Page 8 of 30
1 6 7 8 9 10 30

Clases presenciales y el futuro del modelo híbrido en México…

Por: Abelardo Carro Nava

Hoy, desde Palacio Nacional, se habla de un regreso a clases presenciales en próximos días…

Trasladar la escuela a la casa no fue la mejor decisión que la Secretaría de Educación Pública (SEP) tomó al inicio de la pandemia pues, como se sabe, la escuela es por excelencia el espacio en el que ocurren una serie de interacciones de gran valía para la generación y adquisición de aprendizajes formales en los estudiantes. ¿Por qué fue tan necesario e indispensable que, tanto profesores y alumnos, agotaran los contenidos de un plan de estudios durante el ciclo escolar 2020-2021 o, mejor dicho, porqué no se propuso, desde la propia Secretaría, la dosificación de contenidos o el desarrollo de actividades relacionadas, por ejemplo, con la lectura y escritura situadas en el propio contexto de los educandos para favorecer dichos aprendizajes puesto que las condiciones de vida de los padres de familia de los niños, niñas y adolescentes (NNA) son tan diversas?, ¿acaso no se contaba con un diagnóstico de esas condiciones cuando el propio Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publica continuamente indicadores sobre ese rubro?

En este sentido, hasta el hartazgo se ha dicho que la contingencia sanitaria visibilizó los males que padece el Sistema Educativo Mexicano (SEM), y esto es cierto porque, quienes cotidianamente transitábamos por diferentes espacios educativos y no educativos, pudimos observar las brechas de desigualdad existentes en una comuna, municipio, estado o región, aunado, desde luego, a las evidentes desigualdades entre escuelas públicas ubicadas en dichos contextos. La falta de agua, energía eléctrica, sanitarios, drenaje, espacios o aulas con mobiliario adecuado, internet, etcétera, contrastaba con aquellas que sí los tenían o, al menos, con la mayoría de ellos.

Es cierto, esto ha sido el lastre que se ha venido arrastrando desde hace muchas pero muchas décadas. Y con esta realidad, a veces lacerante, esta Secretaría diseñó un esquema denominado Aprende en Casa que, como sabemos, fue de poca utilidad, dado que el número de estudiantes y profesores que hicieron uso de la televisión y radio, no fue el esperado.

Y no fue el esperado porque quien conoce perfectamente las condiciones de vida de sus alumnos y de sus familias son las maestras y los maestros. Docentes que, independientemente de su grado de compromiso y responsabilidad con su labor, diseñaron sus propias herramientas de trabajo para sacar a flote el barco, destacan: la adquisición de equipos tecnológicos con sus propios recursos, la elaboración de cuadernillos a partir de su conocimiento y lo que implicaba el trabajo en casa de sus educandos, la toma de cursos para conocer sobre el empleo de alguna plataforma, el uso de internet y diversos materiales educativos pagados con dinero de su bolsillo, el doble trabajo o actividad que en algún momento significó (y aún significa) el quehacer docente de manera sincrónica y asincrónica, las planeaciones modificadas o ajustadas a esta “nueva” realidad, la extenuante revisión de trabajos enviados a todas horas, los consejos técnicos muchas veces sin sentido y sin propósitos acordes a las demandas y necesidades del profesorado, entre otras. Acciones que, indiscutiblemente, los llevo a ser lo suficientemente creativos; pero no fue suficiente, por un lado, no todos los padres de familia y alumnos se comprometieron con la continuidad de ese proceso formativo y, por el otro, la Secretaría hizo oídos sordos a las distintas problemáticas que se fueron gestando a lo largo del ciclo escolar que ha culminado y, de las cuales, no dio una respuesta clara y contundente que permitiera direccionar el trabajo de los mentores.

Hoy, desde Palacio Nacional, se habla de un regreso a clases presenciales en próximos días como si esto fuera la solución a las dificultades que, brevemente, he señalado; no obstante, regresar a lo mismo, desde mi perspectiva, no encuentra sentido porque, indiscutiblemente, no es ni será lo mismo, y por ello tenemos que empezar a reconocer que esas mismas problemáticas se han incrementado en este tiempo y por lo cual dificultarán el proceso de regreso de todos los actores educativos.

Educación presencial, a distancia o en línea parece ser el dilema que habrá de resolverse en los próximos días. No obstante, ¿es viable el establecimiento de un modelo híbrido o combinado entendiéndolo como la integración eficaz de dos componentes: la enseñanza presencial y la tecnología no presencial en las escuelas? (Contreras, Alpiste y Eguia, 2006), ¿el magisterio y los padres de familia están preparado para ello?, ¿las instituciones educativas cuentan con todos los medios para hacerlo efectivo? Es más, ¿de qué manera se asegurará el establecimiento de este “modelo” cuando en los hechos innovar un ambiente de aprendizaje a distancia, no es trasladar la docencia de un aula de adobe a un aula virtual, ni cambiar el gis y el pizarrón, por un pizarrón inteligente? (Moreno, 1997). Preguntas, si usted gusta, sencillas, pero que permiten la reflexión y el necesario análisis y debate en torno a una posible alternativa que, supongo, visualiza la SEP y los “altos” funcionarios de esta Dependencia para el ciclo escolar 2021-2022. Desde mi perspectiva, incorporar este tipo de escenarios sin un diagnóstico real de los sujetos que emplearían este esquema, así como también, de los contextos de trabajo donde presumiblemente operaría con un enfoque estrictamente pedagógico, generaría mayores problemas que aquellos que se busca resolver o atender.

Esto lo traigo a colación por dos cuestiones. La primera, el incremento de contagios de Covid-19 en varios estados de la República Mexicana en los últimos días, y la incertidumbre que priva en la sociedad y en el sector educativo sobre el inminente regreso a clases presenciales anunciado por el Presidente hace unos días.

Tengo claro pues, que un esquema que tienda a trabajar de manera híbrida debe estar fincado en un programa educativo formal mediante el cual, el alumno pueda realizar al menos una parte de su aprendizaje en línea con un cierto grado de manejo sobre el tiempo, lugar, ruta o ritmo del mismo. Mientras que otra parte de ese aprendizaje, podría ser llevado a cabo en un espacio físico distinto a la casa y con algún tipo de supervisión, en este caso, del padre de familia o tutor. Tal programa educativo formal, ¿será el que direccione las actividades escolares y, desde luego, la generación de aprendizajes de los alumnos pues no todos los paterfamilias están de acuerdo en enviar a sus hijos a los centros escolares porque no se garantiza un regreso seguro a los mismos?, ¿la SEP tomará esta alternativa y la establecerá oficial y arbitrariamente cuando no en todas las instituciones educativas se cuenta con los recursos que permitan integrarla adecuadamente para aplicarse pedagógicamente?

Y luego, el tema de la planeación didáctica, un asunto no menos importante puesto que, independientemente de las adecuaciones que los docentes pudieran realizar, tendría que partir del diagnóstico ampliamente referido y de las actividades sincrónicas y asincrónicas que podrían diseñarse a partir de los contenidos; en consecuencia, ¿el trabajo por proyectos es una alternativa?, ¿qué pasará con aquellos estudiantes que no cuenten con los recursos para trabajar virtualmente, por ejemplo?, ¿se tendría que planear para el trabajo a distancia, presencial y en línea?, ¿y los alumnos con alguna discapacidad integrados al Sistema Educativo Mexicano?

Hace tiempo tuve la oportunidad de conocer el caso de una escuela pública que trabajaba bajo este modelo con el esquema denominado “Rotación de Estaciones”. En éste, como su nombre lo indica, los estudiantes rotaban en equipos para trabajar algún contenido, que formaba parte de un proyecto, diseñado por el docente. Mientras unos se encontraban en la sala de cómputo de la institución educativa indagando sobre el tema, otros se encontraban en el aula respondiendo algunas preguntas sobre el mismo, y otros, en casa, leían una lectura dada por el profesor, sobre la misma temática, con la intención de recuperar los aspectos más importantes de ésta. Las condiciones, como parece obvio, eran las que todos quisiéramos que existieran en cada una de las escuelas de nuestro país. ¿Existirán las mismas condiciones en todos los centros escolares y familiares?

En suma, desde mi perspectiva, el modelo híbrido o combinado tiene un futuro incierto en México. Supongo, esto lo deben de saber en la SEP quien, dicho sea de paso, sigue tratando los síntomas, pero no la enfermedad que se ha agravado con esta pandemia.

¿Regreso a clases presenciales a qué, cómo y para qué?

Al tiempo.

Referencia:

  • Contreras Espinosa, Ruth Sofhía, & Alpiste Penalba, Francesc, & Euguia Gómez, José Luis (2006). Tendencias en la educación: aprendizaje combinado. Theoria, 15(1), 111-117.
  • Moreno, M. (1997). El desarrollo de ambientes de aprendizaje a distancia. Ponencia presentada en el VI Encuentro Internacional de Educación a Distancia: Desarrollo de ambientes de aprendizaje, Guadalajara, México.

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/clases-presenciales-y-el-futuro-del-modelo-hibrido-en-mexico/

Comparte este contenido:

Balance del «curso covid»: docentes, familias y sindicatos ponen nota

Por:

  • La comunidad educativa tilda de «éxito» un curso marcado por la pandemia del coronavirus y, al mismo tiempo, exige a la Administración más inversión para mantener las medidas en el curso 21-22. Todo apunta a que, al menos en cuestión de ratios, no será así.

Toca a su fin el curso escolar 2020-2021. Un año marcado, sin duda alguna, por la pandemia. También por las medidas de higiene y seguridad para la prevención de contagios y las múltiples restricciones que de ellas derivan. El coronavirus nos ha cambiado la vida a todos. Ha afectado, en mayor o menor medida, a la totalidad de los ámbitos de nuestra sociedad. Por supuesto, el sector educativo no ha sido una excepción.

El curso arrancó con dudas y recelos. Muchos. El futuro era incierto. Un mar de inquietudes con respecto a si las medidas adoptadas en los centros educativos, tales como la reducción de ratios o el establecimiento de grupos burbuja, serían suficiente para evitar contagios masivos entre los docentes, el alumnado y sus familias. Los acontecimientos marcarían la pauta: vuelta a la presencialidad o resignación remota frente a la fría pantalla del ordenador.

La predisposición y el trabajo duro de todos los miembros de la comunidad educativa permitió finalmente que el curso escolar transcurriese siguiendo las directrices de la «nueva normalidad». De la mejor manera posible. Tanto es así que, a pesar de los duros momentos atravesados, especialmente tras las vacaciones de Navidad cuando el repunte de casos obligó a activar la modalidad a distancia en algunos centros, existe un cierto consenso en tildarlo de “éxito”.

También se ha alcanzado un acuerdo generalizado en alabar el esfuerzo de docentes, equipos directivos, familias y alumnos que, a pesar de los vaivenes e indecisiones que caracterizaron a determinadas administraciones autonómicas, supieron dar lo mejor de sí para desencallar el barco y hacerlo navegar, incluso a contracorriente.

Es momento ahora de hacer balance. De pararse a pensar. De analizar y reflexionar. Valorar los aspectos positivos, aquello que se ha hecho bien. También los errores, pequeños y grandes.

La pandemia no ha terminado. El curso 2021-2022, aunque la situación sanitaria haya mejorado como resultado de las campañas de vacunación masivas, no será “normal”. Y es precisamente en esa línea en la que se debe trabajar. Comprender que, le pese a quien le pese, la escuela no volverá de inmediato a ser lo que era antes. Un periodo de tránsito es necesario. Es momento de estar alerta. Cuidar y cuidarse. Seguir haciéndolo. Para evitar males mayores. Eso sí, la luz al final del túnel está, cada día, más y más cerca.

Docentes y equipos directivos, en guardia

“Hacemos una valoración muy positiva del curso. Las medidas de distancia interpersonal entre el alumnado, así como la ventilación y el establecimiento de grupos burbuja han sido claves para conseguir que los centros educativos sean espacios seguros”, argumenta el secretario de la Fedadi y director del IES Pare Vitòria de Alcoy (Alicante), Antonio González.

“El aspecto negativo más relevante ha sido la semipresencialidad. Lo complica todo muchísimo. Es por ello que el principal objetivo que se debe marcar ahora la Administración es garantizar la presencialidad en educación secundaria y bachillerato con vistas al próximo curso”, añade.

Vicent Manyes es director en el CEIP Bertomeu Llorens i Royo de Catarroja, en Valencia. Además, es presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos de Educación Infantil y Primaria (Fedeip). Si algo destaca del recién finalizado curso es “el gran esfuerzo realizado por toda la comunidad educativa. En primer lugar, los alumnos, que se han adaptado muy bien. También sus familias, incluso las que se mostraban recelosas a la presencialidad al principio. Por último, los maestros y directivos de los colegios, que han dado lo mejor de sí para que este curso fuera un éxito”.

Aunque se muestra, en líneas generales, satisfecho con los planes de contingencia diseñados por la Administración, reconoce su preocupación por la previsible reducción de recursos de cara al curso académico 21-22. “El próximo año tendremos más recursos que hace dos, pero menos que en el pasado. Es clave mantener las medidas el próximo curso, porque no habrá normalidad total. Confío en que los grupos burbuja se mantengan, pero la cuestión se complica si no hay profesores suficientes…”, afirma.

Otra cuestión de relevancia con respecto al siguiente año académico es la aplicación de la nueva ley educativa, la Lomloe. Ideada por Isabel Celaá, será la nueva ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, quien deba ponerla en marcha. “Consideramos que la nueva ley educativa es un avance en comparación con la anterior. No obstante, seguimos detectando carencias: falta de consenso entre las diferentes fuerzas políticas, un currículo demasiado cargado de contenidos, la ausencia de obligatoriedad de la educación infantil, la falta de desarrollo en cuanto a la función directiva, entre otras”, lamenta Manyes.

Las familias, a la espera

“Ha sido un año muy duro. Durísimo. Una prolongación del anterior, que también lo fue. Pero también ha sido un año que nos ha permitido localizar debilidades y propuestas de mejora para los problemas y las deficiencias de nuestro sistema educativo, tanto anteriores como nuevas”, señala la presidenta de la FAPA Francisco Giner de los Ríos de Madrid, Carmen Morillas.

Morillas sostiene que “la educación es un derecho fundamental que, en estos años de pandemia, se ha vulnerado”, motivo por el cual el próximo curso será clave para revertir la situación. “Es fundamental mantener la presencialidad y aumentar la inversión si queremos que haya equidad. La crisis ha traído consigo un incremento de la desigualdad, de la brecha social. De ahí la importancia de mantener medidas como la bajada de ratios, que ha mejorado los resultados académicos y la convivencia en el aula”, apostilla.

Pese a que las fallas del sistema educativo son palpables, Morillas reconoce que “como consecuencia de la incapacidad de los partidos políticos, de uno y otro signo, para aparcar sus diferencias, lo cierto es que ya vamos un poquito tarde con el inicio del nuevo curso. Aunque en otras comunidades se va arrojando algo de luz, en Madrid aún no sabemos qué medidas nos vamos a encontrar en cuanto a la organización de los centros para el curso 21-22”, concluye.

Los sindicatos, preocupados

“El curso nos deja un sabor agridulce. Cosas buenas como el regreso a la presencialidad, al menos en infantil y primaria, y cosas malas, como la deficiente labor de la Administración. Las ayudas y la inversión que se han hecho en educación se quedan en nada si la comparamos con otros sectores”. El responsable de Política Educativa en la Confederación STEs, José Ramón Merino, apunta y dispara.

Coincide a este respecto el secretario general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras, Francisco García: “La Administración actuó de manera razonable, aunque en la mayoría de las comunidades lo hizo de manera tardía e insuficiente. Pedimos la contratación de 72.000 profesores para garantizar la presencialidad de la enseñanza no universitaria. Se contrató, finalmente, a la mitad, lo que impidió garantizar la presencialidad en secundaria y bachillerato. Nos parece un error tremendo”.

Ambos consideran precipitada la decisión de volver a las ratios prepandemia. “Para el nuevo curso se deberían mantener e, incluso, ampliar las medidas del pasado con el objetivo de garantizar entornos seguros, pero las comunidades están haciendo lo contrario para ahorrarse unos euros. Van contra el sentido común y la lógica, pues los jóvenes, al no estar vacunados, son quienes se están contagiando más en estos momentos”, advierte García.

La desigualdad social derivada de la crisis económica es un asunto que también preocupa a los sindicatos. “Es necesario más apoyo a la enseñanza pública, que es donde se encuentran escolarizados los hijos e hijas de las familias más humildes, las que verdaderamente están pagando el pato de esta crisis. Son necesarios más medios y más ayudas, al igual que están haciendo el resto de las potencias europeas”, asevera Merino.

La atención a la diversidad es otra de las asignaturas pendientes en el curso covid. “Debemos seguir dando pasos adelante en materia de atención a la diversidad. Lo hecho hasta ahora resulta insuficiente, pues quien antes ya era vulnerable ahora lo es aún más. La cuestión de las ratios no responde meramente a una cuestión sanitaria, que también, sino a una mejor respuesta a las necesidades educativas del alumnado. Además, hacen falta más políticas educativas: más becas, más ayudas…”, destaca García.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/07/16/balance-del-curso-covid-docentes-familias-y-sindicatos-ponen-nota/

Comparte este contenido:

UNESCO Y ANEAS presentan en México la versión en español del Informe Mundial del Agua 2021

Por: UNESCO

El Informe ofrece datos para orientar acciones de mejora para los 672 organismos operadores formales en México que brindan agua a más de 100 millones de personas, ANEAS.

Es necesario garantizar a las personas en situación de pobreza el acceso a los servicios básicos de agua, saneamiento e higiene, UNESCO.

Ciudad de México, 21 de julio de 2021–. La gestión del agua requiere enfoques más integrados y holísticos de gobernanza, con perspectiva de género y la participación de diferentes actores; enfoques innovadores de financiación, que realmente beneficien a las personas más vulnerables y métodos avanzados de investigación que permitan comprender y valorar las múltiples dimensiones de este recurso vital, señaló la UNESCO en México, en la presentación de la versión en español del Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2021.

Con el apoyo de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento de México (ANEAS) se realizó la traducción del Informe 2021 “El valor del agua”, que destaca los desafíos en la tarea de reconocer los valores de dicho recurso más allá del monetario, como su aportación para mitigar las desigualdades.

Durante el evento transmitido en vivo, el Representante de la UNESCO en México, Frédéric Vacheron, señaló que aún en el contexto de la pandemia por COVID-19, más de 3 mil  millones de personas en el mundo y dos de cada cinco centros sanitarios carecen de acceso adecuado a instalaciones para lavarse las manos y, aunque el acceso a los servicios de Agua, Saneamiento e Higiene (ASH) es fundamental para la vida y la salud pública, no se garantiza a las personas pobres el acceso a este servicio básico, incluso aunque los servicios ASH estén subvencionados en muchos países, incluidos aquellos que presentan rentas altas.

“Las personas en situación de precariedad no se benefician de las subvenciones y el proveedor de agua pierde los ingresos por tarifas que podría haber cobrado a hogares con mayores ingresos”, señaló Vacheron, quien remarcó la necesidad de emplear metodologías y enfoques para la valoración del agua a través de cinco perspectivas interrelacionadas: valorar las fuentes de agua y los ecosistemas; las infraestructuras hidráulicas; los servicios ASH; el agua para las actividades socioeconómicas; y los valores socioculturales del agua, como su valor recreativo, cultural y hasta espiritual.

Rodrigo Riquelme Bentjerodt, especialista de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), también destacó la necesidad de una gestión integral y metodologías que evalúen los beneficios sociales, económicos y ambientales para, por ejemplo, la toma de decisiones de a quién cobrarle el agua y cómo alcanzar un máximo aprovechamiento, pues se estima que el 7% de la población en México no puede pagar más de una sola comida, mientras que se desperdicia el 30% del agua en la producción de alimentos.

El agua y el desarrollo sostenible están estrechamente vinculados. Por ejemplo, se estima que las mujeres y las niñas dedican 200 millones de horas cada día, a nivel mundial, a tareas de acceso y gestión del agua, lo cual obstaculiza su acceso a otras oportunidades de desarrollo, como las educativas, explicó Vacheron.

Debido a estos y otros escenarios, el Representante de la UNESCO comentó que es importante virar hacia una economía circular, en la que se valore el agua hasta el punto de que cada litro se vuelva a utilizar una y otra vez, convirtiendo el agua misma en parte de la infraestructura más que en un recurso consumible. Tampoco, dijo, se deben dejar de lado los componentes intangibles culturales y hasta espirituales que se pueden presentar en diferentes comunidades y grupos, pues orientan la forma en que se aprecia y usa el agua.

El Informe ofrece datos para orientar acciones de mejora para los 672 organismos operadores formales en México que brindan agua a más de 100 millones de personas, así como para redoblar esfuerzos con los diferentes niveles de gobierno, con la iniciativa privada y la sociedad, para evitar que la estimación de un déficit de 40% del agua a nivel mundial para el año 2030 sea una realidad, comentó Arturo Palma, Presidente de la ANEAS.

El llamado es apremiante, pues tan sólo la recarga total de los acuíferos de la Cuenca del Valle de México es de cerca de 25 m3 por segundo, pero lo que se extrae equivale a 55 m3 por segundo, por lo que se recarga menos del 50% de lo que se usa. Además, otras ciudades también presentan este llamado estrés hídrico, junto al aumento de temperaturas.

Es necesario favorecer el convencimiento de la población para lograr el desarrollo de los proyectos [hídricos]. Es necesario involucrar a la sociedad, integrar nuevas tecnologías y lograr la concientización ciudadana para hacer frente al cambio climático

Arturo Palma

Por su parte, el Subdirector General de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), José Mario Esparza Hernández, mencionó que el informe promueve una gestión integradora, como al considerar que los directores de organismos operadores duran en promedio 1.7 años en funciones, lo cual es un llamado para los diferentes niveles de gobierno a la sinergia.

Sobre el Informe

El Informe Mundial del Agua es publicado por ONU-Agua, a través de la UNESCO y su Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos (WWAP, por sus siglas en inglés), y evalúa el estado actual y los desafíos que presenta la valoración del agua a través de diferentes sectores y perspectivas, identificado modos en los que la valoración puede resultar una herramienta útil para mejorar la gestión del agua y lograr el desarrollo sostenible a nivel global.   La edición 2021 contó con la colaboración de la FAO, ONU-Hábitat, el Banco Mundial, ONUDI, entre otras agencias del sistema de las Naciones Unidas.

Conozca el resumen ejecutivo del Informe

https://bit.ly/3hRKtBs

Fotografías del evento

https://bit.ly/3kH83ml

Fuente: https://es.unesco.org/news/unesco-y-aneas-presentan-mexico-version-espanol-del-informe-mundial-del-agua-2021

Comparte este contenido:

Mundo. Menos mujeres que hombres recuperarán el trabajo durante la recuperación del COVID-19: OIT

Mundo/30-07-2021/Autor(a) y Fuente: news.un.org

Menos mujeres recuperarán los trabajos perdidos por la pandemia de COVID-19 durante el período de recuperación que los hombres, según un nuevo estudio publicado el lunes por la agencia laboral de la ONU.

En  Construir un futuro más justo: los derechos de las mujeres al trabajo y en el trabajo en el centro de la recuperación de COVID-19 , la Organización Internacional del Trabajo ( OIT ) destaca que entre 2019 y 2020, el empleo de las mujeres disminuyó en un 4,2 por ciento a nivel mundial, lo que representa 54 millones de puestos de trabajo. mientras que los hombres sufrieron una disminución del tres por ciento, o 60 millones de puestos de trabajo.

Esto significa que habrá 13 millones menos de mujeres empleadas este año en comparación con 2019, pero es probable que la cantidad de hombres ocupados se recupere a los niveles de hace dos años.

Esto significa que solo el 43 por ciento de las mujeres en edad laboral del mundo estarán empleadas en 2021, en comparación con el 69 por ciento de sus homólogos masculinos.

El documento de la OIT sugiere que las mujeres han experimentado pérdidas desproporcionadas de empleo e ingresos porque están sobrerrepresentadas en los sectores más afectados por los cierres, como el alojamiento, los servicios alimentarios y la fabricación.

Diferencias regionales

No todas las regiones se han visto afectadas de la misma forma. Por ejemplo, el estudio  reveló  que el empleo de las mujeres fue el más afectado en las Américas, cayendo en más del nueve por ciento.

Le siguieron los Estados árabes con poco más del 4%, luego Asia-Pacífico con el 3,8%, Europa con el 2,5% y Asia central con el 1,9%.

En África, el empleo de los hombres se redujo solo un 0,1 por ciento entre 2019 y 2020, mientras que el empleo de las mujeres disminuyó un 1,9 por ciento.

Esfuerzos de mitigación

A lo largo de la pandemia, a las mujeres les fue considerablemente mejor en países que tomaron medidas para evitar que perdieran sus trabajos y les permitieron volver a la fuerza laboral lo antes posible.

En Chile y Colombia, por ejemplo, se aplicaron subsidios salariales a las nuevas contrataciones, con tasas de subsidio más altas para las mujeres.

Y Colombia y Senegal estuvieron entre las naciones que crearon o fortalecieron el apoyo a las mujeres emprendedoras.

Mientras tanto, en México y Kenia se establecieron cuotas para garantizar que las mujeres se beneficiaran de los programas de empleo público.

Construyendo hacia adelante

Para abordar estos desequilibrios, las estrategias sensibles al género deben estar en el centro de los esfuerzos de recuperación, dice la agencia.

Es fundamental invertir en la economía del cuidado porque los sectores de la salud, el trabajo social y la educación son importantes generadores de empleo, especialmente para las mujeres, según la OIT.

Además, las políticas de licencias por cuidados y los arreglos laborales flexibles también pueden fomentar una división más equitativa del trabajo en el hogar entre mujeres y hombres.

La actual brecha de género también puede abordarse trabajando por el acceso universal a una protección social integral, adecuada y sostenible.

Promover la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor también es un paso potencialmente decisivo e importante.

La violencia doméstica y la violencia y el acoso de género relacionados con el trabajo han empeorado durante la pandemia, lo que socava aún más la capacidad de las mujeres para estar en la fuerza laboral, y el informe destaca la necesidad de eliminar el flagelo de inmediato.

Promover la participación de las mujeres en los órganos de adopción de decisiones y un diálogo social más eficaz también marcaría una gran diferencia, dijo la OIT.

Dos mujeres revisan telares industriales en una fábrica de alfombras en Mongolia.
Foto de la OIT
Dos mujeres revisan telares industriales en una fábrica de alfombras en Mongolia.
Fuente e Imagen: https://news.un.org/en/story/2021/07/1096102
Comparte este contenido:

Simulación de una educación de la sanidad

Por: Eduardo Hernández de la Rosa

El proceso de confinamiento que hemos vivido como humanidad ha reflejado las desigualdades que existen en nuestro presente. Tal como se ha dicho por algunos autores, la posmodernidad ha llegado, pero no de la misma manera para todos (Fullat), este ejercicio de confinamiento nos ha mostrado  las diferentes realidades en las que el riesgo (Beck), se convierte solo en una opción psíquica, más que una realidad inminente.

Si bien, en los contextos periféricos (Wallerstein), la muerte aparece como un culto, como una forma de manifestarse ante las realidades opresoras (Maffesoli, Scot), también emerge como una circunstancia conocida, vivida y natural, que muestra aquellos dibujos que se hacían por los cines más críticos (Buñuel) donde aludían lo crudo de las realidades en las que se vive.

Mi razonamiento aparece del lado de las realidades con las que convivo, aquellas que mostraron desde el inicio la otra cara de la moneda, por un lado, la de la necesidad de confinamiento y por el otro la de posibilidad de confinamiento, claramente ambas con circunstancias distintas.

Así, las realidades latinoamericanas expresaron en lo cotidiano, zonas completas en las que la necesidad de alimentarse era la razón más urgente para no pensar en confinamiento, más que la necesidad de salvaguardar la integridad.

Del confinamiento, emergieron movimientos y transformaciones no deseadas, como resultado del empuje del dispositivo de control salubre en las sociedades. Del lado de la educación, aparecieron ejercicios que impulsaron la migración forzada hacia el proceso de sociodigitalización de las comunidades educativas, siendo esto, una analogía a una estampida, en donde los más veloces podrían mirar y tomar las decisiones del rumbo, por sus condiciones, pero los más lentos, tendrían a sufrir atraso y consecuencias difíciles en su andar.

De la misma manera, el proceso sociodigital cobró factura y expresó de manera constante las dificultades existentes en su desarrollo. Así, se introdujeron dentro del quehacer educativo muchas formas y propuestas de operar la formación cívico-técnica en los estudiantes, sin embargo, las resistencias aparecieron y las formas íntimas de vida se convirtieron en parte del entretenimiento de la construcción formativa, especialmente donde el streaming podía ver su lugar.

Ahora bien, no solo eso cambió, sino que la industria de la sanitización también tuvo un crecimiento, promoviendo un gran simulacro de guerra contra el enemigo invisible. El instrumental militar para hacer frente al enemigo cundió todos los espacios, tanto en público como en lo privado, tanto en lo visible como en lo íntimo; caretas, cubrebocas, googles, guantes, sanitizadores e incluso trajes sanitizantes de diferentes niveles de calidad, se convirtieron en las nuevas formas de negocio para muchos que pudieron ver en el riesgo del contagio un modo de vida, mediante la simulación de la prevención.

Derivado de la necesidad de estos equipamientos, aparecieron reportajes, sobre las funcionalidades de uno u otro aparato para alejar, evadir, prevenir, erradicar e incluso minimizar el virus. Al lado de dicho instrumental de “guerra” contra el SARS-CoV-19, aparecieron otros instrumentos, como lo fueron los “memes” cuyos mensajes aludían al virus desde el aspecto más sarcástico posible, así como dispositivos institucionales, como los semáforos epidemiológicos, cuyas métricas decidían si el confinamiento era menor o más riguroso.

Aún con esta biopolítica, en la vida real, todo podría ser distinto, las personas caminando sin las restricciones de los metros necesarios, hacían ver al enemigo invisible como un mito, como si pudiera prevenirse su asalto a través del aparato sensorial humano, siendo los indicadores bióticos para poder identificar la amenaza  “el estornudo, la tos, la temperatura”, tan pronto es identificado algo de ello, se estigmatiza y se genera un abandono social inmediato.

El gran simulacro, aparece sobretodo en épocas de elecciones, sabedores de que la pandemia no cambia de un momento a otro, que los procesos de contagio se mantienen, aparece la llegada de dosis, para el caso del continente americano, al menos, son evidentes la llegada de vacunas previas a las elecciones, de la mano de la esperanza prometedora de una realidad dosificada como preámbulo del fin del confinamiento.

Al concluir las elecciones, la euforia disminuye y sucede lo esperado, de nueva cuenta se reactivan los colores no deseados del dispositivo del estado: el semáforo epidemiológico, por lo que la esperanza se mantiene nuevamente en espera.

Las autoridades educativas institucionales si bien realizan todas las acciones posibles dentro de la comprensión de sus esfuerzos socioculturales y de las recomendaciones de sus asesores, a todas luces, se observa, que aún son insuficientes, pues ante realidades heterogéneas, donde la pandemia está dosificada, no solo por biología, sino también por condición social, las necesidades y los semáforos se vuelven solo aparatos de simulación institucional, frente a realidades de necesidad coyuntural.

Mientras tanto, se sigue haciendo teoría de lo sociodigital, sin mirar las realidades, sin comprender que los procesos de confinamiento, provocan más que un resguardo al riesgo de nuestra biología, la urgencia de transformar  nuestras necesidades, se olvida que en un contexto desigual, las políticas homogéneas, generan desigualdad y que los cambios, no son ni serán en una sola medida.

El vivir cotidianamente nos expresa las realidades, la sociodigitalización, solo es una forma de enfrentar la pandemia, para intentar mantener el sistema en el que se vive, no obstante, las organizaciones deberán de atender de manera recurrente, que el ser humano no puede mantenerse bajo el síndrome multiscreen del homeoffice, la anomia que produce la adaptación del sistema al confinamiento y la búsqueda de posibilidades de interacción a través de la mediación tecnológica, emergerá de formas que poco sospechamos.

Mientras tanto, las instituciones proveerán de dispositivos de control biopolítico a sus comunidades cautivas, lo cual tendrá como consecuencia un conjunto de construcciones subjetivas en la interiorización de prácticas de la cotidianidad, por lo que se deberá poner especial atención al “simulacro de la sanitización, no solo en una institución, sino en las realidades que vivimos y operamos”.

Referencias

Fullat, O. (2011) Octavi Fullat, filósofo catalán – Posmodernidad e incertidumbre. CNN. recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=0bg7HjXBz1A

Maffesoli, M. (2005). La tajada del diablo. México: Siglo XXI.

Scott, J.(1990). Los dominados y el arte de la resistencia: discursos ocultos. México D.F., México: Ediciones Era.

Beck, U. (2002) La sociedad del riesgo. Madrid: Siglo XXI de España Editores

Wallerstein, I. (2005). Análisis del Sistema Mundo. Una introducción. México: Fondo de Cultura Económica.

Fuente: El autor escribe para OVE

Comparte este contenido:

Ética de la Inteligencia Artificial: un paso más hacia la adopción de la Recomendación de la UNESCO. Mundo

Mundo/09-07-2021/Autor(a) y Fuente: UNESCO

París, 2 de julio – Tras meses de diálogo y negociación constructivos, los representantes de los Estados Miembros de la UNESCO llegaron a un acuerdo sobre el proyecto de texto normativo de un nuevo modelo ambicioso y de gran alcance para el desarrollo y el despliegue éticos de la Inteligencia Artificial.

El impulso para el cambio en la ética de la Inteligencia Artificial (IA) está creciendo en el período previo a la Conferencia General de la UNESCO, en noviembre, cuando la Recomendación se presentará a los Estados Miembros de la UNESCO para su adopción. La Recomendación supondrá un marco global para garantizar que las transformaciones digitales promuevan los derechos humanos y contribuyan a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Abordará cuestiones relacionadas con la transparencia, la responsabilidad y la privacidad, contendrá capítulos políticos orientados a la acción sobre la gobernanza de los datos, la educación, la cultura, la atención sanitaria y la economía, y proporcionará a los gobiernos y responsables políticos un marco para regular la IA.

Una vez adoptada la Recomendación, los líderes de todo el mundo tendrán un punto de referencia común sobre cómo controlar los riesgos y aprovechar estas nuevas tecnologías como una fuerza para el bien. La IA tiene el potencial de reducir radicalmente las desigualdades, promover la diversidad y beneficiar a la humanidad en su conjunto. Audrey Azoulay, la Directora General de la UNESCO

Justicia algorítmica

Aunque las tecnologías de la IA tienen un valor y un potencial extraordinarios para el desarrollo social y económico, la inteligencia artificial presenta retos complejos y únicos para los responsables políticos. La IA suscita también una gran preocupación por los prejuicios, los estereotipos y la discriminación. Cada vez más, las decisiones, tanto en el ámbito público como en el privado, se toman a partir de análisis generados por la IA. La UNESCO ha pedido que la IA se desarrolle de manera que asegure resultados justos.

La Recomendación incluirá disposiciones para garantizar que los sesgos del mundo real no se reproduzcan en línea, y ofrecerá acciones políticas concretas asentadas en valores y principios universales. También encargará a la UNESCO que analice el nivel de avance de cada país en el ámbito de la IA para ayudarles en la fase de aplicación.

24 destacados expertos de todo el mundo contribuyeron al texto, lo que garantiza el alcance amplio, exhaustivo y diverso de la Recomendación. Se elaboró a través de un proceso de consulta mundial que incorporó una multiplicidad de voces de diferentes grupos interesados.

La UNESCO está dispuesta a trabajar con sus Estados Miembros y socios para garantizar que esta Recomendación cumpla su promesa de dotar a la IA de una sólida base ética que beneficie a las personas.

La Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial será un modelo de consenso mundial sobre el ‘qué’ y el ‘cómo’ de la regulación ética de esta tecnología que cambia las reglas del juego. La UNESCO está dispuesta a ayudar a los gobiernos y a otras partes interesadas a desarrollar sus capacidades para hacer frente a los desafíos, incluso a través de la evaluación de impacto ético. Gabriela Ramos, Subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas

Contacto de prensa: Clare O’Hagan(link sends e-mail)

Teléfono: +33 145 68 17 29

Fuente: https://es.unesco.org/news/etica-inteligencia-artificial-paso-mas-adopcion-recomendacion-unesco

Comparte este contenido:
Page 8 of 30
1 6 7 8 9 10 30