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Argentina: ATE advierte de 40 despidos en el Ministerio de Educación

América del Sur/Argentina/19 de Agosto de 2016/Fuente: El Diario 24

Trabajadores nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) advierten 40 despidos en el Instituto de Formación Docente dependiente del Ministerio de Educación y Deportes. Además, denunciaron que están realizando un vaciamiento del área, como también abusos y maltratos.

Los empleados reclamaron por la renovación de los contratos que vencen a fin de mes y que por el momento no hay notificación sobre su continuidad. Además, advierten abusos y maltrato laboral llevados adelante por la directora ejecutiva del INFoD, Cecilia Veleda, y el ministro Esteban Bullrich.

El pasado miércoles por la tarde realizaron un escrache a las principales autoridades del ministerio, entre las que también estuvieron presentes la secretaria de Innovación y Calidad Educativa, Mercedes Miguel, y el asesor legal Manfred Hans Kurchen, quienes se encontraban en el relanzamiento del Programa Nacional de Formación Docente Nuestra Escuela.

Desde la ATE advirten que «el gobierno de Cambiemos ha tomado la decisión de profundizar el vaciamiento de nuestro organismo, encargado de centralizar las políticas públicas que ordenan y desarrollan la formación docente a lo largo y ancho de todo el país». Bajo la nueva gestión se eliminaron áreas del INFoD como la de derechos humanos y una que instalaba radios en todo el país que daba capacitación técnica a los institutos.

«Se caen alrededor de 40 contratos a fin de mes a través de contratos con universidades nacionales y con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y no hubo ninguna notificación de continuidad de ningún tipo», denunció a El Destape el delegado del INFoD-ATE, Lautaro Pedot.

Asimismo, ATE denuncia que el ofrecimiento de 50 pases a planta transitoria «son otorgados con criterios arbitrarios y se les han asignado salarios que no corresponden con los que este mismo ministerio ha ofrecido a compañeros de otras entidades». El gremio advierte que no son respetados los perfiles técnicos y el desarrollo profesional de los trabajadores y se realizan reducciones salariales que superan, en la mayoría de los casos, los 4 mil pesos en mano.

El INFoD se ocupa de la articulacion con todas las direcciones de educacion superior de los institutos del país y es una herramienta necesaria y fundamental para el mejoramiento del sistema educativo. «Estamos viendo un proceso de vaciamiento en un marco de desjerarquización de la formación docente», cerró Pedot.

Fuente: http://www.d24ar.com/nota/argentina/381908/ate-advierte-40-despidos-ministerio-educacion.html

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Canada’s Residential Schools Left Indigenous Parents More Distrustful Of Education System: Study

América del Norte/Canadá/19 de Agosto de 2016/Autora: Chinta Puxley/Fuente: The Huffintong Post

RESUMEN: Un estudio reciente sugiere que el legado de las escuelas residenciales ha dejado a algunas personas indígenas más cautelosos y temerosos del actual sistema educativo de Canadá. El estudio, publicado en la edición de este mes de la Revista Canadiense de Sociología, sugiere que la desconfianza lleva a los padres a ser menos comprometidos con los maestros y podría perjudicar a la educación de sus hijos. El artículo se basa en entrevistas con docenas de educadores y padres del sur de Ontario. La mayoría eran indígenas. La Comisión de la Verdad y Reconciliación escuchó el testimonio gráfico de supervivientes que se detallan a abuso físico, sexual y emocional. Sus hijos hablaron sobre el trauma intergeneracional que sufrieron como consecuencia de ello. La comisión estima al menos 6.000 niños murieron en las escuelas.El sistema educativo se espera la participación de los padres, lo que puede significar ventajas educativas para aquellos que están activamente involucradas, sugirió. «Es una parte muy importante de la cultura escolar, pero no todos los padres pueden participar en la misma forma.» Como resultado, algunos niños se les puede negar recursos importantes, tales como materiales de aprendizaje adicionales, actividades después de la escuela o los programas de dotados, dijo. Canadá está empezando a abordar la cuestión. Siguiendo las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, muchas provincias – incluyendo Alberta, Ontario y Manitoba – se están moviendo para incorporar currículo indígena en el aula a partir de la escuela primaria. Sin embargo, las escuelas y los maestros tienen que hacer más para llegar a las familias indígenas y para ayudar a reconstruir su confianza sacudida. Las escuelas juegan un papel importante en la reconstrucción de la confianza y la reconciliación.

A study suggests the legacy of residential schools has left some indigenous people more wary and fearful of Canada’s current education system.

The study, published in this month’s issue of the Canadian Review of Sociology, suggests that distrust leads parents to be less engaged with teachers and could hurt their children’s education.

The article is based on interviews with dozens of educators and parents from southern Ontario. The majority were indigenous.

Researcher Emily Milne, assistant professor of sociology at MacEwan University in Edmonton, said virtually every indigenous participant was touched in some way by the residential school experience.

«People expressed a bit less comfort with schools. There was a bit less trust there with schools because of this history,» Milne said. «It was very much part of their educational experience, discrimination that they experienced while they were in school.»

About 150,000 First Nations, Inuit and Metis children were taken from their families and forced to attend government schools. The last school closed outside Regina in 1996.

The Truth and Reconciliation Commission heard graphic testimony from survivors who detailed physical, sexual and emotional abuse. Their children talked about the intergenerational trauma they suffered as a result.

The commission estimated at least 6,000 children died at the schools.

One person Milne interviewed told her: «I have the worst fear of teachers … Even if the teacher is the same age as me, I’m still nervous around them.»

This unease can put indigenous children at a disadvantage, Milne said. The education system expects the participation of parents, which can mean educational advantages for those who are actively engaged, she suggested.

«It’s very much a part of the schooling culture but not all parents can participate in the same way.»

As a result, some children may be denied important resources such as extra learning materials, after-school activities or gifted programs, she said.

Milne found that fear and unease subsided somewhat depending on an indigenous person’s education level. The longer people spent in school, the more comfortable they were with educators.

«They were approaching education in different ways,» she said. «They had more knowledge of the school system that they could draw on to navigate the schooling process and be very present in their children’s schooling.»

Milne said Canada is starting to address the issue. Following recommendations from the Truth and Reconciliation Commission, many provinces — including Alberta, Ontario and Manitoba — are moving to incorporate indigenous curriculum into the classroom starting in elementary school.

But schools and teachers have to do more to reach out to indigenous families and to help rebuild their shaken trust, she added.

«Schools play an important role in rebuilding that trust and in reconciliation.»

Fuente: http://www.huffingtonpost.ca/2016/08/17/indigenous-parents-more-fearful-distrusting-of-education-system-study_n_11560826.html

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Los obstáculos que enfrentan los estudiantes indígenas en México

América del Norte/México/14 de Agosto de 2016/Autora: Erendira Aquino/Fuente: Animal Político

Los casi cuatro millones de niños, niñas y adolescentes indígenas enfrentan carencias de infraestructura y de personal docente, lo que contribuye a que se encuentren con un nivel de logro por debajo del básico en comparación con las escuelas urbanas públicas, según el Informe del Panorama Educativo de la Población Indígena 2015, elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa y la UNICEF.

En México se estima que para 2014 la población indígena era de poco más de 11.9 millones de personas, lo que representa 10% de la población total del país. De ellos, casi 4 millones son niñas, niños y adolescentes de entre 3 y 17 años.

Entre los niños, niñas y adolescentes indígenas, poco más de 1.8 millones hablan alguna lengua indígena, de los cuales más de 1.4 millones habitan en localidades rurales, aproximadamente 312 mil habitan en localidades semiurbanas y más de 100 mil en localidades urbanas.

Contexto social

Las mediciones de Coneval estiman que en 2014 el 73.2% de la población en hogares indígenas se encontraban en situación de pobreza y 21.8% en situación de vulnerabilidad por carencias sociales o por ingresos, y que únicamente un 5% no eran pobres y vulnerables.

Entre 2008 y 2014 se registró un aumento porcentual de la población en hogares indígenas y de población hablante de lenguas indígenas en situación de pobreza, pasando del 71 al 73.2% en la población indígena y del 75.9 al 78.4% en la población hablante de lenguas indígenas.

En relación con la pobreza infantil, en 2014 el 53.9% de la población de entre 0 y 17 años —21.4 millones de personas —se encontraban en situación de pobreza, mientras que, en el caso de personas indígenas o hablantes de lenguas indígenas fue del 18.6 y 90.8%, respectivamente.

Panorama educativo 

En 2014, el 6.3% de la población de 15 años o más era analfabeta, condición que en la población indígena es tres veces mayor (19.2%) y en el de la población hablante de lenguas indígenas a una cuarta parte del total (25.1%).

En el grupo de edad de 6 a 11 años, que idealmente corresponde a la educación primaria, la asistencia es casi universal en la población total en 2014, pero en la población indígena es de 97.6% y en personas hablantes de lengua indígena de 96.2%.

Entre los 12 y los 14 años la asistencia a la escuela disminuye frecuentemente en la población indígena (10.2%) y en la población hablante de lenguas indígenas (13.1%), comparados con la población total.

Entre los 15 y los 17 años, la asistencia disminuye aún más. Mientras en la población total el porcentaje de asistencia fue de 74.8%, en la población indígena fue de 65.2% y en la hablante de lenguas indígenas de 58.2%.

En cuanto al personal docente, el documento informa que 72 mil 773 escuelas de educación básica con al menos un alumno hablante de lenguas indígenas, no hay docentes que hablen lenguas; de 24 mil 625 escuelas con alumnos y docentes hablantes de lenguas, sólo en el 59.7% de ellas los docentes hablan las mismas lenguas de los alumnos, en 9.5% hablan la lengua de sólo algunos alumnos y en el 25% los docentes hablan una lengua distinta a la de los alumnos.

Por ello, “casi 118 mil niños monolingües de lengua indígena entre preescolar y secundaria tienen menores posibilidades de concluir la educación básica en comparación con el resto de los estudiantes”. Los estados de Puebla y Veracruz cuentan con el mayor número de alumnos hablantes de lenguas registrados; sin embargo, los estados con el mayor número de alumnos monolingües son Guerrero y Chiapas.

Nueve de cada 10 alumnos hablantes de lenguas indígenas asisten a escuelas en localidades de alta y muy alta marginación, lo que favorece que las escuelas ubicadas en esas localidades tengan mayores carencias; además, tal como explica el informe, “es común que el servicio educativo indígena y telesecundarias se encuentren en peores condiciones que las escuelas generales”.

De los preescolares indígenas, 26.4% tiene techos de materiales no durables, 22.7% no tiene baño, 30.2% no tiene mobiliario para docentes y 20.1% no cuenta con mobiliario para alumnos; además, de los 9 mil 656 preescolares indígenas en México, el 49.9% (4 mil 816) son unitarios, es decir, los atiende un solo docente.

En las primarias indígenas, el 24.7% no dispone de baños, 28.9% no cuenta con mobiliario para docentes, 21.2% no cuenta con mobiliario para alumnos y 18.1% tiene techo de materiales no durables.  De las 10 mil 102 primarias indígenas en el país, 6 mil 719 son multigrado, es decir, que son atendidas hasta por tres docentes que dan clase en más de un grado escolar al mismo tiempo.

En cuanto a las telesecundarias, el 30.7% no cuenta con laboratorio —necesario para el cumplimiento del currículo —, 57.4% no cuenta con internet, en el 20.7% falta mobiliario para los alumnos y en el 23.3% falta mobiliario para los docentes.

El mayor porcentaje de alumnos con nivel de logro Por debajo del básico se encuentra en primarias indígenas. En Español 75% se ubicó en este nivel y en Matemáticas fue el 65% Comparado con escuelas urbanas públicas, los porcentajes fueron del 37 y 36%, respectivamente.

Chiapas es la entidad federativa con mayor porcentaje de alumnos que asisten a escuelas indígenas con un logro educativo Por debajo del básico, con un 82%.

Los resultados anteriores se presentan a pesar de que la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas establece que “las autoridades educativas federales y de las entidades federativas garantizará que la población indígena tenga acceso a la educación obligatoria, bilingüe e intercultural, y adoptarán las medidas necesarias para que en el sistema educativo se asegure el respeto a la dignidad e identidad de las personas, independientemente de su lengua”.

La desigualdad social y económica es un rasgo estructural de la sociedad mexicana, dice el informe, por ello, “el Sistema Educativo Nacional debe asegurar resultados educativos equitativos y no reproducir las desigualdades presentes en la sociedad, para lo cual debe adecuar su tratamiento a los alumnos de forma diferenciada según sus necesidades y su contexto, de manera que, en lo posible, se logre abatir las desigualdades de origen”.

Fuente: http://www.animalpolitico.com/2016/08/los-obstaculos-enfrentan-los-estudiantes-indigenas-mexico/

 

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La educación sexual en Colombia se convirtió en un tema político

América del Sur/Colombia/12 de Agosto de 2016/Autora: Sally Palomino/Fuente: El País

Sergio Urrego tenía 16 años y no soportó más. Antes de suicidarse escribió varias cartas en las que hablaba de la discriminación que estaba sufriendo en la escuela por su orientación sexual. Fue una víctima más de la homofobia. El manual de convivencia de su colegio (algo así como una cartilla que guía el comportamiento de las instituciones educativas en Colombia) decía, por ejemplo, que manifestaciones de afecto como los besos eran “actos obscenos”. Ser gay era casi un pecado, o peor: un delito. Un discurso similar al que se escuchó este miércoles en Colombia en varias marchas que convocaron los sectores de derecha y la iglesia para rechazar, según ellos, “el adoctrinamiento hegemónico en identidad de género”, que se estaría haciendo desde el Ministerio de Educación, en cabeza de la ministra Gina Parody, quien abiertamente ha declarado su orientación sexual y es pareja de la exministra de Transporte Cecilia Álvarez, un aspecto que el sector más radical ha aprovechado para desviar el debate y hostigar a Parody.

Alba Reyes, madre de Sergio Urrego, explica que la revisión de los manuales de convivencia por parte del Ministerio de Educación no son un capricho. Después de que su hijo se suicidó la Corte Constitucional ordenó que se modificaran dichos manuales, justamente para evitar que un caso como el de Urrego, de persecución y discriminación, se volviera a repetir.

El debate que ahora se vive en el país empezó con una noticia falsa. Unas cartillas en las que aparecen dibujados dos hombres desnudos y que supuestamente habrían sido repartidas en el Caribe fue el inicio de una polémica que ha ocupado la agenda nacional de Colombia durante tres días, en los que se terminó hablando de la necesidad de reformar, como lo ha dicho la Corte, los manuales de convivencia para hacerlos más incluyentes y menos religiosos, como debe ser en un país laico.

Este jueves, y ante la presión de los sectores más reaccionarios de Colombia, el presidente, Juan Manuel Santos, se pronunció sobre el tema. Se refirió a un texto, de 97 páginas, que apareció en la web del Fondo de Población (UNFPA) y que según han explicado sería parte de una nueva cartilla –“de carácter técnico”- para prevenir la discriminación por encargo de la cartera de Parody. De hecho, Santos, ante las protestas de los ultraconservadores, ha decidido recular. El texto no será aprobado. “El documento del Fondo de Poblaciones de Naciones Unidas sobre ambientes escolares fue publicado en las páginas web de las Naciones Unidas para su discusión, sin la autorización del Ministerio, como lo ha reconocido en comunicado público dicha organización. Ese documento no será autorizado”, dijo Santos, quien llamó al respeto y a combatir “la violencia, la discriminación de cualquier tipo y el matoneo de nuestros niños y niñas”.

Para la madre de Urrego, que dos años después de la muerte de su hijo no ha visto justicia en el caso, el debate en el que se han enfrascado el país durante estos días es una muestra de que “a Colombia le falta educación sexual, pero sobre todo trabajar por la equidad”. “No se entiende cómo se sale a machar en contra de la igualdad, pero no porque no hay educación gratuita de calidad o porque los ambientes escolares en Colombia no son seguros. Es todo una contradicción”, agrega.

Alba dice que se revolvió en dolor de una madre reclamando los derechos de su hijo y de otros en las mismas condiciones con un tema de partidos y creencias. “La educación sexual en Colombia se convirtió en un tema político”. Asegura además que el ruido que se ha levantado por las supuestas cartillas con dibujos de parejas homosexuales ha desviado la orden de la Corte Constitucional que obliga a los colegios a reformar los manuales de convivencia evitando términos de discriminación y rechazo hacia la población gay.

Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/08/11/colombia/1470932637_031334.html

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Centros educativos de Honduras parecen asilos para personas con discapacidad

Centroamérica/Honduras/12 de Agosto de 2016/Fuente: La Tribuna

La cantidad de maestros que imparten clases enfermos se ha incrementado en los últimos años, al punto que en la actualidad se registran entre tres y cuatro en cada centro educativo, con dictámenes médicos que certifican que ya no están aptos para ejercer su trabajo.

Al respecto, el médico evaluador de la Secretaría de Educación, Mario Ramos, informó que en la Unidad de Talento Humano o Escalafón, de manera continua están recibiendo notas médicas de profesores que siguen laborando, a pesar de tener su salud bastante deteriorada.

“En lo que va del año tenemos más de 500 docentes que ya están en la edad para jubilarse y que padecen diferentes tipos de enfermedades, principalmente las personas que ya están en la tercera edad, que tienden a tener mucha tensión con cuadros depresivos”.

Agregó que la mayoría pide una jubilación, pero los dictámenes médicos les recomiendan una pensión o un cambio de funciones en su desempeño.

“Ordinariamente ellos tienen que tener 30 años de servicio y pueden certificar todos sus años de trabajo y pasarlos acá, para que después el Inprema (Instituto Nacional de Previsión del Magisterio) pase a evaluar todos esos años de servicio”.

Ramos indicó que los principales padecimientos de los educadores a todas las edades van desde cáncer de tiroides, trastornos lumbares y nerviosos, problemas ortopédicos, osteoporosis y pérdida de la visión.

Sin embargo, esas evaluaciones quien las determina al final es una terna de médicos del Inprema, “pero cuando les recomiendan una pensión, los afiliados la rechazan porque consideran que de esa manera pierden sus derechos adquiridos en la jubilación”.

CIEGA Y SIN CAMINAR

Uno de los tantos mentores que trabaja soportando varias enfermedades es Xiomara Lizeth Bonilla (54), nombrada por asignación en el Instituto Juan Ramón Molina de la colonia El Sitio de Tegucigalpa. Ella padece de neuropatía diabética, lo que le impide caminar. Además, tiene problemas en la vista.

“A mí me han obligado a aceptar una pensión los médicos del Seguro Social y para rematar me discriminan en el centro educativo donde trabajo, ¿y entonces, para dónde agarro?, sin en vez de mejorar mi salud más bien voy a empeorar”, lamentó.

Bonilla ya no se puede desplazar por sí sola al centro de trabajo, porque si se cae, no se pude levantar, aun así, prefiere seguir ejerciendo el magisterio.

“Prefiero seguir trabajando, pero no me quieren dejar que lo haga y a veces pienso que lo que quieren es que yo abandone mi trabajo para despedirme sin nada, pero tuve que aceptar la pensión, pero hasta el momento no me han resuelto nada”.

Por si fuera poco, el oftalmólogo le recetó una incapacidad por un mes, porque ya no puede ver las letras en el pizarrón, y aunque tiene la fe de que su salud mejore, dijo que el hostigamiento laboral y los constantes gastos en tratamientos la tienen agobiada.

La maestra tenía jornada plena en el centro de educación básico Príncipe de Asturias, ubicado en la colonia El Carrizal de Comayagüela, y también en el instituto Alameda, localizado en la colonia que lleva ese mismo nombre, en Tegucigalpa. Luego fue trasladada al  colegio Juan Ramón Molina, donde ha pedido que le permitan realizar una función, aunque sea de consejería, pero no ha obtenido respuesta alguna.

“A este colegio solo vengo a hacer acto de presencia, porque el director, Aníbal de Jesús Ordóñez; y la secretaria, Doris Zúniga, no me lo permiten, entonces solo vengo a hacer acto de presencia, sentada en una banca y no me dejan ni firmar el diario pedagógico”, denunció.

Fuente: http://www.latribuna.hn/2016/08/09/centros-educativos-honduras-parecen-asilos-discapacitados/

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Estados Unidos: El derecho de pueblos indígenas a la participación efectiva y al desarrollo autodeterminado

América del Norte/Estados Unidos/12 de Agosto de 2016/Fuente: CIDH

En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, y el Relator sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Francisco Eguiguren, urgen a los Estados de América a garantizar el derecho de los pueblos indígenas a una participación significativa y efectiva en los procesos de toma de decisiones relacionados a proyectos de inversión o de desarrollo que puedan afectar sus derechos y su supervivencia cultural, y a reafirmar su derecho a un desarrollo resultado de su libre determinación.

Las Relatorías de la ONU y de la CIDH expresan su preocupación en cuanto a la forma histórica en que el desarrollo ha sido y continúa siendo impulsado a expensas de los pueblos indígenas del continente, sin tener en cuenta sus derechos reconocidos a la consulta, la participación efectiva, y sin derecho a la participación razonable en los beneficios. En su informe sobre industrias extractivas, la CIDH reconoció que la región está plagada por un problema estructural constante en el otorgamiento de concesiones, autorizaciones y permisos de toda índole, sin cumplimiento del derecho a la consulta y, cuando aplica, al consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas. La CIDH también destacó que los Estados frecuentemente confunden acuerdos de beneficios compartidos – los cuales son obligatorios en virtud del derecho interamericano e internacional de los derechos humanos – con actos caritativos o de buena voluntad en el marco de las políticas de responsabilidad social de las empresas.

En el año 2015, la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas presentó un informe a la Asamblea General de la ONU enfocado en los impactos de los proyectos de inversión y de los acuerdos de libre comercio sobre los derechos humanos de los pueblos indígenas. Este informe ofrece un panorama general de la problemática, y aborda algunos de los impactos de los acuerdos internacionales de inversión sobre los derechos de los pueblos indígenas, así como los problemas más sistémicos asociados con el régimen jurídico de inversión internacional. El segundo informe sobre acuerdos internacionales de inversión y tratados bilaterales de inversión será presentado este año en la 33ª sesión del Consejo de Derechos Humanos. El informe busca profundizar en la contextualización y el análisis de dichos impactos, enfocándose en casos concretos iniciados por inversores en contra de varios Estados, muchos de los cuales en América Latina, que tienen consecuencias directas en la protección de los derechos de los pueblos indígenas. En estos informes, la Relatora Especial busca promover la coherencia entre el derecho internacional de inversiones y el derecho internacional de los derechos humanos, a fin de asegurar que el cumplimiento por parte de los Estados con sus obligaciones hacia los pueblos indígenas no estén obstaculizadas por protecciones otorgadas a los inversores.

El Relator de la CIDH y la Relatora Especial de la ONU reiteran que el derecho a la efectiva participación de los pueblos indígenas incluye el derecho a la consulta y al consentimiento previo, libre e informado, de buena fe, de acuerdo a sus costumbres y tradiciones, y dentro de un proceso culturalmente apropiado. También incluye el derecho a beneficiarse de la explotación, industrialización y comercialización de los recursos que se encuentran en los territorios indígenas, incluso los conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales, así como el derecho a obtener indemnización justa para compensar los perjuicios y daños causados en este proceso.

Para profundizar el derecho a la participación efectiva, ambos expertos en materia de derechos humanos reafirman el derecho de los pueblos indígenas a definir sus propias prioridades de desarrollo.  Dicho derecho, el cual previamente había sido reconocido en la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, y el cual recién ha sido reiterado en el artículo 29 de la Declaración Americana sobre los derechos de los pueblos indígenas, faculta a los pueblos indígenas para “mantener y determinar sus propias prioridades en lo relacionado con su desarrollo político, económico, social y cultural, de conformidad con su propia cosmovisión” y para “que se les garantice el disfrute de sus propios medios de subsistencia y desarrollo y a dedicarse libremente a todas sus actividades económicas”.

Ambos Relatores insisten además que el objetivo de los beneficios compartidos o del desarrollo libremente decidido con base en su libre determinación supone una corrección de las injusticias históricas sufridas como resultado de la colonización y de haber sido desposeídos de sus tierras, territorios y recursos, lo que les ha impedido ejercer, en particular, su derecho al desarrollo de conformidad con sus propias necesidades e intereses. También abarca la necesidad de fomentar una nueva forma de desarrollo de acuerdo con sus necesidades e intereses propios, en el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas. Ambos órganos de monitoreo de derechos humanos aseveran que el derecho a la participación efectiva y el reconocimiento del derecho al desarrollo libremente determinado son cruciales para asegurar los estándares mínimos para que los pueblos indígenas puedan gozar de toda la gama de derechos humanos y libertades fundamentales. Impulsar la capacidad de las comunidades indígenas de libremente determinar su desarrollo incrementa a su vez los recursos económicos dentro de las comunidades, y tiene repercusiones positivas sobre su capacidad de garantizar sus derechos políticos, económicos, sociales y culturales.

La educación es otro medio para impulsar desarrollo económico dentro de las comunidades indígenas. A pesar de que la situación se está mejorando en el hemisferio, deficiencias cualitativas en centros educativos a los cuales niños indígenas tienen acceso, la distancia entre comunidades y escuelas, la falta de relevancia de los planes de estudio para niños indígenas, métodos culturalmente inapropiados de enseñanza y aprendizaje, la ausencia de enseñanza de los idiomas indígenas, así como la discriminación y el perjuicio siguen menoscabando el derecho de los pueblos indígenas a la educación. El control de los pueblos indígenas sobre su sistemas e instituciones educativas, que permitiría enfrentar varias de estas problemáticas, también ha sido reconocido como un derecho en el artículo 24 de la Declaración Americana sobre los derechos de los pueblos indígenas, y también debe ser apoyada por los Estados de la región.

El cumplimiento de estas obligaciones es de particular relevancia dado la reciente adopción de los Objetivos y Metas de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. En particular, la educación, los beneficios compartidos y el desarrollo libremente determinado, los cuales empoderan a las comunidades indígenas, serán conducentes para la implementación del objetivo de erradicar la pobreza en todas sus formas para todas las personas. La pobreza es un elemento clave que impide el ejercicio de todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y su erradicación es fundamental para el pleno ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia. El Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas es un experto independiente cuyo mandato está establecido por el Consejo de Derechos Humanos.

Fuente: http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2016/113.asp

Fuente de la imagen: http://www.oas.org/es/cidh/actividades/visitas.asp

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Canadá: The 4 Per Cent That Canada Is Leaving Behind

América del Norte/Canadá/12 de Agosto de 2016/Autora: Pippa McDougall/ Fuente: Huffingtong Post

RESUMEN: Los jóvenes indígenas son una de las cohortes de más rápido crecimiento en Canadá, sin embargo, están entre los más vulnerables. En el 4,3 por ciento de la población de Canadá, un aumento del 2,8 por ciento en 1996, la diversa población indígena de las Primeras Naciones, los mestizos y los inuit comparten una característica común: casi la mitad de la población está bajo la edad de 26. Aunque el grado de retos socioeconómicos y la falta de oportunidades varía entre las comunidades indígenas de Canadá, no hay duda que el efecto de los resultados socioeconómicos más bajos se hace sentir agudamente entre los niños y niñas aborígenes. Las tasas de pobreza coresponde a  niños que viven en las reservas que PERMANECEN asombrosamente alta en más de un 45 por ciento en comunidades remotas. Por otra parte, los jóvenes  han tenido significativamente más bajos índices de asistencia y graduación de las escuelas debido a la escasez crónica. Posteriormente, limitadas oportunidades de empleo han dejado a los jóvenes la sensación de que hay pocas posibilidades de un futuro mejor.

Indigenous youth are one of the fastest growing cohorts in Canada, yet they are among the most vulnerable. At 4.3 percent of Canada’s population, an increase from 2.8 percent in 1996, the diverse indigenous population of First Nations, Métis and Inuit share a commonality: almost half of the population is under the age of 26. Although the degree of socioeconomic challenges and lack of opportunity varies among Canada’s Indigenous communities, there is little doubt that the effect of lower socioeconomic outcomes is felt most acutely among aboriginal girls and boys.

Poverty rates among First Nations children living on reserves remain staggeringly high at over 45 percent in remote communities. Furthermore, First Nations youth have had significantly lower attendance and graduation rates from schools due, in part to chronic underfunding. Subsequently, limited employment opportunities have left youths feeling that there is little prospect for a better future.

We might all ask ourselves, as did Charlie Angus, Member of Parliament for Timmins-James Bay, «how a country as rich as Canada can leave so many young children and young people behind?»

Indicative of this problem is Attawapiskat, a remote First Nations community in Northern Ontario that declared a state of emergency in April 2016 after 11 youth attempted suicide on a single day. This tragedy has revealed the third-world like conditions that many of these youth are living. While the provincial government quickly pledged 2 million in short term aid and dispatched a team of 13 emergency practitioners, including mental health workers, nurses and security personnel, it was once again a temporary solution to a systemic problem.

The plight of the aboriginal people of Canada seems to only be given the attention and resources it needs when a crisis emerges. Attawapiskat should serve as a wakeup call. It is no longer acceptable to wait for a state of emergency for Canadians to have their basic needs met.

Among those basic needs, few are more fundamental than education. Too many First Nations children do not have access to an education comparable to that of other Canadian children. The Canadian Centre for the Study of Living Standards has calculated that $71.1 billion would be added to Canada’s economy if aboriginal people attained the same educational levels as other Canadians.

Young people need hope and opportunity and a first step towards that would be to close the funding gap in education. Investing in youth, including aboriginal girls empowers entire communities to find solutions from within. While our current federal government has taken a positive step in committing $8.3 billion over 5 years, increased funding alone cannot eliminate generations of neglect. Sustained action and resources will be needed in order to avoid more preventable crises.

While Canadian society seeks to achieve economic parity among men and women broadly, the challenge is even greater in indigenous communities, particularly for women and girls. Canada has recognized the value of supporting women and girls in developing countries, and we must place equal emphasis on not only the education, but also health and wellbeing of indigenous women and girls here at home.

As Canada’s 2016 G(irls)20 representative, I believe that people are to be valued equally regardless of ones gender, ethnicity, sexual orientation or religious belief. Collectively, we need to translate that belief into ensuring that every indigenous girl and boy has the same opportunities that we afford other young Canadians across the socioeconomic strata. In tandem with equal funding in education for indigenous youth, this will require a constructive dialogue and a renewed relationship built on trust, partnership and reconciliation.

Fuente: http://www.huffingtonpost.ca/girls-twenty/4-per-cent-girls-left-behind-canada_b_11343028.html

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