Al carajo la descarga administrativa

Es sabido que el quehacer docente es un tanto diferente al de otras profesiones…

Para pocos es desconocido que la carga administrativa es una de las principales quejas que expresan las maestras y maestros que se encuentran laborando en alguna de las escuelas de la República Mexicana; ya sea en algunos estudios, en los medios de comunicación o redes sociales, o simplemente en las conversaciones que suelen darse entre conocidos o amigos que coinciden en algún evento familiar o social pero que conocen sobre el ámbito escolar, el tema sale a relucir en más de una ocasión, y no es para menos. En algún momento de la historia de la educación de nuestro país, a alguien se le ocurrió la brillante idea de asignarle tareas administrativas (a veces absurdas y sin sentido) a los docentes. Tal vez la idea de lograr la calidad educativa haya sido el detonante de tal suceso, o tal vez la falta de información sobre lo que sucede en dicho sistema haya propiciado esa impresionante carga administrativa hacia el profesorado mexicano. La verdad de las cosas es que quién sabe.

Ahora bien, establecer en estas líneas una serie de categorías para especificar qué actividades son las que definen la idea de la carga administrativa no es el propósito de este texto, porque, increíblemente en cada entidad federativa, se proponen las acciones más irrisorias que pudieran imaginarse; esto, sin olvidar que hay documentos y/o formatos “base” que sí o sí se tienen llenar o entregar: reportes para esto, informes para lo otro, llenado de formatos para aquello, bitácora o registro para esto otro, entre otras tantas cuestiones más, son el pan nuestro de cada día.

Se entiende que la escuela, al ser una institución en la que se deben y tienen que administrar los recursos de diversa índole, tenga que considerar diversas acciones para el adecuado desarrollo de su proceso administrativo, más relacionado con el ámbito de la gestión que de la administración propiamente dicha, pero bueno, esa sería otra historia u otro texto; lo que deseo resaltar aquí es el hecho de que en el ejercicio docente, la pedagogía y la didáctica se ha relegado a un segundo plano al priorizar las tareas de naturaleza administrativa, situación que ha desdibujado el sentido de esa docencia que significa estar con grupo escolar abordando contenidos y generando aprendizajes.

Es sabido que el quehacer docente es un tanto diferente al de otras profesiones, por ejemplo, de aquel ejecutivo de un banco que, cuando termina jornada laboral, cierra ventanilla y listo, culmina su día. A veces, como sabemos, la docencia implica destinar un poco del tiempo personal fuera del horario escolar, tal vez para preparar algún material didáctico, revisar algún material bibliográfico, revisar la planeación y registrar algunos avances que se hayan teniendo, visitar a un pequeño en su hogar porque ha dejado de asistir a la escuela, en fin, repito, difícilmente el ejercicio docente puede ser igual o semejante al de un ejecutivo de un banco. No obstante, tener en mente algunas ideas que pudieran llevar imaginar nuevas y mejores formas mediante las cuales las y los niños pudieran aprender, dista en demasía en sentarse, en la casa o en la escuela, a llenar cuanto formato, reporte o informe pidan las autoridades. ¡Es obvio que hay una gran diferencia! Por lógica, si la segunda cuestión es la que actualmente prevalece una buena parte del territorio mexicano, aunado al hecho de la amenaza constante por parte de la autoridad “o cumples o tendrás una sanción”, la cosa suele ir no mal, sino peor.

Desde hace algunos años, el tema de la descarga administrativa salió a relucir; recuerdo que Chuayffet, en el Acuerdo 716 ya planteaba el asunto de la descarga administrativa cuando se hablaba de la autonomía de gestión en las escuelas; pasó lo mismo con Aurelio Nuño, Esteban Moctezuma, Delfina Gómez, Leticia Ramírez y, muy recientemente, con Mario Delgado se habla del tema. Políticamente, este par de palabras genera buenos dividendos porque, por obvias razones: ¿qué docente no quisiera dejar de llevarse trabajo a casa o tener que dejar de llenar y llenar cantidad importante de formatos en la escuela?

Ezoic
Creo, si no me equivoco, con Esteban Moctezuma, que desde mi perspectiva fue un buen comunicador pero pésimo como Secretario de Educación, la esperanza de que se haga efectiva la eliminación de una excesiva carga administrativa al quehacer docente se ha mantenido entre las maestras y los maestros. Pregunta, si usted gusta absurda de mi parte: ¿para qué tanta entrega de informes, formatos, bitácoras, registros y quién sabe cuanta cosa más si en su momento se toman decisiones que poco o nada favorecen al sistema, particularmente a las y los alumnos, pero sí para que lleguen personajes indeseables como Aurelio Nuño o Mario Delgado?

Creo que ha llegado el momento de transitar hacia otros escenarios, digamos, menos discursivos y más operativos. El ejemplo que pondré de mi parte es muy sencillo. Hace unos días, platicando con una profesora sobre algunos temas relacionados con el trabajo por proyectos, salieron las actividades del próximo consejo técnico, no sin antes la semana de reuniones con padres de familia por el asunto de las evaluaciones; palabras más, palabras menos, ella me expresaba: “maestro, no sé para qué asignan un día en el calendario escolar para registrar calificaciones, día que antes era el de descarga administrativa, si el 11 y 12 de este mes tenemos que aplicar examen a nuestros chicos y para el 19 ya debe haber quedado todo el registro en el sistema, ¿y el 22 de noviembre qué vamos a hacer?, nada, lo que se le ocurra a mi director. Vayan al carajo con su descarga administrativa”.

Ezoic
Bien harían las autoridades que dirigen los destinos del sistema educativo de nuestro país, en sentarse un momento en la mesa y tal vez reflexionar un poco, digo, por aquello de que hoy se dice (igual que antaño) que están “tan preocupados” por brindar una educación de excelencia y cien por ciento humanista. ¡Sí, cómo no!

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen: https://profelandia.com

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Los directores escolares y la implementación curricular

Por: Sergio Martínez Dunstan

El discurso de la descarga administrativa les parece una burla a las y los profesores. Suena hueco, inverosímil.

En una colaboración anterior de mi autoría, “Programa Escolar de Mejora Continua y Programa Analítico” (https://bit.ly/3rFsaYa) aludí al papel de los supervisores y los directores escolares en la concreción curricular. Mencionaba que la Secretaría de Educación Pública (SEP) había dispuesto ‘hacer mas participativos los procesos de gestión’ según las orientaciones de la primera sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar llevada a cabo en septiembre pasado. Ahora, un mes después, el mensaje de apertura para la tercera sesión ordinaria resulta aún más enfático. Leticia Ramírez Amaya, Titular de la SEP, de manera muy puntual señala:

“Han transcurrido dos meses de este ciclo escolar en el que iniciamos una profunda transformación con la puesta en práctica del Plan de Estudios 2022 (minuto 0:12). Es importante que ustedes como autoridades educativas contribuyan a que maestras y maestros continúen apropiándose, haciendo suyo, este nuevo modelo educativo (minuto 1:29). Implica fuertes cambios en las concepciones y prácticas de enseñanza y aprendizaje. Y por ello demanda también transformar las estrategias de gestión escolar e institucional (minuto 3:38). Es necesario romper inercias, cambiar formas de trabajo y perspectivas que se han tenido durante muchos años. [Hay que] fortalecer el trabajo pedagógico y evitar tareas administrativas innecesarias. Se requiere un mayor acercamiento a las escuelas para apoyar y valorar el trabajo que maestras y maestros   realizan para concretar los programas analíticos y sus planeaciones didácticas a partir de proyectos (minuto 3:51).”

¿Así o más claro? ¿qué parte no entienden que dejen a los docentes hacer su trabajo? El que tenga oídos que escuche. Ojalá que la semilla lanzada no se la lleve el viento, caiga en tierra fértil y se den las condiciones para que fructifiquen. No siempre sucede así. Algunos destinatarios hacen como que no oyen. Interpretan el mensaje a su manera y conveniencia. Pasan la responsabilidad a los supervisores porque ellos son quienes giran las instrucciones. O a las profesoras y profesores porque son ellos los que no atienden las tareas encomendadas. Los demás tienen la culpa, para ciertos directores escolares, y se deslindan de su responsabilidad. Afortunadamente no son todos. El discurso de la descarga administrativa les parece una burla a las y los profesores. Suena hueco, inverosímil.

La convocatoria a quienes desempeñan las funciones de dirección no es nuevo. Más bien, el discurso es consecuente con la narrativa. Encontramos, por ejemplo, en el Anexo del Acuerdo14/08/22, la propuesta curricular la cual comprende cinco componentes:

  1. Plan y Programas de Estudio
  2. Formación docente
  3. Codiseño de los programas de estudio
  4. Desarrollo de estrategias nacionales
  5. Transformación administrativa y de gestión

Señala también que la viabilidad operativa de la propuesta curricular trae consigo “realizar las adecuaciones administrativas, normativas y de gestión que favorezcan y apoyen el trabajo docente de las maestras y los maestros del país con el fin de que sus actividades, tiempos y espacios puedan ser ocupados en actividades de enseñanza, formación docente, trabajo colegiado, planeación y evaluación”.

En este último componente (la transformación administrativa y de gestión) se circunscribe el llamado a los supervisores y directores escolar. Habrá que tomarle la palabra a la Secretaria de Educación. Coincido con ellas cuando dice que “es necesario romper inercias, cambiar formas de trabajo y perspectivas que se han tenido durante muchos años. [Hay que] fortalecer el trabajo pedagógico y evitar tareas administrativas innecesarias. Se requiere apoyar y valorar el trabajo de las maestras y maestros para concretar los programas analíticos y sus planeaciones didácticas a partir de proyectos”. ¡Qué así sea!

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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La letra muerta de la mentada descarga administrativa en la Nueva Escuela Mexicana

Por: Fernando David García Culebro

“La descarga administrativa es tarea y deuda pendiente de la Nueva Escuela Mexicana”.

Es letra muerta la descarga administrativa planteada en la nueva escuela mexicana cuando en lo que va del ciclo escolar 2020-2021, los y las docentes se han pasado los días  llenando formatos estadísticos que poco o nada ayudan en la mejora de la práctica docente, por lo contrario,  les resta tiempo que podría ser aprovechado para reflexionar las problemáticas que cada escuela presenta en comunidad y proponer alternativas educativas.

En la presentación de la nueva escuela mexicana, las autoridades educativas federales y estatales mencionaban que durante los tres últimos ciclos escolares la carga administrativa hacia los maestros y maestras había crecido abruptamente, y que uno de los objetivos de este nuevo modelo era aminorar dicha carga.

En lo que va del presente ciclo escolar en el nivel primaria del sistema federal del estado de Chiapas, los y las docentes  han llenado formatos que van desde diferentes tipos de plantillas del personal hasta concentrados de becas especiales y regulares.

Alguien podría decir que estos  documentos son elaborados por los directivos de los centros escolares, y  no por los docentes, sin embargo, en México según el informe del INEE (2019) las escuelas  multigrado “atienden a un millón 778 mil niños y adolescentes”,  todas ellas, están bajo la responsabilidad de personal  que cumple la función directiva y además tiene grupo a cargo.

Dedicar tiempo al diseño de sus actividades pedagógicas y así mismo cumplir  con toda la carga administrativa, para estos docentes multigrados resulta una odisea que no ha resuelto la nueva escuela mexicana y por lo tanto es otra deuda pendiente con el magisterio.

Como dijo en el Foro Regional de Consulta en Educación para Adultos en Mazatlán, Sinaloa, el día 22 de febrero de 2019, el titular de la SEP Esteban Moctezuma: “las labores administrativas que realizan los y las docentes repercuten frente a los grupos de enseñanza” de manera negativa.

Ese mismo día también agregó: “muchos docentes han manifestado que la mitad de su tiempo laboral lo dedican a cumplir funciones administrativas”. Por tanto, añado, si las autoridades educativas saben eso ¿por qué no hacen algo para evitarlo?

Existen documentos que pueden ser simplificados en uno solo y el mismo formato podría llegar a diferentes dependencias, sin embargo, por un lado, la secretaría de planeación diseña los suyos y por otro la Subsecretaría de Educación Federalizada (SEF) hace lo propio. Eso demuestra la fragmentación laboral de las secretarías dedicadas al ámbito educativo, así como la poca articulación y vinculación entre ellas.

En Chiapas existe una  plantilla de la Plataforma Digital de la Secretaría de Educación (PLADSE),  otra del Sistema de Administración Educativa de Chiapas (SAECH) y otra para pagos,  estos tres concentrados se han hecho de manera separada en lo que va del ciclo escolar. Es decir, los y las docentes trabajaron tres veces, algo que pudieron reducir en un solo documento. De esa misma manera, existen otros que requieren  simplificación y unificación, para ello, las diferentes dependencias deben estar interrelacionadas.

En ese mismo sentido se encuentra la labor de asesores pedagógicos en las supervisiones escolares. Gran parte de su tiempo es dedicado al factor administrativo y dejando de lado  las labores pedagógicas requeridas en cada una de las zonas o centros de trabajo.

En el antes citado 22 de febrero de 2019, el titular de la SEP también añadió  que: “el esfuerzo de reingeniería administrativa es parte de la calidad, pues con equidad y calidad es como se construirá un sistema educativo firme”.

Sin embargo, por lo previamente expuesto, ni equidad, ni firmeza puede pensarse en el sistema educativo mexicano, sobre todo, en Estados como Chiapas y aquellos en los que  los y las  docentes hacen la doble labor de dirección y atención a grupos multigrado.

Es por ello, que en este artículo de opinión, le recuerdo a las autoridades educativas Estatales y Federales: “La descarga administrativa es tarea y deuda pendiente de la Nueva Escuela Mexicana”.

¿O quedará en letra muerta?

 

Fuente: El autor escribe para OVE

Imagen: pixabay.com/

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