Jesús Guillén: “La creatividad se puede aprender y fomentar desde el aula”

Desarrollar la creatividad en el aula atendiendo la diversidad y favoreciendo climas emocionales positivos es posible con las estrategias adecuadas. Para lograrlo, Jesús Guillén, docente y experto en neuroeducación, impartirá la sesión formativa online, ‘Cerebros creativos en la educación’, el 28 de noviembre en el marco del Concurso Escolar del Grupo Social ONCE.

Fomentar las emociones positivas, desarrollar la creatividad y aplicar la neuroeducación en el aula influyen directamente en la mejora del proceso de aprendizaje y en el bienestar de los estudiantes. El Grupo Social ONCE se une a este objetivo con la puesta en marcha de su 36 Concurso Escolar. Bajo el lema ‘Once upon a time, La mirada de tod@s’, su objetivo es abordar la inclusión desde una mirada holística centrada en las capacidades de todas las personas y su desarrollo integral.

Para ello, y por cuarto año consecutivo, el Concurso Escolar ofrece recursos educativos como webinars formativos online interactivos a cargo de expertos en educación inclusiva y creatividad. Jesús Guillén, docente, investigador y experto en neuroeducación, protagonizará el segundo de estos webinars el 28 de noviembre con la sesión ‘Cerebros creativos en la educación: ¡todos podemos mejorar!’.

En esta entrevista, el autor de Escuela con cerebro, blog pionero en España sobre neuroeducación, ofrece las claves para favorecer la innovación en el aula teniendo en cuanta la inclusión y la igualdad de todo el alumnado.

Pregunta: La imaginación de la que nace la creatividad necesita de una educación que la fomente, ¿cómo confluyen creatividad y educación en el aula?

Respuesta: La creatividad es una capacidad que nos caracteriza a los seres humanos, que podemos enseñar y mejorar, y que debe constituir una competencia esencial para el aprendizaje. Más si cabe en los tiempos actuales de la inteligencia artificial. Es necesario asumir que todos podemos ser creativos y que la creatividad se manifiesta en cualquier faceta de la vida, aunque pueda adoptar formas diferentes.

Hay muchas estrategias para favorecer la creatividad en el aula, integrándola en las tareas diarias o suministrando oportunidades que faciliten la elección propia, la imaginación y la exploración. Pero también es básico establecer entornos de aprendizaje creativos vinculados a situaciones cotidianas y cuidar los aspectos emocionales porque condicionan la aparición de ideas creativas. Sin olvidar nuestro ejemplo como educadores. Los primeros que tenemos que intentar ser creativos somos los propios docentes.

P: Uno de los puntos claves de tu discurso es la necesidad de trabajar todas las potencialidades del alumnado, ¿con qué herramientas contamos para sacar lo mejor de cada alumna/o?

R: Todos somos diferentes. Cada estudiante tiene sus capacidades, fortalezas, intereses, motivaciones y conocimientos previos que hemos de conocer para atender de forma adecuada la diversidad en el aula. No existen soluciones milagrosas, ni únicas porque cada contexto es diferente, pero lo que queremos es que puedan aprender juntas personas diferentes, tal como pasa en la vida real.

Hay estudios que demuestran la importancia en el proceso de generar climas emocionales positivos que suministren retos adecuados a las necesidades individuales.

P: La sesión formativa del 36 Concurso ONCE que impartirás el próximo 28 de noviembre lleva por título ‘Cerebros creativos en la educación’. ¿Son la pedagogía y la creatividad elementos que van de la mano?

R: Por supuesto. La creatividad puede fomentarse en cualquier materia, etapa educativa o estudiante, y su mejora requiere práctica. Plantear cuestiones y problemas que tengan más de una solución correcta, pedir asociaciones entre ideas y reflexionar sobre sus implicaciones, hacer comparaciones y similitudes o encontrar usos alternativos a objetos o situaciones, no se restringe a ninguna disciplina concreta. Cuando descomponemos algo en sus elementos y recombinamos estos de forma sorprendente para alcanzar algún objetivo, estamos siendo creativos. Así, por ejemplo, elementos familiares como palabras, notas musicales, colores, partes, productos o emociones pueden recombinarse para formar creativos poemas, canciones, cuadros, inventos, planes de negocio o realizaciones personales. Y en la sesión del 28 de noviembre pondremos distintos ejemplos sobre ello que pueden ayudarnos a aprender con todo nuestro potencial.

P: ¿Qué papel juegan las emociones, la creatividad y la neuroeducación en el aprendizaje?

R: Las emociones son básicas en el proceso de aprendizaje. En especial, hay dos que van a resultar clave, la sorpresa y la alegría, dado que estimulan la atención, la motivación o las sensaciones de recompensa. Y el vínculo con la creatividad es directo porque sabemos que las emociones positivas abren el foco de nuestra atención y ello posibilita una mayor exploración del entorno, respuestas menos habituales y reflexiones novedosas, cosa que no ocurre en situaciones con ansiedad. En las investigaciones en neurociencia se han identificado las regiones cerebrales y las redes neurales concretas (red neural por defecto, red de control ejecutivo y redes atencionales) que participan en la generación de pensamientos creativos.

P: Propones la neuroeducación como metodología para transformar el aula. ¿Qué es y qué aspectos quiere atravesar?

R: Neuroeducación es más que eso, es un aprendizaje desde, en y para la vida. Y ello conlleva un proceso de transformación a nivel personal que posibilite educarnos para poder educar.

Los seres humanos somos sociales y el aprendizaje por imitación es básico desde el nacimiento. Todo ello está impregnado del componente emocional. No es casualidad que entre los factores que inciden más en el aprendizaje del alumnado estén las expectativas del propio estudiante sobre su capacidad y también las del docente sobre el desempeño de su alumnado. Junto a ello, se ha comprobado que una buena cooperación entre el profesorado es fundamental para optimizar el aprendizaje y atender mejor las necesidades particulares. Pero ello requiere una buena educación emocional (se necesita tiempo y, en el aula, siempre parte de la formación del profesorado, sin olvidar a las familias). Y cuando se trabajan bien estas competencias socioemocionales, los docentes comparten la docencia y entran con naturalidad en aulas de otros compañeros, cooperan en proyectos multidisciplinares, como los proyectos Aprendizaje-Servicio, en los que también pueden participar estudiantes de distintas etapas educativas, las entidades sociales o las propias familias, o reorganizan los espacios de aprendizaje para mejorar su utilidad. La mejora educativa requiere la participación de toda la comunidad. Sin olvidar la importancia del proceso de evaluación. Si algo no funciona, hay que ser flexibles y cambiarlo. Aquí también juega un papel importante la cooperación del profesorado analizando las situaciones desde diferentes perspectivas. Asumimos, por supuesto, que todo gran proceso de transformación requiere su tiempo.

P: ¿Cómo puede aplicarse en los centros educativos? ¿Qué novedades aporta?

R: Tal como comentamos anteriormente, en los centros escolares el enfoque tendría que ser global. Lo cual conlleva analizar y replantearse qué se enseña, cómo se enseña y cómo se evalúa. Y ligado a esto, entendemos que resulta imprescindible generar climas emocionales positivos que sabemos que facilitan el aprendizaje, junto a la creación de espacios que puedan ayudar a la mejora educativa. Porque sabemos que la disposición del mobiliario, la iluminación, la temperatura, la decoración…, también inciden en el aprendizaje.

En lo referente a las cuestiones emocionales que son tan importantes, entendemos que es necesario poner en práctica buenos programas de educación emocional que hagan un especial énfasis en las funciones ejecutivas del cerebro. Sabemos que estas funciones relacionadas con la gestión de las emociones, la atención y la memoria son básicas para el buen desempeño escolar y cotidiano. Y para un buen funcionamiento ejecutivo del cerebro es importante ir más allá de lo cognitivo y atender las necesidades emocionales, sociales o físicas de todos los estudiantes. Y ahí entran, por ejemplo, el arte, el deporte, el juego o los buenos programas de educación emocional que nos permiten trabajar competencias básicas en los tiempos actuales.

P: Si algún/a docente quisiera introducir conceptos de neuroeducación en sus procesos de enseñanza y llevarlos a la práctica de aula, ¿por dónde empezaría?

R: Desde la infancia temprana, los ritmos madurativos del cerebro son los que deberían marcar los ritmos educativos y el aprendizaje de los conceptos, habilidades o actitudes. Ahí entramos los adultos, tanto en la escuela como en la familia. Por ello es básico crear buenas redes cooperativas entre las distintas instituciones.

En el caso de que algún docente quiera poner en práctica la neuroeducación de verdad (ojo porque existen muchos neuromitos identificados en la educación), tiene que consultar fuentes fiables o formarse de forma adecuada. Y es bueno concretar entre tanta información disponible de las investigaciones que provienen de la neurociencia y las ciencias cognitivas. Por ejemplo, el gran neurocientífico Stanislas Dehaene ha identificado cuatro pilares del aprendizaje que nos permiten mejorar de verdad la educación y que el docente puede trabajar en el aula para optimizarlos. Son la atención (especialmente la ejecutiva, que está vinculada a la concentración), el compromiso activo o curiosidad (ligada a la motivación y que incita al cerebro a evaluar nuevas hipótesis), el buen feedback (se asume el error y nos alejamos del castigo) y la consolidación de los aprendizajes (el sueño es básico en el proceso). En lo referente a lo último, sabemos que las buenas preguntas (que suelen ser abiertas) fomentan un pensamiento crítico, más profundo, reflexivo y creativo.

P: Llevas ya tres ediciones colaborando con el Concurso Escolar ONCE en la impartición de sesiones formativas webinar. ¿Qué crees que aportan este tipo de programas de sensibilización a docentes y alumnado?

R: Los concursos como el de ONCE constituyen una necesidad educativa porque nos permiten ponernos en contacto todos los integrantes de la comunidad analizando qué es lo que funciona y por qué funciona (aquí es donde entra la ciencia). Porque todos queremos mejorar la educación, para así mejorar la sociedad.

Por mi parte, estoy muy agradecido de poder participar en este tipo de iniciativas vinculadas a la escuela de verdad, que es la inclusiva, en donde aprendemos todos juntos optimizando nuestras fortalezas y asumiendo nuestras diferencias. Y es que, efectivamente, lo más importante en la educación son las personas.

Para inscribirse en la sesión formativa online, ‘Cerebros creativos en la educación: ¡todos podemos mejorar!’, que impartirá Jesús Guillén el 28 de noviembre, obtener más información y descubrir los recursos del 36 Concurso ONCE, visita el apartado de recursos de la web del Concurso Escolar.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/jesus-guillen-la-creatividad-se-puede-aprender-desde-el-aula/119665.html

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Los niños deben pasar los seis primeros años de su vida sin tecnología

Por: Ecoportal. 10-11-2016

Álvaro Bilbao abre la séptima edición del ciclo ´La aventura de educar en familia´ con una conferencia sobre el uso de las nuevas tecnologías.

Neuropsicólogo y psicoterapeuta. ´Las nuevas tecnologías en el cerebro en desarrollo de nuestros hijos´ es el título de la conferencia que Álvaro Bilbao pronuncia el viernes a las 19.30 horas en el Palacio de Congresos de Santa Eulària en la séptima edición del ciclo ´La aventura de educar en familia´. El experto aboga por retrasar el uso de las nuevas tecnologías porque primero hay que enseñar al cerebro «a pensar, a estar atento, a imaginar».

NIEVES GARCÍA GÁLVEZ  IBIZA –¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en el desarrollo del cerebro de los niños?

-Lo primero que siempre digo es que las nuevas tecnologías son positivas para la sociedad y algo importante. Sin embargo, en el cerebro en desarrollo de los niños, y sobre todo de los más pequeños, están saliendo investigaciones que hablan de que su efecto puede ser negativo.

-¿En qué sentido?

En primer lugar pueden reducir su capacidad de tener autocontrol. Las nuevas tecnologías, los videojuegos sobre todo o estar mirando cosas en Internet continuamente, hacen que el niño esté constantemente estimulado y tiene menos oportunidad de ejercer autocontrol, porque todo el control lo lleva la máquina. Otro efecto es que si los estímulos a los que está expuesto son muy intensos, muy rápidos, como en los videojuegos, el niño puede perder el interés por cosas que son un poco más lentas o menos intensas, como la maestra, la pizarra, un libro o jugar en la calle con los amigos; el niño se acostumbra a tener estímulos muy rápidos y cuando bajan de velocidad se empieza a aburrir.

-¿Hasta qué edad cree que los niños deberían estar alejados de móviles, tabletas u ordenadores?

-Sin lugar a dudas, y de acuerdo con la Sociedad Americana de Pediatría y la Clínica Mayo, hasta los tres años no deberían estar en contacto con estas tecnologías en ningún momento. Esa imagen que tenemos de un niño de un año o dos que no sabe hablar y que casi no anda pero que empieza a pasar el dedo por la tableta deberíamos borrarla de nuestra cultura porque los padres que tienen en mente que es positivo y muy beneficioso están muy equivocados; sabemos que es precisamente lo contrario.

-¿Y a partir de ahí?

-Yo voy un poco más allá. Creo que es importante que los niños pasen los seis primeros años de su vida sin tecnología porque es una edad muy importante en el desarrollo de la imaginación, que si no se desarrolla en esos años, luego cuesta mucho. Cuanto más tiempo pasan jugando a lo que llamamos el juego libre –que no va de la mano de otra persona o de un dispositivo o tecnología– mucho más desarrollan la imaginación. El aburrimiento es la madre de la imaginación y si el niño está constantemente entretenido no tiene tiempo para aburrirse ni para imaginarse o crear sus propios mundos donde jugar.

-¿Pero hoy en día es posible mantener a los niños lejos de la tecnología?

-Sí. Yo doy charlas en muchos sitios y hay muchos padres que desde hace tiempo lo tienen claro. A ver, es importante equilibrar. Yo no digo que vayas de vacaciones con el niño, hagas una foto con el móvil y por la noche no se la puedas enseñar, eso es ridículo, porque es bueno que vean fotos, les ayuda a construir su memoria. De la misma manera que es normal que le pongamos al teléfono a la abuela. Pero sí deberíamos limitar todo lo posible esos tiempos que el niño está tumbado en el sofá pasando el dedo por delante de la pantalla. Y se consigue con una palabra mágica que es ´no´.

-Esto va en contra de lo que se vende actualmente que los niños de hoy son nativos digitales…

-Esa frase en el fondo es un mito porque el mundo digital no es un idioma en sí mismo. Cuando el niño juega con un dispositivo no está activando las zonas del cerebro que tienen que ver con el lenguaje sino con el movimiento de la mano y la visión. Sí que es positivo enseñar programación, el tema de robótica, porque sí estamos enseñando a los niños ese lenguaje y estamos ayudándoles a pensar en otro idioma distinto. Pero que esté sentado jugando a un videojuego no quiere decir que sea nativo digital; a una señora de 70 años le das un iPad y en dos o tres días es capaz de enviar correos, whatsapps y buscar cosas en Internet porque es sencillo e intuitivo.

-¿Y que los niños demanden la tecnología desde muy temprano se debe a que es lo que ven en sus casas, en sus padres?

-Sí. Los niños tienen desarrolladas una serie de neuronas que se llaman neuronas espejo y lo que hacen es imitar todo lo que ven en los padres. Cuanto más tiempo pasan los padres delante del iPad es más fácil que el niño intente jugar con esa tecnología. También lo demandan mucho porque sus amigos lo tienen y porque es un estímulo muy interesante para ellos. Es como la Coca Cola: si se las das a un niño de tres años te pedirá al día siguiente y al otro, porque tiene mucha azúcar, cafeína, que le estimula y le encanta; pero que le encante no quiere decir que se la tengamos que dar todos los días porque es muy perjudicial para él.

-¿Pero existe alguna ventaja en el uso de las nuevas tecnologías en niños pequeños?

-No. Hay estudios que dicen que puede aumentar la velocidad de procesamiento, hacer que tenga una atención más rápida, pero son pocos, y hay tantos que van en dirección contraria de estos… Además, que tengan una atención más rápida no es necesariamente bueno: para ser pilotos de combate eso puede ser beneficioso, pero hoy en día lo que piden a los ejecutivos, a las personas mayores, es tener una atención más calmada, que te permita estar concentrado más tiempo. Y tener una atención más rápida también implica que el niño no sea capaz de esperar el tiempo suficiente para que aparezcan los estímulos que interesan.

-Pese a todo esto está de moda introducir pronto la tecnología en las escuelas con ordenadores, pizarras digitales. ¿Es acertado?

-Es distinto usar las nuevas tecnologías como soporte educativo a que el niño esté en casa sentado en el sofá. Yo defiendo que el niño no debe pasar la tarde en el sofá usando el iPad, que es mejor que esté aburriéndose, pintando, haciendo cosas que salgan de su cabeza, y no del ordenador. Aun así, hay estudios que dicen que un niño aprenderá matemáticas mucho antes jugando con unas cuentas, con garbanzos, que utilizando programas de ordenador que están diseñados para que aprenda.

-¿Por qué?

-Porque el cerebro une mucho la parte física y la parte cognitiva. Es decir, que maneja las dos partes y la del razonamiento está estrechamente ligada a la parte de la movilidad de la mano. Entonces, si el niño no tiene que hacer un movimiento de contar, de tocar, físicamente, es más difícil que aprenda todas estas cosas. Yo soy partidario de una metodología basada en el contacto físico con objetos, sobre todo los primeros años, como Montessori, a otra con el mejor dispositivo programado para estudiar matemáticas. Luego, más adelante, es maravilloso que estén en clase y que puedan estudiar por proyectos, hacer un trabajo sobre el descubrimiento de América y sean capaces de mirar en Internet.

-Precisamente hace unas semanas una noticia explicaba que la mayoría de los hijos de empleados de grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley estudian en colegios sin ordenadores ni dispositivos electrónicos.

-Estos directivos llevan a sus niños a un colegio tipo Waldorf, donde no hay dispositivos electrónicos y aprenden todo de forma más tradicional. Es que con el hecho, por ejemplo, de algo tan sencillo como estar sentado a la mesa y no levantarte hasta que no terminas de comer se está cultivando la tolerancia a la frustración, el autocontrol, que es una de las capacidades cerebrales que más influye en determinada nota de Selectividad que sacará el niño 15 años más tarde. O sea que fíjate si esas cosas tradicionales son importantes. Ahora las estamos volviendo a poner en valor, pero durante mucho tiempo se ha pensado que ir más deprisa, que el niño aprenda a hablar siete idiomas con cinco años, es más beneficioso. Ahora sabemos que tienen que respetarse una serie de pasos.

-¿Y no es desaprovechar el potencial de la tecnología el introducirla más tarde?

-Desde mi punto de vista no, porque primero tenemos que enseñar al cerebro a pensar, a estar atento, a imaginar, y luego ya le podemos enseñar a dominar las herramientas que tiene a su disposición. Si introducimos las tecnologías demasiado pronto, el niño conseguirá conectar con ellas de una forma muy rápida pero se desconectará de otras cosas más importantes para su desarrollo.

-¿Qué claves daría a los padres para ayudar a desarrollar el potencial cerebral de sus hijos?

-Ir poco a poco, ayudar al cerebro a madurar a su propio ritmo y saber que su hijo dará los frutos en el momento que los tenga que dar.

Y algo muy importante que tienen que hacer cuando estén con los niños, independientemente de que les dejen la tableta a los tres, cuatro o cinco años, es enseñarles a tener autocontrol, tiempos limitados, para que cuando digan ´hasta aquí´, el niño sea capaz de soltarla sin gritar ni enfadarse. En eso los dispositivos electrónicos pueden ayudar. De hecho hay autores que dicen que es mejor que el niño empiece a utilizarlos a los tres años con reglas muy claras, entrenando el autocontrol, a que empiece con ocho o diez años y comenzar a entrenarlo ahí.

-Pero ese fijar tiempos se complica si los padres utilizan las tecnologías para que los niños estén entretenidos mientras ellos se ocupan de otras cosas…

-Efectivamente. Los dispositivos no solo son un refuerzo para los niños, sino un refuerzo enorme para los padres, porque los niños demandan en muchos momentos atención, cariño, que les hablemos… Como cuando hacemos un viaje largo en coche, ponen la televisión atrás y así el niño va tranquilo y el padre, relajado. Es importante también que el niño experimente la frustración, aprenda a dominarla, a aburrirse y a esperar que pase ese momento.

-Los padres se apoyan en esto…

-Es un refuerzo para los padres y esto es una de las cosas que ha hecho que la tecnología sea tan popular y esté tan extendido que los niños estén todo el día enchufados. Muchos padres se engañan porque dicen: ´No, yo dejo a mi hijo media hora´, y en realidad están conectados no solo a la tableta, teléfono móvil o videojuegos, sino a la televisión también dos o tres horas al día. Y sabemos que eso está relacionado con más probabilidades de tener déficit de atención, obesidad infantil, depresión infantil, problemas de conducta, y con más prevalencia de fracaso escolar.

Ecoportal.net

Diario de Ibiza

http://www.diariodeibiza.es/

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Jardines de integración

Por. Mario Daniel Correa

Los jardines de infantes incorporados al nivel inicial tienen entre sus presupuestos fundamentales el desarrollo o el despertar de una motivación por la que el niño significa el origen mismo de los aprendizajes y en los que el propio infante mediante los ejercicios podrá poner en práctica sus habilidades para dar respuesta a cada situación vivida. La pedagogía que sustentamos se basa en sus posibilidades por el juego. El niño tiene al nacer una motivación innata de aprender y las cualidades para hacerlo por sí solo. Por lo tanto, lo mejor que los adultos podemos hacer por él es darle las oportunidades y un adecuado ambiente para que despliegue su potencial natural. El factor educativo de la expresión corporal y la mímica, se refieren al movimiento, con el fin de favorecer los procesos de aprendizaje, estructurar el esquema corporal, construir una apropiada imagen de sí mismo, mejorar la comunicación y desarrollar la creatividad. Para hacer teatro considerando al niño de nivel inicial, no es necesario que este tenga una cualidad innata, para ello, bastará con que quiera divertirse, inventar e interpretar historias, y hacer amigos. Los niños, en el teatro infantil, no hacen teatro ni aprenden teatro. Ellos juegan a crear, inventar y aprenden a participar y a colaborar con el grupo. Otro factor como la música debe introducirse para los niños en edades preescolares debido a la importancia que ella representa en su desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, del habla y motriz.

La música como elemento fundamental en esta primera etapa del sistema educativo ayuda al niño a integrarse a la naturaleza y al medio porque favorece el alcanzar autonomía en sus percepciones cotidianas, asumir la atención de sí mismo y por el entorno y ampliar su mundo comunicacional. El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de la mejor manera posible con otros niños y con el propio adulto estableciendo un contacto relacional más armonioso. La música (sobre todo la música clásica) provoca: Aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños; mejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos. Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular.

Pero el factor más importante es el juego puesto que por él, el niño se beneficia de la siguiente manera: Satisface las necesidades básicas de ejercicio físico; es una vía excelente para expresar y realizar sus deseos; la imaginación del juego facilita el posicionamiento moral y maduración de ideas; es un canal de expresión y descarga de sentimientos, positivos y negativos, ayudando al equilibrio emocional; con los juegos de imitación está ensayando y ejercitándose para la vida de adulto; cuando juega con otros niños y niñas se socializa y gesta sus futuras habilidades sociales; el juego es un canal para conocer los comportamientos del niño y así poder encauzar o premiar hábitos y finalmente diremos que es muy importante participar en el juego con ellos.

Todo ello es viable en la medida en que entendamos que los jardines de infantes deben concebirse como ámbitos de integración donde el maestro tendrá una importante tarea diferenciada de atención para educar y formar.

Fuente: http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=725237

Imagen: http://old.integracionsocial.gov.co/anexos/imagenes/foto%209%20ni%C3%B1os%20de%20jard%C3%ADn%20infantil..jpg

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“Es difícil enseñar ciencia a los niños porque los responsables no tienen idea de lo que es”

Por. Neil DeGrasse Tyson

Cuando tenía siete años, Carl Sagan visitó el Planetario Hayden de Nueva York y quedó impactado. La visión de las estrellas, constelaciones, planetas, cometas y asteroides inflamó de tal forma su imaginación que le hizo tomar la decisión, siendo sólo un niño, de dedicar su vida a la ciencia. 75 años después de aquella visita, cada vez que Neil DeGrasse Tyson atraviesa las puertas del Museo de Historia Natural de Nueva York para acceder a su despacho como director del planetario de la ciudad, seguro que recuerda la imagen de su maestro y mentor. Como si un agujero de gusano -ese monstruo teórico que todo astrofísico quisiera demostrar- doblara el eje temporal, Sagan y DeGrasse dialogan a diario. Profesor y alumno pisan los mismos lugares y sus vidas están conectadas desde que el joven DeGrasse viajara hasta Ithaca para conocer la universidad de Cornell donde deseaba estudiar. Sagan, entonces ya un científico reconocido y una celebridad por sus libros y apariciones en televisión, causó tal impresión en el aspirante a astrofísico que desde aquel día “no sólo supe que quería ser científico, sino el tipo de persona que quería ser”. Finalmente DeGrasse estudió en Harvard, pero de Sagan aprendió el compromiso con todo aquel que esté interesado en la ciencia. Una lección que ha venido aplicando en sus muchos años como profesor universitario y divulgador científico.

DeGrasse Tyson, que tiene voz de cantante de soul y planta de luchador (deporte que practicó en el instituto), nació en el popular barrio del Bronx y no es difícil imaginarle defendiéndose de una banda callejera lanzándoles logaritmos neperianos. Porque, a pesar de su extraordinario expediente académico y sus aportes científicos en el campo de la astrofísica, DeGrasse siempre parecerá un tipo normal. Tal vez de ahí venga su gran éxito como divulgador científico: su capacidad para explicar las cosas más complejas con la sencillez de un conductor de autobús o de un tendero mientras te despacha unas uvas. The New Yorker, rendido a esa familiaridad socarrona del astrónomo, le dedicó un perfil en el que comparaba su estilo con el de su predecesor en la serie Cosmos: “Sagan tenía una gran deferencia hacia la alta cultura: sus comparaciones siempre estaban extraídas de la Historia Antigua y su vocabulario provenía de la literatura. Tyson prefiere referirse a la cultura pop. Pero eso no significa que no tenga gustos sofisticados (…) Posee una biblioteca de libros de ciencia raros y antiguos, que incluye una tercera edición de los Principia de Isaac Newton, que considera el libro más importante que jamás se haya escrito. Pero cuando explica temas de ciencia prefiere ilustrar sus ejemplos con películas como Bichos”.

Tal y como aprendió de Carl Sagan, DeGrasse Tyson continúa comprometido con los jóvenes que desean acercarse a la ciencia. Su carácter y seductora capacidad para brillar en el showbusiness le permite además a expandir este mensaje a cualquier terreno: ha aparecido en un episodio de The Big Band Theory, en películas (como Batman vs Superman o Zoolander 2) y presta su voz a uno de los personajes de Ice Age: el gran cataclismo. Cuando le preguntan cómo hacer para que los niños se enamoren de la ciencia, responde con la ironía que le caracteriza: “Nos pasamos el primer año de la vida de un niño enseñándole a hablar y caminar. Y el resto de sus vidas les decimos que se callen y se estén quietos”. Un consejo que debería hacer reflexionar porque el método científico -les guste o no a esos mayores que prefieren que los niños estén quitecitos- consiste en probar. Probar siempre. Los genios siempre son inquietos.

Fuente: http://one.elpais.com/neil-degrasse-tyson-dificil-ensenar-ciencia-los-ninos-los-responsables-no-tienen-idea-lo/

Imagen: http://cienciajoven.cl/revista/wp-content/uploads/sites/12/2016/06/Muhr-Ciencia-Joven-Final-1.jpg

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Libro: Educar en el Asombro

Educar en el Asombro

  • Autora: CATHERINE L ECUYER
  • Nº de páginas: 182 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: PLATAFORMA
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788415577423

Sinopsis:¿Cómo lograr que un niño, y luego un adolescente, sea capaz de estar quieto observando con calma a su alrededor, capaz de esperar antes de tener, capaz de pensar, con motivación para aprender sin miedo al esfuerzo?Los niños crecen en un entorno cada vez más frenético y exigente que, por un lado, ha hecho la tarea de educar más compleja, y, por otro, los ha alejado de lo esencial. Para su éxito futuro vemos necesario programarlos para un sinfín de actividades que los están apartando del ocio de siempre, del juego libre, de la naturaleza, del silencio, de la belleza. Su vida se ha convertido en una verdadera carrera para saltar etapas, lo que les aleja cada vez más de su propia naturaleza. Muchos niños se están perdiendo lo mejor de la vida: descubrir el mundo, adentrarse en la realidad. Un ruido ensordecedor acalla sus preguntas, las estridentes pantallas saturan sus sentidos e interrumpan el aprendizaje lento de todo lo maravilloso que hay que descubrir por primera vez.Educar en el asombro es replantear el aprendizaje como un viaje que nace desde el interior de la persona, una aventura maravillosa facilitada por una consideración profunda de lo que reclama la naturaleza del niño, como el respeto por su inocencia, sus ritmos, su sentido del misterio y su sed de belleza.

Fuente de la reseña: http://www.casadellibro.com/libro-educar-en-el-asombro/9788415577423/2045542

Fuente de la imagen:  http://image3.casadellibro.com/a/l/t0/23/9788415577423.jpg

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7 cosas que hacemos los docentes y que matan la creatividad de los alumnos

Por Rocio López.

La creatividad consiste en asumir riesgos y, por eso, necesita de cierto entrenamiento emocional. Sí, como lo oyes, la creatividad se entrena. Es verdad que hay personas que tienen muy integrada esta capacidad, casi de forma innata; pero lo más frecuente es que, conforme resultamos victoriosos de los retos que nos hemos marcado, aumente la confianza en nosotros mismos y seamos capaces de afrontar nuevos desafíos.

Por eso, es esencial que los adultos –y en especial los maestros y padres– tengamos claro que nuestro papel es fundamental para el desarrollo de la creatividad en los niños y que, tal como existen algunas prácticas que son muy positivas para potenciarla, también las hay que no lo son para nada.

¿Quieres conocer cuáles son las prácticas que hacemos habitualmente en la escuela y matan la imaginación de nuestros alumnos? Continúa leyendo.

1. No saltarnos de tanto en tanto el temario

¡Qué locura dirás! Las planificaciones están bien, nos ayudan a organizarnos y cumplir unos objetivos; pero recuerda que de nada valen si no incluyen las motivaciones e intereses de tus alumnos. ¡Introduce las preocupaciones e ideas de tus estudiantes en el día a día!

  1. 2. Hacer todos lo mismo en plástica (u otras materias)

La Educación Plástica nos invita a crear y divertirnos, y pone en práctica nuestras habilidades desde el minuto 0. Sin embargo, por costumbre, tendemos a pedir a nuestros alumnos que repliquen modelos que los maestros ya les damos, es decir, que hagan todos lo mismo y de la misma forma: “Hoy vamos a hacer todos una manzana con plastilina”, “hoy toca pintar con acuarelas”.

Con esta práctica, estamos obviando su creatividad para resolver situaciones y les estamos negando la posibilidad de conocerse mejor a sí mismos. Planteémoslo, entonces, de la siguiente forma: “¿Por qué no buscáis una manera de expresar cómo os sentís hoy?” “¿Qué tal si hoy me mostráis algo que os guste mucho: ¡podéis utilizar la técnica que queráis!”

  1. 3. No dar el mismo valor a todas las Inteligencias y materias

Muchas asignaturas han desaparecido prácticamente de nuestros planes de estudio para dar preferencia a otras. El caso más claro es el de las Humanidades y de ahí que nuestros alumnos no tengan casi contacto con algunas áreas como la danza, el cine, el teatro o la poesía. Esto resulta una traba para que nuestros pequeños exploren sus propios talentos y puedan experimentar.

  1. 4. No premiar la iniciativa y la actitud emprendedora

¿Cuándo fue la última vez que premiaste la iniciativa? Si uno de tus alumnos se ha esforzado en encontrar una solución alternativa o ha hecho más allá de lo estrictamente demandado, ¡destácalo! Es importante que les recuerdes a menudo que no todo tiene por qué hacerse de la misma manera y que cada uno debe encontrar sus propias “maneras” de hacer las cosas.

  1. 5. No hablar de emociones

emocionesComo te decía al inicio del artículo, la creatividad se basa en gran parte en asumir riesgos y, para arriesgar, hay que confiar en uno mismo y tener una buena autoestima. Los niños necesitan de las palabras de ánimo y del afecto de sus referentes para ir ganando en seguridad dentro de los entornos que no conocen y así superar sus miedos en las materias o contenidos nuevos.

Así, es imprescindible que los maestros (y papás) estemos atentos a cómo se sienten nuestros alumnos, y les ofrezcamos el espacio para expresarse. Mirad algunas ideas que se pueden hacer en el cole.

  1. 6. Dar demasiada importancia a los errores

método boli verdeCuando nuestros alumnos se equivocan en su tarea, nuestra respuesta automática es la de corregirles e indicarles en qué han fallado. Por supuesto, es bueno detectar los errores para modificarlos y poder avanzar. Sin embargo, también lo es que les recordemos lo mucho que han aprendido, lo que sí que saben hacer bien y el esfuerzo que ponen a diario. En ocasiones este último mensaje queda más diluido, no ponemos tanto énfasis como en el anterior, y esto no es nada justo para el niño. En este sentido destacamos, por ejemplo, el método del bolígrafo verde que destaca los aciertos en lugar de los errores.

  1. 7. No tener tiempo para proyectos personales

El horario de estudios es ajustado pero… ¿por qué no incorporar un ratito para que los alumnos desarrollen sus propios proyectos? Es decir, si sienten curiosidad por los insectos o les apasionan los trenes, sería genial dedicar un tiempo semanal para que investiguen guiados por un adulto, por su profesor. Pues, al final, la curiosidad y el autoconocimiento son las bases para la creatividad.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/7-cosas-que-hacemos-los-docentes-y-que-matan-la-creatividad-de-los-alumnos/30324.html

Imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2015/11/mandalas-piedras-500×300.jpg

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La importancia de la creatividad infantil

Por: Velsid

La creatividad es un elemento muy importante que ayuda a desarrollar la capacidad de los niños, con la creatividad pueden ser más constructivos, creativos y tener pensamientos originales, ayudará a formarlos y afrontar los diferentes retos que se plantean en la vida.

La creatividad es la capacidad de crear, tener pensamientos originales, constructivos, creativos o divergentes, es uno de los elementos que se valoran mucho en la actualidad, por ello los especialistas apuntan que es una actitud que se debe promover y potenciar desde la infancia y a través de la imaginación.

Como padres debemos tener presentes la importancia de la creatividad y sus funciones, como decíamos, en ella participa activamente la imaginación, un proceso por el que los niños manipulan una información percibida anteriormente en el mundo real por los sentidos, y a partir de su manipulación crea una representación, es decir, los niños perciben mentalmente algo que no existe o está presente, por otro lado cabe destacar que la imaginación puede ser libre pero guarda una lógica relativa. Los expertos recomiendan que los niños desarrollen la imaginación para que puedan crear su lógica, no es recomendable ser excesivamente racionales o reales, es algo que no facilita la capacidad de imaginar y de ser creativo.

Sobre la creatividad hemos hablado en varias ocasiones, hemos invitado a que los padres contribuyan a estimular la creatividad infantil, a que los niños no sean reprimidos, ya que la creatividad es también un modo de explorar el mundo que les rodea y a la vez establecen soluciones a los problemas que se encuentran. Dar rienda suelta a la creatividad a través de los materiales y el espacio que necesiten, aún sabiendo que el juego creativo no casa con la limpieza y el orden, sobre todo si son niños pequeños.

De acuerdo que hay que poner límites, pero siempre en un contexto de tolerancia evitando el exceso de racionalidad y realidad, al respecto os recomendamos retomar la lectura del post Estimula la creatividad de tu hijo. Claro, que también hay que destacar algunas situaciones que facilitan el desarrollo de la creatividad, algunos psicólogos explican que el aburrimiento desarrolla la creatividad de los niños, por ello recomiendan dejar que se aburran como un modo de obligarles a pensar y desarrollar la imaginación, aunque esto no se aplica a todos los niños, se ha de diferenciar la etapa del desarrollo en la que están los niños.

Para potenciar y promover la creatividad infantil los padres tenemos muchos medios a nuestro abasto, facilitarles juguetes de construcción, juguetes musicales, actividades artísticas como la pintura, contar cuentos infantiles o historias imaginarias, juegos en los que los niños deban adoptar el papel de otros personajes, la verdad es que las posibilidades para promocionar la creatividad son muchísimas. Lamentablemente, en ocasiones los adultos reprimen sin darse cuenta la creatividad de los niños, las razones ya las hemos dado, quizá haya que volver a ser un poco más niño y no ser tan realista, menos racional y menos severo.

Por otro lado, la creatividad también ayuda a que los niños sean emprendedores en un futuro, al respecto os recomendamos leer el post Educación emprendedora. En sus líneas podemos leer “Todo el mundo nace creativo, a todos nos dan una caja de lápices de colores en la guardería”, son palabras de Hugh McLeod, un dibujante y escritor con unas ideas muy claras y un mensaje muy directo sobre lo que es la creatividad.

Tomado de: http://pequelia.republica.com/maternidad-paternidad/la-importancia-de-la-creatividad-infantil.html

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