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Chile: Ministerio de Educación anunció Proyecto de Ley de Educación Sexual Integral para el segundo semestre de este año

Por: Joana Carvalho

Durante la conmemoración el ministro Ávila declaró que la Subsecretaria de Educación ya ha recibido 247 denuncias por discriminación hacia estudiantes por su orientación sexual.

En la conmemoración del Día Internacional contra la Homofobia, Lesbofobia, Transfobia y Bifobia, y en general en contra a la violencia hacia todo el espectro de la comunidad LGBTIQ+, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, junto a la presidenta de Fundaciones de Presidencia, Irina Karamanos presentaron las principales iniciativas que impulsará el Gobierno para avanzar hacia una educación libre de discriminación.

Las autoridades de La Moneda fueron parte de un acto en conjunto con la Escuela Nanihue de la comuna de San Ramón, en donde también asistió el alcalde Gustavo Toro Quintana, la Seremi de Educación y concejales de la Región Metropolitana, al igual que activistas de la comunidad LGBTIQ+.

El ministro de Educación anunció que durante el segundo semestre de este año, el gobierno se comprometía a presentar el Proyecto de Ley de Educación Sexual Integral. “Un marco normativo que promoverá la formación y el respeto en todos los niveles de la enseñanza como parte fundamental de una educación igualitaria”, afirmó el jefe de la cartera.

El profesor detalló que la ley promoverá el desarrollo emocional de los y las estudiantes, reconocerá la diversidad sexual, cuestionará los estereotipos de género e impulsará la formación sobre derechos sexuales y reproductivos de las personas.

Además, agregó que “generar marcos normativos de quienes han sido históricamente excluidos es clave para nosotros, pero esto no lo hacemos desde lo legislativo, creemos en el trabajo con las comunidades”.

En ese sentido, la autoridad manifestó que unirían fuerzas con los y las trabajadores de la educación para hacerles parte de los programas de formación que tendrán foco en la creación de ambientes seguros y la prevención de la violencia sexista y homofóbica.

Asimismo, Ávila reconoció que esa instancia representaba el compromiso del Estado de establecer sus políticas públicas desde aquella dimensión, para que todas las comunidades se transformen en espacios como la de la Escuela Nanihue, la cual lleva años impulsando un proyecto de educación inclusiva.

“Hacia dónde tenemos que avanzar es que las escuelas sean espacios de acogida, de cariño, de comprensión, contención y sobre todo de formación en donde todas y todos podamos valorar la diversidad”, declaró la autoridad del Mineduc.

En el acto de conmemoración la Primera Dama, Irina Karamanos, se mostró contenta por ser parte de la instancia y expresó que el compromiso del Gobierno es unirse al trabajo de las comunidades educativas para lograr que “sea posible la diferencia”.

Karamanos también destacó que su objetivo de ese día era conversar acerca de los derechos de todas las personas y que ojalá no sea necesario siempre tener “que ponerse una bandera y luchar por existir para ser personas, para tener una cotidianidad”.

Ministerio de Educación anunció Proyecto de Ley de Educación Sexual Integral para el segundo semestre de este año

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Niños sin infancia

Por: Andreu Navarra

Un amigo profesor me explica que un par de sus sesiones con un grupo fueron sustituidas por un taller de Minecraft monitorizado por personal externo

Leo un interesante trabajo de Gregorio Luri10 tesis sobre el videojuego, y pienso: “Por fin algo de opinión basada en el logos y no en la doxa, un decálogo documentado y redactado desde la lógica, y no desde la urgencia o la conveniencia”. Porque el texto es valiente y está limpio de tópicos.

Cuando hablamos de juventud y educación, son precisamente los tópicos lo que más sobra y la vez lo que más abunda. Cuenta Luri que afirmar que el exceso de videojuegos es perjudicial resulta una perogrullada. Porque es nocivo cualquier exceso, no sólo el de videojuegos. Una copa de vino es saludable: cinco botellas podrían resultar mortales. Una manzana es sana y depurativa, treinta resultarían venenosas. Por lo tanto, hay que ampliar la lente. Porque resulta que existen estudios que demuestran que el consumo de juegos violentos no te convierte en violento. Para orientarnos en los diagnósticos de lo que les ocurre a nuestros jóvenes, el camino correcto es poner el acento de la observación de lo que hacen los adultos. Para darnos cuenta, por ejemplo, de qué tipo de infancia enjaulada estamos proporcionando a nuestros niños. Se pregunta Luri, y tiene razón, cuántos de nuestros niños han tenidos cabañas en el árbol, y cómo jugaban nuestros abuelos. Y tiene razón: descabezaban gatos, despanzurraban perros, se arrojaban pedruscos…

Lo cual me hace pensar en qué tipo de pedagogía floral estamos proporcionando a nuestros menores. Para averiguarlo no hace falta más que charlar con los alumnos de primero de ESO. Dicen que en la escuela “no hacían nada, sólo dinámicas”. No estoy en contra de la educación emocional, pero sí de que sustituya el vector técnico y el tiempo que se debe invertir en adquirir contenidos académicos. La primaria no puede convertirse en una policía moral y emocional. Esa utopía evangélica y ese control podrían estar detrás de algunas explosiones actitudinales incomprensibles en secundaria, que todo profesor ha presenciado y para las que actualmente no hay respuesta.

La educación emocional no se puede convertir en un intento de domesticación socioeconómica. Para educar en valores y en carácter, ya teníamos la ética. El desmoche de las Humanidades traerá un aumento de la visceralidad mental, no un descenso de la rebeldía. La rebeldía seguirá existiendo, pero no asomará bajo la forma del reformismo, sino como constelación de motines banales.

Me escribe un amigo profesor. Me explica que un par de sus sesiones con un grupo fueron sustituidas por un taller de Minecraft monitorizado por personal externo a su centro. Me escribe porque está perplejo: tuvo que situarse en el fondo del aula para vigilar que la clase no se desmandara. Los alumnos jugaban excitados, profiriendo gritos de victoria o decepción según iban ganando o no misiones del videojuego. Lo que no consiguió entender fue la finalidad educativa de las partidas: era verdad que los monitores se expresaban en inglés, pero no había nada que aprender: se trataba de una sesión recreativa. Lo que puede llevarnos a lanzar algunas hipótesis: ¿no tendrá que ver el llamado Nuevo Paradigma educativo con nuestra imposibilidad como adultos para proporcionar una niñez infantil, imaginativa, aventurera, creativa, memorable? ¿No se estará convirtiendo nuestra escuela en el salón recreativo que ya no puede ser el hogar, por la crudeza extrema del mercado laboral? ¿Estará tratando el sistema educativo de reemplazar a unas familias incapaces ya de educar, por asfixia o por negligencia lúdica?

¿En qué punto cambiamos los objetivos pedagógicos por las actividades de ocio en nuestros centros docentes? Nuestras cúpulas políticas ya no desean que los profesores enseñen: la idea de fondo es que, juntos, exprofesores y alumnado se conviertan en copartícipes de juegos que contribuyan a apuntalar una ilusión de éxito social, de equidad o de inclusión. Hay incluso quien piensa que lo progresista es que el docente acabe metamorfoseado en un creador de contenidos molones.

¿Qué tipo de sociedad puede aflorar ante todas estas estas necedades? Paralelamente, nos obsesionamos con el futuro de nuestros hijos (y con sus rendimientos, en una clave taylorista) y les robamos con ello su presente y su biografía memorable. Nos hundimos en rutinas y ortodoxias, y nos llevamos con nosotros a nuestra juventud, para que sea igual de conformista. Les proporcionamos una infancia sin aventuras y sin diversiones alocadas. Su presente necesita expansión, vida y vacaciones de moralidad. Me cuentan mis alumnos de primero de ESO que sus tutoras buscaban conflictos donde no los había. Deseamos crear ángeles y ciudadanos luminosos desde muy temprano, donde lo que hay es personas. ¿Cómo debe reaccionar un niño ante la pedagogía de la felicidad si no le da la gana ser feliz ni luminoso, o no siempre? ¿Es que no existen la rabia y la protesta, la tristeza y la negación? ¿Qué profesor inteligente no se alegra de que su mejor alumnado sea contestatario y rebelde? Confundimos el capricho con la revolución, la seguridad con la creatividad. Intentamos moldearlos en una estrechez moral contraproducente. Qué desgracia tener que vivir en esta época neovictoriana. Ya lo dijo Albert Camus: el hombre rebelde es el hombre que ha aprendido a decir no. Nuestros sermones pueden resultar bastante hipócritas, porque la vida libre no es moral, es vida.

Nos da miedo que nuestros jóvenes experimenten y construyan su libertad. Nuestros hijos no son ángeles ni artefactos ideológicos. Dejemos que jueguen, y dejemos, luego, que aprendan y que adquieran responsabilidades. Que entiendan cómo es el mundo en realidad y no en nuestras utopías. Les estamos robando su autonomía y su derecho a cuestionar, porque nos creemos superiores y consolidados, cuando lo que más le mostramos es puro miedo derivado de nuestra pura desorientación.

Por descontado, afortunadamente, muchos de nuestros jóvenes nos dirán no.

Fuente: https://elpais.com/educacion/2021-02-17/ninos-sin-infancia.html

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¿Se puede enseñar a ser feliz en tiempos de COVID-19?

Por: José Carlos Vázquez Parra*


“Los alumnos necesitan competencias que les permitan disfrutar de una vida plena, afrontar su entorno desde su propia realidad a partir de múltiples actividades de reflexión, análisis y pensamiento positivo”.

El estado emocional de los estudiantes es una pieza clave en su proceso de formación. Nuestras aulas presenciales o virtuales son espacios de aprendizaje vivo donde los estudiantes se preparan para enfrentar la nueva realidad y comprender el mundo incierto que nos ha tocado vivir. A raíz de la pandemia por COVID-19 y el confinamiento, las búsquedas en Internet relacionadas con sintomatología de enfermedades mentales han repuntado significativamente (Ayers et al., 2020). Conocer qué piensan los alumnos y cómo se sienten es fundamental para propiciar una vivencia estudiantil exitosa dentro y fuera de las aulas.

Según un estudio realizado por el Instituto de Modelización de Enfermedades en los Estados Unidos, durante el transcurso de la pandemia, las búsquedas en Internet relacionadas con la ansiedad alcanzaron un pico alarmante el día 28 de marzo de este año, elevándose un 54 % arriba de todos los años anteriores. Cuestionamientos como “¿estoy teniendo un ataque de pánico?”, “signos de ansiedad” y “síntomas de un ataque de ansiedad”, son las combinaciones de búsquedas más recurrentes, dando muestra de una necesidad de salud pública difícil de negar durante esta crisis sanitaria. En general, el estudio plantea que 1 de cada 4 personas de entre 18 a 24 años, ha tenido sintomatología de ansiedad, estrés o incluso pensamientos suicidas durante el estado de aislamiento. De acuerdo con Benjamin Althouse, líder de esta investigación, esta es la cifra más alta que jamás se haya tenido, siendo una muestra de que las personas se sienten ansiosas, nerviosas, estresadas y por consecuencia, infelices (Rius, 2020).

“A través de actividades de autoconocimiento e interacción con el resto del grupo, los alumnos desarrollan competencias de bienestar, autorregulación y pensamiento sistémico”.

La psicología positiva se define como el conjunto de estudios científicos de las experiencias positivas, los rasgos personales y las instituciones y programas que ayudan a mejorar la calidad de vida de los individuos, lo que permite prevenir la presencia de malestares psicológicos o alteraciones emocionales a causa de factores internos o externos a las personas. Tanto la psicología positiva, como las ciencias de la felicidad, pretenden identificar las fortalezas y virtudes humanas, pudiendo así adoptar una perspectiva más abierta respecto al potencial humano, sus motivaciones y capacidades (Contreras & Esguerra, 2006).

Desde la perspectiva de la psicología positiva y de las ciencias de la felicidad, el mundo contemporáneo significa un reto para la mayoría de los seres humanos (Blasco, 2020). Los cambios tecnológicos, políticos, sociales, ambientales y de salud, han llevado a generaciones como los Millennials, la generación Z y la temprana generación Alpha, a enfrentarse al reto de aprender a vivir en un estado de constante cambio. Esta realidad implica tener que adaptarse ante un entorno histórico y social lleno de incertidumbre, y como consecuencia, la necesidad de desarrollar y adquirir habilidades emocionales que les permitan hacer frente a un estado fluido y en movimiento (Deloitte, 2017) (Aparicio, 2016).

El rol de las universidades ante el desarrollo emocional de sus estudiantes

Las universidades tienen que ampliar su oferta de cursos más allá de lo disciplinar. No basta con formar futuros profesionistas si no tienen las competencias que les permitan disfrutar de una vida plena. Los jóvenes llegan a las aulas buscando adquirir conocimientos teóricos y prácticos, así como también responder a preguntas relacionadas con su vida y los procesos de socialización que les implica incursionar en el mundo adulto.

“En palabras de mis estudiantes: el bienestar emocional es algo que pocas instituciones ponen atención, salvo que se vuelva un problema”.

En respuesta a esta situación, el Tecnológico de Monterrey (2019) ofrece un conjunto de unidades de formación denominadas de educación general, las cuales se enfocan en desarrollar competencias sociales y emocionales para complementar la formación universitaria desde un enfoque más integral. Claves de la Felicidad para el Florecimiento Humano es una asignatura sustentada en la reflexión y el análisis filosófico, que tiene por objetivo que los estudiantes descubran una visión más amplia de su vida, su entorno y sus emociones.

A través de actividades de autoconocimiento e interacción con el resto del grupo desarrollan competencias de bienestar, autorregulación y pensamiento sistémico, así como técnicas de relajación y de pensamiento positivo. Estos conocimientos brindan a los jóvenes, herramientas para poder hacer frente a los desafíos de su actual etapa de vida y en general, del mundo incierto.

Acciones ante las emociones negativas

En palabras de mis estudiantes, “el bienestar emocional es algo que pocas instituciones ponen atención, salvo que se vuelva un problema”. Algunos de ellos perciben esta materia Claves de la Felicidad para el Florecimiento Humano como la mejor selección que pudieron hacer en este momento concreto, pues les ha dado la oportunidad de afrontar su entorno desde su propia realidad, a partir de múltiples actividades de reflexión, análisis y pensamiento positivo.

A continuación, les comparto un ‘botiquín’ de primeros auxilios emocionales que puede ayudarles a afrontar situaciones como la angustia del encierro, las dificultades económicas del hogar, o incluso, la pérdida de un ser querido. Con este botiquín podemos equilibrar el estado emocional cuando presentamos pensamientos negativos, que, aunque no son del todo malos, es necesario neutralizar para que no se vuelvan demasiado profundos.

  • Identifica tus emociones. Desarrolla la capacidad de identificar cuando se despierta una emoción negativa, para poder afrontarla. Pregúntate, ¿cómo me siento el día de hoy?

  • Construye una red de apoyo. Estructura una red de apoyo que pueda acompañarte en momentos difíciles.

  • Busca un consejo. Identifica a alguna persona que pueda darte un buen consejo en situaciones de incertidumbre.

  • Equilibra lo que sientes. Reconoce detonadores de emociones positivas (como la música, el arte, algún pasatiempo o lugar) que te ayuden a neutralizar sentimientos negativos.

  • Pide ayuda. Ten a la mano información de atención psicológica u orientación emocional para aquellas situaciones que no podamos afrontar de manera personal, como sería la línea de ayuda que nos ofrece la institución.

Es importante recordar que para sentirnos bien es necesario saber identificar y reconocer las emociones que tenemos, así como los factores que detonan el bien o malestar en nuestras vidas. También debemos recordar que no estamos solos, y que siempre habrá alguien que puede apoyarnos en este proceso de equilibrio emocional.

Una materia flexible ante el COVID-19

La asignatura Claves de la Felicidad para el Florecimiento Humano es relativamente nueva y forma parte de la oferta del Modelo Tec21 que arrancó su implementación en agosto del 2019. Se ha perfilado como una materia en constante evolución que se adapta al entorno y se configura como una unidad de formación viva que, aunque respeta su esencia pedagógica, se mantiene actualizada sobre el perfil, realidad y necesidades de sus participantes.

La crisis sanitaria de COVID-19 nos hace voltear al desarrollo del autoconocimiento y la reflexión personal como elementos fundamentales de la formación de nuestros estudiantes. Paralelamente al desarrollo profesional, todas las personas debemos comprender el rol que desempeñamos ante la nueva realidad, y lo que va a significar en nuestras vidas el mundo pos-COVID. Por ello, es que este tipo de espacios académicos responde a esta necesidad de incluir el desarrollo de herramientas emocionales para afrontar el aislamiento y de forma colaborativa, trabajar en la sensibilización que debemos tener como individuos ante las nuevas formas de convivencia social.

La flexibilidad de los cursos no solo recae en la incursión de modelos de impartición y convivencia digital, sino también en la capacidad que se tiene para adaptarnos ante el mundo y la información incierta y cambiante que reciben nuestros estudiantes. Como universidad, se debe promover el desarrollo de competencias de pensamiento analítico y crítico, que se configuren como herramientas útiles para que los estudiantes consigan afrontar su realidad y las decisiones que deban tomar al respecto.

Este artículo plantea un ejemplo de lo que se puede hacer en una unidad de formación, asimismo, nos permite apreciar la amplitud de posibilidades que tenemos para hacer de cada materia una oportunidad de reflexión sobre la vida de nuestros estudiantes que vaya más allá de su exclusiva formación disciplinar.

Acerca del autor

El Dr. José Carlos Vázquez Parra es Licenciado en Psicología, Maestro en Educación y Doctor en Estudios Humanísticos. Cuenta con más de cien publicaciones sobre temas de ética, racionalidad humana y estudios de género. Es Profesor-investigador de la Escuela de Humanidades y Educación.

Referencias

Aparicio, P. (2016). La inclusión de las nuevas generaciones en contextos de desigualdad e incertidumbre: Perspectivas educativas y laborales en América Latina y el Caribe. Revista Histedbr On-line, 16(70). doi:https://doi.org/10.20396/rho.v16i70.8649167

Ayers, J., Leas, E., Johnson, D., Poliak, A., Althouse, B., Dredze, M., & Nobles, A. (2020). Internet Searches for Acute Anxiety During the Early Stages of the COVID-19 Pandemic. JAMA Internal Medicine. doi:10.1001/jamainternmed.2020.3305

Blasco, L. (28 de mayo de 2020). Coronavirus. Entrevista con Laura Rojas-Marcos: «Estamos aprendiendo a gestionar la incertidumbre». BBC News Mundo. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-52676383

Contreras, F. & Esguerra, G. (2006). Psicología positiva: una nueva perspectiva en psicología. Revista Diversitas. Vol. 2, No. 2.

Deloitte. (Mayo de 2017). Las 6 mayores preocupaciones de los Millennials. Encuesta Millennials 2017: buscando estabilidad y oportunidades en un mundo de incertidumbres. Deloitte. Obtenido de https://www2.deloitte.com/es/es/pages/human-capital/articles/6-mayores-preocupaciones-millennials.html

Rius, M. (12 de marzo de 2020). Consejos para lidiar con la incertidumbre personal y laboral que ocasiona la crisis del COVID-19. La Vanguardia. Obtenido de https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20200311/474087418640/coronavirus-gestionar-incertidumbre-miedo.html

Tecnológico de Monterrey. (20 de marzo de 2019). Educación general y soporte a la visión. Obtenido de Vicerrectoría Académica y de Innovación Educativa: http://sitios.itesm.mx/va/planes_de_estudio/2_7ES.htm

Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Observatorio de Innovación Educativa

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-bits-blog/estudiantes-felices-en-tiempos-de-covid-19

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La educación nos hace mejores

Uno para todos es una película necesaria porque plantea que hay que repensar cómo educamos y la importancia de centrarnos en lo esencial»

«La película nos recuerda algo mucho más importante: no hay educación sin afecto. Del profesor hacia su alumnado, del alumnado entre sí»

«Un profesor puede cambiarte la vida y un alumno también. La escuela puede ser el lugar donde nacen los sueños, donde se aprende a convivir y donde se desarrollan valores humanos».

Acabo de ver Uno para todos, una película de David Ilundain -director de Bárcenas– protagonizada por David Verdaguer. Se basa en una historia real: un maestro interino es destinado a la escuela pública de un pueblo que no conoce, donde será tutor de una clase de sexto de primaria y tendrá que gestionar la reincorporación al aula de un alumno enfermo de leucemia y las relaciones dentro del grupo. De aquella experiencia nació el “Proyecto Guillén”, que buscaba mantener el contacto emocional entre un alumno ausente y sus compañeros a través de un blog con los contenidos que se impartían en clase y que se grababan en vídeo. Esta situación puede parecer un caso singular, pero no lo es ya que en España, por ejemplo, se diagnostican 1.400 cánceres infantiles al año. Quizá por reflejar un hecho real y por el buen trabajo del director y los actores, la película es verosímil y logra conmover al espectador sin tirar de recursos fáciles.

Aunque la historia principal se produce en torno a Carlos, el niño enfermo, la película es, al tiempo, un homenaje al profesorado interino. A esos profesionales marcados por la inseguridad, por la angustia de tener que aprobar las oposiciones, por la incertidumbre de ser llamados o no para poder trabajar, por el temor de la vuelta del profesor titular. Ese profesorado empieza cada curso en un centro o localidad diferente a la que se llega con una maleta cargada de libros y, a veces, de tabaco para soportar la soledad. Son personas que se mueven en ese difícil equilibrio entre el intento de no comprometerse afectivamente con algo que es efímero y los enamoramientos y amores imposibles. Pero combinan una fértil mezcla de entusiasmo, capacidad de adaptación y supervivencia, empatía y amor a la escuela.

Aleix es muy creíble porque no es el profe superguay, sino un profesor normal, que tiene recursos como aprenderse el nombre de sus alumnos desde el minuto uno y controlar bien la clase. Que les ayuda a pensar, les hace trabajar en equipo y va mejorando el espacio físico del aula. Pero es también una persona con sus problemas familiares, con un pasado laboral de precariedad, sus miedos a no saber gestionar el conflicto y su necesidad de encontrar afecto.

El buen cine educativo no abunda en España. Es aquel que plantea la aventura de educar a partir de una situación escolar concreta y que desarrolla el juego de relaciones y emociones entre un grupo de alumnos muy diversos en un contexto determinado. Ilundain huye de ese tipo de cine que convierte a los profesores (generalmente hombres, aunque sea una profesión muy feminizada) en superhéroes que con una guitarra o siendo más macarras que los alumnos malotes se hacen con la clase. Se inserta más en la excelente tradición francesa de cine sobre educación que nos ha dejado joyas como Hoy empieza todo, Ser y tener, La clase o Los chicos del coro.

Es una película necesaria porque plantea que hay que repensar cómo educamos y la importancia de centrarnos en lo esencial (en este caso, en un conflicto que bloquea la clase). Y es más necesaria aún en estos raros tiempos de pandemia. Tiempos en los que no se garantiza la seguridad ni la presencialidad; en los que las familias se ven obligadas a elegir entre educación y seguridad, ante la caótica organización de vuelta a la escuela. Los poderes públicos tienen la obligación de intentar conseguir la máxima seguridad posible. Para ello hay que invertir lo que sea preciso. Y aunque el Gobierno central ha puesto 2.000 millones de euros a disposición de las comunidades autónomas, no es una cifra suficiente y hay que recordar que todavía se deben 9.000 millones a la educación por los recortes de la etapa Rajoy. También le ha faltado valentía del Gobierno central para fijar una ratio máxima que obligase a organizar espacios, desdoblar grupos y contratar a profesorado interino –como Aleix-, algo que han hecho masivamente países como Italia.

La película habla del uso de la tecnología (vídeojuegos) para trabajar en común, crear cohesión e integrar al alumno que no puede asistir a clase por estar hospitalizado. Pero la película nos recuerda algo mucho más importante: no hay educación sin afecto. Del profesor hacia su alumnado, del alumnado entre sí, superando los graves problemas de convivencia existentes que vuelven aflorar como todo lo que no se trata y cura. Es irrenunciable la presencialidad, porque sin afecto el proceso de educación-aprendizaje no funciona de forma óptima y porque con la educación online un tercio del alumnado se descuelga y aumentan las desigualdades educativas y sociales.

Como decía Dantón, la educación siempre debe ser lo primero. Porque se educa fundamentalmente para ser personas. Porque su finalidad es esa: acompañar a los niños y niñas y a la juventud en su proceso de convertirse en individuos formados, informados y comprometidos con la mejora de su sociedad. Porque les ayuda a crecer, a superar etapas en su desarrollo emocional y moral. Y, efectivamente, un profesor puede cambiarte la vida y un alumno también. Porque la escuela puede ser el lugar donde nacen los sueños, donde se aprende a convivir y donde se desarrollan los valores humanos.

Fuente: https://www.cuartopoder.es/ideas/2020/09/23/la-educacion-nos-hace-mejores-agustin-moreno/

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El desarrollo emocional es tan importante como el académico

Por: Yolanda Heredia Escorza

 

“La pandemia que atravesamos por COVID-19 ha hecho que los estudiantes tengan que lidiar con sentimientos de aislamiento, frustración, aburrimiento, ansiedad y estrés; esto trae consigo una respuesta de desesperanza, depresión y enojo”.

La ansiedad causada por el aislamiento social que vivimos por el COVID-19, los retos virales peligrosos en redes sociales, el ciberacoso, el acoso escolar, entre muchas otras situaciones, son ejemplos reales a los que están expuestos nuestras niñas, niños y jóvenes, las cuales van en aumento. Hoy más que nunca es necesario desarrollar en forma consciente y sistemática las habilidades socioemocionales que necesitan los estudiantes para afrontar con éxito circunstancias cambiantes, inciertas y desconcertantes como la que están experimentando actualmente; además de lo que les tocará vivir más adelante en su vida de adultos.

La pandemia que atravesamos reafirma la necesidad de preparar a los estudiantes en el manejo de sus emociones. Quedarse en casa y llevar sus estudios -en el mejor de los casos- por medios electrónicos, ha tenido ya consecuencias emocionales en ellos. Lidiar con el sentimiento de aislamiento, frustración, aburrimiento, ansiedad o estrés, trae consigo una respuesta de desesperanza, depresión o hasta enojo.

“Debemos desarrollar en forma consciente y sistemática las habilidades socioemocionales que necesitan los estudiantes para afrontar situaciones inciertas y desconcertantes que actualmente enfrentan ante la pandemia por COVID-19”.

En este mismo contexto, las familias tienen que cumplir con sus obligaciones laborales, las tareas del hogar, a la vez que apoyan y supervisan las actividades escolares de sus hijos, lo que no necesariamente saben hacer de manera adecuada, provocándoles angustia y estrés. Quienes son docentes enfrentan la impotencia de no estar cerca de los alumnos, la angustia que causa no tener las herramientas tecnológicas o no saber cómo usarlas adecuadamente, esto provoca una pérdida de control para orientar mejor al estudiantado.

Cuando las personas desarrollan madurez emocional están mejor equipadas para adaptarse a nuevas situaciones con mayor facilidad; a dominar el miedo y la angustia que causa la ruptura de la rutina y orientar su energía para buscar formas adecuadas a las circunstancias que viven.

¿Qué son las habilidades socioemocionales?

El desarrollo de las habilidades socioemocionales ha sido objeto de estudio especializado por psicólogos, neurocientíficos, y educadores. El término Inteligencia Emocional (IE) fue introducido por primera vez por Mayer, J. D. y Salovey, P. (1997) la definen como la parte de la inteligencia social que incluye habilidades para: percibir, valorar, y expresar emociones con exactitud, acceder o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; comprender las emociones y regularlas promoviendo un crecimiento emocional e intelectual. A estas capacidades se les llama en su conjunto, habilidades socioemocionales (entrevista a Marc Brackett, 2019).

A la fecha, se han realizado múltiples investigaciones sobre las habilidades socioemocionales y con ello, la creación de instrumentos para medirlas, así como el diseño de programas educativos para desarrollarlas. Por estas necesidades es como surge un nuevo campo de estudio: el aprendizaje socioemocional (SEL por sus siglas en inglés) (Nathanson, L., Rivers, S. Flynn, L & Brackett, M. A. 2016; Malti, T & Noam, G. G. 2016).

No fue sino hasta el 2016, que en México se les dio lugar a las habilidades socioemocionales en el currículum de educación básica, y se ha ratificado en los actuales planes y programas de estudio (Acuerdo número 07/06/17). Aun así, los docentes deben perfeccionar las estrategias didácticas para su desarrollo, así como la publicación de investigación científica sobre el tema en poblaciones mexicanas. Por lo que este campo disciplinar, nuevo en nuestro país, está abierto para llevar a cabo intervenciones e investigación que aporten conocimiento para los docentes.

Programas educativos para desarrollar habilidades socioemocionales

Uno de los programas educativos que ha tenido más difusión y aplicación a nivel mundial es el realizado por el Centro para la Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale. El Programa RULER formado por el acrónimo (Recognize, Understand, Labeling, Express, Regulate) ha sido implantado en muchas escuelas de educación básica y educación media con excelentes resultados. Este programa se basa en cuatro sencillas herramientas que son implementadas en el aula, la escuela y también en casa.

Cuatro herramientas del Programa RULER

  1. El acuerdo emocional

  2. El medidor emocional

  3. El metamomento

  4. El plano emocional

El interés del Centro para la Inteligencia Emocional es apoyar a las escuelas. Una vez que lo conoces, el programa es fácil adaptarlo a casi cualquier institución siempre y cuando toda la comunidad escolar esté consciente de su utilidad (Brackett, M. A. Rivers, S., Reyes, M. & Salovey, P. 2012).

Otro programa que existe en nuestro país para estudiantes del nivel medio superior es Construye T diseñado y desarrollado con apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y la Secretaría de Educación Pública, se aplica en los planteles de este nivel. Los materiales para alumnos y docentes los pueden consultar en el sitio y también es fácil adaptarlo a cada plantel.

La decisión de usar cualquiera de los programas debe venir de la comunidad escolar, esto es, una decisión colegiada para que todos los profesores, directivos, personal administrativo y familias se comprometan en su aplicación tanto dentro del salón como fuera de él. Cuando todos entienden la utilidad de implementarlo es más sencillo que los alumnos lo experimentan cotidianamente, el clima emocional de la escuela se vea fortalecido y las personas que conforman la comunidad sean capaces de regular sus emociones.

Investigaciones realizadas por alumnos del Tecnológico de Monterrey

A continuación, les comparto resultados relevantes derivados de investigaciones e intervenciones realizadas por los alumnos de la maestría en educación del Tec de Monterrey en diferentes niveles educativos.

  • Nivel maternal
    Con un rango de edad de 2 a 3 años después de una intervención de 25 sesiones durante 5 semanas: ”Un 46 % de los alumnos podía identificar las cuatro emociones básicas: alegría, enojo, tristeza y aburrimiento en los juguetes elaborados para este fin y, asociarlas con un sonido específico. El 25 % podía imitar la emoción que veía en los juguetes y poco a poco a identificarla en otros compañeros. Empezaron a reír más, la conducta de morder a otro compañero fue eliminado en un 100 %. El llanto disminuyó un 19 % y los gritos un 12 %, debido al hecho de que los infantes estudiantes comenzaron a usar el lenguaje oral para expresarse, pedir ayuda y establecer límites. Los golpes, utilizados principalmente como un medio para establecer límites, también fueron eliminados al 100 %. Finalmente, un aumento del 71 % de los estudiantes establece límites a través de expresiones como «No», «No es así» y «Eso no es amable». Del mismo modo, hubo un aumento del 35 % en los estudiantes que solicitaron ayuda para resolver las diferencias al tratar con otros” (Tesista María Minerva Méndez Zarazúa, 2018). Estos logros son impresionantes considerando que son niños muy pequeños de edad.

  • Nivel primaria

    “En alumnos de segundo de primaria al cabo de trabajar en el salón durante un semestre son capaces de nombrar las emociones que sienten, representar la emoción con un color. Durante las actividades se observó mayor atención por parte de los alumnos, participando el 100 % de manera activa durante los momentos en los que se compartían aprendizajes. El 65 % de los alumnos modificaron actitudes o hábitos relacionados a su aprendizaje de manera intencionada. Se logró clarificar diversos conceptos (meta, enojo, alegría, tristeza, temor). En las actividades realizadas de manera cooperativa, no se reportaron incidentes en los equipos de trabajo, el 100 % de los alumnos participó en la consecución de la meta u objetivo a realizar” (Tesista María José García López, 2019).

  • Nivel educación media

    En un bachillerato tecnológico en el que los alumnos llevan el programa Construye T se encontró que este programa logra aumentar la inteligencia emocional de los estudiantes, medida a través de la prueba del perfil de competencia emocional (PEC por sus siglas en inglés).

Conforme los alumnos avanzan en su trayectoria escolar se encontró que las capacidades de percepción, comprensión y regulación emocional aumenta. En el estudio los alumnos de sexto semestre obtuvieron un mayor puntaje que los alumnos de cuarto y segundo semestre. Estas capacidades son de vital importancia para la adaptación a los entornos y contribuyen sustancialmente al bienestar psicológico y al crecimiento personal de los alumnos, lo que demuestra la eficiencia del programa. La investigación completa está en proceso de publicarse en una revista indexada.

Estos ejemplos nos dan una idea sobre lo valioso que resulta invertir tiempo y esfuerzo en el desarrollo de las competencias socioemocionales en los niños, adolescentes y jóvenes. A largo plazo desarrollamos personas adultas más felices y encaminados al bienestar. También los adultos podemos utilizar las herramientas y procedimientos del programa RULER que nos ayuden a regular nuestras emociones en forma sana todos los días.

Una vez que se renueve la asistencia a las escuelas en todos los niveles educativos y nos enfrentemos a la nueva realidad, será necesario realizar esfuerzos adicionales para fortalecer las habilidades socioemocionales en los estudiantes con la finalidad de disminuir la carga de emociones negativas causadas por el aislamiento social y las posibles carencias materiales que pueden enfrentar. Es importante reconstruir su confianza y fomentar la responsabilidad del autocuidado que entre otros factores se relaciona con la madurez emocional, independientemente de la edad de la persona.

Acerca de la autora

Yolanda Heredia (yheredia@tec.mx) es profesora investigadora de la Escuela de Humanidades y Educación. A lo largo de 20 años ha dirigido más de 40 tesis de maestría y 15 disertaciones doctorales. Ha publicado libros, capítulos de libros y artículos en revistas arbitradas.

Referencias

Brackett, M. A. Rivers, S., Reyes, M. & Salovey, P. (2012). Enhancing academic performance and social and emotional competence with the RULER feeling words curriculum. Learning and Individual Differences 22 (2012) 218–224 disponible en https://doi.org/10.1016/j.lindif.2010.10.002

Diario oficial de la Federación. Ley General de educación. ACUERDO número 07/06/17 por el que se establece el Plan y los Programas de Estudio para la Educación Básica:    Aprendizajes clave para la educación integral. Disponible en http://www.dof.gob.mx/nota_detalle_popup.php?codigo=5488481

García López, M.J. (2019). Desarrollo de habilidades socioemocionales en Educación Básica. Tesis de maestría

Guimon, P. Entrevista a Marc Brackett. (2019). El País diario semanal. Disponible en https://elpais.com/elpais/2019/02/21/eps/1550759747_675256.html

Mayer, J. D.-Salovey, P. (1997): What is emotional intelligence? En P. Salovey y D.  Sluyter (Eds). Emotional Development and Emotional Intelligence: Implications for Educators (pp. 3-31). New York: Basic Books.

Malti, T & Noam, G. G. (2016) Social-emotional development: From theory to practice, European Journal of Developmental Psychology, 13:6, 652-665, DOI: 10.1080/17405629.2016.1196178.

Mendez Zarazua,M.M (2018). Emociones para llevar. Tesis de maestría.

Nathanson, L., Rivers, S. Flynn, L & Brackett, M. A. (2016). Creating Emotionally    Intelligent Schools With RULER. Emotion Review Vol. 8, No. 4 (October 2016) 1– 6 DOI: 10.1177/1754073916650495

SEP. (s/f). Programa de desarrollo socioemocional para la educación media superior ConstruyeT Disponible en: https://www.construye-t.org.mx/que-debemos-hacer

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-bits-blog/importancia-del-desarrollo-emocional-estudiantes

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Colombia logra una reducción del 11% en las notificaciones de muertes de niños menores de 5 años asociadas a desnutrición

América del Sur/Colombia/15-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.publimetro.co

La Gran Alianza por la Nutrición es liderada por la Primera Dama, María Juliana Ruiz.

La desnutrición en la primera infancia es un problema que afronta el Gobierno Nacional de Colombia y para esto ha encontrado alternativas en pro de disminuir las cifras que año tras año mostraban un panorama poco alentador.

Para entender un poco sobre este tema, un niño menor de 5 años con desnutrición crónica tiene, en promedio, en su vida adulta, 14,6 puntos menos de coeficiente intelectual, 6 años menos de escolaridad, y percibe 54% menos de salario que el adulto que en su primera infancia no padeció de ese tipo de desnutrición.

Por esta razón toma relevancia que hace apenas unos días, en el marco de la celebración del primer año de la Gran Alianza por la Nutrición, una iniciativa liderada por la Primera Dama de la Nación, María Juliana Ruiz, y la Consejería Presidencial para la Niñez y Adolescencia, se dieron a conocer algunas cifras que respaldan la labor realizada hasta este momento.

En 2019 se logró la reducción del 11% en las notificaciones de muertes de niñas y niños menores de 5 años por y asociadas a desnutrición, cifra que aunque no satisface, sí motiva para seguir trabajando por este tema.

Sobre este tema, la Primera Dama indicó que “estamos celebrando un año de trabajo colaborativo, coordinado y decidido en pro de una causa nacional. El trabajo que nos permite decir hoy, con orgullo, que estamos trabajando para reducir esos indicadores negativos de muerte por desnutrición en nuestro país. Gracias, porque con el aporte de todos esos actores que han tomado la decisión de involucrarse, con una participación estratégica, estamos contribuyendo al desarrollo de nuestro país”.

Así mismo, manifestó que “pensar en nutrición, es pensar en crecimiento, en fortalecimiento de capacidades, en fortalecimiento del desarrollo cognitivo y emocional del futuro de nuestro país”.

En el marco de esta estrategia, que moviliza y coordina a actores públicos, privados, sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, organismos de cooperación internacional y academia en torno a la nutrición, se destaca la participación de la Fundación Éxito, la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco), la Cámara de Alimentos de la ANDI y la Fundación Saldarriaga Concha.

En esta iniciativa, la Fundación Éxito, ha liderado una agenda académica, social y de participación comunitaria para promover la lactancia materna, encabezó la Lactatón Nacional en agosto de 2019, reuniendo a cerca de 22 mil mamás ejemplares que, en 21 departamentos y 86 municipios, ratificaron que la lactancia es el acto de amor que más alimenta.

Así mismo, la Fundación Éxito, integrante activo de esta iniciativa, promovió la atención de 38.346 niños y niñas con la complementación de su alimentación, que se suma a la oferta de atenciones del ICBF.

La meta para 2030 es unir esfuerzos para erradicar todas las formas de malnutrición, especialmente la desnutrición crónica. Se trata de una gran oportunidad para la Gran Alianza por la Nutrición de trabajar por la seguridad alimentaria y el desarrollo económico y social del país.

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/estilo-vida/2020/03/10/colombia-logra-una-reduccion-del-11-las-notificaciones-muertes-ninos-menores-5-anos-asociadas-desnutricion.html

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Los niños amados se convierten en adultos que saben amar

Por: Raquel Aldana

Nuestras primeras experiencias con el mundo marcan nuestro desarrollo emocional. En los niños se entreteje una red que conectará su mente y su cuerpo, lo que determinará en gran parte el desarrollo de la capacidad de sentir y de amar.

En este sentido, nuestro crecimiento emocional dependerá de nuestros primeros intercambios emocionales, los cuales no enseñarán qué ver y qué no ver en el mundo emocional y social en el que nos encontramos.

Así, el campo de nuestra infancia nos permite sembrar las semillas del amor de manera natural, lo que determinará que la capacidad de amar y ser amados crezca de manera saludable y nos ayude a desarrollarnos.

“Somos seres emocionales que aprendimos a pensar, no máquinas pensantes que aprendimos a sentir”

-Stanisla Bachrach-

El significado de la nostalgia

Si alimentamos a los niños de amor, los miedos morirán de hambre

Las muestras de cariño y afecto elevan la autoestima en los niños y les ayudan a construir una personalidad emocionalmente adaptada e inteligente. Es decir, nuestro amor les ayuda a manejar los miedos naturales que surgen en las diferentes edades, fomentando un grado de sensibilidad saludable.

Los niños tienen una confianza natural en sí mismos. De hecho, nos asombra que ante desventajas insuperables y fracasos repetidos no se rindan. O sea, que la persistencia, el optimismo, la automotivación y el entusiasmo amistoso son cualidades innatas.

En este sentido, es el mundo o, mejor dicho, los adultos, los que vamos mermando esa inteligencia emocional con la que todos nacemos.

Darnos cuenta de esto nos ayuda a ser conscientes del papel tan relevante que tiene amar a nuestros hijos y educarlos desde el respeto, la empatía, la expresión y la comprensión de sentimiento, el control del enfado, la capacidad de adaptación, la amabilidad y la independencia.

el mundo azul

¿Qué podemos hacer para criar niños felices y saludables?

El temperamento de un niño refleja un sistema de circuitos emocionales innatos específicos en el cerebro, un esquema de su expresión emocional presente y futura, y de su comportamiento. Estos pueden ser o no adecuadas, por lo que la educación debe convertirse en apoyo y guía para ellos.

Para lograr una salud emocional óptima, debemos cambiar la forma en la que se desarrolla su cerebro. La idea es que a través del amor y de la educación emocional fomentemos ciertas conexiones neuronales saludables en los niños.

O sea, todos los niños y todos los adultos parten de unas características determinadas que tienen que gestionar juntos para lograr su bienestar físico y emocional.

Por ejemplo, el hecho de que un niño sea tímido por naturaleza, suele provocar que los adultos que nos encontramos a su alrededor lo sobreprotejamos, haciendo que se vuelva ansioso y perturbable con el paso del tiempo.

En este sentido, con lo que hoy en día conocemos, la educación emocional requiere de cierto desaprendizaje adulto. Un niño tímido debe aprender a poner nombre a sus emociones y a enfrentar lo que le perturba, no debe sentir que le cortamos las alas porque es vulnerable.

Un adulto tiene que mostrarse empático sin reforzar sus llantos y sus preocupaciones, proponiéndole a su vez nuevos desafíos socio-emocionales que le permitan evolucionar. Es decir, hay que proteger su salud emocional a través del desarrollo de sus características naturales.

que te importe quien te aporte (2)

Las claves básicas de una educación emocional saludable

Algunas de las claves básicas de una educación emocional saludable son:

  • Los especialistas suelen recomendar ayudar a los niños a hablar de sus emociones como una manera de comprender a sí mismos y a los demás. Sin embargo, las palabras solo dan cuenta de una pequeña parte (un 10%) del verdadero significado que obtenemos a través de la comunicación emocional.

Por esta razón, no podemos quedarnos solo en la verbalización, sino que tenemos que enseñarles a comprender el significado de la postura, de las expresiones faciales, del tono de voz y de cualquier tipo de lenguaje corporal. Esto resultará mucho más efectivo y completo para su desarrollo.

  • Desde hace años se viene promocionando el desarrollo de la autoestima de un niño a través del elogio y los refuerzos constantes. Sin embargo, esto puede hacer mucho más daño que bien. Los elogios solo ayudarán a nuestros niños a sentirse bien consigo mismos si están relacionados con logros específicos y con el dominio de nuevas aptitudes.
  • El estrés es uno de los grandes enemigos de la niñez. Sin embargo, es un inconveniente con el que tienen que vivir, por lo que protegerlos en exceso es una de las peores cosas que podemos hacer. Ellos tienen que aprender a enfrentar estas dificultades naturales de tal forma que desarrollen nuevos caminos neurales que les permitan adaptarse al medio en el que viven.

No podemos tratar de criar a nuestros niños en un mundo Disney de inocencia e ingenuidad. El estrés y la inquietud forman parte del mundo real y de la experiencia humana tanto como el amor y el cuidado.

Si tratamos de eliminar estos obstáculos, impediremos que tengan la oportunidad de aprender y desarrollar capacidades realmente importantes que les ayuden a enfrentar desafíos y decepciones que son inevitables en la vida.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/los-ninos-amados-se-convierten-adultos-saben-amar/

 

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