Entrevistamos en #NoNosQuedaOtra a Gabriel Brener, educador, docente y ex subsecretario de equidad y calidad educativa de la Nación. Con él conversamos al aire sobre el panorama educativo actual: un proyecto que proclama excelencia educativa, pero sólo ofrece políticas mercantilistas de exclusión social.
Entrevista realizada por el programa radial no nos queda otra
Las políticas educativas conducidas por el actual Gobierno de la Ciudad, en los últimos tiempos, han sido tema de repercusión en nuestra sociedad. Específicamente, docentes, alumnos y quienes ocupan cargos directivos alzaron sus voces a fin de materializar un reclamo contundente: no al desmantelamiento de la educación. Esta lucha, que busca poner en agenda aquellas temáticas que quieren invisibilizarse, sigue su curso como respuesta a las medidas tomadas que deconstruyen el sistema centenario de la enseñanza pública. En principio, podemos referirnos al proyecto UniCABA aprobado el 22 de noviembre en la Legislatura porteña. Bajo una propaganda política-marketinera que sostiene que la mejoría de la formación docente y su práctica radicarían, exclusivamente, en el carácter universitario, se antepuso la creación de un nuevo espacio frente a los 29 Institutos de Formación Docente que ya se caracterizan y sientan precedente por otorgar educación de calidad. ¿Y esto por qué? Gabriel Brener nos habla una visión unilateral en términos políticos que “no contempla la opinión del arco mayoritario de profesionales de la academia educativa ni la voz participativa de los involucrados directos”.
Se refiere a la búsqueda de un monopolio que no solamente pretende ser la única voz autorizada, sino que además arrasará con todo en beneficio propio y en detrimento de los ciudadanos. Desde sus comienzos, el proyecto UniCABA, hoy ley, ha sido de carácter incongruente e inconsulto. Incongruente en tanto se desconocen los motivos que apelan a la creación de una universidad que será la causa de la destrucción de los históricos profesorados; e inconsulto porque no solo no se ha dialogado con voces especializadas del ámbito educativo en ejercicio, sino que su aprobación ha sido producto de la votación del bloque original oficialista de diputados, sin ni siquiera contar con ciertos aliados básicos. Es decir, ni “la legitimidad política, que es lo que más fuerte tienen, pudieron hacer pesar para aprobar la UniCABA”. Pero allí está, la aprobaron. “Creer que una universidad, solo por el hecho de serlo va a ser mejor que Institutos Terciarios, es de un grado de analfabetismo pedagógico y desconocimiento de contexto, pero de mucha inteligencia por parte del marketing en manejar el timing de la miedocracia”. Porque el problema, la culpabilidad está en el otro, en los docentes, en los institutos, pero no se preocupen porque les traemos “la universidad”.
Podríamos continuar este recorrido con el proyecto inmobiliario que atañe al Instituto Superior de Educación Nro 1 “Dr. Enrique Romero Brest”. Una propuesta que busca mudar el histórico terciario sito en las costosas tierras de Nuñez, al Parque Sarmiento y al Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo de Soldati. Una propuesta que afirma la construcción de nuevos y mejores espacios, cuando no hace mucho tiempo han sido inauguradas flamantes canchas deportivas en dicho establecimiento. Y es que claro, lo que existe detrás de este plan innovador es el estratégico negocio de ventas de terrenos. Un negocio que claro está no beneficiará a los estudiantes del instituto.
Y hay más. Brener describe cómo “aquellos que están tomando decisiones del gobierno, en el plano educativo, son centralmente CEOS o son cuadros de las empresas que han mostrado su eficacia por los niveles de facturación que, precisamente, no son los indicadores con los que se pueda medir la calidad educativa” Sin embargo, estos parámetros se vuelven legítimos porque, entre otras cosas, dan cuenta de una gran astucia en el marco comunicacional. Es por eso que lo que se nos vende es que el sistema educativo público, el gratuito dirían ellos, no sirve, no es competente, no alcanza. Se necesita algo distinto, y qué mejor que una educación arancelada, que la merezcamos porque la pagamos, pero no porque es un derecho. La capacidad de privatizar sin decirlo. Así, es cómo “se juega mucho más que un negocio inmobiliario, se juega la sonrisa, el llanto, la capacidad de mirar y preguntarse, la profundidad de la pregunta de tu hijo, de tu sobrino, incluso de tus nietos”. De eso hablan cuando se hablan de educación. “Nos marcan la cancha, nos marcan la agenda y hablan por nosotros”.
El proyecto educativo actual contempla a una parte de la población. La otra verá qué hacer por fuera de los límites de lo inclusivo. Pone en valor un discurso refundacional que, por ejemplo, presenta un nuevo plan educativo para Nivel Medio, la Escuela del Futuro, sin que aún se haya terminado de implementar el anterior, la Nueva Escuela Secundaria. Un discurso que habla de la educación que se viene, pero te deja sin vacante en los jardines o simplemente sin escuela, porque el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta ya ha anunciado el cierre de las Escuelas Comerciales Nocturnas. “Esto convalida que lo que presentan no es otra cosa que una especie de aplicación para descargarse en tu celular y no un proyecto que le cambie la vida a la gente”. Sin decirlo, colaboran en el desprecio hacia la construcción colectiva, hacia la diversidad, la democracia. Quieren que seamos objetos de la decisión de otros, no sujetos capaces de construir un destino. Quieren disciplinar a la sociedad. Que sea natural que haya ciertas cosas que se adquieren con el bolsillo. Están cercenando la oferta pública, de modo que el mercado termine deliberando a qué accedés y a qué no. Quieren que creas que lo bueno cuesta, que no cuesta esfuerzo, cuesta guita.
Fuente: http://contrahegemoniaweb.com.ar/brener-el-gobierno-busca-degradar-el-sentido-de-lo-publico/