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Las 12 campanadas de la medianoche

Por: Elisabeth De Puig

¿Qué lanza al destierro a tantos dominicanos que se entregan a redes que los llevan a Chile o a las carreteras de Chiapas? ¿Qué nos espera realmente en estos próximos meses donde en el medio de un tercer año de pandemia la pobreza y sus estragos en la República Dominicana chocan con la imagen del país que queremos proyectar?

Las 12 campanadas de la medianoche del pasado viernes 31 nos propulsaron en el año 2022 y, simbólicamente, nos despojaron por un momento de todas nuestras cargas para abrazar el nuevo año esperanzados de iniciar un periodo más auspicioso que el acabamos de atravesar.

Sin embargo, tal duende travieso, ómicron se apoderó de nuestras mentes y nos acompañó durante la velada. Ahora todos quisiéramos saber si asistimos al principio del final de la epidemia o si estamos en presencia de una trampa del virus que se presta a resurgir, tal ave fénix, bajo nuevas formas de sus cenizas.

Los próximos meses lo dirán. No obstante, venga lo que venga, debemos seguir cuidándonos al máximo. Debemos reforzar las vacunas e invitar a vacunarse a los que no lo han hecho. Participando en el cuidado de los demás aportamos a nuestro entorno.

Para los moradores de la República Dominicana, el año 2021 estuvo marcado por un excelente desenvolvimiento en cuanto al enfrentamiento   de la pandemia. También por el hecho, digno de estudio, de que somos uno de los dos países con más baja letalidad de todo el continente americano.

En otro tenor, estamos siendo testigos de una lucha contra la corrupción sin precedente, y de una recuperación económica que nos coloca como uno de los países de la región mejor preparados para afrontar nuevos retos.

Con estas señales esperanzadoras, una pandemia de por medio y la tremenda amenaza del cambio climático, el presente sería el momento idóneo para reflexionar sobre el modelo de la sociedad que debemos construir para que la recuperación alcanzada y los pasos institucionales que se han dado se traduzcan en una transformación real hacia una sociedad ambiental, social y políticamente sostenible.

En muchos países ha tomado cuerpo el criterio de que la recuperación económica post pandemia no puede ser el mero retorno a las formas de consumir y producir de antes de la COVID-19. Hacerlo así sería reproducir las formas de maltrato a la naturaleza que han generado el cambio climático cuando de lo que se trataría es de revertirlas.

De la misma manera nos podemos preguntar a la luz del resultado de las últimas elecciones en Chile, campeón del neoliberalismo y de la desigualdad, si el modelo económico actual será sostenible políticamente en la República Dominicana a mediano plazo y si no se necesita trabajar desde ahora para lograr una sociedad más inclusiva donde impere la justicia social.

¿Qué lanza al destierro a tantos dominicanos que se entregan a redes que los llevan a Chile o a las carreteras de Chiapas? ¿Qué nos espera realmente en estos próximos meses donde en el medio de un tercer año de pandemia la pobreza y sus estragos en la República Dominicana chocan con la imagen del país que queremos proyectar?

En fin, las oportunidades deben existir para las grandes mayorías. De ahí la pregunta: ¿cómo repartir el maná del crecimiento entre los que más lo necesitan para que este gobierno sea el gobierno del cambio en aspectos fundamentales que tocan la vida misma de las personas?

Alarman las voces de la Sociedad Dominicana de Pediatría llamando la atención sobre el aumento de un 20% en la mortalidad infantil durante el pasado 2021, al igual que la recrudescencia del dengue y otras enfermedades.

Que una niña de 14 años haya dado a luz al primer bebé del año no es casual y solo refuerza la urgencia de la lucha contra las desigualdades y a favor de los derechos fundamentales de la niñez en la cual están envueltos, entre otros, la educación, la salud, la vivienda.

No solamente debemos velar porque no se produzcan desacatos a los derechos humanos en materia de migración, como los atropellos injustificables a las extranjeras que procuran servicios médicos en la República Dominicana, sino también recordar que las mujeres que votaron a favor del PRM esperan un código penal garante de derechos y a la altura del siglo XXI.

Aprovechemos pues el año 2022 para dar un salto hacia políticas públicas que logren cambiar el comportamiento social, propulsen una justa redistribución y aseguren un clima social favorable al crecimiento.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/las-12-campanadas-de-la-medianoche-9020486.html

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Un mundo que busca la seguridad

Por: Dinorah García Romero

Los pueblos tienen la necesidad de un mundo más seguro. Esta seguridad cada día se siente amenazada por imprevistos como las pandemias; y por hechos calculados y planificados, como las guerras y los distintos tipos de delincuencia.

Formamos parte de un mundo marcado por avances extraordinarios en órdenes diversos. Por ello participamos de escenarios en los que las ciencias y las tecnologías, con bastante frecuencia, sorprenden con cambios e innovaciones. Estos adelantos ponen en evidencia la gran capacidad que tiene el ser humano para la invención y la recreación. Los avances indicados permiten la solución de múltiples problemas que aquejan a la humanidad en muchos ámbitos; especialmente, en materia de salud, educación, comunicación y alimentación. En estos aspectos, el desarrollo es notable y su impacto en la vida de las personas y de los pueblos es evidente y, por tanto, innegable. Pero, los adelantos no llegan con el mismo potencial ni con la rapidez requerida a las diferentes naciones. Las más desarrolladas se benefician de forma directa e intensiva; de forma indirecta y lenta, las naciones más pobres. La distribución de los resultados de los avances es cada vez más desigual en el mundo. Los beneficios de las transformaciones generadas por las ciencias y las tecnologías son exiguos para los países en desarrollo; son exorbitantes para los países ricos. Esta situación acentúa el déficit de solidaridad y de voluntad política para compartir los bienes que  conllevan los progresos científicos y tecnológicos. La gestión y la distribución de los bienes que derivan de estos avances constituyen un obstáculo al desarrollo global de los pueblos. Se percibe una gestión y una distribución centralizada y poco alentadora de la fraternidad universal. Un ejemplo claro es la crisis que supone la desigual adquisición de las vacunas necesarias para contrarrestar la COVID-19. Mientras hay países a los que les sobran vacunas, a otros les falta la primera dosis, como sucede en África. Hay una voluntad clara de retener para sí los bienes científicos y tecnológicos, que deben ser de todos.

En medio de una crisis de la igualdad en el mundo, se produce una búsqueda intensa de la seguridad de las personas y de la sociedad en general. Vivimos la contradicción de un mundo que, por sus progresos científicos y tecnológicos, se ha convertido en una aldea global. Pero esta aldea cada día siente el peso de la inseguridad. Las variantes de la COVID-19 no dan tregua. Esta inseguridad, provocada por diferentes factores, particularmente por las variantes que se producen en este tiempo de pandemia, genera en las personas y en los pueblos una experiencia signada por condiciones de inseguridad y de inestabilidad. Somos parte de un mundo que tiene la necesidad de sentirse seguro; que busca cómo liberarse de todo aquello que limita su acción y sus capacidades. Es una búsqueda de nivel mundial. El poderío que exhibe el mundo a partir del uso inteligente de las innovaciones de las ciencias y de las tecnologías, contrasta con la inseguridad que viven las naciones en estos tiempos. Este fenómeno constituye un desafío para los científicos y para la gente común. En la base de esta inseguridad está la falta de visión del liderazgo mundial sobre la importancia de pensar y de buscar la seguridad colectiva. La superación de la inseguridad ha de ser un compromiso colectivo. Este requiere voluntad política y un ejercicio solidario real dentro de cada país y entre los países. La seguridad no solo se afecta con la aparición de variantes. Se lesiona de forma grave con la delincuencia social, con la corrupción y con la impunidad. Esta tríada está vigente en el mundo que habitamos. Los líderes del mundo han de hacer un esfuerzo conjunto para pensar de forma holística. Los ciudadanos también han de aportar sus conocimientos y experiencias para contribuir a la construcción de un mundo más solidario y seguro. Los pueblos tienen la necesidad de un mundo más seguro. Esta seguridad cada día se siente amenazada por imprevistos como las pandemias; y por hechos calculados y planificados, como las guerras y los distintos tipos de delincuencia. Hemos de apoyar la construcción de una sociedad global más sana, segura y resiliente

Fuente: https://acento.com.do/opinion/un-mundo-que-busca-la-seguridad-9012910.html

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EEUU-Reporte: Pandemia agrava desigualdades en la educación en Nevada

Por: Jannelle Calderón is a bilingual intern based in Southern Nevada.

Esta nota fue traducida al español y editada para brevedad a partir de una versión en inglés.

La pandemia de COVID-19 agravó los problemas existentes en Nevada en muchas áreas, incluyendo la educación para alumnos de preescolar a preparatoria (K-12).

Activistas temen que el cambio hacia la educación a distancia haya extendido las desigualdades entre poblaciones estudiantiles, especialmente para quienes tienen discapacidades, aprenden inglés como segundo idioma, viven en zonas rurales, y pertenecen a comunidades de color.

A principios de este mes, el Comité Asesor de Nevada de la Comisión de Derechos Civiles de los EE.UU.publicó un reporte sobre la “pérdida de aprendizaje” durante las clases virtuales.

Wendell Blaylock y Sondra Cosgrove, presidenta y vicepresidenta respectivamente de dicho comité, encontraron que los retos de conectividad hicieron que el aprendizaje fuera casi imposible para algunos estudiantes en áreas donde el internet de alta velocidad no estaba disponible o era limitado.

“Escuchamos testimonios de que sí tenían un dispositivo electrónico, pero no había internet o el internet era muy, muy lento”, dijo Blaylock. “Algunos tuvieron que ir a un restaurante de comida rápida para tener acceso. Otros estudiantes y profesores dijeron que el internet era tan lento e irregular que incluso descargar el trabajo escolar llevaba horas».

Algunos estudiantes también desaparecieron de las clases.

“Estábamos tratando de profundizar para averiguar en dónde habían desaparecido los estudiantes, a dónde fueron. Muchas veces era un niño mayor el que tenía que cuidar a sus hermanos y sus padres eran trabajadores esenciales”, señaló Cosgrove.

El reporte y las recomendaciones del comité se enviaron a funcionarios electos y de educación.

“Todos los panelistas dijeron que este no es un problema nuevo. No es algo causado por la pandemia, pero la pandemia lo está empeorando mucho”, dijo Cosgrove. «El sistema educativo fue sometido a una prueba de estrés por la pandemia y, claro, rápidamente descubrimos dónde estaban las debilidades».

La pandemia ha enfatizado aún más la importancia de la consejería y los servicios de salud mental, dijo Cosgrove, profesora de historia en el College of Southern Nevada.

Los estudiantes de todo el estado han regresado a las clases en persona de tiempo completo, aunque siguen disponibles algunas opciones de aprendizaje a distancia.

“No quiero exagerar, pero creo que Nevada fue el único estado, según el superintendente [Jhone] Ebert, que aseguró que todos los estudiantes tuvieran un dispositivo electrónico y un punto de acceso”, agregó Blaylock.

En enero, Connecting Kids, una coalición público-privada creada en julio de 2020 por el Grupo de Trabajo COVID-19 del gobernador, anunció que todos los estudiantes de escuelas públicas K-12 que participaron en clases a distancia tenían una computadora y conexión a Internet. Sin embargo, quienes testificaron ante el comité esta primavera resaltaron su batalla continua para lograr una mejor velocidad y confiabilidad del internet.

El comité espera que millones de dólares de apoyo federal ayuden a Nevada a seguir abordando los problemas que se mencionan en el reporte.

El proyecto de ley de infraestructura más reciente que se aprobó en el Congreso podría ayudar a implementar algunas de las recomendaciones del comité para resolver los problemas, incluyendo mejorar la banda ancha y ayudar a los distritos escolares después de un estresante año pasado.

“Hemos identificado los problemas. Tenemos el dinero”, dijo Cosgrove.  «Tenemos muchas necesidades en este estado, así que habrá mucha gente que necesitará ese dinero».

https://thenevadaindependent.com/article/reporte-pandemia-agrava-desigualdades-en-la-educacion-en-nevada

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Reconoce gobierno de Uruguay desigualdades en educación

Prensa Latina 

El presidente del Consejo directivo central del Educación de Uruguay, Robert Silva, reconoció hoy desigualdades en accesos y deserción en la enseñanza secundaria.

Silva indicó que “mientras el 82 por ciento del 20 por ciento de la población de mayores recursos culmina la educación secundaria, solo lo hace el 18 por ciento del quintil de menores ingresos”.

A ello añadió que Uruguay comparte con un grupo de países en los que menos del 50 por ciento culmina la educación formal obligatoria, entre los que mencionó a Honduras, Guatemala y el Salvador.

El alto funcionario participó en la presentación del proyecto “Transformación Educativa” de la Administración Nacional de Educación Primaria (Anep), para señalar la obligación de tener mejores resultados y generar las estrategias pedagógicas correspondientes.

“Este país no puede seguir con la realidad que tiene, tenemos que implementar un marco curricular, planes que permita atender las diferentes realidades del país», declaró.

A su entrada al recinto del foro, el presidente de la nación; Luis Lacalle Pou, se topó con manifestante del sindicato de la Universidad Técnica de Uruguay (UTU) que reclamaron “están destrozando la educación”.

Una de las participantes le señaló que “la gente más necesitada se queda sin grupos, los alumnos sin clases, por favor, la educación es una inversión, no es un gasto”, en alusión a protestados recortes presupuestarios.

Reconoce gobierno de Uruguay desigualdades en educación

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Aprendamos de la emergencia

Por: Manuel Alberto Navarro Weckmann

«Queda claro que la pandemia dejó al descubierto las grandes desigualdades y brechas sociales, desde donde la educación presencial debe de ser una prioridad para aquellas niñas, niños y adolescentes que se encuentran en situación vulnerable,»

Ante la llegada de la emergencia sanitaria en el mundo, pocas cosas hoy se encuentran en el mismo lugar que antes, situación que ha hecho que el mundo sea un espacio diferente al de antes de la pandemia, por ello, vale la pena preguntarnos sobre lo que hemos aprendido y, en consecuencia, cual es la manera de seguir adelante con nuestras vidas.

Definitivamente si algo queda claro, es que existieron espacios de aprendizaje acelerado en muchos de los espacios de nuestras vidas, como fue el caso de la educación, en donde luego de múltiples fracasos en las últimas tres décadas, la pandemia nos obligó a entender que necesitábamos de la tecnología para generar un nuevo modelo educativo, desde donde debemos voltear a ver dichos aprendizajes para no caer en los mismos vicios del pasado.

Por otra parte, también queda claro que la pandemia dejó al descubierto las grandes desigualdades y brechas sociales, desde donde la educación presencial debe de ser una prioridad para aquellas niñas, niños y adolescentes que se encuentran en situación vulnerable, de regiones de difícil acceso geográfico, con alguna discapacidad o con limitaciones culturales de acceso a la tecnología.

Sin embargo, existe un porcentaje importante de estudiantes, cuyo perfil perfectamente puede adaptarse a la aceptación de un modelo híbrido de aprendizaje y en donde, se pueden ejercer acciones y opciones en donde el uso de la tecnología se presente como una opción viable y no, forzando a todas las comunidades escolares, a aceptar el modelo presencial como la única opción viable y hacer como si nunca hubiéramos vivido la situación de emergencia que nos llevó a trasformar nuestras vidas por casi un año y medio.

En este sentido, vale la pena retomar los datos del Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México, en donde se aplicó la encuesta “Beneficios, motivación y utilidad de seguir aprendiendo”, en donde, según los datos obtenidos, 60% de los participantes elegiría un proceso de aprendizaje desde centros educativos, como las universidades, escuelas o institutos, pero a 40% le gustaría hacerlo desde un entorno más cotidiano como el hogar o el trabajo. De quienes prefieren un centro o institución educativa, 43% optaría por clases presenciales, 11% por internet y el resto un esquema mixto.

Además, se afirma que, en este último año, 70% tomó alguna clase o curso, debido a motivos laborales (24%), por gusto (24%), para adquirir conocimiento (14%) y para desarrollar o mejorar una habilidad (13%). Independientemente de las motivaciones, esa clase les ha ayudado mucho (59%) o ayudado (37%) para sentirse útil; 90% para sentirse feliz (47% ayudado mucho, 43% ayudado); 82% para reducir o eliminar el estrés (42% mucho, 40% ayudado); 74% para relajarse (34% mucho, 40% ayudado).

Definitivamente, tenemos que aprender de las experiencias y tenemos que aprender como sociedad, que empezar a generar opciones en donde exista un sector del magisterio orientado a la resolución de este tipo de servicios para un determinado sector de estudiantes, nos permitirá mejorar los servicios, optimizar los tiempos y continuar con los aprendizajes ahora que entramos en una nueva etapa en nuestras vidas.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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Libro(PDF): La retracción del derecho a la educación en el marco de las restauraciones conservadoras. Una mirada nuestroamericana

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Los trabajos aquí presentados son parte de las producciones de los integrantes del Grupo de Trabajo de CLACSO Políticas Educativas y derecho a la educación, con el propósito de comprender la complejidad del escenario a través de estudios comparados, avanzando en la producción colectiva de conocimiento en el marco de las luchas políticas por un orden social más justo, acompañando con marcos analíticos renovados la comprensión de las nuevas dinámicas de producción y reproducción de desigualdades desde enfoques multidimensionales.

Autoras(es): Nora Gluz. Cibele María Lima Rodrigues. Rodolfo Elías. [Coordinadores]

Nora Gluz. Cibele María Lima Rodrigues. Rodolfo Elías. Myriam Feldfeber. Vicente Sisto. Javier Campos-Martínez. Andrés Felipe Mora. Maikel Pons Giralt. Pablo Martinis. Carmen Rodríguez-Martínez. Melina Costa Lima Fraga. Ana Paula Abrahamian de Souza. Oresta López Pérez. Alejandro Vassiliades. Eliza Bartolozzi Ferreira. Dalila Andrade Oliveira. Lívia Maria Fraga. Carmen Caamaño Morúa. Gabriela Walder. Laura Bareiro. Eloísa Bordoli. Stefanía Conde. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-813-015-6

Idioma: Español

Descarga: La retracción del derecho a la educación en el marco de las restauraciones conservadoras. Una mirada nuestroamericana

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2407&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1579

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Mundo: Escuelas privadas como impulsoras de la segregación social: ¿Por qué hay que regularlas?

Mundo/12-11-2021/Autor(a) y Fuente: redclade.org

La proporción de estudiantes que se matriculan en escuelas privadas está aumentando a nivel mundial y el acceso a las mismas es socialmente desigual. Los Estados tienen el poder para regular y controlar las escuelas privadas

El porcentaje de estudiantes que asisten a escuelas privadas ha aumentado considerablemente en las últimas tres décadas. Esta expansión se observa no sólo en los países en desarrollo y emergentes, sino también en algunos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El estudio Private schools as drivers of social segregation, de Rita Nikolai y Marcel Helbig, muestra que incluso en Alemania – país considerado con una baja proporción de estudiantes en escuelas privadas según los estándares internacionales – la asistencia a escuelas privadas ha aumentado en las últimas dos décadas.

En todo el mundo, de acuerdo al documento, la proporción de matriculación a escuelas primarias privadas ha aumentado en 10 puntos porcentuales, del 9% (1990) al 19% (2019). En la educación secundaria, la proporción de estudiantes en escuelas privadas es aún mayor (27% en 2019). Los colegios privados, a los que los Estados conceden importantes subvenciones y que reciben subsidios por más del 50% de sus costes, son los que se están expandiendo más rápidamente.  En el caso de Alemania, a menudo es el propio Estado el que contribuye a la expansión de las escuelas privadas subvencionándolas. En general, solo las subvenciones estatales hacen posible la fundación de nuevas escuelas privadas, especialmente si las mantienen organismos financieramente débiles (por ejemplo, iglesias libres, comunidades religiosas, iniciativas de padres y madres, fundaciones no confesionales, etc.).

La expansión mundial de las escuelas privadas hizo que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH) adoptara en 2016, por primera vez en su historia, una resolución en la que se pedía a los Estados miembros del CDH que regularan más estrechamente su educación privada. En esta histórica resolución influyó el temor a los efectos negativos de la creciente mercantilización de la educación y expansión de la segregación social.

Teniendo en cuenta la declaración del CDH y el caso de Alemania, el estudio mencionado analiza qué pueden hacer los Estados para regular la actuación del sector educativo privado y cuáles son algunas de las motivaciones que promueven la privatización educativa. La investigación decide enfocarse en Alemania porque (todavía) tiene una cuota baja de escuelas privadas en comparación internacional, pero subvenciona generosamente a las escuelas privadas.

La elección de escuelas privadas

En el artículo, también se identifican diversos motivos de los padres y las madres de familia por elegir escuelas privadas. Tal como varios estudios señalan, a las escuelas privadas acuden más los niños y las niñas cuyos padres y madres tienen un estatus social más alto, un nivel de educación superior y/o unos ingresos más elevados, lo que genera una segregación social. Sobre todo, en las zonas urbanas, donde los padres y las madres tienen más posibilidades de elegir entre distintos tipos de escuelas, perfiles escolares y proveedores, los estratos sociales más altos tienden a matricular a sus hijos e hijas en escuelas privadas en lugar de en escuelas públicas, con lo que se aíslan socialmente.

Otro factor que a menudo puede influir en la decisión de las familias es la creencia de los y las acudientes en que los colegios privados prometen una mejor educación escolar y/o un mejor ajuste entre su propio entorno familiar y los valores que se enseñan en un colegio privado. La distinción social, es decir, la separación consciente de ciertos grupos especiales, también puede ser un motivo para la elección.

El estudio también detalla que las reformas destinadas a reducir las desigualdades sociales en el sistema escolar siempre pueden desencadenar reacciones de los estratos sociales más altos. Los padres y las madres de los estratos sociales más altos sólo aceptan esas reformas escolares si obtienen opciones para reproducir su estatus social. En Alemania, madres y padres han recurrido en los últimos años a las opciones de escolarización privada y han agravado las desigualdades sociales entre las escuelas públicas y las privadas. En las zonas urbanas, la segregación social de las escuelas también refleja siempre la segregación social de los barrios residenciales. Si hay muchos niños y niñas en situación de pobreza viviendo en un barrio, también habrá muchos niños y niñas en esta misma condición en la escuela local. Esto mismo ocurre en barrios residenciales más adinerados donde se encontrarán niños con la misma condición en la escuela local. Así pues, la segregación social de las escuelas es siempre una expresión de las desigualdades sociales de una sociedad.

Segregación social

En vista de la creciente expansión de las escuelas privadas y sus impactos en la segregación social, se plantea la cuestión de la política educativa de cómo reducir las desigualdades educativas y crear igualdad de oportunidades educativas. En el caso de Alemania, los autores recomiendan que, si hay escuelas privadas subvencionadas por el Estado, sean completamente transparentes y, en caso de accesibilidad social, las escuelas privadas podrían suprimir completamente las tasas escolares o eximir a las familias con bajos ingresos del pago de las tasas escolares, si no pueden pagarlas.

Como forma de regulación, también recomiendan que haya un límite en los ingresos totales de las escuelas privadas. Si los desequilibrios financieros entre las escuelas públicas y las privadas son demasiado grandes, las escuelas privadas serán más atractivas y atraerán aún más dinero. Demasiados ingresos privados conducen a una disminución de la financiación estatal.

Para leer más sobre el caso de Alemania y cómo el Estado puede controlar y regular la proliferación de escuelas privadas, puede acceder al estudio de Nikolai y Helbeig aquí (disponible en inglés): Private schools as drivers of social segregation.

Fuente: https://redclade.org/noticias/escuelas-privadas-como-impulsoras-de-la-segregacion-social-por-que-hay-que-regularlas/

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