte de una conferencia especial.  Jamieson fue la primera mujer Primeras Naciones de ganar un título de abogado en Canadá, quien a pesar de que ha visto una gran cantidad de cambios positivos desde que era una de los cuatro estudiantes indígenas en la universidad, señala que todavía hay un largo camino por recorrer. «Tenemos que demostrar que vivimos en una realidad donde nos apoyamos unos a otros», dijo. Jamieson dijo que la educación es importante no sólo para las comunidades indígenas, pero más aún para los canadienses no indígenas que tienen una visión distorsionada de la historia de este país.

Reconciliation sounds nice, but putting it to action is what will make a real difference for Canada’s indigenous communities, says Roberta Jamieson.

«For the next 150 years, we indigenous people are looking for change,» the lawyer and First Nations activist told a crowd at University of Waterloo Monday night as part of a special convocation lecture.

«This time around, Canadians have the opportunity to become former colonizers.»

Jamieson was the first First Nations woman to earn a law degree in Canada. She has seen a lot of positive change since she was one of only four indigenous students at university, but there is still a long way to go.

«We have to demonstrate that we live in a reality where we support each other,» she said.

Jamieson said education is important not only for indigenous communities, but even more so for non-indigenous Canadians who have a distorted view of this country’s troubling shared history.

Part of the problem is that many aspects of indigenous history are not even talked about, she said.

Like how indigenous people were run out of town at sunset, relegated onto reserves and made wards of the state, she said.

«We were, by law, declared to be non-persons.»

Jamieson said her vision is for an education in which all of us are encouraged and empowered. She outlined three kinds of education that she said Canada should embrace to mend relationships with indigenous communities.

Fuente: https://www.therecord.com/news-story/7370389-first-nations-activist-says-education-is-critical-for-canada-s-next-150-years/

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Agencia de ONU defiende a indígenas frente a transnacionales

03 abril 2017/Fuente: Prensa Latina

Pueblos indígenas y tribales representan casi el 15 por ciento de los pobres a escala mundial y son especialmente vulnerables a la discriminación y la exclusión, estimó hoy la OIT, en reclamo a las transnacionales.

Por primera vez desde su adopción en 1989, el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre esos pueblos (No.169) fue incluido en días recientes en un pronunciamiento sobre las compañías multinacionales y la política social, la llamada Declaración EMN.

Ello señala la pertinencia de que gobiernos, interlocutores sociales, empresas nacionales y multinacionales aborden en sus políticas, estrategias y prácticas las cuestiones relacionadas con los pueblos indígenas, señaló este viernes Martin Oelz, especialista principal de la OIT en igualdad y no discriminación.

Los indígenas, subrayó, enfrentan dificultades específicas para acceder a educación de calidad, trabajo decente y protección social; además, figuran entre los más afectados por el cambio climático y la expropiación de tierras.

Según recordó, el Convenio 169 de la OIT es el único tratado internacional abierto a la ratificación que se dedica de manera específica a los derechos de los indígenas, y hasta ahora cuenta con el respaldo de 22 países, 14 de ellos de América Latina.

Mientras la Declaración EMN es el único instrumento global adoptado de forma tripartita por gobiernos, empleadores y trabajadores con el objetivo fomentar la contribución empresarial al desarrollo socio-económico y al objetivo mundial de empleo decente, destacó la fuente.

Esta versión revisada de la Declaración EMN enriqueció su contenido al abordar prioridades como la igualdad de oportunidades y de trato, el trabajo forzoso, la transición de la economía informal a la formal, la seguridad social, la seguridad y la salud en el trabajo y las relaciones profesionales, opinó Oelz.

El texto, agregó el experto, hace un llamado a las empresas multinacionales a respetar los derechos humanos y a evaluar las consecuencias negativas de sus propias actividades o como resultado de las relaciones comerciales.

A la luz del Convenio 169, los Estados están en el deber de contemplar las opiniones de los indígenas en lo concerniente a medidas legislativas o administrativas que puedan afectarlos directamente; sin embargo, alertó la OIT, uno de los principales desafíos continúa siendo la falta de mecanismos sólidos para tales consultas.

Es de esperar que la Declaración EMN ofrezca a los países con pueblos indígenas y tribales mayores oportunidades para el crecimiento inclusivo y el desarrollo económico local mediante leyes y políticas adecuadas, prácticas corporativas responsables y mecanismos de diálogo eficaces, indicó la agencia de Naciones Unidas.

Fuente noticia: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=75149&SEO=agencia-de-onu-defiende-a-indigenas-frente-a-transnacionales

Fuente imagen: http://radioamlo.org/wp-content/uploads/2015/10/resized/juchitan-615×300@2x.jpg

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Las Tierras Indígenas reúnen 80 por ciento de la Biodiversidad

Por: Ecoportal/17-02-2017

Hay más de 370 millones de personas que se reconocen como indígenas en 70 países y sus territorios ancestrales concentran más de 80 por ciento de la diversidad biológica del planeta. Solo en América Latina hay más de 400 pueblos, aunque la mayor concentración se da en Asia Pacífico, con 70 por ciento de su población que se define como indígena.

Pueblos originarios

Los pueblos indígenas tienen una ricas culturas ancestrales que consideran sus sistemas sociales, económicos, ambientales y espirituales interdependientes. Y gracias a sus conocimientos tradicionales y su comprensión de la gestión de los ecosistemas hacen un aporte valioso al patrimonio de la humanidad.

“Pero también están entre los grupos más vulnerables, marginados y desfavorecidos”, alerta el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

“Y tienen variados conocimientos profundos y local del mundo natural”, destaca la organización con sede en Roma.

“Por desgracia, a menudo los pueblos indígenas pagan el precio de ser diferentes y con demasiada frecuencia sufren discriminación”, subrayó el FIDA, que realizó una Reunión Global sobre el Foro de Pueblos Indígenas del 10 al 13 de este mes en la capital italiana.

La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reunirá a representantes de instituciones indígenas, así como a sus socios para mantener un diálogo directo entre todos y mejorar la participación de los pueblos autóctonos en los programas nacionales que financia.

Desde hace siglos, las comunidades indígenas han sido“despojadas de sus tierras, territorios y recursos y perdieron el control sobre sus estilos de vida. Representa cinco por ciento de la población mundial, pero 15 por ciento de los pobres”, precisa el FIDA.

Una de las formas más efectivas para sacarlos de la pobreza es apoyar sus esfuerzos para diseñar y decidir su destino, así como asegurarse de que participen en la creación y la gestión de las iniciativas de desarrollo.

Derechos de los pueblos indígenas

La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 13 de septiembre de 2007, establece un marco universal de estándares mínimos para su supervivencia, bienestar y el goce de sus derechos.

El documento trata sobre los derechos individuales y colectivos, sobre cuestiones de identidad y de cultura, sobre educación, salud, empleo e idioma. Además, prohíbe la discriminación y promueve su total y efectiva participación en todos los asuntos que los conciernen.

También garantiza su derecho a permanecer diferentes y a perseguir sus propios prioridades en términos económicos, sociales y desarrollos culturales. El Día Internacional de los Pueblos Indígenas se celebra todos los años el 9 de agosto con el fin de subrayar sus derechos.

El FIDA lleva más de 30 años trabajando con pueblos indígenas, y desde 2003, 22 por ciento del presupuesto anual del fondo se destina a proyectos que los conciernen, principalmente en América Latina y Asia.

Desde 2007, gestiona el mecanismo de asistencia a los pueblos indígenas (IPAF). Mediante pequeños préstamos de hasta 50.000 dólares financia pequeños proyectos propuestos por ellos con el fin de fortalecer su cultura, su identidad, su conocimiento, sus recursos naturales, así como sus derechos humanos y de propiedad intelectual.

Para facilitar la concreción de los compromisos, el FIDA creó el Foro de los Pueblos Indígenas, que promueve el diálogo y las consultas entre organizaciones indígenas, los funcionarios del fondo y los estados miembro.

Al fortalecer a las organizaciones de base y la gobernanza local, el fondo también ayuda a las comunidades indígenas a participar en el diseño de estrategias para su desarrollo y a perseguir sus propios objetivos y visiones.

La tierra no solo es fundamental para la superviviencia de los pueblos indígenas, como lo es para la mayoría de las poblaciones rurales, sino que es central para su identidad.

“Tienen una profunda relación espiritual con sus territorios ancestrales. Además, cuando tienen un acceso seguro a la tierra, también tienen una base firme desde la cual mejorar su sustento”, subraya el FIDA.

Las comunidades indígenas y sus sistemas de conocimiento pueden desempeñar un papel vital en la conservación y en la gestión sostenible de los recursos naturales.

Potencial de las mujeres indígenas desaprovechado

El FIDA, también llamado “banco de los pobres” porque ofrece préstamos y créditos de bajo interés a comunidades rurales pobres, reconoce el potencial desaprovechado de las mujeres indígenas como administradoras de los recursos naturales y de la biodiversidad, como guardianas de la diversidad cultural y como agentes de paz e intermediarias en la mitigación de conflictos.

Sin embargo, las indígenas suelen estar entre los integrantes más desfavorecidos de sus comunidades por su limitado acceso a la educación, a los activos y a los créditos, así como a su exclusión de los procesos de decisión.

El FIDA es un organismo especializado de la ONU creado como institución financiera internacional en 1977, uno de los resultados más importantes de la Conferencia Mundial de la Alimentación de 1974, organizada para responder a la crisis alimentaria de principios de esa década y que afectó particularmente a los países africanos del Sahel.

En la conferencia mundial, los participantes convinieron que debía “crearse de inmediato un fondo internacional para financiar proyectos de desarrollo agrícola, principalmente destinados a la producción de alimentos en los países en desarrollo”.

Uno de los elementos más importantes derivados de la conferencia fue la comprensión de que las causas de la inseguridad alimentaria y de la hambruna no obedecían tanto a las malas cosechas, sino a problemas estructurales relacionados con la pobreza y al hecho de que la mayoría de las poblaciones pobres de los países en desarrollo se concentraban en zonas rurales.

Desde su creación, el FIDA invirtió 18.400 millones de dólares que beneficiaron a unas 464 millones de personas en áreas rurales.

Traducido por Verónica Firme

Foto: En la mayor parte de los Andes, se estima que la erosión del suelo es uno de los principales factores que limitan la producción agrícola. Crédito: Juan I. Cortés/©IFAD

Ecoportal.net

IPS Noticias

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