Ante los problemas de financiación de la agencia que ayuda a los refugiados palestinos desde que Estados Unidos retiró su contribución, la ONU ha celebrado un evento para recaudar fondos para este año. Un niño de Gaza presente en el acto explicó que él no ha elegido la vida de guerra que sufre y que su única esperanza de futuro es la educación que recibe gracias a la ONU.
La sede de la ONU en Nueva York albergó este martes un evento donde se anunciarán las contribuciones voluntarias de los Estados miembros a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos. Su presupuesto para el año 2019 no ha aumentado, pero puede afrontar su primer déficit de financiación a finales de junio de no actuarse con rapidez.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, pidió “humildemente” a los donantes de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos que mantengan su apoyo al mismo nivel que el año pasado, ya que está en juego la educación para medio millón de niños; ocho millones de consultas médicas al año y la ayuda de emergencia para 1,5 millones de personas.
“Por nuestra experiencia en 2018, también sabemos que es posible encontrar los recursos necesarios para que la Agencia siga funcionando. Por lo tanto, hoy, habida cuenta de lo que está en juego en el plano humano, político, de seguridad y en el plano multilateral, debemos estar a la altura del desafío y capacitar a la Agencia para que continúe su importante e impresionante labor”, destacó.
Guterres recordó que la UNRWA sostuvo sus operaciones durante casi la mitad de 2019 gracias a las generosas contribuciones de los Estados miembros y otras entidades; pero que, de no actuar con rapidez, afrontará su primer déficit de financiación a finales de junio, pese a la adopción de medidas de control del gasto que en los últimos cinco años sirvieron para ahorrar 500 millones de dólares.
Por su parte, el Comisionado de la Agencia, Pierre Krähenbühl, destacó que todas las contribuciones prometidas de 2018 se lograron ejecutar antes de finalizar el año y expresó su reconocimiento a los colaboradores, en particular los gobiernos y las instituciones intergubernamentales, así como los numerosos donantes privados y las organizaciones de la sociedad civil.
“Sus acciones y apoyo fueron vitales para mantener abiertas las 708 escuelas para las que trabaja la Agencia en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, Gaza, Jordania, Líbano y Siria”.
Del mismo modo, sirvió para que 8,5 millones de palestinos recibieran servicios de atención primaria en una red que comprende a 144 clínicas y proveer servicios de emergencia a 1,5 millones de refugiados, principalmente en Gaza, Cisjordania y Siria
Setenta años de un “éxito compartido”
El Secretario General recordó que durante siete décadas la UNRWA ha cumplido con rigor y eficacia su mandato de asistir a los refugiados palestinos “hasta que se encuentre una solución justa y duradera” al conflicto palestino-israelí.
Mientras esto no ocurra, continuar con la tarea de la Agencia ha de considerarse “no solamente una responsabilidad compartida, sino un éxito compartido”, del que se beneficia, por ejemplo, con la educación de millones de niños.
La educación “es el oxígeno de los niños”
Durante el encuentro, unos menores pudieron ser escuchados a través de la voz de Hanan Abu Asbeh y Hatem Hamdouna, representantes del parlamento estudiantil de la Agencia en Cisjordania y Gaza, que hablaron en nombre de 536.000 estudiantes.
Hatem Hamdouna, un joven de quince años que vive en Gaza y fue elegido vicepresidente del Parlamento, explicó la importancia de la educación para todos los niños del mundo.
“Soy un niño y no tengo ni idea de política. No fui yo quien decidió vivir esta vida de guerra y de bloqueo, pero desde que nací he presenciado tres guerras: cuando tenía cuatro, ocho y diez años. Todavía están bien presentes las imágenes de guerra y destrucción y me persiguen en mis sueños. Sin embargo, durante los momentos más oscuros la educación de la Agencia fue mi única esperanza para conseguir un futuro mejor”.
Hatem destacó que las escuelas continúan con su labor de proveer educación de calidad durante los periodos de emergencia, una situación que les proporciona “un sentido de normalidad”.
“Cuando uno piensa en Gaza lo que se le viene a la cabeza son los aspectos negativos: la guerra, el bloqueo, los bombardeos, una sociedad conservadora constantemente bajo presión, con falta de libertades y en la que no hay ni agua ni luz. Pero quiero que sepan que Gaza es mucho más que eso y que niños como yo no queremos ser percibidos como víctimas”.
La educación de la Agencia finalizó, “es el oxígeno que nos mantiene vivos”.
El presupuesto no aumenta para 2019
La financiación de la Agencia depende casi en su totalidad de contribuciones voluntarias de los Estados miembros y en 2018 consiguió cubrir un déficit de 446 millones de dólares, que se produjo cuando Estados Unidos decidió cortar sus contribuciones, gracias al apoyo de otros países y el ahorro de 92 millones de dólares.
El presupuesto para el año 2019 es de 1200 millones de dólares, el mismo monto que el año pasado. “En otras palabras, si cada donante pudiera mantener su nivel de contribución del año pasado, podríamos cubrir nuestras necesidades económicas”, destacó Krähenbühl.
Fuente: https://news.un.org/es/story/2019/06/1458361