Los alumnos desaventajados obtienen mejores resultados al trabajar con otros según PISA

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

Las chicas trabajan mejor en colaboración que los chicos en la práctica totalidad de los miembros de la OCDE.

El alumnado con menor nivel socioeconómico saca siempre peores resultados en PISA en las pruebas de matemáticas, lengua y ciencias. También ocurre en el caso de las pruebas que realizó en 2015 sobre resolución colaborativa de problemas. Pero, el hecho de trabajar con otros reduce la desventaja de estas chicas y chicos. Así lo afirma la OCDE en su informe PISA 2015 Results. Collaborative problen solving. Volume V.

España, con 496 puntos, se encuentra, en palabras de la propia organización, en la media OCDE, con una diferencia de 4 puntos, que no supone una distancia significativa en lo estadístico.

La resolución colaborativa de problemas era una más de las áreas que la OCDE quería analizar durante las pruebas de PISA 2015. Según la organización se trata de los esfuerzos de “dos o más agentes (que) intentan resolver un problema compartiendo la comprensión y el esfuerzo necesarios para llegar a una solución”.

Al contrario que en otras pruebas el índice socioeconómico de chicas y chicos no tiene un gran peso en el porcentaje de explicación de sus resultados. El alumnado con mayor nivel y el de menor nivel socioeconómico no tienen muchas diferencias de resultado al resolver problemas de manera colaborativa.

El nivel socioeconómico del alumnado influye menos en los resultados colaborativos.

De esta manera, trabajar en grupo disminuye la importancia de la situación de origen de chicas y chicos en sus resultados académicos. El Índice Socieconómico y cultural (ISEC) explica, aproximadamente, el 15% de la variación de los resultados en matemáticas, ciencias y lengua, mientras que en el caso de la resolución de problemas de manera colaborativa, este porcentaje está cerca de la mitad, el 7,6%.

La mitad de los alumnos de peor situación socioeconómica (aproximadamente el 52%) y también el de mejor situación (alrededor del 47%) obtiene en la resolución colaborativa de problemas mejores resultados que los que cabría esperar teniendo en cuenta su puntuación en las otras materias de PISA.

Ante las afirmaciones: “Encuentro que el trabajo en equipo aumenta mi eficiencia”, “prefiero trabajar como parte de un equipo que solo”, “encuentro que los equipos toman mejores decisiones que los individuos” y “disfruto cooperando con otros”, el alumnado más desavenajado se muestra más de acuerdo que el más aventajado.

Para Xavier Martínez Celorrio, “a la espera de ver cómo se ha hecho la prueba”, que el alumnado en peor situación socioeconómica saque más ventaja de la colaboración entre iguales, “es un dato importante” y supone un acicate para que las y los docentes implementen pedagogías más activas en sus asignaturas. “Puede ser un punto de inflexión para el sistema educativo”.

Para el sociólogo, los datos de este nuevo informe de la OCDE hacen que “tengamos que debatir elcambio de pedagogías y estrategias pedagógicas de cara a los proyectos de escuelas en entornos vulnerables, y no solo vulnerables”.

Para Roser Batlle, una de las promotoras del aprendizaje-servicio en España, los datos de PISA corroboran investigaciones más pequeñas que se están haciendo en relación a pedagogías activas e impacto en los resultados.

Como asesora del ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat en temas de ApS, habla de cómo en esta población ha habido cambios y mejoras académicas desde que dese 2007 se están haciendo experiencias, de manera bastante sistemática, de aprendizaje.servicio. El año pasado la ciudad se convirtió en Ciudad Educadora precisamente por su esfuerzo en la implantación de esta metodología. Entre la documentación entregada por el ayuntamiento a la organización del Premio Ciudad Educadora, se insiste en que durante este tiempo, por ejemplo, se ha reducido el absentismo, mejorado la convivencia en los centros y el porcentaje de graduados de Secundaria ha pasado del 70 al 79%, además de que “el nivel de alumnos de excelencia en las pruebas de acceso a la Universidad se ha multiplicado”.

Las chicas puntúan mejor en toda la OCDE, aunque hay diferencias claras por países.

Las chicas colaboran mejor

En España la diferencia es pequeña, algo menor que la media de la OCDE, 22 puntos frente a los 29 de la media. Eso sí, cuanto mejores son los resultados de un país, peores son los resultados de los chicos y mejores los de las chicas. Es decir, ellas tiran de la mejora de los datos.

Finlandia, a la cabeza de toda la OCDE en este informe arrastra una diferencia de puntos entre chicos y chicas cercana a los 50 puntos, mientras que países como Túnez o Perú, en la parte más baja de la cola, prácticamente no presentan diferencias entre chicos y chicas.

Para Martínez Celorrio este hecho tiene una explicación razobable. En países como Perú o Túnez los estílos educativos son más jerárquicos, verticales, más tradicionales, lo que supone una estandarización que se muestra indiferente al género. En países como Finlandia, con otro tipo de metodologías, “las chicas multiplican su rendimiento”. Para el sociólogo este tipo de estrategias colaborativas “encaja bien scon u estilo de relación más simétrico y colaborativo entre ellas”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/22/los-alumnos-desaventajados-obtienen-mejores-resultados-al-trabajar-con-otros-segun-pisa/

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El origen social, clave en la desigualdad laboral

Rebelion

Con la crisis económica, las probabilidades de encontrar un empleo de calidad en España se redujeron de forma mucho más abrupta para los grupos más desfavorecidos, más propensos a los bajos salarios y los contratos temporales

El origen social es un factor fundamental para entender el acceso y la participación de la población en en el mercado laboral en España: cuanto más bajo es el nivel socioeconómico, más dificultades existen para encontrar un trabajo de calidad. Esta situación se da independientemente del nivel de estudios, con una gran brecha entre los grupos más desfavorecidos y el resto de la población.

Estas son las conclusiones del estudio Situación laboral y origen familiar en Europa durante la crisis: No somos todo iguales, realizado por Silvia Avram de la Universidad de Essex y Olga Cantó de la Universidad de Alcalá y Red Equalitas. La investigación se centra en cinco países del los distintos modelos del Estado de Bienestar en Europa. Dos estados del sur (Italia y España); un país del este (Polonia); un país centro europeo (Países Bajos); y uno anglosajón (Reino Unido).

La investigación de Avram y Cantó parte del análisis de los quintiles poblacionales de clase: el primero está atribuido a los individuos con un origen socio-económico más bajo, mientras que el último representa a los individuos con un origen socio-económico más alto. Para completar su análisis sobre la transmisión intergeneracional de oportunidades, el estudio incorpora dos variables más, los ciclos económicos (crecimiento y recesión) y el género.

En el caso de los ciclos económicos, el estudio toma como referencia el periodo comprendido entre los años 2005 y 2011. Con la crisis económica, todos los los grupos sociales vieron reducidas sus posibilidades de conseguir un empleo. Sin embargo, el impacto desigual de la crisis en el mercado laboral se dio de manera mucho más drástica algunos países: en España, la probabilidad de que un hombre de origen social humilde encontrase un trabajo menguó del 90% al 78%; en Italia pasó del 93% al 89%. Polonia, por su parte, que durante el mismo periodo estaba en una situación de bonanza económica, la posibilidad de encontrar un empleo para cualquier individuo de cualquier grupo creció cerca del 5%.

Pese a que todos los grupos sociales se vieron afectados por la recesión a la hora de acceder al mercado laboral, las diferencias sobre la calidad del mismo sí demuestran una brecha significativa entre las distintas clases socioeconómicas. Para estudiar esta situación, las autoras tienen en cuenta varios factores: la diferencia de salario medio entre los diferentes grupos y la estabilidad de los contratos a los que acceden cada uno de ellos, teniendo en cuenta también el nivel educativo.

En este sentido, los grupos con un origen social más alto obtienen empleos con un mayor salario medio que los grupos con un origen familiar más humilde. Esta diferencia de salarios entre grupos es más importante en España, Italia y el Reino Unido que en Polonia o los Países Bajos. Sin embargo, el nivel educativo no altera en exceso esa diferencia salarial, lo que refuerza la hipótesis de las diferencias de origen en el mercado laboral. Es decir, cuando la formación académica de los distintos grupos es idéntica, la diferencia de salarios entre ellos sigue siendo llamativa. En Polonia, España o Italia oscila entre el 15% y el 30%.

Las probabilidades de obtener un contrato temporal son también un factor determinante para valorar la calidad del empleo. Una vez más, existen grandes disparidades a la hora de obtener un contrato de tipo precario entre los distintos quintiles socioeconómicos. En países como Italia o Polonia, los grupos con un origen social más bajo son mucho más propensos a ser contratados de manera temporal que los grupos con un origen social más alto. En el caso particular de España, los trabajadores y trabajadoras con un origen social más bajo tienen muchas más probabilidades de tener un contrato temporal, con una diferencia de casi diez puntos entre el primer quintil y el cuarto y quinto.

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Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el texto Incendios forestales en España. Situación laboral y origen familiar en Europa durante la crisis: No somos todo iguales, de Silvia Avram y Olga Cantó, Universidad de Alcalá, publicado en el Observatorio Social de “la Caixa”.

Fuente del articulo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233857

Fuente de la imagen data:image/png;base64,iVBORw0KGgoAA

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La concentración de la tierra, causa de conflicto social y subdesarrollo

Abril del 2017/Ecoportal/http://www.ecoportal.net/

El 1% de los propietarios de América Latina concentra más de la mitad de las tierras agrícolas. La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), retomó estos datos de un informe de la ONG OXFAM para describir la enorme desigualdad que atraviesa al continente.

tema de la concentración de las tierras junto con la reflexión sobre el impacto de las reformas agrarias de la región, constituyó el tema central de la Reunión de alto nivel sobre “Gobernanza Responsable de la Tenencia de la Tierra, la Pesca y los Bosques en América Latina y el Caribe”, realizada en Santiago de Chile en el transcurso de la primera semana de abril.

La región de América Latina y el Caribe tiene la distribución de la tierra más desigual del mundo. La FAO destacó que esa distribución es aún más inequitativa en Sudamérica, mientras que en Centroamérica es levemente inferior.

La región tiene la distribución de tierras más desigual de todo el planeta: el coeficiente de Gini –que mide la desigualdad– aplicado a la distribución de la tierra en el continente alcanza al 0,79, superando ampliamente a Europa (0,57), África (0,56) y Asia (0,55).

El organismo de la ONU sostiene que administrar mejor los derechos de la tierra, así como el acceso a los bosques y la pesca es fundamental para reducir la pobreza en las zonas rurales y proteger los recursos naturales. E instó a mejorar el reconocimiento de los derechos de tenencia.

Mejorar el reconocimiento de los derechos de tenencia de la tierra y su distribución es un paso necesario para erradicar el hambre y avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe, subrayó la FAO en Santiago de Chile.

Otro problema significativo, según el organismo onusiano: cada vez es menor el porcentaje de la tierra en manos de pequeños propietarios. Fenómeno que conspira, en particular, contra las mujeres. En Guatemala, por ejemplo, sólo el 8% de las mujeres es propietaria. En Perú, sólo el 31%.  En la mayoría los casos, estas propiedades son de menor tamaño y calidad que las que poseen los hombres.

A fines del año pasado OXFAM publicó “Desterrados: Tierra, Poder y Desigualdad en América Latina”, uno de los informes más completos realizados hasta ahora sobre la situación agraria del continente. El mismo centraliza su análisis en 17 países latinoamericanos.

“El 1% de las fincas acapara más de la mitad de la superficie productiva. Es decir, este 1% concentra más tierra que el 99% restante. Esta situación no ofrece un camino para el desarrollo sostenible, ni para los países, ni para las poblaciones”, indica el informe de la ONG, retomado ahora por la FAO.

La desigualdad económica y social es uno de los mayores lastres que impiden a las sociedades latinoamericanas alcanzar el desarrollo sostenible y supone un obstáculo para su crecimiento económico. “En la región, 32 personas privilegiadas acumulan la misma riqueza que los 300 millones de personas más pobres. Esta desigualdad económica está íntimamente relacionada con la posesión de la tierra, pues los activos no financieros representan un 64% de la riqueza total”, subraya OXFAM.

Fuente:

https://lh3.googleusercontent.com/yJ1JhhrUY5V56z54RKRq0LTR1pPiHpCykiCrOXXkVFHTzOMDvRvDVYHHOWHY4K66JDwu=s85

Fuente imagen

https://lh3.googleusercontent.com/yJ1JhhrUY5V56z54RKRq0LTR1pPiHpCykiCrOXXkVFHTzOMDvRvDVYHHOWHY4K66JDwu=s85

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