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Marie McAndrew “Muchas cuestiones que se atribuyen a la diferencia cultural muy a menudo están relacionados con la pobreza o el nivel social de las familias”

“Muchas cuestiones que se atribuyen a la diferencia cultural muy a menudo están relacionados con la pobreza o el nivel social de las familias”

Marie McAndrew asegura que en Canadá, las mayores diferencias entre alumnos tienen que ver con las escuelas de origen, no con su etnia o con su sexo. Para ella, el debate en Europa es diferente porque factores como clase social y raza van muy unidos, no como allí.

Por Daniel Sánchez Caballero

¿El problema de la inclusividad no está antes de los niveles superiores? Ya a la Universidad llegan pocas personas de grupos minoritarios, al menos desde un poco de vista étnico.

En Canadá es un poco diferente porque tenemos una inmigración mucho más diversificada respecto a la clase social, pero sí, la cuestión de la inclusión se juega a nivel de la escuela secundaria. Estoy de acuerdo en que, aunque hay retos en la Universidad para la integración de inmigrantes o el acceso de ciertas clases sociales o ciertos chicas y chicos; de Canadá no puedo hablar en general porque la educación está muy descentralizada, pero en Quebec, que es mi contexto, para el título de Secundaria la diferencia entre inmigrantes y no inmigrantes es del 5% o 6%, pero entre chicos y chicas es del diez o doce y entre escuelas favorecidas o no es del 20%.

Sabemos que al salir de la Secundaria el criterio más importante de discriminación es pertenecer a una escuela favorecida o no, y dentro de las escuelas favorecidas, primero que sean concertadas o privadas, luego ser hombre y mujer y, por último, el estatus étnico. Pero el cuello de botella está en la Secundaria, sí.

¿Influye entonces más la escuela en la que está un alumno que ningún otro factor, como sexo u origen?

Lo que más marca es la pertenencia a una escuela favorecida o no. Lo que ocurre en España y Europa es que coincide bastante inmigración y pobreza, por eso no se distingue en el debate el estatus étnico o social. En Canadá no se discute esto, tenemos escuelas de todo tipo en todo tipo de barrios, hay una disasociación más grande con la clase social, mientras en Europa se atribuyen muchas veces a diferencias étnicas cuestiones de clase social. A diferencia de la lengua, que es un desafío muy real, muchas otras cosas que se atribuyen a la diferencia cultural muy a menudo están relacionados con la pobreza, el nivel social de las familias, etc.

Si dos factores de exclusión como pobreza e inmigración coinciden en las mismas personas, ¿no sería más fácil detectar y diagnosticar y, por tanto, atacar el problema?

Sí, pero para combatirlas es más complicado por dos razones. La primera es que se da una acumulación de factores de riesgo en ciertas personas o familias, por lo que para los maestros que están en ese tipo de escuelas la carga es muy pesada. Por otro lado, falta una élite étnica que a veces puede ayudar, como pasa en Canadá, donde tenemos por ejemplo una élite haitiana muy educada que se puede movilizar. Son muy activos, tienen muchas personas de origen haitiano que son maestros en las escuelas. En la sociedad también se hace una representación más positiva y compleja de la inmigración. En los sondeos, aunque hay bastante debate en Canadá sobre diversidad, la opinión pública es bastante favorable a la inmigración. Más del 60% dice que necesitamos inmigrantes, que la inmigración es positiva. Esta opinión nunca baja del 50%. En Europa muy a menudo sí está por debajo de esta cifra. Esto se debe, en parte, a que controlamos nuestras fronteras, algo que en Europa no puede pasar. Así, tenemos una inmigración más diversificada. Tenemos una política de inmigración que pretende el establecimiento permanente. Las personas de minorías étnicas obtienen la ciudadanía pronto, votan, se comprometen con la política. Tienen una buena educación. Aunque conocemos la existencia de la amenaza identitaria como en Europa, el debate público es más equilibrado, porque los inmigrantes, sobre todo los descendientes, tienen más legitimidad.

A veces parece que la inclusividad que se practica, al menos en Europa, es asimilación: “Haced esto que hacemos nosotros y os irá bien”.

Asimilación es una palabra tabú ahora. Yo, personal y académicamente pienso que la asimilación no es realista en el contexto en el que vivimos. La asimilación estaba fundada en el pasado, cuando había culturas superiores o inferiores. Esto ha perdido su legitimidad tras la II Guerra Mundial y el fin de la colonización. En Canadá, cuando venían personas en el SXIX y hasta la mitad del SXX, volvían a sus países de origen 20 años después y se comunicaban por carta. Ahora el mundo está integrado. La situación ha cambiado bastante, tenemos una cultura de acogida que no va a cambiar la presencia de la inmigración. Canadá ha sido siempre una mezcla de culturas, es irreal pensar que van a venir personas y no va a cambiar la cultura de acogida. En Europa se piensa a veces que van a venir inmigrantes y va a cambiar su identidad. Lo que no parece correcto es que haya políticos que animen esto. Pero en Europa hay un problema de no tener control sobre las fronteras, y ese pensamiento está alimentando el sentimiento de amenaza. Volviendo a las escuelas, hay maestros que consideran que la presencia de inmigrantes es una carga, que no son bastante abiertos. Hay otros que no, pero la diferencia con Canadá es que allí sabemos que sin inmigrantes no habría crecimiento demográfico. En gran medida, hay empleo en las escuelas porque hay inmigrantes.

 

Usted dice que los marcadores que diferencian a las personas van cambiando. ¿Cuál es el marcador que cree que tiene más influencia ahora? ¿El sentimiento identitario, nacional?

Los marcadores cambian porque todas las culturas evolucionan. Si excluimos de la discusión la población inmigrante, el sentimiento religioso ha sufrido un retroceso en los últimos 50 años por muchas razones. La práctica religiosa sirve menos para la identificación étnica, aunque sirve. Por ejemplo, si yo veo en el caso mucho nacionalismo de minorías, en el pasado la religión era un marcador muy importante, y cuando se ha secularizado la sociedad, la lengua ha tomado un papel más importante. No importa tanto que se identifique a la gente por religión, cultura o idioma, si un grupo tiene una identidad específica, aunque cambie su marcador la identidad va a mantenerse. A veces la religión perdura porque está instrumentalizada por políticos, pero no hay un conflicto religioso. En Irlanda del Norte, por ejemplo, no se peleaban católicos contra protestantes, peleaba gente que se sentía británica y gente que no, el marcador religioso solo coincidía.
Ahora, con la inmigración, vemos en nuestros países secularizados un regreso de la religión como marcador de exclusión. Se dice: “Los inmigrantes musulmanes no se pueden integrar”. Es el discurso típico del Frente Nacional en Francia, por ejemplo. Marie Le Pen te diría que los inmigrantes católicos están bien. El discurso es, en realidad, contra los musulmanes. El regreso de la religión como marcador de fronteras, de grupos, es el hecho mayor en la sociología de las relaciones étnicas en el SXXI. Esto hace las cosas un poco más complejas. Si hablas de culturas, una cultura cambia todo el tiempo, es un fenómeno dinámico. Si valoras tu cultura lo haces desde una lógica personal o colectiva, no de una trascendental que viene de Dios. Si tomamos las lenguas, se puede tener un fundamentalismo lingüístico, pero es muy raro que alguien diga: “Solo mi lengua es la verdad, el resto no puede describir nada”. Pero, si llegamos a la Religión y Dios me pide hacer algo, el compromiso es diferente.

¿Cómo puede la educación influenciar en cómo percibimos los marcadores?

¿Fue primero el huevo o la gallina? A veces la educación está fuera de la sociedad, a veces va por delante, a veces por detrás. En estos días, el papel de la escuela es aprender que aunque podamos practicar nuestra religión hay personas que piensan de manera diferente. En el pasado la escuela solo enseñaba una religión, estaban encerradas en provisiones constitucionales o acuerdos históricos y lo que pasaba en la escuela no correspondía a la evolución de la sociedad. En cuanto a inmigración y diversidad cultural, en España no sé, pero en Canadá está muy claro que la edad es uno de los factores más importantes en relación a la apertura con la inmigración, más que la exposición, aunque esta también llega rápido. La educación que están recibiendo los jóvenes les prepara para vivir en un contexto ambiguo, porque hemos perdido la inocencia de vivir en contextos simples con respuestas simples. La educación ha tenido impacto sobre la capacidad de vivir en contextos de pluralismo.

¿La inclusión se puede forzar? Le pongo un ejemplo, quizá no muy bueno: cuotas para mujeres o inmigrantes.

Es una cuestión interesante. En algunos casos se dice que si se espera a que suceda de manera natural va a tardar cien años antes de que se vea una diferencia. Por otro lado, para las personas que se benefician de cuotas no es una situación ideal: muy a menudo pueden considerar que están en cierta posición por las cuotas. En Canadá tenemos muy pocas, aunque estamos discutiendo ahora para mujeres en ciertos ámbitos. Cuotas quiere decir que tú, encuentres o no personas competentes, tienes que tener por ejemplo un 20% de minorías raciales o 50% de mujer, y si no encuentras se mantiene la plaza sin asignar. También pasa en la India con las castas. En el sentido de reservar plazas, me parece más difícil de defender, aunque siempre depende del nivel de explotación que haya existido en el pasado. Puedo entender, por ejemplo, que en Sudáfrica haya cuotas para negros. Otra vía es la equidad de acceso. Por ejemplo, se hace una investigación sobre el mercado de trabajo en una ciudad. Vemos las personas disponibles para un empleo concreto y debido a la estructura demográfica, debemos ofrecer el puesto —a competencia igual— a una persona infrarrepresentada. En las facultades de Magisterio, por ejemplo, salen un 30% de hombres y 70% de mujeres. Para infantil incluso el 15% de hombres. Podría pasar que para las escuelas de Primaria por lo menos debamos reclutar a un 15% de hombres. De la misma manera, si hablamos de minoría étnica, sabemos que entre las personas que tienen un diploma de ingenieros hay un 30% de inmigrantes. Si Montreal abre un puesto público de ingeniero, hasta que llegue a un 30% de representación de inmigrantes, deben dar la preferencia. Esto me parece un buen compromiso. Tener cuota puede estar justificado en contextos de polarización extrema. Pero los empleadores no son responsables de reflejar la representatividad de la sociedad.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/04/05/muchas-cuestiones-que-se-atribuyen-a-la-diferencia-cultural-muy-a-menudo-estan-relacionados-con-la-pobreza-o-el-nivel-social-de-las-familias/

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Mujeres que huyen

Por: Lidia Falcón

Después de Juana Rivas una mujer de Málaga, Carmen P. ha huido de su casa con sus dos hijos para no entregárselos al padre que los reclama. Previamente, en mayo, Carmen había presentado una denuncia por maltrato contra su marido y obtenido incluso una orden de protección a su favor, pero que no debe de haber sido eficaz, ya que Carmen ha optado por garantizarse su propia seguridad poniendo la suficiente distancia entre ella y el padre de las criaturas.

Tanto la justicia como la legislatura de nuestro país deberían plantearse por qué estas mujeres han decidido abandonar su domicilio habitual y esconderse con sus hijos, con todos los problemas que podemos imaginar que tal situación conlleva, antes que permitir que el progenitor los tutele.

Para mantenerse en la clandestinidad, cuando las fuerzas de seguridad te están buscando, hace falta dinero, apoyo de otras personas, vivir en alojamientos poco preparados y tantas veces incómodos, abandonar familia, amigos, conocidos, vecinos, barrio habitual, si además se pierde el empleo las consecuencias son peores. Los niños viajan aturdidos dejando atrás colegio y amigos, abuelos y tíos y primos. Todos estos riesgos e inconvenientes los arrostran las madres porque quieren a sus hijos y necesitan alejarlos de un padre maltratador.

Claro está que el coro de defensores de los machistas –que ya se ha expresado estentóreamente- hablará de la maldad de la madre y la calificará de desquiciada. Calificativo este muy menudeado contra las mujeres. La prensa británica calificó de “locas” a las sufragistas durante 70 años. No las identificó por ningún otro nombre. La magistrada -¡hay que ver que plantel de juezas tenemos!- del proceso de Carmen ha dispuesto, a petición del Ministerio Público, que se emita un informe psicosocial para analizar la veracidad de la declaración judicial de la mujer desaparecida con sus hijas. Resolución que toman la mayoría de los miembros y miembras de la judicatura cuando se trata de actuar contra un delito de violencia machista. Si se tratara de cualquier otro de la larga lista que posee el Código Penal, jamás se les ocurriría pedir un informe psiquiátrico del ciudadano que denuncia un robo, una agresión, una estafa, un accidente de circulación, etc.

Pero las mujeres son por definición sujetos de maldad y desconfianza desde que el Código de Hanmurabí las calificó peores que el veneno, las serpientes, el viento del desierto, la enfermedad y la muerte. Repasar aquí la serie de insultos y maldades que les han atribuido a las mujeres los grandes hombres que han regido el poder político, religioso, cultural de todos los países, durante miles de años, es tarea imposible para un artículo. Les remito a mi libro Mujer y Sociedad, publicado hace 50 años.

A pesar de la Ley de Violencia de Género, que cumplirá pronto 13 años, a pesar de la Ley de Igualdad -¡que ironía!- que tiene 10, a pesar de todos los avances que el Movimiento Feminista ha obtenido en estos 42 años de la última etapa, las mujeres son consideradas sujetos de segunda categoría como corresponde a su estatus de clase explotada.

Del mismo modo que los negros en EEUU, a pesar de las Constituciones y leyes que garantizaban su igualdad fueron objeto de toda clase de discriminaciones y marginaciones, las mujeres –en el mundo entero- siguen viviendo en sociedades patriarcales que las esclavizan, las maltratan, las explotan, las humillan y no las consideran sujetos de derecho. En España hasta el año 2000 el Tribunal Supremo no decidió que el testimonio de una mujer tenía el mismo valor que el de un hombre.  

Pero ni esta declaración del más alto tribunal de nuestro país influye en el criterio de los jueces, aunque sean tan prestigiosos como José Antonio Martín Pallín, que ostenta todos los honores de haber sido Magistrado y fiscal del Tribunal Supremo y es magistrado emérito del mismo. Como ilustre jurista ha sido miembro del Comité de Bioética de España, miembro numerario del Instituto de Estudios Canarios, del Secretariado Internacional de Juristas por la Amnistía y la Democracia en el Paraguay, de la Asociación Hispano-Alemana de Juristas y de varias misiones especiales sobre derechos humanosorganizadas por Amnistía Internacional (Venezuela, México, Perú). Fue Premio Jurista 1996 de la Universidad Complutense de Madrid, Presidente de la Asociación pro Derechos Humanos de España, Presidente de la Unión Progresista de Fiscales, Portavoz de Jueces para la Democracia y Vicepresidente del Foro Milicia y Democracia.

Pues bien, José Antonio Martín Pallín ha terciado en la dramática polémica respecto a la situación de Juana Rivas y sus hijos defendiendo apasionadamente la necesidad de cumplir la ley y las resoluciones judiciales. Con un criterio gremialista y legalista que no le conocía, asegura que las resoluciones judiciales que la afectan han sido tomadas en estricta aplicación de la ley –lo que debe de ser cierto dada la escasa protección que la Ley de Violencia presta a las mujeres- y con criterios de equidad y justicia perfectos.

Esa defensa a ultranza no solo de la ley sino también de las resoluciones judiciales no la practicaba Martín Pallín cuando era uno de los valientes defensores de los Derechos Humanos, conculcados habitualmente por el sistema legal y las resoluciones judiciales. Se ha manifestado innumerables veces contra la tortura practicada en tantas ocasiones por las diferentes policías, contra sentencias injustas, contra leyes sin proporcionalidad ni equidad. Pero entonces estaba defendiendo a opositores al poder, a disidentes políticos, acusando a corruptos, etc. Ahora se trata de defender a mujeres de sus maltratadores, y con ellas a los niños, los más débiles, y esa es otra cuestión.

En este caso Martín afirma que: “No me entra en la cabeza que los servicios jurídicos de nuestro Gobierno o de la Junta de Andalucía no hayan valorado esta situación y no hayan aconsejado, con firmeza, que la situación exigía la entrega de Juana Rivas, voluntaria o ejecutada de manera coercitiva… ante determinados excesos y manipulaciones… (hay que afirmar) que un condenado por un episodio de malos tratos no es un reo de por vida, que tiene derecho a la reinserción, a la cancelación de sus antecedentes y a organizar su vida futura, sin que pesen sobre él, como una losa permanente, las condenas del pasado.… La petición de auxilio judicial para hacer cumplir la sentencia italiana, como era de esperar,  llegó a los juzgados españoles que, cumpliendo escrupulosamente los compromisos internacionales y con las normas, usos y costumbres del derecho internacional que rige entre las naciones civilizadas, pusieron en marcha los mecanismos para hacer ejecutar la sentencia italiana, acordando la devolución de los hijos al padre… El tono y la agresividad de grupos y sectores comenzó a elevarse llegando a violentar gravemente, hasta extremos que pudieran lindar con Código Penal, la libertad y la independencia de los jueces españoles, tachándoles poco más o menos de prevaricadores y llegando a presentar una denuncia del Consejo General del Poder Judicial para que se investigue a una jueza que no había hecho más que cumplir estrictamente con la ley para salvaguardar el Estado de derecho y el prestigio internacional de nuestro país. Juana está ahora en la casa construida sobre un espacio, formado por una comunidad de naciones, que tiene como lemas, la libertad, la seguridad y la justicia”. Ya ven.

Sin embargo, José Antonio Martín Pallín, estricto defensor de la legalidad española y europea,  en noviembre de 2016, acerca de las agresiones contra algunos miembros de la Guardia civil cometidas por vecinos de Alsasua manifestaba que: “El procesamiento de los nueve de Alsasua es desorbitado y está fuera de la realidad socia”. El magistrado emérito del Supremo cree que se ha producido una ‘sobreactuación judicial’ que complica los intentos de convivencia en el País Vasco y Navarra, tras el anuncio de ETA de dejar las armas. “El Derecho no está para crear conflictos, sino para solucionarlo”.

Pero naturalmente el caso de Alsasua es un tema político y el de Juana Rivas es un asunto privado; los acusados y las víctimas en Alsasua son todos hombres; la acusada Juana es una mujer y las víctimas son dos menores, y el ilustre jurista y defensor de la equidad y los derechos humanos José Antonio Martín Pallín se siente de pronto herido en su categoría varonil, retado por una débil y tonta mujer y los menores le importan un comino.

En vista de que ni las policías ni las juezas ni los psicólogos ni aún los más ilustres activistas de derechos humanos las defienden, las mujeres han decidido huir. Si continúa en vigor la misma Ley de Violencia e idéntica política judicial, tendremos decenas de madres escondidas viviendo en la clandestinidad con sus hijos, en busca y captura por orden judicial y consideradas delincuentes, mientras los maltratadores viven libertad como hombres decentes, considerados víctimas de la maldad de su mujer.

Y fabricaremos una generación de menores criados en el miedo y el odio a su padre y el total rechazo a la justicia de nuestro país.

Fuente: http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2017/09/04/mujeres-que-huyen/

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Entrevista a Shujiro Urata: «El problema es la inequidad, no la globalización»

27 Agosto 2017/Fuente: clarin/Autor:Júan Décima

Para el profesor japonés, doctor en Economía por la Universidad de Stanford, la solución no es restringir los intercambios comerciales entre países sino implementar políticas de redistribución del ingreso.

Si bien hace muchos años que el profesor y doctor Shujiro Urata (67) no está en contacto con la realidad argentina, tiene un vínculo singular con la historia reciente del país.

Pocos años después de la recuperación de la democracia, fue uno de los autores del Informe Okita. Liderado por el economista Saburo Okita, uno de los artífices de la planificación económica de Japón de la posguerra, fue un trabajo realizado entre 1985 y 1986 por una treintena de especialistas japoneses en colaboración con funcionarios y técnicos locales.

El informe hizo un profundo diagnóstico sobre la macroeconomía, la agricultura, la industria, el transporte y el comercio exterior y ofreció una serie de recomendaciones para la reactivación de la economía argentina basadas en la experiencia japonesa de posguerra, con un fuerte énfasis en la competitividad de la industria, la expansión de las exportaciones y el rol del estado como orientador.

Urata estuvo a cargo del capítulo sobre intercambio comercial y apertura económica. “Debo decir que mis ideas sobre estas cuestiones se han mantenido relativamente constantes a lo largo del tiempo, y las nociones que expuse en ese momento las sigo considerando valiosas hasta el día de hoy”, remarca.

Invitado por la Embajada de Japón en la Argentina, donde disertó sobre la recuperación económica japonesa y sus implicancias para América Latina, fue entrevistado por Clarín acerca del escenario económico actual en la región del Pacífico, y cómo ve las potenciales oportunidades de integración entre Latinoamérica y los países asiáticos.

– ¿En qué áreas pueden encontrar lugar para colaborar y beneficiarse mutuamente las economías del Pacífico y Latinoamérica?

–En cuanto a sus producciones estructurales, las economías de América Latina y el Pacífico actualmente son complementarias. En ese sentido, el Mercosur y los países de la región cuentan con ventajas comparativas en lo que se refiere a productos primarios derivados de recursos naturales, como ser alimentos, pulpa o papel. Los países asiáticos, por su parte, cuentan con ventajas comparativas en el área de manufactura y maquinaria. A pesar de que la población de Japón está decreciendo, la región sigue contando con una gran cantidad de habitantes, empezando por China. El principal desafío para estos países es poder asegurarse una provisión estable y constante de alimentos y recursos naturales. A su vez, los países del Pacífico encuentran su fuerte en el suministro de autos o productos electrónicos y heladeras. Obviamente, las relaciones económicas entre las dos regiones pueden cambiar, dependiendo del marco temporal que uno analice.

– ¿Esta relación puede evolucionar de cara al futuro?

–Por supuesto. A mí me gustaría a ver más industrialización y capacidad de manufactura por parte de los países del Mercosur y la región. Así podrían ser más competitivos en el escenario internacional. El modelo que rige la dinámica del Pacífico está dado por una división del trabajo, redes regionales de producción donde cada país está especializado en ciertos rubros, y por ende se dedica a producir piezas y componentes para un área específica. Este sistema complementario es una de las bases para el crecimiento económico. América Latina podría ocupar un lugar dentro de esta cadena de abastecimiento como un proveedor de maquinaria y productos terminados, y no solo como un centro especializado en productos primarios.

– Los tratados de libre comercio no son muy populares en este momento. ¿Por qué cree que pasa esto?

–Por un lado, la brecha entre salarios y la inequidad es un problema serio a nivel mundial. En Estados Unidos esto se visibilizó no solo por la elección de Donald Trump, que construyó su campaña atacando los tratados de libre comercio, sino también por el discurso predominante entre los candidatos demócratas. que dudaban de los beneficios del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés). Según algunos especialistas, la globalización puede ser la causante de estos desequilibrios, y son quienes por lo general se autodenominan “antiglobalistas”. Hay algo de cierto en esto, pero la inequidad no se corrige deteniendo la globalización. Si una sociedad está de acuerdo en que esto es un problema que debe ser solucionado, debería apoyar políticas de redistribución de ingreso en su país. Es muy triste ver que en Estados Unidos, por ejemplo, el 1% de la población representa aproximadamente el 30% del PBI.

– ¿Qué medidas pueden emplearse para lograr redistribuir el ingreso?

En el caso de EE.UU., el gobierno podría emplear ciertas políticas que tiene a su alcance, como un impuesto a las ganancias que sea progresivo, o aumentar el impuesto a la herencia. Pero es muy difícil implementar esto porque los más ricos del país no quieren saber nada con este tipo de iniciativas. Es muy difícil hacerles entender a los estadounidenses más acomodados que si quieren tener una sociedad próspera y pacífica, ellos tienen que hacer algún tipo de sacrificio. Este tipo de mentalidad, la de sacrificarse por el bien común, tiene que partir de los que más tienen, y en EE.UU. eso es un problema.

–Además de las políticas de redistribución de ingreso, ¿qué área se debe apuntalar para tratar de paliar la inequidad social?

–Se debe poner énfasis en la educación. En EE.UU., las escuelas públicas se financian de manera local en parte a través del impuesto inmobiliario a la propiedad. De allí se desprende que la inequidad empieza a moldearse desde la primaria, ya que quienes viven en distritos de altos ingresos cuentan con mejores escuelas, mientras que la gente que se forma en zonas más pobres, ya empieza en desventaja.

– ¿Cómo es la situación en Japón?

-Si bien todavía es un problema pequeño, también estamos viendo un aumento en la inequidad. El Primer Ministro Shinzo Abe introdujo recientemente un impuesto más oneroso a la herencia, que es una medida que impacta más fuertemente entre los sectores más adinerados. También hay un impuesto a las ganancias, que se acrecienta a medida que la persona gana más. Estas soluciones parten de una lógica que considera que quienes más tienen también deben contribuir más para el bienestar de todos. Es necesario construir esta mentalidad comunitaria, introducirla dentro de una sociedad. No sé cómo se logra dentro de país tan diverso como EE.UU., por ejemplo, pero debería ser una empresa a lograr. Dicho esto, la globalización es el mejor método para lograr el crecimiento económico, creo que nadie discute esto, pero tiene un efecto colateral no deseado, que es el aumento de la inequidad. Esto debe solucionarse a través de medidas implementadas por cada país.

– ¿Cómo impactan en la región las tensiones políticas y militares constantes entre EE.UU. y Corea del Norte?

–Las preocupaciones por la hipótesis de conflicto entre Corea del Norte y otros países tienen un efecto en el aumento de gastos militares y en presupuestos de Defensa. Siempre habrá empresas y sectores que se beneficiarán con las crisis de este tipo pero no es lo más deseable para un crecimiento económico armónico, ya que se desvían importantes recursos que se podrían haber implementado en otros campos, como ser educación o ciencia e investigación.

– ¿Cómo ve la posible integración de China al TPP a futuro?

–Podría integrarse sin problemas una vez que alcance un cierto nivel de desarrollo económico. Dentro de los acuerdos, hay ciertas reglamentaciones referidas a la mano de obra, el medioambiente, las empresas estatales, la propiedad intelectual y el comercio electrónico con las que China deberá encuadrarse antes de poder ingresar a este marco de intercambio. Tomemos el caso de la mano de obra, por ejemplo. El país no cuenta con los mejores antecedentes en cuanto a la forma en qué trata a sus trabajadores, pero en cuanto su economía logre una madurez similar a la de los países desarrollados, no debería tener mayores inconvenientes en mejorar sus prácticas. Lo mismo pasa con el medioambiente. Es una cuestión que les preocupa, pero actualmente no puede encarar un plan para mejorar su comportamiento ambiental por un tema de costos, ya que le resultaría demasiado oneroso. Alcanzado el desarrollo necesario, será algo que podrán pagar. Es una cuestión de esperar a que China alcance esa madurez, y ahí sí abrirle las puertas para que pueda formar parte de TPP, o alguna alianza similar.

– ¿Cuáles son los beneficios de plegarse a este tipo de reglamentaciones?

–Ingresar a un acuerdo de este tipo también es algo que a China le conviene. Hasta hace aproximadamente 10 años, a China no le interesaba ingresar en tratados bilaterales de inversión ya que quería tener un control más firme sobre las empresas que operaban dentro del país. En la actualidad, el país es un gran inversor a nivel mundial y tiene intereses en numerosos países. Dentro de este contexto, ellos ahora quieren regímenes económicos más libres y menos restrictivos para sus empresas, y están apoyando tratados de integración. A medida que su economía ha ido creciendo y diversificándose, su alcance se ha hecho más global y sus actitudes respecto a los tratados se han ido modificando.

El problema demográfico de Japón

Que la población de Japón está decreciendo no es una sorpresa para nadie. En 1997 fue la primera vez que la población mayor de 65 años superó a la población infantil (de 14 años para abajo), mientras que en 2016 el número de nacimientos cayó por debajo de 1 millón anual por primera vez desde que hace más de 100 años se comenzó a censar la población. Según los más recientes estudios demográficos, se estima que en 2060 el 40% de los habitantes será mayor a 65 años, mientras que población total sería de 87 millones de habitantes, un tercio menos de los 128 millones registrados en 2010.

– ¿Cómo impacta la disminución de la población japonesa en el desarrollo económico?

– Es importante tener una población en alza para lograr crecimiento económico, tanto por la disponibilidad de mano de obra como por la necesidad de apuntalar el consumo. Uno también podría argumentar que para aumentar la productividad no hace falta más gente, ya que se puede lograr mediante automatización y mayor desarrollo de la tecnología. Pero es innegable que debe haber una demanda de consumo para que una economía se mueva.

– ¿Cuáles son las causas de la caída de la natalidad?

Uno de los factores es la cuestión de los ingresos: hay pocas personas que pueden dejar de trabajar para acompañar la crianza de sus hijos, y el costo de niñeras, guarderías y educación es muy alto. Este tipo de asistencia debería ser provista por el Estado, y en Japón es todavía una materia pendiente.

– ¿Qué soluciones se están barajando para hacer frente a la situación?

El gobierno y las empresas japonesas están empezando a hablar sobre la posibilidad de contratar mano de obra extranjera para cubrir vacantes. La construcción es una industria que tiene una necesidad intensiva de mano de obra, y es una de las que más presión está haciendo para que se implemente esta medida, teniendo en cuenta que Tokio va a ser la organizadora de los Juegos Olímpicos 2020. Introducir mano de obra extranjera es un primer paso para solucionar un problema acuciante, pero a largo plazo Japón tal vez deba modificar sus políticas de inmigraciónpara hacer frente al problema demográfico.

 

Fuente de la entrevista: https://www.clarin.com/mundo/shujiro-urata-problema-inequidad-globalizacion_0_H18OPpTd-.html

Fuente de la imagen: https://images.clarin.com/2017/08/24/rkyhwpaOW_930x525.jp

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México: Maestros que no fueron evaluados, trabajan «bajo el cobijo de la Secretaría de Educación», acusa sindicato

México/Agosto de 2017/Autor: José de Aquino/Fuente: Xeu

Acusan que maestros que no fueron evaluados siguen laborando bajo el cobijo de la Secretaría de Educación en Veracruz, según refirió el secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de México, Gerónimo Gabriel Polo Navarro.

«Hoy mismo podemos señalar que en preescolar y en secundaria hay gente que ni siquiera se evaluó ni se va a evaluar porque ellos siguen bajo el cobijo de la Secretaría».

Abordado en el Primer Congreso Ordinario del sindicato, comentó que los maestros que no fueron evaluados ocupan un lugar que no les corresponde.

«Hay gente que está nombrada de manera arbitraria usurpando puestos que compañeros de base se ganaron con sus esfuerzo y su tenecidad en la evaluación».

En ese tenor comentó que debido al problema existe un rezago en materia educativa además de que no se ha invertido lo suficiente en educación, sobre todo en zonas marginales.

Fuente: http://www.xeu.com.mx/nota.cfm?id=919856

 

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México: Color de piel determina acceso a la educación en México

México/22 junio 2017/Fuente: Telesurtv

El 20 por ciento de las personas que se autoclasificaron de piel oscura no cuenta con algún nivel de escolaridad, indicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía mexicano (Inegi).

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de México presentó los resultados del Módulo de Movilidad Social Intergeneracional, los cuales revelan que en el país las personas de piel clara tienen mayores oportunidades educativas y laborales que las de piel más oscura.

«De las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más clara, solo 10 por ciento no cuenta con algún nivel de escolaridad mientras que la cifra se eleva a 20,2 por ciento para las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más oscuras», reveló el estudio.

El 28,8 por ciento de las personas que se autoclasificaron de piel más oscura presentaron un mayor rezago educativo y las personas con tonalidades de piel más clara ocupaban porcentajes más altos (29,3 por ciento al 44,4 por ciento) en educación media y alta.

«Cuando el padre y la madre son los proveedores económicos una de cada dos personas (47,5 por ciento) alcanza el nivel de escolaridad de media superior o alta», señaló el Inegi.

Si el proveedor económico tuvo una ocupación de alta calificación como directivos, funcionarios y otros profesionistas, el 50 por ciento de los dependientes económicos están activos en ocupación con el mismo nivel de clasificación.

Más de la mitad de los entrevistados, es decir, el 57,7 por ciento, consideró que su situación económica mejoró respecto a su situación inicial mientras que el 23,5 por ciento declaró que su situación socioeconómica actual se encuentra peor que la de su hogar de origen.

El Inegi entrevistó a personas entre 25 y 64 años en 2016, en 32.481 hogares. El objetivo fue conocer cómo y qué determinó los cambios en la situación económica de esta población de 61.827.469 personas.

En el Módulo se utilizó una escala cromática utilizada en el Proyecto sobre Etnicidad en América Latina (PERLA, por su sigla en inglés) que clasifica la piel en 11 tonalidades con el fin de que el propio entrevistado identifique su color, explicó el Inegi en un comunicado.

Fuente: http://www.telesurtv.net/news/Color-de-piel-determina-acceso-a-la-educacion-en-Mexico-20170620-0063.html

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Unicef implementa protocolos para dar trato humanitario a niños migrantes

Abril de 2017/Fuente: Radio Fórmula

El embajador del Fondo de Nacional Unidas para la Infancia, César Costa, aseveró que la Unicef implementa capacitaciones y protocolos tanto a los Cónsules como a las autoridades migratorias para darles un trato humanitario, y preferencial a los niños, niñas y adolescentes migrantes.

«Sabemos que vienen de historias y de peregrinares sumamente violentos, y difíciles y lo menos que se puede hacer es darles un trato humanitario y tratar de garantizar y respetar los derechos que les corresponden».

En entrevista para el programa «En los Tiempos de la Radio», dijo se está haciendo un esfuerzo con estos protocolos para que los niños reciban un trato más cálido y más humano en estas situaciones que son sorpresivas, y que están afectando muchísimo a las familias.

Al respecto, César Costa comentó que quiere pensar que el gobierno está pugnando para que se trate de no separar a las familias por las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aunque en la realidad está sucediendo.

«Está comprobado que cuando en los primeros años de vida un niño o niña reciben este tipo de impactos, producen daños neuronales gravísimos comparables a la desnutrición y que además son irreversibles».

Informó que el 20 por ciento de los niños migrantes encuestados sufren de discriminación.

Fuente: http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=673054&idFC=2017

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India: Mujeres musulmanas piden a la Corte Suprema en India que prohíba el divorcio instantáneo

India/27 marzo 2017/Fuente: Infocatolica

Varias mujeres divorciadas han solicitado al Tribunal Supremo de la India que prohíba la forma de divorcio conocida como divorcio instantáneo, en la que un hombre puede divorciarse de su esposa con solo pronunciar la palabra «talaq», que significa divorcio en árabe, tres veces.

Una de las mujeres que hace la demanda es Seema Parveen, casada a los 14 y divorciada a los 16 estuvo sometida a un brutal matrimonio donde su esposo la amenazaba con arrojarla desde el balcón de su casa. Se puso furioso cuando le dio a luz una hija y no un hijo.

Ahora con 42 años se ha divorciado tres veces de tres hombres diferentes y ninguno le dio apoyo financiero ni para ella ni para su hijo, lo que ha obligado a tener que volver a la escuela y trabajar para poder mantenerse.  Su tercer esposo la golpeaba, la encerraba en una habitación y le hacía pasar hambre. Posteriormente se divorció de ella por medio de un mensaje de texto enviado por teléfono.

Cuando se le pregunta por qué se someterá a tales malos tratos, Parveen responde «¿Adónde iré ?, mi padre está muerto, no hay nadie que me cuide, pero tengo derechos a la pensión de mi marido, Y no voy a renunciar a eso».

El Tribunal Supremo de la India considerará si el «talaq» es parte integrante del Islam y, por lo tanto, una práctica constitucionalmente protegida bajo la libertad de religión. La Junta de Derecho Personal Musulmán, que gobierna extraoficialmente a la comunidad, dice que talaq es válida como ley divina y se opone a cualquier reforma.

Antecedentes

Países como Paquistán, Túnez y Egipto han frenado la práctica y han movido el divorcio a la órbita del estado y el poder judicial.

En cambio, en otros países musulmanes como Omán, al suroeste de Asia, el matrimonio se ha banalizado a tal punto que los jóvenes se divorcian de sus esposas enviándoles mensajes vía redes sociales. Recientemente Un imam omaní ha alzado su voz en contra de la tendencia de las nuevas generaciones a divorciarse con un mero texto a través de esas redes.

«Los jóvenes en Omán ahora se divorcian enviándose mensajes a través de sus teléfonos. Usar ese método para dar por terminado un matrimonio va contra los principios islámicos», advirtió el jeque Yusuf al Hamdani durante un reciente sermón del viernes en la Mezquita Central de Mascate.

Fuente: http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=28935

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