Estudio en EEUU: Los maestros blancos tienen opiniones muy bajas de sus estudiantes negros

«El racismo está vivo y bien», dice uno de los investigadores.

EEUU/  31/03/2016 / Rebecca KleinEditor, Educación HuffPost

El estudio de la Johns Hopkins e investigadores de la Universidad Americana encontraron que cuando se preguntó a maestros blancos y negros sobre el desempeño de un mismo estudiante, los maestros blancos expresaron comparativamente predicciones negativas para los estudiantes de color.

La investigación fue publicada en la revista Economía de la Evaluación de la Educación  cuyas conclusiones se basan en un conjunto de datos de un estudio longitudinal 2002 que siguió a más de 8.000 estudiantes de 10 ° grado. Incluido en el conjunto de datos fue una encuesta que se pidió a los maestros de lectura y matemáticas acerca de las capacidades a largo plazo del mismo estudiante. Los investigadores estratificaron las respuestas de la encuesta por la raza y el género de los profesores y estudiantes.

Los resultados son desalentadores.

Cuando se le preguntó sobrela probabilidad de que sus estudiantes se graduarán, maestros blancos (y otros educadores no negros) otorgaron 12 puntos porcentuales más que los maestros negros a la posibilidad de que los estudiantes negros no terminaran la secundaria. Por otro lado, los maestros de raza negra tuvieron estimaciones similares tanto de sus estudiantes blancos y negros, mientras que los educadores no negros también fueron significativamente menos propensos a predecir que sus estudiantes negros completarían la universidad.

El estudio es el primer paso en un proyecto de investigación para determinar cómo las expectativas de los profesores impactan los resultados en cuanto a desempeño de los estudiantes, dijo el economista de la Universidad Johns Hopkins y  Nicholas Papageorge , quien  es co-autor del estudio. Este estudio no muestra todavía la relación causal entre las expectativas y los resultados de los maestros, pero sí indica un sesgo sistémico, por lo que los resultados fuero calificados como»sorprendente y alarmante.»

«Lo que me gustaría hacer es que los profesores tomen consciencia de sus prejuicios», dijo Papageorge . «El racismo está vivo y bien. Estoy seguro que cuando la gente mira a un joven negro que tienen ciertos puntos de vista, por su raza no puede darse cuenta de que tienen estos puntos de vista, y eso es muy peligroso. «

El estudio plantea preguntas sobre si las expectativas tan bajas que los educadores blancos establecen para los estudiantes negros, a veces se convierte en una profecía autocumplida.

» Si yo soy un maestro y decido que un estudiante no es nada bueno, puedo estarlo comunicando al estudiante,» dijo Papageorge en un comunicado de prensa publicado esta semana.»Un profesor que dice a un estudiante que no es inteligente pesará mucho sobre la forma en que el estudiante se siente acerca de su futuro y tal vez el esfuerzo que ponen en hacer bien en la escuela.»

Fuente de la Noticia:

http://www.huffingtonpost.com/entry/white-teacher-expectations_us_56fc0d5ae4b0a06d580468b7?ir=Education&section=us_education&utm_hp_ref=education

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Denuncian que latinos y afroamericanos son más castigados en escuelas de Kern EEUU

  / Fuente: http://www.lagranepoca.com

Estudiantes latinos y afroamericanos en escuelas preparatorias del condado de Kern son más castigados que otros, denuncian abogados que a nombre de los demandantes se encuentran hoy en batalla legal contra el distrito escolar y el estado de California.

“El estado de California debe de hacerse responsable por supervisar ese tipo de disciplinas que es discriminatoria en las escuelas”, dijo hoy a Efe Zabrina Aleguire, directora legal de la organización Equal Justice Society.

“El tribunal de primera instancia (de la corte Superior del condado de Kern) descartó el juzgamiento del Estado de California el pasado 14 de enero”, detalló la abogada.

Por ello, organizaciones de apoyo legal de los estudiantes y sus padres presentaron hace dos días ante la Corte de Apelaciones una solicitud para que el Estado de California siga en la lista de demandados.

La organización de Asistencia Legal Rural de California (CLRA), el Fondo Mexicano Americano para la Defensa Legal y la Educación (MALDEF) y otras organizaciones de abogados presentaron el 9 de octubre de 2014 a nombre de varios peticionarios (entre ellos Catherine Robles y María Gallardo) una demanda en la División Civil de la Corte Superior del condado Kern contra el Distrito Escolar de Preparatorias de Kern (KCHSD) y el Estado de California, entre otros.

  “Latinos y afroamericanos son desproporcionalmente suspendidos y expulsados de centros educativos públicos del distrito escolar de bachilleratos del condado de Kern”, afirmó Aleguire.

“La desproporción racial nos preocupa y por eso en la querella legal destacamos que en Kern hay un ambiente escolar hostil en donde conductas de jóvenes son tratadas con severidad extrema”, argumentó.

Los defensores legales relatan que en los pasados cinco años en Kern detectaron que estudiantes de minorías étnicas son castigados más y con suma severidad en comparación a sus compañeros blancos.

Estadísticas del Departamento de Educación de California de 2013-2014 indican que en los centros educativos KCHSD la población estudiantil es de 37.100 estudiantes de los cuales los latinos constituyen el 62.8 por ciento, los afroestadounidenses el 6.3 por ciento y los blancos el 24.8 por ciento.

Los abogados, entre los cuales también participan los de la Fundación Dolores Huerta, aseguran que entre las minorías hay más expulsiones escolares y muchos de ellos son enviados a “escuelas alternativas” bajo el argumento de mal comportamiento.

Aleguire argumentó que en las escuelas alternativas, que muchas veces les quedan lejos de sus viviendas, se nota que la mayoría son Latinos y afroamericanos, lo cual es segregación.

 “Hay otras maneras de resolver situaciones de conducta que los mantendría en las escuelas, como el método de intervención positiva y justicia restaurativa, aplicados en otros centros educativos”, sugirió.

Por su parte, Sloan Simmons, abogado del grupo Lozano Smith a cargo de la defensa legal del KCHSD, dijo a Efe que “el Distrito Escolar de Kern enfáticamente niega que en las escuelas haya discriminación intencional”.

Además, agrega, “no hay ninguna política o práctica diseñada para impactar desproporcionalmente a niños de algún grupo racial en particular”.

“Creemos que cuando la corte investigue el trabajo en las escuelas no habrá base para imponer algún remedio además de lo que las escuelas están haciendo”, concluyó.

Efe trató de obtener la reacción de la Oficina del Fiscal General de California, representante legal del estado, pero no hubo respuesta inmediata.

Fuente de la Noticia:

http://www.lagranepoca.com/internacionales/estados-unidos/53515-denuncian-que-latinos-y-afroamericanos-son-mas-castigados-en-escuelas-de-kern.html

 

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Angela Davis y «Democracia de la abolición; prisiones, racismo y violencia»

Fuente:http://bolgaia.blogspot.com.es/

El libro ‘Democracia de la abolición; prisiones, racismo y violencia’ constituye una oportunidad imprescindible para retomar contacto con el núcleo nervioso de los debates en torno al “sistema industrial-penitenciario”.

Democracia de la abolición; prisiones, racismo y violencia constituye una oportunidad imprescindible para retomar contacto con el núcleo nervioso de los apremiantes debates en torno a la existencia de lo que los abolicionistas llaman “el sistema industrial-penitenciario”. El libro, editado por Eduardo Mendieta con el respaldo de la Editorial Trotta, reúne en su primera parte dos textos fundamentales de Angela Y. Davis escritos en 2003 y 2005, «¿Están las prisiones obsoletas?» y «La democracia de la abolición: más allá del imperio, las prisiones y la tortura».

La segunda parte del texto la ocupan varias entrevistas realizadas por Mendieta a la filósofa y militante histórica afroamericana. En ellas, la autora sigue ahondando en las relaciones entre racismo, clasismo y sexismo a partir de los análisis realizados sobre la función de la cárcel como dispositivo de control y represión social, así como de acumulación del capital en las sociedades globalizadas. Las torturas de Abu Ghraib, los encarcelamientos masivos de personas migrantes procedentes del Sur global, el incremento exponencial de mujeres encarceladas y la demencial extrarrepresentación de personas negras en las cárceles de todo el mundo guían las preguntas y propuestas que conforman esta obra de Angela Y. Davis traducida al castellano en 2016.

«Éste es el papel ideológico que juega la prisión; nos exime de la responsabilidad de enfrentarnos seriamente con los problemas de nuestra sociedad»
“Asumimos que las prisiones son inevitables, pero a menudo tenemos miedo de enfrentarnos a las realidades que producen. Éste es el papel ideológico que juega la prisión; nos exime de la responsabilidad de enfrentarnos seriamente con los problemas de nuestra sociedad, especialmente con aquellos producidos por el racismo y, de manera creciente, por el capitalismo global”. Tal es parte de la aguda crítica que Davis lanza sobre la cuestión naturalizada de la cárcel como campo de concentración en el que se deposita al indeseable. Es posible que para los activistas de la abolición en Europa esto no constituya novedad alguna. Sin embargo, lo realmente sugerente de dicho análisis es la manera en la que se atiende a la intersección de raza, sexo y clase que atraviesa a los sujetos predominantemente encarcelados. No se trata de un simple efecto de los prejuicios dominantes. Se presenta como prueba de la institucionalidad del racismo, una dimensión poco explorada del poder por los sectores racialmente privilegiados de la izquierda radical blanca.
Todo ello adquiere mayor relieve al situar frente al foco de atención el evidente hilo rojo que conecta la historia de la institución de la esclavitud, la segregación racial y el sistema industrial-penitenciario como parte de la persistente estrategia desplegada desde la dimensión colonial del poder moderno. El encarcelamiento no fue utilizado como forma predominante de castigo hasta el siglo XVIII en Europa y el XIX en Estados Unidos con la Revolución americana pasando igualmente a formar parte importante del sistema colonial europeo en Asia y África.
Según los estudios del icono del Black Power, la consolidación del capitalismo tardío y a la aparición de una nueva clase social emergente influenciada por las ideas ilustradas hizo que el encarcelamiento se convirtiera en una pena en sí, en lugar de representar parte del proceso que desembocaría en el castigo final. Con la influencia de la Ilustración, se comenzaba a pensar que el criminal era “reformable”, por lo que quizás, tras un tiempo de soledad tras las rejas, se produciría una conversión moral del mismo. Sin embargo, el nuevo pudor ilustrado frente a los castigos tradicionales –latigazos, amputaciones, torturas públicas− ahondaba en la subalternización tradicional de los sujetos racializados. Sabemos que tras la abolición de la esclavitud, el sistema carcelario sirvió para restringir legalmente la libertad de los exesclavizados.

Sistema industrial-penitenciario y racismo

Retomando las lúcidas perspectivas de Frederick Douglass y de Williams E. B. Dubois, así como los relatos de Assata Shakur, George Jackson o Malcolm X realizados desde la cárcel, Angela Y. Davis pone al descubierto la relación estructural entre los procesos de acumulación del capital y la dimensión racista del poder relacionadas con el sistema industrial-penitenciario. Una lectura seria de la respetada obra de Davis sigue siendo necesaria para desmantelar la falsa y persistente idea producida desde los sectores privilegiados de la izquierda etnocéntrica que consiste en asegurar que lo racial constituye un simple eje superestructural de las jerarquías de poder.
La mano de obra negra convicta ha sido fundamental en la historia de los EE UU
Una lectura decolonial de la perspectiva marxista observa los fenómenos constitutivos del capitalismo introduciendo las categorías de raza y género alumbrando dimensiones esenciales de los procesos que desembocan en la división internacional del trabajo. Tal y como señala nuestra autora, la mano de obra negra convicta ha sido fundamental en la historia de los EE UU. Negar la contribución histórica de los negros contribuye a solidificar la línea de lo humano que los sitúa en la zona del no-ser.
Así mismo: “Los teóricos marxistas del derecho penal han subrayado precisamente que el periodo histórico durante el cual apareció la forma de la mercancía es la etapa en la que las condenas a prisión emergieron como forma de castigo principal”. Estudiando y subsumiendo dicho fenómeno, nos vemos obligados a trascender la reacción automatizada de carácter moral que acompaña a la cuestión carcelaria en el imaginario popular.
Al llamar al sistema carcelario “sistema industrial-penitenciario” se evoca el sistema industrial-militar dirigiendo la crítica hacia las condiciones de posibilidad en la que se perpetúa una potente industria económica internacional relacionada con la existencia de las cárceles que contribuye al enriquecimiento de las sociedades modernas. Al igual que esclavitud y colonialismo fueron procesos sobre los que, incluso según el propio Marx, se cimentó la acumulación originaria del capital, la aparición y consolidación de la mercancía, así como su relación con los trabajos forzados realizados en las prisiones del momento, vuelven a alumbrar la dimensión sacrificial inherente al sistema capitalista y vuelven a conectarlo con la subalternización de una parte de la humanidad a través de la racialización/subalternización de la diferencia. Se trata de la colonialidad del poder.

Cárcel e interseccionalidad

“Para las mujeres, la continuidad en el trato que reciben en el mundo libre y en el universo penitenciario es más complicada incluso, ya que también se enfrentan a formas de violencia en las prisiones a las que se han tenido que enfrentar en sus hogares y en sus relaciones íntimas. Diversos estudios sobe cárceles femeninas en todo el mundo señalan que el abuso sexual es una forma de castigo permanente, aunque desconocido, al que se somete habitualmente a la inmensa mayoría de las mujeres encarceladas”. Es necesario reproducir individuos desechables, indeseables y peligrosos según el discurso dominante. El afianzamiento del lumpen, la creación de escuelas gueto, de barrios marginales y de condiciones laborales infrahumanas que produzcan necesidad, sufrimiento y marginalidad alimenta al sistema industrial-penitenciario produciendo presos.
«El abuso sexual es una forma de castigo permanente, aunque desconocido, al que se somete habitualmente a la inmensa mayoría de las mujeres encarceladas”
Sin embargo, las intersecciones producidas entre dominación racial, heteropatriarcal, las estrategias estatales de represión política y las agresiones corporales sufridas por las mujeres –especialmente por las no blancas− fuera y dentro de las prisiones han sido poco atendidas desde la crítica anticarcelaria. Así bien, a pesar de representar una minoría reclusa, las mujeres continúan siendo hoy en día el sector de población carcelaria que más rápidamente crece en todo el mundo.
Angela Davis advierte, no obstante, que mientras que el varón es castigado principalmente en el ámbito público, las mujeres siguen siendo, además, disciplinadas y castigadas en público y en la intimidad a través de otras formas invisibilizadas. Tal realidad explica algunos de los vehículos de transferencia entre violencia estatal y violencia machista, así como nos empuja a penetrar en algunos puntos ciegos de la naturaleza estructural del patriarcado. La pandemia de los feminicidios es la forma dominante de castigo hacia las mujeres y eso también explica que sean una minoría en el mundo carcelario. Además, según los estudios históricos, las mujeres han sido tradicionalmente internadas en instituciones mentales en mayor número que los hombres. La figura del desecho masculino desemboca en el arquetipo del “delincuente”, mientras que el femenino lo hace en el de la “desequilibrada mental”. Hasta tal punto ha sido operativa esta sexualización del castigo que, según nuestra autora, las presas son medicadas con drogas psiquiátricas de manera mucho más frecuente que los reclusos.
Resulta absolutamente imposible comenzar a desplegar un pequeño mapa introductorio que haga justicia a la multidimensionalidad y el rigor de la perspectiva mostrada por esta histórica e imprescindible figura de la lucha contra el racismo, el sexismo y el clasismo. Democracia de la abolición; prisiones, racismo y violencia tiene todas las características para transformarse en un texto de referencia en el mundo castellanoparlante. Un texto exhaustivo que, lejos de constituir un simple panfleto, vuelve a proporcionar herramientas para imaginar un mundo en el que las prisiones no sean necesarias.
El trabajo y las propuestas lanzadas por Davis –que podemos leer gracias a Eduardo Mendieta− están lejos de poder ser catalogadas como ingenuas o inalcanzables. Posiblemente no haya nada mejor para concluir que sus propias palabras al respecto: “La estrategia debería ser una reducción de presos, ¿cómo? Ser capaces de desarrollar alternativas efectivas implica una transformación tanto de las técnicas para determinar qué es la “delincuencia” como de las condiciones sociales y económicas que conducen a tantos niños de las comunidades pobres, especialmente de aquellas comunidades de gente de color, al sistema penal juvenil y luego a prisión. El reto más urgente y difícil de alcanzar hoy día consiste precisamente en explorar creativamente nuevos marcos jurídicos en los que la prisión no figure como nuestra mayor bandera”.
 Fotografía: Helios F. Garcés, en periódico Diagonal. Foto: Condenados a trabajos forzados en 1917 en Florida.
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